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Narcotráfico y modernización en el Mercosur

Introducción
A fines de los años ’90 el narcotráfico se presenta en la Argentina como un
problema destinado a ocupar un sitio de preferencia en la agenda política.
Al analizar la problemática del narcotráfico aparecen enlazados elementos
políticos, legales, policiales, sociales, institucionales, educativos, etc. por lo que el
estudio del problema de la droga es complejo y su abordaje es necesariamente
interdisciplinario. Carecemos hasta ahora de un marco de análisis alternativo al
jurídico, que siempre ahonda en la necesidad de sancionar leyes, crear tribunales
e incrementar la represión. Al estudiar al narcotráfico como un emergente de la
modernización global y como consecuencia de un proceso previo, podemos
deducir que las alternativas jurídicas sólo operan sobre la consecuencia, cuando el
proceso ya se ha desencadenado. Es nuestra intención trabajar sobre la causa del
problema y colaborar en la elaboración, dentro de nuestro marco de análisis, de
políticas que ataquen el origen del narcotráfico y no su boca de salida.
En este sentido sostenemos que el proceso de modernización iniciado en la
década del 90 en la Argentina, empujado por la urgencia desencadenada por la
hiperinflación de 1989, colaboró en el ingreso del narcotráfico en nuestro país ya
que tres variables del proceso de modernización operaron contradictoriamente:
capital, tiempo y control1. La argumentación neoliberal primitiva con que se
resolvió la ecuación entre esas tres variables no permitió discriminar quiénes
entraban por las grandes puertas que la economía abría al ingresar en el mercado
mundial. El narcotráfico atravesó rápidamente el umbral2 y comenzó a organizar el
mercado interno. Ya han pasado varios años desde aquellos comienzos y el
proceso se ha acelerado profundamente. Un estudio ajustado a la realidad de sus
orígenes nos permitirá obtener capacidad para trabajar en la remoción de su
incidencia.
Nuestra hipótesis principal es que los procesos de modernización económica
iniciados en la década de los ’90 contribuyen en gran medida a la formación y
afianzamiento de una estructura supranacional de economía ilegal (narcotráfico).
MARCO TEORICO
Definiremos brevemente los principales conceptos teóricos que utilizaremos como
herramientas de análisis para sostener nuestra hipótesis principal.

1. Modernización subsidiada
Llamamos al proceso de modernización como subsidiado porque no se ha abierto
el mercado a la libre competencia capitalista sino que los grandes grupos
cercanos al aparato estatal, que en gobiernos previos habían sido los grandes
contratistas del Estado3, reciben parcelas económicas en forma monopólica,
controlada, subsidiada. Se ha eliminado el riesgo de inversión, se ha privatizado a
precios muy bajos y se han establecido mecanismos de control laxos4. Algunos
países han exhibido un mayor grado de resistencia y autonomía frente a las
demandas del empresariado internacionalizado pero la crisis mundial agota las
posibilidades de ejecutar opciones.
Esta relación de cercanía entre las empresas y el Estado5 ha permitido el
fortalecimiento de mecanismos institucionalizados de corrupción en la
administración estatal. Las fronteras entre lo público y lo privado se han debilitado
y tanto empresarios como funcionarios consideran al Estado como propiedad
particular6. Dentro de este proceso de modernización y acorde con la función
“facilitadora” del Estado se han creado áreas territoriales y legales sin control.
Aquí es donde se puede inferir la posibilidad de surgimiento de una burguesía
narcotraficante que actúa en dos ámbitos: vinculándose cada vez más al mercado
internacional y abasteciendo un mercado interno cada vez más amplio. Por sus
características este proceso de modernización ha provocado dos fenómenos en
forma directa: desempleo de masas y exclusión social.

2. Desempleo de masas: Entendemos por desempleo de masas un proceso de


desocupación masivo, permanente y estable. Son sectores que no accederán a un
puesto de trabajo y ya no esperan hacerlo. Los autores lo denominan desempleo
de masas precisamente para acentuar el carácter de sector social especifico que
tienen los desocupados. No se trata hoy de un índice estadístico que nos indica la
magnitud de los que no tienen empleo sino que aparece un nuevo actor social: los
desocupados. Esta variable opera en los orígenes y es una de las causas de la
exclusión social siendo la base institucional que actúa como proveedora de mano
de obra para la actividad económica del narcotráfico. La diferenciación entre
desocupación estadística y desocupación real7, nos permite afirmar que el
desempleo es un fenómeno permanente y definitivamente instalado.

3. Exclusión social
Este concepto se define como el proceso económico-social por el cual grandes
sectores poblacionales quedan consciente y permanentemente “fuera” de la
estructura social capitalista, a la que la ligan, en forma contradictoria, sólo dos
instituciones: la policía y la escuela. La actuación policial organiza la actividad
económica de exclusión y la escuela propone un esquema intelectual de inclusión.
Estos sectores se organiza económicamente y legitiman sus propias instituciones8.
Aquí se cosecha la mano de obra del narcotráfico.

4. Segregación de base territorial: Combinando los conceptos de modernización


subsidiada, exclusión social y desempleo de masas llegamos al concepto de
segregación de base territorial: Analizaremos este fenómeno como derivado de la
exclusión social. La modernización ha producido un alto desempleo, constante y
estable. Si el alto desempleo se une con la pobreza estructural termina surgiendo
la exclusión social, comenzando a establecer las bases de una sociedad
“paralela”, con muy pocos contactos con las sociedad formal. La única senda de
contacto (desde la exclusión social) hacia la sociedad formal es la delincuencia9.
La segregación de base territorial apunta a un tipo de segregación física y
geográfica. Los excluídos se excluyen para afirmarse y refugiarse, se
autosegregan en barrios impenetrables donde tejen sus propias redes de
legitimidad y solidaridad. Por otro lado los ricos, para protegerse y autoafirmarse,
se excluyen en countries también impenetrable y superprotegidos, donde han
privatizado la seguridad10. El concepto termina de cerrarse cuando vemos que
estos ricos prefieren pagar impuestos privados para garantizar sus intereses
particulares en vez de abonar impuestos públicos para garantizar intereses
colectivos.

5. Feudalización: Son varios los actores que detentan poder y uno de esos
actores es el narcotráfico, formando parte de una alianza delictiva de mayor
alcance. Estos actores no detentan el poder en forma cooperativa, asociativa,
solidaria ni coordinada sino paralela y conflictiva. El proceso de feudalización se
da en tres momentos.
a. El Estado es cooptado por las elites económicas.
La modernización subsidiada se ha basado en un esquema de difusión de la
frontera entre público y privado. Los principales grupos económicos han
transformado al Estado en un vocero univoco de sus propios intereses. El Estado
ha dejado de representar los intereses del conjunto de la sociedad, regulando los
intereses contradictorios que se mueven en ella, para pasar a ser una expresión
directa de la fracción triunfante. La permeabilidad de la frontera entre público y
privado y entre Estado y sociedad es el primer principal ingrediente del proceso de
feudalización que analizamos.
b. El poder se feudaliza dentro del Estado.
Las elites cooperan cada vez menos entre si y parcelan sus áreas de dominación
estableciendo reglas de distribución de recursos, áreas de control exclusivo y
formas de acumulación particulares.
c. El poder se feudaliza fuera del Estado.
Aparecen nuevas elites que establecen áreas de dominio económico exclusivo,
con una nueva legalidad, y estableciendo pactos de neo-vasallaje con el
proletariado socialmente excluido pero incluido en las nuevas áreas de poder para
las que trabajan en forma cada vez más regular, sujetos a nuevos códigos
sociales de convivencia. El hecho de que la exclusión social se manifieste en
segregación territorial significa que no sólo las estructuras de sostenimiento
económico están segregadas sino que también lo están las estructuras de
dominación ideológica y política. En este sentido el narcotráfico es un organizador
de la vida económica pero también, y sobretodo, comienza a ser el “Estado” en
los barrios segregados. Los conceptos desagregados del régimen político tienen
un sentido enteramente distinto al que tiene en el Estado formal.

Resumen del marco teórico:


El proceso de modernización subsidiada ha permitido el surgimiento de una
neoburguesía que se nutrió a la sombra de los contratos esquilmatorios con el
Estado, propios de la etapa anterior a la reforma del mismo. Al no existir la clásica
competencia capitalista en la obtención de beneficios el Estado actuaba como
cliente cautivo y así el proceso de privatización de las empresas públicas fue
acordado en beneficio exclusivo de los actores económicos claves.
Estos grandes grupos económicos fueron los protagonistas claves de la caída del
gobierno de Alfonsín, la hiperinflación y el plan de convertibilidad. En estos tres
episodios esta burguesía logra deshacerse de una modernización pautada y a
largo plazo e imponen una reforma del Estado acelerada y sin controles invocando
el acortamiento de los plazos dada la crisis hiperinflacionaria.
Las características aceleradas de esta reforma implican que la corrupción cambia
su rol delictivo tradicional para transformarse en un mecanismo normal de
administración de las relaciones con el Estado, dada la cercanía de las empresas
con éste.
En este punto el régimen de acumulación deja por un lado a los grandes grupos
económicos como beneficiarios de la modernización y por otro a los grupos
sociales excluidos de la modernización.
La modernización subsidiada entrega en forma monopólica y sin controles11
grandes áreas económicas y territoriales vinculadas con el transporte de
mercancías. De este modo se establecen las bases objetivas para el surgimiento
del narcotráfico con muy pocos empresarios que se hacen cargo de correos, rutas,
aeropuertos y depósitos fiscales.
Los sectores excluidos de la modernización se incorporan al proceso de
desempleo de masas y a la exclusión social. Se transforman así en mano de obra
disponible para el narcotráfico y colaboran en la instauración de un mercado de
consumo construyendo una nueva estructura social y una nueva legitimidad.
La segregación territorial colabora aún más con la afirmación del narcotráfico
como suplente del Estado en muchos barrios y algunas ciudades12. En la medida
en que los excluidos buscan afirmarse y organizarse, el narcotráfico colabora
eficientemente en cumplir funciones laborales, judiciales y militares ante la
ausencia concomitante de otras organizaciones (políticas o sindicales) que puedan
llenar el vacío estatal13. El narcotráfico es un organizador de la vida económica
pero sobre todo comienza a ser el Estado en los barrios segregados.

LAS ETAPAS DEL NARCOTRAFICO


El narcotráfico ha atravesado por distintas etapas14 en su actividad, desde el punto
de vista intrínseco (periodo productivo, periodo comercial, periodo económico,
periodo politico) y por varios estamentos desde el punto de vista extrínseco (ilegal,
marginal, nacional, superestructural). En este caso entendemos por intrínseco el
estudio de su desarrollo como actividad y extrínseco el estudio de sus relaciones
con el poder politico. La relación entre variables intrínsecas si bien se van
correspondiendo, no mantienen relaciones de paridad automática ya que la
aparición de una etapa de desarrollo intrínseco no supone necesariamente la
aparición de una variable extrínseca al mismo nivel. Se producen así disonancias
en una de las cuales ubicamos el caso argentino.

Etapas de desarrollo intrínseco


Atraviesa por tres periodos, que a su vez están divididos en fases. Cuando
hablamos de periodos nos referimos a estructuras sucesivas en el tiempo, cuando
hablamos de fases nos referimos a procesos que pueden ser coexistentes en el
tiempo.

Primer período o Período productivo: el centro de la actividad reside en la


producción de la materia prima, la coca. Este periodo atraviesa por dos fases de
desarrollo:
a. Histórica-cultural: Esta fase abarca un largo período histórico que es anterior
aun a la constitución del imperio Inca. El impacto de la coca en la cultura andina la
convierte en un recurso nacional que domina todos sus aspectos. El cultivo de la
coca está entretejido en su cultura y no se percibe dentro de ningún contexto
negativo. Esta fase no pertenece específicamente al narcotráfico ya que se
produce sólo coca y no ha nacido aún el complejo coca/cocaína15, pero sienta las
bases de una explotación agrícola centenaria, cultural y socialmente aceptada y
estimulada. Sobre esta base cultural se asentará posteriormente la actividad del
narcotráfico..
b. Productiva: A principios de los 70 algunas circunstancias internacionales
explican el nacimiento del complejo coca-cocaína: Se asiste a la caída del sudeste
asiático como principal proveedor de heroína dado que el “triángulo dorado”
(Birmania, Laos, Tailandia) se ve afectado por las guerras de liberación. En 1969
cesa la provisión de heroína desde Turquía. La producción con base cultural se
transforma en una producción con fines comerciales, sustentada en los derivados
de la coca. Esta reconversión implica grandes transformaciones sociales,
culturales y ambientales. En nuestros análisis abarca desde 1970 hasta por lo
menos 1987, cuando Estados Unidos interviene en el Chapare boliviano para
aplicar su política de interdicción16. Las principales características de esta fase
son:
- desplazamientos poblacionales, por el cambio y extensión de las
actividades agrícolas pérdida y cambio bruscos en la agricultura tradicional
con la consiguiente caída en la producción de papa, maíz y arroz.
- Cambio en los hábitos de empleo con el fin del tradicional trueque de
trabajo por trabajo y la monetización de la cosecha de la coca.
- Daños ecológicos por el vertido de los componentes químicos en los
canales de riego.
- Corrupción del indio, ya sea como pisador o como consumidor de pitillo (en
Bolivia), pastillo (en Perú) o basuco (en Colombia).

