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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental


De los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora”
UNELLEZ
Extensión Acarigua – Araure

Régimen de la Administración Pública Estadal


y Municipal

Profesora: Bachiller:
Abg. Ana Pinto. Haleanny Mendoza.
II año de Derecho. C.I: 30.637.839.
Turno: Fin de semana.

Acarigua, Abril del 2022.


La Descentralización Administrativa

Según el diccionario de la Real Academia de Lengua Española, la palabra


descentralizar significa “Transferir a diversas corporaciones u oficios parte
de la autoridad que antes ejercía el gobierno supremo del Estado”.

Las diferentes formas de organización administrativas que adoptan los


Estados modernos pueden reducirse a dos tipos fundamentales, a saber:
la centralización y la descentralización.

La centralización o descentralización política – expone el profesor argentino


Villegas Basavilbaso – tiene por objeto la organización del Estado, mejor
dicho su constitución orgánica.

En general, entendemos por Estado unitario, o sea, Estado políticamente


centralizado, aquel en el cual el ejercicio de la función legislativa, el
mantenimiento del orden público y la administración de justica están
atribuidos a los órganos del poder central, o sea, el Poder Nacional. En
cambio llamamos Estado federal, o sea, Estado políticamente
descentralizado, aquel en el cual el cumplimiento de las funciones
expresadas está repartido entre el Estado General y los Estados
particulares o provincias.

En Venezuela a partir de la entrada en vigencia de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela aprobada en 1999, se establece en
su Artículo 4 que:

“La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal


descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige
por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad,
concurrencia y corresponsabilidad.

Por otra parte la Ley Orgánica de la Administración Pública (2014) contiene


en el título II y IV “sobre los principios y base del funcionamiento y
organización de la Administración Pública, la desconcentración y de la
descentralización funcional y territorial” que establece el marco regulatorio
para las empresas del estado, institutos autónomos, servicios autónomos,
fundaciones, asociaciones y sociedades civiles de Estado.

En este caso el artículo 32 de la Ley ut supra lo define de la siguiente


manera: “La descentralización funcional o territorial transfiere la titularidad
de la competencia y, en consecuencia, transfiere cualquier responsabilidad
que se produzca por el ejercicio de la competencia o de la gestión del
servicio público correspondiente, en la persona jurídica y en las
funcionarias o funcionarios del ente descentralizado. La desconcentración,
funcional o territorial, transfiere únicamente la atribución. La persona
jurídica en cuyo nombre actúe el órgano desconcentrado será responsable
patrimonialmente por el ejercicio de la atribución o el funcionamiento del
servicio público correspondiente, manteniendo la responsabilidad que
corresponda a las funcionarias y funcionarios que integren el órgano
desconcentrado y se encuentren encargados de la ejecución de la
competencia o de la gestión del servicio público correspondiente”.

En la actualidad se habla de profundizar la descentralización a través del


poder comunal, que implica acercar las decisiones al ciudadano común.
En este sentido, la participación ciudadana es fundamental para impulsar
estos cambios en beneficio de sí mismos. De este modo, el Estado podrá
distribuir con mayor equidad el presupuesto público y el situado
constitucional y, por consiguiente habrá mayor inversión social y, por ende
mayor justicia y desarrollo para la colectividad y la nación.
Características de la Descentralización Administrativa

 Transferencias de competencias desde la administración central a


nuevos entes.

 El estado dota de personalidad jurídica al órgano descentralizado.

 Se le asigna un patrimonio propio y una gestión independiente de la


administración central.

 El Estado solo ejerce tutela sobre estos.

 Se basa en un principio de autarquía (organización política y


económica de un Estado fundada en el autoabastecimiento).

 La descentralización refuerza el carácter democrático de un Estado


y el principio de participación colaborativo consagrado en
numerosas constituciones de la tradición jurídica hispanoamericana.

Poder Público Estadal: Art. 159 CRBV. Los Estados son entidades
autónomas e iguales en lo político, con personalidad jurídica plena, y
quedan obligados a mantener la independencia, soberanía e integridad
nacional, y a cumplir y hacer cumplir esta Constitución y las leyes de la
República.

