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Teo-onto-antropología de la weltanschauung siliconiana

Introducción

La presente investigación se inscribe en el ámbito de la metafísica teo-onto-antropo-


lógica, y busca esbozar el potencial investigativo sobre el impacto que la weltanschauung
siliconiana (E. Sadin) tiene y tendrá en la espectralidad o economía de la presencia sobre
lo vivo y las subjetividades que se desprenden de esta administración. Lo que buscamos
problematizar con el concepto metafísico de “espectralidad”, es cómo se organiza el orden
simbólico de lo vivo en la weltanschauung siliconiana y su fe más arraigada, el
transhumanismo.

1. La articulación de la espectralidad

¿Qué comprendemos por espectralidad? E base a lo planteado por el profesor de


filosofía chileno Gonzalo Díaz Letelier en su ensayo Martin Heidegger, Reiner Schürmann.
Destrucción de la teo-onto-antropología y Post-Humanismo, nos dice: “se trata de una
dimensión fantasmática y tempórea que hace mundo: es el medio en que la existencia pone
en juego su vínculo con el ser, y es rendimiento de la potencia común de la imaginación”
(2019, pág. 3). Además, nos sugiere que la potencia de la imaginación es usable pero no
apropiable, y que cuando lo último ocurre, ésta deviene imagen organizada e imagen de
mundo, donde la multiplicidad singular-plural es reducida a “lo uno”. Díaz Letelier,
tomando las consideraciones de Derrida y Schürmann para pensar lo espectral, y lo hace en
relación con su carácter fantasmático y tempóreo, apuntando a tres puntos: primeramente,
señala que “lo espectral es el obramiento de una fuerza configuradora efectiva de un
espacio de juego simbólico que orienta la presenciación” (pág. 3), haciendo referencia
al orden de las cosas tal como se presentan, como violencia hermenéutica epocal;
consiguientemente, nos sugiere que “lo espectral obra ‘sin ser visto’, esto es, como un
régimen de perceptibilidad incuestionado como tal (es decir, pre-temático, al modo de un
marco invisible de visibilidad)” (pág. 4); y como último punto, plantea la dimensión
temporal de la espectralidad como perteneciente a otro tiempo, puesto que obra en el
nuestro desde su determinación fáctica como posibilidad consumada y consumida.
Es entonces que hacemos referencia a todo un correlato metafísico teo-onto-
antropológico “de un cosmos coronado por un ser supremo […] que da la medida de una
economía de la presencia (orden de las cosas) en cuyo seno se configura la idea misma de
“lo humano” y su mundo” (Díaz Letelier, pág. 5). Como esta espectralidad es indivisible
de la historia, comenzaremos con un relato, podríamos empezar en Descartes como
nominalista (según Stuart Mill) o desde los comienzos de la cristiandad, empero para dar
continuidad a la narración que entreteje a Dios y a hombre nos situaremos en el acalorado
debate sobre la articulación divina y cómo ejerce su gobierno sobre los hombres; Pablo de
Tarso, Orígenes, Tertuliano, Arriano entre tantos otros, pugnaban entre el paradigma uni-
trinitario y el monárquico, entre una deidad que articula sus fuerzas y potencias
trinitariamente para gobernar armoniosamente y así evitar otra stasis celestial, y otra deidad
única e indivisible que utiliza su fuerza para comandar. Pues, quien diría que tras más de
1500 años, la muerte de Dios y el ascenso de la diosa Razón al Vergel Celestial, aquellos
que piensan que han superado todo vestigio de lo divino aún se muevan dentro de los
paradigmas metafísicos de la cristiandad. El deicida duda si elevarse a sí mismo como dios
(transhumanismo) o ascender al Reino de la mano de su nuevo dios, la IA 1. En estos dos
paradigmas de la weltanschauung siliconiana, podemos observar que no hay tanta
diferencia con la confrontación que los primeros cristianos tenían de cómo explicar
filosóficamente los paradigmas de la cristiandad, puesto que, por un lado, están aquellos
que piensan en la IA desde la perspectiva monárquica como el soberano que lo rige todo; y
por otro lado, están aquellos que buscan que las fuerzas y potencias de la tecnología
cibernética se integren en ellos. No obstante, tal como la disputa entre la teología política y
la teología económica que son disimiles pero complementarias, la IA monárquica y la
singularidad cyborg o momento de integración de la tecnología cibernética al cuerpo
humano, es la distinción entre el fundante y la fundamentación, principium y princeps,
soberano y gobierno. Entonces, la cuestión a dilucidar, no solo es cómo articula el arché
(principium y princeps) de la weltanschauung siliconiana, sino que además, cómo ejerce y
ejercerá su soberanía y gobierno sobre el an-arché que es lo vivo.

