Ian E. Avila M.

Ensayo Unidad 2 Comunicación y Cultura

Un mundo feliz

¿Qué es la tecnología? Es un buen inicio. Usando de referencia a R. Williams (1992)

esta es un marco de conocimientos necesarios para la aplicación de innovaciones técnicas.
La técnica es la aplicación de una habilidad. Por ejemplo, la escritura primeramente requirió
de la lengua oral. La lengua es una tecnología necesaria para la estructuración del
pensamiento mismo. ¿Podemos imaginar al pensamiento sin lenguaje? Eso sí, por ejemplo,
el lenguaje corporal, la imagen como pensamiento o, más allá, con los demás seres vivos.
Ejemplos de la habilidad del cerebro para intercambiar información organizada con demás
seres vivos.

En la unidad anterior vimos con J. Mosterín que la cultura es información transmitida de

cerebro a cerebro, ya sea a través de la enseñanza y/o imitación, pero la tecnología a sido
parte fundamental para desarrollar la habilidad de comunicarse. La historia nos habla de
cómo se estructuraba la sociedad a partir del acceso a las tecnologías y, por tanto, a la
información también. Con la llegada de la imprenta se maximizó la difusión de los libros,
pero para que la población pudiera utilizarlos tuvo que haber diversas revoluciones culturales,
como la normalización de las lenguas “vulgares”, pero también la estandarización de la
misma lengua. Eso también permitió la formación del Estado como lo entendemos ahora, lo
cual también llevó a movimientos a favor de la educación pública. Pero a consecuencia de
todo esto, otros dialectos quedaron segregados, la educación fue y es generadora de peones
del capitalismo y del Estado, nuevamente regulando la vida a través de la información que
se les hacía y hace llegar.

Si la cultura depende del intercambio de información, ni la información ni los medios son

neutrales, ya que la información orienta nuestro actuar – hablar es un acto – y el uso desigual
de tecnologías para comunicarse termina por segregar a la población. Esto nos lleva a los
discursos hegemónicos, aquellas narrativas oficiales que sí tienen acceso a las tecnologías,
pero también el privilegio de la difusión y de la confianza de sus consumidores. Esto último
significa que el uso de la tecnología es un medio para que se dé la transmisión de la
información (Strate, L. 2012). Incluso, de lo que es capaz una misma de la tecnología dice
mucho de su intención y función. No es lo mismo un medio unidireccional, de emisor a
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receptor, que uno circular con retroalimentación. El primero solo sirve para informar y hacer
consumir; el segundo aspira al diálogo y la réplica.

En resumidas cuentas, el discurso hegemónico se sostiene de los mismos medios –

comprendidas, por ejemplo, como tecnologías para la comunicación – que solo pueden ser
accesibles para la misma hegemonía. Y si somos seres que aprehenden e imitan lo que les es
transmitido, entonces los medios hegemónicos son generadores de la cultura.

¿Cómo llegamos a este punto? Justo con la llegada del periódico – con el cual también se
pudo generar un sentido de comunidad ya que las noticias que uno consume se tratan de
semejantes: local, nacionales, ideologías políticas iguales, etcétera. O sea, de la vida cotidiana
– se llega también al punto de la intervención capitalista con la libre competencia, lo cual
termina por la invención de empresas. Añado que también la invención de la publicidad es
un factor clave para perpetuar el consumismo. Todo esto desemboca en la cultura de masas,
que no es otra cosa que la mediática de masas (¿Estaré usando bien este prospecto de
concepto?). O sea, las empresas mediáticas buscan consumidores de información a través de
la publicidad. Informar según las exigencias del mercado (Friedenberg, F. 2004).

Ahora bien, visibilizando el caos del mundo, lo podrido de este, ¿qué esperanzas
quedan? Usted profesora siempre nos está alentando a pensarla. ¿De qué forma podemos
emerger la comunidad a través de la comunicación? Escribo esto con una laptop, con acceso
a internet, que voy a compartir contigo, lectora. Las TIC’s son el medio, las plataformas
(como entorno) son el medio, ya que con los medios podemos ser capaces de crear vínculos
y, por tanto, motivar al contenido. Teniendo los canales para nuestro intercambio, es que
podemos encontrar los problemas que nos aquejan y separan para hacer conciencia de ello,
para trabajar en el compartir de los saberes subalternos y, así, honrar a la cibercultura que
tanto se requiere para descapitalizar la cultura.

Bibliografía

Freidenberg, F. (2004). Los medios de comunicación de masas: ¿también son actores?

Documento electrónico, disponible en:

Ian E. Avila M. Ensayo Unidad 2 Comunicación y Cultura

https://campus.usal.es/~dpublico/areacp/materiales/Mediosdecomunicacion.pdf

Strate, L. (2012). El medio y el mensaje de McLuhan. Infoamérica: Iberoamerican

Communication Review, 7-8, Ejemplar dedicado a: Cien años de McLuhan. 61-80 p.

Williams, R. (1992). Tecnologías de la comunicación e instituciones sociales. En

Historia de la comunicación. Vol. 2. De la imprenta a nuestros días. Barcelona: Editorial

Bosch. 181-209 p.