Está en la página 1de 16

Rev.

Ciencias Sociales 108: 55-69 / 2005 (II)


ISSN: 0482-5276

INTERNET, VIRTUALIDAD Y COMUNIDAD

Ignacio Siles González

Una sola cosa aquí abajo puede ser tomada


como fin, ya que posee una especie de trascendencia
con respecto a la persona humana: es el colectivo.
El colectivo es el objeto de toda idolatría,
es él quien nos encadena a la tierra.

SIMONE WEIL
La Pesanteur et la Grâce: 182

RESUMEN

Este artículo ofrece algunos elementos de discusión para conceptuar los gru-
pos que emergen en el contexto de la comunicación mediada por computadora.
Primeramente, se examina el concepto de comunidad a partir de perspectivas teóri-
cas de las ciencias sociales. Se discuten seguidamente las principales concepciones
de la relación entre lo virtual y lo real, y sus aplicaciones a la noción de comunidad.
Finalmente, se sugiere una definición alternativa de “comunidad virtual”, más perti-
nente para dar cuenta de los intercambios sociotécnicos propios a Internet.

PALABRAS CLAVE: COMUNIDAD * VIRTUALIDAD * INTERNET * COMUNICACIÓN * REDES


INFORMÁTICAS

ABSTRACT

This paper offers some elements of discussion to conceptualize the groups emerging
in the context of computer-mediated-communication. First, the notion of commu-
nity is examined using some theoretical perspectives in the field of social sciences.
Second, the main conceptions of the relation between the virtual and the real are
discussed, applied also to the concept of community. In conclusion, an alternative
definition of “virtual community” is suggested in order to account for the sociotech-
nical exchanges that characterize the Internet.

KEY WORDS: COMMUNITY * VIRTUALITY * INTERNET * COMMUNICATION


56 Ignacio Siles

INTRODUCCIÓN pensarla y definirla. Más específicamente, el


objetivo de este trabajo consiste en proveer
La noción de comunidad constituye un una exploración general sobre el concepto de
concepto elemental de las ciencias sociales, comunidad a un nivel teórico a partir de enfo-
caracterizado por un vasto alcance y multitud ques de las ciencias sociales, con el fin de
de significados. De manera más particular, esta valorar la posibilidad de aplicar dichas aproxi-
noción ha sido privilegiada para dar cuenta maciones al caso concreto de las comunidades
de la gama de espacios sociales y técnicos que en redes informáticas, y ampliar a la vez las
emergen de las redes informáticas, permitiendo dimensiones de análisis de los grupos que sur-
a los individuos interactuar y encontrarse de gen en Internet1.
distintas formas. Concebida como un sueño o Un examen atento a la noción de comu-
una profecía por varios de los precursores de nidad parece entonces una primera exigencia
la informática personal, esta noción ha llegado indispensable en el marco de este artículo, a
a ser central para definir el imaginario de este partir de enfoques teóricos tradicionales como
medio de comunicación que llamamos Internet el de Ferdinand Tönnies y más contemporáneos
(Flichy, 2001). como el de Benedict Anderson. Este concepto
El desarrollo de redes informáticas que de comunidad será discutido en una segunda
permiten a los individuos interactuar en línea parte a partir de la noción de virtualidad, de
constituye un fenómeno de interés social prin- manera que se puedan comprender las parti-
cipalmente desde la década de los noventa, cularidades de ambos conceptos en el contexto
gracias, entre otros, a la aparición de miles de la mediación de la computadora en red. Pos-
de grupos formados en Internet para discutir teriormente, estas discusiones permitirán pre-
temas diversos, estudiar a distancia, consul- sentar y problematizar una definición diferente
tar informaciones en línea, o inclusive para de comunidad que dé cuenta de las distintas
jugar en grupo. En resumen, los espacios de dimensiones sociotécnicas que caracterizan
interacción que emergen de las redes infor- a los grupos en línea. Para esto, la aplicación
máticas, bautizadas tempranamente como concreta de los postulados teóricos del filósofo
comunidades virtuales, representan uno de los Pierre Livet permitirá analizar las nociones de
fenómenos más sobresalientes del desarrollo comunidad y de virtualidad desde otro punto de
de Internet como sistema de comunicación a vista, más pertinente a la hora de examinar las
escala mundial. especificidades de estos grupos.
Sin embargo, las preguntas alrededor de
la noción de comunidad en red o virtual conti-
núan aumentando, al mismo tiempo que, como 1. LA COMUNIDAD: UNA NOCIÓN SUGERENTE
lo señalan Fernback y Thompson (1995), es
todavía un concepto amorfo en razón de la falta En su artículo La Virtualité comme
de modelos compartidos sobre lo que significa. catégorie pour penser le social (2000), Serge
Es posible preguntarnos incluso ¿cómo definir Proulx y Guillaume Latzko-Toth retoman las raí-
y entender los grupos en línea a partir de una ces etimológicas del término comunidad. Un pri-
noción de comunidad que es objeto de una mul- mer sentido viene de la palabra communis que
titud de definiciones y que “forma parte de esas deriva en cum (con, conjuntamente) y munus
palabras “cubre-todo” que permiten evacuar (carga, deuda). Desde ese punto de vista, la
ciertos cuestionamientos”? (Proulx y Latzko-
Toth, 2000: 110). ¿En qué sentido se habla de
una comunidad virtual, es decir, qué se quiere 1 En el presente artículo se intenta primordialmente
decir exactamente por virtual? definir la noción de comunidad a partir de la vir-
En guisa de respuesta a estas interrogan- tualidad desde un punto de vista teórico.
Una discusión más amplia sobre las particularida-
tes, se propone en este artículo dar una mirada des prácticas de la noción de comunidad en el caso
a la noción de comunidad, así como a las impli- concreto de Internet, aparecerá en el siguiente
caciones de la virtualidad como categoría para número.
Internet, virtualidad y comunidad 57

palabra remite a una relación social caracteri- asociación diversas que se opone a la sociedad
zada por obligaciones mutuas. Otro sentido del como forma de organización más vasta. Nisbet
término communis está ligado a la noción de resume el redescubrimiento de esta noción que
comunión, o al acto de compartir y de situarse se lleva a cabo en el siglo XIX:
en conjunto, lo cual lo pone en relación con el
concepto de comunicación. […] son aquellos vínculos que unen al
El concepto de comunidad se funda, hombre a sus compañeros, a sus próxi-
como lo propone Robert Nisbet (1984), en una mos, a su comunidad, los que forman
concepción del ser humano en su totalidad, la base de nuevas utopías […] el ideal
más allá de los roles que pueda ocupar en comunitario se limita a menudo a sus-
el orden social. En efecto, el término puede citar un interés por las cosas del pasado
expresarse en un hecho concreto, un lugar, […]. En tanto que los historiadores del
una religión, una nación, una raza o una pro- siglo XVIII habían opuesto las institucio-
fesión. Esta noción ha tomado su terminología nes medievales a las asambleas modernas
característica de la familia, que ha llegado a libremente elegidas, aquellos del siglo
ser su arquetipo histórico y simbólico. XIX buscan al contrario los orígenes de
Ferdinand Tönnies es el primero en for- la democracia en aquellas instituciones
mular una teoría de la comunidad como cate- menospreciadas como la casa de campo,
goría sociológica. En su obra Gemeinschaft und el dominio y las asambleas de hombres
Gesellschaft (1992 [1887]), Tönnies compara la libres (folknoot) o de condado (Nisbet,
noción de comunidad a la de sociedad, conside- 1984: 75-79).
rándolas dos formas opuestas de organización
mutuamente excluyentes, que reposan sobre dos En e ste sent ido, c omo lo a f ir m a
tipos de voluntad humana distintas: la voluntad R aymond Willia ms (198 3), el contra ste
“reflexionada” y la voluntad “orgánica”. Tönnies cada vez más manifiesto en el siglo XIX ,
distingue también tres tipos de comunidades entre las relaciones más directas, totales y
que se forman sobre la base de las relaciones significativas de la comunidad por un lado,
parentales, de vecindario o de amistad. Por el y las relaciones más formales, abstractas
contrario, la sociedad es definida como: e instrumentales del estado o la sociedad
en su sentido moderno del otro lado, fue
Una suma de individuos naturales y arti- oficializado por Tönnies como el contraste
ficiales cuyas voluntades se encuentran entre Gemeinschaft y Gesellschaft. En efec-
en asociaciones numerosas y sin embar- to, para la mayoría de autores de los siglos
go permanecen independientes los unos XIX y XX que lo utilizan, este concepto desig-
de los otros y sin acción interior recípro- na todos los tipos de relaciones caracteri-
ca (Tönnies, 1992 [1887]: 207). zados a la vez por lazos afectivos estrechos,
profundos y duraderos, por un compromiso
La comunidad se convierte entonces de naturaleza moral, y por un tipo de adhe-
en un término opuesto al de sociedad que es sión común a un grupo social (Nisbet, 1984).
empleado para designar relaciones más cercanas Como lo destacan Colin Bell y Howard Newby
entre individuos, y es en el siglo XIX, en el con- (1974), la interacción social, la autosuficien-
texto de las sociedades industriales más amplias cia colectiva, objetivos en común, un cier-
y complejas, que se desarrollan los sentidos de to sentido de pertenencia y compromiso al
inmediatez y de localidad propias a esta noción grupo, y reglas específicas, son las particula-
(Williams, 1983). De esta forma, la pertenencia a ridades de análisis comunes derivadas de esta
la comunidad se desarrolla en esta época en fun- perspectiva para concebir una comunidad.
ción del sentido de proximidad geográfica y de Desde este punto de vista, la importancia
los vínculos más estrechos entre los individuos. de la perspectiva teórica propuesta por Tönnies
La comunidad es considerada, desde el es que permite distinguir dos “tipos-ideales”
siglo XIX , como la legitimación de formas de para las definiciones posteriores del término,
58 Ignacio Siles

