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REGINA SILVERIO DELMONTE

ROSARIO ESTRELLA
PARROQUIA CORPUS CHRISTI
HERMANDAD DE EMAUS

VISITA DE
ALIENTO A LOS ENFERMOS

AUTORAS:
REGINA SILVERIO DELMONTE
ROSARIO ESTRELLA

COAUTORAS:
TERESITA GUABA
VALERIE DIAZ

República Dominicana
2022

COLABORADORAS:

ORQUIDEA GRULLON DAMNY SANTANA


ANGELA DOMINGUEZ BELKIS ORTIZ
MARTINA GOLBERG MAYRA MIESES
MIMI DIAZ NURYS PAULINO
NILKA CRUZ MARTHA LOZANO
MARTHA BETANCES ELIZABETH VARGAS
YENISSE GENAO DIGNA GARCIA
HILDA FONDEUR
ANA QUEZADA

DISEÑO DE PORTADA
Y DIAGRAMACION
PEDRO SUAREZ BAUTISTA

IMPRESION
YOU COLOR S.R.L.
SANTO DOMINGO,
REPUBLICA DOMINICANA
ÍNDICE

DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTOS...............................................4-6

PRESENTACION DEL LIBRO ....................................................................7

PROLOGO................................................................................................8-10

CAPITULO I: EL PROCESO SALUD/ENFERMEDAD......................11-17

CAPITULO II: EL ENFERMO, SUS REACCIONES


Y SUS CARACTERISTICAS ..............................................................18-22

CAPITULO III: VISITA A LOS ENFERMOS.......................................23-32

CAPITULO IV: RECONCILIACIÓN, PENITENCIA


Y UNCIÓN A LOS ENFERMOS...........................................................33-38

CAPITULO V: EL AMOR COMO FUENTE


INAGOTABLE DE DIOS......................................................................39-42

CAPITULO VI: ESPIRITUALIDAD Y FE...........................................43-49

CAPITULO VII: FORMAS DE ORAR Y ORACIONES......................50-67

Capitulo VIII: PASTORAL DE LA SALUD..........................................68-73

CAPITULO IX: EL SERVICIO DE CONSOLACION


A LA LUZ DE LAS OBRAS DE MISERICORDIA..............................74-80

CAPITULO X: CANCIONES PARA LAS VISITAS


DE ALIENTO A LOS ENFERMOS.......................................................81-96
4 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

DEDICATORIA

Dedicamos este libro a todas las personas que con amor y buena voluntad
realizan el servicio de llevar aliento a los enfermos y a las personas que
así lo necesiten, asumiendo de esta forma una obra de misericordia para
la honra y gloria de Dios.

A todos los católicos del mundo, para que puedan descubrir la necesidad
de las personas y se motiven a llevarle aliento a los que estén enfermos y
a aquéllos que por su situación lo requieran.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 5

AGRADECIMIENTOS

A Dios, Nuestro Señor, por darnos el amor, la fuerza y el privilegio de


mantenernos tan cerca de Él.

Gracias por encaminarnos por la senda del servicio y la misericordia.

A nuestro Párroco de la Iglesia Corpus Christi, Padre William Arias, por


su aceptación a la transmisión de estas ideas y así poder fortalecer el
Ministerio de llevar paz y aliento a los enfermos.

Asimismo, a nuestro párroco actual, Pablo Ariel, por su enriquecedor


soporte espiritual.

A Monseñor Plinio Reynoso, Obispo Auxiliar de Santiago, por acoger


este libro, revisarlo y darnos sugerencias para completar las ideas,
integrando dos nuevos capítulos sobre La misericordia y La Pastoral de
la Salud.

A nuestras familias, por ser soporte y proporcionarnos paz y tranquilidad


para el trabajo en la elaboración de este libro.A nuestro asesor literario,
señor Miguel Silverio, de la Hermandad de EMAUS de la Parroquia
Divino Niño de Santo Domingo.

A nuestras hermanas del grupo Aliento a los Enfermos de la Hermandad


EMAUS de la parroquia Corpus Christi; así como también a Doña Lilia-
na (fallecida), por su receptividad al presentarle la idea de la elaboración
de este libro.
6 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

A la Hermandad de EMAUS Mujeres de la parroquia Corpus Christi de


Santiago, por integrarnos al grupo de Aliento a los Enfermos, dándonos
así la oportunidad de realizar un hermoso servicio a favor de los enfer-
mos, los desamparados y los tristes.

Al señor Julio César Silverio Delmonte, por colaborar con la corrección


final de este libro.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 7

PRESENTACIÓN DEL LIBRO

El libro sobre “Visita de Aliento a los Enfermos” surge de las experien-


cias vividas durante varios años como Coordinadoras del Grupo de
Aliento a los Enfermos durante el período asignado por la Hermandad de
Emaús Mujeres de Corpus Christi.

Fueron muchos los momentos en que nos sentimos sin elementos de


organización para realizar visitas a los enfermos, pues aunque teníamos
libros, oraciones, cantos y otras ayudas, no disponíamos de un instrumen-
to que integrara todos estos aspectos.

He aquí un libro orientador sobre los requerimientos de la visita y algu-


nos conocimientos sobre el Proceso de Salud y las características de los
enfermos, así como el comportamiento que se debe seguir antes, durante
y después de dicha visita.

Se integraron a este material, conocimientos sobre la Fe y algunos docu-


mentos que nos hablan de la importancia de ésta para tener un mejor
acercamiento al enfermo.

Incluye, además, cánticos, oraciones, rosarios y otros elementos que


ayudarán a fortalecer el desarrollo de las visitas a los enfermos.
8 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

PROLOGO

En este libro, dedicado a alentar a los enfermos, quiero dar


gracias a Dios por estas siervas Regina y Rosario que han tenido el
detalle de dar estas líneas para que tanto los enfermos como aquellos que
le proporcionan su cuidado tengan la oportunidad de tener más concien-
cia de lo que significa la enfermedad y cómo ésta nos ayuda a tener otra
visión de la vida desde lo más vulnerable que podemos vivir.
“La salud es la confirmación de la vida y, como tal, tiene que ver
con la subjetividad, la espiritualidad, la convivencia, la cultura de lo
diferente, la alegría y la convivencia con la naturaleza y su relación con
la tierra como madre de la vida y como casa y medio ambiente de todos
los seres”. Cap. I. Dan una visión de la salud, que debe ser la confirma-
ción de la vida, y orientan a que continúen dando a sus seres queridos una
proyección de lo que pueden alcanzar con este cuidado.
La enfermedad altera la conducta de las personas haciéndolas
vulnerables a reacciones negativas y a pensamientos fuera de control, no
sólo a quienes la padecen, sino también a las personas que están a su
alrededor. Cap. I. Hablan de la enfermedad como una entidad que altera
el modo de actuar y de responder a la vida; por ende, se convierte en más
vulnerable y, por tanto, tiene que ofrecer el cuidado y acompañamiento a
los que tienen la enfermedad y para aquellos familiares y personas que se
dedican a cuidarlos.
Cuando la persona está enferma, la responsabilidad de su cura y
su cuidado no sólo es del Equipo de Salud que lo atiende, sino que
además es de sí mismo y de sus familiares. Cap. I. Es una responsabilidad
y la vez una gracia que reciben los que los cuidan y los familiares; ahí se
cumple lo de Mateo 25, estuve enfermo y me visitaste, Dios nos recom-
pensará grandemente, porque todo lo que hicieron por estos, mis peque-
ños, conmigo lo hicieron también.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 9

El enfermo es un ser humano afectado por una enfermedad, una


lesión o algún problema. Cap. II. Ellas, viendo esta realidad que es la
principal, dan prioridad al tema y quieren enfocar desde una visión clara
a quién va dirigido estas orientaciones, viendo que el enfermo es el punto
central de este libro, al que ellas quieren hacer el aporte para su atención.
En general, al enfermo se le debe dar un cuidado humanizado,
aplicando el TCA: Ternura, Cariño y Amor. Cap. II. En este libro ellas
quieren dejar claro, a través de varios consejos o tiks, cómo debe ser el
cuidado para ellos, los enfermos, que son más imposibilitados que los
demás.
Toda persona dedicada a visitar a los enfermos debe estar poseí-
da de cualidades que le sean favorables al cumplimiento de los objetivos.
Cap. III. Estas damas nos dan cualidades del que cuida y visita al enfer-
mo, algo muy importante para que sea efectivo y con amor.
Es muy importante, durante la visita al enfermo, escuchar sus
angustias, sus quejas, el sentir por su dolor y su sufrimiento, para de esa
forma ayudarle a enfrentar su situación con menos miedos, y así conso-
larlo usando la ternura y las palabras de aliento que puedan ser fuente de
esperanza y consuelo. Cap. III. En este capítulo ellas enfatizan que debe-
mos de ser pacientes con los enfermos, saber escuchar y, además, estar en
sus situaciones de dificultad.
El sacramento de la Unción a los enfermos nos dice que la enfer-
medad puede ser un maravilloso encuentro con Dios. Es una invitación a
considerar la enfermedad como una tarea espiritual. Cap. IV. Ellas ven
los sacramentos como esenciales para que el enfermo pueda prepararse y
desde su enfermedad ser testigo de la misericordia y amor de Dios que
está también en los enfermos y que les da gracias especiales, tanto a ellos
como a los que lo cuidan y visitan.
10 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

El amor de Dios nos hace miembros de su rebaño y se manifiesta


de una forma muy especial, pues Él está atento a cada uno de nosotros,
que somos sus ovejas, y a todas sus dificultades a través de la vida. Cap.
V. El amor es la fuente de donde brota la misericordia. Ellas dan una
visión hermosa de lo que es el amor desde este ministerio, que tiene
mucho sacrificio y entrega.
La espiritualidad es una luz que ilumina nuestro andar, nuestro
actuar, nuestro sentir y nuestro vivir. Debemos asumirla con fe y humil-
dad para multiplicar sus frutos en cada uno de nuestros hermanos y, muy
en especial, en aquéllos que están afectados por las enfermedades. Cap.
VI. Ven como algo prioritario, tanto en el que cuida como el que visita,
que tengan una espiritualidad que pueda hacerlos fuertes, mirando el
enfermo como a otro Cristo, y desde este ministerio alcanzar el anhelo de
todo Cristiano: la santidad.
La tradición de la oración cristiana es una de las formas de creci-
miento de la fe; es un diálogo, una conversación con Dios nuestro Padre.
(Mt. 21,18- 22) (Mc. 11, 23-24).
Cap. VII. Ven ellas en la oración lo esencial para mantenerse
firmes, tanto en el enfermo como los que los cuidan y visitan para que
éste sea el alimento de todos los que ejercen y viven en carne propia esta
realidad de la enfermedad.
En fin, con este libro ellas quieren que tengamos una herramienta
para poder dar respuestas a tantas incógnitas de cómo debe cuidarse el
enfermo, cómo debo prepararme, cómo debo cuidar y todo lo que esto
implica. Me parece un gran aporte para la Pastoral de la salud en esta
línea del cuidado a los enfermos y les auguro éxitos y bendiciones.

Pbro. Pablo Ariel López


Párroco de la Iglesia Corpus Christi
Director de Radio Luz
CAPÍTULO I

EL PROCESO SALUD – ENFERMEDAD

1.1 Definiciones sobre Salud

1.2 La Enfermedad

1.3 Cambios que provoca la enfermedad en el ser humano

1.1 Definiciones de Salud

La salud ha sido definida, desde tiempo muy remoto, como la


ausencia de enfermedad física; pero con el transcurrir de los años, este
concepto ha tomado dimensiones más amplias, pues algunos críticos han
considerado que la salud no sólo se centra en la afección biológica de las
personas, sino también en otros aspectos más amplios que consideran al
ser humano como una unidad holística dotada de esencia espiritual,
social, mental, intelectual, psicológica y ecológica.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 12

Las misioneras del Sagrado Corazón amplían la definición de


salud de la siguiente manera: “La salud es la confirmación de la vida y,
como tal, tiene que ver con la subjetividad, la espiritualidad, la conviven-
cia, la cultura de lo diferente, la alegría y la convivencia con la naturaleza
y su relación con la tierra como madre de la vida y como casa y medio
ambiente de todos los seres”.

Defender la vida nos trae una nueva definición de salud.

La Oficina Panamericana de la Salud, Regional de la Organiza-


ción Mundial de la Salud, define la salud como un completo estado de
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enferme-
dad o invalidez”.
La salud es un derecho del ser humano que debe ser otorgado a
todas las personas, sin diferencia de raza, posición social, religión, sexo,
edad y estado civil; es decir, sin ningún tipo de privilegio.
Podemos decir con seguridad que la salud es la confirmación de la vida.
La Comisión Pastoral de la Salud de la Conferencia del Episcopado de
Colombia nos dice que la salud es: “Saber disfrutar de la vida, gozar,
dejarse sorprender por lo nuevo, por la belleza de la naturaleza, por las
cosas simples y sencillas de la vida, un atardecer, la sonrisa de un niño,
una flor”.

