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El Orgullo

El orgullo ha sido considerado como el más grave de todos los pecados, porque luzbel
cuando se perdió se llenó de orgullo, de egoísmo y luego de soberbia.

Se llenó de egolatría, vio el poder de Dios en él y se lo adjudicó. Por eso es tan grave el
orgullo, porque con éste haces a un lado a Dios, es un pecado directo contra Él y es
imperceptible debido a que todo lo justifica.

Exceso de valoración propia por el que uno se cree indispensable y superior a los demás.
O por el contrario se siente el más inferior de todos; pero de manera oculta se siente
único y especial; creyendo que se merecen lo mejor; pero no lo demuestran, mantienen
la postura.

El poseedor de este defecto cree estar al servicio de los más altos motivos y hacerlo todo
sin segundas intenciones. En la práctica le resulta bastante difícil observarse a sí mismo
interiormente, porque no admite otra realidad más que la propia, el aparente altruismo
de esta personalidad es la manera legítima que tiene de vivir su propio egoísmo, en cierto
sentido está convencido de no tener necesidad de los demás y de que los demás en
cambio sí tienen necesidad de él. Está convencido de que él no necesita a Dios, sino
que Dios tiene necesidad de él para salvar al mundo.

El orgullo impide la capacidad de verse por dentro (introspección) y la aceptación


general de la verdad, acomodándola a su conveniencia.

Tiene la tendencia a sobrevalorar los méritos propios y a creer que puede enfrentarse a
cualquier problema con su propia capacidad, así como acudir al auxilio del prójimo. El
poseedor de este defecto tiene una gran necesidad de sentirse necesario y/o
indispensable en la vida de los demás.

O por el contrario posee una excesiva sensibilidad y ansiedad frente a las críticas o
indicios de ser rechazado. Cuando es criticado se siente herido, se encierra en sí mismo
y se hace agresivo debido a que lastiman su orgullo (orgullo lastimado). De vez en
cuando aparece otro defecto como expresión de su necesidad de mantener
dependientes a las personas de su entorno
Busca el placer y toda clase de gratificaciones, para compensar su falta de afecto y de
ternura.

Emplea técnicas verbales y no verbales para atraer sobre sí la atención de las personas
que despierten su interés o admiración, le gusta llamar la atención. Es como hacer lo de
la gallina, poner un huevo y cacaraquearlo, que todo mundo se entere que puso un
huevo.

Proyectan y atribuyen a las demás cualidades haciéndolos sentir importantes para atraer
su atención, con la intención de recibir todo el beneficio, como justificación para ser
honrado con el propio servicio (mala intención) y terminar siendo el centro de atracción,
satisfaciendo así sus sentimientos y necesidades. Cuando elogian o brindan consuelo,
lo hacen porque esperan recibir algo a cambio. Algo así como: "que no me vean; para
que me necesiten.

Aparentemente es muy sutil, pero es el más perverso de los defectos. Del orgullo nacen
todos los defectos y se crean combinaciones destructivas. Como el orgullo justifica todos
los actos, justifica a los demás defectos.

¿Como nace?

La persona orgullosa tiene una tremenda necesidad de afecto y aprobación, le interesa


mucho lo que piensen los demás. Desean ser amados, protegidos y sentirse importantes
en la vida de los demás. Así nace el defecto: algunos durante su infancia obtuvieron amor
y seguridad complaciendo las necesidades de los demás, y por otro lado son personas
que fueron lastimadas a través de la agresión física o verbal y se cerraron a la gracia de
Dios por lo que rechazan todo tipo de ayuda. También intuyen las necesidades ajenas
debido a las injusticias que vivieron. Puede ser que hayan o vivido ambas situaciones.

En ambos casos conocen la carencia emocional y afectiva. Son expertos en mitigar el


dolor en los demás; por ello son intuitivos para captar las necesidades ajenas como: la
falta de afecto o sobreprotección (comida, ropa, vestido, dinero, sexo, etc.). Pero sobre
todo es un maestro en el arte de la satisfacción de necesidades emocionales de los
demás, debido a que las propias no fueron atendidas. De acuerdo con sus expectativas
de vida; es decir, su egoísmo.

¿Cómo se conduce?

El poseedor de este defecto exige aprobación y afecto. Busca ser amado y apreciado,
volviéndose indispensable para otra persona.

Se entrega a satisfacer las necesidades de los demás. Es manipulador.

