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Análisis PESTEL

El análisis PESTEL es un análisis descriptivo usado para conocer el contexto de una empresa. Este
busca profundizar en los elementos que rodean a un negocio. El uso del análisis PESTEL permite
realizar una evaluación de la perspectiva, crecimiento y orientación de las operaciones de una
empresa. Con ello, busca identificar los elementos externos que puedan afectar tanto el presente
como el futuro de sus operaciones.

Políti co

Para contextualizar la situación política de Perú, en el año 1990 Alberto Fujimori fue elegido
presidente de dicho país el cuál se encontraba en una situación deplorable de estabilidad en todos
los ámbitos, estando en un ambiente árido y desolador. Con el pasar del tiempo, el gobierno de
Fujimori logró aumentar los porcentajes de los ingresos que los particulares y empresas aportaban
efectivamente al país y en consecuencia se simplificó las medidas que permitían al estado obtener
ingresos tributarios.

Con el gran conocido “Fujishock”, que fue como se le llamó al plan económico neoliberal que se
realizó en el gobierno de Fujimori, se privatizó empresas estatales y eliminó restricciones legales y
laborales para la inversión. Con las nuevas políticas fiscales y las políticas monetarias que se
habían establecido con este nuevo gobierno, se generó una aguda recesión económica, sin
embargo, se logró frenar la inflación. Además, con las reformas económicas también permitieron
que el país volviese a tener acceso a los mercados de crédito internacionales, en conjunto con el
plan de nombrar un Congreso Constitucional y redactar una nueva Constitución.

Alberto Manuel Andrade, alcalde de Lima, expresó su oposición al proyecto en base al impacto
negativo que una fábrica tan grande tendría en el ecosistema del humedal.

Económico

Lucchetti tenía en la mira a Perú ya que lo que esta compañía quería, era explorar nuevos
horizontes para así expandir y distribuir su alta gama de productos a otros países de
Latinoamérica.

En el ámbito económico, este país se encontraba con una inestable situación ya que tenía uno de
los niveles de ingresos per cápita más bajos de Latinoamérica, poseía un PIB de un 11,7% y una
alta tasa de desempleo que superaba el 60% y un Banco Central que ya se encontraba sin reservas.
Al pasar el tiempo, después de las mejoras del nuevo programa del gobierno fue superada esta
gran crisis económica que estaba pasando el país. Con esto el PIB de Perú dejó de caer, se logró
controlar la inflación y se estabilizó la economía.

El mercado de las pastas secas en Perú, era un mercado que, si bien comercializaba productos, su
oferta era insignificante y los productos que se vendían eran de baja calidad. En ese entonces, en
el país existían alrededor de 20 empresas molineras que producían harina de trigo por lo que el
acceso a la materia prima no era una excusa para no producir bienes de alta calidad. Pese a esto,
el trigo representaba el 70% del costo de la harina y se importaba casi en su totalidad de
Argentina, Canadá, y Estados Unidos.
En ese momento, Lucchetti buscaba aumentar su participación en el mercado peruano ya que
consideraban que ese país tenía un futuro competente y esperaba que la población tuviera un
cambio en su consumo de pastas. Lo que no tenían previsto era que el gobierno peruano, con la
finalidad de apoyar el emprendimiento local de su país aumentó los aranceles a todo tipo de
importaciones y, además, agregó una tarifa adicional de un 5% para los productos derivados del
trigo. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que la compañía quisiera invertir en este
país ya que generaron estrategias para lograr entrar en este difícil mercado en donde en el 1997,
pese a las dificultades que tuvieron por la construcción de la nueva planta ya había logrado tener
un exitoso año de ventas y logró alcanzar el segundo lugar en participación en el mercado de
pastas del 25% en Perú y casi un 30% en la Ciudad de Lima con un volumen de ventas de 28.000
toneladas por año.

Social

Perú ofrecía un futuro bastante prometedor en la comercialización de las pastas secas. Tenía una
gran cantidad de habitantes siendo el tercer país más poblado de Sudamérica con 23 millones de
habitantes aproximadamente y con un consumo per cápita de pastas por año de casi 9kg, el cuál
era muy semejante al consumo de Chile. Sin embargo, el panorama social era muy deprimente
debido a la alta desigualdad en la distribución de ingresos que existía y la gran influencia que
poseía un famoso grupo terrorista de izquierda que existía en esos tiempos, el cual Alberto
Fujimori, quién en el año 1990 fue apoyado por los sectores más vulnerables del país y las iglesias
evangélicas resultó ser presidente electo y consiguió hacer pagar con cárcel a los líderes de este
grupo por todos los daños provocados a la estabilidad del Perú.