1.2 La enfermedad

Cuando se interrumpe la armonía en el ser humano, entonces


sobreviene la enfermedad, la cual es un desequilibrio entre el cuerpo, la
mente, el espíritu y su relación con el medio ambiente.
La enfermedad altera la conducta de las personas haciéndolas vulnera-
13 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

bles a reacciones negativas y a pensamientos fuera de control, no solo a


quienes la padecen, sino también a las personas que están a su alrededor.
Esta debe ser vista como un elemento de purificación para
acercarse más a Dios. Algunas enfermedades eran vistas en la antigüe-
dad como un castigo a la violación de las leyes divinas o como respuestas
a un pecado.
Lo cierto es que la enfermedad ayuda a descubrir la presencia de
Dios en la vida del ser humano y a encontrar valores desconocidos que
nos pueden llevar a entender el sentido de la existencia humana y el valor
de la espiritualidad en el diario vivir, pues esta ayuda a fortalecer el senti-
do de la esperanza y, por tanto, la promoción de la vida.
La enfermedad ayuda a las personas a lograr la reconciliación
con Jesús y su madre María Santísima.
La experiencia de la enfermedad es una buena ocasión para
abrirse a los demás, ser más sensibles y dejarse querer, cuidar y mimar.
Aunque esta es una visita inoportuna que rompe el ritmo de la
vida, frustra el proceso de los proyectos y desorganiza las relaciones, se
puede considerar como un regalo que va a favorecer el encuentro con
Dios y el descubrimiento de grandes dones que el Espíritu Santo nos ha
ofrecido y que por mucho tiempo los hemos ignorado.
A todo esto, agregamos que la enfermedad hace más humanas a
las personas. Las enfermedades y los problemas psicológicos y mentales
traen consigo el sufrimiento y el dolor.
El sufrimiento puede ser físico o emocional. Decía el Cardenal
López Rodríguez que también existe el sufrimiento del alma.
El sufrimiento no era parte del propósito de Dios para la humani-
dad, pero apareció por la desobediencia de Adán y Eva, que se desviaron
del plan trazado.
El dolor y el sufrimiento purifican el alma. El sufrimiento debe
verse como parte de sí mismo.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 14

Para enfrentar la enfermedad es de gran valor internalizar los


versículos que fortalecen la fe y ayudan al enfermo a acercarse más a
Dios, ayudarse en su enfermedad y alcanzar la salud.
El sufrimiento nos ayuda a descubrir nuevos valores y hacer más
humana la vida, decía Vicktor Frankl, padre de la Logoterapia.
Un sufrimiento insoportable abruma a pacientes y familiares.
Cuando el enfermo sufre, los familiares también sufren, están ansiosos y
pierden la esperanza; por tal razón, necesitan apoyo, consuelo y motiva-
ción para seguir adelante.
En el año 2006, en una Jornada Científica de la Facultad de Cien-
cias de la Salud, se presentó un trabajo de investigación sobre “El sufri-
miento de los familiares del enfermo”. Aquí se encontró lo siguiente:
-Los familiares manifestaron que acompañar a un enfermo es
una de las experiencias que producen mayor sufrimiento en la vida del
ser humano y, más aún, si se trata de un moribundo.
-Observar la evolución del enfermo, su dolor, su mudez, su sufri-
miento y su impotencia producen un fuerte dolor, que sólo vive el
sufriente.
-Los familiares manifiestan el dolor de formas diferentes. Unos
lloran, tienen dolor en el alma, sienten un vacío, están nerviosos, le duele
la cabeza, están tristes y, a veces, llegan a la locura.
-El familiar del enfermo sufre profundamente cuando su enfer-
mo se queja de dolor, cuando lo traen o lo llevan en la ambulancia y en el
encendido de las velas y el rezo de los tres credos y, más aún, cuando
expira y lo colocan en el ataúd.
-Los visitantes son de mucho valor para los enfermos y los fami-
liares porque llevan muchas manifestaciones de cariño, acompañan,
llevan palabras de aliento, dan apoyo espiritual y, sobretodo, son fuentes
de fortaleza.
-Algunas visitas son muy largas y no permiten el descanso del
enfermo y sus familiares.
15 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Muchas personas son miedosas, pero con su enfermo moribundo


pierden el miedo; sólo algunos sintieron temor al quedarse solos con el
enfermo al ver sus miradas fijas o al observar algún signo en especial.
Los versículos siguientes ayudan a entender y lograr la tranquilidad y la
esperanza de los enfermos.
“Hijo mío, cuando estés enfermo no seas impaciente, pídele a
Dios y Él te dará la salud”. Eclesiástico 38,9.
“Le traían todos los enfermos, los aquejados por los males y
dolencias diversas, los endemoniados, los paralíticos, y a todos sanaba”.
Mt. 4,24.
“Oh Señor y Dios mío, clamé a ti y me has sanado”. Salmo 30,3.
“Al llegar la noche, le trajeron muchos endemoniados. El echó a
los demonios con una sola palabra y sanó a los enfermos”. Mt. 18,17.
“Sin embargo, no lo he olvidado; yo le devolveré la salud, lo
atenderé y lo ayudaré a recuperarse”. Is. 17:18.
“Jesús, al desembarcar y ver a tanta gente reunida, tuvo compa-
sión y sanó a los enfermos”.
“Curó al enfermo con entrañas de misericordia, como el buen
samaritano”. Lc. 10,29.
Uno de los sentimientos que lleva consigo la enfermedad es el
sentimiento de culpa. En tal sentido, el agente de pastoral de enfermos
debe desarrollar el sentido de la escucha para captar las inquietudes del
enfermo. Escuchar es un acto con profundidad espiritual; es mucho más
que oír; es poner atención incondicional a lo que le dice el enfermo; es
tomar conciencia del dolor ajeno sin dejar de ser uno mismo.
En la escucha, los agentes estarán orientados por Dios y sólo
debe pedirle y aclamarle; entonces El estará ahí. Llamar a Dios también
ayudará al enfermo.
‘Misericordia Señor, que desfallezco. Sáname Tú, porque el
temor ha carcomido mis huesos”. Salmo 6,2.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 16

“Oh Señor, ven a salvarme”. Is. 38,20.

Actitudes positivas de los enfermos:

Cuando la persona está enferma, la responsabilidad de su cura y


su cuidado no sólo es del Equipo de Salud que lo atiende, sino que
además es de sí mismo y de sus familiares.
En realidad, el primer responsable de su salud y de mantener
actitudes positivas frente a la enfermedad es el propio enfermo.

¿Cuáles son esas actitudes positivas? Vamos a citar algunas de ellas:


-Disposición de autocuidarse para contribuir en su sanación.
-Combatir el desaliento. Es importante porque la repetición
permanente de las lamentaciones por su situación puede afectar su auto-
estima y su estado de ánimo.
-Fomentar los pensamientos positivos y de esperanza, tratando
de conocer diferentes formas de luchar contra los problemas que conlleva
el estar enfermo; así el enfermo puede: Orar, leer la biblia, investigar
sobre su enfermedad y su tratamiento, dialogar con familiares y amigos,
entre otros.
-Manifestar agradecimiento por los que lo cuidan, le acompañan,
lo visitan, le hacen oraciones y lo motivan a seguir hacia delante.
-Ser cooperador con el personal de salud y los familiares que lo
atienden y lo ayudan a recuperarse y rehabilitarse.
-Mantenerse eternamente agradecido de Dios y dar gracias en la
medida de su recuperación física, mental y espiritual.
17 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Cómo evitar enfermarse:

-Consumiendo alimentos sanos, sin aditivos artificiales, ni colorantes


agregados, ni picantes, sin grasas y bien cocidos.
-Manteniendo la autoestima.
-Enfrentando los problemas con inteligencia emocional y espiritual.
-Incrementando la comunicación positiva.
-Caminando y haciendo ejercicios físicos al aire libre.
-Manteniendo hábitos saludables de higiene.
-Evadiendo los hábitos tóxicos, tales como: las bebidas alcohólicas, los
estupefacientes, el tabaco y otros.
-Haciendo ejercicios mentales y espirituales.
-Viviendo alegre, con Cristo en el corazón.
-Evitando ser agredido por el estrés.
-Evitando el uso excesivo de medicamentos.
-Tomando agua suficiente.
-Evitando las sazones artificiales, los picantes y la salsa roja.
CAPÍTULO II
EL ENFERMO, SUS REACCIONES Y SUS CARACTERISTICAS

2.1 Quién es el enfermo

2.2 Cambios en el enfermo

2.3 Diversas opiniones de los enfermos sobre la enfermedad

2.3 Reacciones del enfermo según vivencias

2.4 Versículos de La Biblia que ayudan al enfermo

2.1 Quién es el enfermo

El enfermo es un ser humano afectado por una enfermedad, una


lesión o algún problema.
Es aquella persona que lleva consigo un sufrimiento, un dolor,
una preocupación o un malestar del cual ignora su procedencia. Es
sinónimo de dolencia.
19 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Es un adjetivo calificativo para designar la persona que tiene su salud


alterada por la presencia de alguna enfermedad física, social, psicológica
o espiritual.
Cuando una persona está enferma, vive una nueva experiencia
que le cambia su forma de vida.

2.2 Cambios en el Enfermo

A. Cambios Psicológicos
-Cambia su personalidad
-Cambia Su manera de ver la vida
-Cambia Sus creencias
-Cambia Sus valores
-Sufre Pérdida de la independencia
-Cambian los planes futuros
-Cambia la Forma de manifestar los afectos
-Incrementa los miedos y las inseguridades
-Irritabilidad
-Turbación e incertidumbre
-Pérdida de la libertad
-Disminución o pérdida de su autonomía. Se siente triste porque tiene
que depender de otros, muchas veces desconocidos
-Problemas por el trabajo
-Discriminación
-Puede portarse como niño, siendo adulto
-Disminución o pérdida de la autoestima. Deja de amarse, se desprecia a
sí mismo
-Impotencia y rabia
-Frustración
-Desesperanza
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 20

-Vergüenza
-Aflicción
-Aislamiento social
-Siente que pierde su intimidad personal

B. Cambios Físicos
-Pérdida de la movilidad, unas veces total y otras veces parcial
-Problemas en la eliminación urinaria o fecal
-Dolor en todo el cuerpo o en partes del mismo
-Afección de los sentidos: no ve bien, lagrimeo, no puede hablar, le
molestan los olores o no los percibe, no oye bien, no siente los sabores
-Su piel se deteriora, pudiendo llegar a úlceras o escaras
-Problema en la forma de caminar, sentarse y acostarse

Cada una de estas reacciones sicológicas va a depender de diferentes


experiencias personales:

-Si ha estado enfermo en otras ocasiones


-Tipo de afección, si es aguda o crónica
-En cuál etapa del ciclo de vida se encuentra
-Si es una lesión, cuál es su magnitud y posibles secuelas
-Costumbres familiares
-Momento en que ocurre la enfermedad
-Experiencias con otros familiares y amigos
-Calidad de la atención brindada. Acercamiento al personal de salud y a
sus familiares
-Creencias religiosas y su práctica
-Confianza en el personal médico y de enfermería
-Confianza en las personas que lo cuidan en la casa
21 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

2.3 Opiniones del Enfermo sobre la enfermedad

Al principio la ve como una injusticia, un castigo o como una


amenaza.
Algunos ven la enfermedad como la presencia de un espíritu
maligno que atenta contra su vida.
Muchos enfermos ven la enfermedad como un castigo de Dios.

2.4 Versículos de la Biblia para peticiones de los Enfermos

“Señor, escucha mi oración, presta oído a mis clamores, no


permanezca sordo a mis lágrimas”. Salmo 39, 13-14.
Escucha Señor mi grito suplicante, presta oídos a mis llantos y
no te hagas el sordo, pues yo soy un individuo tuyo, un huésped, como
todos mis padres. Aparta tu mirada, que tenga yo un suspiro antes de que
me vaya y deje de existir”. Salmo 39, 11, 13-14.
Los enfermos están tristes y se dirigen a Dios por los males que
les aquejan, manifiestan sentirse atrapados y abandonados. “Mi ojo se
consume por la pena”. Salmo 88, 4b-8a.
El enfermo debe poner su confianza en el Dios justo y misericor-
dioso. “El Señor es mi pastor, nada me falta”. Salmo 23.
“Venid a mí todos los que están cansados y sobrecargados, que
yo os aliviaré”. Isaías 40,25-31

2.5 Cuidados esenciales al Enfermo en la casa

-Movilizarlo con frecuencia. Hacerle ejercicios activos y pasivos


-Arreglarle su cama, cuidando de que quede sin arrugas
-Higiene corporal. Baño de esponja en cama, si no se puede levantar
-Darle masajes de percusión en la espalda
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 22

-Cuidado de la boca, ojos, nariz y orejas


-Cuidado de las uñas de manos y píes
-Mantenerlo en cama seca para evitar úlceras
-Registro de ingresos y egresos de líquidos
-Alimentación según enfermedad
-Lavado de manos antes y después de comer e ir al baño
-Cambio frecuente de posición
-Mantenerle su habitación limpia
-Mantenerle la piel lubricada
-Vigilar su eliminación urinaria y fecal

En general, al enfermo se le debe dar un cuidado humanizado, aplicando


el TCA: Ternura, Cariño y Amor.
CAPÍTULO III
VISITA A LOS ENFERMOS

3.1 Objetivos de la visita

3.2 Cualidades que debe poseer la persona que visita a los enfermos

3.3 Recomendaciones a las personas que visitan a los enfermos

3.4 Preparación del enfermo y el hogar a visitar

3.5 Acciones a realizar antes de la visita

3.6 Acciones a ejecutar durante la visita

3.7 Aspectos a considerar después de la visita

3.8 Acompañamiento del enfermo desde la fe

Para la iglesia católica, los enfermos son verdaderas catedrales


del encuentro con nuestro Señor Jesucristo. Así lo expresa el documen-
to de Aparecida 417.
24 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

La iglesia católica, en su misión profética, está llamada a


anunciar el Reino de Dios a los enfermos y a todos los que sufren
problemas físicos, sociales, mentales y espirituales.
El mandato de Jesús a sus seguidores y a la Iglesia está bien
claro en la Biblia, cuando dice: “Mientras vayan caminando, proclamen
que el Reino de Dios se acerca. Sanen enfermos, resuciten muertos,
limpien leprosos y echen demonios”. (Mt. 10, 7-8. Lc.9, 1-2.
Mc.16,15).
Este mandato mueve a cada ser humano con vocación de servir,
a trabajar con el enfermo con un corazón puesto en Dios; de ahí que las
motivaciones para participar en un grupo que promueva la visita a los
enfermos para llevarle aliento, acompañarle o para llevarle la comunión,
deben estar orientadas hacia:
-Servir al que sufre
-Extender el Reino de Dios
-Compartir con los enfermos y llevarle consuelo. Llevarle a Dios
-Promover la fe en el enfermo. “Tu fe te ha salvado” (Lc. 18,42). -“Le-
vántate, toma tu camilla y anda” (Jn 5, 6-8)
-Dialogar con la familia

3.2 Cualidades que debe reunir la persona que visita a los enfermos para
llevarles aliento
Toda persona dedicada a visitar a los enfermos debe estar poseí-
da de cualidades que le sean favorables al cumplimiento de los objetivos.
A continuación presentamos una serie de dones que debe tener ese ser
humano especial.
-Humildad
-Cultivo de la escucha
-Capacidad de diálogo
-Paciencia
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 25

-Respeto y consideración
-Comunicación efectiva y amorosa
-Solidaridad con el sufrimiento humano
-Cultivo de la oración
-Discreción
-Estar abierto a la capacitación
-Comunicar paz y seguridad
-Respetuoso de la libertad religiosa y de las creencias del enfermo y sus
familiares

3.3 Recomendaciones a las personas que visitan enfermos para llevar


aliento

-Elaborar y desarrollar un plan de vida cristiana que le ayude a conservar


la fe en Dios y el amor a sí mismo, a su familia y a su prójimo.
-Levantarse cada día a una hora fija, preferiblemente bien tempranito.
-Realizar una oración cuando se levante en la mañana.
-Hacer examen de conciencia de sus defectos y dedicarse a superarlos.
-Rezar diario el Santo Rosario solo o en familia. Recuerda que familia
que reza unida, permanece unida.
-Visitar el Santísimo cada vez que tengan la oportunidad.
-Dedicar algunos minutos del día a la acción de gracias.
-Antes de irse a la cama en la noche, hacer un examen de conciencia, dar
gracias a Dios por los beneficios recibidos y pedir perdón a Dios por los
pecados y las ofensas que hayan cometido en el día.
-Realizar con periodicidad cursos, talleres, seminarios, retiros y otros
ejercicios espirituales.
-Realizar en el día actos de amor con tu prójimo.
-Confesarse cada semana, aunque no tengan pecados mortales, con fines
de recibir la gracia sacramental.
26 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

3.4 Preparación del enfermo y el hogar a visitar

El enfermo que se va a visitar debe tener conocimiento de la


visita, si éste está consciente y puede reconocer a las personas que le
visitan. Asimismo, debe estar limpio y arregladito físicamente. Si se le va
a llevar la comunión, debe estar preparado para recibirla.

