ORIGINALES
Las bases de la interpolación en la tomografía
espiral: una explicación para radiólogos
José María García-Santos* • Jorge Cejudo**
*Servicio de Radiodiagnóstico, Hospital General Universitario «J.M.a Morales Meseguer». Murcia. **Marconi Medical Systems.
A diferencia de la tomografía computarizada (TC) convencional, la
TC espiral (TCE) necesita la aplicación de interpoladores para conse-
guir la reconstrucción de la imagen. Esto se debe a que las proyeccio-
nes de las que se sirve el ordenador no están situadas en el mismo pla-
no. Desde el comienzo de la aplicación de la TCE, diversos interpola-
dores han sido diseñados con el fin de mantener el grosor de la sección
reconstruida lo más próximo posible al del grosor del haz de rayos X.
La intención de este artículo es discutir el funcionamiento de estos in-
terpoladores para resaltar las ventajas y considerar los inconvenientes
que la aplicación de los interpoladores curvos de alto orden pueden te-
ner frente a los interpoladores lineales estándar.
Palabras clave: Tomografía computarizada espiral. Interpolador lineal
de 180°. Interpolador de alto orden. Perfil de sensibilidad del corte.
Volumen parcial.
L a aparición de la adquisición volumétrica de datos con la to-
mografía computarizada espiral (TCE) ha hecho necesaria
la introducción en el vocabulario radiológico de nuevos términos
que se han añadido a los que la tomografía computarizada (TC)
trajo consigo en la década de los años setenta. Entre los términos
asociados a la TCE encontramos la palabra interpolación, y di-
rectamente derivada de ella, interpolador. La interpolación es el
proceso matemático que permite obtener una imagen de una sec-
ción corporal a partir de un conjunto de datos espaciales que no
se adquieren en un plano. En los sistemas convencionales de TC,
los datos obtenidos para la construcción de una imagen corres-
ponden exactamente a la sección que se pretende estudiar. Pero
en una exploración efectuada mediante TCE, la camilla sobre la
que se acuesta el paciente también se mueve durante la emisión
de rayos X. Como consecuencia, no todos los datos que van a ser
utilizados para la construcción de una imagen corresponden
exactamente a la sección que se quiere reconstruir. Por otro lado,
puesto que la toma de datos se efectúa con la camilla en movi-
miento, la imagen final presentaría artefactos provocados por di-
García-Santos JM, Cejudo J. Las bases de la interpretación en la tomografía
computarizada espiral: una explicación para radiólogos. Radiología 2002;44(3):
89-101.
Correspondencia:
JOSÉ MARÍA GARCÍA-SANTOS. Servicio de Radiodiagnóstico. HGU
«Morales Meseguer». C/. Marqués de los Vélez, s/n. 30008 Murcia. E-mail:
jgarcia@hmmg.insalud.es.
Recibido: 30-VIII-2001.
Aceptado: 21-III-2002.
7 Radiología 2002;44(3):89-101
The bases for the use of interpolation
in helical computed tomography:
an explanation for radiologists
In contrast to conventional computed tomography (CT), helical CT
requires the application of interpolators to achieve image reconstruc-
tion. This is because the projections processed by the computer are not
situated in the same plane. Since the introduction of helical CT, a num-
ber of interpolators have been designed in the attempt to maintain the
thickness of the reconstructed section as close as possible to the thick-
ness of the X-ray beam. The purpose of this article is to discuss the
function of these interpolators, stressing the advantages and conside-
ring the possible inconveniences of high-grade curved interpolators
with respect to standard linear interpolators.
Key words: Helical computed tomography, 180-degree linear interpo-
lation, high-order interpolation, slice sensitivity profile, partial volu-
me.
cho movimiento. La solución a estos problemas está en el proce-
so de interpolación. Todos los sistemas de TCE, utilicen o no la
técnica multicorte, basan en la interpolación la construcción fi-
nal de la imagen. En nuestros sistemas de TCE, aunque variando
entre ellos, es posible encontrar interpoladores diferentes. Lo ha-
bitual es utilizar el interpolador estándar que se introduce por de-
fecto en los protocolos radiológicos de las máquinas disponibles
en el mercado. Pero es posible sacar ventajas de otros interpola-
dores que, teóricamente, aumentan la resolución de la imagen
que a partir de ellos se consigue. En este mismo número presen-
tamos un estudio en el que evaluamos las ventajas de la aplica-
ción en el pulmón de interpoladores de alto orden, diferentes a
los interpoladores estándar habituales1. No es necesario tener un
conocimiento, ni siquiera discreto, de cómo un interpolador tra-
baja para poder entender nuestro estudio1. Pero creemos que la
introducción en los fundamentos de los conceptos técnicos con
los que convivimos todos los días, conceptos que en su mayor
parte son desconocidos por gran parte de los profesionales del
diagnóstico por la imagen, no deja de ser una cuestión interesan-
te desde el punto de vista técnico y cultural. Presentamos por
ello este trabajo, que pretende comentar cuál es el funcionamien-
to de un interpolador, resaltar la existencia de interpoladores di-
ferentes y, finalmente, destacar cuáles son sus ventajas e incon-
venientes teóricos. El abordar cuestiones técnicas de este tipo,
tan lejanas a lo que nuestro entendimiento está habituado a tratar
diariamente, obliga a simplificaciones y omisiones para evitar
entrar en niveles de complejidad en los que, sin duda, acabaría-
mos perdiéndonos. Sin embargo, estas simplificaciones no dejan
de facilitar una comprensión abstracta de los conceptos que va-
mos a exponer y no desvirtúan significativamente el fondo de la
explicación.
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 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos
La tomografía computarizada convencional: la construcción
de la imagen
A principios de los años 70, después de dos años de trabajo
intenso y una previa y no menos ardua tarea para intentar con-
vencer al mundo radiológico y sanitario en Londres, Godfrey
Houndsfield vio hecho realidad el primer prototipo de tomogra-
fía computarizada2. Los enormes avances en la informática y en
la electrónica han permitido llegar hasta donde hoy estamos.
Pero la idea genial de Houndsfield queda por encima de todos
estos avances. Los comentarios que sobre el funcionamiento de
