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SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN TECNOLÓGICA E INDUSTRIAL


UNIVERSIDAD ICEL CAMPUS ZONA ROSA

CUESTIONARIO
EL EMPIRISMO

1.- ¿Qué es el empirismo?

Todo el conocimiento proviene de los sentidos; lo importante es lo que la conciencia recibe.


Se conoce como empirismo a un movimiento filosófico que confía en las experiencias
humanas como las únicas responsables por la formación de ideas y conceptos existentes en
el mundo.
El empirismo es una doctrina filosófica y epistemológica que alude que todo conocimiento
que posee o adquiere el hombre es producto de la experiencia, bien sea interna o externa, y
por ello es visto como una consecuencia de los sentidos.
Como tal, el empirismo niega que la verdad absoluta sea accesible al hombre, ya que este
debe de ponderarla, y es a partir de la experiencia que se puede obtener con firmeza si la
misma es cierta, o, por el contrario, corregirla, modificarla o abandonarla. El conocimiento
empírico consiste en todo lo que se sabe sin poseer un conocimiento científico, por ejemplo:
se sabe que el fuego quema porque ya se vivió esa experiencia.
En consideración a lo anterior, se puede concluir que la experiencia es la base, origen, y
límites del conocimiento. Por lo tanto, para el empirismo un conocimiento es admitido
únicamente si es aprobado por la experiencia, quien es la base del conocimiento, como ya se
hizo referencia.
El término empirismo, surge en la Edad Moderna, en los siglos XVII y XVIII, en el Reino
Unido, como consecuencia de una tendencia filosófica que provenía de la Edad Media. El
primer teórico que abordo la doctrina del empirismo fue el filósofo inglés John Locke (1632-
1704), quien argumentó que la mente humana es una “hoja en blanca”, o en su defecto una
“tabula rasa”, en donde son gravadas las impresiones externas, por lo cual no se reconoce la
existencia de las ideas natas, ni el conocimiento universal.
No obstante, además de John Locke, existían otros autores ingleses en destaque en la
formación del concepto empirismo, como: Francis Bacon que señaló la importancia del
razonamiento inductivo en vez del deductivo, Hobbes indicaba que el origen del
conocimiento era producto de la experiencia sensible, y Hume indico que las ideas se
fundamentan en la sucesión de impresiones o percepciones.
Por su parte, Aristóteles, discípulo de Platón racionalista-, le otorgo un gran valor a la
experiencia en el conocimiento, ya que las cosas materiales se pueden conocer a través de lo
empírico, pero también indico que la razón es fundamental para descubrir causas, y formular
conclusiones. Se puede hablar de que la perfección para el filósofo de la Antigua Grecia es
la unión es el conocimiento de dicha experiencia unida a la reflexión.
Por último, el término empírico es un adjetivo que reseña algo que está basado en la práctica,
experiencia, y en la observación de los hechos. Asimismo, dicho término hace referencia a
todo individuo seguidor del empirismo.
EMPIRISMO LÓGICO
El empirismo lógico o racional, también conocido como neopositivismo o positivismo
lógico, surgido durante el primer tercio del siglo XX, por un grupo científico y filósofos que
formaron el Círculo de Viena desarrollaron el empirismo lógico como una corriente filosófica
que establece la importancia de comprobar científicamente los significados filosóficos.
Además de la principal preocupación de dicho movimiento filosóficos, el desarrollo o uso de
un lenguaje real que expresa fenómenos físicos sensorialmente perceptibles o físicas.
EMPIRISMO Y RACIONALISMO
En contrapartida al empirismo, surge el racionalismo, que según este el conocimiento es
alcanzado por el uso de la razón, siendo esta vista como la única facultad que lleva al hombre
al conocimiento de la verdad. En este sentido, el racionalismo se opone a la información
obtenida a través de los sentidos ya que estos pueden ser engañoso, y por lo tanto,
proporcionar al individuo una información equivocada.
El racionalismo es un movimiento filosófico que surgió en Europa en los siglos XVII y
XVIII.
EMPIRISMO Y CRITICISMO
El criticismo es la doctrina epistemológica desarrollada por el filósofo Immanuel Kant,
considerada como una postura intermedia entre el Dogmatismo y el Escepticismo que
rechaza todas las afirmaciones que no sean analizadas, sin fundamentos ni motivos para
poder alcanzar la verdad.
EMPIRISMO E INNATISMO
El innatismo es una corriente de pensamiento filosófico que establece que los conocimientos
son innatos, es decir, los individuos al nacer ya poseen determinados conocimientos. En
virtud de ello, los seguidores de esta corriente afirman que los individuos deben de recibir
estímulos para que todos los conocimientos o ideas existentes se puedan desenvolver y
ponerlos en práctica en su vida cotidiana.
EMPIRISMO EN PSICOLOGÍA
La psicología, debido a su función y objetivos, los especialistas antiguos y de la época se
centrar que debe de guiarse por la experiencia, y por la percepción, ya que el objeto de la
psicología debe de ser dado a la experiencia, especialmente a la conducta del sujeto y no a la
mente, en virtud de que los estados mentales son irrelevantes para dar cuenta de la actitud o
conducta del individuo en estudio.
Todo ello porque la conducta del individuo depende de la influencia en el ámbito exterior, y
no de un carácter interno o innato, lo que los especialistas le dan una gran importancia a la
experiencia, aprendizaje y especialmente a los rasgos y comportamientos de los organismos,
y el ser humano.