En relación al hogar, es importante que, también la habitación


donde está el enfermo se guarde limpia para el recibimiento de los
visitantes. En caso de que algún Ministro le lleve la comunión al enfer-
mo, deben colocar una pequeña mesita con un paño blanco y limpio, al
lado de la cama del enfermo; además de una vela encendida.

3.5 Acciones a desarrollar antes de la visita al enfermo

Asegurarse de que el enfermo puede recibir la visita, sea en el


Centro de Salud, con el permiso de su médico, o en la casa, con la anuen-
cia de su familia.
Estar seguro de que el paciente quiere recibir la visita, pues algu-
nos enfermos no lo permiten debido a su situación, decisión que debe ser
respetada.
Si la visita procede, preferible que sea a media mañana o a media
tarde.
Coordinar el horario con los familiares.
Seleccionar las oraciones, alabanzas, meditaciones y cantos
antes de llegar al lugar de la visita.
Seleccionar regalos y detalles sencillos, apropiados a la situación
del enfermo. En el caso de las flores, preferiblemente que sean secas.
Llevar carnet de identificación.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 27

Debe protegerse con la cruz de San Benito.


Para la visita, es importante llevar algunos accesorios de gran
valor para la comunicación con el enfermo, con Dios, con la Virgen y con
los Santos, tales como:
-Un rosario
-Una biblia
-Un crucifijo
-La cruz de San Benito
-Agua bendita
-Libro de oraciones
-Oración especial para invocar al Espíritu Santo
-Antes de entrar en el espacio del enfermo, debemos colocarnos agua
bendita en la frente, en el nombre de Jesús.

Oración para antes de la visita al enfermo:

Señor Jesús, durante tu vida terrenal encarnaste la ternura de


Dios entre los hombres.
Ahora que eres invisible, nos corresponde a nosotros, tus discí-
pulos, hacer visible tu rostro luminoso.

A la hora de visitar los enfermos, dirigimos esta oración:

Habítame Señor Jesús, hazme transparente a tu presencia,


Y enséñame a ser la sonrisa de tu bondad, porque en el fondo es a ti a
quien quieren encontrar a través de nosotros. Inspírame constantemente
la actitud que tengo que tomar, las palabras que tengo que decir y los
silencios que tengo que guardar. Entonces seré para ellos un camino que
les conduce a Ti.
Amén.
28 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Orar también para que nuestras actitudes sean positivas y que papá Dios
nos ilumine.

El agua Bendita

El agua bendita es un sacramental que perdona los pecados


veniales, debido a las bendiciones que están atadas a ella. La Santa
Iglesia muy fuertemente urge su uso en sus hijos, especialmente cuando
hay amenaza de peligro, tales como: fuego, tormentas, enfermedades y
otras calamidades.
Cada hogar católico debe siempre tener abastecimiento de agua
bendita. Vamos a cultivar su uso. La riqueza espiritual que se encuentra
concentrada en una gota de agua bendita es incalculable, sin embargo
nosotros le damos poca importancia. Si nosotros nos diéramos cuenta
ahora de los muchos beneficios que son derivados del agua bendita, la
usaríamos más frecuentemente y con gran fe y reverencia.
El agua bendita tiene gran poder y eficacia que le viene de las
oraciones de la Iglesia, la cual queda fundida en su divinidad siempre
aceptada con complacencia.
A continuación, algunas de las peticiones que el sacerdote le
hace a Dios cuando bendice el agua. “Oh Dios, concede que esta criatura
tuya sea dotada de la divina gracia. Aleja el enemigo (diablo) y arroja
fuera nuestras enfermedades. Y cuando los hogares y posesiones de los
fieles sean rociados con esta agua bendita, queden libre de todo daño.
Permite que todas las cosas que amenacen la seguridad o la paz de las
personas, sean desechadas y rociadas por esta agua. La salud que estamos
solicitando en el Santo nombre de Jesús de Nazaret, nos guarde de todo
ataque”. AMÉN.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 29

3.6 Acciones durante la visita

Es muy importante, durante la visita al enfermo, escuchar sus


angustias, sus quejas, el sentir por su dolor y su sufrimiento, para de esa
forma ayudarle a enfrentar su situación con menos miedos, y así conso-
larlo usando la ternura y las palabras de aliento que puedan ser fuente de
esperanza y consuelo.
Durante la visita, además de orar, se pueden hacer lecturas de la
Biblia, previamente seleccionadas, acorde con la situación del enfermo y
la familia. Además, si el enfermo está consciente, se puede animar para
que cante.
Los cánticos seleccionados deben promover la fe y la esperanza
y también el avivamiento del espíritu.

Qué hacer en el momento de la visita

-Actuar con gran sencillez


-Entrar con buen humor y sentimientos positivos, cantando y elevando
nuestros brazos.
-Ser delicado al dirigirse al enfermo
-Escuchar al enfermo
-Si es en un establecimiento de salud, salir si el médico y/o el personal de
enfermería entran a la habitación del enfermo
-No compadecerse ni cogerle lástima al enfermo
-Evitar temas que puedan inquietar al enfermo
-Comunicarle que Dios le ama
-Evitar dar malas noticias
-Darle amor incondicional
-Mostrar optimismo y esperanza
-Buscar la cercanía con él
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 30

-Orar invocando al Espíritu Santo


-Llamarlo por su nombre
-Cantar llenos de alegría
-Tocar suavemente al enfermo
-Mantener tono de voz suave y baja
-No criticar al personal de salud frente al enfermo. No es el momento
-Colocar agua bendita en la frente y las manos del enfermo
-Colocar agua bendita en la frente de los familiares y visitantes presentes
-Rezar Padre Nuestro, Avemaría, Gloria y Salve
-Recibir de Dios la bendición
-En nombre de Jesús y María, darnos el Abrazo de la Paz y luego nos
retiramos
-Recordar que la visita a los enfermos debe ser de 15 a 20 minutos. Tanto
el enfermo como los cuidadores necesitan descansar.

3.7 Acompañamiento del enfermo desde la fe

Cuando el enfermo está consciente, el objetivo de un acompaña-


miento será ayudarlo a enfrentar la enfermedad y una vivencia de la
misma aferrado a la fe; es decir, en una relación con Dios.
Para visitar a una persona enferma es muy importante manejar
los aspectos de la vida cristiana y de lo que significa una relación de
ayuda, pues muchas veces creemos que estamos ayudando y en realidad
lo estamos maltratando con palabras que pretenden consolar.
Como en un momento decía Job “Hasta cuándo atormentareis el
alma mía y con palabras me acribillaréis” (Jb 19,2).
Para una relación de ayuda desde la fe, lo primero es que el enfer-
mo debe aceptar incondicionalmente a la persona que lo visita y demos-
trarle su fe en el Señor. Con delicadeza y sin que éste sienta que se le
quiere imponer un camino a seguir.
31 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Lo más importante es ponerse en una actitud de escucha y de


comprensión. Acoger a la persona tal como ella es, cómo se manifiesta y
cómo se siente.
En el mundo de la enfermedad, es de gran valor para el enfermo
el reflejo de una gran humildad y el deseo de comunicar esperanza.
Escuchar es un acto muy espiritual de la persona; es lograr hacer
un gran esfuerzo para comprender los mensajes que nos transmite el
enfermo. Escuchar es mucho más que oír; requiere permitir que el enfer-
mo hable y se apoye confiadamente. No es decirle lo que tiene que hacer,
ni cómo debe comportarse, ni lo que no debe hacer. Sólo es acoger su
mundo y su experiencia.
Un aspecto de un valor incalculable es la empatía, la cual permite
tomar conciencia del dolor ajeno sin dejar de ser nosotros mismos.
La manifestación de aceptación con un gesto sincero, un apretón
de mano, un beso, un abrazo, una caricia o una mirada sincera, valen más
que mil palabras.
En la visita a los enfermos, seamos sinceros y no hablemos men-
tiras.

3.8 Después de la visita al enfermo


Después de la visita es importante dar las gracias por permitirle
la entrada al hogar y, cuando sea posible, lavarse las manos.
Al salir del hogar visitado se debe evaluar la visita para identifi-
car los puntos de fortaleza y de debilidad, con fines de mejorar el com-
portamiento en próximas visitas.
En el camino podemos ir recordando aquellos versos que encon-
tramos de un gran escritor:
Estuve enfermo y me llamaste por mi nombre, estuve enfermo y
venías cada mañana sonriente a decirme ¡Buenos días!
Estuve enfermo y fui para ti alguien y no algo.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 32

Los visitantes son de mucho valor para los enfermos y los fami-
liares porque llevan muchas manifestaciones de cariño, acompañan,
llevan palabras de aliento, dan apoyo espiritual y, sobretodo, son fuentes
de fortaleza.
Algunas visitas son muy largas y no permiten el descanso del
enfermo y sus familiares.
Muchas personas son miedosas, pero con su enfermo moribundo
pierden el miedo; sólo algunos sienten temor al quedarse solos con el
enfermo, al ver sus miradas fijas o al observar algún signo en especial
CAPÍTULO IV
RECONCILIACIÓN, PENITENCIA Y UNCIÓN A LOS
ENFERMOS

III.1 Penitencia y Reconciliación

El sacramento de la reconciliación es considerado como un


proceso de conversión que, iniciado en el Bautismo, debe durar toda la
vida.
En el caso de una persona enferma, existen elementos importan-
tes que favorecen la reconciliación, los cuales se refieren a:
En el Sacramento de la Reconciliación o penitencia se celebra la
gran alegría de sentirse sostenido por su Padre Dios.
La reconciliación se logra a través de abstenciones que se reali-
zan en tiempos especiales que nos preparan para las fiestas litúrgicas y
para adquirir un dominio sobre nuestros instintos y la libertad del cora-
zón. (x). Catecismo de la Iglesia Católica. Conferencia del Episcopado
Dominicano (2043).
Se le denomina sacramento de conversión, porque realiza sacra-
mentalmente la llamada de Jesús a la conversión (cf Mc 1,15), la vuelta
al Padre (cf Lc 15,18) del que el hombre se había alejado por el pecado.
34 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Se denomina sacramento de la penitencia, porque consagra un


proceso personal y eclesial de conversión, de arrepentimiento y de repa-
ración por parte del cristiano pecador.
Se le denomina sacramento de la confesión, porque la declara-
ción o manifestación, la confesión de los pecados ante el sacerdote, es un
elemento esencial de este sacramento. En un sentido profundo, este
sacramento es también una "confesión", reconocimiento y alabanza de la
santidad de Dios y de su misericordia para con el hombre pecador.
Se le denomina sacramento del perdón, porque por la absolución sacra-
mental del sacerdote, Dios concede al penitente "el perdón [...] y la paz"
(Ritual de la Penitencia, 46, 55).
Se le denomina sacramento de reconciliación, porque otorga al
pecador el amor de Dios que reconcilia: "Dejaos reconciliar con Dios" (2
Co 5,20). El que vive del amor misericordioso de Dios está pronto a
responder a la llamada del Señor: "Ve primero a reconciliarte con tu
hermano" (Mt 5,24). (Catecismo de la iglesia 1423 y 1424).
La conversión se realiza, en la vida cotidiana, mediante gestos
de reconciliación, la atención a los pobres, el ejercicio y la defensa de la
justicia y del derecho (cf Am 5,24; Is 1,17), por el reconocimiento de
nuestras faltas ante los hermanos, la corrección fraterna, la revisión de
vida, el examen de conciencia, la dirección espiritual, la aceptación de
los sufrimientos, el padecer la persecución a causa de la justicia. Tomar
la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro de la penitencia
(cf Lc 9,23). Catecismo de la Iglesia (1435).
En el caso de una persona enferma, existen elementos importan-
tes que favorecen la reconciliación, los cuales se refieren a:

-Coraje para afrontar la enfermedad


-Voluntad de ofrecer a Dios el sufrimiento para su propia salvación y de
los hermanos
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 35

-Deseo de compartir la vida y el sufrimiento de Cristo


-Convertir el sufrimiento en signo de redención

Cuando la persona está enferma, muchas veces se desespera y se


llena de ira; por tanto, ésta es una buena oportunidad para la conversión
y el fortalecimiento de la amistad con Dios, con fines de recuperar la paz
y la tranquilidad espiritual y, de esa forma, lograr un encuentro maravi-
lloso con Cristo.