En este período se va construyendo la estructura productiva del narcotráfico,


aumenta la mano de obra disponible y se extienden las áreas de cultivo.
Segundo período o Período Comercial: el centro de la actividad reside en el
tráfico de droga. El tráfico de drogas era ya de antigua data pero sumamente
anárquico. En este periodo el tráfico deja de ser paralelo y horizontal para ser
monopólico y vertical. Se organiza un tráfico con división internacional de trabajo
(continental) y estructura jerárquica por países. Colombia se va poniendo a la
cabeza y el resto de los países cumple funciones productoras (Bolivia, Perú), de
provisión de insumos, lavado de dinero o de tránsito. Sólo México sigue siendo un
mercado de tráfico paralelo.
También pasa por dos fases:
a. Individual: La forma de comercialización en este periodo era el contrabando
por el sistema de “mulas”, personas que esconden en su equipaje o en su cuerpo
pequeñas cantidades de cocaína y entran a los países por los canales normales
de ingreso.
Esta forma de transporte cambia en 1976 cuando Carlos Lehder Rivas hace su
primer transporte en avión. Esto implica enormes cambios en el narcotráfico: se
cambia la marihuana por la cocaína más fácil de transportar, con menor personal y
mayor margen de ganancia. se abandonan las fronteras “normales” y se abren
nuevas vías de ingreso a Estados Unidos. la mafia colombiana elimina a los
cubanos (guerra de la cocaína, Florida, 1978/1979). el narcotráfico se vuelve una
actividad monopólica.
b. Empresarial: Definimos esta fase por la constitución de los carteles
colombianos de droga: el cartel de Cali (1970) y el cartel de Medellín (1977/82).
Como contracara en 1973 se crea la DEA, dependiente del Departamento de
Justicia de los Estados Unidos. La sola constitución de estos carteles es mérito
suficiente para constituirlos en una fase dado que suponen la capacidad de
combinar la actividad de varios grupos dispersos. Ya en 1977 la DEA habla del
“sindicato de tráfico de Medellín” mientras que el cartel de Cali sigue manteniendo
una estructura de cinco grupos semiautónomos que cooperan entre si. La
organización en carteles significa: un salto cualitativo en la capacidad de penetrar
los mercados un manejo de tipo empresarial, con estructuras burocráticas fijas en
los niveles altos y móviles en los niveles bajo y medio. el manejo del negocio es
por asociación y no por competencia. Se pone fin a las guerras por el control de
mercados, características de las fases anteriores de acumulación.

Tercer período o Período Económico: el centro de la actividad reside en la


ampliación hacia mayores niveles de poder en lo económico y nuevos ámbitos de
poder en lo politico. La estructura jerárquica y monopólica ya se había constituido
en la etapa anterior. En este período el narcotráfico comienza a operar como un
organizador de la economía global y componente sistémico de algunos Estados.
Este periodo se abre en 1990 y también tiene dos fases:
a. Nacional: En esta fase el narcotráfico actúa como organizador de toda la
economía ilegal de varios países. Ya no estamos hablando de una actividad
delictiva, que en la fase anterior se había elevado organizativamente, dedicada a
la comercialización de drogas en un nivel progresivamente más alto, sino de un
actor económico clave en la economía de algunos países. En esta fase la
actividad necesariamente se ha extendido en tres aspectos: en la base,
cumpliendo funciones de organizador social e ideológico de los excluidos. en la
estructura, incorporando funciones de coordinación con otros actores ilegales,
coordinación necesaria para el control territorial de sus actividades. en la
superestructura, formando parte de la alianza de poder necesaria para la
supervivencia de los Estados. Los Estados cambian su constitución y por ende su
definición.
b. Internacional: Esta fase ya se había iniciado con la transformación del
narcotráfico en una actividad comercial empresarial, dado que el primer objetivo
comercial del mismo era el mercado norteamericano. En este período económico
se estructura una paz mafiosa internacional, en la que el narcotráfico es un socio
privilegiado. Esto significa que el narcotráfico se asocia a nivel internacional con
otras actividades ilegales (al revés de lo que sucede en el plano nacional, donde el
narcotráfico es el motor de la asociación mafiosa). Esta última fase de desarrollo
surge con mayor fuerza a partir de la descomposición del Estado soviético y del
largo interregno (que aún subsiste) entre el anterior Estado socialista y el nuevo
Estado capitalista, que aún no ha logrado integración territorial. Las principales
características de esta fase son:
• el narcotráfico, sin abandonar territorio latinoamericano, se transforma en una
multinacional.
• su expansión es inversamente proporcional a la capacidad de los Estados para
ejercer sus prerrogativas soberanas.
• los cambios en el sistema internacional, al debilitar la autoridad gubernamental,
facilitan el incremento del comercio mundial de drogas y este incremento
refuerza esa tendencia.
• el interés por levantar las restricciones al flujo de bienes, capital y servicios,
redujo los controles aduaneros en favor de los controles automatizados y las
post-auditorías, permitiendo un mayor desplazamiento de los cargamentos de
drogas.
• la revolución en las comunicaciones, el transporte, el comercio y las finanzas
benefician directamente la internacionalización de las operaciones del
narcotráfico, permitiendo vincular a productores y consumidores, antes
separados por grandes distancias.
• la evolución del tráfico de drogas ha alcanzado zonas que en el período
anterior no entraban en el circuito.
El narcotráfico, asociado a otras organizaciones ilegales, se prepara para ser el
organizador de la economía global de algunos países.

Etapas de desarrollo extrínseco


Estas etapas se refieren a las relaciones del narcotráfico con el poder político.
Aclaramos previamente que la población indígena en los países andinos nunca fue
incorporada al Estado-nación moderno. No se dan en estos países todas las
condiciones que permitan hablar de Estado en sentido estricto y se explican las
dificultades para combatir el narcotráfico dado que las política antidroga carecen
de patrones inclusivos de las poblaciones indígenas.

1. Primera etapa o Etapa Premoderna: utilizamos este término dentro del campo
especifico de las relaciones entre narcotráfico y poder político sin referirnos al uso
que pueda tener en otros contextos. No hay relaciones con el poder político. Las
plantaciones de coca, en la medida en que forman parte de la cosmovisión andina,
no resultan del interés de las burguesías nacionales. En las décadas iniciales del
siglo XX, cuando se inicia la actividad del narcotráfico en América Latina, las
burguesías no demuestran ningún interés en elaborar políticas de combate. El
mercado consumidor y el aparato productivo aún no se han configurado.

2. Segunda etapa o Etapa Infraestructural: este término se refiere al


nacimiento y desarrollo de la estructura productiva de la droga. Se establecen las
primeras relaciones de producción en el narcotráfico. Desde el punto de vista
subjetivo el campesino indígena es corrompido y sometido a relaciones de
servidumbre por traficantes individuales sin cooperación burocrática entre si. Estas
relaciones de servidumbre se transformarán, cuando la producción aumente, en
una separación entre campesino productor y traficante, lo cual significa un avance
en las relaciones de producción, dado que el campesino se emancipa de la tierra y
puede cambiar la zona de cultivo frente a las persecuciones futuras. Esto también
le permite enfrentar la política de erradicación del cultivo de la etapa siguiente.
Desde un punto de vista objetivo comienza la relación entre coca y subdesarrollo,
dado que la coca suplanta las producciones tradicionales y se convierte en un
monocultivo en amplias zonas andinas por los grandes márgenes de ganancia
para el campesino. A esto se suma otro dato objetivo: la planta de coca puede
crecer prácticamente en cualquier suelo. Los grupos guerrilleros que operan en las
zonas de producción, actúan como operadores económicos de los campesinos,
sin tener ninguna asociación estable con el narcotráfico17. Pero las condiciones
objetivas (monocultivo de la coca, aumento de la ganancia de los campesinos) y
subjetivas (actuación de la guerrilla como agente comercial frente al narcotráfico)
crean el sustrato para la futura asociación entre ambos. Cuando la producción
crece y nace el complejo coca/cocaína, aún no se elaboran políticas globales de
combate al narcotráfico y su marco de referencia es estrictamente policial,
configurando una actividad marginal, ilegal y clandestina y operando en forma
dispersa y molecular. Los Estados están embarcados en la política de seguridad
nacional y en el conflicto este-oeste, por lo que el único enemigo para el que se
elaboran políticas es el “comunismo” .

3. Tercera etapa o Etapa Estructural: el término se refiere a un proceso en el


cual el narcotráfico forma una estructura de dominación, con una amplia jerarquía
social que abarca desde el campesino productor propietario, el indígena sometido
a un régimen de servidumbre, la estructura administrativa y militar media, los
pequeños jefes urbanos, los vendedores callejeros, los profesionales de los
laboratorios y los grandes dirigentes de los carteles. El narcotráfico reproduce en
su estructura productiva todas las relaciones de producción y propiedad de la
sociedad capitalista. Se establece definitivamente el vinculo producción-
narcotráfico y éste se transforma en una actividad comercial. Dado que el
narcotráfico sigue en cierto modo el modelo de desarrollo de cualquier rama de
producción capitalista, comienza a darse un fenómeno de alta concentración. Aquí
se da plenamente la separación entre productor y narcotráfico y se establece una
cadena económica (producción-tráfico) contratada entre partes “libres”. El
fenómeno del narcotráfico se traslada y se asienta principalmente en las ciudades,
dejando el control de las zonas productoras en manos subalternas. En los ‘80 se
abandonan las doctrinas de seguridad nacional y desaparece el eje de
contradicción este-oeste y la mayor parte de la energía de las nuevas democracias
está destinado a autosostenerse y desprenderse de los resabios de poder militar
que pueda quedar en ellos. Los grupos de narcotráfico comienzan a coordinarse
entre sí y amplían su dominación territorial entrando en conflicto con sectores
guerrilleros con los que finalmente pactan acuerdos. En este mismo período los
grupos guerrilleros abandonan (por causas que no explicaremos en este trabajo)
el objetivo de la “toma del poder” y actúan como brazo armado del narcotráfico.
Esto no significa el fin de los combates entre ambos pero éstos se circunscriben a
las áreas donde aún esté en discusión el control territorial. El cobro de impuestos
por parte de la guerrilla al narcotráfico (y a otros sectores sociales) explica su
supervivencia en la vida política de algunos países. En este período el narcotráfico
tiene relaciones crecientes con el poder político, pero aún son relaciones
puntuales ya que las alianzas no son permanentes y no involucran a instituciones
sino a personas. Pero el hecho de tener asegurado el control territorial plantea la
perspectiva de lanzarse al asalto del poder político en su conjunto.

4. Cuarta etapa o Etapa Superestructural: el narcotráfico encuentra justificación


en la propia existencia de los Estados y en el desarrollo del capitalismo de
economía abierta. A partir de los 90 se da un fenómeno nuevo: la desocupación
masiva y la marginalidad crean la base social para la transformación del
narcotráfico en narcoeconomía. Esto significa que el narcotráfico cumple funciones
estatales y da respuestas laborales, sociales y política a amplios sectores
poblacionales desplazados de la economía formal e informal, que no son
destinatarios de ninguna política pública del Estado. En el período anterior
veíamos al narcotráfico estableciendo alianzas con los políticos. Ahora nos
encontramos con que los Estados se han debilitado, se han retirado del control de
la actividad económica, han dejado de ser agentes productivos y económicos y los
controles del flujo mercantil han desaparecido18. Las economías latinoamericanas
crean áreas sociales de alto consumo y altamente internacionalizadas al mismo
tiempo que surgen bolsones crecientes de pobreza urbana. El narcotráfico ataca
todas estas estructuras al mismo tiempo:
• coopta el aparato estatal
• se aprovecha de los beneficios del libre tránsito de mercaderías e información
• organiza económica, social y militarmente a los excluidos extrayendo plusvalía
de la economía terciaria ilegal que representa.
En un marco internacional de economía globalizada el narcotráfico resulta ser la
más globalizada de las estructuras económicas19, ya que no se vincula en ningún
punto a estructuras nacionales o regionales (Estado, territorio, nación, población,
costumbres, historia). En este sentido el narcotráfico es una multinacional por
excelencia, altamente centralizada pero sin casa matriz. El salto del período
estructural al superestructural no fue gradual sino repentino. La débil economía de
los países latinoamericanos no podía resistir el embate de las mafias de la droga.
LA POLITICA ANTIDROGAS DE ESTADOS UNIDOS
Para poder ubicar al Mercosur en el panorama de la lucha continental contra el
narcotráfico haremos mención a los tratados y acuerdos que sobre el tema se han
tejido entre los países de A.L. y Estados Unidos y a los vaivenes de la política
antinarcóticos en la región. Introducimos este punto en nuestro análisis porque nos
permite conocer las tensas relaciones entre América Latina y Estados Unidos
sobre el tema y la cada vez menos clara comprensión de la política
norteamericana sobre el problema del narcotráfico. Esto permite que al mismo
tiempo que impulsa amplios procesos de integración al mercado mundial y a sus
regulaciones supranacionales (que favorecen el desarrollo del narcotráfico por la
via positiva y por la vía negativa, ya sea que expandan el comercio y las finanzas,
ya sea que produzcan exclusión social y desempleo de masas), presiona por la
adopción de políticas de combate al narcotráfico que no toman en cuenta la
vinculación entre narcotráfico y subdesarrollo. Las relaciones entre Estados
Unidos y América Latina alrededor del tema narcotráfico atraviesan por cuatro
etapas:

Hasta 1970: no hay cooperación formal en el combate al narcotráfico. En


1911/1912 se realizó la Primera Conferencia Internacional del Opio en La Haya.
Ningún país latinoamericano asistió a dicha conferencia, a pesar de la actividad
desarrollada por el gobierno norteamericano para garantizarla. En los años ‘20 la
mayoría de los países latinoamericanos adhirieron a la política establecida en la
Conferencia (intercambio de información) pero sólo formalmente. En 1924/1925 se
realizó la Conferencia del Opio en Ginebra y México, a pesar de no haber asistido,
fue el único país latinoamericano que sostuvo rígidas medidas de control, mientras
el resto se negó expresamente a aplicarlas. En compensación, México fue siempre
reticente a cualquier forma de vigilancia internacional sobre su política antidrogas.

1970: Empieza la asistencia técnica y financiera prevista en la Ley de Ayuda


Externa norteamericana de 1961. Bolivia recibe esa ayuda entre 1972 y 1980,
cuando se cancela a raíz del gobierno del general García Meza. Colombia y Perú
la reciben a partir de 1973. El eje de la política norteamericana en los ‘70 es la
firma de acuerdos bilaterales para combatir el narcotráfico en los que se promete
ayuda financiera a cambio de políticas gubernamentales de erradicación de los
cultivos de coca.

1980: es la década de la militarización y “americanización” de la política regional


antidrogas. El resto de los temas de la agenda política regional quedan
supeditados a la colaboración de los gobiernos con la política antidroga
norteamericana. En esta década los gobiernos latinoamericanos son más proclives
a intensificar la lucha contra el narcotráfico a la vez que marcan su prioridad: que
se reconozca la estrecha relación entre narcotráfico y desarrollo económico. La
creación en 1986 de la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas,
dependiente de la OEA, y la realización de la Convención de Viena en 1988,
implican el surgimiento de política multilaterales contra el narcotráfico. De todos
modos los programas que reciben más recursos y atención son los del ámbito
bilateral, dado que Estados Unidos privilegia los acuerdos que le permitan
presionar a los Estados nacionales, reemplazando la doctrina de seguridad
nacional por la consigna de lucha contra el narcotráfico.

