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Cómo citar: Eslava, Luis y Lina Buchely. 2019. “¿Seguridad y desarrollo? Una historia sobre pequeños delitos, un pequeño estado y
sus pequeñas leyes”. Revista de Estudios Sociales 67: 40-56. https://doi.org/10.7440/res67.2019.04
RESUMEN | En este artículo analizamos las promesas y los límites del discurso de Seguridad y Desarrollo. Usando Cali
como nuestro estudio de caso, mostramos cómo las iniciativas asociadas con este discurso terminan produciendo
un conjunto de arreglos institucionales y humanos precarios, en vez de ayudar a los estados a superar la insegu-
ridad, la exclusión y los bajos niveles de desarrollo. Describimos esta precariedad en términos de insignificancia o
intrascendencia, una caracterización que sugiere la marginalidad de las soluciones que, en última instancia, forman
el núcleo de dicho discurso, así como la fragilidad que ha caracterizado a los arreglos institucionales y humanos que
este construye. El resultado es una permanente liminaridad del estado y la prolongación de la inseguridad.
PALABRAS CLAVE | Thesaurus: delito; estado. Autor: delito menor; inseguridad; seguridad ciudadana; seguridad
y desarrollo
Security and Development? A Story about Petty Crime, the Petty State and its Petty Law
ABSTRACT | In this article we engage with the promises and limits of the “Security and Development” discourse.
Using Cali as our case study, we show how initiatives associated with this discourse, instead of helping States
move beyond insecurity, exclusion and low levels of development by strengthening social relations, official
institutions and legal frameworks, end up producing, instead, a particular set of precarious institutional and human
arrangements. We characterise this precariousness as moving in the realm of “pettiness” —a characterisation that
for us suggests both the marginal kinds of solutions that ultimately form the core of Security and Development,
and the flimsiness that has come to mark those institutional and human arrangements resulting from it. The
result is a resilient liminality across the board and the continuation of insecurity.
KEYWORDS | Thesaurus: crime; State. Author: citizenship security; insecurity; petty crime; security and development
* Este artículo se publicó originalmente en inglés en el 2019: “Security and Development? A Story about Petty Crime, the Petty
State and its Petty Law”. Revista de Estudios Sociales 67: 40-55. https://doi.org/10.7440/res67.2019.04. El trabajo que le dio origen
hizo parte del proyecto Kent/UFMG Inclusionary Practices, una iniciativa financiada por la Academia Británica mediante el Inter-
national Partnership and Mobility Award (PM150186).
** PhD. Profesor titular de Derecho Internacional y codirector del Centre for Critical International Law (CeCIL), Escuela de Derecho,
Universidad de Kent (Reino Unido), miembro senior de la Escuela de Derecho de la Universidad de Melbourne (Australia) y profesor
internacional de la Universidad Externado de Colombia. Sus publicaciones más recientes incluyen: Bandung, Global History and
International Law: Critical Pasts and Pending Futures, editado junto con Michael Fakhri y Vasuki Nesiah. Cambridge: Cambridge
University Press (2017); “The Developmental State: Dependency, Independency and the History of the South”, en The Battle for
International Law: South-North Perspectives on the Decolonization Era, editado por Philipp Dann y Jochen von Bernstorff, 71-100.
Oxford: Oxford University Press (2019). * L.Eslava@kent.ac.uk
*** PhD. Profesora asociada y directora del Observatorio para la Equidad de la Mujer, OEM, Facultad de Derecho, Universidad Icesi
(Colombia). Sus publicaciones más recientes incluyen: “Cities and the City: Spatio-temporal Imaginaries of Class and Gender in
Barranquilla and Cali, Colombia”, en la Revista Gender Place and Culture (2019); Género, Derecho y Desigualdad, editado por la
Universidad Icesi (2019). * lfbuchely@icesi.edu.co
1 Queremos agradecer a Gabriela Recalde, por su ayuda en nuestra investigación; a Jenifer Evans, por su apoyo editorial; a James
Ferguson y David Kennedy, por invitarnos a pensar en términos de problemáticas y periferias; y a nuestros revisores anónimos, por
sus generosas sugerencias. También queremos agradecer a todas las personas en Cali que nos abrieron sus cocinas, hogares, oficinas
y lugares de trabajo para nuestras visitas de campo. Hemos alterado las fotos para despersonalizarlas y para enfatizar la realidad
más amplia de la que hablan. Todos los nombres se cambiaron.
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Segurança e desenvolvimento? Uma história sobre os pequenos crimes, o pequeno estado e suas pequenas leis
PA L AV R A S - C H AV E | Thesaurus: crime; estado; insegurança. Autor: delito menor; segurança cidadã; segurança
e desenvolvimento
Introducción
En este artículo, exploramos los dramas que se apun- plazo para “superar las situaciones de conflicto y fragi-
talan y desencadenan a partir de la congruencia actual lidad y garantizar el desarrollo”.3
entre la “seguridad” y el “desarrollo” en el Sur global;
un encuentro que se ha conceptualizado bajo la rúbrica En este artículo, nos ocupamos de las tensiones que
de “Seguridad y Desarrollo”. Hoy, esta rúbrica cubre un han acompañado a este proyecto y mostramos cómo,
conjunto de discursos y prácticas poderosos y de rápida en lugar de “superar” la inseguridad, la exclusión y los
expansión que, basándose en décadas de interpenetra- bajos niveles de desarrollo, mediante el fortalecimiento
ción entre las preocupaciones de seguridad y el proyecto de las relaciones sociales, las instituciones oficiales y
internacional de desarrollo durante la Guerra Fría, y más los marcos jurídicos, las discusiones sobre Seguridad
adelante durante las intervenciones humanitarias de la y Desarrollo, y sus tecnologías asociadas, producen
década de 1990, ha llegado a ocupar un lugar crucial en un conjunto particular de acuerdos institucionales y
debates en torno al diseño de políticas públicas en nues- humanos precarios. Caracterizamos esta precariedad
tra era de guerra, aparentemente interminable, contra como algo que se mueve en la esfera de lo “pequeño”,
el terror. Como lo expresó el expresidente del Banco en términos de ser insignificante, mínimo o intrascen-
Mundial, Robert Zoellick (2007-2012), en su prólogo al dente, más que en el sentido de ser trivial o nimio. Esta
Informe sobre el Desarrollo Mundial del 2011: Conflicto, pequeñez o insignificancia hace referencia tanto a la
Seguridad y Desarrollo, el objetivo es “aunar la seguridad marginalidad de las soluciones que, en últimas, cons-
y el desarrollo, a fin de sentar bases suficientemente pro- tituyen el núcleo de la Seguridad y Desarrollo como a
fundas para romper los ciclos de fragilidad y conflicto” la fragilidad que ha llegado a caracterizar los acuerdos
en países como Afganistán, Bosnia, Haití, Sudán del Sur, institucionales y humanos que se han derivado de este.
