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Disciplina positiva
INSTRUMENTO DE MEDICIÓN DE HABILIDADES
Formato individual para padres, madres o cuidadores Mi Familia
Formato para infancia y adolescencia - NNA igual o mayores de 12 a 17 años
Es importante precisar que los ejemplos aquí citados son prácticas que no
se recomiendan utilizar y solo se mencionan para efectos de la medición,
ya que estos generan afectaciones negativas en la conducta y forma de
relacionamiento entre los hijos e hijas y padres y madres.
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https://alvarobilbao.com/ejemplos-para-educar-segun-la-disciplina-positiva
De acuerdo con las investigaciones (Barnes & Farrell, 1992; Coie & Dodge,
1998; Galambos et al., 2003; Patterson et al., 1984), una apropiada cantidad de
“control” parental tiene efectos positivos en el desarrollo de los niños, niñas
y adolescentes; sin embargo, insuficiente control o pobres prácticas de
monitoreo, así como el excesivo uso de castigo físico o prácticas de control
psicológico, se han asociado frecuentemente con resultados negativos
en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, como por ejemplo,
con problemas de conducta, depresión, ansiedad, entre otros (Kuppens &
Ceulemans, 2018, pág. 169).
De igual forma, en los casos de los niños y las niñas en primera infancia
los límites tienen una función relevante en su integridad física, ya que por
su corta edad a veces pueden realizar actividades en donde su seguridad
se pueda afectar, como saltar de un lugar alto o cruzar una avenida. Estas
prácticas ayudan, en general, a desarrollar las habilidades sociales de los
niños, niñas y adolescentes, por estar acotadas enunentornofamiliar seguro.
¿Qué mide?
La actitudes y tendencias del comportamiento de los padres y madres en la interacción con
sus hijos a través de la perspectiva de los padres y de los/as hijos/as, las cuales permiten
clasificar el comportamiento de los padres en cuatro prácticas específicas:.
3. Bajo monitoreo: mide que tanto los padres y madres monitorean o supervisan las
actividades de los niños, niñas y adolescentes.
f Su hijo no la deja notas ni le dice adónde va.
4. Castigo fisico: mide el nivel de prácticas relacionadas con el uso del castigo físico para
regular el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes.
f Golpea a su hijo con un cinturón u otro objeto cuando hace algo maloa.
Adicionalmente, este instrumento permite evidenciar inconsistencias entre las prácticas parentales que ejerce la madre y el padre, lo que puede ser
objeto de trabajo en algunas familias, toda vez que esta inconsistencia puede tener efectos negativos en el comportamiento de los niños, niñas y
adolescentes.
Además, el instrumento permite evidenciar el uso de prácticas nocivas para la crianza, representadas en las
subescalas de bajo monitoreo y castigo físico, razón por la cual, los resultados de estas dos subescalas deben
interpretarse de manera inversa, es decir, mayor puntaje implica prácticas menos deseables por lo deben ser
abordados en las visitas domiciliarias para evitar los tratos crueles y humillantes, fortalecer desde el respeto y la
participación, las habilidades y herramientas de supervisión y, así mismo, promover las capacidades familiares.
100
Padre 100
Adolescente (hombre)
Inv. Parental Bajo monitoreo
% Iniciales: 34 % Iniciales: 64
75 % Finales: 60 75 % Finales: 60
50 50
25 25
0 0
Involucramiento Parentalidad Bajo Castigo EX-ANTE EX-POST Involucramiento Involucramiento Parentalidad Bajo Castigo
parental positiva monitoreo físico parental parental positiva monitoreo físico
Madre Padre
Se puede observar que al inicio del acompañamiento el padre tenía unas prácticas de involucramiento con su
hijo de 34% y al finalizar aumentó 26 puntos porcentuales, pasando a un nivel de 60%. En cuanto a parentalidad
o reforzamiento, el padre presentó un nivel inicial de 35% y aumentó a 61% al finalizar el acompañamiento. Para
las subescalas inversas, se observa que al inicio del programa el bajo monitoreo del padre tenía un nivel inicial de
46%; sin embargo, aumenta este porcentaje a 62%al finalizar el acompañamiento, por lo que es necesario seguir
fortaleciendo las prácticas de monitoreo y supervisión. Al cierre del programa el padre no muestra cambios en el
uso de castigo físico, manteniéndose en 22%.
