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La película permite evidenciar muchas similitudes relacionadas con la pandemia

por SARS COV-2, lo que llama poderosamente la atención porque su realización y


estreno fue años antes de esta emergencia mundial.
En primer lugar, la diversidad de problemáticas y dilemas a los que se enfrentó
nuestra sociedad contemporánea, aparentemente mejor preparada para asumir
una situación como estas.
Dichos conflictos se relacionan con conflicto de intereses de varios estamentos de
la sociedad, lo que genera desconfianza y censura a la hora de unir esfuerzos
frente a la emergencia mundial.
Los conflictos varían, por ejemplo, los diversos gobiernos se debaten frente a la
conveniencia o no al adoptar o flexibilizar protocolos de seguridad para proteger a
los ciudadanos o para favorecer intereses relacionados con las actividades
económicas o comerciales. La realidad es prueba de ello mientras que al gobierno
chino se le recriminan por sus medidas extremas que atienden a su política de
cero contagios, en otros lugares, como es el caso de Colombia, se abrieron
espacios dentro de las políticas de bioseguridad para eventos como el “Black
Friday” que posteriormente fueron decisivos en el aumento de contagios.
Otro espejo presenta, fue el pánico de la sociedad en general, agravado en los
sectores de población con escasa formación académica o en situación de
vulnerabilidad. La necesidad de establecer parámetros equitativos y pertinentes en
un ejercicio de la ética, orientada a el control del virus y a la protección de las
personas con mayores riesgos, a través del acceso a los diversos tratamientos, es
decir el cuidado al colectivo frente a el derecho que se posee como ser humano
para ejercer la autonomía y decidir o no aislarse o vacunarse son dilemas en que
el arte refleja la realidad.
A lo anterior se suma el hecho como en la película y en la realidad, el rol de los
medios de comunicación y su capacidad para ejercer control social o para
propagar información errónea, es palpable. La utilización de medicamentos sin
ningún efecto para el virus o de remedios caseros, el surgimiento de teorías
conspirativas sigue siendo tendencia al momento de navegar en internet.
En el caso de la industria farmacéutica es visible apreciar similitudes con la
situación presentada en los dos años anteriores: los esfuerzos de las diversas
compañías farmacéuticas para proporcionar vacunas confiables, así como el
trabajo articulado de la comunidad científica mundial que trata de encontrar una
cura y controlar el pánico general y las controversias suscitadas.
Contagio pudo mostrar desde el punto de vista médico, varios elementos que se
reconocen desde la epidemiología como cuando se presenta los casos índice, la
naturaleza de los virus como su capacidad de mutar o pasar de una especie a
otra; así como la importancia de asumir medidas de control y prevención como los
protocolos de bioseguridad ( ejemplo de ello, es que en la película se habla de
aislamiento social), la necesidad de establecer cuarentenas a pesar de las
dificultades que estas acarrean en países que cuentan con recursos precarios; el
conflicto de desarrollar una vacuna cuando el recelo político y comercial impide el
trabajo de la comunidad de médicos al obstaculizar el intercambio de información,
no se puede negar también la necesidad de fortalecer la infraestructura y la
logística necesaria para afrontar este tipo de emergencias . En la película se
observan salas de urgencias saturadas, escenarios deportivos empleados como
depósitos de cadáveres, aplazamientos de cirugías programadas, cierre de
instituciones educativos, terminales de transporte y aeropuertos.
Frente a la actuación de los médicos ya sean investigadores o tratantes de los
pacientes, se observa la prevalencia del compromiso con la profesión y sus
principios frente a los instintos de autoprotección. Tristemente muchos de los
decesos causados por esta pandemia incluyen a profesionales de la salud en el
cumplimiento de su deber.
A pesar de las múltiples situaciones replicadas en la vivencia de la pandemia,
considero que esta obra cinematográfica se queda corta. Las dificultades en la
toma de decisiones por parte de instituciones hospitalarias por parte del personal
administrativo y el equipo de médicos para la distribución de recursos vitales en la
pandemia, el control social a través de dispositivos tecnológicos para determinar la
ubicación, la cantidad de enfermos y sus síntomas así como las repercusiones
psicosociales del confinamiento y de la incertidumbre (a largo plazo y de índole
global) son algunas de las condiciones de la pandemia de la COVID-19 que no
fueron plenamente tratados en la cinta.
Otra arista que fue limitada frente a la realidad, es la incidencia de las redes
sociales, donde muchas personas sin la formación académica, adecuada fungían
de pseudomédicos, sanadores y gurús que promovían tratamientos alternativos y
movimientos anticientíficos que en muchos casos, resultaban inoperantes y hasta
nocivos para la salud, las ideas conspirativas atribuidas a periodistas, se
convirtieron en instrumentos de control político por parte de algunos gobernantes
como es el caso de Brasil o EEUU, lo que generó aumentos vertiginosos en los
contagios.
Aunque en la cinta se observan prácticas y conceptos certeros relacionados con la
medicina y específicamente, la epidemiología, no se desarrollan en su totalidad y
se exagera, en favor del drama, elementos como las vías de contagio y la
evolución inmediata de la enfermedad, además de las actitudes que van en contra
de la ética médica al favorecer intereses individuales.

Como estudiante de medicina, el análisis de la película y su contraste con la


realidad vivida en la pandemia, nos pone sobre alerta en el caso de la aparición de
signos y síntomas que se manifiesten simultáneamente en una población, en un
lapso breve de tiempo, podría ser un indicador de un brote epidémico y que ante
este caso es esencial identificar y tratar de aislar rápidamente a estos pacientes
para evitar su propagación. Como médicos debemos considerar que, ante la
aparición de cuadros similares entre varios pacientes, se maneje la posibilidad de
una fuente común de contagio, por lo que el control del mismo es esencial, para
esto debemos contar con la suficiente formación clínica, epidemiológica y de
investigación para que en equipo con otras disciplinas podamos generar
protocolos y tratamientos que permitan contener de la mejor manera la
propagación de un virus.

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