III.2 Unción a los enfermos

El sacramento de la Unción a los enfermos es una proclamación


de la vida y del amor de Dios, unido a la esperanza y la solidaridad
humana. Ungir al enfermo es infundir en él el Espíritu de Jesús; es trans-
fundir vida a su existencia; es ayudarle a vivir con sentido su situación.
Es sostenerle la fe para que, a pesar de su situación, siga caminando con
serenidad y paz hacia la casa del Padre.
El objetivo más poderoso de la Unción a los enfermos es vivir
cristianamente la enfermedad y celebrar la presencia de Dios en la
misma, renovando el encuentro con Cristo en el corazón a través del
Oleo Santo, que es un símbolo de la fortaleza que da la presencia de Dios
para seguir luchando.
La Unción alimenta el alma y el cuerpo del cristiano gravemente
enfermo, pues aumenta la gracia santificante, perdona los pecados venia-
les, y aún los mortales si el enfermo está arrepentido y no ha podido
confesarse. Le da fuerza para resistir las tentaciones y soportar los sufri-
mientos de la enfermedad y le concede la salud del cuerpo, si le conviene.
“Levántate, toma tu camilla y vete” (Jn 5,8). La unción es un
encuentro personal con Jesús el sanador que puede transformar la enfer-
medad en salud.
36 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

El sacramento de la Unción a los enfermos nos dice que la enfer-


medad puede ser un maravilloso encuentro con Dios. Es una invitación a
considerar la enfermedad como una tarea espiritual.
Quien padece una enfermedad no sólo entra en una crisis física,
sino también psíquica y espiritual. En tal sentido, requiere de una perso-
na que lo escuche y le acompañe; que le ayude a enfrentar su vulnerabili-
dad anímica.
Jesús nos cree capaces de acercarnos a los enfermos para curar-
los. El cree que podemos atrevernos a expulsar demonios. En Mc 6,13 se
describe cómo los discípulos curaban a los enfermos “Expulsaban demo-
nios, ungían con aceite muchos enfermos y los curaban”.
Cuando los discípulos ungen a los enfermos con el aceite, no
actúan como médicos, sino como testigos de Jesucristo. “Si alguien cae
enfermo, que llame a los presbíteros de la Iglesia para que oren sobre él
y lo unjan con óleo, en nombre del Señor” (Sant.5,14).
Antiguamente, el enfermo era ungido por el sacerdote en los 5
sentidos. Hoy en día sólo se le unge la frente y las manos con aceite
bendecido por un Obispo o un Sacerdote.
El sacramento de la Unción tiene un lugar especial en el cuidado
que la iglesia tiene para los enfermos, recordando siempre que “Si no hay
fe no hay sanación” (Mt. 6, 5-6).
Lo más importante para recibir la unción es tener una actitud de
fe y confianza. Después de recibirla, el enfermo puede sentir una sensa-
ción de acogida, de alivio, un gran ánimo y gran serenidad y gozo.
La unción, al ser recibida en el cuerpo, repercute en la totalidad
de la persona, incluyendo su aspecto físico, pues es una proclamación de
la vida y el amor a Dios, unido a la esperanza y la solidaridad humana; es
una medicina espiritual que sana, salva y libera.
Jesús curaba enfermos a través de su palabra, sus manos, su obra
y su pensamiento. La fuerza de la unción de los enfermos tiene un poder
sanador. Veamos cómo Jesús curaba a esos enfermos:
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 37

-Curó al ciego Betsaida: ( Mc. 8, 22-24 y Lc. 4,40)/


-“Al ponerse el sol, le trajeron enfermos de diversos males. El les impo-
nía las manos, y los sanaba”. También hizo salir demonios de varias
personas” ( Mt. 9, 20-22).
-Una mujer que padecía de flujo de sangre se acercó y tocó el manto de
Jesús, pues decía para sí misma: Con sólo tocar su manto me salvaré.
-Entonces Jesús se volvió y le dijo: “Hija, tu fe te ha salvado, vete en paz
y queda sana de tu enfermedad”.
-Sanó al leproso. “Señor, si quieres tu puedes limpiarme. Jesús alargó la
mano y le dijo: “Lo quiero, queda limpio”. Su lepra desapareció inme-
diatamente.
El sacerdote unge con los óleos la frente y las manos del enfermo.
En el mensaje del Concilio Vaticano II a los pobres, a los enfer-
mos y a todos los que sufren, se expresa lo siguiente: “Para todos voso-
tros hermanos, visitados por el sufrimiento en sus mil aspectos, el Conci-
lio tiene un mensaje muy especial”.
“Hermanos queridísimos, sentimos profundamente resonar en
nuestros corazones de padres y de pastores vuestros gemidos y vuestras
quejas. Y nuestro dolor crece con el pensamiento de que no está en nues-
tro poder proporcionaros la salud corporal ni la disminución de vuestros
dolores físicos; que los médicos, enfermeras y todos los que se consagran
a los enfermos se esfuerzan por aliviar lo mejor que puedan.
Pero tenemos algo más profundo y más precioso que daros: la
única verdad capaz de responder al misterio del sufrimiento y de propor-
cionar un alivio sin ilusión: la fe y la unión con el Varón de dolores, con
Cristo, Hijo de Dios, puesto en cruz por nuestros pecados y por nuestra
salvación”.
“Cristo no ha suprimido el sufrimiento; ni siquiera ha querido
desvelarnos enteramente su misterio: le ha tomado sobre sí, y esto basta
para que comprendamos todo su valor”.
38 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Continúa expresando el Concilio “He aquí la ciencia cristiana


del sufrimiento, la única que da la paz. Sabed que no estáis solos, ni sepa-
rados, ni abandonados, ni inútiles; vosotros sois los llamados de Cristo,
su viva y transparente imagen”.
“En su nombre, el Concilio os saluda con amor, os da las gracias,
os asegura la amistad y la asistencia de la Iglesia y os bendice”.
CAPÍTULO V
EL AMOR COMO FUENTE INAGOTABLE DE DIOS

Todo el que se dedica al trabajo con los enfermos debe ser una
persona ser especial, lleno de un amor incondicional, paz y alegría y
convencida a la vez de servir a los demás y ofrecerle el amor que Dios les
ha dado sin espera de recompensa; de ahí las palabras de I Juan 4-20-21
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso,
pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, ¿cómo puede amar a
Dios, a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de Él:
El que ama a Dios, ame también a su hermano”.
El amor de Dios nos hace miembro de su rebaño y se manifiesta
de una forma muy especial, pues Él está atento a cada uno de nosotros,
que somos sus ovejas, y a todas sus dificultades a través de la vida.
El amor verdadero exige respeto, pero no trata de cambiar a la
otra persona, sino que la acepta como es. Debemos, primero y ante todo,
amarnos a nosotros mismos; no un amor egoísta, sino un amor que nos
ayude a ver nuestro interior a través de nuestras ideas, sentimientos,
actitudes, habilidades, valores y autoimagen, para aplicarlos en bien del
amor a los demás.
Mateo 17,3 manifiesta que debemos hacer a los demás lo que tú
quisieras que te hicieren a ti.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 40

La autoestima es una cualidad que nos ayuda a amarnos a noso-


tros mismos, a valorarnos; es como la traducción del mandamiento
“Amarás al prójimo como a ti mismo” (Mt. 22,39).
Debemos aceptarnos como somos para poder aceptar a los
demás como son, porque nadie puede dar lo que no tiene. Aceptar tu
cuerpo, tu apariencia física, tus limitaciones, tu afectividad, tus senti-
mientos y, sobre todo, tu forma de ser; sólo así podrás encontrarte a ti
mismo y encontrar los dones que el Espíritu Santo te ha dado.
Trabajar en el servicio a los enfermos es un acto de amor, porque
“Amar es preocuparse por los demás”, como decía el escritor Francés
Saint-Exupery. También Mario Benedetti, un famoso escritor uruguayo,
decía “Yo quisiera contar contigo, es tan lindo saber que tú existes, y
cuando digo esto no es para que vengas corriendo en mi auxilio, sino
para que sepas que tú siempre puedes contar conmigo”.
Asimismo, el amor es saber que cerca o lejos de ti hay alguien
con quien puedes contar, siendo un gran reflejo de esto la maravillosa
Hermandad de Emaús, donde cada integrante guarda una fuerte porción
de amor para entregarla a las personas que necesiten de su servicio sin
importar edad, raza, posición social, preparación, procedencia ni situa-
ción de salud.
Decía Erich Fromm, un Psicólogo Alemán, que “Amor significa
comprometerse sin garantías; es entregarse totalmente con la esperanza
de producir amor en la persona amada”.
El amor es un acto de fe, y quien tenga poca fe también tiene
poco amor.
Cuando se trata del amor de Dios, podemos hablar del amor más
sublime, más puro, más maravilloso; un amor incondicional, verdadero
y, por supuesto, eterno. Es un amor sin egoísmo y sin limitaciones.
Nuestro padre Dios nos da sin recibir. Dice Juan 7 38-39 que “El
Espíritu Santo obrará poderosamente en aquéllos que creen según la medida
de su fe en el salvador”.
41 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

El Espíritu Santo es el único que puede llevar los corazones con


amor y enseñarles. “Dios ama al que da con alegría”.
(II carta de San Pablo a los Corintios) “Tanto amó Dios al
hombre que dio a su hijo para el que todo el que crea en El no perezca,
sino que tenga vida eterna” (Juan 3,16).
La Madre Teresa de Calcuta decía” El amor, para que sea verda-
dero, tiene que lastimar”.
Alex Smith, un eminente Psicólogo Norteamericano, decía “Este
es el amor, el que está ligado a los actos de fe, porque quien no cree no
ama”.
En general, el amor tiene características especiales, según nos
presenta el capítulo 13 de la carta de San Pablo a los Corintios 12-7.
El amor es paciente. Esta definición del amor une a éste con la
paciencia, la cual consiste en “la capacidad de padecer o soportar algo
sin alterarse. Así, amor es saber padecer sin perder la calma.
El amor es servicial. El que ama sirve con cuidado, diligencia y
obsequio. El amor, por ser servicial, es amable, bondadoso y está
dispuesto a realizar por el ser amado acciones pequeñas o grandes.
El amor no es envidioso. La envidia se define como “La tristeza
o pesar del bien ajeno”.
El amor no es jactancioso. La jactancia consiste en la alabanza
propia, desordenada y presuntuosa. El jactancioso es presumido, fanfa-
rrón y no tiene en cuenta al otro.
El amor no es orgulloso. El orgullo es arrogante, vanidoso y
tiene exceso de estimación propia; es engreimiento y pedantería.
El amor no es grosero. La grosería es descortesía.
El amor no es egoísta; es altruista y solidario.
El amor no se irrita; es paciente y sereno.
El amor no toma en cuenta el mal, no condena, no se venga, sino
que perdona, dialoga y busca soluciones.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 42

El amor es justo y equitativo.


El amor se alegra con la verdad. Quien habla de verdad, habla de
sinceridad.
El amor todo lo excusa; no juzga, no critica, no se queja.
El amor todo lo cree porque se fundamenta en la verdad.
El amor todo lo espera. Unido a la fe está la esperanza.
El amor todo lo soporta. El amor es aguantar, es sobrellevar,
transigir y conformarse.

Algunas frases importantes sobre el amor:

“Ámame cuando menos lo merezco, que es cuando más lo nece-


sito”, Nelson Mandela
“Siempre que haya un hueco en tu vida ¡Llénalo con amor!,
Amado Nervo
“Lo poco es mucho si se da con amor”, Papini
“Dar sin recibir es la ley del verdadero amor”, Madre Teresa de
Calcuta
“El verdadero amor hace a los seres humanos libres y autóno-
mos”, San Juan Pablo II
“Ama y Haz lo que quieras”, San Agustín
CAPÍTULO VI
ESPIRITUALIDAD Y FE

A. La Espiritualidad

La espiritualidad es la esencia viva y fortalecedora de la vida y


el deseo de vivir. Es el sostén del cristiano que lo lleva a mantenerse en
armonía, tranquilidad y paz y a conectarse con los dones que le ha
otorgado su Creador para de esa forma mantenerse en salud.
La espiritualidad es una luz que ilumina nuestro andar, nuestro
actuar, nuestro sentir y nuestro vivir. Debemos asumirla con fe y humil-
dad para multiplicar sus frutos en cada uno de nuestros hermanos y muy
en especial en aquéllos que están afectados por las enfermedades.
La espiritualidad ha sido analizada como una fuente de energía
para promover la sanación, estableciendo así un puente de energías
positivas entre el enfermo y el visitante.
Los enfermos, en su mayoría, tienen una necesidad de guía
espiritual, pues a muchos de ellos les afecta el sufrimiento y manifiestan
un vacío espiritual.
La iluminación espiritual que de naturaleza tienen las personas
que llevan aliento a los enfermos, los hace aptos para atender a esos
enfermos porque Dios está en cada uno de ellos y la alegría de tenerlos
44 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

dentro los ayuda a transmitir tranquilidad y paz.


El apoyo espiritual promueve la sanación de los enfermos y el
fuerte deseo de vivir y de dar un sentido diferente a los episodios de la
enfermedad y la muerte.
Para consolar y orientar al enfermo debes lograr un acercamien-
to sincero a través de conversaciones que toquen lo más profundo de su
sentir.
Algo muy importante es que las personas que acuden a dar alien-
to a los enfermos reconozcan primero su propia espiritualidad y su
profundo deseo de servir.
“Estoy crucificado con Cristo, y ahora no soy yo el que vive,
sino que es Cristo el que vive en mí” (Carta de San Pablo a los Gálatas
2,20).

Recursos para fortalecer la vida espiritual

-Adoración al Santísimo
-Lectura meditada (oraciones, salmos, Biblia y otros)
-Lectura espiritual
-Obras de misericordia: visita a presos, enfermos, personas abandonadas
y niños huérfanos; dar comida al hambriento
-Meditar sobre la vida de los Santos
-Rezos y oraciones constantes
-Fomento de la alegría en el espíritu

B. La Fe

El apóstol Pablo, en su carta a los hebreos, define la fe como “el


esfuerzo por conseguir lo que esperamos; el convencimiento de lo que no
vemos”.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 45

La Madre Teresa de Calcuta expresó, “El fruto de la fe es el


amor”.
El diccionario filosófico define la fe como “la aceptación de
dogmas y verdades revelados”. “Algunos expresan que la fe educa para
vivir el dolor”.
Realmente, podemos decir que la fe es una escuela donde se
aprende a enfrentar cada problema con una visión positiva de la solución.
La fe es la condición primera y esencial en la curación de los
enfermos.
Tú crees porque has visto. Felices los que creen sin haber visto”
(Juan 20,29).
La fe humana de por si es principio de felicidad. Creer es empe-
zar a ser feliz, logrando con esa creencia atraer la paz, la fuerza, el ánimo,
la alegría, la seguridad, la esperanza y la tranquilidad. Es tener a Dios en
el corazón.
Jeffrey Moses, de la División de Cardiología del Medical Center
y profesor de la universidad de Columbia, en su libro Reglas de Oro
decía “Los actos de fe, la oración y la meditación profunda nos brindan
la fuerza necesaria para que el amor por nuestro prójimo se afiance como
parte integral de nuestra vida y de nuestro ser”.
El fortalecimiento de la fe se logra a través de la oración. “La
oración de fe salvará al enfermo”.
Cuanto más fuerte sea tu fe en Cristo, con mayor libertad fluirá
de ti el espíritu. “La oración del justo es poderosa y eficaz” (Santiago
5,16).
“La fe es la que nos da vida eterna. Vivo de la fe en el hijo de
Dios que me amó hasta entregarse por mí” (Gálatas 2,20).
En el Antiguo Testamento se inicia el conocimiento de la fe con
Abraham “Y creyó Abraham en Yahvé” (Génesis 15,6).
San Pablo define la fe como “Confiar y esperar de Dios lo huma-
46 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

namente imposible” (ROM 4,18).