Las lecturas de los resultados iniciales, obtenidas durante el proceso de caracterización y diagnóstico, permiten
identificar las sub-escalas que puntúan en rangos menos deseables, los cuales sirven para proyectar, con la
familia, las posibles hipótesis de trabajo a abordar en el acompañamiento psicosocial. A partir de ello, se puede
indagar con la familia sobre sus imaginarios e historias de vida para comprender las pautas relacionales actuales
y construir otras formas de relacionamiento. Ahora bien, las sub-escalas que puntúen en rangos más deseables,
desde un enfoque apreciativo, pueden evidenciar recursos de la familia, los cuales podrán ser puntos de partida
para el fortalecimiento familiar.
Es importante tener presente en la interpretación de los resultados que en las acciones a realizar con la familia
se debe propender por la protección integral de los niños, niñas y adolescentes, y aunque no se pretende juzgar
las prácticas dañinas en la crianza, como el uso del castigo físico, maltrato y negligencia, si se busca que se
construyan nuevas alternativas de interacción y con ello se utilicen otras herramientas para orientar a los niños,
niñas y adolescentes en sus procesos de socialización dentro de la familia y en otros entornos. Esto con el propósito
de que estas malas prácticas no se vuelvan reiterativas y no afecten la integridad física y psicológica de los NNA.
En tanto esta medición entrega información del sistema parento-filial, permite comparar las respuestas de los
padres entre sí, las diferencias o similitudes en percepción entre los diferentes hijos/as y entre los resultados
observados entre padres e hijos/as. Así mismo, los resultados de estas sub-escalas invitan a realizar preguntas
sobre las prácticas de interacción, de modo que se pueda ampliar la información y así comprender elementos que
tienen que ver con las formas de relación que se presentan con los hijos menores de 12 años, que no contestan el
instrumento.
También es necesario que estos resultados se interpreten de manera conjunta con el resto de los instrumentos
que se utilizan en el programa y las observaciones directas, con el fin de hacer una lectura adecuada de la familia
y un abordaje pertinente durante todo el proceso del acompañamiento familiar psicosocial. En cuanto a recursos
que ofrece la modalidad orientados a fortalecer esta habilidad se pueden tener en cuenta las siguientes temáticas:
1. Ciclo básico: Comunicación PazSiente, a través de la cual se aborda la comunicación asertiva para la resolución
de conflictos interpersonales.
2. Ciclo básico: Crianza positiva está dirigida a identificar estrategias de crianza que facilitan la satisfacción de
necesidades de cuidado y bienestar entre los distintos integrantes de la familia.
3. Ciclo básico: Familias democráticas, que permite diseñar estrategias para la organización de la vida cotidiana,
la definición de roles y la participación de todos los integrantes de la familia.
4. Ciclo básico: Expresar sin herir trabaja con la familia conocimientos y herramientas prácticas para identificar
conductas desadaptativas ante el enojo y estrategias para modificarlas.
5. Ciclo de profundización: Cuenta conmigo, Involucramiento parental en la que se pueden identificar diferentes
formas de involucramiento al interior de la familia, que permitan explorar nuevas formas de relacionarse, a
través de la empatía, calidez, confianza y solidaridad.
6. Ciclo de profundización: Participación infantil aborda conceptos básicos sobre la participación infantil y sugiere
ejerciciosprácticosquepuedenrealizarseconlasfamiliasparaqueestasescuchenasusniños, niñasyadolescentes.
No olvide socializar los resultados con las familias con el fin de generar conversaciones
que permitan reflexiones acerca de cómo los perciben y de qué forma se pueden
fortalecer.
Referencias
Clark, L. A., &Watson, D. (1991). Tripartite model of anxiety and depression: Psychometric
evidence and taxonomic implications.
Durrant, J. E. (2011). Positive Discipline. What is and How to do it? Sweden: Save the
children .
Escribano, S., & Aniorte, J. &. (2013). Factor structure and psychometric properties of
Spanish version of Alabama Parenting Questionnaire.
Nelsen, J., Erwin, C., &Duffy, R. A. (2015). Positive Disipline: The First Three Years. NewYork:
Harmony Book.
Orpinas, P., Rico, A., &Martínez-Cox, L. (2012). Latino Families and Youth: ACompendium
of Assessment Tools. University of Georgia.