1990: La lucha contra el narcotráfico queda a cargo del Departamento de Estado


que en 1991 captura la mayor parte de los 2.000 millones de dólares de
presupuesto para la erradicación de las drogas. Reconvierte parte de la industria
bélica para utilizarla en la lucha antidroga y evita la pérdida de poder por el
desmantelamiento del complejo industrial-militar subsiguiente al fin de la guerra
fría. La administración Clinton abandona la política de prohibición/interdicción de
Reagan y Bush que intentaba frenar el ingreso de drogas a los Estados Unidos a
través de las fronteras y favorece una política de desaliento a la producción en los
países de origen. Este cambio es muy criticado en el Congreso (con mayoría
republicana) y el gobierno retrocede parcialmente.
Lo cierto es que en la actualidad el presupuesto para perseguir el narcotráfico
dentro de Estados Unidos no llega al 25% del presupuesto destinado a la
erradicación de cultivos en los países de origen. En esta década la política
norteamericana, que siempre había atacado la oferta mediante la política de
interdicción, ataca la demanda, intentando reducir los niveles de consumo. La
década de los 90 encuentra a los Estados Unidos sin una política unitaria frente al
narcotráfico.

Déficits en la política norteamericana para América Latina


Al comenzar este punto afirmábamos que Estados Unidos tiene poca conciencia
de las raíces estructurales del narcotráfico. Señalaremos cuáles son los déficits de
la política global norteamericana sobre el tema: considera al narcotráfico una
actividad exclusivamente delictiva. Esto explica la insistencia en políticas policiales
o militares para solucionar el problema. no relaciona el narcotráfico con el
subdesarrollo de las economías regionales latinoamericanas20. Asi se entiende el
fracaso de la política de erradicación del cultivo de coca. sigue considerando que
Estados Unidos es el principal mercado de la droga de América Latina. El principal
centro proveedor de droga en los Estados Unidos comienza a estar en su propio
territorio, regenteado por la mafia mexicana y el cartel de Tijuana, el mayor
abastecedor de heroína del mundo. Las fronteras poblacionales de ambos países
se han diluido. La política de desalentar el consumo (una de las patas
ambivalentes de la política de la administración Clinton) y alentar los tratamientos
ha resultado ser efectiva pero no puede competir contra la gran cantidad de droga
en oferta. El desaliento del consumo no ha podido frenar el abaratamiento
creciente del precio de la droga21. EI gobierno norteamericano sigue considerando
a la droga como un problema latinoamericano. Al transformarse el narcotráfico en
una actividad económica mundial el eje de atención se traslada a Europa (un
mercado muy amplio con alto poder adquisitivo, en un proceso de integración
avanzado y con fronteras lábiles). Dado que el narcotráfico se ha asociado a nivel
mundial con otras actividades ilegales el eje conductor de cualquier probable
solución radica en remediar el principal déficit de los procesos de integración: la no
integración jurídica y policial, lo que explica en el caso del Mercosur la aplicación
de criterios de control del flujo de mercancías distinto en cada país (el caso
argentino es el más permisivo). El déficit principal (de acuerdo al marco teórico
explicado en este trabajo) es que Estados Unidos sigue considerando que la
problemática del narcotráfico está relacionada solamente con el consumo de
droga y no con la compleja red de relaciones sociales, políticas y económicas que
el narcotráfico conduce al establecerse en las economías latinoamericanas en los
‘90. Así sigue impulsando políticas que siguen el tránsito y consumo de droga sin
impulsar política globales que quiten al narcotráfico la catarata de posibilidades
que los procesos de modernización entregan en sus manos.

EL CASO ARGENTINO
En Argentina se dan varias configuraciones en cuanto al narcotráfico:
• En las zonas fronterizas con Bolivia se recurre al “bagayeo”22 (transporte
personal de droga) que surge como derrame de los cargamentos que se
dirigen al Litoral y Buenos Aires. Es este un mercado de tránsito que da origen
a un mercado de consumo. La misma situación se da en la frontera con
Paraguay, en cuyo caso el narcotráfico ha asentado una estructura más
compleja que va desde el consumo como derrame del tránsito hasta el lavado
de dinero23.
• En las grandes ciudades del interior el narcotráfico se asienta formando un
mercado de consumo.
• En el puerto de Buenos Aires se da el centro del mercado de tránsito como via
de destino hacia Europa de los grandes cargamentos provenientes de Bolivia y
Colombia24. Esto se ve ayudado por la Aduana que permite el paso por la “vía
verde” (sin control) de los contenedores provenientes de Colombia.
• En las villas del Gran Buenos Aires se establecen las “cocinas”, donde se
transforma la pasta base en cocaína apta para el consumo en laboratorios
domésticos25.
• En las zonas fronterizas con Paraguay (Triple Frontera) y en Buenos Aires se
asientan los centros principales de lavado de dinero, alrededor de centros
financieros reconvertidos (en Buenos Aires) o creados a tal efecto (Misiones).
Este proceso es ayudado por el vacío legal existente ante la falta de una Ley
de Lavado de dinero.
Este análisis reclama como lógica resultante la elaboración de políticas regionales
para el combate contra el narcotráfico; políticas que tengan en cuenta la utilización
que el narcotráfico hace de los procesos de modernización, aprovechando tanto
sus consecuencias negativas (exclusión, desempleo de masas, segregación de
base territorial) como sus consecuencias positivas (modernización, concentración
empresaria, aumento de los flujos comerciales, disminución de controles
aduaneros). La lucha contra el narcotráfico tendrá éxito si el proceso de
integración se acentúa y profundiza mediante la cooperación y compatibilización
jurídica y policial. De otro modo los beneficios derivados del incremento de los
flujos comerciales tendrán que convivir en un medio social agresivo, controlado
por economías ilegales supranacionales que traman su penetración en acuerdo
con poderes político nacionales, que al mismo tiempo que impulsan los procesos
de integración económica (modernos) se vinculan a estructuras ilegales que
regimentan los espacios territoriales que controlan (autoritarios). La dependencia
que algunos estados nacionales tienen respecto del producto bruto total (formal,
informal e ilegal) presiona negativamente contra las instituciones democráticas.

EL NARCOTRAFICO EN ARGENTINA

La Argentina ingresa en el esquema global del narcotráfico en la década del 90,


cuando el mismo ya ha adquirido jerarquía superestructural. Hasta entonces
Argentina era una vía de tránsito de droga hacia Europa de relativa importancia y
como mercado de consumo era prácticamente inexistente. Existen una serie de
factores que explican la ubicación argentina en la etapa superestructural del
narcotráfico:
1. La persistencia de una estructura armada ilegal heredada de la dictadura
militar que encuentra nuevos “contratos” para varios patrones: narcotráfico,
terrorismo internacional, tráfico de armas. La derrota política de este sector en
el levantamiento carapintada no significaría su desaparición sino su adaptación
a las condiciones de reproducción del capitalismo argentino.
2. La doble hiperinflación Alfonsín/Menem implicó a grandes rasgos un retorno al
estado de naturaleza con el resultado de un cambio excepcional en la
distribución de la renta nacional. Los fenómenos subsidiarios de la
hiperinflación fueron:
- la quiebra y posterior recambio de la estructura económica media y
pequeña lo que implica el surgimiento de una nueva alianza de poder
económico. La economía nacional se polariza entre grandes empresas muy
fuertes y pequeñas empresas muy débiles.
- nace una fuerte tendencia hacia la alta concentración económica, sobre
todo en el sector servicios.
- el desplazamiento de grandes sectores poblacionales hacia afuera de la
economía en forma definitiva.
3. El proceso de modernización iniciado por el gobierno de Menem significó un
modelo de reconversión del Estado cuyos principales beneficiarios fueron los
grandes grupos económicos. Algunos de ellos obtuvieron el control
hiperconcentrado de determinadas zonas de la estructura económica como es
el caso de todas las áreas que tengan que ver con el flujo de mercaderías:
aduanas, rutas, aeropuertos y correos. Se crea así un espacio físico y jurídico
por donde el narcotráfico puede circular libremente, aprovechando la
necesidad de dinamizar el flujo comercial internacional, intrarregional y
nacional ante la imposibilidad (material y jurídica) de mantener controles
aduaneros estrictos que, de efectuarse, frenarían la expansión comercial y
alejarían las inversiones.
Por otro lado los fenómenos de la exclusión social y la desocupación, también
derivados del proceso de modernización, dotarían permanentemente de mano
de obra al narcotráfico y éste actuaría como un organizador social de los
excluidos, reemplazando la ajenidad del Estado por nuevos factores de
identidad y pertenencia, en competencia con otros actores.
Estos tres procesos nos permiten ubicar a la Argentina en el escalón
superestructural de la jerarquía narcoeconómica,
En la división internacional del trabajo ilegal nuestro país cumple tres tareas:
- País de tránsito: sigue siendo una de las vías preferidas de salida de
cargamentos hacia Europa. La legislación aduanera facilita el cumplimiento
de esta función.
- País proveedor de insumos: Argentina es uno de los principales
proveedores de insumos para laboratorio con destino a la producción de
cocaína.
- País de lavado de dinero: un sistema bancario permisivo en pos del ingreso
rápido de capitales aunado a la ausencia de una ley que penalice el lavado
de dinero configuran el marco material para la circulación de dinero
proveniente del narcotráfico en la economía argentina.
Como país de consumo Argentina no pertenece a la división internacional del
trabajo ilegal. No es mercado de destino para ninguno de los carteles
internacionales de droga.
El abastecimiento de droga se realiza por dos vías:
1. productores menores de Bolivia y Paraguay introducen droga a través de la
frontera mediante mecanismos totalmente caídos en desuso para el
narcotráfico internacional.
2. producto del decomiso y la corrupción judicial y policial, cuya distribución
estaría regenteada por las autoridades políticas.
Dado el carácter nacional del consumo de drogas los organismos represivos
internacionales son signatarios tácitos de un acuerdo de tolerancia.
Este doble funcionamiento del narcotráfico en Argentina la sitúa como un
operador peculiar en la división internacional del trabajo ilegal.
Durante el período que denominaremos nacional, el narcotráfico se ha
desarrollado en la Argentina de acuerdo a las siguientes características:
- dentro del Estado ha surgido una estructura sin vinculaciones externas.
Esta superestructura delictiva no cumple ninguna función económica en la
división internacional del trabajo ilegal. Su principal objetivo en relación al
narcotráfico parece ser la protección, tolerancia u organización del
surgimiento de mercados internos de consumo a cuyos beneficios se ligan
directamente.
- no se cumple el principio de separación funcional entre Estado y
narcotráfico. El narcotráfico no coopta el aparato estatal como en Rusia o
Colombia. El proceso es inverso ya que sectores del Estado organizan el
narcotráfico como fuente de recursos particular.
Podríamos clasificar la actuación de estos “nichos” del Estado en tres niveles:
- en el nivel alto han cooperado en la implementación de un modelo de
modernización que resultó en el surgimiento de un gran sector de exclusión
social y otro sector incluido con alta capacidad de consumo. Al mismo
tiempo siguen actuando de facilitadores para los grandes grupos
económicos y la economía ilegal mientras incorporan a la Argentina en la
nueva división internacional del trabajo, como receptor de capitales.
- en el nivel medio, sectores de la Policía y de los gobiernos provinciales han
organizado a los excluidos y regentean la actividad del narcotráfico. En este
nivel es donde se desarrolla plenamente el mercado de consumo.
- en el nivel bajo (Municipios) los gobiernos locales sellan acuerdos con el
narcotráfico aprovechando la difusión generada por la Reforma Policial. Al
mismo tiempo los sectores sociales amenazados de exclusión impulsan
formas de reorganización y control social que actúan en sentido inverso a
los procesos anteriores.
Cuando hablamos de nivel alto nos referimos al nivel ejecutivo nacional, el
nivel medio se refiere a estructuras estatales no ejecutivas (nacionales) o
ejecutivas provinciales y el nivel bajo se refiere a los niveles municipales.
Estos tres niveles no actúan en forma congruente y llevan adelante frecuentes
conflictos que se manifiestan de distintas maneras:
- dentro del nivel alto se han producido algunas divisiones políticas y
denuncias judiciales sobre las mafias que actúan en el poder (Cavallo,
Beliz). Pero nunca el narcotráfico fue denunciado en este nivel como
“problema de Estado”.
- la reforma de la Policía bonaerense es un intento por parte del nivel alto de
retomar el control político sobre el nivel medio y evitar posibles conflictos
entre poderes paralelos. El narcotráfico no fue particularmente afectado,
aunque sí otras actividades ilegales (juego clandestino, cadena de cobros
hacia los “porongas”26, protección a la prostitución). Las consecuencias de
esta reforma parecen haber ayudado al incremento de la inseguridad y la
delincuencia27.
- en el nivel bajo se producen conflictos hacia adentro y hacia arriba por la
falta de presupuesto y capacidad de respuesta frente a los reclamos
vecinales. Por otro lado hay graves conflictos entre Ejecutivo y Legislativo
municipales por las denuncias de corrupción en contrataciones de servicios
y personal, licitaciones, instalación de hipermercados, etc.28 En este nivel la
lucha contra el narcotráfico no parece formar parte de las demandas
cotidianas de la población.
A pesar de estos roces la principal fricción se da en el seno de la sociedad:
- en este marco de análisis los fenómenos de delincuencia masiva que
asolan las ciudades serían un enfrentamiento entre excluidos (organizados)
contra incluidos (desorganizados). La lógica individual de los incluidos se
encuentra desarmada frente a la lógica solidaria de los excluidos.
- los cortes de ruta y las movilizaciones por reclamos puntuales y específicos
(víctimas de tránsito, enfermos de SIDA, violencia policial), representan una
nueva forma (no legal y violenta en muchos casos) de presentación de
demandas de aquellos que sufren alguna forma de exclusión (falta de
justicia, falta de cumplimiento de políticas públicas, ausencia de
mecanismos de control) o están cerca de quedar definitivamente excluidos.
- las elecciones de 1997 y las de 1999 se han convertido en un fuerte recurso
de presión de la sociedad sobre el Estado. La derrota de Eduardo Duhalde
y del menemismo en ambas elecciones reflejan un sentimiento de rechazo
colectivo (aunque no una caída del control político sobre la exclusión).
Como vemos, hay una dicotomía entre Estado y sociedad. La sociedad tiene
conflictos internos y demandas contra el Estado y éste sólo rota alrededor de sí
mismo. En este contexto en que el Estado se muestra altamente inmune a las
contradicciones generadas, entre otros, por el narcotráfico, la sociedad se
desgarra en una lucha social por garantizar su participación en la renta
nacional.