y muchos “otros territorios en conflicto o estados des- En otras palabras, la insignificancia o intrascendencia a
integrados” (Zoellick 2011, xi). De acuerdo con Zoellick, la que aquí nos referimos señala la manera en que la idea
“ciclos recurrentes de gestión de gobierno deficiente, de Seguridad y Desarrollo ha terminado apoyando solu-
pobreza y violencia” han “azotado estos territorios”. En ciones de segunda categoría, que producen individuos
este contexto, las discusiones y políticas de Seguridad de segunda categoría, y visiones de segunda categoría
y Desarrollo han buscado reemplazar “la fragilidad y el sobre el estado4 y sus leyes. Lo que esta idea no provee
conflicto” con instituciones estatales más fuertes, inclu-
sión social duradera y resultados económicos a largo
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son soluciones estructurales a problemas relaciona- existen en Cali, enfocado en pequeños delincuentes y en
dos con la inestabilidad humana e institucional como jóvenes en riesgo de participar en este tipo de crímenes.
se expresan hoy a través del planeta, por ejemplo, en El programa que aquí revisamos comparte tres caracte-
la violencia urbana. A nosotros nos preocupan estos rísticas básicas con muchos ejercicios similares que se
acuerdos intrascendentes porque su lugar de imple- están desarrollando en la ciudad y en otros lugares del Sur
mentación son contextos que ya han sufrido incontables global: 1) se basa en la idea de inclusión, mediante lo que
intervenciones de desarrollo fallidas, lugares que han definimos como “tecnologías punitivas neodesarrollis-
sido sujetos a políticas de “subdesarrollado”, para usar tas”, que combinan servicios condicionales y estrategias
el lenguaje de André Gunder Frank (1966) y Walter Rod- psicosociales para incluir a los jóvenes involucrados en
ney (1972). Estos acuerdos también expanden hoy un actos criminales, o en riesgo de estarlo, en la vida oficial
mundo organizado en torno a la gestión liberal tardía de la ciudad; 2) recurre a asociaciones público-privadas y
de la vulnerabilidad. Como lo ha dicho Povinelli, hoy marcos legales mixtos para potenciar y aunar esfuerzos
en día la vulnerabilidad no se ve como algo que nece- en la lucha contra el crimen; 3) sus soluciones, que ope-
sariamente deba resolverse, sino como algo que debe ran en un contexto neoliberal de continuas restricciones
administrarse. En este contexto, las tensiones sociales presupuestales y aspiraciones capitalistas tardías, están
se apaciguan mediante ejercicios de inclusión, sin que se inclinadas hacia la “sanación” individual, más que hacia
aseguren adecuadamente los derechos de las personas resolver problemas colectivos o estructurales.
y las comunidades, y la vida social se asegura sin una
verdadera provisión de seguridad. En este proceso se Gracias a estas características, programas como el que
crea un mundo particular, un mundo marcado por for- aquí examinamos abren un escenario amplio de interven-
mas orquestadas de abandono (Povinelli 2011). ción, que termina saturado con la presencia del estado
y sus leyes tanto en la vida de los jóvenes que son sus
Esta situación se evidencia en la atención que hoy se les “clientes” como en la de los “proveedores” mismos. Sin
presta a los pequeños delitos (o delitos menores, o “petty embargo, como veremos, el estado que nace y se cons-
crime”, en inglés) y a los delincuentes involucrados en tituye mediante estos programas es una entidad que,
estas actividades (“petty criminals”), como parte de la sin importar su buena voluntad o ideas, siempre está
llegada de la agenda de Seguridad y Desarrollo a las ciu- limitada, siempre es insignificante. Así que lo que resulta
dades del Sur global (la última frontera cuando se trata de es un estado y, por supuesto, un conjunto de leyes, que,
“romper los ciclos de fragilidad y conflicto” mencionados aun cuando siempre parece estar presente, nunca es lo
por Zoellick). Para comprender a fondo las implicaciones suficientemente robusto como para resolver los pro-
de este fenómeno y sus resultados —lo que aquí deno- blemas que enfrenta. Las intervenciones de Seguridad y
minamos “pequeños individuos”, “pequeños estados” y Desarrollo reproducen, así, acuerdos que, a pesar de ser
“pequeñas leyes”—, debemos involucrarnos en la mecá- de segunda categoría, tienen gran influencia a la hora de
nica a nivel de suelo de las propuestas de Seguridad y formar un tipo particular de orden social. Los pequeños
Desarrollo. Para conseguirlo, en este artículo invitamos delincuentes, el estado (pequeño) y sus (pequeñas) leyes
al lector a que nos acompañe en una visita etnográfica a se crean y recrean mutuamente, sin nunca erradicar de
Cali, una ciudad de unos 2,5 millones de habitantes, ubi- modo definitivo su liminaridad, ni las inseguridades que
cada en el suroeste de Colombia. Allí, como en muchas los unen, punto que desarrollamos en la última sección.
otras ciudades del Sur global hoy, lo que Jean y John
Comaroff llamarían “promulgar la ley, violarla y hacerla El análisis que aquí presentamos no nos lleva a sugerir
cumplir”, se ha convertido en indicadores que eviden- que una mayor “robustez”, por ejemplo, o algún nuevo
cian el tipo de mundo que resulta de la actual obsesión tipo de enfoque puedan hacer que el discurso de Segu-
internacional con la seguridad y el desarrollo (Comaroff ridad y Desarrollo sea más efectivo. Estas opciones a
y Comaroff 2016, xii).5 menudo no están disponibles en el contexto actual. Y
peor aún, quizás podrían acelerar la violencia que usual-
Con el fin de estructurar este análisis, en las siguientes mente acompaña al estado y al mundo que emerge con
secciones presentamos Cali y nuestro problema principal y a través de él.6 En su lugar, invitamos al lector a apre-
con mayor detalle. Luego describimos cómo las ciudades y ciar las profundas restricciones que hoy caracterizan
sus residentes se han convertido en espacios clave dentro la vida en el Sur. Estas restricciones, y los sufrimientos
del discurso de Seguridad y Desarrollo. Después, exami- desencadenados por ellas, constituyen precisamente
namos uno de los muchos programas que actualmente el dilema constante de las múltiples periferias que hoy
existen en el planeta. Estas son realidades que nos obli-
gan a preguntarnos cómo se producen, en primer lugar,
que pretende desmitificar los estudios sobre esta categoría en esa “inseguridad” y ese “subdesarrollo” que continúan
las ciencias sociales. Véase, al respecto, Abrams (1988). marcando nuestro presente.
5 Nuestro enfoque en este artículo se basa en un rico y diverso
cuerpo de literatura sobre la antropología del estado, la ley y
el orden global, que ahora se intersectan con la cuestión de
la seguridad. Véanse, por ejemplo, Goldstein (2010), Pottage 6 Sobre el carácter limitado de las políticas asociadas con Seguri-
y Mundy (2004), Sharma y Gupta (2006). dad y Desarrollo, véase especialmente Chandler (2007 y 2015).
rev.estud.soc. No. 67 • enero-marzo • Pp. 40-56 • ISSN 0123-885X • e-ISSN 1900-5180 · https://doi.org/10.7440/res67.2019.04
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un “saber cómo” recientemente formado y un nuevo Figura 1. Ladrón de celulares capturado por la policía local
capítulo de la gobernanza global que busca alcanzar la en Cali
“seguridad pública”, o lo que también se conoce como
“seguridad ciudadana”.11 Ahora bien, es importante seña-
lar que en Cali, como veremos, la decisión de los órganos
administrativos de adoptar la agenda de Seguridad y
Desarrollo no ha ido acompañada de la expansión de una
política de “mano firme”, la cual usualmente se asocia con
las respuestas de las autoridades ante la criminalidad.12 Si
bien aún está presente, como se evidencia en la cantidad
de recursos que la ciudad sigue dedicando a los salarios de
la policía local y al mejoramiento de la infraestructura
policial, se ha empezado a considerar que este enfoque
no solo es muy costoso política y económicamente, sino
que además no es suficiente para enfrentar el problema
de la inseguridad.13 Lo que ha surgido en los últimos años
son una serie de nuevas tecnologías de monitoreo y vigi-
lancia y, quizás más importante para nuestro análisis,
una variedad de prácticas de desarrollo que buscan crear
una presencia estatal más robusta en la ciudad mediante
políticas y normas más reactivas, eficientes económica-
mente y flexibles. Estas nuevas políticas y normas se han Fuente: HSBNoticias.com, 24 de septiembre de 2015.
