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Nierz.

sche le escribe a Wagner con sus nusmos argumentos,


con cepción bélica .que Schopenhauer hab,'a escmo . en su lib
es posible la redención, es posible que aquello que fue vuelva perO ahora sosteruda como .condición de .
· 1a eXIstenc1a ro,
. y como
odo Cualquiera de los dos es Senta y CUa1
ser aunque de Otro m · · afir rnación del dmundo• • sensible. Si para aquél el fu ndamento
q~era el holandés errante. No trata de roles: en este ~orismo de la voluntad e v1v1r ~ra el dolor, la desgracia de habitar el
Nieczsche deja de estar por debaJO de Wagner. Y~ lo sabe viejo, ya mundo y quedar sometido a un deseo siempre insatisfi h
lo imaginó débil y sin fuerzas. Pero no puede d~Jar qu_e su buque para Nietzsche la voluntad de poder transita en cada un~~ ;;
zarpe del puerto, es decir que Wagner muera, sm _arroprse al mar dolor y placer a la vez, pero ya no como fundamentos del hacer
por él. Ya no para salvarse él ~vario a Wagner, smo para quedar del hombre sino que tanto el dolor como el placer son parte d
en el mismo abrazo, uno redimido por el otro. sus efectos. La vida misma es voluntad de poder, no como un:
Abandonar el mundo por una cartografia celestial, eso le generalidad metafisica que explica la condición humana, sino
ofrece en este aforismo: el sacrificio amoroso, el olvido de sí como un querer algo, esto es, como un afirmarse en el mundo
mismo para redimirse de una condena mutua. con voluntad de dominio. ¿Qué quiere la voluntad de poder?
y aunque leyó La gaya ciencia casi en sus últimos días de Someter, imponer forma, apropiar, "formar y transformar hasta
vida, aunque le comente a Cósima que "Nietzsche no ha teni- que finalmente lo sometido entre por completo en el poder
do ninguna idea propia, ninguna sangre propia, que todo es del agresor y lo multiplica". No se trata entonces, como en
sangre extraña que le ha sido trasvasada", 21 Wagner jamás le Schopenhauer, de suprimir su acción para evitar el dolor sino,
responde. Está ocupado en el estreno de Parsifal, su último por el contrario, sostenerla como el impulso fundamental que
drama musical, un panegírico de la fe cristiana. En el ocaso ¡0 atraviesa todo, un "mar de fuerzas borrascosas", un flujo y
de sí mismo, no tiene afuera, como no lo tuvo nunca, ni para reflujo de formas. En definitiva, una afirmación que multiplica
Nietzsche ni para nadie. El amor a Cristo es el que lo salva de la vida y no su negación.
las imperfecciones del mundo, no la amistad ni el pensamiento. Si el hombre es voluntad de poder entonces es necesaria-
Wagner es Parsifal y ya no el holandés errante, como lo imagina mente relación, lazo, encadenamiento. No hay un yo, ni un in-
Nietzsche en su aforismo. Antes de morir, necesita ser ungido dividuo, ni un átomo social, ni una singularidad cerrada. Hay
rey y que sus súbditos, en silencio, le laven los pies. vínculos, "pluralidad de fuerzas que se encuentran en una jerar-
quía": es tensión, resistencia, voluntad contra voluntad, el deseo
que busca su cauce y encuentra en el mundo otro deseo que
VII bis se opone. Desde esta perspectiva, el hombre es pluriforme, su
identidad siempre es transitoria porque está expuesta al tiempo
La voluntad de poder es múltiple. Es aquella unidad del y es relativa a la lucha. No hay una interioridad que debe desple-
querer pensada por Schopenhauer como voluntad de vivir, pero gar, ni tampoco una meta final que indique su realización. Por
ahora estallada y diseminada en el mundo y expuesta como ello cualquier suposición de unidad, sea ésta la de la conciencia,
fundamento de una guerra continua. No hay final, ni quietud, la del espíritu, la del pensamiento, o la de cualquier otro modo
ni experiencia alguna que pueda detener estas fuerzas. Es la
de someter este contenido múltiple de fuerzas a una sola enti-
dad, es sólo una ficción conceptual cuya pretensión es suprimir
21 Notas del diario de Cósima Wagner en Curt Janz, Friedrich Nietzsche, los el devenir en el que está inmerso el hombre.
diez Rños del filósofo errtinte. Madrid, Alianza Univc:rsidad, 1994.