la tomografía computarizada convencional vamos a hacer no ha-
cen sino reflejar muy básicamente lo que Houndsfield puso en
práctica hace sólo 30 años, pero 30 años a partir de un invento
que sentó las bases de lo que iba a ser una auténtica revolución
en la Medicina.
En una exploración convencional, un sistema de TC de tercera
generación o superior utiliza un tubo de rayos X que da una
vuelta alrededor del paciente durante la cual emite de forma con-
tinua un haz de radiación divergente. En los sistemas de tercera
generación, y diametralmente opuesta al tubo, se dispone una
bandeja de detectores. Esta bandeja se mueve coordinadamente
con el tubo, a la misma velocidad y en el mismo sentido, de mo-
do que la emisión del haz de Rx siempre incida sobre ella. En un
escáner de cuarta generación, los detectores no se mueven. Para
poder efectuar su función, en vez de una bandeja, los sistemas
de cuarta generación están dotados de un anillo completo de de-
tectores. En un tomógrafo de tercera generación, el haz de rayos
X divergente hace llegar la información a la bandeja de detecto-
res. En el caso de los sistemas de cuarta generación, el haz esti-
mulará los detectores correspondientes a un sector del anillo,
sector que es equivalente a la bandeja móvil de la tercera genera-
ción. De aquí en adelante, y con la idea de simplificar la discu-
sión, consideraremos que nuestro tomógrafo es uno de cuarta ge-
neración (fig. 1).
El número de detectores que compone el sector estimulado
varía entre fabricantes y modelos, pero en nuestros ejemplos su-
pondremos que es de 2.048. Los detectores reciben una radia-
ción que habrá sido más o menos atenuada en función de los dis-
tintos tejidos por los que haya pasado. La radiación atenuada es
transformada en señales eléctricas que, finalmente, serán conve-
nientemente interpretadas por una computadora. En la imagen
Paciente
Pos. 1
(exagerada)
Sector de 2048
detectores 0.0375º
Haz
Hazdede Pos.
RX
RX 0 vóxel casi plano (fig. 3). ¿A qué corresponde exactamente ca-
Tubo
RX
Anillo de 9600
detectores
Fig. 1.—El haz divergente de Rx atraviesa todo el volumen corporal e
incide en la bandeja de detectores situada en el lado opuesto. Como
puede deducirse, la información que llega a estos detectores en cada
emisión del tubo de Rx es información de toda la sección.
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por resonancia magnética las ondas electromagnéticas enviadas
por los átomos de hidrógeno inducen corrientes eléctricas en las
bobinas receptoras. En definitiva, en los dos sistemas el proceso
de construcción de la imagen se basará, al final, en la interpreta-
ción de corrientes eléctricas.
Supongamos que en este sistema de TC convencional el tubo
comienza a girar desde la posición 0, emitiendo un haz de rayos
X en forma de abanico que alcanza un total de 2.048 detectores
(fig. 1). Como si estuviésemos transportándonos a los sistemas
de primera y segunda generación, es necesario, para simplificar,
que alteremos la situación real. Así, aunque el tubo gira en reali-
dad de forma continua, debemos imaginar que se mueve escalo-
nadamente, a saltos. En cada una de las posiciones que resultan
de cada salto emite radiación que es detectada y analizada. El
salto que el tubo efectúa para hacer la siguiente emisión de rayos
X es, exactamente, el equivalente al ancho de un detector. Si el
anillo de nuestro sistema tuviera 9.600 detectores, el ángulo que
el tubo formaría entre dos posiciones contiguas para cada emi-
sión sería de 360°/9.600 = 0,0375°. En definitiva, para un anillo
de 9.600 detectores, el tubo habrá efectuado 9.600 emisiones al
completar una vuelta completa. Cada una de ellas habrá estimu-
lado un sector de 2.048 detectores. La diferencia de posición de
sector a sector habrá sido la correspondiente al ancho de un de-
tector. Las medidas recogidas en cada una de esas emisiones
(2.048 corrientes eléctricas diferentes), corresponden a lo que
llamaremos una proyección. Por tanto, después de una vuelta
completa de tubo, disponemos de 9.600 proyecciones distintas.
Seguiremos con una nueva simplificación. Hasta ahora hemos
hablado de un haz de rayos X divergente que forma un abanico
en cada emisión. Imaginemos ahora que dicho haz pudiera des-
componerse exactamente en 2.048 rayos (líneas) que divergieran
desde el tubo (fig. 2A). Cada uno de estos rayos alcanza uno de
los 2.048 detectores del sector. De esta forma cada uno de los
detectores del sector mediría la atenuación sufrida por cada uno
de los rayos que componen el haz divergente de 2.048 rayos X.
Puesto que cada rayo atraviesa estructuras en absoluto homogé-
neas, la atenuación que sufren es diferente de unos a otros. El re-
sultado final de cada rayo en su detector será la suma de las ate-
nuaciones sufridas en su trayecto hasta llegar a él. La imagen bi-
dimensional a que cada proyección da lugar es un sector
formado por las atenuaciones sufridas por cada uno de los rayos
del haz (fig. 2B). ¿Cómo consigue plasmar la computadora cada
proyección en una imagen bidimensional?. En un estudio de TC
puede decirse que el paciente es virtualmente dividido en vóxe-
les de la cabeza a los pies (fig. 3), que son prismas de base cua-
drada (de tres dimensiones). Además de esto, cada sección
creada con un disparo del tomógrafo tiene un grosor, que en el
caso de la TC depende, fundamentalmente, de la colimación del
haz de rayos X. Por tanto, una sección no es un plano, sino que
tiene tres dimensiones (eje anteroposterior, eje derecha-izquier-
da, grosor), o dicho de otro modo, el haz de Rx, en cada sección,
secciona cada vóxel en los que se estructura al paciente en un
da vóxel?. El ordenador «imagina» el hueco del gantry dividido
en pequeños cuadrados o píxel (fig. 4). El tamaño del píxel está
determinado por la matriz de la imagen. Cada uno de estos píxe-
les estará pues en relación directa con cada uno de los vóxeles
imaginarios en los que está segmentado el paciente. La represen-
tación en la imagen de cada vóxel será, pues, su píxel. O lo que
es lo mismo, la atenuación que produce un vóxel (3D) en la ra-
diación que pasa a su través, se representa en la imagen por un
píxel (2D) con una intensidad de gris. Lo importante de esta es-
tructuración es que la computadora ordena con ello el espacio
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 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