Son considerados por los demás, como personas genuinamente consideradas y


solícitas. Si necesitan un verde; me pongo verde, si necesitan un azul; me pongo azul,
con la intención de sacar algo de provecho.

La persona orgullosa se siente tan maravillosa que no necesita exhibirse, su máxima


necesidad es la atención de los demás, método por el cual seduce, a cada uno le da lo
que quiere, promete más de lo que cumple, le atraen las emociones y las caricias,
necesitan gente para abrazar y contactar. Es un dar para recibir, un estar en el otro, para
que le hagan caso.

Es una niña buena como princesa, pero puede resultar fatal. Seduce haciendo gala de
inocencia, ya que "sé que soy maravillosa, pero no lo hago queriendo". Falso optimismo.

En el lado represivo sufren de una baja autoestima que los hace sentirse abandonados,
rechazados, discriminados, etc., y rechazan toda muestra de cariño y no se dejan ayudar,
se vuelven seres repugnantes, pero con la misma capacidad de seducción.

Sus miedos básicos son: Miedo a ser indigno de amor. A no sentirse querido por los
demás, al rechazo. Miedo a no ser indispensable.

¿Cómo se trabaja?

"Con Humildad" Practicar la humildad, es admitir la verdad de nosotros mismos, que no


es otra cosa que disciplinar al ego para verse desnudo, es conocer tu maldad para poder
corregirla.

La humildad, es la virtud que regula el de sentirse indispensable en la vida y en los


problemas de los demás. Es la virtud que hace que se reconozca el esfuerzo o el trabajo
de los demás, así como el propio; sin exagerar el esfuerzo propio y el de los demás,
buscando el equilibrio en todos los aspectos. Sin hacer el papel de personaje.

Aceptar limitaciones personales, necesidades y sentimientos. Aceptar que muchas veces


nos hace falta dar cariño y recibirlo porque también lo necesito, aceptarlo con humildad.

Ubicar que al momento de tenderle la mano a alguien muchas veces se tienen


intenciones personales de fondo, para obtener algo a cambio. Esto a fin de corregir dicha
actitud y aprender a dar sin segundas intenciones al momento de actuar y hablar; dar por
gratitud, Regresar la dadiva.

Darse cuenta de que cuando estalla la cólera o el resentimiento es porque hay


necesidades propias que no se han atendido y que piden ser atendidas, por ejemplo: no
te compras algo debido a tus prejuicios, como consecuencia de lo que te negaron en la
infancia y piensas "ya para que", "ya no tiene sentido", etc. Y te molestas cuando alguien
se atreve a hacerlo, debido a que no has trabajado tus frustraciones, no vas a sanar
hasta que no te quites esa frustración, "la cura para la frustración es la realización”.
Aprender a ser uno mismo, es experimentar tus propias decisiones; errores y fracasos.
Para saber qué es lo que quieres en la vida. Para poder madurar; tienes que fracasar.

Ya que tienes que enfrentar situaciones, problemas y a veces abandonar tus metas,
planes y propósitos y cambiarlas por otros, porque así es la vida, pero eso no te puedes
detener, tienes que seguir adelante sin ponerte limitantes. Hay que experimentar, para
saber, qué quieres en la vida y que es lo que te gusta. Y así poder determinar qué quieres
hacer. Y que decisiones tomar, acerca de una profesión, pareja, pasatiempos, actitudes,
etc., arriesgándote a vivirlo, para no quedarte frustrado; sin devaluar el propio esfuerzo,
aun los resultados no sean los esperados, sino valorar la experiencia.

Tienes que conocer tu maldad y hasta la parte más perversa, porque conociendo tus
errores y tus equivocaciones, vas a decidir, si te gusta ser así o cambiar. Solamente así
podrás corregir y salir adelante, a través de eso vas a decidir quién quieres ser en
realidad y aprenderás a ser tú mismo. Es la única forma de poder hacer un cambio hacia
algo constructivo, sacarles provecho a todos los errores y convertirlos en aciertos.
Quererse a sí mismo sin tener la necesidad de que te lo digan más que esforzarse en
complacer a los demás para que te quieran, la gente por miedo te impone sus limitantes,
sus sueños frustrados, no puedes ir por la vida complaciendo a todo mundo. Ya que por
complacer puedes ser todo, menos tú mismo.