2.- Explica los tipos de percepción, según David Hume

Divide nuestras percepciones en dos géneros, a saber, impresiones e ideas. Cuando sentimos
una pasión o emoción de cualquier género o nuestros sentidos nos transmiten las imágenes
de objetos externos, la percepción de la mente es lo que él llama una impresión, que es una
palabra que emplea en un nuevo sentido.
Para Hume, todo contenido de la mente. Se dividen en impresiones e ideas y en simples y
complejas.
Los términos que emplea Hume para referirse al mundo psíquico son imprecisos y en muchos
casos fomentan la confusión. Esto es lo que ocurre precisamente con este término. Parece
razonable intentar dar un nombre a todo lo que se encuentra en la mente: del mismo modo
que puede interesarnos dar un nombre genérico a todo lo que podemos encontrar en el mundo
físico (tal vez el de “cosa”), también podemos considerar conveniente dar un nombre a todo
lo que encontramos en el mundo psíquico; los empiristas no se pusieron de acuerdo respecto
de este término genérico, y así Locke empleó el de “idea” y Hume el de “percepción”. Hume
llama “percepción” a todo lo que podemos encontrar en la mente, tanto a los objetos de
nuestras vivencias (como las sensaciones, los sentimientos, las pasiones o los pensamientos)
como a las vivencias mismas (a los propios actos de percepción, pensamiento, sentimiento o
voluntad). El uso que hace Hume de esta palabra es equívoco puesto que sirve tanto para
designar un tipo específico de estado mental (lo que habitualmente llamamos percepción, el
acto de ver, oír, tocar, ...) como para referirse a todo lo que se encuentra en nuestra mente
(pensamientos, deseos, emociones, recuerdos, percepciones en sentido estricto).
Hume presenta varias clasificaciones de las percepciones, pero las más importantes son las
dos siguientes:
Atendiendo a la primacía y origen se dividen en impresiones e ideas

Atendiendo a si son compuestas o no en simples y complejas:


Percepciones simples: son las percepciones (tanto impresiones como ideas) que no
pueden descomponerse en percepciones más elementales.
La percepción del color negro de mi mesa es una impresión simple, el recuerdo de
dicho color una idea simple.
La percepción de la mesa misma es una percepción compleja, más exactamente una
impresión compleja: se compone de las impresiones simples de su color, su forma, y,
si también la estoy tocando, su textura, grado de calor, ... Si cierro los ojos y
reproduzco con mi imaginación la percepción anterior, tengo una idea compleja.

Percepciones complejas: las percepciones (tanto impresiones como ideas) que


admiten una descomposición en percepciones simples.
A toda idea simple le corresponde siempre una impresión simple, puesto que es una imagen
o copia de ésta última. Pero no ocurre que a toda idea compleja le corresponda una impresión
compleja, pues mi fantasía puede mezclar a capricho las distintas ideas simples creando
entidades fantásticas.
“Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que
denominaré impresiones e ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza
y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro pensamiento o
conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia las podemos
denominar impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y
emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes
débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos” (“Tratado de la Naturaleza
Humana”).
Hume dice expresamente que no es “necesario gastar muchas palabras para explicar esta
distinción”, la diferencia entre ambos tipos de percepciones o de estados mentales no es clara.
Hume parece utilizar dos criterios para distinguirlas:
❖ Por un lado, la intensidad: las impresiones tienen más fuerza y vivacidad que las
ideas; Hume pone como ejemplos de impresiones las sensaciones, pasiones y
emociones, tal y como hacen su primera aparición en el espíritu, y de ideas los
recuerdos, las imágenes de las fantasías y los pensamientos;