Bandeja de detectores Bandeja de detectores

2.048 detectores a

Tubo de Rx

A
Tubo de Rx

B C
Fig. 2.—A) Véase el texto. B) La reconstrucción de una sola proyección es una imagen compuesta por franjas de grises diferentes en función
de la atenuación que el objeto que traspasan induce en el haz de Rx. C) En este grupo de figuras se esquematiza la reconstrucción de una pro-
yección creada a partir de un haz de tres rayos que atraviesan, cada uno, cuatro vóxel en su trayecto (a). En el grupo b se observa la atenuación
en gama de grises que cada vóxel induciría. La atenuación final plasmada en gris es la suma de todas las atenuaciones sufridas por cada rayo.
La representación final será pues un sector con tres franjas de gris diferente (c).

del gantry y en cada momento conoce cuál es la posición del tu-
bo y los detectores relacionados con esa posición. Por tanto,
sabrá siempre qué vóxeles son los atravesados por cada uno de
los 2.048 rayos del haz de rayos X cada vez que éste se emite
(fig. 2C).
Imaginemos una sola proyección conseguida con una emi-
sión de un haz de 2.048 rayos. Cuando el detector del extremo
del sector del recibe su rayo atenuado, el ordenador le asigna
una intensidad de gris entre el blanco y el negro. Ese gris estará
en relación con la atenuación del rayo que el detector ha recibi-
Haz de RX
Vóxel creado por el haz de
Rx
Fig. 3.—
Véase el texto.
do, es decir, es el resultado de la suma de todas las atenuacio-
nes que cada vóxel ha producido en el trayecto del rayo. Con
esa intensidad de gris se sombrea en la matriz de la imagen ca-
da uno de los píxeles correspondientes a los vóxeles imagina-
rios que ha atravesado ese rayo en su trayecto hasta el detector
(fig. 2C). El detector contiguo hará lo propio con el rayo que
llega hasta él, y así sucesivamente hasta el otro extremo del
sector (fig. 2C). Si el rayo no es atenuado, no dibujará ningún
píxel. De lo dicho puede deducirse que cada proyección, lo
mismo que cada eco conseguido con un pulso de radiofrecuen-
cia en resonancia magnética, obtiene información de toda la
sección que se está estudiando. Pero una sola proyección, igual
que un solo eco, no reproduce una imagen útil para el diagnós-
tico (fig. 2). Con una sola proyección es imposible diferenciar
vóxel a vóxel. Lo que se consigue es distinguir líneas. Para ob-
tener la imagen deseada será necesario que vayan combinándo-
se proyecciones sucesivas. En nuestro ejemplo, el sistema de
TC va a conseguir 9.600 proyecciones en una vuelta completa
del tubo de rayos X. Como consecuencia tendremos una matriz
o malla de valores de atenuación para cada una de las 9.600
proyecciones. Con cada nueva proyección obtenemos una nue-
va matriz de pixeles. Combinando estas 9.600 matrices con al-
goritmos matemáticos adecuados y sujetos a patente, obtene-
mos una matriz total de pixeles, cada uno con un valor de ate-
nuación. La combinación de las 9.600 proyecciones, o lo que
es lo mismo, el entrecruzamiento sucesivo de las líneas de cada
proyección individual, permitirá distinguir vóxel por vóxel. El
valor de atenuación que al final de combinar todas las proyec-
ciones le corresponde a cada vóxel se transforma en un valor
de gris correspondiente a una unidad Houndsfield en cada pí-
xel. Todos los píxeles del hueco del gantry imaginados por el
ordenador, cada uno con su valor en unidad Houndsfield, dan

9 Radiología 2002;44(3):89-101 91
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

CT scanner

A B
Fig. 4.—A y B) El espacio del gantry está estructurado por el ordenador formando una matriz de píxel. Este es el modo que tendrá el
sistema de saber cual es la atenuación que cada vóxel inducirá en la radiación que pasa a su través.

lugar a la imagen axial final. A este proceso es a lo que se de- tral. Como antes, vamos a imaginar el proceso a saltos. El tubo
nomina Back Projection. comienza por la posición 0, luego la 1, y así sucesivamente hasta
que llegue a la posición 9.599. Para cada una de estas posiciones
Como ejemplo ilustrativo puede recurrirse a una secuencia de
la camilla también adoptará la suya propia. ¿Cuánto se despla-
imágenes ficticias obtenidas en sucesivas proyecciones y el re-
za la camilla entre dos posiciones sucesivas del tubo? La res-
sultado de ir combinándolas (fig. 5). Con la suma sucesiva de
proyecciones observamos que a medida que las vamos superpo-
niendo, el objeto definido por el tono más oscuro de gris, ad-
quiere una forma más aproximada a la real. Así, con una sola
proyección, el escáner sólo es capaz de mostrar una especie de
triángulo sombreado, con dos proyecciones, la imagen con un
gris más oscuro tiene forma de trapecio irregular, con cuatro pro-
yecciones es un octógono irregular, con 16 es un polígono de 16
lados, etcétera. Siguiendo este razonamiento, con 9.600 proyec-
ciones tendremos un polígono de 9.600 lados, que prácticamente
es un círculo.

La tomografía computarizada espiral: el funcionamiento

del interpolador lineal

Conocidas las bases de cómo se forma la imagen axial con-

vencional, es fácil entender cómo se consigue una imagen a par-
tir de los datos obtenidos con un estudio espiral. Sabido es que
en los cortes axiales convencionales la camilla no se mueve
mientras se produce el giro del tubo de rayos X. Sin embargo, en
los estudios espirales la camilla sí se mueve. Esto haría que en el
momento de proceder con la reconstrucción la imagen estuviese
afectada por el movimiento. Este inconveniente es solucionado
por el interpolador.
Empezaremos imaginando un estudio en el que el tubo dará
tres vueltas ininterrumpidas a la vez que la mesa se mueve se
forma continua (fig. 6A). Mientras se mueve, el tubo está emi-
tiendo un haz de radiación (supongamos que de 10 mm de gro- Fig. 5.—Cuando la TC intenta conseguir una sección de un volumen el
sor). Para un pitch factor 1, cada vez que el tubo ha concluido mecanismo que utiliza (back projection) se sirve del entrecruzamiento
una vuelta, la camilla se ha desplazado 10 mm. De las tres vuel- de múltiples proyecciones. Esto aproxima cada vez más la información
tas que el tubo ha efectuado, nos centraremos en la vuelta cen- hacia el objeto que se pretende reconstruir.