Poder Público Municipal: Art. 168 CRBV. Los Municipios constituyen la


unidad política primaria de la organización nacional, gozan de personalidad
jurídica y autonomía dentro de los límites de esta Constitución y de la ley.
Las Competencias Concurrentes

Teniendo en cuenta la tradición centralista que predominó durante la mayor


parte del tiempo de vigencia de la Constitución de 1961, la vigente
Constitución dispuso en su artículo 4 que la República de Venezuela es un
Estado Federal descentralizado, es decir, un Estado con entes territoriales
intermedios de gobierno, en el cual la distribución político-territorial del
Poder Público se rige por el principio contenido en el artículo 158 del mismo
Texto Fundamental, según el cual la descentralización, como política
nacional, debe profundizar la democracia, acercando el poder a la
población y creando mejores condiciones, tanto para el ejercicio de la
democracia como para la prestación eficaz y eficiente de los cometidos
estatales.

Ahora bien, dado que la descentralización exige no sólo la decisión política


de transferir competencias y recursos de un nivel político-territorial a otros,
sino también la capacidad del Estado o del Municipio para asumir esas
competencias y ejercerlas con la eficiencia, eficacia y regularidad que
demandan los ciudadanos, un paso previo a la aplicación de esta política
de Estado ha de ser la regulación de competencias concurrentes entre los
tres niveles político-territoriales según la Constitución, una de las cuales es
el de modo tal que a través de la asignación de tareas conforme a una
normativa adecuada, se preparen las condiciones para la eventual
transferencia de competencias y recursos.

Ejemplos de esta categoría de competencias concurrentes, son las que


derivan de los artículos 55, 75, 76, 78, 79, 80, 83, 87, 99, 101, 102, 108,
110, 111 y 127 de la Constitución vigente, ya que en todos estos artículos
se usa el término «Estado», y ni la naturaleza de las materias en ellos
previstas, ni las obligaciones y actividades derivadas de las mismas,
permite al intérprete limitar tal atribución genérica a la República o a los
Estados, mediante la aplicación de las cláusulas contenidas en los artículos
156, numeral 33, y 164, numeral 11, de la Carta Constitucional, pues entre
las competencias exclusivas de cada uno de los niveles político-territoriales
se hallan materias vinculadas con las indicadas en cada uno de los artículos
constitucionales aludidos.

Es el caso, que tales materias de competencias concurrentes, con el fin de


armonizar su ejercicio (administración y regulación) por la República, los
Estados y los Municipios (aunque son más frecuentes los casos de
competencias concurrentes entre el Poder Nacional y el Poder Estadal),
conforme a los principios de coordinación, cooperación y lealtad
institucional, entre otros, deben dictarse las respectivas leyes que permitan
la acción coherente, eficiente y eficaz de los niveles de Gobierno
involucrado, para lo cual, como se explicará, contiene la Constitución el
esquema de leyes de base y leyes de desarrollo.

En efecto, el Texto Constitucional dispone en su artículo 165 que las


materias objeto de competencias concurrentes serán reguladas mediante
leyes de bases dictadas por el Poder Nacional, y leyes de desarrollo
aprobadas por los Estados o por los Municipios (según la materia
concurrente), legislación que estará orientada por los principios de la
interdependencia, coordinación, cooperación, corresponsabilidad y
subsidiariedad; asimismo contempla la misma disposición que los Estados
descentralizarán y transferirán a los Municipios los servicios y
competencias que gestionen y que éstos estén en capacidad de prestar,
así como la administración de los respectivos recursos, dentro de las áreas
de competencias concurrentes entre ambos niveles del Poder Público,
debiendo los mecanismos de transferencia estar regulados por el
ordenamiento jurídico estadal.
Principios Relativos al Régimen del Poder Público Estadal Y
Municipal

En la Constitución, cuando se regula "a los órganos del Poder Público", al


"Estado" o a la "Administración Pública", la normativa respectiva, por
supuesto, no está destinada a regular sólo a la República (Poder Nacional),
sino a los Estados (Poder Estadal) y a los Municipios y otras entidades
locales (Poder Municipal). Se pueden distinguir, así, en primer lugar, un
conjunto de principios constitucionales que se aplican a los tres niveles de
distribución territorial del Poder Público; en segundo lugar, las normas que
regulan a la Administración Pública; en tercer lugar, las relativas a la función
pública; y en cuarto lugar, las que se refieren a los contratos de interés
público que se refieren a los tres niveles territoriales; la mayoría de las
cuales se encuentran en el Capítulo I (Disposiciones fundamentales) y del
Título IV que se refiere a "Del Poder Público", obviamente referidas al Poder
Municipal, al Poder Estadal y al Poder Nacional (art. 136).