[…] dos p olo s a bst r ac tos de u n es necesario entre sus miembros para formar
continuum empírico de forma s de una comunidad (Bell y Newby, 1974), la pers-
organización social concretas, las cuales pectiva de Benedict Anderson introduce otras
comprenden a su vez grados distintos, dinámicas interesantes para interpretar esta
rasgos característicos de uno y del otro, idea, a partir de un punto de vista más cons-
es decir diferentes formas de sociabilidad, tructivista.
diversa s racionalidades mezclada s En su obra Imagined Communities:
(Proulx y Latzko-Toth, 2000: 111). Ref lections on the Origins and Spread of
Nationalism (1991), Anderson se interesa en el
En efecto, uno de los intereses primor- concepto de nación como forma de comunidad
diales generados por esta perspectiva de análisis política, característica de la modernidad. Para
es que ha permitido considerar la noción de él, las comunidades se definen por su carácter
comunidad no solamente según un espacio imaginado: Anderson afirma que todas aquellas
físico determinado, sino en términos del con- comunidades que son más vastas que las aldeas
junto de relaciones sociales entre los miembros primordiales, en las cuales el contacto entre
del grupo, y su significado para cada individuo los individuos se da cara a cara, existen ya que
(Bender, 1978). En este sentido, la definición de son imaginadas o percibidas como tales por los
comunidad propuesta por Tönnies ha servido individuos.
también para considerar los grupos que emer- Si para Tönnies la comunidad se forma
gen de ambientes informáticos en términos de a partir de vínculos concretos, para Anderson
una red social de vínculos e interacciones, que basta que exista bajo la forma de una imagen
pueden ser abstractas de un espacio físico. Lo en el entendimiento de los miembros (Proulx y
que está en juego una vez más en el caso de Latzko-Toth, 2000). En este sentido, la posibi-
la mediación de la computadora en redes es la lidad de las comunidades de ser imaginadas les
cuestión de la conexión: cómo los individuos permite nacer por la anticipación o la ficción de
están ligados unos a otros de manera que les es los individuos, pero no les impide ser al mismo
posible formar un grupo social con característi- tiempo reales. La comunicación juega un rol
cas particulares (Jones, 1998). central en la perspectiva de Anderson, ya que
La idea de nuevas utopías formadas por ella articula el carácter imaginado de las comu-
los lazos que unen a los seres humanos a sus nidades. La comunicación, en relación con los
semejantes y a su comunidad, enunciada por sistemas de producción y la diversidad lingüísti-
Robert Nisbet para caracterizar la transición ca, es capaz de transformar las modalidades de
de las comunidades del siglo XVIII al XIX, está a producción y de mantenimiento de las comu-
la base de varias definiciones de comunidad en nidades, sin modificar por ello su naturaleza
redes informáticas del final del siglo XX . Esta fundamentalmente abstracta (Anderson, 1991;
nostalgia por las formas de asociación tradi- Proulx y Latzko-Toth, 2000).
cionales, como expresión de la búsqueda de la Esta idea es importante en los espacios
democracia, tomará un nuevo giro en el mito de informáticos, en los cuales la aparición de
las comunidades llamadas virtuales, propuesto las comunidades está basada principalmente
e impulsado por Howard Rheingold en 1993. La en dinámicas de comunicación. Los grupos
comunidad virtual será desde entonces definida que emergen en línea, según la perspectiva de
de forma entusiasta como un mundo de inter- Anderson, serían imaginados ya que a pesar
cambios entre iguales, capaces de reorganizar de que los miembros no lleguen a conocerse
los lazos sociales y de estimular la vida demo- necesariamente de forma física, la imagen de
crática. Se trata del mito de la “sociabilidad su relación está presente en cada individuo y les
ordinaria” (Flichy, 2001). permite interactuar entre ellos en función de
Otras aproximaciones teóricas han esa representación. La perspectiva de Anderson
sido desarrolladas en los últimos años para es sugerente para comprender la articulación de
(re)conceptuar la noción de comunidad. Si un un sentimiento de comunidad entre los miem-
cierto sentido de pertenencia a un grupo social bros de un grupo en línea. Bastaría, en esta
Internet, virtualidad y comunidad 59

óptica, que los individuos se conciban como sido fundamental para conceptuarlos: la vir-
parte de una comunidad para que la construyan tualidad. Si bien los estudios en ciencias socia-
a partir de dinámicas de comunicación, como les sobre las comunidades en línea no hacen
los discursos y comentarios que son escritos siempre una referencia directa a esta noción, la
por un usuario en un sitio Web. forma de comprender la virtualidad determina
Sin embargo, si bien describen algunos de distintos modos la definición de la comuni-
niveles de relación entre los individuos de un dad. En este sentido, es necesario explicar este
grupo social y dimensiones que forman parte concepto y sus diferentes acepciones para llegar
del análisis de una comunidad, las perspecti- a una mejor problematización del concepto de
vas de Tönnies y Anderson presentadas hasta comunidad en el caso particular de las redes
este momento no permiten una explicación informáticas.
de los mecanismos concretos de interacción,
de comunicación y de coordinación colectiva
entre los individuos. El sentido de pertenencia 2. VIRTUALIDAD Y COMUNIDAD: O LO VIRTUAL
a un grupo social explicado por Anderson, por COMO CATEGORÍA PARA PENSAR LA
ejemplo, puede ser también interpretado como COMUNIDAD
un tipo de vínculo social abstracto entre los
individuos de una comunidad. La virtualidad es sin duda una de las
En este sentido, es necesario definir con principales nociones utilizadas para describir
mayor precisión dichos procesos de comuni- el desarrollo tecnológico de las redes socio-
cación entre los individuos, con el fin de com- técnicas y especialmente los colectivos que
prender la forma en la que esta red de vínculos se forman a partir de ellas. Como adjetivo, ha
y relaciones que se establecen entre ellos, y el sido asociado a conceptos que han adquirido
sentido de pertenencia que nace de sus inte- un nuevo sentido por la mediación de instru-
racciones, participan en el proceso de cons- mentos informáticos como el aprendizaje, la
trucción de las comunidades en línea. Además, cultura, la realidad o la sociedad. La idea de una
parece pertinente examinar también el rol de comunidad que es virtual en un sentido u otro,
los objetos técnicos en los intercambios entre emblemática de esta tendencia, está en el cen-
los miembros de este tipo de grupos sociales, el tro de los diferentes discursos que tienen como
cual no queda claro en las aproximaciones teó- objetivo explicar las dinámicas y el funciona-
ricas anteriormente descritas. miento de los grupos en línea.
Estas perspectivas de análisis de las Lucien Sfez observa:
comunidades exigen entonces ser discutidas a
partir de una teoría de la acción y la comunica- Lo virtual, tan mencionado, es un tér-
ción que tome en cuenta los parámetros o refe- mino cada vez más utilizado que tiene la
rencias concretas a la coordinación colectiva de tendencia de ir remplazando al de red en
los individuos, y que considere también el rol el lenguaje corriente, y sufre las mismas
de los objetos. En este sentido, estos enfoques variaciones y deslizamientos. De hecho,
serán posteriormente puestos en relación direc- al igual que el concepto de red, es una
ta con la perspectiva propuesta por Pierre Livet, noción pasarela que sirve para reunir los
quien explica el desarrollo de las comunidades contrarios, para hacer una sola entidad,
a partir de una teoría específica de la acción, en una fórmula que es la verdadera clave
las convenciones y de la intencionalidad de los de la red contemporánea en la forma de
individuos. El enfoque de Livet representa una Internet (Sfez, 1999: 22).
integración o un resultado concreto de las pers-
pectivas para analizar las comunidades discuti- La definición de lo virtual es una base
das hasta este momento. significativa para comprender los discursos
En el caso de los grupos que emergen en sobre las tecnologías de comunicación y las
línea, esta noción de comunidad debe también articulaciones de tiempo y espacio que ellas
ser discutida a partir de otro concepto que ha expresan, así como las formas de organización
60 Ignacio Siles

social como la comunidad. La relación entre tradicionalmente definidas según dos tipos de
la virtualidad y la comunidad subtiende las enfoques de virtualidad:
perspectivas de estudio de los grupos en redes
informáticas y, en efecto, como lo señalan Serge
Proulx y Guillaume Latzko-Toth (2000), lo vir- LA COMUNIDAD “REPRESENTATIVA”: LO VIRTUAL
COMO SIMULACIÓN
tual constituye así una categoría para pensar lo
social y la comunicación.
La ambigüedad del adjetivo virtual ilus- Esta primera perspectiva considera lo vir-
tra bien la variedad de sentidos y las confu- tual como secundario, derivativo y suplementa-
siones que su empleo provoca. Pierre Lévy rio de lo real, o como una falsa aproximación de
(1998) recuerda que el término proviene del lo real. Lo virtual es a lo real lo que la copia es
latín medieval virtualis, un derivado de virtus a lo original: un reflejo, una representación o
que significa fuerza, poder. Lo virtual serviría una reproducción a veces fiel y a veces rebelde.
a designar lo que no es sino en fuerza o en Esta aproximación está basada en una posición
potencia, lo que es real pero no actual (Deleuze, teórica de representación según la cual lo vir-
1996). Por su parte, Philippe Quéau (1993) pro- tual está subordinado a la entidad original de lo
pone que virtus significa también vertu, en el real. Las dos formas esenciales son inmutables
sentido de poder o de calidad, lo cual lo lleva a y separadas la una de la otra: lo virtual no es
establecer un enlace entre lo virtual y la virtud. sino una pálida imitación de lo real. En este
Desde este punto de vista, las raíces de la vir- sentido, lo virtual degrada necesariamente lo
tualidad se encontrarían en una visión religiosa real; en palabras de Baudrillard, lo virtual sería
del mundo donde el poder y la bondad moral un “simulacro” o un “doble” de lo real.
están unidas en la virtud (Wilbur, 2000). Adicionalmente, esta perspectiva consi-
De forma general, existe una distinción dera lo virtual inclusive como un peligro: las
epistemológica de lo virtual en las ciencias personas pueden perder sus posibilidades y res-
sociales: por un lado, una óptica más cerca- ponsabilidades si disponen de medios virtuales
na a la teoría de la luz opone lo virtual a lo para remplazarlos. Las tecnologías de lo virtual
real; mientras que otra perspectiva heredada son vistas como un medio que aumenta la expe-
de la teoría de las fuerzas opone lo virtual a lo riencia y la sensación pero implican un efecto
actual, como dos modalidades del ser tan rea- negativo en el individuo (Doel y Clarke, 1999).
les la una como la otra (Proulx y Latzko-Toth, Inspirada por un virtual como represen-
2000; Besnier, 1995). Esta distinción lleva a una tación o falsa aproximación de la realidad, la
reconfiguración del espacio y del tiempo en dos comunidad virtual es considerada desde este
tendencias generales: lo virtual como una “falsa punto de vista como una copia de las comu-
aproximación” de lo real, o lo virtual como una nidades “reales”, es decir, como un grupo que
“resolución” de lo real. representa ficticiamente y degrada las relacio-
En este sentido, la vasta reflexión de la nes interpersonales cara a cara. En su texto The
noción de virtualidad desarrollada por Marcus Metaphysic of Virtual Reality, Michael Heim
Doel y David Clarke (1999) permite identifi- (1993) ilustra esta posición para definir los gru-
car dos grandes perspectivas para explicar la pos en línea:
relación entre lo virtual, lo real y lo actual: la
re-presentación y la resolución. Esta tipología La comunicación por computadora de
es retomada de forma particularmente aclara- nuestros días saca la parte física del
tiva por Serge Proulx y Guillaume Latzko-Toth proceso de la comunicación [y] añade
con el fin de dar cuenta de los principales dis- solo una simulación del encuentro cara
cursos y representaciones de las comunidades a cara, una representación o una apa-
llamadas virtuales en la literatura en ciencias riencia del encuentro real […] La comu-
sociales y particularmente en el campo de la nicación cara a cara, el vínculo fresco
comunicación. Recuperando dicha discusión, entre personas, promueve un calor y
las comunidades en redes informáticas han sido una lealtad a largo plazo, un sentido de
Internet, virtualidad y comunidad 61

