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Documentación arco de bara

El Arco de Bará (en catalán, Arc de Berà que derivaría del nombre del conde Bera), es
un arco de triunfo construido por los romanos a unos 20 kilómetros al nordeste de
Tarragona (España), cerca de la localidad de Roda de Bará. El arco de Bará es uno de
los elementos del «Conjunto arqueológico de Tarraco», declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco, siendo identificada la torre con el código 875-014.

El arco está situado sobre el trazado de la Vía Augusta. Es un arco honorífico


constituido por un cuerpo central sobre un podio, decorado con falsos pilastres
acanalados que culminan en capiteles corintios. Tiene una única obertura en arco de
medio punto. La parte superior de la construcción tiene un entablamento formado por
arquitrabe friso y cornisa. Está construido con piedra calcárea, probablemente de algún
yacimiento cercano.

La construcción del monumento deriva del testamento de Lucio Licinio Sura y se hizo
en el reinado de Augusto, sobre el año 13 a. C. La inscripción que se conserva dice: «Ex
testamento L(ucio) Licini(o) L(ucio) f(ilii) Serg(ia tribu) Surae consa[...]». Lo erigió
para marcar los límites territoriales y terminar con las disputas entre las tribus de los
ilérgetes y los cosetanos.

Incluido dentro de la reforma de la vía Hercúlea

Su parte inferior está compuesta por dos podium de planta rectangular que constan de
tres hileras de sillares y una cornisa de sección restangular. La primera de las hileras es
más grande en planta y tiene los sillares almohadillados. La piedra utilizada para esta
parte es distinta a la del resto del monumento.

Sobre estos podium se levantan dos grandes pilares con cuatro pilastras adosadas en cada
uno. Estas, están situadas, dos en los vértices esteriores -dos alzados visibles- y las otras
dos en los frentes -un alzado visible-, separados del lateral por el ancho de las dovelas del
arco de medio punto que une los dos pilares. Este arco se comporta como bóveda al
continuar todo el ancho de la construcción.
 
Las pilastras están compuestas de una base ática, unos fustes acanalados con 6 estrías y
unos capiteles corintios. Apoyado en ellas se encuentra un entablamento, del que nos
queda el arquitrabe con moldura superior, y un friso igualmente moldurado que además
tiene una inscripción. Sobre él se ha recontruido una cornisa con elementos originales
recientemente recuperados. Del ático que culminaría el entablamento no tenemos
referencia ni resto alguno.
Sus medidas principales son 12 m. de largo por 2, 40 m. de ancho. Cada pilar mide 3,70
m. en las fachadas principales por 2,40 m. en el ancho. La altura total es de 12,30 m. ,
que con el ático perdido llegaría cerca de los 14,70 m. El arco tiene una altura de 10,10
m. y un radio aproximado de 2,30 m.

La inscripción mencionada no está completa, ya que los sillares laterales no son los
originales. Su texto dice: EX TESTAMENTO L.LUCINI L. SERG. SURAE
CONSACRATUM
 
Durante mucho tiempo, el arco se utilizó como paso de caminos y carreteras. En el 1936
se bifurcó la carretera que lo atravesaba rodeando el monumento.
Cossetanos
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Cossetanos

Información

Idioma Ibero

Principales ciudades Cesse, Subur

Región Campo de Tarragona, desde


aproximadamente el Coll de
Balaguer hasta el Macizo del
Garraf

Correspondencia Cataluña (España)


actual

Pueblos relacionados Iberos


Airenosinos
Andosinos
Sordones
Elisyces
Iacetanos
Ilergetes
Ilercavones
Ceretanos
Castelanos
Bergistanos
Indigetes
Lacetanos
Ausetanos
Layetanos
Cossetanos

Los cossetanos o cessetanos fueron una tribu ibera que vivía en el Campo de
Tarragona, desde aproximadamente el Coll de Balaguer al sur, hasta el Macizo del
Garraf al norte, la Sierra de Argentera y las Montañas de Prades al oeste, y la Sierra de
la Llacuna y de Puigfred al noroeste.1 No se sabe con seguridad si tenían núcleos
habitados durante todo el año en la Cuenca de Barberá y en el Penedés.

Se han encontrado restos de poblados del siglo II a. C. en varios lugares (Montblanc,
Tivissa, Fontscaldes). La ciudad más importante era Cesse, conocida por la abundancia
de acuñación de moneda, pues esta era la leyenda que portaban los ases de Cesse.
También se han encontrado dracmas de imitación emporitana, con la leyenda
tarakonsalis.2 Es de suponer entonces o la existencia de dos cecas, o que hubiese una
doble denominación de la ciudad. Si la ciudad de Cesse no fuese la actual Tarragona,
podría haberse tratado de Tornabous, situada al sur de la comarca. Claudio Ptolomeo
menciona entre las ciudades cessetanas a Subur, que podría tratarse del poblado ibero
de Adarró, en Villanueva y Geltrú, u otro asentamiento situado en Sitges.
Otros núcleos presuntamente cessetanos serían Oleastrum (posiblemente Hospitalet del
Infant), el Fondo d'en Roig en Cunit, Palfuriana (posiblemente Vendrell), y sin duda,
Calafell y Olèrdola, que eran importantes ciudadelas fortificadas.

