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PRESENTADO POR:
FACULTAD DE EDUCACIÓN
BOGOTÁ CUNDINAMARCA
GRUPO -052
2020
¿CÓMO PODEMOS CREAR UNA CULTURA DE LA PARTICIPACIÓN PARA
POTENCIAR EL DIÁLOGO, LA INVESTIGACIÓN Y LA GENERACIÓN DE
CONTENIDOS POR PARTE DE NUESTROS ESTUDIANTES INMERSOS EN
ECOSISTEMAS DIGITALES?
Este gran salto tecnológico o denominado revolución digital trajo consigo una
transformación del pensamiento y forma de actuar al punto que nuestra salud depende de la
tecnología disponible a nuestro alcance. Anteriormente no existían las tomografías
computarizadas que permitieron encontrar daños cerebrales, la medicina nuclear que permite
tratar el cáncer con radiación ionizante, y otras tecnologías. Esto hizo que las personas
cambiaran en gran parte las interacciones físicas y mecánicas por las interacciones digitales al
alcance de un clic, transformando los ecosistemas naturales en ecosistemas digitales. Según
Garcia, Peñalvo (2015), un ecosistema es una comunidad de seres vivos los cuales tienen
interrelacionados sus procesos, y su desarrollo depende de su entorno. Por otra parte un
ecosistema digital o tecnológico es una comunidad donde todo su entorno se basa en aplicación
de factores tecnológicos.
A partir del cambio de la web 1.0 a la web 2.0 no solo fue posible conectar miles de
personas en intereses conjuntos, sino que la interacción hizo posible encontrar nuevos genios
en algunas disciplinas como por ejemplo la red de streaming youtube, donde cada día aparecían
prodigios musicales, grandes hazañas deportivas, y explicaciones simples de temas poco
entendibles, que a su vez permitieron un gran avance en términos de aprendizaje; la enseñanza
no estaba sujeta al profesor en el aula, sino que la información estaba disponible para cualquier
persona siempre y cuando se usara con responsabilidad.
Ahora, para resolver el interrogante ¿cómo pueden los profesores ser los protagonistas
de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en el contexto de la cibercultura? es importante
recalcar que el docente no es el único protagonista en el proceso actual de enseñanza y
aprendizaje; desde mi experiencia como docente de ciencias física, he tenido la necesidad de
lograr en mis estudiantes una capacidad argumentativa desde el punto de vista de un físico y
no repitiendo recetas como formulas y demás para resolver situaciones que involucran
ecuaciones y conceptos; esto se ha logrado usando herramientas de simulación de laboratorios
de física o laboratorios virtuales, los cuales desde la distancia o confinamiento por la situación
actual de salud, han sido indispensables para fortalecer competencias como explicación de
fenómenos y uso comprensivo del conocimiento científico a estudiantes de bachillerato. Se
hace necesario que los estudiantes interactúen con las plataformas y de alguna manera puedan
explicar qué pasa si alguna variable cambia durante el experimento, esto ha logrado que ellos
tomen parte activa en la clase explicando a sus compañeros lo aprendido desde su punto de
vista.
Si bien con la practica anterior estamos creando una cultura donde el conocimiento se
comparte por una situación particular, podemos decir que desde el confinamiento por la
pandemia mundial, todas las clases se han visto obligadas a crear y compartir conocimiento
usando distintas plataformas digitales, como por ejemplo, Kahoot, donde por medio de una
simple competencia podemos hacer preguntas interactivas sobre un tema en específico. Lo más
destacable de esta plataforma es que ellos pueden responder las preguntas desde su celular
conectados a una sesión creada por el docente.
