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Quinto Día de la Novena

Invocación inicial: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Oración introductoria
Benignísimo Dios de infinita caridad que nos has amado tanto y que nos diste en tu
Hijo, la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las
entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos
gracias por tan inmenso beneficio. En retorno, te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero
para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran
mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo
realizar.

Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un
estímulo, a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de
la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.

(Se reza un Padrenuestro)

Oración por la familia (HOMBRES)


Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das
comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo
porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya
abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en el diario
vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche
nos encuentre con más amor.

Haz, Señor, con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz, Señor, de
nuestros hijos lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos
esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que
cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para
siempre en ti. Amén.

Oración a la Virgen María (MUJERES)


Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar
de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida
familiar. Que estas fiestas de navidad, que nos reúnen alrededor del pesebre donde nació
tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez
para reconocer los errores que hayamos cometido.

Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.

Oración a San José (TODOS)


Santísimo San José, esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste escogido para
hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos
sean siempre en su hogar imagen del Padre Celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan
cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con
un esfuerzo continuo, lo mejor de sí mismos. Ayuda a los hijos a entender y apreciar el
abnegado esfuerzo de sus padres. San José, modelo de esposo y padre, intercede por
nosotros. Amén.

(Se reza un Padrenuestro)


Meditación del día

EVANGELIO

El quinto día de la Novena está dedicado al DIÁLOGO.

Toda la Sagrada Escritura es un diálogo amoroso y salvífico entre Dios y los hombres.
Un diálogo que alcanza su plenitud cuando la Palabra de Dios, el verbo Divino, su Hijo
Jesucristo, se hace carne, se hace hombre, tal como lo narra San Juan en el primer
capítulo de su Evangelio.

De Dios, apoyados en la sinceridad, afianzados en el respeto y enriquecidos por la


comprensión, es de quien necesitamos en todas nuestras relaciones. Un diálogo en el
que a diario “nos revistamos de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre y
paciencia” (Col 3, 12).

El diálogo sereno que brota de un sincero amor y de un alma en paz es el mejor


aguinaldo que nos podemos dar en diciembre. Así evitamos que nuestras casas sean
lugares vacíos de afecto en los que andamos dispersos como extraños bajo el mismo
techo.

Dios nos concede a todos el don de comunicarnos sin ofensas, sin juicios, sin altanería,
con respeto y empatía, lo que genera acogida y aceptación mutua.

Oración: Dios Padre de amor: tu nos has dado en la figura paterna y ejemplar de San
José un maestro de vida interior y de compromiso con la Sagrada Familia. Haz que
quienes hoy han sido llamados a ser Padres puedan ser signos de tu amor y de tu
presencia en los hogares. Ayuda a quienes han fallado en sus deberes a recobrar su
llamada a ser padres de verdad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

PETICIONES

María nos enseña a confiar en la acción del Señor en nuestras vidas, a comprender cómo
ha hecho grandes cosas en nosotros porque Él todo lo puede. Al presentar nuestras
súplicas digamos: Que reconozcamos en nuestra vida tu amor y misericordia Señor.

1. Permítenos Señor comprender tu acción amorosa en nuestras vidas y reconocer todo


lo bueno que nos regalas, incluso en medio de las dificultades que atravesamos a nivel
personal y familiar. OREMOS.

2. Te pedimos Señor por nuestros vecinos, por aquellos que viven solos, que están
enfermos o que pasan por momentos de dificultad, aunque no los conozcamos
bendícelos y dales lo que más necesitan. OREMOS.
3. Por quienes trabajan en las farmacias, supermercados, tiendas, almacenes y todos
quienes de una u otra manera están en constante atención al público, para que con su
servicio generoso puedan ser signo visible de la bondad del Señor. OREMOS.

4. Quiero pedirte a Ti, Señor misericordioso, que veles por la vida de cada niño, sobre
todo, por aquellos que viven en zona de guerra. Por aquellos niños que no conocen la
paz y viven atemorizados bajo los escombros, para que seas Tú su sosiego, para que Tú
devuelvas la sonrisa a sus vidas. OREMOS.

(Se pueden añadir algunas peticiones) Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

GOZOS….

Oración al Niño Jesús: Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la
venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos,
estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente:
“Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será
negado”.

Llenos de confianza en Ti, ¡oh Jesús, que eres la misma verdad!, venimos a exponerte
toda nuestra miseria.

Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada.

Concédenos, por los méritos infinitos de tu Encarnación y de tu infancia, la gracia, de la


cual necesitamos tanto.

Nos entregamos a ti, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada
nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás
favorablemente nuestra súplica. Amén.

ORACION DE DESPEDIDA

Que, por intercesión de María, la Virgen de la escucha, aprendamos a decir Sí a la


voluntad de Dios en nuestra vida. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo.
Amen.

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