Los romanos denominaron, en un primer momento, el territorio como Cossetania. Las


crónicas romanas durante la conquista de Hispania califican los botines como
"utensilios bárbaros y esclavos miserables".

Ilergetes
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Ilergetes

Información

Idioma Ibero

Principales ciudades Iltirta, Atanagrum, Eso

Región Cataluña occidental y Aragón


oriental.

Correspondencia actual Cataluña y Aragón (España)

Reyes/líderes Indíbil, Mandonio


Pueblos relacionados Iberos

Los ilergetes eran uno de los pueblos que ocupaban parte de la península Ibérica antes
de la llegada de los romanos. Formado a partir del sustrato étnico indígena,
incorporaron múltiples influencias provenientes de la Edad del Bronce y de algunas de
las tribus indoeuropeas que inmigraron a la península en el primer milenio adC (ya en la
Edad del Hierro). Eran posibles parlantes de protoeuskera, especialmente en su zona
norte.

Estaban ubicados en parte de lo que sería conocido posteriormente como la


Tarraconense, desde el Bajo Urgel hasta el río Ebro, ocupando lo que en la actualidad
son las provincias de Huesca y de Lérida, ocupando las ricas cuencas del río Segre, el
Noguera Pallaresa, el Noguera Ribagorzana, el Cinca y el Alcanadre, aunque es
impropio tratar de establecer fronteras definidas en aquella época. Se hallan señales de
su presencia durante largos periodos de tiempo en la actual provincia de Zaragoza y el
norte de Castellón, donde presionaban a los edetanos.

Su sociedad política estaba fundamentada en la existencia de un Rey (régulos en las


crónicas romanas, "reyes pequeños"), muy jerarquizada con oligarcas que mantenían la
estructura social y un fuerte componente militar. Se sostiene la tesis de que era una
sociedad muy avanzada a la llegada de los romanos y que eran buenos comerciantes.
Algunas ciudades grandes parecían disponer de una cierta autonomía con órganos de
gobierno a modo de curias a partir del siglo I a. C., aunque bien podrían estar influidas
por el proceso de romanización acentuada a partir del 195 a. C.

Su capital era Atanagrum, cuya ubicación exacta se desconoce. Otra ciudad importante
era Ilerda, también denominada Iltirta o Iltirda, (la actual Lérida), y que en
determinados momentos fue también capital, llegando a considerarse en algunos
periodos como la ciudad más grande en la península al norte de Sagunto.

Su economía estaba basada en la ganadería y el cultivo de grano. Se han encontrado


molinos manuales giratorios. Fue muy importante el desarrollo de la metalurgia, la
orfebrería y la industria textil. La cerámica tenía componentes fenicios y griegos, con
motivos ornamentales geométricos. Usaban la moneda, de bronce (ases) y de plata
(dracmas), al menos desde el siglo III a. C., lo que favoreció el comercio y la captación
de impuestos.

Su figura más notable fue el rey Indíbil (h. 258 a. C. - 205 a. C.) que primero como
aliado de Cártago, sostuvo diversos enfrentamientos con los romanos, durante la
Segunda Guerra Púnica. La ubicación estratégica del territorio de los ilergetes favoreció
sus alianzas con Roma o Cártago (casi siempre con esta última), aunque se afirma en la
actualidad de manera unánime que el auténtico interés de los ilergetes y sus caudillos
era favorecer sus propios intereses, defender su pueblo y extenderse más allá de sus
fronteras conquistando a los pueblos vecinos al margen de las dos grandes potencias del
Mediterráneo occidental del momento.

Además de las batallas donde Indíbil y Mandonio, lugarteniente de aquél, intervinieron,


los ilergetes todavía se sublevaron en el 195 a. C. contra Roma y debieron ser
sometidos por Catón. A partir de este momento comienza la decadencia de este pueblo
que en el 192 a. C. debe pedir a Roma ayuda para defenderse de sus vecinos, sometidos
ya a vasallaje romano sus reyes y eliminadas las defensas de las ciudades.

El yacimiento arqueológico de un asentamiento ilergete que más información ha


ofrecido sobre la historia de este pueblo, además de las obras de los autores antiguos
romanos, es el de La Pedrera de Vallfogona.

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