La “Psicología del Color”, definida como el campo que estudia la
relación existente entre los colores, emociones y conductas de las personas (González, 2020, www.abc.es), atribuye al rojo, aspectos positivos y negativos, destacando dentro de estos últimos, la agresión, odio, batalla, revolución, crueldad e inmoralidad. No obstante, sin entrar en detalles sobre el particular, a nivel mundial, el color rojo conserva una incuestionable uniformidad de significado en materia de procesos educativos y otros, pertenecientes a la cotidianeidad. Por ejemplo, en el contexto educativo el rojo simboliza, en contraposición al azul, la calificación de un alumno “REPROBADO, APLAZADO”. También, en el ámbito informático y telemático, se asocia el rojo con el error o imposibilidad para avanzar en un proceso. Igualmente, en materia de tránsito vehicular, el rojo denota una “DETENCIÓN- ESTANCAMIENTO-PROHIBICIÓN” opuesta al “AVANCE-PROGRESO- PERMISIBILIDAD” representado por el color verde. En ese sentido, la conducta revolucionaria, de todo aquel que huele a la izquierda, falsamente autodenominada progresista o simplemente a los descarados delincuentes socialistas o comunistas “rojos rojitos” -todos en la praxis, el mismo bolo fecal- se identifica plenamente con la simbología del “Rojo” señalada en el párrafo anterior. En el caso venezolano, por ejemplo, la revolución chavista-madurista, en su afán de manipular y distorsionar la historia de Venezuela para atornillarse en el poder, no solo resulta “REPROBADA-APLAZADA” por su ignorancia supina, sino que se erigen, más allá de la señalada DETENCIÓN- ESTANCAMIENTO-PROHIBICIÓN, en un evidente “ATRASO- RETROCESO”. Para muestra, un botón basta, pues nada más y nada menos que el PODER POPULAR PARA LA DEFENSA, DEL GOBIERNO BOLIVARIANO DE VENEZUELA, en una imagen colgada en la red para conmemorar la fecha “del fallecimiento” (fusilamiento) del prócer MANUEL CARLOS PIAR, el 16 de octubre de 1817, yerra estrepitosamente al exhibir una fotografía del General SANTIAGO MARIÑO.