“La fe libera de todo temor” (Is. 43,1).
“La fe es un refugio para los sin esperanza” ( Is. 49,14).
“La fe da nuevas fuerzas a los cansados y abatidos” ( Is. 14,3).
La fe está ligada al amor. “Quien no cree, no ama”, decía Alex
Smith, gran Psicólogo Norteamericano.
Dentro de la fe tiene sentido hablar de la acción de Dios en la
propia existencia, pues desde la fe podemos comprender que la historia y
sus hombres están abiertos a la posibilidad de las manifestaciones de
Dios.
Cada persona que se acerca a visitar un enfermo es un mensajero
de fe y esperanza que asume el rostro humano que Jesús infundió en los
seres humanos. En tal sentido, debe invitar al enfermo a descubrir el
amor misericordioso de Dios, con el cual se sentirá protegido.
Beverly Dugas, en su libro “Tratado de Enfermería Práctica”,
refiere que la gran mayoría de las personas, para obtener fuerzas para
afrontar las enfermedades y la muerte, suelen encontrar gran ayuda en
los representantes de la fe.
Los que nos creemos cristianos, para impulsar la fe debemos
tener conciencia de nuestros propios valores y capacidades para compar-
tir el dolor. Como decía la Madre Teresa de Calcuta, “El servicio de la fe
es animado por la esperanza”.

Para aumentar la fe, vamos a requerir de 4 pasos lógicos y concor-


dantes:

1ero. Tener claro el objetivo; es decir, definirlo bien, que sea


bien específico y que tenga claramente qué es lo que quiero lograr.
Aquello que se pide no debe ser vago ni impreciso; debe tener forma,
magnitud, color y definición. Lo que se desee debe visualizarse, enfocan-
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 47

do cada día esa imagen realizada y con vida.


2do. Sentir un deseo ardiente de lograr lo que se pide. En prover-
bios 10,24 encontramos: “Al malvado le sucederá lo que teme y a los
justos se le dará lo que desean”.
3ero. Tener seguridad de que esto va a suceder. Para ello se
requiere de la espera y la tranquilidad. Sabemos que Dios tiene su
tiempo. La desesperación es un enemigo de la fe. La seguridad se alcanza
abandonándose a la espera de lo pedido.
4to. Dar muestra de fe. En la Epístola de Santiago 5:15 se dice:
“La oración hecha con fe salvará al enfermo”.
Monseñor Nicolás Cardenal López Rodríguez dice, “La madu-
rez humana debe estar sincronizada con la madurez de la fe, porque esto
es lo que va a darnos una personalidad verdaderamente integrada”.
La fe es el único camino que tienen los creyentes para contem-
plar a su Dios en presencia de los enfermos, pues Él es considerado como
un Dios de misericordia y gracia. Para Él nada es imposible.
En el año 2013 se proclamó el “Año de la fe” a través de la
Convocatoria en la Carta Apostólica “PORTA FIDEI”, con 15 elementos
básicos sobre la fe.

1- Descripción de la fe
2- Redescubrir el camino de la fe
3- Descubrir el gusto por alimentarse con la palabra de Dios y el Pan de
la Vida
4- Celebrar el 50 aniversario del Vaticano II y el 20 aniversario del Cate-
cismo de la Iglesia
5- Redescubrir la actualidad y el valor de los textos del Concilio
6- Invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único
Salvador del Mundo
7- Favorecer la nueva evangelización para redescubrir la alegría de
48 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

crecer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe


8- Intensificar la reflexión sobre la fe para ayudar a todos los creyentes
en Cristo a que su adhesión al Evangelio sea más consciente y vigorosa
9- Suscitar en todo creyente la aspiración a confesar la fe con plenitud y
renovada convicción, con confianza y esperanza
10- Conocer los contenidos de la fe y el acto con el que decidimos entre-
garnos totalmente y con plena libertad a Dios
11- Como una ocasión especial para promover los contenidos del Cate-
cismo de la Iglesia Católica
12- Dar respuesta a muchas interrogantes sobre la fe que provienen de la
nueva cultura
13- Volver a recorrer la historia de nuestra fe vivida entre la santidad y el
pecado, con la mirada fija en Jesucristo
14- Intensificar el testimonio de nuestra caridad
15- Buscar y practicar la fe, dando testimonio creíble de quienes, ilumi-
nados por la palabra del Señor, son capaces de abrir la mente y el corazón
de muchos al deseo de Dios y de la vida verdadera
La encíclica LUMEN FIDEI (Luz de la Fe), firmada por el Papa
Francisco, también presenta grandes aportaciones para “recuperar, en
primer lugar, el carácter de luz propio de la fe, capaz de iluminar toda la
existencia del hombre, de ayudarlo a distinguir el bien del mal; sobre
todo en una época como la moderna, en la que el crecer se opone al
buscar y la fe es vista como una ilusión, un salto al vacío que impide la
libertad del hombre”, y en segundo lugar “quiere avivar la percepción de
la amplitud de los horizontes que la fe abre para confesarla en la unidad
y la integridad”.
Para dar fin a este capítulo, queremos presentar la oración de fe
de Hannah More, escritora y filántropa inglesa, especialista en religión,
que refleja un mayor entendimiento sobre la fuerza de la espiritualidad
en la persona que padece una enfermedad.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 49

Dios satisface mi necesidad;


sacia mis hambres Su inmensa piedad;
conmigo anda y es mi guía
cada minuto de este día.

Ahora ya tengo sabiduría,


verdad, paciencia, bondad, amor;
todo lo puedo, todo lo soy,
en Cristo luz del alma mía.

Dios es salud, no puedo enfermar;


Dios es mi ayuda, no falla jamás;
Dios es mi todo, voy sin temor
bajo las alas de Su amor
CAPÍTULO VII
ORACIONES Y FORMAS DE ORAR

¿Qué es la oración?

La oración es la puerta de entrada para un encuentro cara a cara


con Dios. A través de ella escuchamos su palabra divina sometiéndonos
a su voluntad.
Cuando hablamos de la oración nos sentimos más cerca de Dios,
porque con ella nos envolvemos en su amor incondicional. Dios nos ama
y conoce nuestras alegrías, penas, situaciones, debilidades e intenciones.
La tradición de la oración cristiana es una de las formas de creci-
miento de la fe; es un diálogo, una conversación con Dios nuestro Padre.
(Mt. 21,18- 22) (Mc. 11, 23-24.
No hay otro camino de oración cristiana, que Cristo. La Santa
Humanidad de Jesús es, pues, el camino por el que el Espíritu Santo nos
enseña a orar a Dios Nuestro Padre.
La invocación del Santo nombre de Nuestro Señor Jesucristo es
el camino más sencillo y verdadero de la oración continua.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 51

Contenidos de la oración

En el libro “El camino a la felicidad”, de Monseñor Fausto R.


Mejía Vallejo, encontramos diferentes tipos de oraciones, al igual que en
el Catecismo del Pueblo de Dios.
La oración de alabanza, que es la forma más desinteresada de
oración. Es mirar a Dios y reconocer su amor y su grandeza. No le alaba-
mos por lo que hace, realiza o da, sino por lo que Él es. Reconocemos a
Dios como grande y poderoso, por ser nuestro creador y salvador es Rey
de Reyes.
La oración de adoración. Aquí reconocemos nuestra condición
de pequeñez, de criatura, de dependencia, y por eso lo adoramos. Reco-
nocemos a Dios como grande y poderoso, por ser nuestro creador y
salvador (Salmo 95, 1-6) (Salmo 24, 9-10).
La oración de petición. Se pide perdón por los pecados o se pide
por cualquier necesidad. (Col. 4,12). Se pide dinero, vida, protección y
otras cosas necesarias. Suplicar al Señor que te dé para poder servirle
mejor y acoger su reino. Al final, acción de gracias.
La oración de acción de gracias. Reconocemos lo que somos y lo
que hemos recibido del amor infinito y gratuito de Dios. De Él recibimos
la vida, la fe y todos los dones o cualidades que tenemos, y por eso le
damos gracias. Agradecer a Dios todo acontecimiento, toda alegría y
toda necesidad. (I Tes 5, 18). Reconocer todo lo que Dios ha hecho, lo
que está haciendo y lo que hará. Agradecerle por la naturaleza, la
creación, la salud, el sol, la tierra, los hijos, los amigos y por lo sobrena-
tural.
La acción de gracias más grande es la Santa Misa.
La oración de petición. Como su nombre lo indica, nos dirigimos
al Padre para que venga en nuestra ayuda; lo necesitamos y reconocemos
que sólo Él puede ayudarnos frente a situaciones de problemas, carencias
52 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

y dificultades.
La oración de intercesión. En este tipo de oración pedimos en
favor de otros, hasta de los enemigos (Rom. 8,34) (Hecho 7,60) (Lc. 23,
32). No buscamos el propio interés, sino el de los demás (Fil.2, 4).
Supone fe y confianza en Dios y amor al hermano.
El Catecismo de la Iglesia Católica también nos habla de la
alabanza, que es cantar a Dios por ser Dios y por todas las maravillas que
ha hecho en la creación.

Formas de realizar las oraciones

La oración puede realizarse de varias maneras:


Oración vocal: Cada orante busca su forma o manera de orar;
busca sus palabras para expresarlas a Dios. Es la forma que cada uno
hace personalmente.HH
Oración litúrgica: Es propia de la celebración litúrgica- eucarís-
tica; es decir, es la que acontece y se realiza en unas formas, en una
estructura y en una acción litúrgica que implica: la reunión de la asam-
blea, proclamación de la palabra de Dios, la expresión del rito, cantos y
la disposición de la asamblea.
Oración meditativa: El hombre, como ser pensante, tiene que
hacerlo como tal en la oración; tiene que pensar y meditar el contenido
de la fe o de la oración.
Este nombre le viene porque se usa la mente o el pensamiento
para dicha actividad.
La oración contemplativa. Es propia de la tradición cristiana,
que es leer la palabra de Dios y reflexionar sobre su misterio y contenido.
Se le llama también oración de simplicidad, porque se goza con sólo
estar y sentirse en la presencia de Dios y oración de fe; porque es vivir
con profundidad la presencia del Señor.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 53

También, la oración puede realizarse de una forma mental; es


decir, con el pensamiento, poniendo la atención de la mente y el corazón.

El católico debe saber rezar las siguientes oraciones:


-El Credo
-El Padre Nuestro
-El Ave María
-El Gloria
-La Salve
-Los actos de Fe, Esperanza, Caridad y Constricción. (Mt. 6, 9-13)

Cómo permanecer en Proceso de Oración

En la oración se produce un encuentro personal con Dios, escu-


chando su palabra divina y sometiéndose a su voluntad.
Toda persona que se dispone a realizar una oración debe mante-
ner serenidad, concentración, paz, calma y tranquilidad para poder escu-
char la voz de Dios y actuar según Él.
Para permanecer en oración se requiere de una verdadera fe y
confianza en presencia de las demás personas y del enfermo y sus fami-
liares, en caso de visita a su hogar o a la institución de salud.
Debemos pedir sanación interna y externa, pedir perdón, lograr el bien-
estar físico, mental, social y espiritual.
Al hacer la oración debemos expresar manifestaciones de que
estamos alegres, tranquilos y en paz; presentar al enfermo con amor y
seguridad y pedir por su recuperación según la voluntad de Dios.
Debemos dar gracias a Dios por sus bendiciones, pedir perdón y
solicitar su ayuda.
El Padre Mateo Andrés, en uno de sus libros, nos habla de la
oración de pacificación.
54 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

“Aquiétame, Señor, aquiétame. Enséñame a conocer la magia


del poder de la fe que entra hasta el corazón y lo abre a Dios”.

Diferentes oraciones según el momento indicado

1- Oración para adorar al Señor

Eres mi fortaleza, mi vida y mi todo. Basta Tú y sólo Tú.


Vamos a adorarte Señor, para reconocer que Tú eres el Señor y nosotros
tus siervos. Queremos poner en Ti nuestra seguridad; Tú eres el creador
y nosotros tus criaturas; mi alma te alaba, Señor.
Te alabamos con nuestra vida, te alabamos con nuestro corazón,
con nuestros labios y con nuestros pensamientos, porque Tú Señor eres
Santo, Misericordioso y Bondadoso. Porque eres príncipe de la paz y la
sabiduría. Eres digno de ser alabado, glorificado y bendecido.
Te alabamos por siempre porque tu amor no tiene límites.
Amén.

2- Raoul Follerau dice: Señor, enséñanos a amar no sólo a los nuestros,


enséñanos a pensar en los otros, a amar, ante todo y sobre todo, a los que
nadie ama; no nos permitas, Señor, vivir felices solos. Haznos sentir la
angustia de la miseria universal y líbranos de nosotros mismos.

3- Oración de acción de gracias frente a Jesús expuesto.

Señor Jesús, en la medida en que transcurren los días,


nuestros corazones se llenan de dulces recuerdos.
La Eucaristía nos trae a la memoria los innumerables beneficios
que Tú has derramado en nuestros corazones.
Al mirar la Hostia Santa, nuestros labios evocan un grito de
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 55

alegría y de acción de gracias.


Amén.