obligación en los que las comunidades del tiempo-espacio (real)” (1999: 268). En este
mediadas por computadora no han sido enfoque lo virtual no degrada entonces la ple-
probadas. […] En cuanto la cultura en nitud de una posición original de lo real, sino
línea crece geográficamente, el sentido que más bien la complementa y la suplementa.
de comunidad desaparece (Heim, 1993: La hiperrealiza. La relación entre el individuo y
102-103). lo virtual está cuadrada siempre en términos de
virtualización. Esta perspectiva requiere la pre-
Para esta perspectiva, las relaciones sencia de un sujeto para encarnar la diferencia
sociales solo pueden ser imitadas o emuladas entre lo virtual y lo real —la resolución com-
en el caso de los grupos virtuales, y la comu- pleta de lo real no es ex nihilo. Paralelamente,
nidad en línea representa solo una simulación lo virtual no se limita solamente a sus efectos
funcional e incompleta de la comunidad real, de inmersión, sino que se extiende también a
con pérdidas en alguna parte. Shawn Wilbur lo la interactividad y, en este sentido, la “realidad
resume: “la comunidad virtual es la simulación virtual” concilia la inmersión y la interactividad
de la comunidad, preferiblemente con una gran por medio del cuerpo (Doel y Clarke, 1999).
dosis de tradición y muy poca dosis de pérdi- Al contrario del discurso de la falsa
da” (Wilbur, 2000: 50). Si las comunidades, aproximación, lo virtual y lo real no son con-
por definición, consisten en relaciones sociales siderados como dos formas inmutables e ina-
entre un grupo de personas cercanas en un lienables: no se oponen, sino que denotan dife-
espacio geográfico determinado, desde este rentes grados de actualización a lo largo de un
punto de vista resulta casi paradójico asociar el continuo que va de lo real a lo hiperreal2. Si lo
término comunidad al adjetivo virtual, el cual virtual permite actualizar en distintas medi-
remite a la idea de abstracción y de simulación das los potenciales de lo real, en esta segunda
(Proulx y Latzko-Toth, 2000). En efecto, las postura epistemológica la comunidad virtual
comunidades en redes informáticas son valo- puede entonces también servir a colmar las
radas por esta corriente de pensamiento como lagunas de un mundo imperfecto. El principal
una amenaza para los lazos familiares y para portavoz de esta tendencia ha sido sin duda
los espacios de encuentro cara a cara propios de Howard Rheingold (2000a, 2000b), para quien
las “verdaderas comunidades”, el supuesto ideal la comunidad virtual es un espacio liberador
de la comunicación (Fernback y Thompson, para sus miembros, una alternativa ante las
1995, 1997). imperfecciones del mundo, un medio de igua-
lación de las diferencias y de emancipación de
las minoridades sociales, capaz de revitalizar la
LA COMUNIDAD “LIBERADORA”: LO VIRTUAL esfera pública3.
COMO RESOLUCIÓN