Principios Constitucionales generales:

El primer principio constitucional que rige a todos los órganos del Poder
Público (Nacional, Estadal o Municipal) es el principio democrático que
regula el artículo 5°, de manera que el principio de elección popular rige en
todos los niveles, conforme a la Constitución (autonomía política). La ley
que regula el sistema electoral en todos los niveles territoriales es una ley
nacional (art. 156,32).

El segundo principio, es el de la supremacía constitucional que rige


respecto de "todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público"
(art. 7). El sistema judicial de control de la constitucionalidad de los actos
estatales, sólo puede ser regulado por ley nacional (arts. 156,31; 334).
El tercer principio, que rige todos los niveles del Poder Público, es el
principio de legalidad establecido tanto en el artículo 137 como en el
artículo 141 de la Constitución. La "ley" que se indica en dichas normas,
por supuesto, no sólo es la ley nacional, sino que también es la ley estadal
y la ley municipal (ordenanzas), en sus respectivas áreas de competencia,
a las cuales los Estado y Municipios también deben sujetarse.

El cuarto principio, es el de la responsabilidad individual que origina el


ejercicio del Poder Público por abuso o desviación de poder o por violación
de la Constitución o de la ley (art. 139); noción esta última, que abarca tanto
la ley nacional, como la ley estadal y la ley municipal.

El quinto principio, es el de la responsabilidad patrimonial del "Estado" (art.


140), expresión que, como en casi toda la normativa constitucional que la
utiliza, comprende la globalidad de las entidades políticas que lo componen,
es decir, la República, los Estados, y los Municipios y demás entidades
locales. En el mismo sentido la expresión "Administración Pública" que
utiliza el artículo 140 se refiere tanto a la Administración Pública Nacional,
como al estadal y a la Municipal. Por supuesto, el régimen legal general
relativo a la "responsabilidad" como institución de derecho privado,
corresponde establecerlo al Poder Nacional (legislación civil) (art. 156,32).

Las Competencias Municipales en la Constitución Nacional

Artículo 178. Constitucional. “Son de la competencia del Municipio el


gobierno y administración de sus intereses y la gestión de las materias que
le asigne esta Constitución y las leyes nacionales, en cuanto concierne a
la vida local, en especial la ordenación y promoción del desarrollo
económico y social, la dotación y prestación de los servicios públicos
domiciliarios, la aplicación de la política referente a la materia inquilinaria
con criterios de equidad, justicia y contenido de interés social, de
conformidad con la delegación prevista en la ley que rige la materia, la
promoción de la participación, y el mejoramiento, en general, de las
condiciones de vida de la comunidad, en las siguientes áreas:

1. Ordenación territorial y urbanística; patrimonio histórico; vivienda de


interés social; turismo local; parques y jardines, plazas, balnearios y otros
sitios de recreación; arquitectura civil, nomenclatura y ornato público.

2. Vialidad urbana; circulación y ordenación del tránsito de vehículos


y personas en las vías municipales; servicios de transporte público urbano
de pasajeros y pasajeras.

3. Espectáculos públicos y publicidad comercial, en cuanto concierne


a los intereses y fines específicos municipales.

4. Protección del ambiente y cooperación con el saneamiento ambiental;


aseo urbano y domiciliario, comprendidos los servicios de limpieza, de
recolección y tratamiento de residuos y protección civil.

5. Salubridad y atención primaria en salud, servicios de protección a


la primera y segunda infancia, a la adolescencia y a la tercera edad;
educación preescolar, servicios de integración familiar de la persona con
discapacidad al desarrollo comunitario, actividades e instalaciones
culturales y deportivas; servicios de prevención y protección, vigilancia y
control de los bienes y las actividades relativas a las materias de la
competencia municipal.
6. Servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico, alcantarillado,
canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios
funerarios.

7. Justicia de paz, prevención y protección vecinal y servicios de policía


municipal, conforme a la legislación nacional aplicable.

8. Las demás que le atribuyan esta Constitución y la ley. Las


actuaciones que corresponden al Municipio en la materia de su
competencia no menoscaban las competencias nacionales o estadales que
se definan en la ley conforme a esta Constitución”.

Artículo 164. Constitucional: Es de la competencia exclusiva de los


Estados:

1. Dictar su Constitución para organizar los poderes públicos, de


conformidad con lo dispuesto en esta Constitución.

2. La organización de sus Municipios y demás entidades locales y su


división politicoterritorial, conforme a esta Constitución y a la ley.