Para poder adentrarnos en el estudio de la narcoeconomía debemos


profundizar el estudio de los cambios producidos en la modernización
argentina posteriores a su formulación inicial (privatizaciones, reforma del
Estado) y el nuevo rol de los actores sociales vinculados a ella (burguesía
internacionalizada). Estos cambios permiten ubicar a la Argentina en la etapa
internacional.
Esto es así porque la formulación inicial de la modernización estableció las
bases para la construcción de la estructura narcoeconómica pero las
posteriores adecuaciones y acelerados cambios de las condiciones de
desarrollo del capitalismo argentino, que pasó de ser protegido por el Estado a
intentar competir en el mercado internacional, implican simétricos cambios en
las pautas de desarrollo de la narcoeconomía, dado que los actores sociales
protagonistas de ambos procesos, que en un momento inicial estaban
diferenciados, ahora se encuentran unificados.
La gran burguesía argentina va perdiendo aceleradamente su carácter de clase
dominante para transformarse en clase parasitaria a través de la venta de sus
paquetes accionarios a la burguesía extranjera. La industria de la alimentación
fue pionera en esta transformación. A esto se suman las ventas, liquidaciones
y fusiones en el sector bancario, el desprendimiento de empresas por parte de
los grandes grupos empresarios (Pérez Companc, Soldati) y el proceso de
concentración en los medios de comunicación (CEI). Esto es el resultado del
impacto local de un gran proceso de acomodamiento que se está dando a nivel
mundial con las megafusiones.
Podría suponerse que este amplio proceso de ventas acentúa la tendencia de
la economía argentina hacia la inserción en el proceso de globalización
mundial. Pero está sucediendo exactamente lo contrario. En un primer
momento, la modernización subsidiada supuso un salto en el proceso de
internacionalización de un sector pequeño pero fuerte de la burguesía
argentina. Estas empresas que habían vivido y crecido al amparo del Estado,
utilizaron el ajuste del mismo para expandirse hacia afuera, dejando de ser
parasitarias del mercado interno para pasar a competir en el mercado mundial.
Este proceso comienza a invertirse en la medida en que la burguesía mundial
penetra en forma directa la estructura empresarial argentina. Un proceso de
modernización que engañosamente parecía transformar a la Argentina en
centro de expansión, se revierte hacia una posición realista que coloca a la
Argentina en la periferia de la expansión globalizante del centro.
Estas empresas sólo pudieron nacer, crecer y desarrollarse a la sombra del
Estado, aún cuando en su expansión debieron asistir a la desaparición del que
fuera el “facilitador” de su crecimiento.
Una vez que el Estado deja de ser causa necesaria de nuevos procesos de
expansión, la cultura crónicamente no competitiva de nuestra burguesía
deduce la imposibilidad de reproducir nuevas ganancias.
La nueva cultura política que sustenta este sector no se asienta sobre la
defensa de intereses generales de clase, atados a la propiedad de los medios
de producción; no remite a una clase con sentido sistémico, sino a intereses
particulares que sostienen una cultura de tipo personalista, ideal, abstracta,
autoritaria y excluyente. La satisfacción de la seguridad y el alto consumo, las
dos prioridades básicas de este sector, implica la regimentación y feudalización
de las relaciones sociales. Aquí el principio de segregación de base territorial
encuentra una justificación material para ingresar a un proceso consciente de
guerra social y escapar de la inacción del primer momento.
La venta de los paquetes accionarios supone el ingreso de nuevos actores en
el pacto de dominación ya que grandes grupos de inversionistas desembarcan
en Argentina encarando proyectos vinculados a la construcción de grandes
emprendimientos o a la compra de grupos empresarios, constituyendo
economías de enclave en territorio argentino. Surge un proceso dual donde
conviven una economía nacional con grandes dificultades de sobrevivencia y
enclaves económicos que reproducen las pautas económicas del centro
mundial. Como componente de este segundo sector podemos hallar al
narcotráfico externo.
Esto significa que el narcotráfico vincula externamente a la Argentina como
destinatario de las grandes masas de dinero que maneja en el mundo al mismo
tiempo que ha acentuado las características de país de tránsito sin controles.
El mercado de consumo parece haber tocado su techo de desarrollo. Esto
explica la imposibilidad de atacar la jerarquía del narcotráfico buscándolo en el
mercado de consumo, ya que se están aún delimitando los dominios
territoriales, la estructura es diseminada y los carteles de consumo no existen.
La internacionalización de la Argentina en la división internacional del
narcotráfico ha hecho que la relación del poder político con el mismo se haya
tornado más difusa y menos dependiente del mercado interno.

Nos queda por ver cómo funciona en la realidad el narcotráfico en la Argentina,


ciñéndonos al modelo teórico que hemos venido explicando hasta aquí.
Habíamos afirmado que la exclusión social y el desempleo de masas volcaban
al mercado ilegal del narcotráfico una cantidad de mano de obra desesperada
por encontrar salida a su situación terminal. Allí donde se da la vinculación
exclusión-desempleo-narcotráfico, el mapa social resultante no es
automáticamente igual en todos los casos. Hay otras variables a tener en
cuenta a la hora de establecer el cuadro de situación concreto.
Estas variables son las condiciones de relevancia (ubicación geográfica, plaza
financiera, población) que al cruzarse con el narcotráfico permiten la existencia
del mismo en territorio argentino, ya que estas condiciones pueden ser
modificadas por la intervención del Estado sin que el proceso de
modernización subsidiada se vea afectado.
Cuando hablamos de variables de existencia nos referimos a una serie de
condiciones que actúan en una doble vertiente: por un lado el narcotráfico no
podría existir si esas variables no estuviesen en funcionamiento; por otro lado
el Estado nacional no se vería afectado mayormente en sus atribuciones y
características si esas variables desapareciesen.
Estas variables son:
- existencia de localidades fronterizas con escaso control sobre la circulación
de mercaderías, incluidas en la categoría de “fronteras móviles”.
- el asentamiento de plazas financieras en el interior del país que no parecen
corresponder a un movimiento económico real en la zona.
- la radicación de grandes masas de exclusión social en las grandes
ciudades.
- la permanencia de altos grados de movilización y participación en algunas
localidades con tradición sindical.
Aplicando estas variables al análisis del mercado interno nos encontramos con
las siguientes zonas:
- en las localidades fronterizas con Bolivia y Paraguay el narcotráfico es
esencialmente una actividad minorista subsidiaria del tránsito de cocaína
(en el caso de Bolivia) y marihuana (en el caso de Paraguay) a Buenos
Aires alrededor del cual se va configurando un mercado de consumo. En
nuestro análisis sobre el caso de Salvador Mazza delineamos las
características peculiares del narcotráfico en estas zonas. En estos casos
es tal la legitimidad social del narcotráfico que sus relaciones con el poder
político “parecen” casi nulas. Aquí se cumple plenamente la función del
narcotráfico como organizador social y emulador del Estado.
- otra situación se da en las villas del Gran Buenos Aires donde se conjugan
la actividad minorista con la transformación de la pasta base en cocaína
apta para el consumo. En esta caso se dan las características más feroces
del régimen de acumulación ilegal y los contactos con el poder político son
más firmes.
- en otras zonas de Buenos Aires y las grandes ciudades (Mendoza, Rosario,
Tucumán, Córdoba) predomina la configuración de un mercado
exclusivamente de consumo en manos de pequeños traficantes que son el
objeto principal de represión por parte de las autoridades policiales. En este
caso comienza a haber un sensible grado de legitimidad social hacia el
narcotráfico y un parcial rechazo por parte del poder político. Esto es así
porque el mercado de consumo tiene a la población como condición de
relevancia. La exclusión social entrega al sistema económico ilegal
contingentes crecientemente numerosos de mano de obra que presionan
sobre la diseminación de la estructura de consumo. Esto otorga legitimidad
social al narcotráfico pero el mercado que se organiza resulta débil tanto
económica como políticamente porque el producto bruto resultante es bajo
y la diseminación atenta contra la formación de carteles fuertes que puedan
establecer acuerdos sólidos con el poder político.
- hay zonas del interior del país donde la existencia de alto desempleo y
exclusión no parece haber dado lugar al asentamiento del narcotráfico. Esto
es así porque la tradición sindical reivindicativa ha podido demorar su
penetración. Esto no quiere decir que el narcotráfico no se haya asentado
en estas poblaciones a través de la presión sobre el consumo; sólo
afirmamos que la alta capacidad social de demanda no permite al
narcotráfico contar abiertamente con el aval del poder político.
- al mismo tiempo se van configurando zonas de lavado de dinero allí donde
existen plazas financieras fuertes. Así sucede en Misiones (construida “llave
en mano”)29 y Buenos Aires (por la inacción del Banco Central)30. Con este
proceso colabora la falta de sanción de una ley de lavado de dinero.

En lo que respecta al mercado externo, el más importante en la


narcoeconomía, nuestro análisis teórico lo hacía depender del proceso de
modernización argentino como factor inicial del régimen de acumulación ilegal.
Al revés de lo que sucede en el mercado interno, el narcotráfico es subsidiario
del proceso de modernización argentino. No es la presión del narcotráfico la
que configura las características de la modernización, sino que ésta fue
diseñada para servir (entre otros) a los intereses del narcotráfico.
LINKAGE ENTRE ECONOMÍA ILEGAL Y ECONOMÍA LEGAL
La liberación de las fuerzas del mercado han inintencionadamente favorecido y
facilitado no sólo la actividad económica legal, sino también la actividad
económica ilegal. Parte del problema reside en el hecho de que los mercados
legales e ilegales están crecientemente ligados. La lógica de la teoría
económica liberal es, después de todo, que el Estado se adecúe a los dictados
del mercado. Aunque ilegal, la narcoeconomía debería ser vista como parte de
este proceso. La economía neoclásica sugiere que los países deben
especializarse en aquellas exportaciones en las cuales gozan de una ventaja
comparativa31. Para muchos países esto significa que la exportación ilegal de
drogas se ha constituido en un nicho de mercado. Por lo tanto el tráfico de
drogas debe ser visto primariamente como una actividad económica que en
estos momentos se encuentra más ligada que desvinculada de la economía
legal.
En nuestro esfuerzo por estudiar las vinculaciones entre el proceso de
modernización argentino y el desarrollo del narcotráfico nos concentramos más
en la faz económica del problema. De este modo enfocamos la causa del
proceso mientras que la faz social resalta el estudio de las consecuencias.
Muchas actividades criminales no son más que acumulación primitiva, como lo
hicieron los capitalistas americanos del siglo XIX.
En el vocabulario de referencia al narcotráfico se utiliza habitualmente el
término “crimen organizado” o “mafia” sin que la realidad pareciera adecuarse
exactamente a lo que esas palabras significan. Tal cual parece estar delineada
la actividad del narcotráfico se puede hablar de “crimen desorganizado” o de
“entrepreneurs” privados32. En el caso argentino, donde no encontramos aún la
existencia de carteles consolidados, la multitud de organizaciones también nos
indica una estrecha relación entre economía legal e ilegal. Por lo tanto también
es necesario elaborar una clasificación de los tipos de crímenes económicos:33
• Crímenes predatorios: en ellos es primordial el uso de la violencia física
(robos, secuestros, etc.). La actividad de los mismos no tiene impacto sobre
el Producto Bruto Interno ya que son redistribución de riqueza ya existente.
• Crímenes empresarios: implican la producción y distribución de nuevos
servicios y bienes ilegales. Estas actividades tienen un impacto positivo en
el Producto Bruto Interno.
• Crímenes comerciales: se refiere a la utilización de métodos ilegales para
la producción o distribución de bienes legales. Ya que estas prácticas
comerciales podrían volverse legales también se trata de una cuestión de
redistribución de riqueza existente.
• Crímenes corporativos: se refiere al impacto indirecto (ecológico o
político) de una actividad enteramente legal. La comparación entre el
aumento del Producto Bruto Interno inicial debe contrabalancearse con los
gastos derivados de los daños finales del proceso (daño ecológico, gastos
en salud, etc.).
El narcotráfico entra en la categoría de crímenes empresarios. En éstos el acto
básico es ilegal (producción y venta) pero el método no lo es ya que se trata de
un intercambio voluntario de mercado. Las implicaciones fiscales son ambiguas
ya que la evasión de impuestos inicial se legaliza mediante el lavado de dinero
y el posterior ingreso al circuito monetario mediante la conversión en sujeto
tributario.
Desde este punto de vista el lavado de dinero legaliza el dinero ilegal e ingresa
las ganancias al circuito financiero y lo convierte en capital de inversión. Lo
mismo sucede con el tránsito de droga que se realiza a través de distintas
empresas comercializadoras y de comercio exterior. La economía de la
modernización establece entonces estrechos vínculos con la narcoeconomía.
Las pautas de liberalización del mercado establecidas por el modelo neoclásico
impulsan, sin quererlo, la expansión del narcotráfico. La participación del
Estado como regulador y órgano de control del proceso no es en la Argentina
tan inocente como la teoría permite suponer.
La estrecha vinculación entre economía legal e ilegal que vemos en el tránsito
de droga y en el lavado de dinero no es tal cuando analizamos el mercado de
consumo. Si bien el consumo surge por “efecto derrame” del tránsito, su
componente social y político es mayor porque necesita conformar una
estructura para-estatal interna para poder establecerse. Esto significa anudar
pactos con las fuerzas políticas y policiales para consensuar el reparto de
influencias y beneficios.
De todos modos la faz económica del mercado de consumo cumple todas las
leyes de funcionamiento de los “entrepreneurs” privados. Los crímenes
predatorios generalmente conexos al establecimiento del mercado de consumo
tienen que ver con su faz social y política. Una vez logrado el control territorial
los crímenes predatorios conexos tienden a desaparecer.

