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La teoría de los actos del habla se basa en la idea de que el lenguaje no sólo sirve para describir el
mundo, sino que con él también se realizan acciones. Entonces, la unidad básica de la comunicación no
son las palabras u oraciones sino los actos de habla. En este sentido, cada vez que usamos el lenguaje
podemos transmitir una información, pedir algo, demandar información o aconsejar. En todos los casos
llevamos a cabo actos de habla, es decir, hacemos cosas con palabras.
La teoría de los actos del habla es una de las primeras teorías en pragmática en la filosofía del lenguaje.
Fue establecida por John Langshaw Austin en su obra “Cómo hacer cosas con palabras” (1962). El
filósofo J. Searle continuó la línea de investigación propuesta por Austin y perfeccionó el análisis de
dicha teoría.
DESARROLLO:
La idea en la que se basa Searle en toda su teoría parte del supuesto de que:
“Hablar una lengua es tomar parte en una forma de conducta (altamente compleja) gobernada por reglas.
Aprender y dominar una lengua (inter alia) haber aprendido y dominado tales reglas.” [Searle, 1962:
22]
Para Searle, toda actividad lingüística está condicionada por reglas que regulan los diferentes tipos de
actos de habla y si existiera alguna falla en el uso de esas reglas, afectaría a la interpretación. Para
analizar cualquier acto ilocutivo, propone un modelo de adecuación donde se plantean las condiciones
necesarias para realización de actos de emisión.
El autor desarrolló la idea de que distintas oraciones con el mismo contenido proposicional pueden
diferir en su fuerza ilocutiva, según se presenten como una orden, una expresión de deseo, una
aseveración o una pregunta. La fuerza ilocutiva de un acto del habla puede describirse siguiendo reglas
o condiciones específicamente dadas tanto por las circunstancias, como por el propósito que tienen los
diferentes actos ilocutivos.
Searle agrupa los actos de habla en cinco tipos en virtud de la finalidad a que corresponde cada uno:
actos directivos, actos expresivos, actos asertivos o representativos, actos compromisorios y actos
declarativos.
La fuerza ilocutiva y la forma lingüística, para el filósofo son conceptos que se encuentran unidos por
una relación regular y constante, y las diferencias entre ellos son meramente artificiales ya que cada
acto de habla está relacionado con una estructura lingüística. El sentido literal de cada oración estará
determinado por el contexto en el que el acto ilocutorio es emitido. Distingue tres tipos de actos
diferentes en la en la producción de un enunciado:
Por otro lado, el significado de una oración puede analizarse en dos partes, por lo que el acto ilocutivo
se representa como una función entre fuerza ilocutiva y el contenido proposicional.
Para Searle se deben dar ciertas condiciones que gobiernan la adecuación de los actos ilocutivos:
- Condiciones preparatorias: son aquellas condiciones que deben darse para que tenga sentido el realizar
el acto ilocutivo.
- Condiciones e sinceridad: se centran en el estado psicológico del hablante y expresan lo que este siente
o debe sentir al realizar el acto ilocutivo.
Con el problema que se encuentra el análisis de Searle es el problema de los actos indirectos: se plantea
cómo un locutor puede decir una cosa, cuando realidad su intención es otra y cómo el oyente capta su
intención, es decir cómo capta el significado de un acto de habla indirecto si lo que oye, literalmente
quiere decir otra cosa. Aunque el autor haya planteado como explicación que estos actos de habla se
producen cuando las oraciones empleadas estaban satisfaciendo algunas de las condiciones para el acto
indirecto realizado, esta se vuelve insostenible, así como también la hipótesis de los defensores de la
hipótesis realizativa, ya que, si a una oración se le puede dar tres lecturas posibles debido a que remite
tres estructuras profundas, esto conduciría a un sinfín de interpretaciones posibles. El filósofo explica
que en un acto indirecto es comprensible para ambos interlocutores porque comparten un fondo común
de información tanto lingüística como no lingüística, y en los poderes generales de raciocinio e
inferencia del oyente.
Searle trata de evitar la multiplicidad de estructuras que se producen cuando una misma oración se usa
para realizar actos ilocutivos diferentes. Para explicar la interpretación de una interrogativa como
¿puedes pasarme la sal?, se proponen los siguientes pasos:
CONCLUSIÓN:
Las teorías de los actos de habla se tropiezan con su principal problema, el análisis de los actos
ilocutivos. Sin embargo, el enfoque que Searle brindó a la filosofía del lenguaje, constituye una
de las bases de la pragmática contemporánea, a partir de los trabajos de Austin.
BIBLIOGRAFÍA: