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PODER JUDICIAL DEL ESTADO

SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA

CUARTA SALA

SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO

NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA

462-2017 San Luis Potosí, S.L.P., a 18 dieciocho de Septiembre de 2017 dos mil diecisiete

V I S T O, para resolver el Toca 462-2017, relativo al Recurso de Apelación interpuesto por la demandada, en
contra de la Sentencia de fecha 6 seis de Julio del año en curso, pronunciada por el C. Juez Civil de Rioverde, S.L.P.,
dentro del expediente 434/2015, relativo al Juicio Ordinario Civil Reivindicatorio, promovido por ELIMINADO , en contra
de ELIMINADO , por sus propios derechos y en representación de ELIMINADO ; y,
R E S U L T A N D O

PRIMERO.- La sentencia apelada concluyó con los siguientes puntos resolutivos: “PRIMERO.- Este
Juzgado es competente para conocer del presente juicio de conformidad con lo dispuesto por los artículos 143, 144, 155
fracción III del Código de Procedimientos Civiles, 49 fracción III, 52 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, en
relación con el Acuerdo General Centésimo Décimo Séptimo, que determinó la especialización por materia de los
Juzgados de este Tercer Distrito Judicial, en razón de que el inmueble a reivindicar se encuentra dentro de este territorio
sobre el cual se ejerce jurisdicción. SEGUNDO.- La Vía Ordinaria Civil en la que se sustanció el juicio es la correcta, por
así establecerlo de forma expresa el artículo 252 del cuerpo de leyes invocado, por no tener señalada la acción ejercida
un trámite especial. TERCERO.- La calidad de las partes está ajustada a derecho, pues tanto el actor como el
demandado del juicio principal y la reconvención comparecieron a juicio por sus propios derechos, además la parte reo,
vino a juicio en nombre y representación de ELIMINADO . CUARTO.- Resultó improcedente la acción de
CUMPLIMIENTO DE CONTRATO DE DONACIÓN que en vía de reconvención ejerció ELIMINADO en contra de
ELIMINADO y ELIMINADO . QUINTO.- Resultó procedente la acción REIVINDICATORIA materia del juicio principal
propuesta ELIMINADO en contra de ELIMINADO . Se declara que ELIMINADO , es dueño y propietario del inmueble
ubicado en la Calle de ELIMINADO , de esta Ciudad, cuyas medidas y colindancias son: ELIMINADO . Por ende se
condena a la demandada ELIMINADO , para que una vez que cause ejecutoria la presente sentencia, entregue y ponga
en posesión con sus frutos y accesiones, previa liquidación que ejecución de sentencia se haga, del inmueble arriba
citado a su propietario ELIMINADO , apercibida que en caso de no hacerlo de forma voluntaria, se procederá al
lanzamiento a su costa, lo anterior de conformidad con lo expuesto por el artículo 4° y 1002 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado. Para los efectos legales conducentes se declara que ELIMINADO , perdió la posesión del inmueble
ubicado en la Calle de ELIMINADO , de esta Ciudad de Rioverde, San Luis Potosí, con las consecuencias legales que
ello implica, lo anterior en términos del artículo 774, fracción IV del Código Civil del Estado. SEXTO.- Dado el resultado de
las acciones se condena a ELIMINADO al pago de costas y gastos, porque de acuerdo al artículo 133 y 135 de la Ley
Procesal Civil, la procede contra el litigante que no obtuvo resolución favorable, y en el caso la acción de la reconvención
fue improcedente. SÉPTIMO.- Notifíquese personalmente a las partes, e incluso a ELIMINADO , en el domicilio procesal
de ELIMINADO .
SEGUNDO.- Inconforme con la Sentencia y los puntos resolutivos antes transcritos, la parte demandada
en el juicio principal y actora en la reconvención, interpuso Recurso de Apelación en contra de la misma, el cual le fue
admitido en ambos efectos por el Inferior, enviándose el expediente al superior para la substanciación de Alzada,
habiendo tocado conocer del recurso a esta Sala. Por auto de fecha 24 veinticuatro de Agosto de 2017 dos mil diecisiete,
se confirmó la calificación de grado hecha por el Inferior, advirtiéndose de autos que la apelante ELIMINADO expresó
los agravios que considera le irroga la sentencia impugnada, ante el Juez de origen, y contestación de los mismos por el
apelado ELIMINADO , en su carácter de representante común; por lo que, con fundamento en los numerales 940 y 953
del Código de Procedimientos Civiles y conforme a las reformas del 24 veinticuatro de mayo de 2016 dos mil dieciséis, se
citó para resolver el presente negocio; turnándose el expediente al C. Magistrado Ponente para la elaboración del
proyecto de resolución con fecha 28 veintiocho de Agosto del año en curso.
C O N S I D E R A N D O

PRIMERO.- Los agravios formulados por ELIMINADO , por derecho propio y en representación de
ELIMINADO , son del tenor literal siguiente: “1. Me causa agravio la sentencia que se recurre en sus puntos resolutivos
Tercero, Cuarto, Quinto y Sexto que se encuentra guiado por los Considerandos Tercero, Cuarto y Sexto al ser
abiertamente violatoria de mis Derechos Humanos, y Garantías Individuales contenidas en los artículos 1°, 14 y 16
Constitucionales así como de los diversos arábigos 1°, 4, 81, 83, 273 y demás relativos del Código local de
Procedimientos Civiles, así como de los diversos arábigos 2161, 2169, 2170, 2175 y demás relativos del Código Civil del
Estado, resolución que es ilegal además por la absoluta falta de respeto a los derechos humanos de mi menor hijo
ELIMINADO y que se encuentran involucrados en el presente asunto, así como por la abierta desatención al principio
Pro-persona que el Juez inferior debió advertir de oficio a través de las facultades que le otorga la propia Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 1°, no debió declarar la improcedencia de la Acción
Reconvencional de Donación que en nombre y representación de mi menor hijo ejercité dejándose de observar además
en la sentencia de cuenta que los artículos 2161, 2164, 2167, 2170, 2174 en relación con el diverso 2148 del Código Civil
del Estado, que se refieren al contrato de Donación y en especial transgreden los derechos humanos y convencionales
tanto de la suscrita como de mi menor hijo, es decir contrarían a las disposiciones aludidas de la Carta Magna y los
Tratados Internacionales en los que México es parte, toda vez que los citados preceptos constitucionales son claros al
establecer respectivamente, que toda persona que se encuentra en los Estados Unidos Mexicanos, gozara de los
Derechos Humanos reconocidos en la propia Constitución y los Tratados Internacionales de los que el Estado Mexicano
sea parte, prohibiendo además la discriminación que en el caso que nos ocupa, acontece al establecer que ninguna
validez tiene el reconocimiento que el ahora finado ELIMINADO hizo en el sentido de ser el padre biológico de mi menor
ELIMINADO , declarando la ineficacia de la probanza aportada en el sumario y con el objeto de acreditar la existencia del
acto de la donación que el referido padre biológico de mi menor hizo respecto de la parte proporcional del inmueble de
cuya totalidad se me reclama en el presente juicio, agravio este que al ser motivado y fundado, debe ser suficiente para
revocar la sentencia que se impugna. 2.- También debe ser revocada la sentencia de cuenta, en razón de que en abierta
violación a los tan decantados derechos humanos y garantías individuales, se procedió a dictar la sentencia que se
combate, sin haberse observado por el Juzgador no haberse desahogado ninguna de las pruebas que esta parte ofertó,
ante la negativa dentro del sumario a admitir mis pruebas que en forma oportuna ofrecí, así como haberse además
negado a admitir mi recurso de apelación que en forma oportuna interpuse en contra del auto de 22 de agosto de 2016,
bajo el argumento de no haber señalado las constancias que deberían integrar el testimonio de apelación, pero
dejándose de observar que el dispositivo el arábigo 940 invocado por el A quo para fundar su negativa de admisión de mi
recurso de cuenta, es inconstitucional y violatorio de los derechos humanos tanto de la suscrita como de mi menor hijo,
sentencia que por ese motivo debe ser revocada y para el efecto de que atendiéndose al principio pro persona y que
además de trata de los intereses superiores de un menor, se ordene la reposición del procedimiento y para el efecto de
que sean admitidas las pruebas que en forma oportuna aporté. 3.- De todo lo anterior, es ilegal la sentencia que se
combate cuando al declarar la improcedencia de la acción que en vía reconvencional ejercite, declara la procedencia de
la acción reivindicatoria que se me demandó de la totalidad de un inmueble, de la cual, no tengo su total posesión,
obligándoseme de hecho a lo imposible y que de facto es a todas luces ilegal y violatoria de los tan decantados derechos
humanos y garantías individuales que le otorgan tanto a la suscrita como a mi menor hijo los referidos artículos 1°, 14 y
16 de nuestra Ley Fundamental y que por tal motivo debe ser revocada la sentencia de cuenta, debiéndose además
atender al imperativo contenido en el cuarto párrafo adicionado al artículo 942 de la Codificación Procesal Civil en el
Estado.”
SEGUNDO.- El primer agravio formulado por ELIMINADO , resulta en un aspecto infundado, y en otro
inoperante, mientras que el segundo y tercero son inoperantes para el fin perseguido en esta alzada.
En síntesis, arguye la apelante en un primer concepto de lesión, que le agravia la sentencia recurrida en sus
puntos resolutivos tercero, cuarto, quinto y sexto, que se encuentran guiados por los considerandos tercero, cuarto y
sexto, al ser abiertamente violatorios de sus derechos humanos y de los de su menor hijo, así como por la abierta
desatención al principio pro-persona que el Juez inferior debió advertir al declarar improcedente la acción reconvencional
de donación que en su nombre y en representación de su hijo ejercitó al establecer que ninguna validez tiene el
reconocimiento que el ahora finado ELIMINADO , hizo en el sentido de ser el padre biológico de su menor hijo
ELIMINADO , declarando la ineficacia de la probanza aportada en el sumario y con el objeto de acreditar la existencia del
acto de la donación que el referido padre biológico de su menor hijo hizo, respecto de la parte proporcional del inmueble,
de cuya totalidad se le reclama.
Sobre este aserto, esta Sala Revisora, como ya se adelantó, considera en un aspecto infundado este primer
agravio, porque carece de razón la inconforme cuando alega que el Juez de origen desatendió por completo el principio
pro-persona que debe imperar en todas las actuaciones emitidas por una autoridad.
Lo anterior se estima así, porque el hecho de que la acción reconvencional de cumplimiento de contrato de
donación, pretendida por ELIMINADO , se hubiera declarado improcedente por el Juzgador, no implica, que se le
hubieran vulnerado sus derechos humanos, dado que en el caso que nos ocupa, se advierte que se entabló un juicio en
su contra; fue emplazada del mismo; dio contestación dentro del término exigido y previsto por la Ley, oportunidad que le
dio para interponer contrademanda; se emplazó a sus reconvenidos; hubo un periodo probatorio en el cual se ofrecieron y
desahogaron las pruebas de la parte que tuvo la intención de hacerlo; expresó alegatos y finalmente, se dictó sentencia.
Lo que se observa, se hizo siempre en el marco de la ley atendiendo a la Litis y en base al caudal probatorio en los
términos y plazos establecidos.
Por lo que, la aquí inconforme, siempre tuvo expedito su derecho durante el procedimiento para interponer
los medios de defensa y caudal probatorio que creyó convenientes. En ese tenor, a juicio de este Tribunal Superior, se
satisfacen, los principios constitucionales y legales, de igualdad, seguridad jurídica, debido proceso y acceso a la justicia.