convertido en la plataforma para implementar medidas
de intervención social que buscan “incluir” a los jóvenes
—involucrados en crímenes o en riesgo de estarlo— en la Figura 2. El alcalde de Cali, Maurice Armitage, felicita a un
dinámica oficial de la ciudad. Al intentar usar los siempre beneficiario del programa Jóvenes sin Fronteras
insuficientes recursos públicos en su máxima capacidad,
estas prácticas de desarrollo más económicas tratan de
generar seguridad y desarrollo al incluir a los individuos
de la periferia en la vida oficial, creando esa sensa-
ción de seguridad que las instituciones internacionales,
los inversionistas locales y extranjeros y los residentes
—tanto adinerados como pobres— exigen a la adminis-
tración local (ver la figura 2).14
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cambio de comportamiento por parte de los jóvenes en lo individual ha llegado a confundir “lo que podría
beneficiados. Dichos servicios representan un intento ser distintivo de lo psíquico y lo social”, creando una
muy valiente por parte de la administración local, que incapacidad para “abordar los problemas de redistri-
sugieren un regreso a épocas anteriores al neolibera- bución, equidad y desigualdad, justicia e injusticia, que
lismo, en las cuales el bienestar, en particular el empleo se derivan de estructuras y procesos de nivel social”
estable —o por lo menos la aspiración de generarlo—, (Stenner y Taylor 2008, 423).
constituía la fuerza detrás de la acción estatal y la cons-
trucción de ciudadanía (Esping-Andersen 1999). Sin Y es con este escenario como telón de fondo donde hoy
embargo, estos beneficios y opciones de empleo ahora los pequeños criminales, y los jóvenes en riesgo de parti-
no solo son condicionales, sino también bastante limi- cipar en este tipo de delitos, se han venido a re-entender
tados. Esto se debe a las restricciones financieras de los a través de estas nuevas tecnologías punitivas neo-
gobiernos locales y nacionales y, de manera más gene- desarrollistas. Al mismo tiempo, respondiendo ante
ral, a las restricciones impuestas —por un orden global la realidad de estos pequeños delincuentes, el estado
creador de inequidad— a cualquier iniciativa seria de —en su obsesión por controlarlos y ayudarlos mediante
inclusión social15. estos nuevos métodos— se está reconstruyendo a sí
mismo para acoplarse a este periodo de modernidad
En este contexto, los discursos, ideas e intervenciones capitalista tardía.18 Estas tecnologías responden y
“psicosociales” han venido a dominar estos programas crean a los individuos, al estado y las leyes, dejando a
de inclusión social. Partiendo de la noción de que los todos marcados por una “marginalidad”, “insignifican-
individuos deben considerarse tanto resultados como cia” y “segunda categoría” perennes. Para nosotros,
hacedores de sus sociedades, el componente psicoso- esta pequeñez o intrascendencia demuestra cómo, en
cial se incorpora a estos programas para ayudar a los contextos precarios de experimentación desarrollista,
jóvenes a superar lo que se percibe como una carencia y de cara a imperativos económicos, lo que termina
de sociabilidad y autoestima, y a asimilar los valores reproduciéndose perpetuamente son cuerpos evanes-
comunitarios requeridos por la vida urbana (formal y centes y disciplinados; cuerpos en los cuales las batallas
legal).16 Implementado en ocasiones por profesionales, por la seguridad y el desarrollo —que son en realidad
pero con mayor frecuencia funcionando como la racio- batallas en torno a delitos menores perpetrados por
nalidad subyacente de estos programas, este enfoque jóvenes vulnerables, desescolarizados, desempleados y
ha llegado a considerarse no solo como una ruta más pobres— generan formas transicionales de existencia.
eficiente para llegar a los jóvenes, sino también como Estas formas oscilan constantemente entre la macro-
el mejor camino para ayudarlos a reconstruir su vida visibilidad y la ausencia, entre la satisfacción ocasional
desde sus circunstancias psicológicas individuales y sus de las necesidades y el hambre, entre periodos de paz
propios contextos familiares. En el contexto precario relativa y violencia. Esta liminaridad, o esta forma
que caracteriza a Cali, y en el entorno neoliberal más particular de “abandono”, para seguir usando el reper-
amplio en el que existe la ciudad, este enfoque psicoso- torio conceptual que hemos empezado a construir aquí,
cial a menudo termina ocupando buena parte de estas habla una vez más de una socialidad en la que la falta de
tecnologías punitivas neodesarrollistas, enfatizando así soluciones estructurales es sustituida repetidamente
soluciones basadas en aspectos emocionales individua- por beneficios esporádicos y, sobre todo, por discursos
les, más que en cambios estructurales. Al hacer esto, en recurrentes sobre afecto que no cuentan con la fuerza
Cali se han replicado problemas que ya han sido iden- material para satisfacer necesidades apremiantes.
tificados como resultado de este “giro psicosocial” en Todo esto alimenta una realidad llena de drama, en la
políticas sociales hacia la individualización, la subjeti- que los jóvenes son objeto de políticas públicas, aun
vación, lo psicológico y lo terapéutico.17 De acuerdo con cuando continúan declarando, mediante un logo de
Stenner y Taylor, por ejemplo, este enfoque excesivo Adidas rasurado en su cabeza, por ejemplo, que solo el
consumo y el mercado los incluyen de manera efectiva
(ver la figura 3). Esta es una realidad en la que funcio-
15 La literatura sobre las dificultades de promulgar modelos narios y actores comunitarios dedican su vida a crear
alternativos de desarrollo y de poner en práctica programas instituciones estatales, pero que los deja derramando
significativos de inclusión social es amplia. Tres contribu- lágrimas cada vez que reflexionan sobre la insuficien-
ciones que delinean los contornos de este problema y sus
efectos tanto en el Norte como en el Sur, especialmente en
cia perenne del estado (ver la figura 4). Esta también
términos de los límites estructurales impuestos a las perife- es una realidad en la cual miembros de la clase media,
rias del mundo, los patrones de crecimiento del desempleo y respondiendo a la imagen de Cali como una ciudad
el crecimiento de la desigualdad material, son las de Fischer insegura, claman por un estado fuerte mientras ponen
(2015), Li (2013) y Johnson (2015).
16 Sobre los supuestos y objetivos de los enfoques psicosocia-
les, véase Frosh (2003).
véanse Parker (2007) y Madsen (2014). Respecto al contexto del
17 Estas críticas a la individualización y subjetivación se remontan desarrollo, véase especialmente Klein (2017).
a Foucault, a través de la dada a su trabajo por Rose (1989) y Beck
(1992). Sobre el giro hacia la individualización, la subjetivación 18 Con respecto al estado como relación social, véase, por
y las soluciones y los enfoques basados en el comportamiento, ejemplo, Jessop (2016).