Este segundo enfoque se opone diame- 2 Esta segunda perspectiva de lo virtual se trans-
forma en una categoría o dimensión adicional, la
tralmente a la primera perspectiva ya que consi- cual nace en una hiperrealización para llegar a
dera lo virtual como una resolución de lo real a lo que Doel y Clarke llaman una ex-terminación
partir de una inversión en el discurso de la falsa de lo real. Desde este punto de vista, la realidad
aproximación. La relación ontológica entre lo virtual sería la resolución final de un mundo lleno
virtual real y lo virtual es invertida, y lo virtual de imperfecciones, y las tecnologías de lo virtual
son las últimas de una larga serie de dispositivos
se convierte en una resolución de las imper- diseñados para permitirle al individuo cumplir el
fecciones de lo real. Por medio de lo virtual, el sueño de actualizar en tiempo real un conjunto de
individuo es capaz de realizar —o de actuali- posibilidades.
zar— los potenciales latentes del mundo.
Doel y Clarke observan: “lo virtual exuda 3 Esta perspectiva permanece importante en el
panorama académico y se ha extendido inclusive a
admiración por “corregir” defectos en lo real, al una variedad de áreas de discusión como el género,
sobrepasar los apremios, insuficiencias, y limi- la identidad, la pertenencia étnica, la clase social y
taciones de lo real —particularmente la rastra las discapacidades físicas, entre otros.
62 Ignacio Siles