Dejarse querer por los demás, sin ceder a la necesidad de comprar o ganarse el afecto
con la intención de complacer o sentir que se les debe algo a los demás, sino más bien
aprender a dar y a recibir sin ninguna intención. No esperar que nadie te agradezca lo
que haces, sino más bien sentir agradecimiento con Dios por poder cumplir con tus
responsabilidades y ser útil en la vida.

Ya que el beneficio de saber dar o recibir con agrado, es una satisfacción que es para ti
y que no le tienes que demostrar a nadie.

Alegrarse cuando las personas se hacen independientes.

CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD

Orgullo Los individuos que pertenecen a este tipo de perfil tienen una imagen
engrandecida, inflada y autosuficiente.

El orgullo y los temperamentos crecen juntos. Todos los defectos de carácter nacen de
alguna característica del orgullo y sus temperamentos.

Cuando el temperamento está inclinado hacia la vanidad; se sienten inmensamente


abundantes y en disposición de dar; e indispensables en la vida de los demás. Tienen
muy reprimido cualquier sentimiento de tristeza o necesidad de afecto. Son muy
asertivos, seguros de sí mismos, brillantes y exitosos en todo lo que hacen. Tienen
muchísima energía para conseguir sus objetivos.

Y por el contrario cuando el orgullo está inclinado hacia el temperamento de la cobardía


se sienten inferiores, son cerrados, también autosuficientes, indiferentes, inseguros y
fríos.

Los dos lados con las mismas características de personalidad. Se sienten superiores. El
primero, busca que todos se den cuenta de sus logros y el segundo se conduce de forma
oculta; resentidos, escondidos. Aunque la cara que le muestran al mundo es de bondad,
de buenas gentes, aparentando siempre. Ambos muestran su debilidad a conveniencia.

De aquí se despiertan los demás defectos de carácter después del orgullo. Agarrado de
los temperamentos; que se fueron formando a través del trato familiar.

En la infancia suelen ser "la niña de papá" o "el rey de la casa" o vivieron maltrato y se
sintieron abandonados "el más olvidado de todos": Orgullo al revés. Tienen un fuerte
sentimiento de ser elegidos, si el orgullo está inclinado hacia la vanidad. Pero si el orgullo
está inclinado hacia la cobardía, pueden sentirse rechazados, desechados o repudiados.
En cualquiera de los dos temperamentos al no ver satisfechas sus expectativas por parte
del padre o de la madre. Se vuelven autosuficientes como forma de venganza, reprimen
el dolor y se convencen: “¡No te necesito!". O aprenden tempranamente, que al
complacer a los demás, es una forma segura de obtener su amor. En cualquiera de los
dos casos, solo se sienten amados cuando son un apoyo para los que les rodean. Su
principal característica es la falsa generosidad que es la estrategia que utilizan este tipo
de personas, para conseguir la satisfacción de su necesidad de ser amado.

Son capaces de adivinar cómo se sienten los demás y qué es lo que necesitan. Se
identifican con las necesidades ajenas al mismo tiempo que niegan las suyas, su
sentimiento de abundancia no les permite ver sus necesidades, ya que aparentan ser
altruistas. Es el tipo más dependiente de todos: "necesitan sentirse necesitados Suelen
rodearse de gente débil o insegura. Que no tenga fuerza para exigir que les "devuelvan
los favores " o por el contrario buscan gente con quien competir, pero los dos lo hacen
para sentirse indispensables y superiores.

No fomentan el crecimiento y el desarrollo de habilidades de las personas, sino todo lo


contrario; intentan hacerlas cada vez más inútiles para que sigan dependiendo de ellos
y no los abandonen. que renunciar a sus necesidades y sentir que se sacrifican
demasiado y acaban estallando, echando en cara todo lo que han hecho y lo poco que
se lo agradecen. Pueden ser tiernos, empáticos, comprensivos... y también agresivos e
histriónicos (exagerado, déspota). Su lema sería: "haz el amor y no la guerra" y por el
otro lado "no necesito de nadie".
Necesitan confirmar su valía mediante manifestaciones amorosas de su pareja. Cuanta
más intimidad física y emocional exista, más se sienten queridos. Pueden llegar a ser
posesivos e incluso invasivos. Al principio se entregan hasta conseguir que su pareja sea
dependiente, pero como en la vida hay conflictos y fallas, empieza a sentir limitada su
libertad pues se frustra y empieza a culpabilizar.