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en operación nuevos y más sofisticados dispositivos de Figura 5. “Conjuntos cerrados” y seguridad privada en Cali
seguridad privada que los confinan cada vez más a vivir
en “conjuntos cerrados” (ver la figura 5).19
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época— desencadenó una relectura de las ciudades Esta realidad refleja procesos más amplios relaciona-
como los nuevos centros de acumulación de capital y como dos con los esfuerzos internacionales por garantizar
nodos más flexibles y dinámicos de un nuevo modelo de la seguridad en el Sur global. Se trata de un espacio
gobernanza; como los sitios más indicados para generar caracterizado por una gran segregación socioespacial
intercambios entre lo local y lo global. En este proceso y económica, economías frágiles y una clase media en
de debilitamiento del estado, las ciudades surgieron pánico por la posibilidad de que sus bienes —su único
en políticas y en normas internacionales y nacionales baluarte— puedan ser robados, o de que ellos mismos
como las jurisdicciones ideales en las cuales lograr que puedan resultar heridos o asesinados por alguna confu-
tanto el orden nacional como el orden global se hicieran sión durante un atraco (Santillán y Varea 2014; Winton
más presentes, íntimos, cercanos, inteligentes y econó- 2005). Por esta razón, la delincuencia urbana y la segu-
micamente más competentes y estables (Eslava 2015). ridad se han convertido en razones poderosas para
promover nuevos modelos de gobernanza que combinan
Cali es un lugar privilegiado para apreciar la opera- formas de control social “duras” y formas cada vez más
ción y los límites de esta reorganización del proyecto “blandas” —en el sentido de ser asequibles y, por tanto,
de desarrollo, en particular en cuanto al tema de la experimentales— en las ciudades del Sur global. Como
seguridad.20 En Cali, la llegada de la descentralización siempre, el desarrollo, esta vez a nivel local, justifica que
ha estado enmarcada por múltiples logros, pero tam- la preocupación por la seguridad y la aplicación de estas
bién por un crecimiento económico desigual y por una nuevas políticas públicas sean un asunto apremiante.
población drásticamente fragmentada en términos de
raza, de oportunidades de empleo, de ubicación geo- Hay todo un cuerpo enorme de evidencia sobre esta
gráfica y de gozo de la infraestructura urbana. En este nueva cara de la gobernanza global basada en la cone-
contexto, la pequeña delincuencia, atada a la comisión xión entre la (in)seguridad y el desarrollo, y en la
de delitos menores, ha surgido como una forma de vida importancia de actuar de manera creativa frente a
para jóvenes marginados, lo que la convierte en una de este fenómeno desde la esfera local. Por ejemplo, en
las preocupaciones centrales de la agenda local de desa- el contexto internacional, en el 2011 el Banco Mundial
rrollo. Para la administración de la ciudad, sin embargo, publicó su informe Violencia en la ciudad: comprender
los jóvenes involucrados en este tipo de actividades son y apoyar las respuestas comunitarias ante la violencia
individuos difíciles de manejar, escurridizos, atrapa- urbana, que propone que la violencia urbana debe ata-
dos por la pobreza, su color, su dialecto, el desempleo carse con urgencia combinando estrategias públicas y
crónico, la deserción escolar, el embarazo adolescente, comunitarias de prevención del crimen en programas
las adicciones y, muy a menudo, antecedentes penales de desarrollo.22 Esta preocupación y la necesidad de
desde una edad muy temprana (Cisalva 2017). No obs- acciones locales de desarrollo se han reflejado, en el caso
tante, para regularlos y ayudarlos, Cali —una ciudad de Colombia, en una transformación de todo el aparato
atrapada en un mundo neoliberal, como hemos suge- jurídico penal durante la última década. Esta transfor-
rido— solo cuenta con recursos limitados, o, mejor aún, mación ha estado encaminada a acelerar los procesos
el gobierno local apenas si puede movilizar política- penales y a hacerlos más reactivos a las condiciones
mente una fracción pequeña de su presupuesto para locales, redireccionando al mismo tiempo más recursos
estos asuntos. El resultado es que la administración al tema de la seguridad local (Corporación Excelencia
local no puede hacer mucho por resolver de manera en la Justicia y Embajada Británica 2011). En el 2013, por
sustancial el problema de la delincuencia menor, pero, ejemplo, la “seguridad ciudadana” se convirtió en el
debido a los fuertes reclamos provenientes del discurso foco principal del gasto nacional por primera vez en
de Seguridad y Desarrollo, tampoco puede ignorarlo. la historia del país (Urna de Cristal 2013). Este compro-
Por lo tanto, lo que ha sucedido en los últimos años es miso presupuestal reflejó, a su vez, una expansión del
que el gobierno de la ciudad ha experimentado cons- tema de la “seguridad” dentro del país. En el 2011, la Alta
tantemente con programas limitados financieramente. Consejería Presidencial para la Convivencia y Seguri-
Estos deben respetar el presupuesto local e intentar, al dad Ciudadana señaló este cambio al emitir la Política
mismo tiempo, negociar las realidades complejas de los Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana, que
jóvenes involucrados en delitos; individuos a los que tenía como objetivo alcanzar la paz en el contexto
de modo continuo se los desliza a la red de servicios urbano (Alta Consejería Presidencial para la Conviven-
ofrecidos por la administración pública, la cual sigue cia y Seguridad Ciudadana 2011).
insistiendo en llegar a ellos y controlarlos.21
El giro hacia la ciudad como lugar para lograr la “seguri-
dad ciudadana” en Colombia y en otros lugares ha estado
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acompañado de una transformación adicional muy al derecho —en particular, el imperio de la ley (en inglés,
importante. La “ciudadanía”, en lugar de la “nación”, se rule of law)— y su aplicación han sido modulados por
ha convertido en el centro de la protección guberna- imperativos desarrollistas y su enfoque más flexible
mental. Sin embargo, esta “ciudadanía”, o “sociedad” en hacia la administración social. Este fenómeno puede
el sentido de Foucault, está lejos de ser una entidad abs- ser evidenciado en la inclusión reciente de la “justicia”
tracta. Por el contrario, se concibe fundamentalmente como un bien medible de los Objetivos de Desarrollo
como un colectivo de propietarios, preparados para Sostenible (Naciones Unidas 2015).23
contribuir al desarrollo de sus ciudades, de sus naciones
y del mundo, pero paralizados por los peligros en sus Sin embargo, la posibilidad de que estos nuevos enfoques
calles. Esta lectura de la ciudadanía está mezclada, por de seguridad tengan éxito es muy pequeña. Una razón
supuesto, con imágenes e imaginarios de la clase media son las cifras macroeconómicas de países como Colombia
sobre por qué las ciudades son violentas, quién es vio- y sus ciudades, incluida Cali. En cuanto a pobreza, des-
lento y cómo resolver el drama de la inseguridad urbana empleo y desigualdad, los números no son alentadores.