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/saca-el-maximo-partido-a-kahoot-en-el-
aula/
Una de las estrategias usadas este año en el marco del confinamiento en mi labor como
docente de ciencias física a estudiantes de primaria y bachillerato fue de tratar de generar el
menor impacto al cambiar desde una práctica presencial a una virtual, digamos que en los
estudiantes universitarios es algo normal recibir sus clases en línea desde casa usando un
computador y una conexión a internet, pero esta práctica para niños y adolescentes no es tan
acostumbrada teniendo en cuenta que las clases virtuales en bachillerato son algo nuevo a causa
de las normas y protocolos de distanciamiento para la prevención del contagio. Esta práctica
no solo afectó a los estudiantes sino a los docentes quienes tuvimos que tomar una
protagonismo más allá de nuestra simple rutina de clase, tuvimos que buscar como reinventar
nuestras clases, cómo generar espacios y entornos virtuales de aprendizaje aun cuando algunos
no se sentían capacitados para ello. Para minimizar el impacto de este cambio, adquirí una
tableta digitalizadora y un software para presentar en pantalla lo que escribía con mi puño y
letra; En ciencias naturales como matemática y física es indispensable escribir las ecuaciones
y transmitir lo que ellos recibían en el salón de clase en una forma similar; con esto no solo
minimicé el impacto del cambio, sino que mis clases se hicieron amenas e interactivas, ya que
aparte de escribir podía insertar imágenes y explicar sobre ellas, cosa que no podía desde un
tablero en un aula de clase, a excepción de un video beam con ciertas restricciones; lo que más
impactó a los estudiantes era que las clases quedaban grabadas y todo lo escrito en el tablero
se les enviaba en formato PDF. En otras palabras nosotros los docentes tuvimos que en parte
se generadores de contenido o streamers en una web donde los usuarios eran nuestros alumnos.
Cabe anotar que no todos los estudiantes de nuestro país poseen las herramientas
digitales para acceder a una educación virtual, esto ha generado un impacto negativo a las
comunidades donde el internet es de difícil acceso, las zonas rurales, por ejemplo, los
estudiantes de algunos colegios públicos en el marco del confinamiento tuvieron que realizar
trabajos dejados por los docentes en guías y tiempo después llevarlos al colegio donde el
docente los recogería para su evaluación, esto nos generó un retroceso en un proceso óptimo
de enseñanza y aprendizaje, ya que no había certeza si ese trabajo fue realizado a conciencia
por el estudiante, en otras palabras no hubo manera de evaluar de forma tradicional a los
estudiantes.
En este sentido, los ecosistemas de aprendizaje abren posibilidades inmensas para que
cada aprendiz pueda construir su trayectoria de aprendizaje a partir de sus necesidades o
intereses; sin embargo, también implica riesgos para quienes sus condiciones de vida
limitan fuertemente las oportunidades, experiencias y recursos de aprendizaje a su
alcance. (Islas-Carranza, 2017, pág. 2).
Para concluir quiero manifestar que nuestra profesión docente va encaminada no solo
a diseñar procesos de enseñanza y aprendizaje en una disciplina, sino a innovar y actualizarnos
en temas de tecnologías de la información y las comunicaciones, crear constantemente espacios
donde podamos con nuestros colegas compartir y evaluar nuestra labor, para que podamos
mejorar y que nuestras clases sean atractivas, amenas y que cumplan el objetivo marcado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
García-Peñalvo, F., & Seoane-Pardo, A. M. (2015). Una revisión actualizada del concepto de
e-learning. Décimo aniversario. EKS, 16(1).
doi:http://dx.doi.org/10.14201/eks2015161119144
Islas-Carranza, C. M., (2017), Revista de educacion a distancia, Num. 55, Artic. 9. DOI:
http://dx.doi.org/10.6018/red/55/9
BIBLIOGRAFÍA
Coloma Manrique, C. R., & Tafur Puente, R. (2000). Sobre los estilos de enseñanza y de
aprendizaje. Educación, 9(17), 51-79. Recuperado a partir de
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/educacion/article/view/5255
Gudiño, D. L., & Nieves, A. (s.f.). Una perspectiva bio-integral comparativa entre el
Conductismo y el Cognoscitivismo como teorías de aprendizaje. Maracay:
Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Recuperado el 31 de Octubre de
2020, de https://n9.cl/pwsn4