Otra estrategia para culpabilizar es dar más en todos los aspectos para comprometer
emocionalmente. Esta estrategia es fundamental, prometer más de lo que cumple, tanto
en relaciones sexuales, sociales y afectivas. Se muestran solícitos, apoyan
emocionalmente, buscan el contacto y la proximidad, para seducir.

Otra forma de seducir es mediante la adulación. Son grandes aduladores, aunque el


orgulloso "sólo halaga a quienes considera suficientemente dignos de ser seducidos". Es
el más seductor de todos los defectos. Sería la típica "femme fatale" o "casanova" (villana
(o) que usa la sensualidad para atrapar al desventurado héroe o heroína). Que es una
forma más de sentirse indispensables.

Buscan la fuga a través del placer, para reafirmar su imagen alegre y satisfecha. Esta
vía de escape es para evadir la realidad de sentimientos y recuerdos poco agradables.

También seducen deslumbrando a la gente: “conozco un restaurante maravilloso al que


te llevaré a cenar...”. No les gusta ser limitados, ni que les digan lo que tienen que hacer,
y cuando esto llega a suceder, lo viven como una invasión. No toleran la rutina, la
disciplina, la frustración y las reglas. Necesitan que se satisfagan sus deseos; si no se
les dan lo que quieren lo viven como desamor “¡ah chingue su madre si no quiere pos a
la verga!". Cuando alguien los frustra pueden reaccionar arrebatadamente, incluso llegan
al alejamiento total. (Entierran a la gente con el olvido). O por el contrario usan el
distanciamiento para llamar la atención y que los busquen para sentirse indispensables.
Son asertivos y autosuficientes.

En los dos lados del temperamento pueden ser de una personalidad egocéntrica o muy
conmiserada, ya que pueden vivir los dos extremos. Aunque algunos tengan más
inclinación hacia algún temperamento en específico.
Por el lado exaltivo, son activos, con mucha capacidad de ir hacia sus objetivos no se
detienen por miedo; porque el orgullo lo rebaza. Son los primeros que se lanzan a los
riesgos- Tampoco se conectan con la culpa (la esconden de forma que nadie se dé
cuenta), ni con sus necesidades. Su autosuficiencia hace que sea muy difícil llegar a
tocar un fondo de sufrimiento para pedir ayuda, porque se resisten a aceptar su débil
identidad.

Por el lado represivo se retiran, son miedosos. La gente que le rodea puede cansarse
de que nunca dé, de sí mismo y se aleja, es capaz de simular una pena para que no los
abandonen. Tiene dificultad para sentirse querido, ya que su autoestima depende de la
aceptación de la gente, y de su disposición de dar para que no le canten. Si alguien le
hace un favor se lo regresa para no sentirse en deuda.

Hay personas que tienen un ego poderoso que someten a los demás a través de su
orgullo, la gente se mete en conflicto: "tu orgullo contra mi orgullo", "mi orgullo contra tu
ira, mi ira contra tu avaricia" y así una lucha interminable entre defectos de personalidad
y defectos de carácter.

Está muy desconectado de su ser interior, de su carencia, de su insatisfacción. O siente


que es el ser más infeliz o se cree lo bueno y feliz que aparenta ser...

Tenemos que darnos cuenta de que no hay nada seguro en la vida, nada mas Dios. Ni
en una relación, aun cuando sientes que tienes más controlada una situación; es cuando
menos control hay. Y es cuando, más lleno de orgullo estas. Ya que en la vida pocas son
las veces que el hombre usa la humidad, para resolver un problema. Generalmente
siempre el egoísmo es el que resuelve. En esta vida diario tienes que pelear tu estancia,
a través de solucionar.

Ya que hasta para arreglar conflictos, hay un tiempo, Dios te da muchas oportunidades
de arreglar cada uno de ellos y llega el momento que "si no lo arreglas tú, lo arregla
Dios", para doblegar tu orgullo. Pero si lo arregla Él tienes que aceptar su voluntad.
La pereza

La pereza es el defecto que orilla al peligro de abandonarse a la inactividad, y dejar para


mañana lo que se tendría que hacer hoy. Reírse de algo, aunque no le cause gracia (por
complacencia), dejarse influir por el humor del momento o por las decisiones de los
demás.