❖ Por otro, el origen: “todas nuestras ideas simples, en su primera aparición se derivan
de impresiones simples, a las que corresponden y representan exactamente”, las ideas
son copias o imágenes atenuadas de las impresiones.
El segundo criterio es más adecuado que el primero puesto que, como el propio Hume
reconoce, en algunos casos como el sueño o en ciertos estados de locura, algunas ideas
pueden vivirse con tanta fuerza como las impresiones, y, al revés, a veces algunas
impresiones son tan débiles que no podemos distinguirlas de nuestras ideas.
3.- ¿Cómo se clasifican las ideas, de acuerdo con John Locke?

Para Locke las ideas más elementales, los "átomos" del conocimiento, irreductibles
a ideas más básicas. Se dividen en ideas de sensación e ideas de reflexión. Para Hume un tipo
de percepciones, las percepciones copias de las impresiones cuya combinación da lugar a las
ideas complejas.

ORIGEN Y CLASIFICACIÓN DE LAS IDEAS

Locke entiende por idea, al igual que Descartes, todo contenido mental. Si no puede haber
ideas innatas, y parece innegable que poseemos contenidos mentales a los que llamamos
ideas ¿de dónde proceden tales ideas? Sólo pueden proceder de la experiencia nos dice Locke.
La mente es como una hoja en blanco sobre la que la experiencia va grabando sus propios
caracteres: todos nuestros conocimientos proceden de la experiencia o derivan, en última
instancia, de ella.
Podemos distinguir dos tipos de experiencia. Una experiencia "externa", que nos afecta por
vía de la sensación, y una experiencia "interna", que lo hace mediante la reflexión. La
sensación y la reflexión son, pues, las dos formas de experiencia de las que derivan todas
nuestras ideas.
Supongamos, entonces, que la mente sea, como se dice, un papel en blanco, limpio de toda
inscripción, sin ninguna idea. ¿Cómo llega a tenerlas? ¿De dónde se hace la mente con ese
prodigioso cúmulo, que la activa e ilimitada imaginación del hombre ha pintado en ella, en
una variedad casi infinita? ¿De dónde saca todo ese material de la razón y del conocimiento?
A esto contesto con una sola palabra: de la experiencia; he allí el fundamento de todo nuestro
conocimiento, y de allí es de donde en última instancia se deriva. Las observaciones que
hacemos acerca de los objetos sensibles externos o acerca de las operaciones internas de
nuestra mente, que percibimos, y sobre las cuales reflexionamos nosotros mismos, es lo que
provee a nuestro entendimiento de todos los materiales del pensar. Esta son las dos fuentes
del conocimiento de donde dimanan todas las ideas que tenemos o que podamos naturalmente
tener.
La sensación es la principal fuente de las ideas. Los sentidos "transmiten a la mente", dice
Locke, distintas percepciones, según el modo en que los objetos les afectan (colores, olores,
movimiento, figura, etc) produciendo en ella las ideas correspondientes. La reflexión, aunque
no tan desarrollada y generalizada como la sensación, nos permite tener experiencia de
nuestras actividades mentales (percepción, pensamiento, memoria, voluntad, etc) lo que da
lugar también a la creación de las ideas correspondientes. Pero, además, la combinación de
la sensación y la reflexión pueden dar lugar a la creación de nuevas ideas, como las de
existencia, placer y dolor, por ejemplo.
Las ideas pueden ser simples y complejas. Las ideas simples son recibidas por la mente
directamente de la experiencia (sensación o reflexión) de forma enteramente pasiva, y pueden
ser consideradas los "átomos de la percepción", a partir de los cuales se constituyen todos los
demás elementos del conocimiento. Las ideas complejas, aunque derivan de la experiencia,
son formadas por la mente al combinar ideas simples, por lo que ésta adquiere un papel activo
en la producción de tales ideas complejas (como las ideas de belleza, gratitud, universo, etc).
Las ideas complejas pueden ser de tres clases: de modos, de sustancias y de relaciones. Pero
todas ellas, por alejadas que puedan parecer de los datos de la experiencia, son elaboradas
por la mente a partir de la comparación y la combinación de ideas simples.
Estas ideas simples, los materiales de todo nuestro conocimiento, le son sugeridas y
proporcionadas a la mente por sólo esas dos vías arriba mencionadas, a saber: sensación y
reflexión. Una vez que el entendimiento está provisto de esas ideas simples tiene el poder de
repetirlas, compararlas y unirlas en una variedad casi infinita, de tal manera que puede formar
a su gusto nuevas ideas complejas.
Las ideas de los modos de ser ("llamo modos a esas ideas complejas que, cualquiera que sea
su combinación, no contengan en sí el supuesto de que subsisten por sí mismas, sino que se
las considera como dependencias o afecciones de las substancias. Tales son las ideas
significadas por las palabras triángulo, gratitud, asesinato, etc.") se clasifican, a su vez, en
simples y compuestas (o mixtas). Si combinamos una idea consigo misma tenemos una idea
compleja de modo simple como, por ejemplo, la idea de tres, que resulta de combinar la idea
de 1 tres veces consigo misma. Pero si combinamos ideas distintas obtenemos una idea
compleja de modo mixto (o compuesta), como ocurre con las ideas de belleza, deber,
hipocresía... Las ideas complejas pueden corresponderse con la realidad o no, ya que la mente
puede combinar las ideas arbitrariamente, dando lugar a combinaciones que no
necesariamente tiene que corresponderse con algo real.

