Está en la página 1de 6

Origen de la teoría de la imprevisión:

En sus inicios los promotores de esta figura fueron principalmente Francia, Inglaterra e
Italia, estos fueron los pioneros de la figura como tal y esto con la intención de solucionar
casos en que era irresistible que sobrevinieran un gran desequilibrio entre las prestaciones
de dos partes o contratantes. Estas potencias emprendieron el tema bajo sus criterios, y las
tres han sido el génesis para los demás países en los cuales se venían estudiando sobre el
tema y que sus legisladores y jueces buscaban la forma de que se solucionara el tema que
surgía.

Francia
Los estudiosos del derecho por medio de la doctrina ha determinado de forma universal
que Francia fue donde nación esta teoría y que fue en el trasegar de la primera guerra
mundial y un colectivo de personas llegaron a la idea de que, como resultado de la primera
guerra, los contratos que tenia en vigor con otras personas para poder ejecutar las
obligaciones de prestaciones que se desprendían de sus contrato y que por la situación en la
que se vivía se habían vuelto inmensamente onerosos por el aumento desmesurado de sus
costos.

A toda esta se tiene como precedente histórico el caso de la Compangie Générale d’Éclai-
rage de Bordeaux la cual prestaba el servicio de alumbrado publico a base de gas y que
alego que por la presencia del ejercito alemán en las minas de carbón de producción, en
consecuencia, el precio del carbón se había elevado de una manera insondable y que por la
misma se había complicado seguir ejecutando tal contrato por los mismo precios que se
habían pactado.

Cuando el consejo de estado inicio su estudio sobre el tema y que por petición de la compgnie
se rehiciera la revisión del contrato en estudio, el colegiado considero que si bien es cierto que
los precios de las materias primas existía una desviación de este por la causa en la que este se
imposibilitaba la obtención de la misma materia prima, solicitó la revisión de su contrato, el
Consejo de Estado conceptuó que si bien la variación y que al final este era un aleatorio
del mercado y este formaba parte de los riesgos del concesionario, y que por tal razón el
precio del carbón subiera tan estrepitosamente y que las partes un pudieron detallara al
momento de celebrar el contrato de concesión”.

Al haberse “trastornado totalmente la economía de ese contrato”, la


compañía no estaba obligada, durante la situación anormal, a seguir prestando el
servicio en las condiciones originales. Por tanto, dijo, “en aras del interés general que
exige la continuación del servicio”, la compañía debe soportar solo transitoriamente “las
consecuencias onerosas de la situación de fuerza mayor que la interpretación razonable.
Del contrato permita asignar a su cargo.
La respuesta del alto colegiado formo una gran revuelo cultural y jurídico en el país porque
este fallo deterioraba el concepto de fuerza mayor y que un deudor de una obligación
nacida de un contrato fuere privilegiado no solo por el hecho de no poder cumplir tal
obligación, sino por grave dificultad. Ahora esta solución a este tema no se deslumbro a
todos los contratos y es que este requerido solo en materia administrativa. Y todo acto de
aplicarse a temas de carácter privado ha sido rechazado de forma contundente por la Corte
de Casación.
En la autonomía de la voluntad el que justifica el rechazo de la teoira de la imprevisión la
corte francesa determino a modo de explicar por que se le daba un trato distinto a los
contratos de carácter publico y no aplicándolos a los de derecho privado, la Corte fue
concisa en su pronunciamiento, y que los contratos de derecho privado contemplan los
derechos de los particulares, a diferencia que los contratos de carácter administrativo, a
tener por prestación de un servicio publico, es de carácter colectivo, es decir le compete a la
sociedad y no a particulares en cuestión. Ahora, si estos al cambiar sus cuantías y exagerar
en las mismas, no son reajustados como es el deber ser, el servicio publico prestado puede
estancarse y producir una conmoción en la sociedad.
Los conceptos son diferentes en los contratos de carácter publico y privado, porque se ha
explicado que de donde surge el nombre de la imprevisión: la teoría civil conceptúa de que
los contratantes al momento de culminar con las firmas el contrato ha pronosticado todas
las emergencias posibles que existan en tal situación que surja del contrato; contrario a la
teoría administrativa, los contratantes en este espacio solo han supuesto las eventualidad
usuales que surgen de la obligación de los contratantes, de esta manera, hay un margen para
las imprevisiones.