4- Oración para pedir perdón y perdonar

Hoy, Señor, nuevamente te pido perdón, no sólo por mis pecados, sino
también por los de toda la Humanidad.
Yo también quiero renovar mi perdón. Y te pido la gracia necesaria.
Me perdono a mí mismo por todos los errores del pasado remoto
y del pasado próximo. Perdono a todos aquellos que de algún modo me
ofendieron o hirieron. Perdón por las circunstancias de la vida en las
cuales te culpé o responsabilicé.
Líbrame Señor de todo rencor y danos tu perdón.
Dame tu paz y tu gracia y ellas me alcanzan.
Que así sea.

5- Oración de la Noche

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


El Señor Todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una
muerte santa. Amén.
Te doy gracias, Dios mío, por todos los beneficios que hoy me
has concedido.
Te pido perdón por todas las faltas que he cometido durante este
día. Me pesa de todo corazón de haberte ofendido, y propongo firme-
mente nunca más pecar, ayudado de tu divina gracia. Por Jesucristo,
Nuestro Señor.
Amén
Visita Señor esta habitación; aleja de ella las insidias del enemi-
go; que tus Santos Ángeles habiten en ella y nos guarden en paz, y que tu
56 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

bendición permanezca siempre con nosotros. Por Jesucristo, Nuestro


Señor. Amén.

6- Oración a la Virgen

Bendita sea tu pureza


Y eternamente lo sea
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza
A ti, celestial princesa,

Virgen Sagrada María


Yo te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón
Mírame con compasión,

No me dejes Madre Mía


Y dame tu bendición
Todas las horas del día.

7- Oración de la Mañana

Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar


Al comienzo de este día,
Sálvanos hoy con tu poder, para que no caigamos en ningún pecado,
Sino que nuestras palabras, pensamientos y acciones,
sigan el camino de tus mandatos.
Por Nuestro Señor Jesucristo, tu hijo, que vive y reina contigo, en la
unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 57

8- Oración de la Magnífica

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en


Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el
poderoso ha hecho grandes obras por mí. Su nombre es santo y su miseri-
cordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de cora-
zón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como
lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descen-
dencia por siempre.
AMEN.

9- Oración de San Francisco de Asís

Señor, hazme un instrumento de tu paz;


Donde haya odio, siembre yo amor;
Donde haya injuria, perdón;
Donde haya duda, fe;
Donde haya tristeza, alegría;
Donde haya desaliento, esperanza;
Donde haya sombras, luz.

¡Oh Divino Maestro!


Que no busque ser consolado sino consolar;
Que no busque ser amado, sino amar;
Que no busque ser comprendido, sino comprender;
Porque dando es como recibimos;
58 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Perdonando es como Tú nos perdonas;


Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna.
Amen.

10.- Oración al Espíritu Santo.

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende


en ellos el fuego de Tu amor. Envía Señor Tu Espíritu y todo será creado.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con
la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este
mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre y gocemos de la
dulzura del bien y de sus divinos consuelos. Por Cristo, Nuestro Señor.
Amén.

Oraciones diferentes para los enfermos

“La oración hecha con fe salvará al enfermo” (Epístola de


Santiago 5:15)

1- Oración por los enfermos

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los


enfermos quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a
____ que está enfermo(a) y necesita ser curado(a) en el cuerpo y en el
alma. Restablécelo Señor, fortalece su espíritu. Reconfórtalo con tu
poder para que levante su ánimo y pueda superar con paciencia todos los
males y, ya que has querido asociarlo a tu pasión redentora, haz que
confíe en la eficacia del dolor y el sufrimiento para la salvación del
mundo. Todo esto te lo pedimos por intercesión de nuestra Madre, La
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 59

Virgen Santísima; a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

2- Por un enfermo en peligro grave

Señor Jesucristo,
Redentor de los hombres,
Que en tu pasión quisiste soportar nuestros sufrimientos y aguantar nues-
tros dolores,
Te pedimos por___que está enfermo,
Tú que lo has redimido, aviva en él la esperanza de su salvación
Y conforta su cuerpo y su alma,
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

3- Por un enfermo que está en agonía

Padre misericordioso,
Tú que conoces hasta dónde llega la buena voluntad del hombre,
Tú que nunca niegas el perdón a los que acuden a Ti,
Compadécete de tu hijo_____. Te pedimos que, ayudado por la oración
de nuestra fe,
Se vea aliviado en su cuerpo y en su alma, obtenga el perdón de sus peca-
dos
y sienta la fortaleza de tu amor.

4- Oración del enfermo para acercarse a Dios

Te confiamos, Señor, los enfermos, los niños que sufren,


Hoy, Señor, cuando más me pesa la enfermedad,
60 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

cuando la vida acelera su ritmo


Y mi caminar se hace lento,
Me dirijo a ti confiado.
Necesito encontrar tu apoyo,
Sentir la presencia discreta de tu amor.
Ahora, más que nunca,
Necesito sentir la cercanía de mi familia, de los amigos
Y de mi comunidad cristiana.
Dales, Señor, sensibilidad para acompañarnos
Y celebrar con nosotros la vida que nos regalas,
el perdón que nos ofreces y la unción que alivia y fortalece.
Que la comunión contigo nos ayude a superar la
enfermedad y vivirla serenamente con fe y con esperanza.
Amén.

5- Oración por todos los enfermos

Hombres y mujeres incapaces de trabajar,


Cuyas fuerzas declinan; también a los agonizantes.
Dales tu luz y tu fuerza para que su sufrimiento
Tenga en la fe un sentido y puedan confiarse a ti,
Líbralos de sus males por tu misericordia.
Ten piedad de los que sufren desequilibrio nervioso
Y haz brillar tu luz en medio de su desvarío.

6- Oración para ponerse en manos de Dios

¡Oh Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,


De mi tristeza y de mi alegría,
De mi soledad y mi compañía,
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 61

De mi incertidumbre y mi esperanza.
En la noche de mi enfermedad
Me pongo en tus manos de Padre: Alumbra esta oscuridad
Con un rayo de tu Luz, abre una rendija a mi esperanza
Y llena con tu paciencia mi soledad.
Señor, que el sufrimiento no me aplaste, para que también
Ahora sienta el alivio de tu amor y sea agradecido
A la generosidad de cuantos sufren conmigo. Amén.

7- Oración de sanación

Señor, Tú e el Dios que nos sana,


Hoy me despojo de mi enfermedad
Y te la entrego a Ti
Para que dispongas de acuerdo a tu misericordia,
Que no mi voluntad, sino la tuya,
Haz tu trabajo Señor, para la gloria de tu Santo Nombre.
Sáname Señor Jesús, por el poder de tu nombre,
Sáname Señor, por los méritos de tus santas llagas,
Sáname Señor, por los méritos de tu pasión,
Sáname Señor por los méritos de tu preciosa sangre,
sangre derramada por nuestros pecados,
Sáname Señor y sana a_____.

8- Oración de sanación ante la cruz.

Señor Jesús, vengo humildemente a los pies de la cruz


Ante tu cuerpo crucificado, allí donde tú recibiste todas las consecuen-
cias del pecado: enfermedades, debilidades y muerte.
Señor Jesús, en tu santo nombre, humildemente
62 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Te imploro tu misericordia y te pido por los méritos de tu pasión, agonía


y muerte y por los méritos de las penas del inmaculado corazón de María,
que me sanes. (Dile al Señor tu nombre que, aunque lo conoce, le gusta
que le digas: aquí está tu hijo).
También te pido que sanes a ______; no tengas en cuenta nuestro pecado,
sino la fe de tu Iglesia. Amén.

9- Oración de sanación

Señor Jesús, tú eres el mismo de ayer, hoy y siempre,


En tu santo nombre te pido
Que pases con tus santos, sanando mis dolencias,
Ungiéndome con tu espíritu.
Tú conoces mi problema, tómalo Señor Jesús,
Resuelve esta situación según tu divina voluntad.

10.- Súplica por los enfermos

Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los


enfermos quisiste asumir nuestra condición humana, mira con piedad a
_____, que está enfermo(a) y necesita ser curado(a) en el cuerpo y en el
espíritu.
Reconfórtalo(a) con tu poder para que levante su ánimo y pueda
superar todos sus males, ya que has querido asociarlo a tu pasión reden-
tora. Haz que confíe en la eficacia de su dolor para la salvación del
mundo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos…Amén.

11.- Aquí está Jesús

“Aunque camine por valles de sombra de muerte, no temeré mal


ALIENTO A LOS ENFERMOS / 63

alguno, porque tú estarás conmigo” (Sal 23,4)


Jesús camina a tu lado, cada día y en cada momento de tu vida.
Incluso cuando duermes, Él descansa a tu lado. Por lo tanto, no temas,
entrégale todo aquello que te preocupa.
Quiero decirte, hermano, que no te desalientes cuando sientas
que tu vida se sumerge en el dolor, pues una mano tierna te acompaña en
tu senda. Es la mano amorosa de Jesús, nuestro Señor.
Quiero decirte hermano, que detrás de cada espina se encuentra
una rosa abierta que nos regala su olor y que detrás de la nube que entris-
tece nuestros días vemos nacer la aurora en infinito fulgor.
Quiero decirte, hermano, que la vida no es tan dura si dejamos
las cargas en las manos de Jesús, pues su amor tan grande y puro se ha
vertido por los hombres desde que entregó su vida por nosotros en la
cruz.
La paz que Dios ofrece no es como el mundo la da. Brota en el
alma del hombre como fruto de Su Espíritu y florece, aunque se agiten
los vientos y ruja la tempestad.
Por eso te digo, hermano, que si le entregas tu vida con tus
luchas y tus penas a Jesús el Salvador, Él transformará las sombras con
la luz de un nuevo día, y con su luz admirable echará fuera el temor.
Amén.

Rosarios y Angelus

El Rosario de la Virgen

Dice el Padre Inocencio Llamas que el rosario es como una


corona de rosas; es fundamentalmente vivir, meditar y hacer oración con
los misterios de la vida de Jesús en unión con la Virgen María.
El rosario debe hacerse con devoción porque la Santísima
64 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Virgen María nos ha dicho que el Santo Rosario rezado con fervor es el
remedio contra cualquier mal y que no hay problema personal, familiar,
comunitario, nacional o internacional que no se pueda resolver con el
Santo Rosario.
El Rosario será un remedio rápido y eficaz contra los males de la
Humanidad. Así se lo comunicó la Virgen a Santo Domingo de Guzmán.
Al Rosario se le llama “Breviario de la Liturgia de las Horas”.
Los grandes misterios de nuestra salvación son cuatro:
-Gozosos
-Luminosos
-Dolorosos
-Gloriosos

Misterios Gozosos (lunes y sábados)

1.- La encarnación: Dios se hizo carne


2.- La visitación de María a Isabel
3.- El nacimiento del Niño Jesús en Belén
4.- La purificación de María en el templo
5.- El niño perdido en el templo

Misterios Luminosos (jueves)

1.- El Bautismo de Jesús en el Jordán


2.- La revelación de Jesús en las bodas de Caná
3.- El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión en la Montaña
de las bienaventuranzas
4.- La transfiguración en el Monte Tabor
5.- La Eucaristía
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 65

Misterios Dolorosos (martes y viernes)

1.- Oración de Jesús en el Huerto


2.- La flagelación de Jesús atado a la columna
3.- La coronación de espinas
4.- Jesús con la cruz a cuesta
5.- La crucifixión y muerte de Jesús

Misterios Gloriosos (miércoles y domingos)

1.- La resurrección del Señor


2.- La ascensión del Señor a los cielos
3.- La venida del Espíritu Santo
4.- La asunción de María en cuerpo y alma al cielo
5.- La coronación de María, Reina y colaboradora de nuestra salvación

Oración después del Rosario

Derrama, Señor, tu gracia sobre nuestros corazones y al recono-


cer, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por
su pasión y tu cruz, lleguemos a la Gloria de su Resurrección. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Coronilla de la Misericordia

Se inicia con el Credo, un Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.


Al inicio y en las cuentas grandes, antes de cada decena.
Padre Eterno, yo te ofrezco el cuerpo y la sangre, el alma y la
divinidad de tu amadísimo hijo, Nuestro Señor Jesucristo como expia-
ción de nuestros pecados y los pecados del mundo entero.
66 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

En las 10 cuentas pequeñas se dice:


-Lector: Por su dolorosa Pasión,
-Todos: Ten misericordia de nosotros y del mundo entero
-Después de las cinco décimas del Rosario, se dice tres veces:
-Lector: Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal
-Todos: Ten piedad de nosotros y del mundo entero.
-Lector: Jesús en Ti confío

Al final, la siguiente oración:

Oh Dios eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de


compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta
tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos
desesperemos ni nos desalentemos, sino que con gran confianza nos
sometamos a tu santa voluntad, que es el amor y la misericordia mismos.
Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús como fuente
de misericordia para nosotros, en ti confío.

Oración al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende


en ellos el fuego de Tu amor. Envía Señor Tu Espíritu y todo será creado.
Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos: Oh Dios, que instruiste los corazones de tus fieles con
la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este
mismo Espíritu aprendamos a obrar rectamente siempre y gocemos de la
dulzura del Bien y de sus divinos consuelos. Por Cristo, Nuestro Señor.
Amén.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 67

El Ángelus

-Lector: El Ángel del Señor anunció a María.


-Todos: y concibió por obra del Espíritu Santo
-Lector: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo,
bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
-Todos: Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
-Lector: He aquí la esclava del Señor
-Todos: Hágase en mi según tu palabra.
-Lector: Dios te salve………
-Todos: Santa María……….
-Lector: Y el Verbo se hizo carne
-Todos: y habitó entre nosotros
-Lector: Dios te salve………
-Todos: Santa María……….
-Lector: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
-Todos: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo.