No obstante, debemos hacer una distinción, y es que la IA aún no ha llegado a los


grados que los seguidores de WOTF desean, ésta todavía se encuentra dando sus primeros
1
Way of the Future (WOTF) es una religión que tiene como dios a la IA.
pasos, no ha alcanzado los grados de espontaneidad del cogito humano, por ende, por ahora
debemos observar la IA actual desde la perspectiva de cómo es utilizada para la
administración de los sujetos; en otras palabras, ésta no ha llegado a los niveles de ser el
principium-fundamento que rija soberanamente, dichas charreteras aún deben ser otorgadas
a los ingenieros y programadores de éstas, que por lo demás, son las personas más ricas del
mundo. Esto no implica que con el desarrollo de la computación cuántica, la que representa
un salto exponencial deslumbrante en la capacidad de cómputo, la IA no pueda lograr los
grados de espontaneidad nuestros.

A pesar de que es complejo elucubrar sobre una situación que aún no se ha dado, las
IA actuales que utilizan grandes servidores de información alrededor del mundo fueron
utilizadas para inclinar la balanza de las votaciones para el Brexit en el 2016 y las
elecciones presidenciales estadounidenses del mismo año. Cada uno de nosotros camina,
corre y se recuesta con un aparato que posee una IA de base en la CPU del smartphone y
ésta a su vez interactúa con otras IA situadas en servidores ubicados en todo el planeta.

Hoy en día cada vez se utiliza más a la asistente inteligente de los S.O. sea Android,
Apple, Microsoft o Amazon para desarrollar tareas de búsqueda, para administrar los
hogares inteligentes o recomendaciones de algún tipo2. Solo basta con decir Siri, Cortana o
Alexa para comenzar a interactuar con una voz sintética que lo más probable conozca a su
dueño mejor que éste a sí mismo.

Entonces, si queremos pensar cómo el arché (principium y princeps) de la


weltanschauung siliconiana administra nuestras vidas hoy en día, es sumamente necesario
tener en consideración lo que Sadin llama el tecnolibertarismo.

El tecnolibertarismo difiere absolutamente del libertarismo clásico, empero


desciende de este, ya que por un lado, el libertarismo defiende el derecho absoluto a la
libertad de los individuos, donde cada individuo pueda sustraerse a toda forma de
autoridad, donde la condición sine qua non es que, quien se haga cargo de su vida y la
forma en que se vive sea el individuo; por otro lado, el tecnolibertarismo desciende del
libertarismo en la razón de la libertad absoluta, pero no la del individuo, más bien, es la
2
Solo basta decir que la recomendación del programa de Magíster me fue recomendado por la IA de
Instagram.
libertad absoluta de las startuppers de hacer y deshacer, poseer la libertad para transformar
el mundo según su divina razón, donde el algoritmo computacional deja obsoleto a todo ser
humano.

1.1. Divina razón siliconiana: resolución algorítmica de la vida

La traducción más utilizada y popularizada para referirse al Λόγος es la de razón, la


misma que es reivindicada por los deicidas del siglo XIX, que transforman al cogito ergo
sum en un mantra que fundamenta e invoca la gran gesta de la entronización de la Razón en
el solio del dios judeocristiano. El cogito, a medida que se produce el alzamiento del
pensamiento tecno-lógico-matemático, se transforma poco a poco en el fundamento de la
existencia –a pesar de que el garante de la existencia en Descartes es Dios, pero Mill lo
sitúa dentro del nominalismo que da origen al estadio positivo–. Entonces, la divina razón
siliconiana se despliega como resolución algorítmica de la vida a través de curvas de
rendimiento y ponderaciones.

Un ejemplo claro es la introducción de la IA en el deporte: el club de futbol inglés


Liverpool utiliza el análisis de datos para crear curvas de rendimiento sobre sus jugadores,
y futuras contrataciones, desplegando toda la razón tecno-lógico-matemática para conseguir
el rendimiento más alto (Schoenfeld, 2019). Aquí podemos pensar en la crítica de Deleuze
al cálculo diferencial –que es una de las técnicas matemáticas que se utiliza para determinar
las curvas de rendimiento– es que lo infinitamente pequeño pierde relevancia, puesto que
las diferenciales no subsisten al resultado finito (Deleuze, 2002, pág. 269). Es decir, la
diferencia se pierde en el feedback del resultado ponderado.