Es preciso puntualizar, que de acuerdo con el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en su texto vigente a partir del once de junio de dos mil once, todas las autoridades, en el ámbito de sus
competencias, están obligadas a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos establecidos en aquélla
y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, interpretando las normas relativas a esos
derechos de conformidad con dichos ordenamientos (principio de interpretación conforme) favoreciendo en todo tiempo a
las personas con la protección más amplia (principio pro homine). Lo anterior, acorde con los principios de
interdependencia, indivisibilidad, universalidad y progresividad, de los cuales se advierte que los derechos humanos se
interrelacionan y dependen recíprocamente unos de otros y tienen como origen común la dignidad humana, por lo cual no
es procedente relegar algunos para conceder prioridad a otros ni puede existir jerarquía entre ellos, lo que significa que
todos los derechos humanos deben ser objeto de protección sin distinción alguna.
Por su parte, los artículos 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 25, numeral 1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, establecen que toda persona tiene derecho a un recurso "efectivo"
ante los tribunales competentes, que la amparen contra los actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos
por la Constitución y esos instrumentos normativos. Asimismo, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
sostuvo en la tesis P. LXVII/2011 (9a.), de rubro: "CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN UN MODELO
DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.", que los Jueces están autorizados para realizar un control de
convencionalidad "ex officio", esto es, con independencia de que las partes lo invoquen, pues dicha facultad no debe
quedar limitada exclusivamente por las manifestaciones de los accionantes en cada caso concreto.
En observancia de todo lo anterior, cuando el Tribunal advierta que la norma general, acto u omisión
reclamada de la autoridad inferior vulnera los derechos humanos del quejoso, debe abordar el estudio de esa violación,
con independencia de que las partes invoquen o no dicha infracción en sus conceptos de violación o agravios, pues de
esta manera se favorece el acatamiento de los principios señalados y se resguarda el efecto útil de todo recurso o medio
de impugnación para proteger y garantizar los derechos fundamentales, sin soslayar, desde luego, los presupuestos
necesarios para suplir la deficiencia de argumentos, tales como que el juzgador tenga competencia, que el juicio sea
procedente y que se respete la litis planteada.
De ahí que, la simple afirmación de violación a derechos humanos no es suficiente para que las autoridades
actúen más allá de lo expresamente consignado en la norma, porque romperían el equilibrio procesal entre actor y
demandado, permitiendo que oficiosamente se enmendara el yerro que pretende sea suplido, cuando no se justifica un
derecho para hacerlo valer, aún y cuando se expresen supuestos derechos de un menor.
En principio, se destaca que la garantía de acceso a la justicia o la tutela jurisdiccional para los gobernado
está contemplada en el artículo 17 Constitucional, segundo párrafo, el cual establece textualmente que: “…Toda persona
tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos
que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.”
Esta garantía a la tutela jurisdiccional consiste, básicamente, en el derecho que los gobernados tienen para
solicitar a determinados órganos legalmente competentes, que ejerzan la función jurisdiccional.
La función jurisdiccional es una potestad atribuida a determinados órganos para dirimir cuestiones
contenciosas entre diversos gobernados pero, al mismo tiempo, es un deber impuesto a esos órganos, debido a lo cual,
éstos no tienen la posibilidad de negarse a ejercerla, así que, en este orden de ideas, la autoridad jurisdiccional, como tal,
no puede hacer más de los que las leyes expresamente le confieren y, en ese sentido, deben hacer uso de los
mecanismos jurídicos establecidos por el legislador para el ejercicio de la función jurisdiccional.
Por otro lado, la garantía de la que se habla no es absoluta ni irrestricta a favor de los gobernados. Esto es
así, porque el Constituyente otorgó a los órganos legislativos secundarios el poder de establecer los términos y los plazos
en los que la función jurisdiccional se debe realizar. El propio Constituyente estableció un límite claramente marcado al
utilizar la frase “en los plazos y términos que fijen las leyes,” mismo que no sólo implica las temporalidades en que se
debe hacer la solicitud de jurisdicción, sino que incluye, además, todas las formalidades, requisitos y mecanismos que el
legislador prevea para cada clase de procedimiento.
Debe decirse también, que no sólo los órganos jurisdiccionales tienen el deber de ajustarse a los
mecanismos jurídicos establecidos por el legislador para el ejercicio de la función jurisdiccional, sino que también los
gobernados deben acatar esos mecanismos al momento de pretender ejercer su derecho a la jurisdicción.
En otras palabras, cuando los gobernados quieren hacer uso del derecho de acceso a la justicia, deben
someterse necesariamente a las formas que el legislador previó, siempre y cuando éstas tengan sustento constitucional.
A manera de ejemplo de las condiciones antes mencionadas, cabe citar, entre otros, el órgano que debe
conocer del procedimiento (competencia); los plazos y la forma en que se deben realizar las actuaciones; los medios
permitidos para que se acrediten las pretensiones de las partes (pruebas); cuáles son las personas que pueden
demandar y cuáles pueden ser demandada (legitimación); en el procedimiento que el legislador previó para el caso
concreto (vía), etcétera.
Entonces, esas condiciones que se establecen previendo los posibles conflictos que pueden darse, son
mecanismos que sirven para preservar la seguridad jurídica de los implicados en la tutela jurisdiccional. Así, el solicitante
sabrá exactamente cuándo y ante quién debe ejercer su derecho, los requisitos que deben reunir para hacerlo, los plazos
para ofrecer y desahogar sus pruebas, etcétera. De la misma manera, la parte demandada sabrá cuando y como
contestar la demanda, ofrecer y desahogar sus pruebas, etcétera, ya que esas condiciones pueden variar dependiendo
de cada uno de los procedimientos establecidos por las leyes procesales.
Con lo hasta aquí expuesto, se puede afirmar que existe una garantía de acceso a la justicia que encuentra
sus límites en las condiciones y plazos que el legislador ordinario establece para el cumplimiento de la garantía de
seguridad jurídica.