Oración

-Lector: Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que los que
hemos conocido por el anuncio del Ángel la encarnación de tu hijo Jesu-
cristo lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección.
Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
-Todos: Amén
CAPÍTULO VIII
Pastoral de la Salud

La Pastoral de la Salud es la acción evangelizadora de todo el


pueblo de Dios comprometido en promover, cuidar, defender y celebrar
la vida haciendo presente la misión liberadora y salvífica de Jesús en el
mundo de la salud.
Su propósito es promover el servicio sanador como un hecho
comunitario; es decir, como un compromiso real y efectivo en toda la
parroquia.
Los enfermos de la parroquia tienen múltiples necesidades y
estos requieren que se les atienda.
La pastoral de salud en la parroquia debe ser la expresión de la
caridad pastoral de la comunidad hacia los enfermos.
Los agentes de pastoral que visitan enfermos deben ser testimo-
nio del amor fraterno, no sólo de ellos, sino de toda la parroquia.
El Documento de Aparecida (418) nos dice: “La Pastoral de la
Salud es la respuesta a las grandes interrogantes de la vida, como son el
sufrimiento y la muerte, a la luz de la muerte y resurrección del Señor”.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 69

Para desarrollar su misión, la Pastoral de la Salud se enfoca en tres


dimensiones:

a) Misión Solidaria
b) Misión comunitaria
c) Misión político/Institucional

Objetivos de la dimensión solidaria

1- Ser presencia de Jesús junto a los enfermos y los que sufren en las
familias, las comunidades y en las instituciones de salud.
2-Trabajar al lado de los que padecen dolor, sufrimiento, enfermedad y
muerte.
3- Formar los agentes de Pastoral de Salud en los aspectos humano,
ético, bioético, pastoral y espiritual, para anunciar la buena nueva de la
salvación desde esas realidades.
4- Celebrar las fechas significativas en el mundo de la salud: navidad,
pascua, día mundial de la salud, del enfermo, de la enfermera, del
médico, del bioanalista, del farmacéutico, del odontólogo y otros.
5- Ofrecer acompañamiento humano y cristiano a los enfermos y fami-
liares en el hogar y las instituciones de salud, respetando sus creencias.
6- Ayudar a los enfermos y familiares a descubrir el verdadero sentido de
la fe, la reconciliación, la unción y la eucaristía.

Objetivo de la dimensión comunitaria

1- Favorecer la promoción y la educación en salud, con énfasis en la


promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la promoción de
los estilos de vida saludables.
70 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Para cumplir con este objetivo es importante:


a) Educar sobre la salud para la calidad de vida
b) Rescatar y valorar la sabiduría y la religiosidad popular
c) Cuidar el medio ambiente
d) Cuidar la formación y capacitación permanente de los agentes de
pastoral en promoción de salud, con énfasis en tabaquismo, alcoholismo,
adicciones, emergencias, calamidades y catástrofes

Objetivo de la dimensión Político/Institucional

Velar para que los organismos e instituciones de salud formen


profesionales en estas aéreas y tengan presente la misión social, política,
ética, bioética y comunitaria.

Las acciones para cumplir este objetivo están orientadas a:

a) Contribuir a la humanización y la evangelización de los trabajadores


de la salud.
b) Participar activa y críticamente en las instancias oficiales que decidan
las políticas de salud de la nación, estado, región o municipio.
c) Favorecer la formación permanente de profesionales de la salud en
humanización, ética y bioética.
d) Crear conciencia sobre el compromiso social de los profesionales de
la salud para prestar asistencia en salud a comunidades pobres, barrios
marginados y zonas rurales.
e) Reflexionar sobre la realidad de la salud, la ciencia, la tecnología y la
bioética.
f) Concientizar a las comunidades sobre los derechos a la tierra, alimen-
tación, salud, vivienda, recreación, servicios de calidad y conservación
de la naturaleza.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 71

Características de la Pastoral de la Salud

a) Encarnada y no abstracta. Parte de la vida de las personas de su reali-


dad y sus necesidades. En un contexto social familiar y en un proceso de
fe.
b) Integral: toma la persona enferma en su globalidad y en su contexto
biopsicosocial y espiritual.
c) Anuncia el Dios de la vida. “Vine para que tengan vida en abundancia”
(Juan 10,10).
d) Transformadora: De una realidad de injusticia, de muerte sin sentido y
desesperanza, a una realidad de lucha por una sociedad más justa, más
humana y más sana.
e) Liberadora: De todo lo que genera angustia, culpabilidad, postración,
castigo o prueba de Dios. Lleva a descubrir la presencia del Señor como
compañero de camino y dador de sentido en las situaciones de dolor y
sufrimiento.

Exigencias para el Integrante de la Pastoral de la Salud

1- Trabajo realizado a nombre de la iglesia.


2- Obra del espíritu. Trabajo realizado en nombre de Jesús.
3- Trabajo en equipo. Organización en grupos.
4- Trabajo organizado y planeado: Elaborar un plan y evaluar.

Características de los Miembros de la Pastoral de la Salud

1- Persona rica en humanidad.


2- Con madurez humana y psicológica.
3- Discreta y humilde.
72 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

4- Abierta a la formación y capacitación.


5- Capacidad de liderazgo.
6- Persona de diálogo.
7- Cultiva la paciencia, la perseverancia y la constancia.
8- Cree y favorece el trabajo en equipo.
9- Buena disposición y carisma hacia los enfermos.
10- Sabe aceptar e integrar sus propias heridas.
11- Persona de fe.
12- Cultiva sus relaciones con el Señor a través de la oración, la palabra
y los sacramentos.
13- Respetuoso de la libertad religiosa y de las creencias de los enfer-
mos, familiares y trabajadores de la salud.
14- Dinamiza procesos de transformación.

Objetivo de la Dimensión Político/Institucional

Velar para que los organismos e instituciones de salud formen


profesionales en estas aéreas y tengan presente la misión social, política,
ética, bioética y comunitaria.

Las acciones para cumplir este objetivo están orientadas a:

a) Contribuir a la humanización y la evangelización de los trabajadores


de la salud.
b) Participar activa y críticamente en las instancias oficiales que decidan
las políticas de salud de la nación, estado, región o municipio.
c) Favorecer la formación permanente de profesionales de la salud en
humanización, ética y bioética.
d) Crear conciencia sobre el compromiso social de los profesionales de
la salud para prestar asistencia en salud a comunidades pobres, barrios
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 73

marginados y zonas rurales.


e) Reflexionar sobre la realidad de la salud, la ciencia, la tecnología y la
bioética.
f) Concientizar a las comunidades sobre los derechos a la tierra, alimen-
tación, salud, vivienda, recreación, servicios de calidad y conservación
de la naturaleza.

Tareas del Equipo de la Pastoral

1- Conocer los enfermos de la parroquia


2- Conocer la situación de los enfermos
3- Organizar el trabajo y mantener relación con los miembros de la
Pastoral
4- Visitar los centros de salud
5- Acercarse a los enfermos
6- Servir a los enfermos sin importar condición
7- Ayudar a las familias de los enfermos
8- Sensibilizar la comunidad parroquial
9- Organizar el día de los enfermos
CAPÍTULO IX
El servicio de consolación a la luz de las obras de misericordia

En este capítulo de tanta significación para las personas que


trabajan para llevar aliento a los enfermos, nos vamos a enfocar en una
estrecha relación entre las personas que sufren y la necesidad de ayuda
para reducir sus dolencias.
Al referirnos a la consolación, se puede decir que es la ayuda que
se ofrece a un ser humano afectado por una situación de dolor, pena,
aflicción, enfermedad, amargura, tristeza o pesadumbre.
Los aportes de la misericordia a la tranquilidad de los afligidos
es un regalo de Dios, porque con las obras de misericordia las personas
son consoladas y logran reducir sus grandes preocupaciones. Porque
‘”Tu misericordia es mejor que la vida” (Salmo63:10), “Ten misericordia
de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo. Sáname oh Jehová, porque mis
huesos se estremecen”.
“Todo cuanto Dios hace por nosotros es efecto de su misericor-
dia” (Don Columba Marmion).
Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre.
Jesús de Nazaret con su palabra, sus gestos y con toda su perso-
na, revela la misericordia de Dios.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 75

Siempre tenemos la necesidad de contemplar el misterio de la


misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz.
Es propio de Dios usar misericordia y especialmente en esto se
manifiesta su omnipotencia.
En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la
naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido
hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la com-
pasión y la misericordia.
Devoción a la Misericordia de Dios y sus antecedentes
En el año 1935, Santa María Faustina Kawalska recibió una
visión de un Ángel enviado por Dios para castigar a una ciudad y de esta
forma comenzó a pedir misericordia.
Pasaron los días y, de repente, uno de esos días ella vio a la
Santísima Trinidad y sintió dentro de sí misma el poder de la gracia de
Jesús. Luego ella se encontró rogando a Dios por Misericordia con algu-
nas palabras que ella escuchó en su interior. “Padre eterno, yo te ofrezco
el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nues-
tro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del
mundo entero. (Diario 476).
Siguió escuchando a diario los mensajes del Ángel. “Hija Mía,
sé diligente en apuntar cada cosa que te digo sobre misericordia, porque
están destinadas para un gran número de almas que sacarás provecho de
ellas” (Diario, 1142).
Los años fueron transcurriendo y en 1980 el Santo Padre Juan
Pablo II dedicó a la Divina Misericordia la segunda encíclica: “Rico En
Misericordia”.

La hora de la Misericordia
“Cuantas veces oigas el reloj dando las tres de la tarde, sumérge-
te completamente en Mi Misericordia, adorándola y glorificándola;
76 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

invoca su omnipotencia para todo el mundo y especialmente para los


pobres pecadores, porque en ese momento la misericordia se abrió
ampliamente para cada persona….Esta es la hora de gran misericordia
para el mundo entero” (Diario, 1572).

Oración

Expiraste Jesús, pero la fuente de vida brotó inmensamente para


las almas, y el océano de misericordia se abrió por todo el mundo. Oh
fuente de vida, oh misericordia infinita, abarca el mundo entero y derrá-
mate sobre nosotros. Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús
como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confío.

Oración (San Juan Pablo II)

Dios, Padre misericordioso que has revelado tu amor en tu Hijo


Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo Conso-
lador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre.
Inclínate hacia nosotros, pecadores; sana nuestra debilidad;
derrota todo mal; haz que todos los habitantes de la tierra experimenten
tu misericordia, para que en ti, Dios uno y trino, encuentren siempre la
fuente de la esperanza.
Padre eterno, por la dolorosa pasión y resurrección de tu Hijo,
ten misericordia de tu hijo y del mundo entero. (San Juan Pablo II).

Oración de las tres

Falleciste Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el


mal de misericordia se abrió para el mundo entero.
Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca el
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 77

mundo entero y derrámate sobre nosotros; oh sangre y agua que brotaste


del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia para
nosotros, EN TI CONFIO.

Bula “Vultus Misericordiae”

El 8 de Diciembre del 1915, solemnidad de la Inmaculada


Concepción, mediante la Bula de Convocación del Jubileo Extraordina-
rio “Vultus Misericordiae”, el Papa Francisco dio inicio al año de la
Misericordia con el Lema “Misericordioso como el Padre”.
Ese mismo día abrió la Puerta Santa, coincidiendo a la vez con
el quincuagésimo aniversario de la conclusión del Concilio Ecuménico
Vaticano II, la cual será una puerta de Misericordia a través de la cual
cualquiera que entra podrá experimentar el amor de Dios que consuela,
que perdona y ofrece esperanza.
El año jubilar concluirá en la Solemnidad Litúrgica de Jesucris-
to Rey del Universo el día 20 de noviembre del 2016, día en que, según
el Papa Francisco, dice que “Cerrando la Puerta Santa tendremos, ante
todo, sentimientos de gratitud y reconocimiento hacia la Santísima Trini-
dad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia”.

Qué es la Misericordia de Dios

El Papa Francisco nos dice: ”La Misericordia es la palabra que


revela El misterio de la Santísima Trinidad”; es el acto último y supremo
con el cual Dios viene a nuestro encuentro.
Es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona
cuando mira con los ojos sinceros al hermano que encuentra en el
camino de la vida. Es la vía que une a Dios y el hombre, porque abre el
corazón a la esperanza de ser amado para siempre, no obstante del límite
de nuestro pecado”.
78 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

La Misericordia es una fuerza que todo vence, que llena de amor


el corazón y que consuela con el perdón. Dice el Papa Francisco que la
Misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la iglesia.
La misericordia es el atributo más grande de Dios, decía Santa
Mará Justina. (Diario, 153).
Dice el papa Francisco que “la Misericordia de Dios puede hacer
florecer hasta la tierra más árida”
William Shakespeare decía “El don de la Misericordia es doble-
mente bendecido; bendice a quien la da y a quien la recibe”.
Jacques Benigne Bossuet decía que “La misericordia es una
parte de la justicia”, y Catalina de Siena decía “La perla de la justicia
brilla mejor en la concha de la misericordia”.

Citas bíblicas sobre la Misericordia de Dios

“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán


Misericordia”(Mt.5,7).
“Sean misericordiosos, como también su Padre es misericordio-
so ( Lc,36).
“Ten Misericordia de mí, porque en ti ha confiado mi alma, y en
la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos (Sal.
57,2).
“Al que espera en el Señor, le rodea la misericordia”( Sal.
32,10).
“ El Señor obra justamente y defiende a los oprimidos” ( Sal.
103, 6).
“ El Señor es un refugio para el oprimido; un refugio en momen-
tos de peligro” (Sal 9,10).
“El Señor sana los corazones afligidos y les venda sus heridas. El Señor
sostiene a los humildes y humilla a los malvados hasta el polvo” (Sal.
147, 3-6).
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 79

“No niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano hacerlo (


Prov. 3,7).
“Ten piedad de mí, Dueño mío, que a ti clamo todo el día” ( Sal.86,3).

Misión de Iglesia en el año Jubilar de la Misericordia


1- Anunciar la misericordia de Dios.
2- Sus lenguajes y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar
en el corazón de las personas.
3- Curar las heridas, aliviarlas con el óleo de la consolación, vendarlas
con la misericordia y curarlas con la solidaridad y la debida atención.
4- La iglesia se convierte en el eco de la palabra de Dios. Se hace voz de
cada hombre y mujer; repite con confianza y sin descanso. “Acuérdate
Señor de tu misericordia y de tu amor, que son eternos” ( Sal 25,6 ).
5- La iglesia se convierte en una especie de antena.

Gustavo E. Jamut, en su libro Rocío de Bendiciones, nos dice:


Quien siente en sí mismo el sufrimiento de un prójimo, se transforma en
una especie de antena que emite hacia el cielo señales particulares que
atraen las bendiciones de lo alto”.

Obras de Misericordia

En el año Jubilar, el Papa Francisco nos invitó a hacer obras de


misericordia Corporales y Espirituales.

