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LENGUAJE Y LA NATURALEZA COMPARTEN UNA MISMA ESTRUCTURA EN

FORMA DE FRACTAL

/ 2016-01-31

El Instituto de Física Nuclear de la Academia Polaca de la Ciencias reveló en un estudio que


ciertos autores construyeron fractales en su obra. Es decir, de acuerdo con la variación de la
longitud de las oraciones en sus obras, éstas se conformaron por una geometría de distintas
escalas.

Para llegar a esta conclusión se realizó un análisis estadístico de 113 obras célebres de la
literatura universal. Autores como Julio Cortázar, Marcel Proust, James Joyce, Victor Hugo,
Thomas Mann, Fiódor Dostoyevski, Alejandro Dumas y William Shakespeare, entre otros,
fueron observados minuciosamente. Los requisitos del estudio eran que los escritores
seleccionados trabajaran con distintos géneros literarios y escribieran en varios idiomas como
inglés, alemán, italiano, ruso, español, francés y polaco. Además, las obras analizadas debían
tener al menos 5,000 frases para garantizar la fiabilidad estadística.

Los resultados mostraron que los libros analizados estaban gobernados por una dinámica de
cascada y, por lo tanto, tenían la forma de un fractal (objeto geométrico que se caracteriza por la
reiteración de su estructura básica en distintas escalas). Incluso algunas de las obras analizadas
presentaron una composición matemática tan compleja que se asemejan a las de un multifractal
(fractales relacionados entre sí mediante una proporción correcta).

Para convertir los textos en lenguaje natural a lenguaje numérico, se midió la longitud de la
oración por el número de palabras, luego se buscaron dependencias entre los datos y se
observaron las relaciones entre las oraciones largas y las oraciones cortas. Los investigadores
notaron que las obras analizadas manifestaron una autosimilitud en la organización de sus
fractales según su longitud. De hecho, las correlaciones fueron lo suficientemente evidentes
como para determinar que las obras de literatura estudiadas presentaban estructuras fractales.

Los expertos proponen entonces una premisa sumamente valiosa: ¿será que el lenguaje, al
tratarse de una evolución de la naturaleza, comparte su estructura con la misma? Después de este
estudio, parece ser que la complejidad matemática de las obras analizadas se relaciona con la del
resto de sistemas que organizan los fenómenos de la naturaleza. Es emocionante sospechar de la
interconexión que existe entre todo lo que nos rodea y el lenguaje que empleamos día con día.

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