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 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

TABLA 1

Pos. Posic. Pos. Posic. Pos. Posic. Pos. Posic.

Tubo Camilla Tubo Camilla Tubo Camilla Tubo Camilla

0 0 10 0,0104170 6.580 9,9791660 6.590 9,9895830

1 0,0010417 11 0,0114587 6.581 9,9802077 6.591 9,9906247
2 0,0020834 12 0,0125004 6.582 9,9812494 6.592 9,9916664
3 0,0031251 13 0,0135421 6.583 9,9822911 6.593 9,9927081
4 0,0041668 14 0,0145838 ............... 6.584 9,9833328 6.594 9,9937498
5 0,0052085 15 0,0156255 6.585 9,9843745 6.595 9,9947915
6 0,0062502 16 0,0166672 6.586 9,9854162 6.596 9,9958332
7 0,0072919 17 0,0177089 6.587 9,9864579 6.597 9,9968749
8 0,0083336 18 0,0187506 6.588 9,9874996 6.598 9,9979166
9 0,0093753 19 0,0197923 6.589 9,9885413 6.599 9,9989583

La posición de la camilla está en milímetros.

puesta resulta de dividir los 10 mm de recorrido total entre
9.600, o sea, 0,0010417 mm. Esto equivale a tener pares de posi-
ciones, tubo frente a camilla, que quedan esquematizados en la
tabla 1. Realmente, y a diferencia de lo que ocurre con la TC
convencional, estamos obteniendo proyecciones de distintas sec-
ciones del paciente, muy cercanas unas de otras. Las proyeccio-
nes estarán enormemente solapadas unas sobre otras puesto que
dos secciones espirales sucesivas, cada una conseguida con una
colimación de 10 mm, tendrán sus ejes centrales separados sólo
0,0010417 mm. La información que cada proyección espiral tie-
ne es casi igual que la contigua, pero no es la misma. Es decir,
tendremos 9.600 proyecciones de 9.600 secciones del paciente, y
no 9.600 proyecciones de una sección como ocurre en la TC
convencional. El objetivo del ordenador es ahora crear una sola
imagen a partir de 9.600 proyecciones que ocupan una posición
diferente en el espacio.
De forma análoga a los que hemos comentado para la imagen
puramente axial, cada una de las proyecciones está estructurada
en el ordenador como una malla o matriz de píxeles. Para obte-
ner un píxel en la imagen con la TC convencional, el ordenador
procesa la información de 9.600 proyecciones en el mismo vó-
xel. Pero en el caso de la TC espiral, el ordenador tendría infor-
mación de 9.600 vóxeles diferentes y, a partir de ella, debería re-
presentar un único punto (píxel) en la imagen final. El problema
está entonces en cómo combinar y procesar la información de
esas 9.600 proyecciones obtenidas en planos diferentes. Éste es
el trabajo del interpolador.
Supongamos que, en nuestro caso, el interpolador del que
disponemos utiliza los datos obtenidos durante dos vueltas com-
pletas del tubo (9.600 × 2 proyecciones). Como hemos dicho
antes, en nuestro paciente el estudio ha consistido en una serie
de tres revoluciones (28.800 proyecciones disponibles).
Imaginemos que para obtener una imagen de esa serie de tres
vueltas del tubo elegimos la correspondiente a la posición 15
mm de la camilla (fig. 6). El interpolador se centra en esa posi-
ción y combinará las 9.599 matrices anteriores a esta posición y

2 vueltas del tubo (interpolador) 1 vuelta del tubo (interpolador) 2 vueltas del tubo (interpolador) 2 vueltas del tubo (interpolador)

a a
a

b b
0 10 20 30 0 10 20 30 b
c c
5 15 25 5 15 25
3 vueltas del tubo 3 vueltas del tubo Pitch factor 1 Pitch factor 2
A B
Fig. 6.—A) En la figura se observa un estudio en el que el tubo ha efectuado tres vueltas completas (flechas discontinuas). La información que
se obtiene durante esas tres vueltas (b) puede ser luego plasmada en imágenes, tal como se representa en el grupo de rectángulos inferiores. En
ellos se marca la posición de la camilla durante las vueltas del tubo de Rx. Las dos figuras muestran el volumen de información utilizado por un
interpolador de 720° (izquierda) y uno que utiliza una vuelta del tubo (derecha). Si se pretende reconstruir la imagen central, puede observarse
como la posición del tubo en cualquiera de los dos casos hace que se adquiera información que excede el grosor de la imagen que se quiere re-
construir (c). La anchura ideal de la sección es la que coincide con el grosor del haz de rayos X (a). Pero el SSP excede siempre esa anchura ide-
al. B) En esta figura puede verse cómo el problema del grosor de la imagen se incrementa cuando el pitch factor aumenta. Con un interpolador
lineal de 720° el SSP de la imagen es aceptable con un pitch factor 1 pero se altera notablemente con su aumento, de modo que la distorsión en
el grosor de la imagen hace inviable su utilización en estos casos.

