Evaluación Educativa V ciclo Ciencias Sociales y Desarrollo Rural Documento de discusión

CONCEPCIONES DE LA EVALUACIÓN
Siguiendo los esquemas de Nilo, Sergio y Flores Barboza, J. citado por Canales (2000)
presentamos las siguientes concepciones de evaluación.
1. Evaluación como juicio de expertos
En esta concepción está presente el sentido original y el origen etimológico de la palabra
“evaluar”, cual es, asignar o dar valor a algo.
Cuando se emite un juicio de valor, se asume implícita o explícitamente un modelo o estándar
de comparación sobre la base de la cual se hace un juicio valorativo, pero también es necesario
tener información, ya que ella nos proporciona sustento para afirmar o negar algo con relación
al sujeto valorado. Por tanto, al emitir un juicio de valor siempre están presentes dos elementos:
El parámetro de referencia y la información.
Esta concepción rescata la naturaleza valorativa de la evaluación, sin embargo, su práctica se
hace sumamente subjetiva, tanto en términos del parámetro de referencia como de la
información que la sustenta; debido a que, el modelo o estándar de comparación es el criterio
de la persona que evalúa y la información que maneja es la que le da su experiencia y
conocimiento del objeto evaluado.
En la evaluación como juicio de experto, el “experto” es evaluador y parámetro a la vez, en
este caso el profesor o profesora.
2. Evaluación como sinónimo de medición
Referente a la posición anterior, se intentó eliminar el aspecto subjetivo de la evaluación a
partir de la aplicación de instrumentos de medición válidos y confiables.
Esta concepción se sustenta en los avances de la psicometría y paralelamente en el
reconocimiento de que las calificaciones escolares no eran confiables y carecían a menudo de
objetividad.
Flores Barboza citado por Canales (2000) sintetiza los rasgos principales de esta concepción:
Los términos de evaluación y medición son prácticamente intercambiables, ambos estuvieron
ligados a la metodología experimental, se centraron en las diferencias individuales, pero jamás
prestaron atención a que los programas educativos y los tests desarrollados para medir
objetivamente el rendimiento eran tests referidos a una norma y no a objetivos.
El esfuerzo por obtener indicadores confiables y objetivos para la evaluación hizo que se
enfatizara en los instrumentos, descuidando otros aspectos importantes como el juicio de valor
y los objetivos del proceso como parámetro fundamental.
En suma, en la concepción de la evaluación como sinónimo de medición, da lo mismo medir
que evaluar.
3. Evaluación como congruencia entre objetivos y logros.
Esta concepción busca confrontar los objetivos propuestos con los logros o resultados
obtenidos.
Para esta concepción, el proceso de evaluación es esencialmente determinar en qué medida
los objetivos educacionales son realmente conseguidos, es decir la evaluación es el proceso
para determinar el grado en que se está verificando los cambios de conducta.
Sin embargo, esta concepción enfatiza sólo uno de los propósitos de la evaluación, cual es, la
evaluación sumativa, final o de producto. La preocupación por la evaluación surge sólo al
término del proceso de enseñanza – aprendizaje o cuando culmina el proceso. Verbigracia, los
estudiantes estudian sólo para aprobar el examen y el docente para cumplir con las exigencias
normativas.
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El aspecto más importante para destacar es la precisión y claridad de los objetivos del proceso
para que se tenga un parámetro de referencia explícito en la evaluación educativa. También
destaca el rol que desempeñan los criterios o parámetros de referencia en la evaluación.
En la evaluación como congruencia entre objetivos y logros, la evaluación sólo es posible al
final del proceso.
4. Evaluación como un proceso de delineamiento y uso de información.
Esta concepción está definida como el proceso de delinear, obtener y proveer información útil
para juzgar alternativas de decisión (Chadwick, citado por Canales, 2000).
El proceso educativo es concebido como un sistema que tiene objetivos predeterminados y
que necesita mecanismos de retroalimentación para que alcance sus fines; por tanto, la
evaluación cumple el rol de retroinformador.
Debemos destacar el hecho de que los juicios del proceso evaluativo sirven para la toma de
decisiones que permitan realimentar y reajustar mediante decisiones adecuadas y acertadas el
cumplimiento de los fines y objetivos del proceso educativo. Sin embargo, no se puede
pretender reducir la evaluación a un mecanismo de recolección, análisis y uso de información,
ya que así, la información recogida por instrumentos se convierte en el fin y el centro de la
naturaleza de la práctica evaluativa.
Es cierto que para dar un juicio de valor es necesario tener información válida y confiable,
pero no podemos reducir la evaluación al proceso de recolección de información. La
evaluación como un proceso de valoración mediante juicios de valor, requiere la necesidad de
obtener información, que se recoge a través de ciertos instrumentos.
En la evaluación como proceso de delineamiento de la información, la evaluación tiene una
finalidad útil, tomar decisiones sobre el objeto evaluado.
Para terminar este tema, a continuación, presentamos un cuadro que resume los aportes y
limitaciones de cada una de las concepciones educativa (Canales, 2000).

Aportes y limitaciones de las concepciones de evaluación

Concepciones Aportes Limitaciones
Evaluación como juicio de expertos Respeta el carácter Subjetividad de los
valorativo de la parámetros y de la
evaluación información
Evaluación como sinónimo de medición Ofrece información Reduce la evaluación al
valida y confiable proceso de medición
Evaluación como congruencia entre Destaca el rol de los Enfatiza el propósito
objetivos y logros objetivos en la evaluación sumativo de la
evaluación
Evaluación como proceso de delineamiento Retroalimenta para la No pone en cuestión la
y uso de información toma de decisiones finalidad del sistema