Los fallos de la pereza son por "omisión" (dejadez, descuido, negligencia) y tiene que
ver con cosas que no se han hecho, con oportunidades que se han perdido y cualidades
que se han reprimido y se han mantenido ocultas. Prefiere dejar las decisiones a otros,
evitando los conflictos y no enfrentando los problemas.

La pereza puede asumir las siguientes manifestaciones:

La resistencia al cambio en todos los sentidos, pero sobre todo al cambio de actitudes.
Es una persona que opone una resistencia feroz en forma pasiva, es alguien que dice
"si" para no tener conflictos que lo pudieran llevar a un enfrentamiento directo con
aquellos que pudieran herirle.

Se resiste a cambiar en forma pasiva (AGRESIVIDAD PASIVA), molesta a otros con su


actitud de "no pasa nada", y su tendencia feroz a la resignación. Puede ser una persona
muy trabajadora, pero si algo no le gusta, puede en una forma pasiva molestar con su
actitud calmada y desesperante.

Se olvida de sí mismo, tiene dificultades para observarse por dentro. No tiene conciencia
de sus propias necesidades materiales, sociales y sexuales; por consiguiente, están
adormecidas sus emociones. Renuncia a sus deseos para satisfacer expectativas
ajenas, tiende a desacreditarse y necesita pasar inadvertido.

Trata de narcotizarse para no enfrentar situaciones difíciles. Busca actividades


compensatorias a la inercia, como: la dependencia al alcohol, la comida, la televisión, la
lectura o un hobby. Gasta sus energías en intereses momentáneos, sin objetivos
profundos hacia donde orientarse, se distrae fácilmente.

Soporta las humillaciones y desprecios porque es su manera de adaptarse socialmente.


Permite que lo humillen porque sus emociones están anestesiadas.
Están en la búsqueda de pertenencia (a la familia, el ambiente de trabajo o el grupo de
amistades) para definir su identidad a través de las dependencias. Pero, sobre todo,
buscan fusionarse con una pareja para compensar su débil identidad.

Existe una imagen muy distorsionada de lo que es la pereza en la sociedad. Es un ser


narcotizado sin contacto con su ser interno. Son personas pacificadoras, tiernas, que
aguantan todo; esa es la careta detrás de la cual se enmascaran, por eso es muy difícil
de localizarlos. El individuo perezoso está muy disimulado; debido a que absorbe
personalidades, porque no tiene una identidad propia.

Por esta razón el individuo con estas características puede ser muy responsable como
un iracundo; entregado como un orgulloso; original y artístico como un envidioso; retraído
como un avaricioso; trabajador como un vanidoso; sociable y miedoso como un cobarde;
también le encantan los placeres y las adicciones como a la gula; y puede ser muy
mandón como el lujurioso. El individuo con este defecto se camufla en los rasgos de
personalidad de los demás; y puede aparentar ser una persona agresiva, aunque su
verdadera personalidad es débil, miedosa. Es un camaleón.

La mayoría son muy rebeldes y oponen una resistencia feroz al cambio. Una resistencia
pasiva y generalmente encubierta. Es una persona que evade el dolor y, sin embargo:
es un ser muy conectado a su naturaleza divina, y muy en contacto con su mundo interno,
a pesar de lo que creemos. Sufre por no saber quién es; que quiere en la vida; o quien
quiere ser. Para este defecto, la conexión con lo divino es una forma de escape de su
realidad.

¿Como nace?

Los poseedores de este defecto fueron niños que se sintieron ignorados durante su
infancia. No se sentían escuchados, y las necesidades de los demás, fueron más
importantes que las propias. Se adormecieron para no sentir, y olvidaron sus verdaderos
deseos procurándose pequeñas comodidades. Se conformaron con irla pasando,
acostumbrándose a lo que ellos consideraron las sobras de cariño, tiempo y atención;
como sustitutos para el amor. Aprendieron a no sentir dolor (anestesiarse), olvidándose
de sí mismos, al darse cuenta de que sus necesidades no serían escuchadas.
Conoce las necesidades de los demás, debido a que conocen la carencia de lo que
necesitaban en la infancia; cariño, afecto, atención y demás. Y por eso son muy intuitivos
para captar la necesidad ajena. Son obsesivamente ambivalentes; se adaptan al modo
de ser de los demás (temperamentos) para no ser lastimados.

