La Verdad los hará libres

Pastoral Juvenil Vocacional

Diócesis de Texcoco
    Hora Santa I: La Familia no es el problema, es la solución 
 

JOVEN: LA FAMILIA NO ES EL PROBLEMA,

ES LA SOLUCIÓN
Hna. Guadalupe de la Rosa (HES) y Jóvenes de la Provincia de Tlalnepantla

Esta Hora santa es fruto de la conclusión de la Semana de la Familia, propuesta por la

Comisión Familia, Juventud y Laicos, en la Provincia de Tlalnepantla. Se trata de una
Hora Santa Juvenil en donde podamos poner en manos de Jesús nuestras reflexiones y
situaciones.

Ambientación: Materiales: Custodia, telón grande con lema escrito, grabadora, música para
reflexión, ropa y utensilios para vestir a diferentes personajes (revisar), canasta y citas bíblicas
anotadas en papeles pequeños. Antes de comenzar la Hora Santa, se ambienta el lugar contando
con música instrumental mientras van acomodándose los jóvenes en el lugar donde se realizará la
Hora Santa. El santísimo, ya estará expuesto, pero estará cubierto por un telón al frente para,
después de la introducción, se descubra.

Exposición del Santísimo Sacramento

Introducción:
GUÍA: Queridos jóvenes, nos hemos reunido durante este días para reflexionar en
nuestra vida, en nuestras relaciones con nosotros mismos, con nuestras familias, con la
sociedad y con Dios. Hagámonos conscientes de nuestra realidad, en donde
descubrimos grandes aciertos, satisfacciones y alegrías, pero también constatamos
situaciones de dolor, de pecado y de insatisfacción. Sin embargo hoy, Jesús quiere
recordarnos que Él está con nosotros, inmerso en nuestra historia, Él es el fundamento
de nuestra vida y de nuestra realidad, y hoy nos invita a dejarnos conducir por Él y a
reconocerlo en nuestras vidas”.

Se abre el telón para que los jóvenes queden de frente a Jesús Eucaristía.

Canto: Si conocieras cuánto te amo, GLENDA (o alguno apropiado)

GUÍA: Expresemos desde nuestro interior lo que no sólo nosotros, sino también
nuestros compañeros desean…
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    Hora Santa I: La Familia no es el problema, es la solución 
 
TODOS: Padre Bueno, hoy quiero darte gracias por el hermoso don de la vida que me
has confiado, te pido que me enseñes a vivir en plenitud, en libertad y de la mano
contigo, abierto a tu proyecto amoroso que tienes para mí. Quiero también agradecerte
el regalo de mi familia, de mis papás y de mis hermanos, sé que Tú has escogido para mí
la familia que hoy tengo, cada uno de ellos son un regalo tuyo en mi vida. Entiendo que
tu proyecto para nosotros como familia es que vivamos felices en plenitud, que hagamos
de nuestro hogar una comunidad de vida y de amor. Reanima e impulsa nuestros
corazones para que podamos ser fieles a tu llamado y a la misión que como familia nos
confías.

LECTOR 1: El Papa Juan Pablo II en su exhortación apostólica Familiares Consortio

expuso lo siguiente: “En el matrimonio y en la familia se constituye un conjunto de
relaciones interpersonales, relación conyugal, paternidad-maternidad, filiación,
fraternidad, mediante las cuales toda persona humana queda introducida en la familia
humana”. Sabemos que al hablar de Familia, nos encontramos con distintas realidades,
distintos grados de constitución. Como toda realidad humana, la familia también está
sujeta a la acción de pecado: la ruptura con el plan de Dios, con el camino de amor que
nos ofrece. En ella también se viven dificultades de diverso orden y juntos nos
esforzamos por superarlas. Sin, embargo, en muchos casos esas dificultades aparecen
como insuperables, como heridas tan profundas que nos desconciertan o nos hacen
tomar caminos llenos de dificultad y de dolor, buscando esperanza y consuelo. Por eso
en este momento pediremos perdón a Dios nuestro Padre, por todas aquellas actitudes y
situaciones de muerte y de pecado que hay en nuestras familias y en nuestro corazón.

Después de cada intervención se puede cantar el estribillo de un canto penitencial. Este momento
vamos a aprovecharlo para pedir perdón al Padre por nuestras actitudes de muerte y de pecado en
nuestras familias. Se irá leyendo la oración de petición de perdón y a la vez pasarán al frente
algunos jóvenes quienes personificarán cada una de las actitudes de la muerte (previamente
habiéndose puesto de acuerdo).