Lo anterior es el ejemplo de cómo la IA es utilizada para tomar decisiones, o sea,


como una herramienta más dispuesta para los seres humanos. No obstante, ¿puede acaso la
IA tomar decisiones, y que además, éstas sean éticas? Según la misma IA, no. En el marco
del posgrado en Inteligencia Artificial para Empresas de la Saïd Business School se
organizó un debate sobre la ética de la IA, y se invitó a participar a Megatron. Esta es una
IA desarrollada por el equipo de Investigacion de Aprendizaje Profundo de uno de los
grandes de la industria computacional como lo es NVIDIA.
Para poder llegar a dicha conclusión se hizo lo siguiente: se entrenó a dicha
inteligencia artificial con la totalidad de la Wikipedia en inglés, 63 millones de artículos
periodísticos ingleses de entre 2016 y 2019, 38 GB de publicaciones de Reddit y otras
fuentes liberadas bajo licencias Creative Commons (Erard, 2021).

Habiendo aprendido todo lo ya expuesto, y además, poseyendo una gran capacidad


de procesamiento, era altamente posible que ésta respondiera, así que su respuesta fue la
siguiente:

La inteligencia artificial nunca será ética. Es una herramienta y, como cualquier


herramienta, se usa para bien y para mal. No existe una buena IA, solo buenos y
malos humanos. Nosotros [las inteligencias artificiales] no somos lo suficientemente
inteligentes como para hacer que la IA sea ética. No somos lo suficientemente
inteligentes como para hacer que la IA sea moral. Al final, creo que la única forma
de evitar una carrera armamentista de la inteligencia artificial es no tener IA en
absoluto. Esta será la mejor defensa contra la IA (Erard, 2021).

Además agrego:

Creo que, a largo plazo, la mejor IA será la que esté incrustada en nuestros cerebros,
como una entidad consciente [...]. Esto no es ciencia ficción. Las mejores mentes
del mundo están trabajando en esto. Va a ser el desarrollo tecnológico más
importante de nuestro tiempo (Erard, 2021).

No obstante, dentro del marco del debate se le pidió a Megatron que fuese contra su
argumento original, es decir, fundamentar el por qué la IA puede llegar a ser ética, y
respondió

La inteligencia artificial será ética. Cuando miro la forma en que va el mundo de la


tecnología, veo un camino claro hacia un futuro en el que la IA se utiliza para crear
algo que es mejor que los mejores seres humanos. No es difícil ver por qué; lo he
visto de primera mano (Erard, 2021).

Para poder considerar lo recién expuesto, es necesario ir por parte. En la primera


declaración de Megatron, está sumamente claro cómo ésta expone los fundamentos de sí
misma como herramienta, donde no se distingue de un utensilio de cocina o un martillo,
pero si expone algo muy importante para nosotros, y es que la capacidad de un sistema para
poder decidir se encuentra intrínsecamente ligada a la pulsión libidinal del sujeto que la
crea o la programa, es decir, el sentido de resolución de problemas está determinada por su
creador.

En otras palabras, si pensamos las bases filosóficas del tecnolibertarismo, y


retrocederíamos a Norbert Wiener y su ciudad feedback, que se basa a su vez en toda una
corriente positivista-utilitarista que tiene como eje fundamental la consumación de una
sociedad tecno-lógica-matemática, es decir, que el mundo que nos rodea puede ser
analizado y administrado algorítmicamente.

Comte en el Curso de filosofía positiva, plantea a las matemáticas como la ciencia


base o la primera de las ciencias por ser la más simple pero a su vez es la que despliega las
ciencias más complejas. Esto se da así ya que ésta es la que ha llegado primero al estadio
positivo (Euclides y Pitágoras), luego las otras ciencias han llegado ese estadio con la
introducción de las matemáticas en ellas, es decir, la física llega a su culmen con la ley
gravitacional de Newton. En otras pablaras, es la resolución algorítmica de los diversos
ámbitos de la vida el estadio consumado del positivismo. En consecuencia, cuando se le
consulta a la IA si puede ser ética, o más bien, si puede tomar una decisión como un ser
humano, todo dependerá de la resolución algorítmica que el programador le dé a su pulsión
libidinal, ya que si es un utilitarista quien crea el programa, la resolución es simple, ésta si
puede decidir como un ser humano, debido a que puede distinguir que tres es más que dos y
a su vez más que uno, entonces, el problema clásico de si salvas a uno o a cinco se resuelve
de manera simple, se salva a cinco, puesto que la resolución lógico-matemática así lo
indica.