Un individuo con este defecto, al sentir rechazo crea un mundo privado que lo evade de
la realidad y la responsabilidad. Es evasivo pues se escapa a mundos místicos, religiosos
y artísticos. A su mundo interno donde se puede escapar con más facilidad de la realidad.
Es un ego espiritual que para todo se evade con Dios poniéndolo como ejemplo de que
lo ha ayudado: "hay Dios dirá" “ya lo pagará con Dios", "déjaselo a Dios", "Dios vera" y
así un sinfín de excusas relacionadas a justificar las actitudes propias y ajenas.

Es un ser rebelde que se opone al sistema. La evasión la consigue también a través de


las sustancias (alcohol y drogas), creando paraísos irreales que lo alejan de sentir,
porque lo que teme es sentir el dolor del rechazo que sintió de niño.

¿Como se conduce?

Pierden el contacto con lo que quieren porque se fusionan con los deseos de los demás,
no saben decir que no. Al entablar una relación, no se ocupan de su necesidad sino la
del otro, para no ver o sentir su carencia.

Se encargan de mantener la paz, son mediadores, evitan el conflicto estando de acuerdo


con los otros, no discuten nada, enseguida asumen la opinión ajena.

Son lentos porque no están conectados a sus pensamientos, por eso se pierden en los
detalles y dan rodeos. No llegan directo al punto en cuestión. Sin embargo, toda esa falsa
tolerancia guarda dentro de ellos un volcán de rabia a punto de erupción. Contienen
rabia, resentimiento, pero la expresan como terquedad o agresión pasiva.

El que posee este defecto, el pecado no es por flojera. Es porque no ha aprendido a vivir
y explotar sus emociones. Hay dos extremos de la pereza: el que se abandona y se
pierde. Y el que vive para satisfacer las necesidades de los demás; éste es el que más
trabaja (se anestesia) y se olvida de sí mismo.
Su depresión es resignada: "¡ah, es normal sentirme así!"

Se trata de un adormecimiento mental y espiritual: pereza de ser, pereza de sentir su


interior, pereza a la intensidad de sus emociones.

Excesivo conformismo: “¡pero si las cosas ya son así!"

Uno de sus principales problemas es que no se da cuenta que sufre debido al


adormecimiento de sus emociones. Es una persona que puede vivir una vida normal y
tener un aspecto sano, ser trabajador como el que más. Una persona aparentemente
normal que suele evadir la realidad, haciendo cualquier cosa inútil para no enfrentar el
dolor: "la vida es simple no sé por qué la gente se la complica". Aparenta no tener
problemas y así va experimentando un empobrecimiento, que lo lleva a un auténtico
abandono de su persona en todos los instintos.

Es una persona que lucha por huir lejos, hacia relaciones fantasiosas, hacia el futuro
incierto. Hacia la búsqueda de intensidad para no sentir su miedo interno. Su soledad le
hace ser una persona que no consulta por su autosuficiencia. Porque piensa que es rico
internamente y que tiene contacto con lo divino; porque siente que no tiene problemas
qué solucionar. Es una carrera desenfrenada para no experimentar su miedo a sentir. Le
hace tener un intenso sufrimiento interno, tan escondido que no lo conoce más que él
mismo. Tras la apariencia tranquila de "no pasa nada" hay un ser ansioso y dolido. Un
pequeño miedoso que se oculta tras la máscara de otros defectos. Malgastan su energía
para no ver como evaden su realidad. Es un miedo a ser vulnerable, a ser rechazado.

También puede ser un tipo muy crítico y descalificador, aparentemente una persona muy
temible, detrás de la cual se enmascara por no sentir. Aparenta vivir la intensidad de
nuevas sensaciones, de amores, pasiones, enamoramientos y grandes aventuras
emocionales y artísticas para tapar su débil identidad.

Sus miedos básicos son: Miedo al conflicto interno y a la fragmentación. Le tiene un gran
miedo al rechazo porque eso los orilla a hundirse en el abandono. Solo encuentran
seguridad y refugio en las alianzas donde hay dependencias.
¿Cómo se trabaja?

"Con Ligereza”

La salida de este defecto se cultiva mediante la práctica de actitudes como las


siguientes:

Aprender a tomar decisiones. No dejándose llevar por las decisiones de los demás,
satisfaciendo las necesidades, sin renunciar a los deseos; es decir, que si quiero un
helado lo tengo que comprar (sacarle pasión a la vida). Darles gusto a las emociones,
satisfacer las necesidades emocionales.