3. La administración de sus bienes y la inversión y administración de sus


recursos, incluso de los provenientes de transferencias, subvenciones o
asignaciones especiales del Poder Nacional, así como de aquellos que se
les asignen como participación en los tributos nacionales.

4. La organización, recaudación, control y administración de los ramos


tributarios propios, según las disposiciones de las leyes nacionales y
estadales.
5. El régimen y aprovechamiento de minerales no metálicos, no reservados
al Poder Nacional, las salinas y ostrales y la administración de las tierras
baldías en su jurisdicción, de conformidad con la ley.

6. La organización de la policía y la determinación de las ramas de este


servicio atribuidas a la competencia municipal, conforme a la legislación
nacional aplicable.

7. La creación, organización, recaudación, control y administración de los


ramos de papel sellado, timbres y estampillas.

8. La creación, régimen y organización de los servicios públicos estadales.

9. La ejecución, conservación, administración y aprovechamiento de las


vías terrestres estadales.

10. La conservación, administración y aprovechamiento de carreteras y


autopistas nacionales, así como de puertos y aeropuertos de uso comercial,
en coordinación con el Ejecutivo Nacional.

11. Todo lo que no corresponda, de conformidad con esta Constitución, a


la competencia nacional o municipal.

Competencias Propias del Poder Público Municipal

Artículo 56. Ley del Poder Público Municipal.

Además de estar reguladas por la Constitución de la Republica. Las


mismas han sido ampliadas de manera más específicas en la Ley de Poder
Publico Municipal la cual tiene como tiene por objeto desarrollar los
principios constitucionales, relativos al Poder Público Municipal, su
autonomía, organización y funcionamiento, gobierno, administración y
control, para el efectivo ejercicio de la participación protagónica del pueblo
en los asuntos propios de la vida local, conforme a los valores de la
democracia participativa, la corresponsabilidad social, la planificación, la
descentralización y la transferencia a las comunidades y grupos vecinales
organizados.

Artículo 60. “Cada Municipio, según sus particularidades, tendrá un plan


que contemple la ordenación y promoción de su desarrollo económico y
social que incentive el mejoramiento de las condiciones de vida de la
comunidad municipal”.

Artículo 61. “Cada Municipio, según sus peculiaridades, tendrá un plan


local de desarrollo urbano mediante el cual se regulará el uso y
aprovechamiento del suelo según las directrices contenidas en el plan
nacional de ordenación urbanística, y en concordancia con el plan de
desarrollo económico y social señalado en el artículo anterior. Este plan
contendrá la ordenación del territorio municipal, hará una clasificación de
los suelos y sus usos, y regulará los diferentes usos y niveles de intensidad
de los mismos, definirá los espacios libres y de equipamiento comunitario,
adoptará las medidas de protección del medio ambiente, de conservación
de la naturaleza y del patrimonio histórico, así como la defensa del paisaje
y de los elementos naturales. Contendrá además, si fuere necesario, la
determinación de las operaciones destinadas a la renovación o reforma
interior de las ciudades”.
Ordenación y Planificación del Desarrollo Económico y Social
relativo a la Vida Local

Una de las competencias propias del Municipio que considero


fundamentales para el desarrollo y la consolidación del mismo, es la
competencia en materia de ordenamiento territorial y urbanístico. En este
sentido, la Ley Orgánica del Poder Público Municipal en el Artículo 56,
establece expresamente:

“Artículo 56

Son competencias propias del Municipio las La gestión de las materias que
la Constitución de la República y las leyes nacionales les confieran en todo
lo relativo a la vida local, en especial, la ordenación y promoción del
desarrollo económico y social, la dotación y prestación de los servicios
públicos domiciliarios, la aplicación de la política referente a la materia
inquilinaria, la promoción de la participación ciudadana y, en general, el
mejoramiento de las condiciones de vida de la comunidad en las áreas
siguientes:

La ordenación territorial y urbanística; el servicio de catastro; el patrimonio


histórico; la vivienda de interés social; el turismo local; las plazas, parques
y jardines; los balnearios y demás sitios de recreación; la arquitectura civil;
la nomenclatura y el ornato público…”

En este orden de ideas, se consagra como competencia propia del


Municipio todo lo relativo a la vida local, y de manera específica, la
ordenación y promoción del desarrollo económico y social, la dotación y
prestación de los servicios públicos domiciliarios, la aplicación de la política
referente a la materia inquilinaria, la promoción de la participación
ciudadana y, en general, el mejoramiento de las condiciones de vida de la
comunidad.

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