Ahora bien, precisamente porque esas condiciones y plazos encuentran un fundamento constitucional
(garantía de seguridad jurídica), deben ser acatados, como ya se dijo, tanto por el órgano encargado de la función
jurisdiccional, como por las partes que solicitan el funcionamiento de dicho órgano.
Por esa razón, los gobernados no tienen la facultad legal de elegir el trámite que deben seguir los
procedimientos jurisdiccionales, salvo las excepciones expresamente señaladas en la ley (como el caso del
procedimiento mercantil convencional previsto en los artículos 1051, 1052 y 1053 del Código de Comercio). Tienen la
facultad de ejercer sus derechos pero no la de elegir caprichosamente el procedimiento que se debe seguir para ello, ya
que, como se expuso con anterioridad, la prosecución de un juicio en la forma que establece la ley es una cuestión de
orden público y se rige por el principio de indisponibilidad, mediante el cual, aquélla no puede sustituirse, modificarse o
variarse por las partes, ya que el trámite está previsto en la ley precisamente para garantizar la legalidad del mismo.
En ese tenor, no es el caso, como contrariamente lo alega la sedicente, de que el juez de origen, al no
declarar procedentes sus planteamientos reconvencionales, afecte el principio pro-persona y en general a cualquier
derecho procesal que se estime afecto.
Lo anterior porque al ejercer la función jurisdiccional, no deben de dejar de observar los diversos principios
constitucionales y legales – legalidad, igualdad, seguridad jurídica, debido proceso, acceso efectivo a la justicia, cosa
juzgada-, o las restricciones que prevé la norma fundamental, ya que se hacerlo, se provocaría un estado de
incertidumbre en los destinatarios de tal función.
Así lo determinó la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia
56/2014, consultable con el Registro: 2006485, página 772, del Libro 6, mayo de 2014, Tomo II, Décima Época de la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, que dispone: “PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN MÁS FAVORABLE A
LA PERSONA. SU CUMPLIMIENTO NO IMPLICA QUE LOS ÓRGANOS JURISDICCIONALES NACIONALES, AL
EJERCER SU FUNCIÓN, DEJEN DE OBSERVAR LOS DIVERSOS PRINCIPIOS Y RESTRICCIONES QUE PREVÉ LA
NORMA FUNDAMENTAL. Si bien la reforma al artículo 1o. de la Constitución Federal, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 10 de junio de 2011, implicó el cambio en el sistema jurídico mexicano en relación con los tratados de
derechos humanos, así como con la interpretación más favorable a la persona al orden constitucional -principio pro
persona o pro homine-, ello no implica que los órganos jurisdiccionales nacionales dejen de ejercer sus atribuciones y
facultades de impartir justicia en la forma en que venían desempeñándolas antes de la citada reforma, sino que dicho
cambio sólo conlleva a que si en los instrumentos internacionales existe una protección más benéfica para la persona
respecto de la institución jurídica analizada, ésta se aplique, sin que tal circunstancia signifique que, al ejercer tal función
jurisdiccional, dejen de observarse los diversos principios constitucionales y legales -legalidad, igualdad, seguridad
jurídica, debido proceso, acceso efectivo a la justicia, cosa juzgada-, o las restricciones que prevé la norma fundamental,
ya que de hacerlo, se provocaría un estado de incertidumbre en los destinatarios de tal función.”
Por tales razonamientos, es que se considere que su agravio en este aspecto es infundado, ya que no se
violentaron derechos humanos en el procedimiento.
Ahora bien, en lo substancial, alega la inconforme que se violentaron los derechos humanos de su menor
hijo ELIMINADO .
Al respecto, es conveniente establecer, que la demandada en el juicio principal, ahora apelante, no
acompañó al procedimiento que nos ocupa, documento en original del acta de nacimiento de su descendiente; sin
embargo, no pasa desapercibido este Tribunal, que obra una copia simple de la misma, a foja 121, que si bien el juzgador
de primer grado, consideró que no tenía valor probatorio pleno, al no haber sido acompañado en original, aunado a que la
oferente nunca manifestó las razones por las cuales se encontraba impedida para agregarla a los autos; para esta
alzada, dicha copia simple, otorga un parámetro o presunción, de que al momento de emitirse la sentencia que por esta
vía se recurre, ELIMINADO , ya había alcanzado la mayoría de edad, sin que al efecto se apersonara al juicio, por
derecho propio, o bien, para interponer recurso alguno en contra del referido fallo, máxime, que en el mismo, el juez
ordenó la notificación personal, al propio ELIMINADO , además de las partes contendientes del juicio, sin que al efecto
dicha persona hubiese comparecido a defender supuestos derechos que le fueron violentados. Por tanto se encuentra
impedida la apelante, para pretender ejercer derechos de su hijo, al haber alcanzado aquél la mayoría de edad. Siendo
inoperante lo relativo a este argumento.
Por otro lado, de igual es inoperante este primer disenso, cuando afirma la inconforme que no debió de
haberse declarado la improcedencia de la acción reconvencional de donación, porque se dejaron de observar los
artículos 2161, 2164, 2167, 2170, 2174 en relación con el 2148 del Código Civil del Estado, que se refieren a los
contratos de donación, cuando está prohibido la discriminación como derecho humano, lo cual acontece al establecer que
ninguna validez tiene el reconocimiento que el ahora finado ELIMINADO , hizo en el sentido de ser el padre biológico de
su menor hijo ELIMINADO , y el Juez, declara la ineficacia de la probanza aportada en el sumario y con el objeto de
acreditar la existencia del acto de donación que el referido padre biológico de su menor hijo hizo respecto de la parte
proporcional del inmueble de cuya totalidad se le reclama en el presente juicio; agravio que a consideración de la
impetrante, debe ser suficiente para revocar la sentencia.
En lo atinente, cabe mencionar, que no es verdad, que se discriminó al hijo de la señora ELIMINADO , en el
presente negocio jurídico, y que por tales motivos, se declaró la improcedencia de la acción reconvencional de
cumplimiento de contrato de donación que ésta formuló.
