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Concepto de historiografía
Al reflexionar acerca del “trabajo sobre las ideas en el tiempo”, el historiador británico
J.G.A. Pocock aportó, de manera tan sucinta como precisa, lo que entiende por historia e
historiografía, al detenerse en lo que denomina una “fórmula posible”. “…Localizo a otros en el
tiempo social: esto es historia; estudio cómo otros se localizan a sí mismos en el tiempo (el
estudio de la historiografía”.1
Al discurrir sobre algunas confusiones que suelen darse entre historiografía, teoría de la
historia, historiología o aún historia de la historiografía (por lo demás todas actividades
1
Pocock, J.G.A. El trabajo sobre las ideas en el tiempo. En Curtis, Lewis Jr. (Comp) (1986). El taller del
historiador. México: FCE, p. 172.
2
Croce, B. (1955). Teoría e historia de la historiografía. Buenos Aires: Ediciones Escuela, pp. 141 y 30.
3
Bentancourt Díaz, J. (1986). Memorándum sobre el Departamento de Historiología. En Serie Auxiliares
del Curso de Teoría y Metodología de la Historia, Nº 1, Montevideo: FHCE (abril, 1986), p. 2.
4
Bentancourt Díaz, J. (1992). ¿Qué es la historia? Montevideo: FHCE, pp. 32-33.
5
Ibid, pp. 38-40.
diferentes)6, el teórico español Julio Aróstegui pone en evidencia que ante la variada gama de
actividades que pretenden englobarse dentro de la historiografía, cabe responder que ésta
solamente debiera pretender “designar la tarea de la investigación y escritura de la Historia”,
pues añade que – en su más sencilla acepción – la palabra significa “escritura de la Historia”.
No obstante, “el uso de la expresión historiografía para designar la función disciplinar de la
investigación y escritura de la Historia, va siendo progresivamente aceptado, aunque haya
quien no lo crea, en el amplio campo de los historiadores, lo que es una buena noticia.”7
A estos conceptos cabe agregar los señalamientos que desde nuestro medio aportara
más recientemente Carlos Zubillaga, para quien, en un sentido amplio, “la historiografía deja
de ser encarada como una sumatoria de aportes individuales, para ser advertida como un
clima, un estado de opinión, un campo propicio para multiplicar las interrogantes desde donde
esclarecer el pasado en tanto tiempo vivo aún.” En cuanto a la historia de la historiografía
añade la necesidad de considerarla “como una Historia más, capaz de contribuir al mejor
conocimiento de la experiencia social y no reducirse a un saber iniciático sólo útil para los
integrantes del gremio.”8
6
Independientemente de lo cual Aróstegui manifiesta que “sería una falsa impresión la de que la
palabra historiografía es universalmente mal empleada (…) importantes historiadores, de reconocida
solvencia, influencia y persistente dedicación (…) la han utilizado siempre en su sentido correcto.”
7
Aróstegui, J. (1995). La investigación histórica: teoría y método. Barcelona: Crítica, pp. 27-28.
8
Zubillaga, C. (2003). Historia e historiadores en el Uruguay del siglo XX. Montevideo: FHCE, p. 9.