ESTUDIO DE CASOS

1. Salvador Mazza
El 18 de septiembre de 1998 fueron asesinados los gendarmes Mario Adrián
Reynoso y Leocadio Salto en la localidad de Salvador Mazza, en la provincia de
Salta. Esta ciudad de 18.000 habitantes y 17.000 automóviles es fronteriza con
Bolivia de la que la separan una quebrada y el cauce seco de un arroyo. La
principal fuente de ingresos de la población era hasta hace unos años el trabajo en
YPF, pero tras la privatización la empresa cesó las actividades en la zona. En las
actualidad la principal actividad es el “bagayeo” o sea el traslado de cocaína por el
sistema de “mulas” a través de la frontera.
Según declara Jorge Silisque, (ex director de Drogas Peligrosas de la Provincia de
Salta) “Argentina sigue siendo una ruta alternativa para el tráfico de drogas. Lo
explotan pequeñas empresas de traficantes que no tienen acceso a las rutas
importantes”.
La combinación de desempleo y narcotráfico está destruyendo el tejido social dela
ciudad. La actuación del Estado se torna exclusivamente represiva ya que en el
cuartel de Gendarmería opera una nueva unidad de elite, UELCON (Unidad
Especial de Lucha contra el Narcotráfico). El intendente de Salvador Mazza,
Francisco Ibañez, expresa su deseo de que “el gobierno nacional o provincial se
acerquen a la frontera con programas de prevención y alternativas laborales para
evitar que los jóvenes de la ciudad caigan en la tentación de entrar en el negocio
del narcotráfico”.
La exclusión social, favorecida por la localización fronteriza y el desempleo,
construyen el contexto necesario para el establecimiento de la narcoeconomía.
Con estos elementos el narcotráfico encuentra posibilidad de transformarse en
organizador y legitimador social, cumpliendo funciones estatales: da trabajo,
garantiza ingresos superiores a los normales, construye una cultura política y
social, administra justicia, etc. El caso de Salvador Mazza muestra en el terreno de
los hechos el momento en que el narcotráfico se transforma en uno de los
principales factores de identificación de la población. Esto permite un régimen
político de alta legitimidad social y bajo nivel de represión interna.

2. La triple frontera
Esta zona concentra geográficamente tres ciudades: Foz de Iguazú (Brasil),
Ciudazd del Este (Paraguay) y Puerto Iguazú (Argentina). Este triángulo opera
como polo central de una red de pequeñas localidades que se encuentran en su
área de influencia económica (Cascavel en Brasil, Pedro Juan Caballero y Juan
Bado en Paraguay, Posadas en Argentina).
En la Triple Frontera se conforma un trípode bancario-financiero que llegó a lavar
10 mil millones de dólares en menos de dos años según resulta de una
investigación de la justicia de Brasil. Las maniobras de lavado de dinero se
realizaban de una manera sumamente prolija con la inestimable colaboración de
banqueros de ambos lados de la frontera. Los bancos lavadores conformaron
parejas para facilitar las transacciones. El Banco de Minas Gerais operaba con el
Banco Integración de Paraguay; el Banco del Estado de Paraná con el Banco de
Paraguay; el Banco Araucaria de Brasil con el Banco de Integración y el Banco
Amanbay de Paraguay con el de Minas Gerais. A su vez el Banco Araucaria
transfería fondos lavados al Banco del Estado de Paraná. Para estas
transacciones los bancos brasileños utilizaban una cuenta especial (CCS)
habilitada por el gobierno de Brasil para agilizar las operaciones de comercio
exterior, especialmente con Ciudad del Este. El dinero se trasladaba de Paraguay
a Brasil en camiones blindados que ante la ceguera de las autoridades aduaneras
circulaban por las noches escoltados por automóviles armados. El rol subordinado
de Puerto Iguazú en la Triple Frontera (por tratarse de una localidad pequeña ante
la magnitud de Ciudad del Este y Foz de Iguazú) intentó ser compensado
mediante la creación de un sistema financiero acorde al flujo de dinero en la zona
y, pese a la recesión argentina (post 1995), en dos años las instituciones
bancarias pasaron de 6 a 17 en Posadas. Durante la gestión justicialista de Julio
César Humada se proyectó la creación de un sistema bancario “off shore” en
Puerto Iguazú para establecer una zona franca para el dinero circulante en la
Triple Frontera. Junto con esto se construiría en la zona de Cataratas un complejo
turístico de cinco estrellas, un casino y un parque de diversiones. Detrás de esta
iniciativa figuraban Héctor Villalón y Emilio Jajan, el primero fue detenido en 1991
en Florida acusado de lavar narcodólares; Villalón se refugió en los Emitatos
Arabes cuando la DEA comenzó a investigar el proyecto turístico de las Cataratas.
El panorama de la Triple Frontera visto desde el lado argentino se completa con el
uso que hace el narcotráfico de la mano de obra empobrecida que abunda en los
barrios de Libertad y Villa Nueva en Puerto Iguazú. Al parecer el régimen político
del narcotráfico en Puerto Iguazú es sumamente violento, quizás por la debilidad
frente a las jerarquías organizadas de sus vecinos.

3. Las villas de las grandes ciudades


Algunas villas y barrios pobres (en Capital, Gran Buenos Aires y Rosario) se han
convertido en laboratorios de transformación de pasta base en cocaína apta para
el consumo y en bocas de expendio.
La cocaína de las villas es más barata y por eso se la compra para revenderla.
Algunas de estas villas son: Villa Corina, en Avellaneda; Fuerte Apache (Barrio
Ejército de los Andes) en Ciudadela Norte; Villa Pineral, en Tres de Febrero; Villa
Carlos Gardel en Haedo; Villa La Cava en San Isidro; Villa la Cárcova en San
Martín.
Estos barrios, antes de transformarse en territorio narco durante el trascurso de la
década del 90 eran barrios obreros que nucleaban a trabajadores de las grandes
plantas de la zona. Villa Corina nucleaba a los trabajadores de Sasetru, cerrada en
época de Martínez de Hoz. Fuerte Apache era un núcleo habitacional obrero
construido por el Banco Hipotecario Nacional a 30 años de plazo de pago; la Villa
Carlos Gardel recogió la desocupación producida por el cierre de la Cantábrica
(5.000 obreros) y del cordón industrial de Avenida Vergara (Calsa, Cidec, etc.).
El narcotráfico no ejerce control territorial absoluto sobre toda la villa sino que
establece en un sector de ella una “zona liberada” bajo control estricto y sobre el
resto ejerce un sistema de dominación basado en el intercambio de sobrevivencia
global por consentimiento, imitando el rol del Estado.
La actuación policial es periférica a las “zonas liberadas” y sus “razzias” jamás
chocan contra el narcotráfico en forma directa no logrando conformar una
estrategia de lucha. Varios factores conspiran contra un accionar policial
políticamente efectivo destacándose como primero de ellos los pactos
establecidos entre el narcotráfico y las intendencias locales. A esto se suma la
reforma efectuada en la Policía de la Provincia que ha suplantado el pacto general
establecido con el narcotráfico por la inexistencia de políticas alternativas de
eliminación. Esto ha producido una catarata de consecuencias funestas:
incoordinación de la estructura policial dividida ahora en departamentos
regionales, reemplazo de la vieja cadena de cobro de los “porongas” por redes
improvisadas de cobros zonales, ascenso de una nueva camada intermedia de
corrupción policial diseminada en la estructura, expansión hacia afuera de la
delincuencia ante la desaparición del control interno preexistente, etc.
El proceso de penetración de los narcos en las villas viene acompañado por la
desaparición de las formas organizativas clásicas de los barrios pobres del Gran
Buenos Aires; juntas vecinales, delegados, partidos políticos de izquierda.
Por otro lado ya no es vigente el principio de que quien trafica no consume. En
estos últimos eslabones de la estructura productiva, la transformación de la pasta
base en droga para el consumo implica la apropiación de parte de lo producido
para venta y consumo personal.

4. Cutral-Có
La mitad de los habitantes de la ciudad están desocupados. De los 50 mil obreros
que tenía YPF quedaron cinco mil. En Neuquén eran 12.000 y quedaron 360 entre
ingenieros y obreros calificados. De los 2.000 operarios que tenía Gas del Estado
antes de la privatización, la empresa Camuzzi-Gas del Sur sólo retuvo a 10.
La otra mitad de la población recibe subsidios de los Planes Trabajar I y Trabajar II
Nueva Renovación, creados por decreto por el gobierno provincial, cuando la
presión social estalló en piquetes que cortaron las rutas. Los trabajos consisten en
barrer las escasas plazas de la ciudad y plantar pinos.
Las indemnizaciones recibidas tras los despidos calmaron la angustia de la
desocupación en un comienzo y en el año 1993 el gobierno autorizó la instalación
de 500 locales comerciales en sólo seis meses. Pero no duraron mucho.
A pesar de una decadencia social favorable a la implantación del narcotráfico, el
alto grado de movilización y participación impide su penetración ya que el Estado
debe hacerse necesariamente presente para responder a las demandas
planteadas por los “piqueteros”.

5. Informes del gobierno norteamericano


En septiembre de 1998 el gobierno norteamericano entregó a la Cancillería
argentina un informe sobre el tráfico de drogas en Argentina. En el mismo se
advertía sobre el incremento notorio del tránsito de drogas por nuestro territorio
con destino a Europa y Estados Unidos. También pronosticaba que el rol de
Argentina como país de tránsito sería creciente en breve lapso.
El informe puntualizaba cuatro cuestiones: 1. que el tránsito se realiza
preferentemente por vías comerciales normales abandonando el sistema de
“mulas” (correo humano). 2. Argentina carece de una estrategia de control sobre la
hidrovía Paraguay-Paraná. 3. Se menciona el problema de la falta de
centralización de la lucha contra el narcotráfico. 4. Se advierte sobre la vinculación
necesaria entre la categoría de país de tránsito y el surgimiento de la categoría de
país de consumo.
En los días en que se entregaba este informe se desató una polémica entre los
jueces en lo Penal Económico y el titular de la AFIP, Carlos Silvani, sobre el
control del narcotráfico en el aeropuerto de Ezeiza. También presentó su renuncia
el comisario Juan Carlos Raffaini, jefe de la Superintendencia de Drogas
Peligrosas de la Policía Federal Argentina.
Este informe del gobierno norteamericano es otro factor de presión sobre el
gobierno argentino y en él se dan todos los factores que se mencionan en este
trabajo. Al informe norteamericano se sumaron las quejas de la Embajada de Italia
exigiendo medidas de control sobre la asociación de los narcos argentinos con la
Cosa Nostra italiana. Evidentemente son muchos los controles que se manifiestan
como inexistentes: en la hidrovía, en la relación con la Cosa Nostra, en la Aduana
sobre los contenedores y en el lavado de dinero.

6. Venta de armas
Este caso en el cual se encuentran investigados e involucrados varios ministros
del Poder Ejecutivo Nacional se vincula con el narcotráfico porque el dinero
surgido de las comisiones pagadas por la venta de armas fue depositado en la
cuenta Daforel, propiedad de Emir Yoma y también relacionada con las
operaciones de Alfredo Yabrán. La financiera Multicambio, propiedad de Pedro
Stierr, era quien manejaba la cuenta Daforel. Esta financiera operaba con dos
bancos: el MTB Bank (primer destino de los depósitos de Palleros a la cuenta
Daforel) y el National Republik Bank of New York (propiedad de Edmond Safra, tío
de Raimundo Shayo, el otro socio de Multicambio). Ambos bancos tienen en sus
orígenes accionistas que pertenecieron al desaparecido BCCI de Gaith Pharaon y
son investigados por la Justicia como potenciales lavadores de dinero. El National
Republik, a pesar de no tener autorización del Banco Central para operar en el
país y de haber sido acusado por la DEA y por el gobierno suizo de lavar dinero
del narcotráfico, sigue manteniendo su representación en Córdoba y Florida. El
grupo Safra está actualmente radicado en Brasil.
De este modo el dinero surgido de la venta de armas fue lavado apelando a la
estructura financiera del narcotráfico ayudado por la actitud permisiva del Banco
Central.

7. El vacío legal
Este vacío se refiere a la falta de una ley sobre lavado de dinero y a la ausencia
de legislación sobre la figura del informante. Hay varios proyectos presentados
para la sanción de una ley sobre el lavado de dinero pero el debate se sigue
postergando. Desde el punto de vista policial este instrumento legal ese
indispensable para poder encarar con perspectivas de éxito una lucha contra el
narcotráfico ya que corta el circuito ilegal en su punto nodal.
Careciendo de ese instrumento la actuación policial se reduce a la detención de
traficantes menores que actúan con alto grado de exposición y riesgo ya que su
capacidad de cobertura es inferior y el control territorial está en constante disputa.
Desde nuestro punto de vista es improbable la sanción de una ley que realmente
dote a la policía de una herramienta eficaz contra el lavado de dinero. Hay tres
situaciones que explican esta imposibilidad: en el caso del dinero proveniente del
exterior a través de inversiones en activos físicos la sanción de una ley provocaría
el desvío de estos fondos hacia mercados menos controlados. En el caso del
lavado de dinero proveniente del consumo interno existen las presiones
provinciales para la no disolución de las plazas financieras recientes. En el caso
del dinero proveniente del tránsito hacia el exterior hay una doble barrera ya que el
control de los contenedores colombianos, pasando de la vía verde a la roja,
detendría el flujo por Buenos Aires y la ley de lavado de dinero quitaría liquidez a
la plaza porteña. Visto así, una ley de lavado de dinero sólo eliminaría el
narcotráfico minorista pero los carteles no se verían afectados y podrían
expandirse suplantando la competencia diseminada. Hay que agregar que las
consecuencias negativas del modelo de modernización subsidiada presionan
intensamente para que el narcotráfico se siga reproduciendo como régimen de
acumulación.
Es entendible el punto de vista policial si la ley de lavado de dinero se plantea
como una opción de todo o nada. Provocaría el abandono de la Argentina en
busca de mercados más permisivos pero al mismo tiempo alejaría una masa de
inversiones que el poder político quiere proteger. Esta disyuntiva es el trasfondo
de la demora en el tratamiento de los proyectos de ley.
En cuanto a la Ley del Informante obra como antecedente la ley 23.737, reformada
en 1995 y conocida como Régimen Legal de Estupefacientes. Allí se incorporó las
figuras del denunciante anónimo, agente encubierto, arrepentido y testigo
protegido. Pero la figura del informante quedó afuera. Hay un proyecto que espera
sanción del Senado. La Policía Federal nos comentó que en Alemania se puede
pagar hasta un millón de dólares a un informante sin necesidad de autorización
extrapolicial. Esta ley es decisiva para que la Policía pueda encarar
investigaciones que intenten desanudar las grandes mafias del narcotráfico.
Nuestra postura general ante el vacío legal es que la sanción de ambas leyes no
alcanzaría para eliminar el narcotráfico dado que éste, según nuestro marco
teórico, no es atacable mediante mecanismos exclusivos de índole jurídico-policial
ya que el incremento del narcotráfico es un derivado de un proceso global.

