Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El buen soldado es un cortometraje escrito y dirigido por Juan David Gómez, y protagonizado
por María Isabel Castro, Valentina Herrera y Salomé Cuenca, cuya trama central gira entorno
a la contienda electoral de personero y vice personero en el Colegio Cambridge. Lisa
Calderón y Josefina Núñez, las principales candidatas, buscan a toda costa la destrucción
física y moral de la otra, con el fin de lograr semejante ascenso en la escala social escolar.
Junto con la ayuda de Rubén Carrilero, un leal y obediente compañero, Josefina logra la
victoria, y así, el poder total sobre los estudiantes. De esta forma, mediante el análisis de las
intenciones de los personajes y del panorama político en el que se desarrolla la obra, El buen
soldado es una representación de lo que Hannah Arendt describe como “banalidad del mal”,
al presentar una contraposición entre deber y conciencia, política y autoritarismo.
En efecto, El buen soldado, es una clara demostración de lo que Hannah Arendt propone
como “banalidad del mal”: personajes, cínicos y sin escrúpulos, buscan intencionalmente, la
destrucción de otro individuo o colectivo con el fin de ascender socialmente, y así, tener la
capacidad de influir en el accionar y voluntad de otros. Es decir, en vez de representar un
panorama de discusión, pensamiento y accionar, las elecciones de personero y vice
personero, reflejan cómo, gracias a la racionalización del individuo, la política y el poder se
han convertido en mecanismos de dominio y autoritarismo, no de bienestar común. El hecho
de que los personajes busquen la destrucción de otro individuo o colectivo con fines de lucro
y poderío personal, aún cuando se vean sesgados por una obediencia ciega a otra autoridad,
es simple y llanamente la definición de maldad.