Por ejemplo: Adquiriendo o comprando las cosas que sean de su agrado, sin pedir la
opinión o aprobación de otro. Y esto, no nada más en el aspecto material; sino también
social; y de compañía.

Terminar todo lo que se ha dejado inconcluso; empezando por las cosas más pequeñas
y las grandes se darán por añadidura.

Cultivar el hábito de hacer las cosas hoy, no dejarlo para mañana. En lo posible,
establecer plazos y límites para la realización de proyectos, con objeto de no perderse
en distracciones, y cosas no esenciales. Y poder enfocar la atención para establecer
prioridades, y tomar decisiones.

Algo muy importante es vivir las emociones: alegrías, tristezas, fracasos, éxitos...
inclusive una mala experiencia, hay que vivirla y sacar algo positivo de ella ("vivir los
procesos"). Con lo que se desarrollarán; las propias capacidades y valores.

Reconocer a ese niño abandonado y tímido que hay, detrás de todas las caretas que ha
usado. Al caer las máscaras; caerán las adicciones, y los rasgos defectuosos donde se
desplazaba. Entonces se convertirá en un ser responsable; que será capaz de enfrentar;
decidir y dar su opinión en cualquier situación y por consecuencia no luchará por escapar.
Pues toda la vida le ha sido mucho más fácil sentirse vulnerable, en vez de seguir
luchando. Por no verse a sí mismo tal cual es.
Pereza

Son personas tranquilas, sociables, bondadosas, conformistas y tolerantes. Es el


carácter más desconectado vive la muerte emocional como una pasión. Anhelan la paz
y la estabilidad interior y exterior, por lo que intentan pasar por alto cualquier situación
perturbadora y son insensibles al dolor. También tienen tendencia a huir de las tensiones
y los problemas de la vida, proyectándolos por el camino de la iluminación o la
espiritualidad, pero sin vivirlas en su realidad, por ejemplo: "déjaselo a Dios" o "ya Dios
dirá".

Para evitar el conflicto tanto interno, como externo; viven en continua negación de sus
propias necesidades en beneficio de la satisfacción de las necesidades de los demás.
Tienen mucha dificultad para decir "no", son complacientes y abnegados y en muchos
casos ni siquiera tienen conciencia de estar renunciando a todo; tal es la desconexión
que tienen de sí mismos.

Los que poseen la pereza recuerdan una infancia feliz, pero no siempre es así. Su forma
de reaccionar ante el dolor y la frustración, al no sentirse queridos incondicionalmente
es; narcotizarse y anestesiarse, quedándose con las experiencias más agradables,
olvidando los hechos más dolorosos de su vida. Aprenden que la mejor manera de
mantener la armonía en su entorno es no causar problemas y adoptar el papel de
mediador en los conflictos. Reciben el mensaje de que se les quiere por lo buenos que
son.

También aprenden a reprimir su rabia, hasta el punto de que se olvidan, que la tienen.
Pueden llegar al extremo de separarse emocionalmente y olvidar completamente
cualquier aspecto traumático o frustrante de su infancia. Suelen tener madres muy
castrantes, que desean niños modelo, perfectos, que no hagan ruido.

Como no tienen voluntad y no conocen sus necesidades, estos niños no saben cómo
realizarse independientemente de sus padres, especialmente establecen una relación
enfermiza con la madre, negándose al proceso de independizarse y en la edad adulta,
volverán a fusionarse con las personas a las que intenten complacer.
Su falta de energía se debe a la narcotización y desconexión de sus sentimientos y
emociones. La pereza se entiende como una desidia a sondear sus instintos. Temen que
al profundizar o conectar con su propio mundo interno aparezcan conflictos que rompan
su comodidad y se conecten con el dolor. Por lo que gastan muchas energías en
mantener reprimidos tanto sus deseos, como su rabia o sufrimiento.

Desarrollando una coraza o una gruesa piel que los aísla de cualquier tipo de
inclemencia. Esto se traduce que por su orgullo lastimado son personas de trato rudo,
que no se relacionan. Con dificultad para razonar, deducir y comprender una cosa difícil
o confusa, que no analiza los problemas. Tienen problemas de memoria y concentración,
debido a su necesidad de buscarse continuamente distracciones que le impidan
experimentar la realidad.