11 Radiología 2002;44(3):89-101 93
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

las 9.600 posteriores, así como la matriz correspondiente a la
posición de 15 mm. Sólo esta proyección corresponde entera-
mente a la imagen que deseamos reconstruir. Pero, al igual que
ocurría con el sistema de TC convencional, necesitamos más
proyecciones para poder obtener la imagen final. Para ello el or-
denador va a interpolar (o extrapolar) las proyecciones que es-
tán antes y después de esa posición. Sin embargo, y puesto que
estas otras proyecciones no corresponden exactamente a la sec-
ción de la cual se desea conseguir una imagen, utilizar todos los
datos que se obtienen con una vuelta del tubo plantea enseguida
una serie de inconvenientes:
1. Por un lado, y puesto que el haz de radiación consigue da-
tos de un volumen mayor a su colimación, el grosor de la
imagen reconstruida no correspondería al del grosor del haz
(fig. 6B). Este inconveniente se acentúa tanto más cuanto
más se desplaza la mesa durante la vuelta del tubo. Dicho
de otro modo, cuando la imagen es obtenida mediante un
sistema convencional de TC, el grosor del haz de rayos X
es el mayor determinante del grosor de la imagen o perfil
de sensibilidad del corte (slice sensitivity profile, SSP). Sin
embargo, en la TCE, un segundo factor, la velocidad de la
mesa durante el giro del tubo, tiene una gran importancia
en el SSP final3. Así, cuanto mayor sea el pitch factor ma-
yor será el aumento del SSP respecto a al grosor del haz de
rayos X. La alteración del SSP es, por tanto, uno de los
problemas fundamentales de la TCE, y lo fue de tal modo
en el comienzo del camino de la TCE, que no era posible
efectuar exploraciones con pitch factor superior a uno y
conseguir imágenes con un SSP que permitiese conservar
una resolución longitudinal aceptable (fig. 6B).
2. Por otro lado, la información recogida por sucesivas pro-
yecciones a cierta distancia de la posición central no es la
misma que la que hubiera obtenido sin mover la camilla,
para esa misma posición del tubo. En las posiciones cen-
trales del tubo la mayor parte de la información corres-
ponde a la sección que se quiere reconstruir. Pero cuanto
más periférica sea la proyección, menos información se
tiene de la sección que nos interesa y más de la sección
adyacente (fig. 6A). En definitiva, una parte importante
de la información utilizada para la construcción de una
imagen (un número importante de proyecciones) no co-
rrespondería exactamente al plano que dicha imagen in-
tentaría representar. Así, si sumásemos todas las proyec-
ciones del mismo modo que lo hace la TC convencional,
estaríamos asignando a muchos píxeles un color dentro de
la gama de grises que no se correspondería con el que se
hubiera representado en una imagen estática.
Independientemente del grosor de la imagen, la represen-
tación de los píxeles de la imagen no sería la correcta.
El trabajo de un interpolador consiste pues en evaluar qué
importancia (peso) va a otorgarle a cada una de las proyeccio-
nes que contribuirán a crear la imagen, según sea su posición en
el volumen radiado durante una vuelta del tubo. Es decir, el in-
terpolador hará que cada proyección contribuya a la imagen fi-
nal con un peso distinto en función de su distancia al centro de
la reconstrucción. Con ello intentará conseguir que la imagen se
parezca lo más posible a la que se habría obtenido sin que la
mesa se moviese, con un SSP parecido al de la imagen conven-
cional.
En función de su diseño los interpoladores en nuestro sistema
de TCE son lineales o lobares. Los interpoladores lineales son
los de uso habitual en nuestros Departamentos. Los primeros di-
seños también correspondieron a interpoladores lineales. El más
simple de ellos es un interpolador lineal como el que hemos uti-
lizado en nuestro ejemplo, el cual utiliza los datos obtenidos du-
rante dos vueltas completas del tubo (interpolador lineal de
720°). Como puede observarse en la figura 7, con los datos ob-
tenidos mediante TCE sólo disponemos de una proyección que

Interpolador Lineal (720 grados)

Interpolador lineal de 720 grados

Proyección
central
Peso

Peso

0 grad 90 grad 180 grad 270 grad 0 grad 90 grad 180 grad 270 grad 0 grad

0 2,5 5 7,5 10 12,5 15 17,5 20

A Estimación de la atenuación de la proyección 270 = (peso . atenuación 4) + (peso . atenuación 8) Posición camilla (mm) B
Fig. 7.—A) En este esquema (modificado de la ref. 7) se muestra el funcionamiento de un interpolador de 720° que utiliza nueve proyecciones.
La proyección central será la única cuya información no requiere ser estimada. En el resto de casos el interpolador tendrá que dar pesos diferen-
tes a cada una de las proyecciones. Así, cuando tenga que utilizar la información de las proyecciones de 270° lo hará sumando los valores de
atenuación de las dos, pero dando mucha más importancia a la que está más próxima a la proyección central. El valor final de las proyecciones
de 270° será una media ponderada de las dos. Esta ponderación de las proyecciones puede verse gráficamente en la figura B. Para interpretar la
gráfica de este interpolador, y con ello saber el peso que tiene una proyección concreta, entramos en ella por el eje de abscisas en la posición
que ocupaba la camilla cuando se obtuvo dicha proyección Proyectamos una línea sobre la curva (recta) que define el interpolador, y desde ahí
trazamos otra línea hacia la ordenada correspondiente. Puede verse aquí, de forma más patente los diferentes pesos que el interpolador
da al par de proyecciones de 270°.

94 Radiología 2002;44(3):89-101 12
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

Eje Y TABLA 2

Proy. 0 Proy. 1 Proy. 2 Proy. 3 Proy. 4

Valor = 658 HU HU del píxel 550 580 600 610 640

HU en gris
Coeficiente 0,1 0,15 0,5 0,15 0,1
HU resultante 55 87 300 91,5 64
10 Media
ponderada 55 + 87 + 300 + 91,5 + 64 = 597,5 UH
Media NO 550 + 580 + 600 + 610 + 640 = 596 UH
ponderada 5
HU total 597,5
HU gris total
Eje X
0 10
En este ejemplo se reconstruye un píxel a partir de cinco proyecciones obtenidas mediante
TCE. En las dos filas superiores de la tabla se reseñan los valores en unidades Hounsfield de la
densidad del píxel en las cinco proyecciones y su correspondencia en la escala de grises. El in-
terpolador estándar establecería unos coeficientes para asignar el peso a cada proyección (ter-
cera fila de la tabla). El resultado de cada producto de la densidad del píxel por su coeficiente,
tal como establece la fórmula 1, se puede ver en la cuarta fila. En la quinta se consigue la me-
dia ponderada por esos coeficientes, media que aproxima la densidad final del píxel a la que le
correspondería en una imagen estática convencional. La media no ponderada se aleja más de
la real (sexta fila), poco en nuestro ejemplo porque se trata de sólo cinco proyecciones, pero
potencialmente mucho más si el número de proyecciones va aumentando.

