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Melanie Klein, nació en 1882 en Viena y murió en 1980 en Londres cumplidos los
setenta y ocho años. A los treinta y siete años empieza su carrera científica.
Era la menor de cuatro hermanos. La primogénita fue Emma, seis años mayor
que Melanie; luego Emmanuel, cinco años mayor, y Sidonie que le llevaba cuatro.
Los dos últimos que murieron tempranamente, tuvieron mucha influencia sobre
Melanie (y es de suponer que también sobre algunas de sus teorías).
Sidonie que falleció a los nueve años, pasó los últimos meses de su vida postrada
en cama y dedicada a enseñar a leer y escribir a la pequeña Melanie, que
respondió con inteligencia y amor a esos esfuerzos.
Cuando Melanie tenía catorce años, es decir, en 1896, decide estudiar medicina
y, ayudada por Emmanuel, ingresa en Viena. Esta vocación inicial hubo de
troncharse poco después en 1899, cuando a los diecisiete años se compromete
con Arthur Klein, un químico industrial amigo de Emmanuel. Melanie se casa con
Arthur en 1930, a los veintiún años, y vive con él algo menos de veinte.
Con motivo de la profesión del marido, el matrimonio viaja mucho, hasta que se
establece en Budapest poco antes de la primera guerra mundial (1910). En esos
años nacen los tres hijos de los Klein. (Hans, Melitta, Eric).
A fines de 1919 y en mérito al trabajo recién citado, Melanie Klein obtiene el título
de miembro de la Sociedad. Vive entonces con su marido y sus hijos en
Checoslovaquia, donde permanecerá un tiempo más.
Tuvo allí en Berlín una experiencia, que según ella, fue decisiva para su vida y su
formación, el análisis con Abraham desde el comienzo de 1924 hasta mediados de
1925. Este análisis duró catorce meses. Melanie Klein no volvió después a
analizarse.
El grupo de Berlín no recibió del todo bien sus descubrimientos de aquellos años,
sobre todo en cuanto a la importancia del sadismo oral en el desarrollo temprano;
pero Abraham la respaldó firmemente. En el primer congreso de Psicoanalistas
Germanos (1924) al comentar el trabajo presentado por Melanie Klein, el caso
Erna (que forma el capítulo 3 del psicoanálisis de niños, 1932) donde expone el
análisis de una neurosis obsesiva grave en una niña de seis años, Abraham afirmó
que “el futuro del psicoanálisis está en el análisis del juego”.
Tal vez el punto de partida de las diferencias recién mencionadas pueda ubicarse
en el Simposio sobre análisis de niños que tuvo lugar en 1927 y que se publicó en
el mismo año que Anna Freud da a luz su libro “El tratamiento psicoanalítico de los
niños”. En este simposio Melanie Klein defiende enérgicamente su técnica del
juego con algunas duras críticas de Anna Freud.
Parece evidente que Freud mismo nunca tuvo simpatía por Melanie Klein, y éste
fue uno de los motivos de su alejamiento de Jones durante algunos años. En 1927
Freud escribió a Jones en desacuerdo con su informe en el International Journal
de 1927 acerca de la discusión sobre el análisis infantil. Freud se manifestó
francamente en contra del apoyo de la Sociedad Británica a los métodos y las
teorías de Melanie Klein, si bien reconoció que no tenía derecho a dar una opinión
definitiva por cuanto carecía de experiencia directa en el análisis de niños.
En 1943, Ernest Jones decidió iniciar una serie de reuniones científicas para
discutir los temas que despertaban controversias. Estas reuniones, no trajeron le
acercamiento que Jones esperaba. A instancias de Glover, se propuso separar a
Melanie Klein de la Sociedad Británica, alegando que se había apartado
definitivamente de los conceptos básicos del psicoanálisis establecidos por Freud.
El “cuerpo del delito” era el ensayo sobre la fantasía de Susan Isaacs, “La
naturaleza y función de la fantasía” que se publicó en 1948, el año de la muerte de
su autora.
En los años del apogeo de su creatividad la vida personal de Melanie Klein fue
sacudida por dos hechos dolorosos. Como acabamos de ver, su hija Melitta, luego
de recibirse de médica y analista y de trabajar con su madre algunos años, se
separó de ella mientras se analizaba con Glover, y terminó siendo su enemiga. El
otro dolor fue la muerte de su hijo Hans a los veintisiete años en un accidente de
sky, en 1934. Eric en cambio, se casó en Londres, donde vive actualmente, y le
dio a su madre tres nietos que fueron una de las grandes alegrías de su vejez.
Casos de Melanie
Melanie Klein empezó a trabajar con niños en 1919 y su primer paciente fue Fritz,
de cinco años. Sobre este caso, como sabemos, Klein escribió el trabajo científico
que le valió el ingreso a la Sociedad Húngara.
Ese mismo año, con otro paciente, una niña neurótica de siete años, Melanie
Klein por primera vez usó juguetes como instrumento terapéutico, y así fundó su
técnica lúdica. Esta técnica no sólo implica usar juguetes como instrumento de
expresión y comunicación sino también establecer una relación estrictamente
analítica, sin medidas pedagógicas o de apoyo, en oposición a la técnica de Anna
Freud, que considera que el análisis infantil no puede prescindir de lo pedagógico.
Para Melanie Klein la tarea se centra en la ansiedad del niño, que se interpreta
asidua, intensa y detalladamente.
Sobre el desarrollo del funcionamiento mental propone una nueva idea sobre el
superyó y los objetos malos.