(Santillán y Varea 2014). Para resolver esta situación, y Según la Cámara de Comercio de Cali (CCC), por ejem-
en particular para responder a las preocupaciones que plo, los datos socioeconómicos de la ciudad mejoraron
experimenta esta ciudadanía urbana, se han introducido rápidamente a comienzos de la década del 2000, pero
nuevas políticas de seguridad, que combinan prácticas entre el 2010 y el 2016, la desigualdad y el desempleo se
punitivas con programas sociales de intervención que incrementaron casi en un 20% (CCC 2017). Entretanto,
aspiran a promover la seguridad y ese desarrollo que siem- Cali continúa siendo, como se mencionó en la intro-
pre ha sido tan elusivo en el Sur (Medan 2014; Raggio y ducción, una de las ciudades más inseguras del planeta,
Sabarots 2012). según los homicidios per cápita; una cifra que The
Economist recientemente convirtió en noticia mundial
Cali, como una de las ciudades más complicadas en tér- (“The World´s Most” 2017). La pobreza, el desempleo, la
minos de violencia urbana, ha estado en el centro de desigualdad y la inseguridad van de la mano. Al enfren-
las iniciativas de Seguridad y Desarrollo promovidas tar esta realidad, la administración local ha continuado
por el Banco Mundial y otras organizaciones interna- experimentando y fortaleciendo sus compromisos con
cionales y el Gobierno colombiano (OEA 2009; CCSPJP la seguridad ciudadana.
2017; Banco Mundial 2011). En junio del 2013, por ejem-
plo, el gobierno local celebró una reunión regional de Siguiendo de cerca la sugerencia del Banco Mundial de
alto nivel, coordinada por el Banco Mundial, en la cual implementar enfoques más flexibles, las nuevas políti-
alcaldes de toda Latinoamérica compartieron sus expe- cas que Cali ha implantado no se organizan en torno a
riencias respecto a programas implementados para la rigidez usual de la ley, sino en ejercicios de integra-
contrarrestar el fenómeno de la inseguridad urbana. El ción flexibles y efectivos en términos financieros. Este
Banco Mundial reportó los resultados de la reunión de enfoque social como estrategia de seguridad ha tenido
la siguiente manera: efectos concretos en la construcción de las relacio-
nes entre el estado y la sociedad. Como veremos en la
Hace 20 años, Cali era uno de los frentes de guerra siguiente sección, ha implicado una lógica económica
más peligrosos del mundo. Un grupo de narcotra- y política contraintuitiva: hacer más gastando menos.
ficantes de esta ciudad se enfrentaba a muerte con Al estado se lo presenta en este contexto como una
sus enemigos de Medellín […] Esta semana Cali entidad capaz de hacer más de lo que siempre ha hecho,
acoge alrededor de 450 invitados de todo el conti- pero con menos recursos. Sin embargo, esta contradic-
nente, que debaten sobre cómo hacer frente a los ción solo se puede resolver si se delega una gran parte
problemas de crimen y violencia que asolaron esta de la función pública a terceros o a las comunidades y
ciudad y que ahora afectan a toda la región, desde los individuos que sus planes buscan beneficiar.
los suburbios de Chicago, hasta las carreteras de Cen-
troamérica […]. Para todos [en la reunión] parece Esta delegación de funciones se hace mediante un sistema
estar claro que el problema de la inseguridad ciu- complejo de incentivos y mecanismos de externalización
dadana tiene muchas aristas y no se puede abordar que toman la forma, por ejemplo, de filantropía social,
únicamente desde el orden público. Es decir, no marcos de corresponsabilidad y, como hemos suge-
se resuelve únicamente con “mano dura”. (Banco rido, la instrucción individual.24 El efecto neto es un
Mundial 2013, n. p.) estado involucrado de manera profunda en la vida de la
ciudad, en particular en aquellos sectores vulnerables.
Como podemos ver, la reunión confirmó que los enfoques
tradicionales de “mano dura” para abordar el crimen se
deberían complementar con estrategias más inteligen- 23 Acerca del imperio de la ley (rule of law) y el desarrollo,
tes; más adaptadas a las necesidades y a los recursos véanse Kennedy (2006) y Trubek (2006).
locales. Este distanciamiento de la “dureza” para abordar 24 Para un análisis sobre la corresponsabilidad público-privada
el crimen y para promover la seguridad habla sobre la en programas de seguridad, y el vínculo entre desarrollo y
ejercicios psicológicos/psicosociales, véanse Akhtar (2015),
manera en la que los discursos internacionales en torno Haapasalo (2000), Siennick (2011) y Tufró (2010).
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Sin embargo, este involucramiento proviene de fun- en particular las actividades criminales que involucran
cionarios locales o de actores comunitarios, que sirven a la juventud, propuso un enfoque basado en la com-
(en muchas ocasiones sin la experiencia o la forma- binación de la modernización de la policía local con la
ción necesaria) como puente para prestar servicios o inclusión social, económica y afectiva de esta población,
proporcionan ellos mismos cuidado emocional. Pero, a través de actores comunitarios y privados. Este enfo-
independientemente del rol crítico que ellos desem- que hacia la seguridad local fue descrito bajo la idea de
peñan, los servicios que estos actores pueden ofrecer “Propuestas para una Cali Segura, Pacífica y Reconci-
a sus “clientes” no pueden resolver de raíz las causas liada” (Armitage 2016, 23-26).
de los problemas que ellos enfrentan. Para los jóvenes
que se encuentran en el centro de estos programas, Siguiendo el giro hacia la Seguridad y el Desarrollo,
el estado termina siempre estando allí, en su vida, en Armitage generó una serie de programas durante sus
sus vecindarios y hogares, pero con una presencia tres años de gobierno que combinaban las preocupa-
siempre marcada por un espíritu de experimentación ciones clásicas relacionadas con empleo, recreación,
y, lo más importante, por restricciones financieras. educación y cuidado con ejercicios condicionales y
Las frustraciones, los “proyectos de vida” a medias y el pedagógicos orientados a generar lo que se llamó la
atrincheramiento en modos de vida desafiantes son las “reintegración socio-productiva” de los delincuentes
respuestas de estos jóvenes a un estado que promete menores (Armitage 2016, 24). El objetivo era, en el len-
más con menos. guaje de su plan de gobierno:
¿Seguridad y desarrollo? Una historia sobre pequeños delitos, un pequeño estado y sus pequeñas leyes | Luis Eslava · Lina Buchely
50 DOSSIER
que permite a los jóvenes “tener un nuevo horizonte Sin embargo, las oportunidades de educación, deporte
de vida”. De esta manera, “es un proyecto para poner y trabajo no son el único medio para encaminar a los
en marcha la restitución de derechos que involucra jóvenes hacia un nuevo estilo de vida. Como deja claro
atención psicosocial y en salud, vinculación al sistema la descripción anterior, estos mecanismos para incluir
educativo formal, oferta laboral, educación para el a los jóvenes en la dinámica oficial de la ciudad siempre
trabajo, ciudadanía y una variada oferta cultural y están acompañados de un apoyo psicosocial. Este apoyo
deportiva” (Cisalva 2016, 1). toma la forma de talleres dictados por profesionales
(psicólogos y consejeros) vinculados con el Programa
Con este objetivo como marco general, lo que hacen cada y que usan, por ejemplo, trabajo artesanal para ayudar
educador y cada enlace diariamente es trabajar de cerca a los jóvenes a resolver sus brechas emocionales, en
con un grupo de entre diez y veinticinco jóvenes del particular como resultado de la carencia de modelos
área donde están ubicados, supervisando su desarrollo positivos, de apoyo familiar o de soporte por pares.