Fig. 8.—
Véase el texto.
ρi es el coeficiente para la proyección i dado por el inter-
polador.
µi es el valor, en unidades Hounsfield del pixel (x,y) =
(10,10), obtenido en la proyección i.
corresponde al plano central de la imagen final. El resto no co-
rresponderán exactamente al plano y, por tanto, sus valores de El desarrollo de esta fórmula daría lugar a similar a:
atenuación deberán ser estimados y no tomados íntegramente
µ10,10 = 0,001 · 587 + 0,0012 · 589 + ... + 0,57 · 653 + ... + 0,001 · 612 = 658 HU
como haremos con la proyección central. Para estimar el valor
proy. 0 proy. 1 proy. 9.600 proy. 19.199
de cada píxel el interpolador lineal de 720° utilizará las proyec-
ciones de dos vueltas del tubo (19.200 proyecciones). En reali- Un ejemplo gráfico más sencillo, con tan solo cinco proyec-
dad, dispondrá de 9.600 pares de proyecciones, puesto que en ciones, puede verse en la tabla 2.
cada vuelta cada proyección tendrá una y solo una en la vuelta
Sin embargo, el interpolador de 720° tenía como inconvenien-
siguiente que habrá sido obtenida desde el mismo punto del es-
te fundamental el aumento del SSP (fig. 6B). Por ello, nuevos in-
pacio. Esas dos proyecciones no podrán sin embargo tener la
terpoladores lineales fueron desarrollados basados en el concep-
misma importancia en la construcción de la imagen final (fig.
to de que las imágenes pueden reconstruirse utilizando sólo la
7). Su valor de atenuación tendrá que ser corregido por un fac-
información de una vuelta del tubo, sopesando finalmente los
tor (peso, ρi), que resaltará lo cercana o lejana que la proyección
datos de la mitad central de la vuelta (más el ángulo del haz)5,6.
está del centro de la imagen final4,5. Para expresar esto de un
Esto es algo similar a lo que ocurre con la imagen half-fourier en
modo más gráfico escojamos de la matriz del gantry un píxel
cualquiera (por ejemplo el situado en las coordenadas [x,y] =
[10,10]), tal como muestra la figura 8. Supongamos también Interpolador lineal
que en un estudio convencional dicho píxel hubiera tenido un
valor de densidad de 658 UH. La computadora conoce el valor
de ese píxel para cada una de las 19.200 proyecciones y dispone
del interpolador espiral lineal de 720°, que asigna pesos a cada
una de las proyecciones. La asignación de estos pesos está de-
terminada por la gráfica que define al interpolador (fig. 7B).
Desde el punto de vista matemático, si tenemos 19.200 proyec-
ciones i (i = 0, 1, 2,..., 19.199), tendremos 19.200 pesos ρi para
Peso

el píxel (10,10). La ecuación que usamos para obtener el valor

final del píxel en la imagen final es:

Σ
19.199
µ10,10 = ρi · µi
i=0
donde: 0 2,5 5 7,5 10

µ10,10 es el valor final, en unidades Hounsfield, del pixel de Posición camilla (mm)
nuestro ejemplo Fig. 9.—Gráfica del interpolador lineal de 180°.

13 Radiología 2002;44(3):89-101 95
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos
1 vuelta del tubo (interpolador) 1 vuelta del tubo (interpolador)
Pitch factor 1 Pitch factor 2
Fig. 10.—El interpolador lineal de 180° consigue un SSP mucho más
ajustado al grosor ideal de la imagen que el de 720° cuando el pitch
factor es 1. Sin embargo se produce un incremento llamativo del SSP
cuando el pitch factor aumenta al doble.
resonancia magnética. Este interpolador (interpolador lineal de
180 grados) sustituyó rápidamente al de 720° debido a su capa-
cidad de conseguir un SSP mucho más ajustado, a expensas de
un leve incremento en el ruido de la imagen7. Nos referiremos a
él como interpolador estándar. Su gráfica, similar a la que he-
mos establecido para el interpolador anterior, puede verse en la
figura 9. Como puede verse en la figura 10, este interpolador ob-
tiene imágenes con un SSP mucho más ajustado que el interpola-
dor de 720°, para un pitch factor 1. Sin embargo, no puede man-
tenerlo cuando el pitch factor se incrementa notablemente. Los
interpoladores de alto orden constituyen un intento de mantener
ajustado el SSP cuando la velocidad de la mesa aumenta.
La tomografía computarizada espiral: los interpoladores
de alto orden
El interpolador lineal estándar es sólo un tipo de interpolador.
Así, los sistemas de TCE, y el nuestro en particular, pueden dis-
poner de otros interpoladores distintos. Cada fabricante tiene
sus propios interpoladores. Hemos visto que el interpolador es-
tándar utiliza la información obtenida durante una vuelta del tu-
Interpolador espiral
Peso
-1,0
-0,5 0,0 0,5
A Vueltas de tubo
Fig. 11.—A) Gráfica del interpolador bilobar de alto orden. B) Gráfica del interpolador trilobar de alto orden.
96
bo, pero también hemos visto que podemos utilizar interpolado-
res que emplean más de una. Pero con ellos, el problema del au-
mento del grosor de la imagen final se disparaba cuando el pitch
factor era distinto de 1. Por otro lado, tampoco es imprescindi-
ble que el diseño del interpolador tenga que ser lineal. Así, los
interpoladores pueden ser curvos (lobares). Estos interpoladores
utilizan una mayor información que el interpolador lineal de
180 grados porque se sirven de los datos adquiridos durante
más de una vuelta del tubo. Pero no tienen los inconvenientes
que presentaron los interpoladores lineales iniciales que tam-
bién se servían de la información adquirida con varias vueltas
del tubo. Su base está en el concepto de que el movimiento alte-
ra la congruencia de los datos obtenidos con las proyecciones
periféricas6. A diferencia de los interpoladores lineales, que su-
man toda la información de las proyecciones, los interpoladores
lobares también asignan pesos negativos a algunas proyeccio-
nes. Este diseño permite reconstruir las imágenes con más in-
formación y un mayor ajuste del SSP.
El interpolador espiral de dos revoluciones
Tomemos como referencia la gráfica de la figura 11A, en
ella se muestra la curva que define a este interpolador.
Observemos ciertas variaciones respecto al interpolador lineal.
En abscisas tenemos la posición del tubo (en tanto por uno de
la rotación) relativa a la posición en que queremos reconstruir
la imagen (X = 0). Por tanto, estamos hablando de un interpo-
lador que usa dos vueltas de tubo para reconstruir una imagen.
Es decir, utiliza 19.200 proyecciones para reconstruir una sola
imagen. Pero, además, el interpolador no es lineal. El diseño de
su curva, que en definitiva implica la asignación de pesos a las
19.200 proyecciones, no es fruto del azar sino consecuencia de
la experimentación. Además podemos observar que más allá
de media vuelta de tubo (180°), antes y después de la posición
de referencia, las proyecciones contribuyen negativamente a la
imagen, aunque en poca medida. O sea, tienen un peso negati-
vo. A diferencia del interpolador lineal de 180°, que no consi-
dera la información obtenida más allá de una mitad de vuelta
de tubo, el interpolador lobar de dos vueltas de tubo sí la tiene
en cuenta (en su caso la información de dos medias vueltas de
tubo), pero para restarla de la imagen resultante. Este ajuste
permite una reconstrucción de la sección con un grosor más
cercano al de la colimación.
Interpolador espiral
Peso
1,0
-1,5 -1,0 - 0,5 0,0 0,5 1,0 1,5
Vueltas de tubo B
Radiología 2002;44(3):89-101 14
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