CUALIDADES PRIMARIAS Y SECUNDARIAS


En el capítulo titulado "Algunas otras consideraciones sobre nuestras ideas simples", antes
de hablar más ampliamente de las ideas complejas, nos propone Locke la distinción entre las
ideas y las cualidades, primero, y posteriormente la distinción entre las cualidades primarias
y las secundarias.
“Llamo idea a todo lo que la mente percibe en sí misma o es objeto inmediato de percepción,
pensamiento o conocimiento; y llamo cualidad del sujeto en que radica una tal capacidad a
la capacidad de producir alguna idea en nuestra mente.”
Las ideas son, pues, sensaciones o percepciones; mientras que las cualidades son
"capacidades del objeto" para producir en nosotros alguna idea. Veamos el ejemplo que
utiliza Locke para introducirnos en dicha distinción: "Así, una bola de nieve tiene el poder
de producir en nosotros las ideas de blanco, frío y redondo; a esos poderes de producir en
nosotros esas ideas, en cuanto que están en la bola de nieve, los llamo cualidades; y en cuanto
son sensaciones o percepciones en nuestro entendimiento, los llamo ideas; de las cuales ideas,
si algunas veces hablo como estando en las cosas mismas, quiero que se entienda que me
refiero a esas cualidades en los objetos que producen esas ideas en nosotros".
Pero podemos distinguir aún dos tipos de cualidades: las primarias y las secundarias.
Las primarias “están" en los objetos, mientras que las secundarias "no están" en los objetos,
y actúan por medio de las cualidades primarias. En un objeto podemos encontrar
determinadas "cualidades", como la solidez, la extensión, la forma, y otras distintas de éstas,
como los colores, el gusto, el sonido y el olor. Ahora bien, mientras las ideas de solidez,
extensión y forma son "imágenes" de los objetos y guardan una semejanza con ellos, las ideas
de color, Augusto, sonido, olor, no se puede decir que sean "imágenes" de los cuerpos y
carecen de toda semejanza con ellos; la idea de "solidez" imita al objeto que produce tal idea,
pero la idea de color no "copia " el color del objeto mismo.
Locke considera, pues, que las cualidades primarias reproducen algo que está en el objeto,
mientras que las secundarias no, por lo que las primarias serían "objetivas" y las secundarias
"subjetivas", siguiendo la distinción adoptada ya anteriormente por Galileo y Descartes, y
que ya había sido tenida en consideración en la antigüedad por Demócrito de Abdera. Las
ideas de cualidades primarias, al representar algo que está en el objeto, son válidas para
progresar en reconocimiento objetivo, mientras que las cualidades secundarias, al "no estar"
en los objetos, no lo son, por lo que las inferencias o deducciones que podamos extraer de
ellas no tienen valor cognoscitivo, valor objetivo.

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