individual y colectivo y ayudándolos al mismo tiempo Al mismo tiempo, un enfoque psicosocial apuntala de
a acceder a las oportunidades de educación, deporte manera más general las acciones de todos los actores
y empleo ofrecidas por el Programa. Los educadores y que prestan servicios a los jóvenes, buscando su recons-
enlaces también tratan de garantizar que los jóvenes trucción de adentro hacia afuera.
bajo su supervisión estén inscritos en el sistema público
de salud y que sus documentos oficiales estén en regla; Esta combinación en el Programa de servicios condi-
por ejemplo, que tengan una tarjeta de identificación o cionales con un enfoque psicosocial es personificada
cédula de ciudadanía, que en Colombia se requiere para por el capitán Gómez, el comandante de policía res-
todo tipo de transacciones, incluido solicitar un empleo. ponsable del esquema antipandillas y, por tanto, de
violencia juvenil en la ciudad. Gómez coordina Jóvenes
Las opciones educativas ofrecidas a través del Programa sin Fronteras del lado de la Policía Metropolitana. Como
están orientadas a ayudar a los jóvenes a terminar su coordinador, está encargado de asignar, por medio
formación primaria y secundaria, y, luego, acceder a de los educadores y enlaces, y tras discusiones en un
capacitación técnica. Las alternativas deportivas están comité interdepartamental de seguridad dirigido por
enfocadas en ayudar a aquellos con talento a ingresar a la alcaldía, los empleos creados por la administración
uno de los centros de entrenamiento deportivo profe- local para el Programa. Esta faceta del rol de Gómez
sional manejados por la administración local. En cuanto como administrador de estos trabajos condicionales
a oportunidades de empleo, el Programa trabaja de y todo lo relacionado con asignar, no asignar o retirar
manera un poco diferente. Bajo el control directo de la estos empleos —dependiendo del comportamiento
alcaldía, la ciudad creó 1.500 empleos exclusivamente de los jóvenes— está vinculada con su personalidad y
dedicados a este y otros programas relacionados con forma de aproximarse a los jóvenes y sus comunida-
seguridad. Para acceder a uno de estos empleos, los jóve- des. Al entrevistarlo y acompañar en salidas de campo
nes deben completar una capacitación básica y luego a él y a algunos oficiales de policía bajo su mando, nos
concursar por una vacante.27 Hasta ahora, estos trabajos quedó claro cómo este hombre, comprometido y caris-
han sido principalmente manuales (por ejemplo, trabajar mático, conocía los pormenores de la ciudad e irradiaba
en proyectos de reciclaje o de manejo de residuos sólidos, admiración y compasión; así, invitaba a los jóvenes a
o erradicar especies invasivas como caracoles africanos cambiar sus patrones de vida. En respuesta, los jóvenes
y hormigas cortadoras); o de organización de las filas en de los vecindarios de clase obrera en Cali lo admiraban
las estaciones del sistema público de transporte de la y confiaban en él, y muchos lo llamaban “papá”. Gómez,
ciudad (conocido como MIO). Como compensación, los en este sentido, es un modelo de vigilancia comunita-
jóvenes reciben un salario aproximado de 250 dólares al ria: recursivo, cercano a la población, conocedor de las
mes. Ofrecer trabajos reales como parte del Programa luchas de la gente y siempre preparado para crear cami-
responde a un consenso emergente dentro de la admi- nos, a fin de que las comunidades vivan dentro de los
nistración local sobre las limitaciones de solo ofrecerles límites de la ley, independientemente de las adversida-
a los jóvenes “instrucciones” abstractas sobre cómo des que abundan en su diario vivir y en sus territorios.
reconstruir sus vidas, así como a un mensaje claro que Esta combinación de factores y sentimientos marca
los mismos jóvenes le han transmitido a la administra- todas las interacciones que ocurren bajo el Programa.
ción: “lo que necesitamos es trabajo”. 28
En el contexto descrito, los oficiales de policía, los edu-
cadores, los enlaces y los jóvenes bajo su supervisión
alcanzan tal grado de cercanía dentro de los espacios
creados por Jóvenes sin Fronteras que sus interac-
27 El grupo al que Jóvenes sin Fronteras quiere alcanzar son ciones y conversaciones fácilmente trascienden los
jóvenes entre 12 y 28 años de edad. Cuando los beneficiarios objetivos principales del programa, tocando muchos
tienen menos de 16 años, la administración local permite
que un miembro de su familia tome las opciones de empleo otros aspectos de sus vidas. Por ejemplo, todo el mundo
ofrecidas a través del Programa. sabe quién está involucrado en delitos menores; quién
28 Beneficiario del programa 1, 30/05/2017.
consume drogas, cuáles, cuándo y dónde; qué hacen los
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jóvenes en las tardes o los fines de semana; cuál es la his- comparación con épocas anteriores, los recursos a su
toria familiar de estos jóvenes (a menudo, una historia disposición son todavía muy exiguos y a corto plazo, en
de violencia intensa); quién no ha comido ese día; quién relación con los problemas que deben resolver.
está enamorado de quién; quién tiene un problema de
salud mental; quién está embarazada, ha estado emba- En una de nuestras entrevistas con un enlace, diez de
razada, o quién ha embarazado a alguien; quién tiene los jóvenes bajo su supervisión y tres oficiales de poli-
una sentencia de muerte sobre su cabeza; cuáles son los cía que monitoreaban su trabajo, por ejemplo, se hizo
sueños de cada joven; y lo que deben hacer o decir los evidente el grado casi increíble de intimidad y apoyo
jóvenes para obtener cosas (un almuerzo para compar- transversal tanto dentro del grupo como entre ellos,
tir o una de esas oportunidades de educación, deporte o el enlace y los oficiales de policía. También era claro el
trabajo ofrecidas por la administración local). respeto que el grupo tenía por “su” enlace, su relación
libre de confrontación, e incluso amigable, con los oficia-
Dentro de este entorno íntimo, y mediante el proceso les de policía, y la manera en la que se regocijaban ante
de combinar intercambios condicionales con educación la posibilidad de asegurar un trabajo o de aprovechar
afectiva, el estado se expande y termina cubriendo, alguna de las oportunidades educativas o deportivas
incluso saturando, la vida de los jóvenes.29 De acuerdo a las que ahora tenían acceso. Todo esto era un logro
con la alcaldía y sus funcionarios, esta expansión —este notable, si se tiene en cuenta que este enlace y su grupo
ingreso del estado a la vida de los jóvenes— es un efecto estaban ubicados y habían crecido en uno de los barrios
positivo del Programa, que se evidencia en la reducción más violentos de Cali. Estos logros los pudimos apreciar
de delitos cometidos por quienes están vinculados a durante una entrevista en la sala de la casa del enlace:
este. Como lo constataron funcionarios de la alcaldía, una construcción humilde, de piso destapado y paredes
Jóvenes sin Fronteras muestra que trabajar con grupos sin revoque y casi nada de muebles, excepto unas sillas
pequeños de jóvenes y enfocarse en cambiar su dinámica de plástico, pero que servía todos los días como el lugar
colectiva y el sentido de sí mismos tienen un evidente de reunión y esparcimiento de los jóvenes. El enlace y
impacto positivo. Según uno de los administradores del el grupo, sin embargo, habían tenido ese día problemas
Programa, este enfoque “cara a cara”, acompañado de un para conseguir algo para el almuerzo. Esto se resolvió
componente psicosocial fuerte, permite a la administra- cuando los oficiales de policía presentes decidieron
ción comunicar otros patrones éticos a los jóvenes.30 comprar un pollo asado para que todos compartieran.