Inglaterra

La teoría de la imprevisión como ha quedado reseñada anteriormente nació en Francia en


medio de la primera guerra mundial, y esto para alivianar la obligación del deudor que
esta incapacitado para cumplir con lo determinado en el contrato, es decir, se inicia
desde un supuesto del hecho de que se vuelve muy complicado cumplir con la obligación
pactada en el contrato y que por tal dificultad se vuelve excesivamente oneroso cumplir
la obligación de fabricar un cosa o en su defecto ejecutar una obra o prestar un servicio.
En Inglaterra años antes al nacimiento de la teoría de la imprevisión, nacía otra teoría de
carácter trascendental, aplicable para el caso contrario y este era para aliviar al deudor
con la obligación dineraria, en tal caso se fractura la relación contractual, no por la
prestación de carácter dineraria aumentara el valor, sino todo lo contrario, perdía todo.
Este concepto llamado como la frustración y que era aplicable a los países del common
law. Nacio en Inglaterra en el año 1903, en los muy conocidos casos de la coronación, y
que nacieron por la enfermedad de Eduardo VII y después conocido como duque de
Windsor, por el hecho de que este señor estuviere en grave estado de salud, se cancelaran
los desfiles programados para su coronación. Los ingleses, que llevaban casi 8 décadas de
no atisbar un evento de carácter parecido, y que se había convenido a cancelar sumas
exageradas de dinero para arrendar inmuebles por donde iban transitar el desfile.
Otros de los casos bastantes escuchados sobre el tema por no decir el mas famoso, es el de
Krell Vs Henrry, este se sometio a pagarle al dueño de un piso que se ubicaba por donde
pasaba tal desfile, el valor de 10 mil dólares por ocupar el piso, el día 26 y 27 de junio de
1902. Pero al momento de cancelado los desfiles, el propietario exigió el pago convenido,
toda vez que se había pactado en el contrato que se iba a ocupar el amueble en los días
mencionados, con la observancia de que no específicamente para ver un desfile.
En el common law es muy sagrado cumplir lo pactado, cuando aun el mismo se convierte
en imposible de cumplir, esta referencia se hace bajo el nombre del principio de pacta sunt
ser-vanda, que trasmitido al ingles seria asi, santity of contract.
Aunque la doctrina también considera equivocado haber aplicado el peligroso concepto
de las condiciones implícitas, el principio que surgió de los numerosos pleitos que se
presentaron por estos hechos sigue resonando hoy: que cuando por circunstancias
imprevistas la prestación no dineraria pierde su valor, el deudor de la
obligación
dineraria queda excusado de cumplir. Con la doctrina de la frustración, Inglaterra
formuló, entonces, dos aportes al derecho: 1) previó una solución para la
eventualidad de
que el equilibrio de un contrato se rompa por la pérdida de valor de la prestación que se
recibe; y 2) planteó como principio para justificar la terminación de un contrato
devenido inútil para el propósito deseado, la alteración del fundamento del contrato.

Italia
Este conto con ser el primero en incluir a su legislación Civil el tema de la imprevisión, y
este lo catalogo bajo el nombre de excesiva onerosidad. Y aunque en Francia con otros
países europeos y en el mismo país se había tomado medidas para crear leyes particulares
que buscaran resolver las situaciones de excesiva onerosidad que nacieron a las dos guerras
mundiales que vivían en esa época estas naciones, la misma Italia amparo en 1942 una
nuevo Código Civil, que en su articulo 1467 tenia señalado la imprevisión así: “En los
contratos de ejecución continuada o periódica, como en los de ejecución diferida, si la
prestación de una de las partes se convierte en excesivamente onerosa por verificarse un
acontecimiento extraordinario e imprevisible, la parte que debe la prestación puede
demandar la resolución del contrato con los efectos establecidos en el artículo 1458” La
resolución no puede ser demandada si la excesiva onerosidad subsiguiente ha entrado
dentro de los campos de lo aleatorio normal del contrato.