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. Jicidad de fuerzas que quie mbre de una infinitud imposible. El lenguaJ·e , la conc·1enc1a,

na mu1up . re y
a ser es u d . delimita e mterpreta. Porqu en ol0 esplíl
, ·tu , rodos aquellos conceptos sobre los que se reunen
,
ea erer valora, es ecir, lo era en Schopenhauer sine no es
d
e tivos del hacer humano, no son más que "falsas cosifica-
ese qU ' racto, com 0 ' o "11¡¡
uerer abst . , n que no se separa de su objeto J~s m~, que enmascaran la lucha por el dominio. Es decir, su-
un q ,, una tens10 1 d d , qu c1ones intenc10n · ' "s·1 no hay hechos sino
· , d on de so'lo h ay acc1on.
q
uerer algo '
to esta re
, fcerida a él. La vo unta
1 , .
e poder
no ese onen
P . rerpretac1ones , . " l 0 que eSra por d etras
, , de estos concep-
sólo es e~ ~:n sicológica que antecede a a practica; no es ólo 1n
una condic1on p e cultad que puede desplegarse o no ~- s es una voluntad enmascarada de someter, una generalidad
una 1a . . ,~0 ros realidad no existe y que sustrae la fuerza de sus seguido-
sible ver1a co010 , ul con el mundo, smo que es en el tn11nd
. al VJnC o b ....,, o que en 1 fin de debilitarlos. Por ello el cristianismo es voluntad
es antenor . .fi ue la acción del hom re supone sien-. es con e afi . l .
. Esto s1gni ca q d . ·••Pre r der- lo mismo la met s1ca p atóruca o el libre pensador
nusmo. al . a· cada acto y ca a pensamiento J·uzg
• d v orauv • . ay de pdo 0 ' Se trata de una fuerza reactiva, en tanto tiende a la
una acntu , funda una perspectiva sobre la vida p 010 ern .
, 1, y que no, · or •o'n de las otras fuerzas como modo de constituirse y per-
dice que ~ ostulados de la ciencia, de los enunciados d uprest . .
I <letras de 1os p 1· . , h e s r Exige fieles, servidores que se arrodillen, sujetos dé-
eJ o, d I s dogmas de la re ig10n, ay una afirmació rnanece .
1a filosofia o e o D d n . expuestos a una voluntad de nada. Lo reactivo adquiere su
. ul una forma de interpretar. es e esta mirada · ·
b11es a en la moral de1 resentinuento, en e1 espmtu
, · d e venganza,
Previa que oc tate preguntarse por 1a verd ad que sostiene la, form
no es con ducen , . en la impotencia y el o di o a 1a v1ºda. N o es creac1on . ' so b re s1' smo
.
. d la teoría platoruca o la reforma protestante
ñsica mo erna O , . . , destrucción de todo lo que en ~1 ~?mbre quiere, es d~cir, d~ su
. tar qué valor las funda, que ongen tienen estas in-
smo pregun , fuerza plástica y creadora. El mh1hsmo es su efecto mmediato
·ones de qué valor son ellas un smtoma, a favor de
terpretac1 , . . . a que el ideal ofrecido para esta disolución y este dominio, sea
quién se sostienen estos sistemas. Es decir, s1t~arse por detrás
de sus postulados y encontrar el g~zne valo_rat1vo o, lo que es
bias la Verdad o cualquier otro modo de amparo a la vida, no
resis;e. Porque la vida quiere de cualquier modo, y entonces el
Jo mismo, Ja perspectiva sobre la vida a partir de la cual elabo-
ideal se desvanece y aquello que era voluntad de poder en el
ran sus tablas morales. Así, "la voluntad de poder interpreta",
hombre se hace voluntad de nada.
determina grados, define límites y posibilidades. Por ello, un
La idea de voluntad de poder y su entramado fisico en el
orden moral no es el reflejo de una necesidad esencial ni un
mundo componen una realidad sin duplicaciones: no hay pa-
derivado de la naturaleza, sino una interpretación valorativa del
raíso, no hay ámbito de las ideas, no hay otro lugar para com-
mundo. Son relaciones de dominio, de fuerza contra fuerza, de
poner que no sea el mundo. Es la afirmación primaria de la vida
un querer someter y exponerse a ser sometido. Por ello no hay
sin el consuelo de otra vida posible. Tiene entonces la aridez
un sujeto que tiene más o menos voluntad de poder; lo que
del desierto, pero a la vez la posibilidad de crear un sentido
hay ~º? puntos, inflexiones concretas, hechos de resistencia y
domimo. No es una intención sino un fin lo que significa que inaugural que determine la forma y despliegue toda la fortaleza
es. una afirmación del d evemr · en eJ h acer ' una aprop1ac10n · · ' dCJ" posible. Contra la reacción, la creación; lo activo, lo que quiere
tiempo en la a . , N d ' sin más, lo que despliega una potencia de dominio como un
. d . ccion. a a extraño a la existencia tal como la
entien e Nietzsche· • . modo de afirmación de la vida.
un d d · crear es res1st1r en el mundo es inaugurar
mo o e afirmar u .d O ' . . ¿Cómo componer filosofia sin debilitar, sin ofrecer ideales,
dad de perm . n sentt Y, con ello, valorar. La necesi·
anenc1as el do · d sm que la escritura cosifique? ¿Cómo fluye la voluntad de poder
lo quieto resp d ' mesttcar a la fuerza en nombre e
' on e a un p. . .
nncip10 de conservación trazado en