El enlace completó el almuerzo cocinando algo de arroz
Jóvenes sin Fronteras habla claramente del sincretismo que había conseguido como donación, unas semanas
entre los servicios condicionales y los enfoques psicoso- antes, de una organización no gubernamental.
ciales que empezamos a analizar en las secciones previas.
El Programa opera por medio de una pluralidad de actores Durante nuestra conversación con este grupo, poco a poco
que prestan servicios y entregan provisiones a cambio de también se aclaró que, aunque pueden acceder a alguno de
que los jóvenes se alejen de actividades criminales, todo los 1.500 trabajos que la administración local había creado
acompañado de intervenciones constantes a nivel afec- para los programas de seguridad, todos estos son cargos
tivo. Como acabamos de mostrar, esta última estrategia a corto plazo, insuficientes para cumplir con la demanda
es reforzada por la estrecha proximidad y el rol positivo existente, además de que cada oportunidad es muy limi-
que asumen los enlaces, educadores y demás personas tada. Como se mencionó, los trabajos consisten en labores
involucradas. Estos actores son concebidos y se presentan manuales de algún tipo o en ayudar en el funcionamiento
ellos mismos como modelos para los jóvenes, ofreciendo del sistema de transporte público de la ciudad.31 Muchos
con esto una narrativa conjunta sobre los beneficios de jóvenes involucrados en el Programa no pueden acceder
asumir un nuevo futuro a partir de las emociones perso- a estos trabajos o renuncian a ellos rápidamente, debido a
nales y aprovechando los servicios de educación, trabajo adicciones o problemas de comportamiento, y lo mismo
y deporte que provee la administración local. ocurre con las opciones educativas y deportivas. Por
último, aprendimos en nuestra conversación con el grupo
Con intenciones holísticas y con un alcance discursivo que, si bien el Programa es muy ambicioso y mucho mejor
muy amplio, esta mezcla de servicios condicionales y articulado con otros programas locales, en comparación
enfoque psicosocial funciona, sin embargo, dentro de con iniciativas previas —y que en efecto ha alcanzado a
un contexto determinado profundamente por restric- jóvenes delincuentes y a aquellos que se encuentran en
ciones financieras. Las diferentes personas que trabajan riesgo de caer en la criminalidad en sus propios barrios—,
para el Programa lo hacen, al mismo tiempo, mediante lo que ofrece no necesariamente se corresponde con las
acuerdos laborales interadministrativos, a menudo necesidades complejas de los jóvenes. Por ejemplo, no
temporales y bastante tenues. Y aun cuando operan cubre de un modo directo la salud sexual y reproductiva
bajo asignaciones presupuestales más generosas, en o la educación sobre estos temas, ni los servicios de salud
mental, ni el acceso al sistema oficial de transporte ni, lo
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que es más importante, cuestiones básicas como comidas están. El resultado son jóvenes familiarizados con el
diarias y vivienda. Este último problema en particular, la lenguaje de estos programas y las aspiraciones ofreci-
falta de vivienda, era tan serio que el enlace a quien entre- das por estos, pero que se atrincheran en lo que ya está
vistamos había recibido en su propia casa a uno de los disponible para ellos. Pensemos, por ejemplo, en una
jóvenes bajo su supervisión, con el fin de protegerlo de la estética mafiosa y modales desafiantes que se mate-
violencia que vivía en las calles y en la casa de su familia. rializan, como lo observamos en nuestras entrevistas,
en orejas con varias perforaciones, piezas grandes de
Por tanto, Jóvenes sin Fronteras incorpora varias joyería, cejas decoloradas o cabello teñido de colores
características del giro hacia prácticas punitivas neode- vivos; este último como signo de que todavía están “en
sarrollistas que han acompañado las discusiones sobre la guerra”, es decir, participan en la violencia entre
Seguridad y Desarrollo. El Programa funciona mediante pandillas. Estas elecciones en cuanto a moda, y esta
combinaciones administrativas y obligaciones legales atención excesiva al cuerpo y a “la percha” —es decir,
flexibles que tienen la capacidad de ampliar el alcance del a su vestimenta—, ofrecen a estos jóvenes, al igual que
estado y, por tanto, dar la sensación de omnipresencia. en muchas subculturas juveniles contemporáneas, un
No obstante, este proceso ha implicado el desplaza- grado de control sobre sí mismos y una conexión con
miento de la lucha contra el crimen desde los tribunales sus pares y con la ciudad que las narrativas oficiales
y oficinas públicas hacia los espacios mismos en los que y otros objetivos definidos de manera más formal
viven los delincuentes, y hacia los mismos delincuentes o no pueden lograr (Sweetman 2001). Por tanto, estos
potenciales delincuentes y las personas que trabajan con jóvenes son individuos que, si bien están “incluidos”
ellos. Este reordenamiento sutil pero significativo del dentro del circuito de discursos oficiales, siguen exis-
mapa de seguridad ha traído la dispersión del estado y tiendo en un espacio liminar entre las promesas de lo
sus intereses y lógicas a todo el cuerpo social. Sin embar- que “debería” resultar de su inclusión y la violencia que
go, también ha generado un tipo particular de saturación continúa marcando su vida. Ellos son construcciones
de estos espacios y de la vida de las personas, en el cual la endebles caracterizadas por una pequeñez, que hablan
esencia del estado y sus leyes, así como las formaciones de un estado precario, con leyes intrascendentes, que
subjetivas que provienen de él, están marcadas por altas promete, pero no cumple. Individuos que siguen siendo
expectativas que se ven frustradas por los límites mate- vulnerables; personas cuyo abandono ahora se maneja
riales que han venido a caracterizar el Sur global. mediante una matriz bien intencionada, pero nunca
suficiente, de servicios y discursos relacionados con la
La dimensión psicosocial de este y otros Programas “seguridad” y el “desarrollo” de la ciudad.
profundiza estos problemas. Jóvenes sin Fronteras
aspira a crear “buenas personas” que conozcan el valor
de estudiar para un día ser ciudadanos bien instruidos, La problemática de las periferias:
que practican deportes para generar autoestima y hacia una conclusión
orgullo colectivo, y que adoptan la disciplina del trabajo
para garantizarse una estabilidad económica. El poder La precariedad característica de los jóvenes que
seductor de esta visión hace que este y programas simi- acabamos de describir también la comparten los edu-
lares sean vehículos ideales para promover el estado y cadores y los enlaces que trabajan para el Programa,
sus ideas de seguridad en espacios urbanos violentos. los cuales tienden a ser empleados, como ya lo dijimos,
El problema es que su alcance, en términos de lo que en a través de contratos temporales e inestables con la
realidad cubren, es limitado. Estos programas tienden ciudad y sus socios. Estos contratos de prestación de
a enfocarse más en diseminar la idea de que los jóve- servicios implican una relación laboral que empieza
nes deben desarrollar “proyectos de vida” con el fin de y termina dentro de un periodo de tiempo definido y
tener éxito, que en prestar los servicios necesarios para que no involucra ningún otro costo para la adminis-
cumplir esta promesa; por ejemplo, en cuanto a ofrecer tración local, excepto aquellos establecidos de manera
oportunidades de empleo estables, vivienda adecuada o explícita. Sin embargo, este no es el único aspecto de
una redistribución radical del poder y la riqueza. su relación con la ciudad y el estado que hace que su
situación sea precaria. Como representantes de la
Esta combinación de factores reproduce jóvenes que administración de la ciudad y del estado, y como tes-
a menudo se encuentran cada vez más frustrados, en tigos directos de las limitaciones del Programa que
espera de su turno para recibir el apoyo que necesitan, ayudan a implementar, los educadores y enlaces tam-
a fin de materializar los beneficios de vivir dentro de bién sufren continuamente, junto con los jóvenes que
los límites de lo oficial. La idea de “proyectos de vida” se encuentran bajo su supervisión.