8. Aduanas
En la Cámara de Diputados se sospecha que en el puerto de Buenos Aires existe
un “corredor libre” que facilita el ingreso de drogas al país por la falta de controles
aduaneros.
En consonancia con esto la DEA norteamericana afirma que “Argentina es el único
país del mundo que no abre contenedores por una mala interpretación del
convenio Mercosur; en la Aduana no existen equipos especializados para abrir
contenedores; en el caso de que haya alguno en formación, no tiene el
entrenamiento suficiente, se ignora la cantidad de contenedores que la Aduana
abre por año; la DEA está en condiciones de ofrecer ese equipo de especialistas,
pero ningún funcionario argentino lo pidió; en la Aduana no hay entrenamiento ni
tecnología ni legislación adecuada para enfrentar al narcotráfico”.
En el lapso comprendido entre abril de 1997 y agosto de 1998 ingresaron por la
Aduana de Buenos Aires 7.225 contenedores provenientes de Colombia. 6.092 de
ellos pasaron por el canal verde (sin control). Los contenedores provenientes de
Perú, Bolivia y Paraguay son mucho más controlados que los colombianos.
La Aduana esgrime un fuerte argumento: “no se pueden abrir todos los
contenedores que llegan al puerto... Revisar un contenedores lleva de tres a seis
horas. De manera que podemos controlar entre 50 y 60 por día”... “Si se abre el
100% de los contenedores que llegan de un solo país, ¿qué gente le queda para
abrir los otros?”.
La Circular Nº 1599/96 instruye a todas las Aduanas del país a “contar, pesar y
medir, constatar la especie y variedad de la mercadería” que pasara por los
canales naranja (control documentario) y verde (sin control) pero exceptúa de esta
disposición a la Aduana de Buenos Aires, Ezeiza y Aeroparque.
La mercadería congelada no se puede abrir porque se arruina; así ingresaron los
2.000 kilos de cocaína de la “Operación Strawberry” que pasaron por el canal rojo
pero sin control físico.

9. Desempleo
A las urgencias propias de un año electoral se suma un ascenso en los índices de
desempleo. En octubre de 1998 el índice de desocupación alcanzó al 12,4% y
todos los analistas coinciden que el índice de mayo no bajaría del 15,5%. Esto
significa que alrededor de 2,1 millones de personas se encuentran sin trabajo en
este momento (mayo de 1999).
Entre las alternativas que el gobierno ha elaborado para paliar este crecimiento de
la desocupación figuran una serie de medidas indirectas y transitorias:
Empleo transitorio: 55 millones de pesos destinados al Plan Trabajar, Servicios
Comunitarios y Cambio Rural. Esto se suma a los 290 millones ya establecidos en
el Presupuesto. De este modo se daría trabajo a 752.000 personas. La duración
de estos empleos temporarios es de 3 a 6 meses.
Subsidio al empleo privado: el Estado abonará entre 100 y 200 pesos por mes por
cada trabajador empleado durante 12 meses. Este subsidio está destinado al
sector de la Construcción, empresas en crisis laboral y al sector rural.
Fondo para las PyMEs: son créditos para pequeñas empresas y micro-
emprendimientos.
El gobierno asegura que con este plan se reorientan “fondos disponibles de un
crédito para financiación de deuda facilitado por el BID”.
Ninguna de estas medidas ataca el desempleo sino que tratan de bajar los índices
oficiales ante coyunturas adversas. El Plan Trabajar sirvió para descomprimir los
cortes de ruta en Cutral-Có y Ledesma, en el Gran Buenos Aires sirven para
mantener el caudal de militantes de las intendencias y a nivel nacional sirven para
sortear la agenda electoral.

10. La policía de la Provincia de Buenos Aires


En 1997 había en la Provincia de Buenos Aires 3.418 policías con causas penales
iniciadas, parte del total de 3.805 policías que habían sido ya exonerados de la
institución.
La magnitud de la estructura ilegal policial era un problema de vieja data, abonado
por la inacción, tolerancia o cooperación de los distintos gobiernos. Dutil y
Ragendofer en “la Bonaerense” describen minuciosamente la cadena de cobro
que terminaba en la máxima jerarquía policial y la política de “dejar hacer” del
gobernador Duhalde.
Todo el sistema comenzó a desmoronarse con el asesinato de José Luis Cabezas
y dentro de la compleja trama política que evidenció ese caso el poder político
decidió encarar la Reforma Policial. Básicamente se exoneró a la cúpula corrupta
y se descentralizó el funcionamiento institucional.
Las consecuencias pronto se hicieron notar. Ante la falta de comando unificado la
delincuencia se “disparó”. El clásico pacto entre la policía y la delincuencia había
permitido el funcionamiento ordenado de las relaciones entre ambos sectores. La
policía funcionaba en acuerdo con un determinado sector ilegal, con el que
repartía dividendos y al que utilizaba como mano de obra; la propia delincuencia
se encargaba de eliminar a los competidores que no formaban parte del acuerdo.
De este modo el sistema dual policía-delincuencia funcionaba en forma previsible,
perdurable y beneficiosa.
La reforma policial eliminó los acuerdos previamente elaborados, los competidores
ingresaron masivamente, la policía desarticuló la División Narcotráfico y la repartió
entre las 14 circunscripciones, ahora sin comando central, los cuadros medios de
la vieja estructura corrupta policial se transformaron en jefes de sus distritos, los
policías de calle quedaron al descubierto, sin protección y sin recompensa, se
recompuso la cadena de cobros a nivel zonal y la delincuencia se tornó masiva y
descontrolada.
La deficiencia analítica fundamental que impidió la elaboración de una política
efectiva y eficiente parte del supuesto de que la corrupción es un problema de
moral personal. En nuestro marco de análisis la corrupción es un modo de
acumulación primitiva de capital, una estructura profesional con militantes de
tiempo completo y una organización burocrática de estructura piramidal. Esto
significa que los cuadros de la estructura se recambian ante coyunturas de crisis,
que sus negocios rápidamente se convierten en actividades legales, que sus
alianzas son multidimensionales y que su grado de legitimidad es alto. El
gobernador Duhalde ha comenzado ya la contrarreforma policial, único medio (en
su marco de análisis) para enfrentar la creciente ola de delincuencia en el
conurbano. La política enunciada por el gobernador electo Carlos Ruckauf
profundiza esta línea.
Tampoco llama la atención entonces que la Policía Federal reclame mayor
presupuesto y leyes más severas para comprometerse a bajar los índices de
delincuencia. Amén de las urgencias promovidas por las críticas ante la caída de
las cifras de detenciones por narcotráfico pesa también la pelea por la apropiación
y control de recursos.

LAS VARIABLES DE LA MODERNIZACIÓN Y EL NARCOTRÁFICO


Si la modernización es la principal variable de origen del narcotráfico los principios
sustentatorios de cualquier política que intente atacar al narcotráfico deben operar
en la relación entre tres variables contextuales de la modernización: tiempo,
control, capital.
La modernización de 1989, estrictamente iniciada en 1991, diagnosticó una
relación entre variables según este cuadro:

Etapa inicial - Diagnóstico: 1989/1991

VARIABLE EVALUACIÓN ROL DEL ESTADO CONTEXTO RELEVANTE

CAPITAL INEXISTENTE PROTECCIONISTA ECONOMICO


TIEMPO INEXISTENTE DILETANTE Hiperinflación
CONTROL EXCESIVO AMBIGUO Déficit público
Desinversión

Como consecuencia de este diagnóstico las políticas diseñadas por la


administración Menem para encarar la modernización pautaron una relación entre
variables de acuerdo al siguiente cuadro:

Etapa inicial - Políticas: 1989/1991

VARIABLE NECESIDAD ROL DEL ESTADO CONTEXTO RELEVANTE

CAPITAL INGRESO MASIVO ABIERTO ECONOMICO


TIEMPO ACORTAMIENTO ACTIVO • Paridad cambiaria
CONTROL ESCASO AUSENTE • Privatizaciones
• Desregulación

Como consecuencia de estas políticas el Estado sólo tuvo políticas activas en


relación al tiempo lo que significó un diseño de modernización que tuvo
transparencia en sólo un aspecto: la rapidez.
Esta política de shock comenzó sosteniéndose a pesar de haber desaparecido las
condiciones de urgencia iniciales. Ya en 1995 la economía daba señales claras de
que la matriz de 1989/1991 había dejado de funcionar. Las circunstancias exigían
un cambio de matriz ya que el contexto había cambiado, incorporando nuevos
elementos:

Etapa intermedia - Diagnóstico: 1995

VARIABLE NECESIDAD ROL DEL ESTADO CONTEXTO RELEVANTE

CAPITAL INGRESO SELECTIVO ACTIVO ECONÓMICO – SOCIAL


TIEMPO PROGRAMADO REGULADOR • Déficit fiscal
CONTROL INDEPENDIENTE ARBITRO • Desempleo
• Deuda extena

Si bien este esquema de diseño de políticas puede ser sumamente discutido por la
perentoriedad con que se presentó la situación económica en 1989 nada hubiera
cambiado en lo esencial si se hubiera pautado una modernización con criterios de
admisión claros y soberanos. Todos los procesos de modernización significan
costos sociales que deben saber preverse y para los cuales es necesario
establecer políticas de reinserción laboral y control de capitales.
En 1999 la combinación de variables muestran a la administración Menem
moviéndose según el siguiente cuadro:

Tercera etapa – Políticas presentes: 1999

VARIABLE EVALUACIÓN ROL DEL ESTADO CONTEXTO RELEVANTE

CAPITAL EXISTENTE ABIERTO ECONOMICO


TIEMPO EXISTENTE ACTIVO • Déficit fiscal
CONTROL ESCASO AUSENTE • Deuda externa
• Estabilidad
Como vemos esta combinación de variables es contradictoria. El Estado sigue
operando como en situación de emergencia post-hiperinflacionaria.
De acuerdo a nuestro análisis el diseño de políticas debería basarse en la
siguiente combinación:

Tercera etapa – Políticas futuras: 1999...

VARIABLE EVALUACIÓN ROL DEL ESTADO CONTEXTO RELEVANTE

CAPITAL EXISTENTE PROTECCIONISTA POLÍTICO – SOCIAL


TIEMPO EXISTENTE REGULADOR • Desempleo
CONTROL INDEPENDIENTE ACTIVO • Inseguridad
• Corrupción

Esto significa un vuelco hacia el mercado interno con políticas activas del Estado
para la reactivación de la demanda. El ingreso de capitales debe incentivar el
vuelco del capital financiero hacia la inversión de riesgo. Dado que tiempo y capital
son variables adquiridas por el proceso de modernización es posible establecer
mecanismos de control que aseguren un desarrollo ordenado con prevención de
costos y una redistribución consensuada de la renta nacional. El rol activo del
Estado en el control del proceso significa como mínimo una mayor capacidad de
recaudación fiscal y como máximo un cambio cultural sobre los márgenes de
ganancia esperables.

La matriz de ingreso del narcotráfico


De acuerdo a las distintas combinaciones que han adquirido estas variables en los
últimos diez años podemos ver que la combinación de bajos controles, poco
tiempo y gran necesidad de capitales, propia de la primera etapa, impulsó el
ingreso del narcotráfico como integrante del régimen de acumulación delineado en
ese entonces.
En la segunda etapa, cuando el proceso ya se había desencadenado y se hacía
perentorio revisar el modelo para paliar sus consecuencias negativas, el poder
político siguió sosteniendo un régimen de acumulación desajustado de la realidad
pero firmemente anclado en los intereses de los beneficiarios.
Fruto de esta inadecuación el narcotráfico aparece públicamente como
disfuncional al régimen de acumulación aunque la no revisión de la matriz permitió
su supervivencia.
En 1999 un necesario cambio de matriz significa la imposición de límites al
narcotráfico ya que el aumento de controles a partir de un rol más activo del
Estado sobre el proceso de modernización recae directamente sobre él:
• sobre el ingreso de capitales (ley de lavado de dinero)
• sobre el tránsito de droga (controles aduaneros, revisión de las concesiones de
peaje, revisión de la adjudicación de líneas ferroviarias)
• sobre el mercado de consumo (plan de construcción de viviendas populares,
rebaja del índice de desempleo a un dígito en un año, subsidio al empleo).
De todos modos el narcotráfico se mueve en una matriz algo más compleja que
intentaremos mostrar a continuación:

CONTEXTO
MERCADO VARIABLES CARACTERÍSTICAS TIPO DE CRIMEN
RELEVANTE

TIEMPO ALTO
CONSUMO CAPITAL BAJO SOCIAL EMPRESARIO
CONTROL ALTO
TIEMPO MEDIO
ECONÓMICO
TRÁNSITO CAPITAL ALTO EMPRESARIO
FISCAL
CONTROL MEDIO
TIEMPO BAJO
ECONÓMICO
LAVADO CAPITAL ALTO COMERCIAL
FINANCIERO
CONTROL BAJO