El interpolador espiral de tres revoluciones factor mayores de uno. Las ventajas que se derivan del uso de
estos interpoladores están en relación directa con la mayor reso-
Del mismo modo podemos interpretar el interpolador curvo de lución en el eje Z y con ello la reducción de los fenómenos de
tres revoluciones. La figura 11B representa este interpolador. volumen parcial (fig. 13).
Con él se usan 28.800 (3 × 9.600) proyecciones para reconstruir
Sin embargo, los interpoladores de alto orden tienen inconve-
una sola imagen. El funcionamiento es similar al anterior, se
nientes respecto al lineal de 180 grados. Uno de ellos es el au-
asignan pesos a cada una de las proyecciones según la curva ca-
mento del ruido en la imagen (fig. 14). De forma análoga a lo
racterística del interpolador, procediendo después a la recons-
que ocurre cuando se disminuye el grosor del haz de radiación,
trucción. Parte de las proyecciones que están fuera de la vuelta
el uso de interpoladores de alto orden aumenta teóricamente la
central tienen asignados pesos negativos. Las proyecciones más
resolución en el eje Z a cambio de incrementar el ruido en la
periféricas lo tienen positivo. Como puede apreciarse en la gráfi-
imagen. Este aumento del ruido no es sin embargo comparable al
ca de este interpolador, los pesos negativos son de mayor cuantía
que introduce por ejemplo el filtro de alta resolución en las imá-
que los pesos positivos periféricos. La relación entre los pesos
genes pulmonares, lo cual hace que no sea, probablemente, un
positivos y negativos de la información periférica permite, final-
argumento decisivo en su contra para un uso amplio en los estu-
mente, reconstrucciones aun más ajustadas que con el interpola-
dios del mediastino1.
dor curvo de dos revoluciones.
En nuestra experiencia con el uso de interpoladores de alto or-
den de tres revoluciones, hemos percibido la aparición de arte-
factos en las interfaces de estructuras que tienen marcadas dife-
Los interpoladores espirales: ventajas e inconvenientes

Como ya hemos visto en los párrafos anteriores, la TCE utili- 1,25

zó en un principio interpoladores lineales de 720 grados (dos
vueltas de tubo). Utilizando un pitch factor 1, el grosor final de 1,00
Sensibilidad del corte (mm)

la imagen era aceptable. Pero esto dejaba de ser así según el

pitch factor se iba incrementando (fig. 6B). Por tanto, la resolu- 0,75
ción en el eje Z se deterioraba enormemente. La introducción
del interpolador lineal de 180 grados (estándar) permitió obte- 0,50
ner imágenes con un mejor SSP así como poder utilizar utilizar FWHM
FWHM
pitch factor mayores sin una afectación significativa de la reso- 0,25
lución. Sin embargo, cuando el pitch factor es mayor de 1,5 ya
se producen desviaciones significativas del grosor final de la 0,00
imagen respecto del grosor del haz de rayos X utilizado. El
efecto se hace todavía más evidente con pitch factor de 2 (fig. -0,25
10). Ya sabemos que el grosor final de la imagen reconstruida
-10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10
por un interpolador viene dado por las gráficas de sensibilidad
del corte (slice sensitivity profile) (fig. 12). Como puede verse, Posición relativa de la mesa (mm)
estas gráficas tienen forma de curva de Gauss. El tamaño de un
cuadrado puede ser conocido gracias a su anchura, y el de un 1,25
rectángulo por su anchura y su altura. Sin embargo, los objetos
irregulares no tienen un perfil como el de los objetos regulares. 1,00
Por ejemplo, el perfil de una estrella en una fotografía astronó-
Sensibilidad del corte (mm)

mica se asemeja al de una curva de Gauss. Pero no podemos 0,75

medir ese perfil considerando toda la curva de Gauss, porque
ésta se prolonga de forma infinita, aunque es cierto que sólo con
la parte central de la curva se puede representar prácticamente 0,50
FWHM
FWHM
todo el objeto. Un método útil para conocer el tamaño de la es-
trella tal como la ve el ojo, a partir de la curva de Gauss, es con- 0,25
siderar la anchura del perfil de la curva cuando éste ha caído al
valor medio desde el pico máximo. Esto es lo que se denomina 0,00
anchura completa de la imagen a la mitad del valor máximo o
Full width at Half Maximum (FWHM). El FWHM es un número -0,25
simple y concreto que permite comparar la calidad de imágenes -10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10
obtenidas en condiciones de observación diferentes. Esto que
Posición relativa de la mesa (mm)
hemos comentado referido a la observación astronómica puede
ser extrapolado a los perfiles de las imágenes reconstruidas con SSP de la imagen convencional
interpoladores diferentes. En la figura 12 se observa el efecto
que sobre el FWHM de las imágenes reconstruidas con un inter- SSP con un interpolador estándar
polador estándar y otro lobar de tres revoluciones tiene el uso SSP con un interpolador de alto orden
de un pitch factor 1 y otro 1,5. El aumento del pitch factor au-
Fig. 12.—Gráficas del SSP obtenidos en el caso de una imagen con-
menta el FWHM de los perfiles en los dos casos, pero este au- vencional y otras dos espirales con dos interpoladores diferentes, con
mento es menor con el interpolador de alto orden. Teóricamente dos pitch factor distintos. Cuando el pitch factor es igual o mayor de
permiten ajustar mejor el SSP y, por tanto, aumentan su resolu- 1,5, el interpolador de alto orden consigue una SSP más ajustada que
ción respecto a lo que consigue el interpolador lineal con pitch el interpolador estándar.