Porque, lo cierto es, que la improcedencia de dicha acción reconvencional, fue, derivada, de que para el
Juzgador, la actora reconvencional no había aportado pruebas suficientes y aptas para demostrar la existencia del
contrato de donación verbal que dice, les hizo el señor ELIMINADO , en favor de ella y su hijo ELIMINADO .
Determinación que el A quo, externó de la siguiente manera, en la sentencia:
“….Las pruebas aportadas por ELIMINADO , no son suficientes y tampoco aptas para demostrar si quiera
la existencia del contrato de donación verbal que dice les hizo ELIMINADO a favor de ella y de ELIMINADO .
Efectivamente, para acreditar los hechos de la reconvención ELIMINADO , ofertó como pruebas las
contenidas en el escrito de seis de julio de dos mil dieciséis (f.116 a 121), siéndole admitidos en auto de veintidós de
agosto de ese mismo año, los que se enlistan a continuación:
I.- CONFESIONAL CON CARGO A ELIMINADO . Misma que no fue desahogad según certificación de la
secretaria de acuerdos visibles a fojas 196 vuelta.
La cual no arroja dato alguno en virtud de que la misma no tuvo verificativo.
II.- CONFESIONAL CON CARGO A ELIMINADO . Misma que no fue desahogada, según se advierte del
sumario.
Sin resultado favorable, dada la falta de desahogo.
III.- TESTIMONIAL PRIMERA.- Misma que no fue desahogada según certificación de la secretaria de
acuerdos visible a fojas 200.
Misma suerte corre este medio de prueba al no presentar a sus testigos.
IV.- DOCUMENTAL PÚBLICA (F. 129-130).- Consistente en la copia certificada ante Notario Público del
Acta Compromiso celebrada en los autos del expediente 505/2010, del índice del DIF RIOVERDE ante la presencia del
L.A.E. ELIMINADO , Coordinador general de Programas SMDIF de esta Ciudad.
Este medio de prueba si bien tiene valor pleno por haberse celebrado ante la autoridad municipal, en
términos del artículo 388 del Código Procesal Civil. Lo cierto es que el mismo no tiene el alcance y valor que se pretende,
porque para dar validez a ese reconocimiento de paternidad, debió en su caso el padre biológico de ELIMINADO ,
generar algún acto de los reconocidos por el artículo 205 del Código Familiar del Estado y generar filiación paterna y por
ende crear derechos y obligaciones, empero esa comparecencia ante la autoridad Rioverdense, no puede surtir los
efectos pretendido o bien someter a juicio contencioso el reconocimiento de paternidad, lo que tampoco ocurrió, razones
por las que se estima que la probanza es ineficaz y no tiene el alcance probatorio de tener por acreditado que el menor
ELIMINADO es hijo biológico de ELIMINADO .
V.- DOCUMENTAL (f.121).-Consistente en la copia simple del acta de nacimiento de ELIMINADO ,
expedida por las autoridades de Tamaulipas.
Documento que al ser adjuntado en copia simple carece de valor, amén de que la oferente estuvo en
condiciones de remitirlo en original, pues nunca manifestó imposibilidad para hacerlo.
En resumen, las pruebas ofertadas en la reconvención no tienden a acreditar la existencia del contrato
verbal de donación mediante el cual refiere adquirir el dominio del inmueble ubicado en la Calle de ELIMINADO , Zona
Centro de esta Ciudad, e incluso omitió el testimonio de ELIMINADO , pues dijo que ella y otra más fueron testigos del
contrato de donación que se reitera no fue acreditado.
Siendo estas las razones legales, por las que deviene de improcedente la acción de cumplimiento de
contrato de donación, que en vía de reconvención ejercitó ELIMINADO , en contra de ELIMINADO y ELIMINADO .
Así las cosas, y una vez que fueron analizadas la acción materia de reconvención, se estima innecesario
abordar el estudio de las excepciones y defensas opuestas por los demandados, así como las pruebas que aportaron
estos, abstención que se estima legal, pues el resultado de su análisis no variaría el sentido de lo resuelto…”
Razonamientos a los que arribó el resolutor de primer grado, que no fueron combatidos ni desvirtuados en
apelación, por la inconforme, ya que ésta solo se limita a hacer una serie de afirmaciones pero que no atacan la legalidad
de la sentencia, como tampoco las consideraciones, estimaciones y apreciaciones del caudal probatorio esgrimido por el
juez. Por ello, este Tribunal se encuentra imposibilitado para abordar un estudio de los mismos al no desprenderse de los
agravios la causa de pedir.
En un segundo concepto de lesión, la recurrente aduce que también debe ser revocada la sentencia, en
razón de la abierta violación a los decantados derechos humanos y garantías individuales, ya que se procedió a dictar
sentencia, sin haberse observado por el Juzgador, no haberse desahogado ninguna de las pruebas que esa parte ofertó,
ante la negativa dentro del sumario a admitir sus pruebas que en forma oportuna ofreció, así como haberse negado
además, a admitir su recurso de apelación que en forma oportuna interpuso en contra del auto de fecha 22 veintidós de
agosto de 2016, bajo el argumento de no haber señalado constancias que deberían integrar el testimonio de apelación,
sentencia que por ese motivo debe ser revocada.
El anterior agravio, a juicio de los que resuelven, es inoperante, en virtud de que la apelante se duele, de
que no fueron desahogados diversos medios de prueba que ofertó; sin embargo, no debe olvidarse, que de conformidad
con lo previsto en el artículo 273 del Cuerpo de leyes procesales en consulta, corresponde a las partes probar sus
acciones y excepciones, respectivamente, y por tanto tiene la carga procesal de velar por el correcto ofrecimiento y
desahogo de sus pruebas, esto en el marco jurídico, en los tiempo y plazos que exige la ley; por tanto, dentro del sumario
existen diversas certificaciones asentadas por el Secretario de Acuerdos del juzgador de origen en el que se advierte que
tanto las confesionales ofrecidas por la actora en la reconvención con cargo a los CC. ELIMINADO y ELIMINADO ,
como la testimonial I, al igual que las testimoniales I, II y II ofertadas por ELIMINADO , en el juicio principal, no se
llevaron a cabo por la inasistencia de los absolventes ni de los testigos, sin que al efecto la oferente hubiese insistido en
su petición de desahogo, siendo en su perjuicio el que no se llevaran a cabo (f.187 fte. y vta., 196 vta., 200 fte.).