• El mercado de consumo se mueve con poco capital, tiene un período


relativamente largo de asentamiento y cuenta con mecanismos de control muy
estrictos ya sea por las alianzas políticas con que debe contar para
establecerse o por el control territorial que ejerce. Es el único mercado con
incidencia en el producto bruto interno. Su remoción eliminaría gran parte de la
economía ilegal pero al mismo depuraría el linkage política legal-economía
ilegal. En el caso argentino se torna perentorio elaborar una estadística de la
incidencia del mercado de consumo en el PBI. A simple vista, con un mercado
nacional de 700.000 consumidores, todavía no resulta significativo. Pero su
expansión, prevista a 4 millones en poco tiempo, le otorga prioridad. En este
mercado la variable tiempo es contradictoria: hay poco tiempo para eliminar el
mercado de consumo pero los beneficios económicos de esta política se verán
a largo plazo. Las políticas de lucha contra el consumo deben ser
necesariamente globales, con énfasis en la exclusión y el desempleo,
transformando a los excluidos (consecuencia de la modernización) en sujetos
fiscales y consumidores (causa de una nueva modernización). La política del
gobierno de la Provincia de Buenos Aires, esencialmente represiva,
reproducirá el consumo y las alianzas políticas que lo regentean.
• El mercado de tránsito se desarrolla con alta composición de capital, con una
relativamente alta capacidad de adaptación a los cambios pero con mucha
sensibilidad al modelo de modernización de cada país. El control es
dependiente de los mecanismos generales de control de cada país que no son
específicos para el narcotráfico. Distribuye bienes ilegales (droga), camuflados
en bienes legales (mercancía exportada), por medios legales (Aduana,
compañías de comercio exterior). Es el delito más estrechamente vinculado a
la modernización ya que la diferencia relativa entre el aumento del intercambio
comercial y el descenso de los controles aduaneros favorece el tránsito
indiscriminado de mercancías. En el caso argentino la denunciada falta de
controles en la Aduana es fácilmente remediable con lo que el mercado de
tránsito reduciría su volumen a un estándar internacional. Si la exportación de
droga significara también una evasión fiscal se agregaría un nuevo crimen que
debería ser sancionado. La compatibilización de políticas fiscales y controles
aduaneros debería construir un marco de contención al tránsito de droga. De
esta manera el tránsito remanente incidiría positivamente en el PBI. La lucha
contra este delito es esencialmente de tipo jurídico.
• El mercado de lavado es sumamente rápido y volátil, necesita una alta
composición de capital y sólo puede desenvolverse con controles inexistentes.
Brinda servicios legales (dinero) por medios ilegales (lavado), por eso se lo
denomina también “contrabando de dinero”. La ley argentina sanciona el
contrabando de mercancías pero el dinero no es considerado mercancía por lo
tanto su “lavado” no está penalizado. La sanción de una ley que penalice el
lavado de dinero debería partir de una estadística sobre su magnitud para
poder registrar su incidencia en el PBI. Pero en una matriz de existencia de
capitales se torna necesario la sanción de la ley. También en este caso la
lucha contra este delito es de carácter jurídico.

CONCLUSIONES
El mercado de tránsito y el lavado de dinero necesitan sólo la sanción de leyes y
resoluciones específicas para estandarizarlos a nivel mundial. Sólo en el mercado
de consumo se necesita de una batería de políticas de Estado que quiten espacio
político y económico al narcotráfico.
Estas políticas tendrán los siguientes objetivos:
• poner límites a la expansión de la exclusión social
• bajar los índices de desempleo
• recuperar la presencia del Estado en los barrios segregados
• crear nuevos sujetos fiscales y consumidores
La diferencia producida entre las políticas enunciadas por el gobierno de la
Provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional nos permiten suponer que el
mercado de consumo se va a expandir rápidamente. Como el mercado de
consumo argentino es un “derrame” del mercado de tránsito, terminará por
fortalecer las tendencias a la diseminación del tránsito que ya muestra la geografía
argentina. Posiblemente Buenos Aires deje de ser una salida privilegiada pero los
intercambios fronterizos se acrecentarán.
No podemos prever qué mecanismos de adaptación puede plantear el narcotráfico
ante la nueva situación pero si se sanciona la ley de lavado de dinero y aumentan
los controles en general, el narcotráfico volverá a su etapa inicial: la expansión del
mercado nacional de consumo.

NOTAS
1. En 1989 se argumentó que la imperiosa necesidad de capitales y el acortamiento de los plazos
imponían un modelo de modernización con escasos controles.
2. “El mundo de la droga se sirve del fenómeno de la globalización, de la dinámica de la
liberalización económica. El tráfico de drogas y dólares (son) beneficiarios de la liberalización
económica y los impactos del libre comercio regional como el Plan Nafta” (David Scott Palmer,
1999).
3. “El poder económico en la Argentina”, Daniel Aspiazu, Eduardo M. Basualdo, Miguel Khavisse,
Ed. Legasa, Buenos Aires, 1986.
4. “La hiperinflación de 1989 creó un sentido de ‘palanca de urgencia’ para privatizar
masivamente. El gobierno en 1989 necesitaba ganar credibilidad ante la comunidad
económica. Ello lo llevó a encarar las privatizaciones en forma integral y absoluta y atarse a un
cronograma inicial exhaustivamente corto. Por esto se dice que las privatizaciones fueron más
una herramienta macroeconómica, que parte de una estrategia de reforma estructural” (Garuti,
1999).
5. Esta relación de privilegio en el acercamiento al Estado comienza a construirse a partir del
gobierno militar de 1976. “Estos grupos no son nuevos pero por primera vez ocupan en forma
conjunta el centro del proceso de acumulación y sintetizan un proyecto orgánico común”
(Azpiazu, Basualdo y Khavisse, “¿Capitanes de la industria o generales de la economía?”,
suplemento de la Revista Humor, 1986).
6. “¿Quién no fue a la oficina de Emir de Florida 981? Ahí se cocinaban las privatizaciones. Iban
seguido Roberto Dromi, Matilde Menéndez, José Luis Manzano, María Julia Alsogaray, Erman
González, todos... y los empresarios, claro. Venían Soldati, Macri, el ingeniero Sanmartino, de
Techint, que después falleció y fue reemplazado por Einaudi...” (Lourdes Di Natale, ex
secretaria de Emir Yoma, Revista Noticias, 26-9-98, pág. 29).
7. Los índices de desempleo teóricamente indican la relación porcentual de población
desocupada sobre el total de población económicamente activa. En la realidad estos
indicadores (desocupación estadística) van variando sus pautas de medición para poder
brindar informes oficiales de “descenso” en los porcentajes. Según James Petras la
“desocupación real” en los Estados Unidos llegaría al 25%. Viviane Forrester menciona el
cambio en las pautas de medición en Europa.
8. Villarreal sostiene que la policía actúa como sujeto de inclusión social al organizar la actividad
delictiva. Dutil y Ragendorfer ejemplifican el empleo de los delincuentes como mano de obra en
la cadena de cobro a los “porongas”. López Echagüe nos cuenta del control del gobierno de la
provincia de Buenos Aires sobre el mercado de narcotráfico bonaerense, en complicidad con la
policía, la justicia y los medios, desplazando a los competidores. Viviane Forrester completa
esta afirmación al sostener que la escuela experimenta su mayor fracaso en el hecho de querer
incluir a la juventud, en un marco social de exclusión general. “El único camino que vincula a
los excluidos con la sociedad es la delincuencia” (Villarreal, 1996).
9. Cuando la segregación de base territorial de los excluidos se expande hacia afuera por las
necesidades propias de su régimen de acumulación, la delincuencia se torna masiva. El robo
(crímenes predatorios) aparece como la principal actividad, acompañado de los delitos conexos
(asesinato, saqueos, secuestro, toma de rehenes). La reforma de la Policía de la Provincia de
Buenos Aires colaboró con la expansión de la delincuencia (ligada al narcotráfico o no). El odio
social comienza a aparecer en los segregados ricos (y en la sociedad formal) que reclama
políticas jurídicas y policiales de “mano dura”. La elección de 1999 en la provincia de Buenos
Aires marca una opción ideológica entre un candidato de “mano dura” y una candidata
“reformista”, con caudal parejo de votos.
10. Los segregados ricos también reniegan del Estado nacional al que acusan de inoperante y
corrupto, al mismo tiempo que le niegan el pago de impuestos (a la riqueza), se dotan de una
seguridad privada que suplanta la seguridad policial, establecen leyes de admisión
excluyentes, afirman el control territorial estricto y construyen la autosegregación.
11. “La calidad del servicio a los consumidores y las inversiones comprometidas por las empresas,
no han sido efectivamente controladas y verificadas por los organismos reguladores y la
Administración Nacional” (Garuti, 1999).
12. Los funcionarios de empresas de servicios públicos de Brasil (teléfonos, luz, gas, etc.) deben
pedir permiso a los narcos para poder ingresar a las favelas (Clarín, 22-10-95, pág. 28). Los
narcos cumplen las funciones básicas del Estado (seguridad, educación, empleo) (Clarín, 24-
10-95, pág. 23 y Clarín 30-11-95, pág. 32).
13. Las antiguas organizaciones existentes en las villas funcionaban como integradores de sus
habitantes en la sociedad nacional sobre todo en las esferas política, cultural y social. La caída
de esas organizaciones no fue reemplazada por ninguna otra, excepto en algunos casos
puntuales y específicos. Ante la desmovilización, la aparición de la exclusión social como
fenómeno de masas profundiza la marginalidad y el Estado sólo elabora políticas
asistencialistas que se dirigen a la sobrevivencia física y a mantener la externalidad de los
excluídos. El narcotráfico ingresa y promueve exclusivamente la integración económica hacia
adentro. Sin organizaciones con quienes disputar el control territorial, la instalación fue hecha a
costa de eliminar la poca resistencia inorgánica de los habitantes. Posteriormente comenzará
la expansión hacia afuera (la delincuencia masiva) pero en este segundo momento es la
sociedad formal la que carece de organizaciones en las que pueda recluirse porque el poder
político es firme sostenedor del régimen de acumulación ilegal, la que sólo intenta organizar y
controlar, pero no eliminar.
14. IICLA, Instituto de Intercambio Cultural Latinoamericano, varios autores, “Narcotráfico”, México,
1995.
15. El concepto complejo coca-cocaína significa el abandono del cultivo de la hoja de coca para
consumo personal como estimulante energético. Se comienza a producir cocaína como droga,
sin posibilidades de ser incorporada en la cosmovisión andina que nunca la había utilizado.
Esta actividad de transformación de coca en cocaína no comienza en 1970 sino que es muy
anterior. El complejo coca-cocaína alude a una producción organizada y centralizada, con fines
comerciales.
16. Se refiere a las operaciones Snow Cap y Self Refuge, con participación de los marines
norteamericanos.
17. Jacobo Arenas (dirigente de las FARC) en la revista “Semana” (10-3-87) explica la especial
relación entre los campesinos cocaleros analfabetos y los guerrilleros que los instruyen para
mejorar sus precios de venta.
18. “... el Estado debía achicarse radicalmente limitándose a cumplir las funciones básicas de
mantenimiento del orden y la seguridad pública, y acometer la reforma estructural. Se produjo
una verdadera devaluación de la política” (Cavarozzi, 1997).
19. “El tráfico de drogas tiene una naturaleza internacional, no respeta fronteras y pone a las
autoridades nacionales en una tremenda desventaja para confrontarlo” (William Perry,
Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Bariloche, octubre de 1996).
20. “... la lucha contra el arbusto de la coca y la amapola es otra cosa y los pequeños campesinos
involucrados en su cultivo no son mafiosos. En su decisión por negar al crimen organizado una
fuente importante de ingresos está irresponsablemente poniendo la carga del problema sobre
los hombros relativamente inocentes de los cultivadores de la materia prima, cuya
supervivencia depende de los cultivos y quienes arriesgan sus vidas y sustento a medida que
se agudiza el conflicto” (Blickman, 1998).
21. La política norteamericana clásica es la interdicción, o sea el ataque a la oferta de drogas en la
suposición de que la escasez de drogas por la erradicación masiva de cultivos haría aumentar
el precio de la mercancía final desalentando el consumo. Algunos analistas afirman que esta
política, independiente de sus pocas posibilidades de reducir la producción, no haría mella
sobre el precio final por la capacidad de resistencia de la narcoeconomía que insiste con el
abaratamiento creciente del precio de la droga” (Mathea Falco, 1997).
22. En la localidad salteña de Salvador Mazza el “bagayeo” se ha convertido en la principal
actividad económica de la población, sobre todo de los jóvenes. Perdida la organización
sindical y la identificación social derivada del trabajo en YPF, el Estado no tomó ninguna
iniciativa de protección y contención. El asesinato de los gendarmes (relatado en el caso
“Salvador Mazza”) produjo una silenciosa simpatía en la población. Ante la defección estatal, el
narcotráfico ingresó como instrumentador y beneficiario del régimen de acumulación. El
régimen político local se manifiesta impotente para detener la alta legitimidad del narcotráfico.
Toda la provincia de Salta sufre un proceso de penetración del narcotráfico, directamente
apoyado en la cooperación del poder político provincial. Esto forma parte del intento por
reconstituir el cartel nacional de consumo.
23. El término de “fronteras móviles” se refiere a localidades en que el concepto de frontera
nacional es lábil, con grandes intercambios laborales y poblacionales entre los países que
miran a la misma. Es el caso de Misiones, Formosa, parte de Chaco y Corrientes, y Salta. En
general la penetración es más fuerte sobre la Argentina que al revés y se manifiesta en los
más diversos ámbitos: cantidad de universidades, magnitud de población en las ciudades
fronterizas, alcance de las ondas de radio AM y FM, cantidad de estaciones de televisión,
sistemas bancarios, movimietnos de compras y fuentes laborales.
24. “Las autoridades norteamericanas consideran a la Argentina como un centro financiero
importante en América del Sur con el volumen mayor de lavado de dinero en la región, que no
sólo va por los bancos sino también por las casas de cambio, las agencias de turismo y la
construcción... Otra preocupación es por la utilización de Buenos Aires como un centro de
contacto, como un puente de salida para Europa. Buenos Aires es un puente de salida para
Europa que podría ser muy importante para actividades futuras (David Scott Palmer, 1999).
25. En el Suplemento Zona de Clarín del 10-1-99 y en la revista semanal Tiempos de Mundo, Nº
37 del 17-9-98 se describe el nuevo paisaje social en algunas villas del Gran Buenos Aires.
26. Según Dutil y Ragendorfer se llama “Porongas” o “Patas negras” a los cuadros superiores de la
Policía de la Provincia de Buenos Aires, los eslabones más elevados en la cadena de cobro de
la economía ilegal.
27. El gobierno de la provincia de Buenos Aires parece haber comenzado la contrarreforma policial
con la reincorporación de 200 comisarios que habían cesanteados en la reforma previa
(Revista Siglo XXI, 20-5-99). Esta contrarreforma busca recomponer los acuerdos entre la
delincuencia y la policía, como único mecanismo para controlar la ola de inseguridad en el
conurbano. La victoria electoral del peronismo en la Provincia de Buenos Aires (1999) refuerza
esta tendencia.
28. Las renuncias de intendentes, promovidas por los Concejos Deliberantes del Gran Buenos
Aires, han sido varias: Morón, San Miguel, San Martín. También lo sucedió lo mismo en el
interior del país. Las denuncias de irregularidades son numerosas en todos los niveles.
29. El crecimiento de la plaza financiera de Posadas puede estudiarse en la nota “Prósperos
Lavadores” de la revista Pistas Nº 24. Allí se sostiene que este crecimiento fue hecho
exclusivamente para el lavado de dinero del narcotráfico.
30. Clarín, 10-5-97, pág. 12.
31. “La ideología hoy hegemónica presenta al proceso de modernización como la revalorización
del interés económico individual y el libre juego de las fuerzas del mercado, bajo el supuesto
de que han sido los estímulos que permitieron el mayor desarrollo de los países centrales”
(Barbeito-Lo Vuolo, 1992).
32. “Se ha producido otro fenómeno que no sólo se nota en Colombia, sino también en Estados
Unidos, así como en la Argentina, que es la descentralización de los ex carteles” (David Scott
Palmer, 1999).
33. Margaret Bear, Alternativas de combate al Narcotráfico, Universidad de Alberta, Canadá, 1999.
BIBLIOGRAFIA
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CUADROS Y GRAFICOS