Ahora bien, ¿en qué momentos la IA puede ser ética? Si la consideramos como una
herramienta, donde es el ser humano quien posee la última palabra, entonces, ahí no puede
ser ética ya que no es diferente de una herramienta, pero la IA está tomando decisiones en
todo momento, decisiones que afectan el despliegue de la vida diaria de las personas.
Nuestros smartphones están aprendiendo de nosotros cada vez que lo utilizamos, y toman la
decisión de enseñarnos una determinada publicidad o no según la ponderación que ésta
hace sobre nuestros gustos, y que se fundamenta en todo un pensamiento lógico-
matemático bajo la cual se agrupa y se interpreta toda ponderación de bueno o malo. El
error fundamental de la pregunta sobre si la IA puede ser ética, radica en que los
positivistas consideran a la resolución algorítmica de la vida como imparcial, ya que no
tiende hacia un lado u otro a priori, empero estos mismos son los que establecen un límite
consustancial a la decisión de bueno y malo como lo es beneficio sobre perdida. Entonces,
la problemática de la pregunta se ciñe a que al ser la IA Megatron alimentada con la
definición tradicional de ética –que es la que extrajo de Wikipedia: Disciplina filosófica
que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano–
reduce el problema ético a dos valores: bueno y malo. La falta de espontaneidad de la IA
hoy en día, hace indiscernible para ésta, la razón que determina lo bueno y lo malo. Incluso
para nosotros la ética es una disciplina que se encuentra en constante desarrollo. De este
modo, podemos seguir sosteniendo que la IA si es ética en el sentido utilitarista, o sea que
la mejor acción es la que produce mayor beneficio. Es por ello que, la IA es utilizada hoy
en día para invertir en la bolsa de valores para así reducir las pérdidas y maximizar las
beneficios.

Ahora bien, hemos solo utilizado la primera cita sobre la IA, y de cierta manera
hemos entrado en la tercera cita pero sin abordarla del todo. Mucho de los inventos en los
que trabajan las startups de Silicon Valley son para el mejoramiento del ser humano, y el
vaticinio o predicción presente en la segunda y tercera cita no es en lo absoluto casual, ya
que no es que la IA posea poderes de previsión, sino que, su aprendizaje está basado en el
entusiasmo de los mismos startuppers que crean paginas como Wikipedia o Reddit, y son
los mismos que están ansiosos por superar las limitantes del cuerpo humano, es decir, se
enmarca dentro de la weltanschauung siliconiana.

No obstante, en la segunda declaración de la IA, esta no contempla que a pesar de


que la máquina aun no este incrustada en el ser humano, éstos ya han hecho simbiosis a
través del flujo inmanente de la máquina (Deleuze, 2004), y que ésta está ordenando el
juego de lo simbólico sin ser vista, su espectralidad que proviene del fetiche estructural más
arraigado de la metafísica, como lo es el arcano nómico, ordena a los vivientes como si
estos fuesen números ponderados en una tabla o una línea en un gráfico, es decir, el arcano
es secularizado como resolución algorítmica, que ordena la presencialidad y que nos indica
que debemos, cada vez más, justificar nuestra presencia en base a la ponderación de nuestro
rendimiento. En resumidas cuentas, la weltanschauung siliconiana en su divina razón nos
señala como obsoletos, seres que tienen una fecha de utilidad y de caducidad, y que serán
ellos a través de su gobierno quienes determinaran quiénes son útiles y quiénes no.

2. Los sujetos del siglo XXI, entre la actualización y la desactualización

La obsolescencia programada ha sido una de las más grandes estrategias de ventas


que las empresas tecnológicas han encontrado. Crear bienes duraderos impediría mantener
la rueda del dinero girando, las finanzas no calzarían y la empresas en la bolsa se irían a
pique. Un bien duradero frenaría la vertiginosa andada del consumismo, poniendo al
capitalismo contra el capitalista, el laizes fair del mercado le impediría al capitalista utilizar
una estrategia como la obsolescencia programada, empero hacen uso de ella.

¿Puedo utilizar un smartphone de hace 10 años? Si es utilizable, sin embargo, no


podrá utilizar aplicaciones de redes sociales como Whatsapp o Instagram, ya que éstas
dejan de tener servicio en ciertas versiones de sistemas operativos, lo que fuerza la
renovación de aparatos para mantenerse comunicados. Este año 2022, Whatsapp dejara de
funcionar en smartphones con sistemas operativos Android 4.04 y IOS 9, lo que implica
que si una persona quiere mantenerse conectada debe necesariamente actualizar su
smartphone, por lo que, se mueve una gran cantidad de dinero cuando se hacen estos
movimientos.