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f65l
e a palabra que , .enunciar <Cómo, no escribi'r un, . bre propio es para designar una enfermedad: el pro-
l
ynredimirse a si [)11smo a tr,ves de una obra? Ull¡co"
cofllº .ir er lo llama, es d ec1r,
noITl . un upo . d e trastorno psicoló-
El concepto
. al de voluntad de . , poder
d es orgamco
, . <lt~
blefll a yyagn ezcla de pes1m1smo, vam ad y gravedad redentora
' . . 'd
uí como v1t , como expres1on e un <levemr . , entellci¡ gico, una msiones metafisicas. . Es la imagen
. que N'1etzsche tiene
la fragua metafisica y a la vez sostiene todos 1 'que den do
aq reten , . .b
con P iento aleman, que ignora sus 11 ros, que lo ve como
el hombre- Eso será su 7,aratustra: la voluntad~ l'Osible,"-<i, del pensbam alocado y falto del sentido de la ubicación. Wagner
arte -acaso la matriz misma de la voluntad d e P<>der P"1 t1!l hoITlb reza visible de una cultura alemana degradada y baja
lo débil o lo fuerte, lo plebeyo o lo aristócrate poder-,~ 1 es la ca enoce su genealog1a , filoso, fi ca en Kant, en Schopen-'
0 O
señor, serán definidos por una ontología de 1ªa,creació n. °'1dte\ 1
el re1ia¡¡ q
t1e reco
en pensadores que mant1enen . su cons1'derac1on
. , publica
, .
hauer, son la expres1on . , d e un puntan1smo
• . , . sumamente
teonco
orque o para el grave y rencoroso espmtu , . moderno.
P d
VIII adecuapor ello Nietzsche escnbe . que su Zaratustra es un libro
a todos y para nadie; por ello en El anticristo exige un tipo
"Q< ue
, hora es)"· , le preguntó
. Wagner, a Cósima · Fueron par
de lector, no cual quiera,
· · un hi perb'oreo, es deCtr,
smo · aquel que
. s palabras Unos mmutos despues se derrumbaba .
sus u, 1tima · . . Slll está más allá del norte de lo que la cultura europea ofrece. Por-
'd bre su escritorio, encima de las hoJas donde escribía ue no hay nadie que lea o escuche sus textos. "Se paga caro
viaso . dídl lln
artículo sobre música. El rrusmo a e a muerte d ~l ser inmortal", escribe en Ecce Romo; "¡qué tortura son los
nuevo b' , . e
Wagner, el 13 de febrero de 188_3, ta~ 1en en Italia, Nie~. libros escritos en alemán para quien no posee un tercer oído",
he terminaba la escritura del pnmer hbro de su Zaratustr4. dice en Más allá del bien y del mal.
~penas unos días_ después de lee~ al ~oticia en un pe~iódico, ¿Vanidad de enfermo? ¿Afirmación delirante de un sifilítico?
le escribe a su anugo Peter Gast: Ult1mamente he tenido que No. Soledad, dolor, aislamiento, nadie lo escucha ni lee sus
defenderme contra un Wagner envejecido Y senil. Por lo que libros que quedan arrumbados en el sótano de las librerías.
respecta al verdadero Wagner, quiero ser su heredero". Ésa es la soledad a la que lo condena la muerte de Wagner.
El amor con el que lo había amado a Wagner, lo deja, des- Por eso cree que es un alivio, porque esto significa correrse
pués de la muerte del músico, en una soledad aún mayor. Está definitivamente de la conquista de su propio pueblo. Wagner
nervioso, tenso, encerrado y enfermo. Siente que la debilidad arrastra con su piedra a la nación alemana y Nietzsche ya no
de su cuerpo va a vencerlo, que debe reconstruirse. "Wagner volverá a pensar en ella salvo para denostarla.
me había arrebatado todos los hombres sobre los cuales hu- "Soy una necesidad histórica", dice de sí mismo, sabiendo que
biera podido yo pensar en influir en Alemania"; por ello su la historia debe comenzar de nuevo y que la filosofia ha perdido
m~erte, dice, es un alivio. El fin de la relación significa, para el puerto de la Verdad en donde se encontraba amarrada. Por lo
Nietz_sche, la necesidad de su nuevo amanecer. Lo previo, lo 1 tanto Nietzsche debe abandonar su idioma, debe encontrar otro
antenor ª su aurora, es el ocaso de aquel que era un pasado modo de decir distinto al de la filosofia clásica. Si ya no hay alma
que es necesario ahuyentar. ' infinita ni pueblo al que redimir, si la rrascendencia de las ideas
¡Un alivio)· En¡ª 0 bra fil osofica
, · de
posterior Wagner deJa queda suprimida para siempre, sólo queda el camino de torcer el ·
ser un hombre ara ' lenguaje hasta despojarlo de todos sus sentidos morales.
wagne • P . ser un adjetivo, una manera de calificar:
nano, wagnendad . ..
, wagnenanamente. Cuando lo un1iza

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