Se trae a la vista la jurisprudencia publicada con los siguientes datos de localización, para ilustrarnos lo
expuesto:
Época: Décima Época, Registro: 2014020, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia¸ Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 40, Marzo de 2017, Tomo IV, Materia(s):
Constitucional, Tesis: XI.1o.A.T. J/12 (10a.), Página: 2368, con el rubro: “CARGA DE LA PRUEBA Y DERECHO A
PROBAR. SUS DIFERENCIAS. No debe confundirse la oportunidad de ofrecer y desahogar pruebas, atinente a la
defensa, con la carga probatoria, si se tiene en cuenta que la primera constituye un derecho -a probar- y la segunda es un
deber procesal; asimismo, el derecho a probar es de naturaleza constitucional, en tanto el débito procesal es de
naturaleza procesal e, incluso, es posterior al derecho fundamental de mérito, o sea, el derecho a probar es anterior y de
entidad superior a la obligación procesal, siendo que derecho y obligación no son sinónimos dado que uno se ejerce en el
procedimiento, tanto postulatorio como probatorio, mientras que la otra es objeto de examen por el juzgador hasta la
sentencia o laudo; sin que deba validarse una decisión jurisdiccional de denegación de pruebas cuando suponga la
imposición de un formulismo obstaculizador, o contrario a la efectividad del derecho a la prueba, ni subordinar la eficacia
de ese derecho fundamental a otro tipo de intereses, como los de economía procesal, expeditez de los juicios, o el
prejuzgamiento de la carga probatoria, cuando su decisión no es propia de la resolución que acepta pruebas sino de la
sentencia o laudo, lo que significa que es ilegal anticipar la carga de la prueba a una de las partes al momento de decidir
sobre su admisión o no, ni invocar algún otro formalismo que impida conocer el resultado de una prueba en detrimento
del derecho a probar, que es uno de los que conforman el derecho humano al debido proceso; luego, si el derecho a
probar es un derecho constitucional que atribuye a la persona el poder tanto de ejercerlo, como de reclamar su debida
protección, entonces su constitucionalización obedece a la relevancia procesal que adquiere la actividad probatoria, en la
medida en que determina a las partes cuándo y cómo pueden probar los hechos del debate jurisdiccional, vinculando a
todo juzgador a su observancia. Lo anterior, porque en la interpretación de las normas probatorias también es procedente
la que permita la máxima actividad probatoria de las partes, prefiriendo, inclusive, el exceso en la admisión de pruebas, a
la de una interpretación restrictiva, por cuanto en aquélla subyace la idea de aproximar, y hasta de hacer coincidir la
verdad histórica con la verdad que habrá de declararse en la sentencia, partiendo de la base de que la verdad es un
derecho humano cuya restricción necesariamente debe justificarse y, por ende, la norma probatoria ha de interpretarse
conforme al artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo concerniente al derecho
humano al debido proceso.”
En diverso orden de ideas y en cuanto a lo manifestado por la inconforme, en el sentido de que no se le
admitieron sus medios de prueba y que por tales motivos debe revocarse la sentencia apelada.
Sobre el particular, esta alzada se encuentra impedida para analizar tal argumentación, deviniendo
inoperante, en atención, a que, sobre dicha inadmisión de pruebas, la aquí inconforme, agotó los medios de defensa que
estimó pertinentes durante la secuela procedimental; que aún y cuando, al resolverse los recursos en mención, no
fallaron en favor de la quejosa, ello, no impide que se estime por este Órgano Revisor, que la impetrante, hizo uso de su
derecho de defensa, por lo que el debido proceso fue respetado.
Esto es así, por lo siguiente:
a).- Si bien es cierto, por auto de fecha 22 veintidós de agosto de 2016 dos mil dieciséis, el juez de origen,
tuvo a ELIMINADO , por no admitiéndole diversos medios de prueba (f.127 vita.); sin embargo, la demandada en el juicio
principal, interpuso en contra de esa inadmisión de pruebas, recurso de apelación, el cual le fue admitido el 9 nueve de
septiembre de 2016 dos mil dieciséis.
b).- En contra de este auto que admite recurso de apelación, ELIMINADO , interpuso recurso de
revocación, al estimar que el recurso de apelación interpuesto por su contraria parte, adolecía de los requisitos que
señalaba el artículo 944 párrafo cuarto, del Código de Procedimientos Civiles.
c).- Recurso de revocación que resultó procedente en fecha 27 veintisiete de octubre de 2016 dos mil
dieciséis, y ordenó la revocación del proveído 9 nueve de septiembre de 2016 dos mil dieciséis, para el efecto de no
admitir el recurso de apelación interpuesto por ELIMINADO , en contra del auto que no admite sus pruebas, ya descrito.
d).- Por acuerdo del 17 diecisiete de noviembre del año próximo pasado, la aquí inconforme, hizo del
conocimiento al juzgado del origen, que interpuso recurso de queja, ante el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia
en el Estado, en donde se duele de la interlocutoria de fecha 27 veintisiete de octubre de 2016, dos mil dieciséis, que
resolvió recurso de revocación interpuesto por ELIMINADO y ELIMINADO , en contra del auto de 09 nueve de
septiembre de esa misma anualidad. Recurso de queja que se resolvió en fecha 30 treinta de marzo del año que
transcurre, desechándose, al no haber sido fundado en derecho, por lo que, se declaró procedente el recurso de
revocación interpuesto a su vez contra el proveído de 09 nueve de septiembre de 2016 dos mil dieciséis (f. 260 a 265).