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 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

A B
Fig. 13.—A) Imagen torácica con ventana de partes blandas para estudio del mediastino. Esta imagen ha sido reconstruida con un interpolador
estándar. B) La misma sección ha sido reconstruida con un interpolador trilobar de alto orden. La diferencia entre las dos imágenes es escasa
pero existen datos que indican una mejora en la resolución longitudinal con este interpolador. Por un lado, los ganglios paratraqueales (flechas
finas) se define mejor que con el interpolador estándar. También se observa un foco de grasa mediastínica separada del pulmón adyacente (fle-
cha gruesa) gracias al interpolador de alto orden. Con el interpolador estándar esta separación no se produce.

A B
Fig. 14.—A) La fotografía muestra una serie de imágenes torácicas mediastínicas reconstruidas con un interpolador estándar. B) La misma se-
rie ha sido reconstruida ahora con un interpolador trilobar de alto orden. Se observa un discreto aumento del ruido en la imagen que no altera
su interpretación. Sin embargo, el interpolador trilobar introduce en los contornos mediastínicos una franjas de alta densidad (puntas de fle-
cha) que no aparecen en las imágenes reconstruidas con el interpolador estándar.

rencias de densidad respecto a las circundantes. La causa de este estar en ella. Este hecho puede quedar plasmado como un arte-
fenómeno puede estar en el uso de una gran cantidad de proyec- facto cuando se trata de reconstruir una superficie en el plano
ciones que están fuera de la sección que se desea reconstruir, lo transversal cuyo contorno en el eje Z es curvo (fig. 15). Su ori-
hace que se introduzca en la imagen información que no debería gen puede demostrase con la utilización de fantomas (figs. 16 y

98 Radiología 2002;44(3):89-101 16
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

1
2
3

Fig. 15.—En este esquema se representa una imagen coronal del tórax en el cual se han tomado datos mediante TCE con tres vueltas del tubo.
Como puede observarse, tanto el contorno del mediastino como el de la pared costal no son rectos en el eje Z (cráneo-caudal) sino que trazan
una curva. El interpolador trilobar utiliza la infomación de tres vueltas de modo que la información de las vueltas periféricas (1,3) puede in-
cluirse en la imagen final, que está potenciada fundamentalmente por la vuelta central (2). Las áreas punteadas en el esquema torácico expli-
can el por qué de la falta de coincidencia en los contornos mediastínicos y pulmonares que representa el esquema inferior izquierdo. Esta falta
de coincidencia motiva la aparición de franjas densas en el contorno mediastínico (por la adición incongruente de contornos de alta densidad)
y de franjas hipodensas en el contorno pulmonar externo (por la adición incongruente de contornos de baja densidad).

A B
Fig. 16.—Sección de una botella semivacía reconstruida con un interpolador estándar (A) y uno trilobar de alto orden (B). El diámetro de la
botella y el nivel hidroaéreo son iguales en todas las secciones conseguidas. Las dos imágenes son prácticamente idénticas en su apariencia.
La congruencia de los contornos de las secciones hace que no se produzca ningún artefacto en las interfaces de la imagen conseguida con el
interpolador trilobar.

17 Radiología 2002;44(3):89-101 99
 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

A B

C D
Fig. 17.—A) Sección de un guante de látex lleno de agua en su área palmar. La imagen ha sido conseguida con un interpolador estándar. B) La
misma sección tras la aplicación de un interpolador trilobar. El dorso del guante (craneal) traza en el eje Z una curva suave que motiva la apa-
rición de una franja densa (flechas) que no aparecía con el interpolador estándar. C) Sección del guante en la raíz de los dedos obtenida con un
interpolador estándar y D) con un interpolador trilobar. A diferencia de lo que ocurre con el interpolador estándar, la sección conseguida con el
interpolador de alto orden muestra la salida de los dedos. Esto se produce sobre todo por la aparición de franjas densas e hipodensas relaciona-
das con introducción en la imagen de los contornos de los dedos del guante y del aire que los rodea.

17). El artefacto estaría motivado por la introducción en la ima-
gen del contorno de la interfaz de los cortes adyacentes que, al
sumarse y no coincidir estrictamente con la interfaz de la sección
real, produce el artefacto (fig. 15). Esto puede observarse en las
interfaces del mediastino o en las pulmonares. El fenómeno se
traduce con la aparición de imágenes densas en los contornos
mediastínicos (fig. 14) e hipodensas en los pulmonares (fig. 18).
Estos artefactos no impiden, sin embargo, la evaluación adecua-
da de las estructuras anatómicas.
En definitiva, el interpolador de alto orden mejora, aunque
discretamente, el SSP de la imagen. Esto puede percibirse en las
imágenes clínicas. A cambio favorece la aparición de ciertos ar-
tefactos que pueden entorpecer, también discretamente, la valo-

100 Radiología 2002;44(3):89-101 18

 García-Santos JM, et al. Las bases de la interpolación en la tomografía computarizada espiral: una explicación para radiólogos

A B
Fig. 18.—Imagen del pulmón izquierdo tras la aplicación de un interpolador estándar A y uno trilobar B. La introducción del contorno pulmo-
nar de la vuelta inferior motiva la aparición de una franja hipodensa que puede simular un pequeño neumotórax (flechas). No obstante, el reco-
nocimiento de esta imagen como un artefacto es sencillo.

ración de las imágenes. Sin embargo, la percepción de resolu-
ción que el interpolador de alto orden provoca en el observador,
tal como intentamos demostrar en nuestro otro estudio1, hace
que, a nuestro juicio, debe considerarse el uso de estos inter-
poladores en algunas circunstancias de la práctica radiológica
diaria.
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