es seductora y, como confirmamos durante nuestras
entrevistas, las personas la adoptan y se aferran a Durante nuestras observaciones y entrevistas, a menudo
ella. Sin embargo, los “proyectos de vida” generan una vimos a los enlaces y educadores, así como a los funciona-
“proyección” del yo que es difícil de lograr. Operan, rios y actores privados involucrados en la implementación
por tanto, como objetivos en movimiento: cuanto más de programas similares, romper en llanto cuando des-
los individuos se comprometen con ellos, más frustrados cribían la brecha entre las necesidades de los jóvenes y
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lo que el estado promete —pero no cumple—.32 En este embargo, de acuerdo con el análisis que acá presenta-
acto de llorar, y en sus relaciones laborales difusas con mos, incluso cuando el estado se hace presente en el
la administración local y el estado en general, los educa- Sur, incluso si se expande y llega a saturar la vida de sus
dores y enlaces evidencian aún más ese tipo particular individuos y territorios con la mejor de las intenciones,
de pequeñez —de insignificancia y marginalidad— que termina siendo una realidad frágil y de bajo calibre.
se ha convertido en una característica de ese mundo
desatado en Cali por el discurso de Seguridad y Desa- Nuestro análisis cuestiona, así, los supuestos weberianos
rrollo. Sus lágrimas y su precariedad laboral, al igual que sobre el estado, concebido como una estructura sólida y
los peinados, las joyas y otros artículos de moda de los racional, organizado de acuerdo a una lógica universal
jóvenes con los que ellos trabajan, también denuncian clara, comprensiva e infalible. En el contexto de opera-
un mundo en el que el estado, sus leyes y sus individuos ción del discurso de Seguridad y Desarrollo en Cali hoy en
no se pueden definir mediante la lógica de la modernidad día, sin embargo, el estado busca a jóvenes vulnerables y
europea, la rigidez gubernamental, ni una racionalidad sin a delincuentes menores con el fin de incluirlos; pero, una
emociones. Lo que tenemos en su lugar, en este escena- vez “incluidos”, sus expectativas y necesidades siguen
rio del Sur global, es un mundo en el cual el estado, sus sin ser escuchadas, o, lo que es peor, se descubre que es
leyes y sus individuos son definidos por formas parciales imposible satisfacerlas. En respuesta, estos pequeños
de abandono, vestimentas o accesorios desafiantes, y delincuentes y quienes se encuentran en riesgo de caer en
lágrimas que corren por los rostros de los burócratas. Es redes criminales se atrincheran en maniobras afectivas
importante resaltar que esta “fragilidad” que podemos vinculadas con el consumo y con narrativas criminales
ver aquí acompañando al estado no es una anomalía y que ya están a su disposición. Se aferran a esa individuali-
no es externa al estado mismo, como el Banco Mundial, dad que, como la aproximación psicosocial ha confirmado,
por ejemplo, sugiere en el Informe sobre el Desarrollo es su espacio vital; quizás lo único que tienen. Destruidos
Mundial de 2011 que discutimos en la introducción. Por emocionalmente por las realidades de los jóvenes con
el contrario, esta fragilidad, intrascendencia o peque- los que trabajan, empleados de manera precaria por ins-
ñez —como la llamamos aquí— forma parte de la esencia tituciones públicas y privadas, y siempre bajo la escasez
misma del estado en el Sur global: una unidad que se ha de recursos para implementar los programas a su cargo,
ajustado estructuralmente de una manera en la cual las los representantes directos del estado que acompañan a
soluciones de segunda categoría se han convertido en su estos jóvenes lloran de desesperación como respuesta
esencia y ethos operativo. a un conjunto de realidades estructurales que no pueden
desafiar ni cambiar. En todos estos actos, los jóvenes,
Nuestra lectura de Jóvenes sin Fronteras y, en general, los educadores y los enlaces encarnan un estado que se
del discurso de Seguridad y Desarrollo contradice, así, expande y satura, pero que sigue siendo frágil.
las teorías tradicionales eurocéntricas sobre la forma-
ción y el funcionamiento del estado. De acuerdo con Este regreso a los afectos y las emociones individuales
estas teorías, los estados deben tener ciertas caracterís- es importante, si tenemos en cuenta el tipo de servicios
ticas, con el fin de confirmar su existencia y presencia en prestados por los programas de Seguridad y Desarro-
todo su territorio y entre la población; deben controlar llo. Estos servicios siempre tienen un elemento —a
la violencia, centralizar los aparatos gubernamentales, menudo fundamental— enfocado en apoyo y servicios
prestar servicios y construir estructuras institucio- emocionales: es importante escuchar, entender, amar y
nales y humanas duraderas (Weber 1978; Tilly 1990). apoyar la visualización de los jóvenes de sus “proyectos
Estos, en efecto, son objetivos presentes en las agendas de vida” para superar la inseguridad en la ciudad y pro-
internacionales dirigidas al Sur global, las cuales son mover el desarrollo. De esta manera, la racionalidad de
adoptadas constantemente por sus gobiernos. Tanto la acción pública se orienta hacia cuestiones afectivas,
es así que el Programa de las Naciones Unidas para el sin prestar suficiente atención a procesos sociales más
Desarrollo (PNUD) ideó un nombre para la aspiración de amplios. En esta coyuntura, como Parker ha argumen-
lograr que el estado esté constante y uniformemente tado, la cuestión de “la superación personal toma el
presente en todo su territorio y población: la búsqueda lugar de la transformación social, y la psicologización
de “densidad estatal” (PNUD 2005 y 2009). De acuerdo de la vida social [...] termina alentando a las personas a
con el PNUD, este concepto puede ayudar a quienes for- pensar que el único cambio que pueden realizar es en su
mulan políticas nacionales e internacionales a definir si forma de vestir y presentarse ante los demás” (2007, 2).
los “estados” están o no presentes en toda su geografía
y sus sociedades, y si los gobiernos están haciendo un Por estas razones, el estado que nace en este contexto
buen trabajo o no al respecto. La suposición normativa no es una entidad racional, interesada únicamente en
que apuntala esta iniciativa y otras similares es que, a resolver problemas y conseguir logros. Por el con-
mayor presencia del estado, este tiene mayor legitimi- trario, es una caja de resonancia afectiva, la cual es
dad y fomenta más la “seguridad” y el “desarrollo”. Sin restringida por la lógica del mercado, y, por lo tanto,
es incapaz de asegurar formas de afiliación política a
largo plazo (Chatterjee 2004). La banalización de la
32 Diario de campo, 18/05/2017.
política que ocurre en este contexto omite la densidad
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