Así las cosas, con independencia de los fallos obtenidos, no se deja de observar, que la agraviada
ELIMINADO , hizo valer los medios de defensa idóneos, y que creyó convenientes, los cuales se encuentran firmes.
Razón por la cual, este Tribunal Superior se encuentra impedido para hacer un pronunciamiento sobre los mismos, pues
se violentaría el principio de cosa juzgada y firmeza en las resoluciones judiciales.
Finalmente, arguye la recurrente que es ilegal la sentencia que combate, cuando declara la procedencia de
la acción reivindicatoria, que se le demandó sobre la totalidad de un inmueble, del cual no tiene su posesión total,
obligándosele a un hecho imposible y que de facto es a todas luces ilegal, y violatoria de tan desencantados derechos
humanos.
Se estiman inoperantes los anteriores argumentos, porque la inconforme no combate ni desvirtúa con
razonamiento lógico jurídico alguno, las consideraciones legales, ni las pruebas analizadas por el juzgador, que sirvieron
de base para declarar la procedencia de la acción reivindicatoria, en lo relativo a la posesión total del predio reclamado
que tiene la demandada, e identidad del inmueble en cuestión, como se puede observar a continuación:
El A quo, estableció en su sentencia, en lo que interesa, lo siguiente:
“….El segundo de los elementos, que consiste en demostrar que la posesión se encuentre en manos de la
demandada, ello se justificó con las pruebas siguientes:
CONFESIONAL EXPRESA DE LA DEMANDADA (f. 40).- En la contestación de demanda al dar respuesta
Silvia Aurora, señaló en el punto tres lo siguiente: “Sin embargo, debo decir que, el inmueble que se me reclama en el
presente juicio, desde el mes de diciembre del año 2010, el hoy finado ELIMINADO nos puso en posesión a mi hijo
ELIMINADO y a la suscrita ELIMINADO pues lo destinó para que ahí viviéramos en un inicio de manera provisional
para así poder estar al pendiente de su salud, y posteriormente ya en el mes de febrero de 2011 lo dio en donación pura
y gratuita a favor de nuestro menor hijo ELIMINADO y de la suscrita ELIMINADO .”.
Admisión de hechos que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 383 de la Ley Procesal
Civil, y con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama.
CONFESIÓN EXPRESA POR POSICIONES CON CARGO A LA DEMANDADA (f. 212 v. a 216).-
Diligencia de prueba que fue desarrollada a las nueve del veintitrés de noviembre del año pasado, la cual constó de 18
dieciocho posiciones, y quien al responder la marcada con la número uno, confesó vivir en el domicilio ubicado en la Calle
de ELIMINADO de esta Ciudad.
Aceptación que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 383 de la Ley Procesal Civil y
con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama.
CONFESIÓN FICTA POR POSICIONES (f. 216 v y 220).- La que deriva de su inasistencia a la prueba
confesional a su cargo, a pesar de estar apercibida en términos de ley, por lo que una vez abierto el pliego de posiciones
se calificaron de legales todas las preguntas, cobrando relevancia la marcada con la número uno en la que aceptó vivir en
el domicilio ubicado en la Calle de ELIMINADO de esta Ciudad.
Aprobación que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 382 y 403 de la Ley Procesal
Civil y con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama.
Luego entonces, no hay duda de que ELIMINADO , detenta el uso del inmueble ubicado en la Calle de
ELIMINADO , de esta Ciudad de Rioverde, San Luis Potosí.
Por lo que hace al tercer elemento de la acción reivindicatoria, y que se traduce en la identidad formal y
material del predio motivo de éste juicio, se tiene plena certeza de que el inmueble descrito en la escritura de propiedad
es el mismo que existe sobre la Calle de ELIMINADO de esta Ciudad, según los siguientes medios de convicción:
DOCUMENTAL PÚBLICA.- Consistente en la copia certificada del instrumento notarial ELIMINADO ,
volumen ELIMINADO , del protocolo del Licenciado ELIMINADO , Notario Público número Once y del Patrimonio
Inmobiliario Federal, en ejercicio en el Segundo Distrito Judicial del Estado de Tamaulipas.
Dicha documental tiene valor pleno en términos del ya transcrito artículo 388 del Código Procesal Civil, la
cual acredita que el actor de este Juicio adquirió la propiedad ubicada en la Calle de ELIMINADO , de esta Ciudad,
mediante un Juicio Sucesorio Testamentario tramitado ante el Juez Segundo de Primera Instancia de lo Familiar, del
Segundo Distrito judicial, con residencia en la Ciudad de Altamira, Tamaulipas.
Por tanto hay identidad formal entre el bien reclamado y la escritura de dominio que se exhibe, pues acorde
a lo señalado por el artículo 825 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Tamaulipas, ese instrumento notarial
constituye el título de propiedad para el heredero testamentario, en el que constan los antecedentes registrales, en los
que se puede ver que el bien en disputa era propiedad del de cujus, que estaba inscrito en el registro público bajo el
número ELIMINADO , fojas ELIMINADO , del Libro Propiedad, tomo ELIMINADO , de tres de febrero de mil
novecientos noventa y ocho.
CONFESIONAL EXPRESA DE LA DEMANDADA (f. 40).- En la contestación de demanda al dar respuesta
ELIMINADO, señaló en el punto tres lo siguiente: “Sin embargo, debo decir que, el inmueble que se me reclama en el
presente juicio, desde el mes de diciembre del año 2010, el hoy finado ELIMINADO nos puso en posesión a mi hijo
ELIMINADO y a la suscrita ELIMINADO pues lo destinó ara (sic) que ahí viviéramos en un inicio de manera provisional
para así poder estar al pendiente de su salud, y posteriormente ya en el mes de febrero de 2011 lo dio en donación pura
y gratuita a favor de nuestro menor hijo ELIMINADO y de la suscrita ELIMINADO .”
Admisión de hechos que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 383 de la Ley Procesal
Civil, y con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama y que está ubicado en la
Calle de ELIMINADO , de esta Ciudad.