En ese caso la parte contra quien se exige la resolución, esta puede evadirla proporcionando
permutar de forma razonable las condiciones del contrato en cuestión.
Con todo de que la madre de la teoría de la imprevisión fue Francia, Italia fue la que motivo
a Colombia para que esta analizara la posibilidad de introducirla en el Código de Comercio
Colombiano y que al final se consagro en este mas específicamente en el articulo 1971 del
antes mencionado.

Antecedentes de la teoría de la imprevisión en Colombia.


Alrededor de los años 30 se hacia referencia a la llamada Corte Admirable, integrada por
juristas de las más altas calidades —Antonio Rocha, Ricardo Hinestrosa, Liborio
Escallón, Francisco Mújica, Eduardo Zuleta Ángel, Arturo Tapias Pilonieta y Miguel
Moreno Jaramillo, y que por vía jurisprudencial importaron a Colombia de instituciones
que había sido ratificadas con firmeza en el derecho privado francés, y también
principios tales como el de buenas fe, el abuso del derecho y el enriquecimiento sin justa
causa vinieron a suplir los vacíos del código civil francés y, con mayor motivo de los
códigos que se inspiran en el como el nuestro.
En el 1971 fueron incorporados en nuestro Código de comercio estos principios y
tambien como la teoría de la imprevisión como norma expresa en este código. Y como
en Francia sus jueces como magistrados han rechazado de forma tenas durante siglos la
integración de esta teoría a los contratos de carácter privado, a diferencia de Colombia
que ese día dejo de ser una teoría para pasar a ser una norma legal.
Hasta en el año 1971 se citaban solo tres casos en particular del años 1936, 1937 y 1938 en
la cual la alta corte suprema de justicia aplicaba la teoría. No obstante, en ninguno de esos
casos se aplico la teoría; puesto que en ninguno de ellos era aplicable tal teoría, con todo
eso es que en ninguno de los casos se justificaba si quiera en hacer mención de ella. Pero
con solo haberse mencionado en estos casos en particular fue el detonante para que la
comisión redactora del código de comercio garantizara en 1955 que la teoría de la
imprevisión había sido ya admitidita por la Corte Suprema de Justicia por su periódica
mención sobre el tema en las ultimas dos décadas.
De los estudiosos del derecho en Colombia fueron concluyentes al proclamar que la Corte
Suprema de Justicia había adoptado sin lugar a dudas la teoría de la imprevisión, tales
doctrinista fueron Hernando Devis Echandia, Eustorigio Sarria y Álvaro Pérez.
Es muy importantes enfatizar en estos tres casos, toda vez que experimentadamente todas
las obras y artículos nacionales sobre la imprevisión, estos casos se invocan de manera
constante in extenso como las tres grandes experiencias sobre la cual la teoría de la
imprevisión se amparó en Colombia y que desde entonces ha sido un principio general del
derecho colombiano.
(Cifuentes, 2018)

Concepto de imprevisión
Como bien se sabe se le conoce como teoría de la imprevisión y esta procede cuando en el
cumplimiento de un contrato conmutativo este se vuelve exorbitantemente oneroso para
una de las partes del contrato, y esto con la razón de hechos que surgen, extraordinarios e
imprevisibles a la celebración del contrato, de manera que este se autoriza la revisión por
parte del juez, con el fin de que se reajuste el contrato.
(Estado, 2011)
Otro concepto de la imprevisión o teoría como mejor se le referencie, se da en situaciones
extraordinarias, de carácter ajeno de las partes, imprevisibles y que son posteriores a la
celebración del contrato y estas de manera agresiva alteran los cálculos financieros del
contrato de forma anormal y grave, sin imposibilitar la ejecución del mismo.
Y este tiene concentración cuando en el transcurso de la aplicación del contrato ocurren
hechos exógenos a las partes con continuación a la celebración del antes mencionado, y que
gracias a su alteración no previsible por los contratantes al momento de la celebración del
contrato.
(Estado F. 1., 2003)

También podría gustarte