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Entre los siglos XII y XIII, se produjo un crecimiento

demográfico debido a la expansión económica. Este proceso,


sin embargo, se detuvo a inicios de siglo XIV debido a
factores diversos que provocaron numerosas muertes en
todos los estamentos sociales, sobre todo entre la población
más pobre.
A finales del siglo XIII, se evidenció una fuerte caída de la
producción debido a varias razones: el agotamiento de los
suelos agrícolas explotados durante siglos; la sustitución de
cultivos alimenticios por parte de aquellos dedicados ala
producción textil, base de comercio y, finalmente, las
condiciones climáticas desfavorables.
Sobrevinieron años de malas cosechas, y en consecuencia,
grandes hambrunas.
Fue un conflicto que enfrentó a las monarquías de Francia e Inglaterra entre los
años 1337 y 1453. La guerra derivó en una lucha de la corona francesa por
recuperar territorios (feudos) que, por razones de vasallaje, pertenecían al rey de
Inglaterra.
Tanto Francia como como Inglaterra debieron afrontar conflictos internos
derivados de la rivalidad entre los nobles. La guerra finalizó poco a poco sin la
firma de una pacto o una rendición por parte de los ingleses, hacía el año 1453.

Ampliación del tema: https://www.youtube.com/watch?v=FWsnMTlh9U0


Entre los siglos XIV y XV se produjeron levantamientos populares en diversas
regiones, tanto en el campo como en las ciudades. Las revueltas se originaron debido
al hambre, la carencia, los altos impuestos, las enfermedades, las guerras y las
crecientes desigualdades entre ricos y pobres.
Las diferencias entre las clases adineradas urbanas y los sectores populares
desamparados propiciaron levantamientos como el del pañero parisino Etienne Marcel,
que convocó a la burguesía comercial y a la población campesina de los alrededores
de la ciudad en contra del rey los nobles.
Todos estos movimientos fueron reprimidos y no consiguieron su objetivo.
La peste negra o la peste bubónica fue una epidemia mortal que llegó a Europa
proveniente de Asia o en roedores infestados de pulgas infectadas que venían de
marcos mercantes. La epidemia comenzó en 1347, se dispersó por el continente con
rapidez y, en dos años, acabó con la cuarta parte de la población europea.
La peste fue considerada un castigo divino por los pecados cometidos por la humanidad.
A finales del siglo XIII se produjo una fuerte disputa entre el papa
Bonifacio VIII y el rey Felipe IV de Francia. El rey francés, agobiado por
la necesidad de dinero, decidió imponer tributos al clero francés, a lo
que se opuso el Papa. Felipe IV lo desafió, capturó y maltrato para
hacerlo renunciar sin éxito, pero Bonifacio murió un mes después, el 11
de octubre de 1303. Su sucesor vivió solo ocho meses, circunstancia
que Felipe IV aprovechó para nombrar a un papa francés y trasladar la
sede papal a la ciudad francesa de Aviñón.
Estos sucesos representan el fin de la pretensión de dominio universal
de la iglesia católica frente a los poderes monárquicos.

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