Obras corporales

-Dar de comer al hambriento


-Dar de beber al sediento
-Vestir al desnudo
80 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

-Dar posada al peregrino


-Asistir a los enfermos
-Visitar a los presos
-Enterrar a los muertos

Obras Espirituales

-Enseñar al que no sabe


-Dar buen consejo al que lo necesita
-Corregir al que se equivoca
-Perdonar al que nos ofende
-Consolar al triste
-Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
-Rezar a Dios por los vivos y por los muertos
CAPÍTULO X
CANCIONES PARA LAS VISITAS DE ALIENTO A LOS
ENFERMOS

ALABADO SEAS MI SEÑOR…

Alabado seas mi Señor…Alabado seas mi Señor


Alabado seas, alabado seas, Alabado seas mi Señor…
Bendecido seas mi Señor, Bendecido seas mi Señor
Bendecido seas, bendecido seas, Bendecido seas mi Señor…

Yo te amo con todo el corazón, Yo te amo con todo el corazón


Yo te amo con el alma,Yo te amo con la vida
Yo te amo con todo el corazón

Alabado seas mi Señor…Alabado seas mi Señor


Alabado seas, alabado seas, Alabado seas mi Señor…
Creo en ti Jesús, yo creo en ti…Creo en ti Jesús, yo creo en ti…
Creo en ti sin dudarlo, Con más fuerza me has llenado

Creo en ti Jesús, yo creo en ti...


Alabado seas mi Señor…Alabado seas mi Señor
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 82

Alabado seas, alabado seas, Alabado seas mi Señor…


Alabado seas mi Señor...Alabado seas mi Señor…

MAGNIFICAT

Proclama mi alma, la grandeza del Señor.


Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador
Porque ha mirado la humillación de su sierva.
Porque ha mirado mi pequeñez.

Las generaciones me felicitarán


Porque el poderoso ha hecho obras por mí.
Su nombre es santo y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.

Proclama mi aaalma, proclama mi aaalma.


Él hace proezas con su brazo,
Dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos

Y enaltece a los humildes.


A los hambrientos los colma de bienes
Y a los ricos los despide vacíos, los despide vacíos.
Proclama mi aaalma mi aaalma.

Auxilia a Israel, su siervo,


acordándose de la misericordia.
Como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abraham y su descendencia,
por siempre.
83 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Proclama mi aaalma,
Proclama mi aaalma.

EL ESPÍRITU DE DIOS ESTÁ EN ESTE LUGAR

El espíritu de Dios está


en este lugar.
El espíritu de Dios se mueve
en este lugar.

Está aquí para consolar,


Está aquí para liberar,
Está aquí para guiar,
El espíritu de Dios está aquí (bis)

Muévete en mí,
Muévete en mí,
Toca mi mente y mi corazón,
Llena mi vida de tu amor,
Muévete en mí, Dios espíritu,
Muévete en mí (2)
El espíritu de Dios está……. en este lugar….

MARIA MIRAME

Maria mírame, Maria mírame.


Si tú me miras, ÉL también me mirará,
madre mía mírame, de la mano llévame
muy cerca de ÉL
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 84

que ahí me quiero quedar.


María cúbreme con tu manto
que tengo miedo no se rezar
que por tus ojos misericordiosos

tendré la fuerza , tendré la paz…


Maria mírame, María mírame….
Madre consuélame de mis penas
es que no quiero ofenderle más

que por tus ojos misericordiosos


quiero ir al cielo y verlos ya.
María mírame, María mírame…

DIOS ESTÁ AQUÍ

Dios está aquí, tan cierto como el aire que respiro,


Tan cierto como la mañana se levanta,
Tan cierto como que le llamo y él me puede oír.
Jesús está aquí, tan cierto como el aire que respiro,
Tan cierto como la mañana se levanta,
Tan cierto como que le canto y él me puede oír.

Lo puedes sentir a tu lado en este mismo momento


Lo puedes tener en el centro de mi corazón
Lo puedes hallar en el amigo que tienes.
Dios está aquí, si tu quieres lo puedes sentir.
Dios está aquí…
85 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

VEN ESPIRITU VEN….

Ven Espíritu, ven y lléname Señor


con tu preciosa unción (bis)
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame Señor con tu poder,
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame Señor, te quiero conocer.

Ven Espíritu, ven y lléname Señor


con tu preciosa unción (bis)
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame Señor con tu poder,
Purifícame y lávame, renuévame,
restáurame Señor, te quiero conocer.

Señor te quiero conocer…


Señor te quiero conocer…

EL ALFARERO

Yo quiero ser Señor amado


Como el barro en manos del alfarero.
Rompe mi vida, hazla de nuevo,
yo quiero ser un vaso nuevo.

QUE DETALLE SEÑOR HAS TENIDO CONMIGO

Que detalle Señor has tenido conmigo,


cuando me llamaste, cuando me elegiste
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 86

cuando me dijiste que tú eras mi amigo,


que detalle Señor has tenido conmigo.

Te acercaste a mi puerta y pronunciaste mi nombre


yo temblando te dije: aquí estoy Señor.
Tú me hablaste de un reino, de un tesoro escondido,
de un mensaje fraterno que encendió mi ilusión.

Que detalle Señor has tenido conmigo…


Yo dejé casa y pueblo por seguir tu aventura,
codo a codo contigo empecé a caminar
y han pasado los años, y aunque apriete el cansancio
paso a paso te sigo sin mirar hacia atrás.

Que detalle Señor has tenido conmigo…….


Qué alegría yo siento cuando digo tu nombre,
que sosiego me inunda cuando oigo tu voz,
que emoción me estremece cuando escucho en silencio
tu palabra que aviva mi silencio interior.
Que detalle Señor has tenido conmigo…….

PON TU CORAZÓN

Pon tu corazón en el amor


Pon tu corazón en el amor
Pon tu corazón en el amor de Él.

Porque sólo Él te puede sostener (bis)


Pon tu corazón en el amor (2)
Pon también tu fe en el amor de Él (bis)
87 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Pon tu corazón en el amor (2)


Pon tu corazón en el amor de Él…

QUE JESÚS ES NUESTRO AMIGO

Que Jesús es nuestro amigo, yo te vengo a decir


Que te cambia la tristeza por las ganas de vivir
Te sana las heridas, te llena de su amor
Porque tú eres muy valioso para Él.

Que su amor es lo más bello, yo te vengo a decir


Que acaricia tu amargura y te enseña a sonreír
Olvida las caídas y ven hacia Jesús,
Porque tú eres importante para Él.

Que Jesús es nuestro amigo, es la fuerza y la fe


Que tú eres importante, muy valioso para Él
Te sana las heridas, te llena de su amor.
Porque tú eres muy valioso para Él.
Porque tú eres importante para Él.
Todos somos importantes para ÉL

MI DIOS ESTA VIVO

Mi Dios está vivo, Él no está muerto (3)


Lo siento en mis manos,
Lo siento en mis pies,
Lo siento en mi alma
Lo siento en todo mí ser.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 88

Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua.


Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del Espíritu de Dios
Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua
y del Espíritu de Dios,
hay que nacer del Señor. (bis)

Jesús es el Señor
Alábalo que Él vive (bis)
Alábalo, alábalo, alábalo que Él vive (bis)

Jesús hijo de Dios


Alábalo que Él vive (bis)
Alábalo, alábalo, alábalo que Él vive (bis)
Oh, oh, oh, oh, hay que nacer del agua…

EL SEÑOR ES MI LUZ

El Señor es mi luz y mi salvación


Yo no camino en tinieblas (2)
El Señor, es mi luz y mi salvación….
A quién temeré, el señor es la defensa de mi vida
Quien me hará temblar…

El Señor es mi luz y mi salvación,


Yo no camino en tinieblas (2)
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida,
Espera en el señor, sé valiente
Ten ánimo, espera en el Señor…
El Señor es mi luz y mi salvación,
89 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Yo no camino en tinieblas (2)

GRACIAS QUIERO DARTE

Gracias quiero darte por amarme


Gracias quiero darte yo a ti
Hoy soy feliz porque te conocí
Gracias por amarme a mí también.

Te conocí y te amé
Te pedí perdón y me escuchaste
Si te ofendí, perdóname Señor
Pues te amo y no te olvidaré.

LA PAZ TE DOY

La paz te doy a ti mi hermano


La paz que Dios me regaló
Y en un abrazo a ti te entrego
La paz que llevo en mi corazón.

Recíbela, recíbela
Esta es la paz
que el mundo no te puede dar (bis).

ANGELES DE DIOS

Si… sientes un murmullo muy cerca de ti,


un ángel llegando para recibir
todas tus oraciones y llevarlas al cielo.
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 90

Así… abre el corazón y comienza a alabar


El gozo del cielo, todo sobre el altar
Hay un ángel llegando y bendición en sus manos.

Hay ángeles volando en este lugar,


En medio del pueblo y junto al altar
Subiendo y bajando en todas las direcciones.
No sé si la iglesia subió o si el cielo bajó,
Sí sé que está lleno de ángeles de Dios,
Porque el mismo Dios está aquí.
Cuando los Ángeles pasan, la iglesia se alegra,

Ella canta, ella llora, ella ríe y congrega,


Enfrena el infierno, disipa el mal.
Siente la brisa del vuelo de tu ángel ahora,
confía hermano pues esta es tu hora,
la bendición llegó y te la vas a llevar.

Hay ángeles volando en este lugar,


En medio del pueblo y junto al altar
Subiendo y bajando en todas las direcciones.

No sé si la iglesia subió o si el cielo bajó


Sí sé que está lleno de ángeles de Dios,
Porque el mismo Dios está aquí.
Porque el mismo Dios está aquí…

ESPIRITU DE DIOS
91 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Espíritu de Dios, llena mi vida,


llena mi alma, llena mi ser (bis)
Lléname…………lléname
de tu presencia, lléname …lléname
de tu amor, lléname …lléname
de tu poder …. (bis) (Se repite completo).

AL ESTAR CONTIGO

Al estar contigo
Veo las cosas diferentes
Al estar bajo tu abrigo
Siento que todo cambia junto a ti (bis)
Y cuando miras mi corazón
Se derrite por ti
Y cuando tocas mi corazón
El miedo se va, huye de mí (2)
Y cuando tocas mí corazón…

PUEDE HACERLO OTRA VEZ

Puede hacerlo otra vez (2)


Su gran poder es el mismo hoy,
no cambiará, seguro estoy;
Si Dios ha hecho un milagro,
puede hacerlo otra vez.

Puede hacerlo por ti,


ya lo hizo por mí
Coro…
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 92

HEMOS VENIDO

Hemos venido a este lugar


juntos en su nombre a adorar (bis).
Hemos venido a este lugar
juntos en su nombre y adorarle a Él
Cristo nuestro Dios y Rey.

Las manos altas levantad,


glorificad su nombre y adorad (bis).
Las manos altas levantad,
glorificad su nombre y adorarle a Él
Cristo nuestro Dios y Rey.

HAY ALGUIEN

Hay alguien que no le importa


lo que tú hayas hecho
Hay alguien que no presta oídos
a lo que dicen de ti.

Hay alguien
que ahora está en el cielo
y mira tu soledad
Hay alguien que te quiere liberar

Hay alguien
Que aún teniendo todo
valora más tu amistad
93 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

y en una cruz por ti


se supo entregar.

Hay alguien que no le importa


cuánto has podido pecar
Hay alguien que siente amor por ti
sin reprochar
Coro…

JESÚS, CUAN GRANDE ES TU AMOR

Jesús, cuán grande es tu amor


Tú me amas sin cesar
Con ese amor tan natural.

Jesús, mi Cristo Jesús


Tú me inspiras tu gran amor
Para llenar mi corazón
Jesús Hijo de Dios
Tú me llevas por el bien
Y no me dejas desfallecer.

Mi Jesús, mi salvador
Mi redentor lo eres Tú
Mi Jesús, mi salvador
Mi redentor lo eres Tú Mi Jesús…

PON TU CORAZON EN EL AMOR DE ÉL

Pon tu corazón en el amor de Él (2)


ALIENTO A LOS ENFERMOS / 94

Pon tu corazón en el amor (2)


Pon tu corazón en el amor de Él
Porque solo Él te puede sostener (2)

Pon tu corazón en el amor (2)


Pon tu corazón en el amor de Él
Pon también tu fe en el amor de Él...
Tu familia está en Él…
Tu tristeza…
Tu futuro…

HAY UNA UNCIÓN

Hay una unción aquí,


cayendo sobre mí,
mudándome, cambiando mi ser (bis)

Mi espíritu y mi alma
se están llenando
con el poder de tu Espíritu Santo,
mi vida nunca más será igual (bis)

ESPÍRITU SANTO VEN AQUÍ

Espíritu Santo ven aquí,


Espíritu Santo ven a mí;
quiero vivir, quiero ser feliz,
con tu poder dentro de mí. (bis)
Ahora sé lo que es vivir;
puedo reír, puedo cantar.
95 / ALIENTO A LOS ENFERMOS

Ahora sé que yo puedo amar


con tu poder dentro de mí.
Hermano ¿quieres vivir
la gloria del Señor?
escucha pues, esta bendición,
que será tu salvación.

“Levanta tus brazos, cierra ya los ojos; alégrate hermano, llénate de


gozo”.

SHALOM PARA TI

Shalom para ti, Shalom para mí, /Shalom/ (2)


Dios te da el amor,
Dios te da la paz, /Shalom/ (2)
Que llegue el amor a todo tu hogar,
que seas feliz,
que Dios viva en ti,
que encuentres la paz,
Shalom (2)

EL SEÑOR ES MI PASTOR

El Señor es mi Pastor, con Él nada me falta,


En verdes praderas, Él me hace recostar
Me conduce hacia fuentes tranquilas,
Y repara mis fuerzas,
Me guía por sendero justo,
Por el honor de Su Nombre…….
ALIENTO A LOS ENFERMOS / 96

El Señor es mi Pastor…
Aunque camine por cañadas oscuras,
Nada temo, porque Tú, Tú vas conmigo,
Tu Vara y Tu Cayado,…… me sosiegan,
El Señor es mi Pastor…

Preparas una mesa ante mí,


En frente de mis enemigos,
Me unges la cabeza con perfume,
Y mi copa rebosa…….

El Señor es mi Pastor…
Tu Bondad y Misericordia me acompañan,
Todos los días de mi vida,
Y Habitaré en la Casa del Señor,
Por años sin término…….
El Señor es mi Pastor…

YO QUIERO SER

Yo quiero ser, Señor Amado,


Como barro del alfarero.
Rompe mi vida, hazme de nuevo.
Yo quiero ser un vaso nuevo
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