Rencor (Será personificado por un joven vestido con harapos cargando un costal pesado).
Oración: Padre Bueno, perdón por nuestras actitudes de rencor hacia nuestros padres y
hacia nuestros hermanos, perdona los rencores que existen en nuestras familias sabemos
que esta actitud es contraria al proyecto que tienes para nosotros. Ayúdanos a convertir
el rencor en amor y escucha entre nosotros.

Se guarda un momento de silencio

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Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Indiferencia (Será personificado por un joven con gafas negras, reproductor de música y
celular).
Oración: Padre también queremos pedirte perdón por nuestra indiferencia y nuestra
frialdad en nuestros hogares, muchas veces preferimos tomar esta actitud para huir de
los problemas y de las situaciones difíciles que vivimos en casa. Ayúdanos a transformar
nuestra indiferencia en atención, acogida y cercanía en nuestras familias.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Odio (Será personificado por un joven con un corazón grande pero arrugado, deforme, triste).
Oración: Padre perdona las actitudes de odio, envidia y venganza que hay en nuestros
corazones y en nuestros hogares. Experimentamos que el odio nos hace mucho mal, nos
endurece el corazón y nos impide acercarnos, perdonarnos, creernos y amarnos como
Tú nos quieres. Sana y libera nuestros corazones de todo odio y envidia.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Egoísmo (Será personificado por un joven con muchas cualidades escritas en papeles sobre su
ropa en una actitud de enroscamiento sobre sí, abrazándose a sí mismo).
Oración: Perdón por nuestras actitudes de egoísmo, de cerrazón, de ensimismamiento,
por nuestro individualismo y por no saber ceder queriendo tener siempre la razón.
Perdón por guardar para nosotros los dones y las cualidades que nos has confiado y por
no saber ponerlas al servicio de los demás especialmente de nuestras familias. Danos un
corazón generoso y abierto a amar y servir a los demás empezando por los de la casa.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Mentira (Será personificado por un joven con una máscara pintada con unos signos que
presenten diferentes realidades y sobre su camiseta un signo grande de interrogación).
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Oración: Perdona Padre, nuestras mentiras y engaños, perdónanos por no ser auténticos
y veraces en nuestro hogar, muchas veces ocultamos en realidad lo que somos.
Enséñanos a ser libres y a vivir con rectitud, honestidad y verdad.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Infidelidad (Será personificado por una pareja de jóvenes caminando y otro vestido de negro que
pasa por en medio de ellos y logra separarlos).
Oración: Queremos también pedirte perdón por nuestras infidelidades que como hijos
vivimos hacia nuestros padres y hacia nuestros hermanos. Pero también queremos
pedirte perdón por la infidelidad entre nuestros padres. Danos un corazón humilde,
sincero y fiel para saber amarnos como Tú quieres.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

Adicciones y vicios (Será personificado por un joven encadenado y entre las cadenas escribir
diferentes vicios como: alcohol, drogas, sexo, pornografía, etc.)
Oración: Padre, perdona nuestros múltiples vicios que nos esclavizan, enajenan y nos
alejan unos de otros. Perdón por todos los problemas que hay en nuestros hogares a
causa de nuestros vicios y de los de nuestros papás y hermanos. Ayúdanos Padre a
liberarnos de estas situaciones de muerte y darnos la gracia de vivirnos en libertad,
plenitud, amor y felicidad.

Se guarda un momento de silencio

Canto: Renuévame, Señor Jesús (o alguno apropiado)

LECTOR 1: De la Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios: 4, 1-4

“Los exhorto, pues, yo prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la
llamada que han recibido: con toda la humildad, mansedumbre y paciencia,
soportándose unos a otros por amor; poniendo empeño en conservar la humildad del
espíritu mediante el vínculo de paz. Pues uno solo es cuerpo y uno solo es espíritu,
como una la esperanza a la que han sido llamados”.

En silencio, se invita a los jóvenes a reflexionar la Palabra de Dios escuchada.

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GUÍA:
¿A qué me invita Dios hoy a través de su palabra?
¿Qué me dice?
¿De qué manera me invita a comprometerme con mi familia?