Empresas públicas – Privatizaciones / Concesiones


Reducción de personal: 1990-1993 - En números absolutos

Empresas Retiros y/o Transferencias Bajas Bajas totales


despidos vegetativas
YPF 27.404 8.900 742 37.048
YCF 1.277 0 802 1.879
GAS del ESTADO 1.170 8.273 642 10.085
SEGBA 2.741 15.077 4.988 22.786
AYEE 3.275 3.920 274 7.480
HIDRONOR 382 888 217 1.477
AGP 1.301 823 824 2.748
ELMA 2.987 0 831 3.658
ENCOTEL 4.000 0 5.853 9.288
OSN 1.638 5.752 1.896 9.285
FF.CC. 47.581 5.731 16.365 72.977
FEMESA 4.288 0 (437) 3.581
ENTEL 0 43.524 2.375 45.899
AEROLINEAS 0 10.574 226 10.900
SOMISA 6.244 6.225 110 11.570
TAMSE 138 0 56 194
PGM 174 907 8 1.089
HIPASAM 574 641 151 1.386
AFNF 847 1.283 737 2.847
FORJA 371 0 54 425
LOTER/HIPODR. 0 1.378 758 2.132
FAB. MILITARES 2.140 2.501 4.095 8.746
REST. DEFENSA 0 0 1.814 1.814
BANADE 2.336 0 515 2.851
INDER 210 0 81 291
JNC 3.110 0 58 3.168
RESTO EMPRES. 0 0 4.291 4.291
TOTAL 114.538 116.346 41.825 230.500
Fuentes varias
Participación de los principales consorcios locales y extranjeros
en el programa de privatización de empresas
Grupo Electricidad Petróleo Gas Ferrocarriles Telefonía Industria Otros

Pérez Central Areas Dist. de Gas Ferroexpreso Telecom Destilería Terminales


Companc Costanera centrales El Metropolit. Pampeano Telefónica San Lorenzo Marítimas
Segba Tordillo Transport. de Patagónicas
Edesur Pto. Gas del Sur Concesión
Trasnoa Hernández Oleod. del vial
11 áreas Valle
secundarias
Techint Edelap Areaws Transp. de Ferroexpreso Telefónica Somisa Terminales
Edenor (distrib.) Gas Norte Pampeano Marítimas
(distrib.) Centrales (E) Oleod. del Patagónicas
Aguaragüe Valle

Astra Areas Dist. de Gas


secund. (10 Metropolit.
áreas) Oleo del
Area central: Valle
Vizcachers
Santa Cruz II
Cía. Gral. de Central Areas Dist. de Gas Ferroexpreso Telefónica Destilería Interpetrol
Combustibles Güemes centrales: Metropol. Pampeano Dock Sud
Palmar Largo Transp. de Delta-Borges Destilería
Aguaragüe Gas del San Lorenzo
Areas Norte
secundarias:
3
SOCMA Areas Dist. de Gas Concesión
centrales: del Este Vial
Palmar Largo Dist. de Gas
Campo del Centro
Durán

Acindar Central Dist. de Gas General Somisa


Pedro de Metropolit. Roca
Mendoza

Garovaglio y Dist. de Gas Polisur


Zorraquín del Litoral

Bunge y Born Petroquímica Elevador


Río Tercero Quequén y
Bs. As.

Loma Negra General


Roca

Fuente: Subsecretaría de Privatizaciones del Ministerio de Economía de la Nación.


Comparación de la Desocupación en las Provincias en los años 1994 y 1995.
Centros Urbanos. En porcentajes.

Provincia Ciudades Octubre 94 Mayo 95

Buenos Aires Bahía Blanca 21,4 20,2

La Plata 12,1 15,4

Catamarca Gran Catamarca 7,5 12,4

Córdoba Gran Córdoba 9,6 8,0

Corrientes Corrientes 9,6 15,3

Chaco Gran Resistencia 11,0 12,5

Chubut Comodoro Rivadavia 12,5 14,0

Entre Ríos Paraná 8,8 13,3

Formosa Formosa 6,8 5,4

Jujuy San Salvador / Palpalá 9,7 12,7

La Pampa Santa Rosa / Toay 5,3 8,5

La Rioja La Rioja 10,9 11,7

Mendoza Gran Mendoza 5,1 6,8

Misiones Posadas 8,3 9,7

Neuquén Neuquén 13,5 15,7

Salta Salta 13,3 18,7

San Juan Gran San Juan 8,1 15,8

San Luis San Luis / Chorrillo 6,7 10,3

Santa Cruz Río Gallegos 6,1 7,4

Santa Fe Gran Rosario 12,4 20,9

Santa Fe / Santo Tomé 15,4 20,8

Sgo. del Estero Santiago / La Banda 4,6 8,6

Tierra del Fuego Ushuaia / Río Grande 6,7 8,0

Tucumán Tucumán / Tafí Viejo 14,2 19,9


Total: 24 ciudades del
10,8 15,4
interior
Capital Federal y GBA 13,1 20,2
Total: 25
12,2 18,6
aglomerados urbanos
Fuente: Encuesta Permanente de Hogares, Mayo 1995.
Distribución y actividad de quienes cobran seguro de desempleo

Otros servicios
28%

45%
Industrias
manufactureras

Otros
22%
5%
Otras industrias
servicios

Reparto subsidios por desempleo según distritos

Fuente: ANSESS al 20-7-95

Resto del país 20%

80%

Bs. As./
Capital
Santa Fe /
Córdoba
Bajas de personal 1989 / 1995

Empresa Bajas

Ferrocarriles Argentinos 90.554

Entel 45.992

YPF 37.046

Segba 22.749

Encotesa 18.847

Somisa 11.536

Aerolíneas Argentinas 10.900

AyEE 10.492

Gas del Estado 10.172

Fabricaciones Militares 10.150

OSN 9.366

Resto 41.925

TOTAL 319.729

Fuente: Banco Mundial (GMP)

Causas de la reducción de personal

Causas Agentes %

Retiros voluntarios 131.026 40,98

Transferencias 133.578 41,78

Bajas Vegetativas 51.101 15,98

Otras causas 4.024 1,26

TOTAL 319.729 100,00

Fuente: Banco Mundial (GMP)


Asistencia estadounidense para combatir al narcotráfico en América Latina
1984-1992 (millones de dólares)

México Colombia Perú Bolivia

1984 8,3 6,7 23,8 2,6

1985 9,6 10,8 2,4 1,5

1986 11,6 10,6 3,7 3,8

1987 14,5 11,5 8,4 12,5

1988 14,5 11,0 5,5 15,0

1989 15,0 10,0 10,5 10,0

1990 15,0 20,0 10,0 15,7

1991 18,3 20,0 19,0 15,7

1992 26,0 20,0 19,0 15,9

Fuente: GAO Report to the Congress, Drug Control: US Supported Efforts in Colombia and Bolivia, Washington,
Government Printing Office, noviembre de 1998, pp. 10-13 y INM Annual International Narcotics Control Strategy Report,
Washington, Department of State, varios números.

Asistencia económica y militar de Estados Unidos a América Latina (1990-1991)


(en miles de dólares)

México Colombia Perú Bolivia Otros Total

1990 1991 1990 1991 1990 1991 1990 1991 1990 1991 1990 1991

Asistencia para el
Desarrollo - - - - 12.003 11.875 21.000 23.541 316.328 339.151 349.531 371.567

Fondo de Apoyo
Económico - - 2.133 . 3.286 3.100 33.413 30.800 941.407 618.000 980.329 651.900

Asistencia
Alimentaria (PL480 I) - - - - 10.000 15.000 20.000 20.000 134.000 140.000 164.000 184.000

Asistencia
Alimentaria (PL480 II) 2.256 - 158 - 26.602 19.193 13.302 12.061 43.701 36.166 86.019 67.420

Control Internacional
de Narcóticos 15.000 18.300 10.000 20.000 10.000 19.000 9.200 15.700 13.200 13.600 57.400 86.600

Cuerpos de Paz
- - - - - - 826 1.232 33.599 34.122 34.425 35.360

Educación y
Entrenamiento Militar 249 300 1.494 2.500 523 900 498 900 8.997 8.280 11.312 12.880
Internacional
Financiamiento Militar
Extranjero - - 48.789 58.000 35.945 39.000 39.728 40.000 112.664 146.100 237.126 283.100
(donaciones)
Total
17.505 18.600 82.574 80.500 98.359 108.068 138.067 144.240 1603437 1344409 1919942 1695827

Fuente: INM, International Narcotics Control Strategy Report, Washington, US State Department, marzo 1991.
El incremento de la inseguridad y la delincuencia

Delitos en Capital Federal

126.900
120.400

64.000

31.000 38.300

Delitos en la provincia de Buenos Aires

1997 203

1994 146

El 68% se produjo en el conurbano bonaerense.

Fuente: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires.


Ránking de las principales empresas de la Argentina
según facturación a 1997

Empresa Origen de los accionistas


1 YPF España
2 Grupo Techint Argentina
3 Telefónica España
4 The Exxel Group Estados Unidos
5 Shell Reino Unido – Holanda
6 Telecom Francia – Italia
7 Ford Estados Unidos
8 Esso Estados Unidos
9 Carrefour Francia
10 Grupo Fiat Italia
11 Philip Morris Estados Unidos
12 Cargill Estados Unidos
13 Pérez Companc Argentina
14 Coca Cola Estados Unidos
15 Grupo Socma Argentina

Fuente: Revista Mercado

Empresas españolas
INDUSTRIA Y SERVICIOS en millones de pesos
YPF 5.500
Telefónica 3.400
Promodes (Norte, Tía, Día) 3.000
Aerolíneas Argentinas 1.070
Edesur 850
Edenor 800
Astra 718
MetroGas 700
Aguas Argentinas 463
Gas Natural BAN 395
Central Costanera 230
El Chocón 100
Autopista del Sol 100
Mapfre Aconcagua 74
Indea 45
Prosegur 45
Ruta 2 40
Zara 36
Central Güemes 35
Autopista al Sur 25
Yacylec 4
BANCOS (según monto de depósitos)
Galicia (10% es del BCM) 6.649
Francés (51% es del Santander) 5.253
Río (59,6% es del BBV) 5.013
Tornquist (100% es del BCM) 621
Contenedores colombianos ingresados por el puerto de Buenos Aires
(período abril 97 / agosto 98)

Con control documental 11,28%


Abiertos y revisados 4,41% 813
318

Vía libre 84,33%


6.092

Subsidios para apoyar el empleo - 1999

Plan iniciado en enero 1999 Millones de pesos Beneficiarios

Empleo transitorio
(Trabajar, servicios comunitarios, 290,3 654.438
etc.)

Nuevos Programas

Ampliación empleos transitorios 55,0 102.000

Mantenimiento o nuevos
127,0 391.000
empleos

Fondo PyMEs 118,0 49.500

Totales 590,3 1.196.938

Fuente: Ministerio de Trabajo de la Nación


Declaración jurada
Norberto Tomás Emmerich
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
Narcotráfico y modernización en Argentina 1989-1999

Descripción del trabajo: El narcotráfico argentino se ha transformado en un


problema de primer orden a partir de los ’90. La modernización argentina ha
producido desempleo y concentración económica. Los excluidos económicos
encuentran en el narcotráfico una forma de organización que, con el transcurso del
tiempo, se convierte en un Estado paralelo, dispuesto a grandes enfrentamientos
con el Estado formal. De todos modos la internacionalización del capitalismo
argentino encuentra al narcotráfico operando en el mismo nivel por lo que los
procesos de modernización colaboran eficientemente en la expansión del
narcotráfico. El mercado de consumo interno, “derrame” del tránsito, se abroquela
en la organización delictiva y se prepara para el enfrentamiento abierto.

Declaración Jurada:
Por la presente declaro bajo juramento de ley que el presente trabajo es original y
su autoría me pertenece haciéndome personalmente responsable de la veracidad
de esta afirmación por cualquier reclamo que pudiera existir aceptando suscribir
cualquier documentación en tal sentido que me sea requerida a estos efectos.

Manifestación unilateral:
Declaro que cedo en forma gratuita el trabajo presentado a www.cderi.com.ar y
autorizo la reproducción del trabajo por medios electrónicos, gráficos, radiales,
televisivos y cualquier otro medio posible respetando el texto y con expresa
mención de mi nombre como autor, obligándome a suscribir la documentación
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basado en razones de oportunidad y que la devolución de los trabajos no implicará
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