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Multiplicador
monetario
Los bancos únicamente están obligados a mantener en sus reservas un nivel
mínimo de dinero. Este mínimo se denomina el coeficiente de caja y es
determinado por cada banco central.
Esto facilita la creación de dinero. Es decir, permite que el crédito fluya. Cuando el
crédito fluye la economía avanza y crece. Si bien es cierto, que, si el crédito fluye
demasiado rápido y sin control, la economía podría recalentarse. Es decir, podrían
crearse burbujas.
El dinero que existe hoy en día en nuestras sociedades puede dividirse en dos
tipos: por un lado, está el dinero en efectivo (el dinero físico compuesto por billetes
y monedas), y el dinero bancario (las anotaciones digitales como las que vemos
en nuestra cuenta del banco).
¿Cómo lo crean?
Para que los bancos puedan obtener liquidez, el banco central del país les presta
dinero. ¿Y en qué se basa el banco central para prestarle ese dinero?
Básicamente en las inversiones a largo plazo del banco comercial. Por ejemplo, si
un banco presta 200.000 euros para una hipoteca (lo que es una inversión del
banco), el banco central le presta a ese banco aproximadamente esos 200.000
euros, creando ese dinero («impreso» electrónicamente). Y, además, el banco
central refinanciará a corto plazo al banco tantas veces como sea necesario hasta
que esa hipoteca sea pagada por el hipotecado. La creación de dinero por parte
de los bancos se debe a que los bancos no prestan en función del dinero que
tienen, si no del que van a tener. Uno de los mecanismos más empleados en la
creación de dinero lo constituyen las inversiones inmobiliarias. El auge inmobiliario
deviene justamente de la artificiosa creación de dinero por parte de la banca. Cada
préstamo de 100 mil euros por parte de la banca impulsa la expansión del ciclo
económico y cuando se convierte en pandemia desata una burbuja que se acelera
hasta que estalla por su propia insostenibilidad
La identificación como dinero bancario del primer tipo de dinero electrónico
necesariamente lleva a considerar las mismas cuestiones que afectan a los
depósitos, incluido el sometimiento a un encaje o el hecho de que entre a formar
parte del mecanismo de creación de dinero bancario. Si los depósitos de dinero
electrónico pasan a formar parte de dicho esquema, obviamente se exigirá a los
emisores el establecimiento de reservas, convirtiéndose los mismos en depósitos
de custodia si la fijación de dichas reservas fuese del 100%.
El primero de los sistemas involucra en su creación y uso a cuentas bancarias, de
tal forma que el esquema puede comportarse como creador y movilizador de
dinero electrónico en depósitos tradicionales ya existentes o en depósitos
especiales específicos de dinero electrónico. Por su parte, el efectivo electrónico
no estaría asociado a ningún tipo de depósito bancario. Ambos, en todo caso,
están llamados a ser sustitutos, o bien del dinero de los depósitos bancarios
tradicionales, o bien del efectivo emitido por los bancos centrales. De esta forma,
el dinero electrónico se constituye como una cuestión a tener en cuenta tanto para
el sector bancario, cuanto para el monopolista de dinero de base.
El primero de los sistemas involucra en su creación y uso a cuentas bancarias, de
tal forma que el esquema puede comportarse como creador y movilizador de
dinero electrónico en depósitos tradicionales ya existentes o en depósitos
especiales específicos de dinero electrónico. Por su parte, el efectivo electrónico
no estaría asociado a ningún tipo de depósito bancario. Ambos, en todo caso,
están llamados a ser sustitutos, o bien del dinero de los depósitos bancarios
tradicionales, o bien del efectivo emitido por los bancos centrales. De esta forma,
el dinero electrónico se constituye como una cuestión a tener en cuenta tanto para
el sector bancario, cuanto para el monopolista de dinero de base.