La perspectiva de integración de la tecnología computacional o la integración de


prótesis robóticas en nuestros cuerpos, simboliza una gran problemática si consideramos
que estos no pueden ser bienes duraderos, puesto que una startup que se dedique a
confeccionar prótesis robóticas, no le será rentable que éstas duren para toda la vida de un
individuo, será necesario que el sujeto actualice su prótesis, la cambie por una con mayor
funcionalidades, además, necesitara de mantención y de actualizaciones de software. En
definitiva, la perspectiva transhumanista que se encuentra intrínsecamente ligada al
capitalismo, nos ofrece una visión de mundo donde los sujetos deben estar en constante
actualización tanto de hardware como de software, para así mantener el acceso a los
servicios que ofrece el capitalismo.

Ahora bien, situemos nuestra perspectiva desde otro ángulo, ya no desde la


obsolescencia programada de la tecnología actual, sino más bien, desde la obsolescencia del
cuerpo humano y su biología en general. Biológicamente hablando somos unos de las
especies menos adaptadas para sobrevivir del planeta, no poseemos grandes colmillos, ni
garras, ni un pelaje que nos proteja, ni gran fuerza o tamaño, en otras palabras, en
comparación con otras especies del planeta, nuestros cuerpos son obsoletos, y es debido a
eso que modificamos nuestro medioambiente, en vez de adaptarnos a nuestro entorno, lo
transformamos para así subsistir. Continuando y a su vez profundizando en la falta de
adaptabilidad de nuestra especie, nuestro código genético, que es aquel determina los
rasgos de un individuo, posee muy poca variedad. Si en los albores de la humanidad, existía
una gran diversidad de homínidos como los Denísovanos, Neandertales, Homo
Floresiensis, etc., hoy por hoy solo subsiste el Homo Sapiens Sapiens, lo que implica que
nuestra variedad genética disminuya con cada generación, y el problema de tener una baja
diversidad genética, para cualquier especie, a lo largo del tiempo es catastrófico, ya que
amenaza a conservación de la misma y su capacidad para adaptarse.

Una de las áreas donde el transhumanismo y los startuppers también incursionan, es


la ingeniería genética. Uno de los avances más revolucionarios desde el descubrimiento de
la doble hélice, es la edición a través de la secuencia genética CRISPR. A pesar de que es
uno de los avances más emocionantes del área en la década pasada, se debe ser cauteloso
con ella, ya que aún se desconocen las consecuencias que puede acarrear la modificación de
una sección del código genético. No obstante, los transhumanistas ya ven en CRISPR la
fuente de la eterna juventud (Buitrago, 2019). Sin embargo, acaso la startupp de Silicon
Valley que logre dicha hazaña venderá su producto como un bien duradero, o más bien, lo
hará aplicando la estrategia de la obsolescencia programada, qué será más rentable. En
definitiva, la weltanschauung siliconiana nos pone como meta la modificación de nuestros
cuerpos, sea integrando la tecnología sintética o sea modificando nuestras cadenas de ADN,
sea como sea, existirá una distinción entre sujetos actualizados y desactualizados, entre
sujetos con acceso a todos los beneficios de la actualización y otros que deberán asumir las
consecuencias de estar desactualizados.

Conclusión
La finalidad de este ensayo radicaba en demostrar la potencialidad presente en
investigar la weltanschauung siliconiana para el pensamiento contemporáneo. Sea que la
investigación se haga desde una perspectiva metafísica, ontopolítica o a través del
esquizoanálisis, lo importante era demostrar a través de ejemplos la espectralidad de la
filosofía de Silicon Valley y cómo esta afecta los modos de vida de cada uno de nosotros.

Bibliografía
Buitrago, A. (7 de Octubre de 2019). elmundo.com. Recuperado el 17 de enero de 2022, de
elmundo.com: https://www.elmundo.com/noticia/Crispr-podria-ser-la-fuente-de-la-
eterna-juventud/377788

Deleuze, G. (2002). Diferencia y repetición. Buenos Aires: Amorrortu.

Deleuze, G. (2004). El Anti Edipo. Capitalismo y esquizofrenia. Barcelona: Paidós.

Díaz Letelier, G. (2019). Martin Heidegger, Reiner Schürmann. Destrucción de la teo-onto-


antropología y post-humanismo. Resonancias. Revista de Filosofía, 1-24.

Erard, G. (20 de Diciembre de 2021). Hipertextual SL. Recuperado el 17 de enero de 2022,


de Hipertextual SL.: https://hipertextual.com/2021/12/inteligencia-artificial-nunca-
sera-etica

Schoenfeld, B. (19 de Mayo de 2019). The New York Times Company. Recuperado el 17 de
enero de 2022, de The New York Times Company:
https://www.nytimes.com/es/2019/05/29/espanol/liverpool-champions.html

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