En el año 1994, cuando salió a la venta una conocida fábrica de alimentos, la compañía tomó la
decisión de comprarla para poder entrar de lleno al mercado peruano, pero esta venta resultó
frustrada luego de que el Grupo Romero, que era uno de los grupos empresarios privados más
influyentes de Perú ofreciera más dinero por dicha fábrica local. Pese a esto, Lucchetti decidió
construir su propia planta de pastas secas en un terreno que había conseguido y que estaba
ubicado en un distrito ubicado al sur de Lima.

Dicha construcción de planta, a pesar de haber obtenido permisos que certificaban que el terreno
era apto para las actividades productivas establecidas, generó un gran debate entre las
autoridades de la gran Ciudad de Lima y el directorio de la compañía debido a que existían varias
oposiciones al proyecto por el hecho de que podía tener un impacto negativo al ecosistema. Por
esta misma razón, los permisos siempre fueron temporales y la planta se pasaba en órdenes de
cese y procese de obras.

Al pasar el tiempo, en dicho conflicto se vio involucrada toda la población peruana ya que
Andrade, alcalde de Lima se opuso completamente a este plan haciendo un llamado a la
comunidad del país de que hicieran todo lo posible para boicotear la marca y los productos de la
compañía. Esto produjo que varias organizaciones locales realizaran manifestaciones de protesta
en las entradas de la planta y los medios de comunicación locales comenzaran a cuestionarse si el
tamaño que estaba tomando la planta era adecuado o no para la reserva natural en la que se
estaba construyendo, lo que había generado una gran polémica que había llegado a los titulares
de los periódicos siendo de objeto de análisis en las editoriales y los noticieros de radio y
televisión.
Tecnológico

En el mes de julio del año 1996, ya se había tomado la decisión de la construcción de la nueva
planta de pastas secas de Lucchetti Perú por lo que se procedió a completar los planos de
construcción de esta misma con una tecnología similar a la de la planta de Lucchetti en Chile, la
cual era una fábrica de construcción moderna que pertenecía a la categoría de industrias de
tecnología limpia y de bajas emisiones contaminantes. Estaba diseñada con la innovadora
tecnología de suiza lo que consideraba que los sistemas de control eran propios de una tecnología
de punta lo cual aseguraban una condición permanente de seguridad.

Ecológico

Cuando Lucchetti Perú compró el terreno ubicado en el distrito de Chorrillos, más conocido como
Pantanos de Villa, se creó el gran conflicto debido a la falta de permisos de Compatibilidad de
Predio y autorizaciones definitivas que necesitaba la compañía para concluir la construcción de la
planta. Pese a esto, la compañía luchó incansablemente por obtener los permisos necesarios para
lograr su objetivo y explicar que la elección del lugar era una forma de “mostrarles a nuestros
clientes que nuestro producto es tan bueno que se puede fabricar en el medio de la naturaleza”.

Luego de conseguir ciertos permisos para poder construir cercos, elaborar informes de impacto
ambiental, obtener certificados y aprobaciones del terreno para uso industrial, la Municipalidad de
Chorrillos le otorgó un permiso “provisorio” de construcción lo que significaba que no estaba del
todo aprobada dicha iniciación del plan. Pese a esto, Lucchetti decidió iniciar la construcción de la
planta lo que generó que el conflicto fuera empeorando.

Finalmente, al estar involucrada toda la sociedad peruana en torno al tamaño de elaboración de la


planta, la compañía se vio en la necesidad de hacer un comunicado público, en donde detalló que
su empresa tenía más que considerados los elementos de protección al medio ambiente
relacionados con la contaminación, tratamiento de desechos, tránsito, agua, ruido, olores,
paisajismo, seguridad lo que hacían de su proyecto un ejemplo de compatibilidad entre el
desarrollo del país y el respeto por el medio ambiente.

Legal

Lucchetti Perú, se vio expuesto a una inagotable batalla entre las autoridades de Lima y el distrito
de Chorrillos por alcanzar el permiso para la construcción de la planta productiva de pastas secas.

La compañía había logrado negociar un contrato de estabilidad legal con el gobierno peruano para
poder invertir en un proyecto de producción, sin embargo, la localización en donde se decidió
ubicar la planta generó el gran conflicto.

A pesar de que se habían aprobado los estudios preliminares del uso industrial de ese terreno, de
que el alcalde de Chorrillos le había otorgado un permiso para construir un cerco perimetral y de
que la Municipalidad de Lima había autorizado el avance de dicha construcción, la compañía tuvo
varios vaivenes por conseguir el permiso definitivo debido a que Andrade, el alcalde de Lima
insistiera al Ayuntamiento que reconsiderara el permiso de la planta.
Finalmente, la obtención de este permiso definitivo para poder terminar la construcción de la
planta era una lucha interminable para la compañía ya que, todos estos eventos seguían nublando
el anhelado éxito comercial que esperaba tener Lucchetti Perú S.A.

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