CONFESIÓN EXPRESA POR POSICIONES CON CARGO A LA DEMANDADA (f. 212 v., a 216).-
Diligencia de prueba que fue desarrollada a las nueve horas del veintitrés de noviembre del año pasado, la cual constó de
18 dieciocho posiciones, y quien al responder la marcada con la número uno, confesó vivir en el domicilio ubicado en la
Calle de ELIMINADO de esta Ciudad.
Aceptación que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 383 de la Ley Procesal Civil, y
con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama y que está ubicado en la Calle de
ELIMINADO , de esta Ciudad.
CONFESIÓN FICTA POR POSICIONES (f. 216 v y 220).- La que deriva de su inasistencia a la prueba
confesional a su cargo, a pesar de estar apercibida en términos de ley, por lo que una vez abierto el pliego de posiciones
se calificaron de legales todas las preguntas, cobrando relevancia la marcada con la número uno en la que aceptó vivir en
el domicilio ubicado en la Calle de ELIMINADO de esta Ciudad.
Aprobación que tiene valor pleno en términos de lo señalado por el artículo 382 y 403 de la Ley Procesal
Civil, y con la cual se acredita que es cierto que está en posesión del bien que se le reclama.
INSPECCIÓN JUDICIAL (f. 188 y 189).- Desahogada a las doce horas de treinta y uno de octubre de dos
mil dieciséis, en la que consta que el secretario de acuerdos de este juzgado se constituyó en el domicilio cuya
reivindicación se reclama, acompañado tanto del actor como de la demandada del juicio principal y sobre el que tuvo
desarrollo la inspección.
Medio de prueba que tiene valor pleno en términos del artículo 399 de la Ley Adjetiva Civil, y que sirve para
acreditar la identidad física y material del predio reclamado pues ambas partes reconocen y no objetaron el lugar
donde se constituyeron.
No pasa inadvertido para este juzgador, que en la inspección se asentó que hay números marcados
con el 210, 210 a y 210 b, empero la demandada al momento de contestar el juicio, no señaló estar en posesión
parcial del predio, por tanto ese dato deviene de intrascendente.
Con independencia de lo anterior, lo cierto es que la identidad del bien a reivindicar se justificó, desde el
momento en el que la demandada ELIMINADO , sometió a juicio una acción sobre el predio cuestionado lo que se
estima suficiente para acreditar el tercer elemento de la acción restitutoria…”
De lo antes transcrito, se advierte que el juez de primer grado, se apoyó en las pruebas confesionales
expresas hechas por ELIMINADO , al momento de dar contestación al escrito inicial de demanda, así como en las
confesionales expresas por posiciones, y confesional ficta de posiciones, al igual que en inspección judicial, en donde
ésta aceptó vivir en el domicilio ubicado en la calle ELIMINADO de esa ciudad de Rioverde, S.L.P., haciendo notar el
resolutor, que al momento y durante el desarrollo de la diligencia practicada relativa a la Inspección Judicial, ambas
partes reconocieron y no objetaron el lugar donde se constituyeron; al igual que, la demandada al momento de
contestar el juicio, no señaló estar en posesión parcial del predio, y que por tanto, el dato relativo, que la
mencionada diligencia, se hubiese asentado que hay números marcados con el 210, 210 a y 210 b, venía intrascendente.
Consideraciones de índole legal, que la inconforme no ataca ni controvierte, sino que se limita a afirmar que
no posee la totalidad del predio, cuando no fue materia de Litis, ya que el juez del conocimiento, en la sentencia que aquí
se recurre, advirtió que ELIMINADO , nunca había señalado en su escrito de contestación de demanda estar en
posesión parcial del predio. Por tales razones resulta inoperante este tercer concepto de agravio.
Ante lo inoperante de los agravios formulados por ELIMINADO , lo procedente es confirmar la Sentencia de
fecha 6 seis de Julio del año en curso, pronunciada por el C. Juez Civil de Rioverde, S.L.P., dentro del expediente
434/2015, relativo al Juicio Ordinario Civil Reivindicatorio, promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , por
sus propios derechos y en representación de ELIMINADO .
TERCERO.- Al no haber obtenido resolución favorable, se condena a la apelante ELIMINADO , al pago de
costas y gastos en Segunda Instancia, en favor de su contraria parte, de conformidad con lo previsto en la fracción II del
artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles vigente en el Estado. Y por cuanto atañe a la parte apelada, no es
procedente hacer un pronunciamiento de condena por tal rubro, debido a que no interpuso recurso de apelación y por
tanto nunca fue abierta la instancia por dicha parte litigante.
Por lo expuesto y fundado, es de resolverse y se resuelve:
PRIMERO.- El primer agravio formulado por ELIMINADO , resultó en un aspecto infundado, y en otro
inoperante, mientras que el segundo y tercero fueron inoperantes.
SEGUNDO.- En consecuencia, se CONFIRMA la Sentencia de fecha 6 seis de Julio del año en curso,
pronunciada por el C. Juez Civil de Rioverde, S.L.P., dentro del expediente 434/2015, relativo al Juicio Ordinario Civil
Reivindicatorio, promovido por ELIMINADO , en contra de ELIMINADO , por sus propios derechos y en representación
de ELIMINADO .
TERCERO.- Al no haber obtenido resolución favorable, se condena a la apelante ELIMINADO , al pago de
costas y gastos en Segunda Instancia. Y por cuanto atañe a la parte apelada, no es procedente hacer un
pronunciamiento de condena por tal rubro.

CUARTO.- Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al Juzgado de origen,
y en su oportunidad, archívese el Toca como asunto concluido.

QUINTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.

A S Í, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los señores Magistrados que integran la Cuarta Sala
del Honorable Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, Licenciados ELIMINADO , ELIMINADO y ELIMINADO ,
siendo Ponente el primero de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que autoriza Licenciada
ELIMINADO . Doy fe.

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