No son personas inactivas, sino todo lo contrario, son incapaces de estar sin hacer nada.
Utilizan el trabajo y la actividad física para no conectarse, les gusta ver la televisión, hacer
crucigramas, leer periódicos (se fugan del dolor). Cuando aparece un problema, tienden
a ocuparse con actividades secundarias que le evitan enfrentar los conflictos
directamente. Dejan las cosas importantes para última hora y sólo las afrontan cuando
la angustia los supera.

Existe un adormecimiento en sus capacidades motrices con el que intentan evitar que la
realidad los afecte emocionalmente y que los haga parecer, ridículos, tontos, torpes,
ineficaces, sin gracia, simples, sin chiste, distraídos. Esta indiferencia y falta de reacción
puede provocar la irritación y enfado de los demás. Precisamente es lo que tratan de
evitar.

La rebeldía que viven provoca una gran resistencia al cambio. Son personas de hábitos
robóticos y costumbres casi inamovibles, conservadoras, con mucho apego a la familia,
suelen vivir en el mismo lugar donde siempre han vivido, no son muy aficionadas a
cambiar de trabajo porque no les gusta el conflicto de tener que lidiar con la gente y otros
cuando encuentran un empleo que cumpla con su expectativa (comodidad) o ser su
propio patrón... Una vez que encuentran la estabilidad la defienden a toda costa.
Una de las estrategias fundamentales de los que poseen este defecto, para mantener la
estabilidad de su entorno es adaptarse a las necesidades y exigencias de los demás.
Creen que si entran en conflicto con los intereses de otros perderán el contacto con las
personas que los sustentan. No saben decir "no", esto los lleva a hacer cosas que en
realidad no desean hacer.

Para ello necesitan reprimir todas sus necesidades e impulsos ejerciendo férreo control
sobre ellos. Son resignados y renuncian a defender sus propios derechos. Se abandonan
para concentrar toda su atención en satisfacer las demandas de los demás. Son
complacientes, poco asertivos, abnegados, concienzudos y responsables. De tan
buenos que son, a veces parecen tontos.

El contener sus impulsos y no saber cuáles son sus necesidades les provoca gran
ansiedad que intentan amortiguar a través de la comida y la bebida, aunque no lo
disfrutan porque suele ser de forma compulsiva, pudiendo tener problemas alimenticios,
alcoholismo u otras adicciones.

Los que poseen este defecto evitan tener contacto con sus emociones, para lo cual
centran su atención en su relación con los demás y viven la vida a través del otro. Se
contentan con ocupar un segundo plano. Aparentan ser modestos y humildes, renuncian
a sobresalir y ser reconocidos; aunque en el fondo esperan ser retribuidos y son
soberbios. Su mayor satisfacción viene de la participación de los éxitos y del aplauso de
aquellos que consideran de más valor, se cuelgan del éxito de los demás. Su identidad
se establece por su sentimiento de pertenencia, a la familia, a la sociedad, a una nación,
a un partido político o a un equipo. La modestia también le sirve para reducir al mínimo
sus expectativas afectivas y evita así exponerse a posibles decepciones.

Son descuidados en su aspecto físico y suelen tener problemas de obesidad, aunque


existe una variante que se parece más al que posee la vanidad, que se caracteriza por
ser más esbelto, elegante, agresivo y exitoso.

Toda esta abnegación y represión de sus deseos trae consigo un gran resentimiento. La
ira del que posee la pereza rara vez se manifiesta abiertamente, excepto cuando llega a
un punto máximo en el que explota con una furia desatada como si se tratara de una olla
de presión, es decir necesita acumular mucha rabia para romper los fuertes controles
que la mantienen a raya. Enojados pueden ser peligrosos.

Dejar salir la rabia pone en peligro las dos cosas más importantes para ellos; su paz
interior y su conexión con los demás, pero eso sólo ocurre de vez en cuando. Lo más
frecuente es la "resistencia pasiva" y la agresividad oculta, que básicamente consiste en
fingir obediencia, para luego no hacerlo, y mantener posturas u opiniones de forma
testaruda. Una forma de defenderse y al mismo tiempo agredir, es usar como parapeto
"teorías generales" dichos populares o aforismos, que no son argumentos propios porque
no saben resolver problemas debido a la falta de conocimiento de sus habilidades. Es
por lo que el perezoso se la pasa absorbiendo personalidades para no conectarse con
sus verdaderos conflictos que lo paralizan. Se resisten con fuerza a cualquiera que trate
de hacerlos cambiar de opinión, ya que esto podría perturbar su mecanismo de defensa.

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