Tenemos un momento de silencio

LECTOR 1. Como ambiente fundamental del ser humano la familia es por excelencia la
primera escuela para el amor. En esta Iglesia doméstica, aprendemos a amar, a
compartir y a vivir en esperanza; en ella dialogamos; nos hacemos responsables
solidarios unos con otros. Por eso, podemos afirmar que el futuro de la humanidad se
fragua en la familia
LECTOR 2. En el pan de Dios creador y redentor la familia descubre no sólo su
identidad sino también su misión: custodiar, revelar y comunicar el amor y la vida, a
través de cuatro tareas fundamentales.
LECTOR 1. La misión de la familia es vivir, y crecer y perfeccionarse como comunidad
de personas que se caracterizan por la unidad y la indisolubilidad. La familia es el lugar
privilegiado para la realización personal junto a los seres amados.
LECTOR 2. Ser “santuario de la vida” (CA 39), servidora de la vida, ya que el derecho a
la vida es la base de todos los seres humanos. Este servicio no se reduce a la sola
procreación, sino que es ayuda eficaz para transmitir y educar en valores
auténticamente humanos y cristianos.
LECTOR 1. Ser “célula primera y vital de la sociedad” (FC 42). Por su naturaleza y
vocación la familia debe ser promotora del desarrollo, protagonista de una auténtica
política familiar.
LECTOR 2. Ser “Iglesia doméstica” que acoge, vive, celebra y anuncia la palabra de
Dios, es santuario donde se edifica la santidad y desde donde la Iglesia y el mundo
pueden ser santificados (FC 55).

Testimonios:
Escoger con anterioridad a dos jóvenes que puedan dar su testimonio cristiano en su hogar…
Jóvenes que de alguna manera hayan vivido una conversión desde el encuentro con Dios y esto
los haya llevado a comprometerse con su familia. Se propone acompañar este momento con el
canto “Espíritu de Dios” para invocar la presencia del Espíritu Santo..

Canto: Espíritu de Dios (o alguno apropiado)

GUÍA: Elevemos una oración en común al Espíritu Santo

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TODOS: Espíritu Santo, ven sobre cada uno de nosotros, desciende como la lluvia y
empápanos. Llénanos de tus dones, de la dulzura de tu presencia. Sin ti nada es bueno,
nada es auténtico.
Ven Espíritu Santo, llénanos con tu fortaleza, edúcanos en el camino del Evangelio.
Ilumina nuestras mentes para que sepamos pensar lo que es recto y veamos como Dios
ve todas las cosas. Modela nuestros corazones, nuestra inteligencia y voluntad según tu
hijo Jesucristo.
Ven Espíritu de amor, ocupa nuestro corazón para que se convierta en templo donde
encuentren lugar nuestros hermanos, especialmente aquellos con quienes vivimos.
Sana todo lo que en nosotros está enfermo y necesita cambiar. Ilumina nuestras
oscuridades y miedos y ayúdanos a descubrir nuestras cualidades y fuerzas. Renueva
nuestros corazones lastimados y concédenos ser constructores de tu reino de amor, de
paz, de perdón, de libertad y fraternidad, empezando por nuestras familias.
Ven Espíritu Santo por que en nuestros corazones y en nuestros hogares
experimentamos una gran necesidad de tu presencia, de tu sabiduría, de tu luz, de tu
paz y de tu amor.

En este ambiente de oración invitar a los jóvenes a escribir una carta a su familia

GUÍA: ¿Qué quisiéramos decirles en estos momentos a nuestras familias, a nuestros

padres, a nuestros hermanos? ¿Qué tenemos necesidad de expresarles, de agradecerles o
pedirles?

Momento de silencio para que cada uno escriba su carta (pueden poner música instrumental
suave). Después de este momento se invita a los jóvenes (quien guste) a que pasen ante el
Santísimo y lean su carta. Bajo el altar es encontrará un canasto con diferentes mensajes tomados
de la Biblia dirigidos a los jóvenes, cada joven que pase a leer su carta tomará el mensaje de Jesús
y se lo llevará como compromiso para su vida cotidiana. Si son pocos los que leen su carta, se
invita a los jóvenes que no leyeron su carta para que tomen cada uno de ellos un mensaje.

Oración final
GUÍA: Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz. Haz de nuestra casa una morada de
tu presencia, un hogar cálido y dichoso.
TODOS: Venga la tranquilidad a nosotros sus miembros, la serenidad a nuestros
nervios, al control de nuestras leguas, la salud a nuestros cuerpos y a nuestros
corazones.
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GUÍA: Que todos nos sintamos amados y se aleje cada uno de la ingratitud y el egoísmo.
TODOS: Inunda Señor, el corazón de nuestros padres de amor, paciencia y
comprensión, y de una generosidad sin límites.
GUÍA: Que la alegría se haga presente en nuestros corazones y en nuestros hogares, la
confianza abra todas las puertas, la dicha resplandezca como un sol; sea la paz la reina
de nuestras familias y la unidad su sólido entramado.
TODOS: Te lo pedimos a ti que fuiste un hijo feliz en el hogar de Nazaret junto a María
y José. Amén.

Canto: Estoy a la puerta y llamo, JESED (o alguno apropiado)

Bendición con el Santísimo

Centro Diocesano de Pastoral juvenil Vocacional

Allende 735, san Sebastián, Texcoco, Tel: 01595 95 4 23 58 Ext. 4

Más información: pjv@diocesisdetexcoco.org