Rheingold publica su libro The Virtual falsa aproximación ni como realización forzada.
Community en 1993, el cual populariza a un Otras perspectivas de análisis se hacen necesa-
nivel general la expresión de comunidad virtual rias para comprender las especificidades de las
para referirse a este tipo de grupos (Flichy, comunidades llamadas virtuales que emergen
2001). Para él y el conjunto de autores que de las redes informáticas.
concuerdan con su perspectiva, la comuni-
dad en línea es el espacio donde los valores de
la democracia pueden prosperar y renacer “a 3. HACIA UNA DEFINICIÓN DE COMUNIDAD
la ciber-Jefferson” (Wilbur, 2000: 51). Según VIRTUAL
esta posición, Internet es un espacio utópico,
3.1. LA COMUNIDAD VIRTUAL DE PIERRE LIVET
un “ninguna parte-alguna parte” [nowhere-
somewhere], un ideal en el que los individuos
son capaces de reencontrar los sentidos y la El filósofo francés Pierre Livet, de la Uni-
experiencia de la comunidad (Robins, 2000). versidad de Aix-Marseille, propone una pers-
En efecto, los defensores de esta perspectiva pectiva particular de análisis en su libro La
parten del principio de que existe una necesidad Communauté Virtuelle (1994) de las dinámicas
social de nuevos tipos de comunidades y que la de construcción de comunidades, que destaca
tecnología es el dispositivo ideal para colmarlas sugerentes perspectivas para examinar las nocio-
(Jones, 1998; Proulx y Latzko-Toth, 2000). nes de comunidad y de virtualidad desde otro
En este discurso se hace notoria una idea punto de vista. Livet concibe la emergencia de
recurrente desde la aparición de mecanismos de la comunidad a partir de teorías de la acción y la
comunicación por computadora: las promesas coordinación colectiva, en términos de intencio-
de la democracia informática. Desde este punto nalidad y de convenciones. Afirma que la comu-
de vista, el vínculo social entre los individuos nicación no puede garantizar las coordinaciones
sería radicalmente transformado gracias a la humanas queriendo basarse en las intenciones.
mediación de la computadora como dispositivo Sin embargo, este “fracaso” de la comunicación
de comunicación, con el propósito de proveer no les impide a los seres humanos interactuar ya
un “verdadero” espacio de libertad e igualdad. que pueden coordinar sus acciones sin disponer
En efecto, como lo demuestra Thierry Bardini de garantías sobre las intenciones.
(2000), se trata de una premisa que descansa En este sentido, para Livet, las hipótesis
a fin de cuentas en una variación de una vieja hechas por los individuos sobre las intenciones
idea modernista determinada por la tecnología de las otras personas no son representaciones
y el mercado, y en este caso reivindicada por los perfectamente definidas que preexisten a la
portavoces de la comunidad liberadora. acción y la anticipan, sino que evolucionan y
En conclusión, es posible afirmar que se definen a mitad de camino por un proceso
ambas caracterizaciones de lo virtual expuestas de revisión y de concretización, a partir de una
—como falsa aproximación o copia, y como teoría que se acomoda a las incertidumbres y
realización forzada o liberadora de lo real— los errores, y que hace reposar la cooperación
resultan insuficientes para dar cuenta de las sobre la falibilidad común. Desde este punto de
relaciones entre la virtualidad y la realidad, vista, la comunidad sería siempre virtual ya que
y sus implicaciones para pensar la noción de es imposible identificar con certitud las inten-
comunidad. Parece más bien que estas dos ciones del prójimo y porque los individuos están
perspectivas tradicionales de la virtualidad son obligados a referirse a colectivos que suponen ya
problemáticas porque, como lo sugiere Gilles constituidos. La comunidad es asumida como
Deleuze (1996), inducen a una confusión entre existente e interpretada de manera distinta por
lo virtual y lo posible. Desde este punto de cada miembro. Los colectivos permanecen vir-
vista, sería efectivamente posible considerar tuales y su identidad también.
lo real y lo virtual en términos de interrela- Los diferentes niveles de la comunicación
ción y no solamente de oposición, en donde humana son explicados por Livet en función de
lo virtual no es separable de lo real ni como los grados del dominio de lo “decidible” o lo
Internet, virtualidad y comunidad 63

“indecidible”4. Esta distinción es fundamental de la acción, las cuales resuelven los problemas
para comprender las nociones de convención y de repartición y de cita. Resumiendo, la conven-
de acción colectiva, y para resolver la articula- ción posee cuatro funciones posibles para Livet:
ción entre los niveles micro y macrosocial. En
efecto, Livet considera que el individuo no hace ✧ Proveer puntos de referencia accesibles a
referencia a los colectivos sino en la medida todos los participantes de interacciones.
en la que acepta la indecidibilidad de ciertas
exigencias de la comunicación individual, por ✧ Lanzar o relanzar la cooperación entre los
lo cual el carácter virtual de las comunidades. individuos.
El resultado colectivo aparece como un efecto
✧ Permitir a los individuos ligar las acciones
emergente de las interacciones individuales:
locales que participan en un fenómeno
Cuando uno quiere alcanzar un resulta- colectivo.
do colectivo, la tarea individual no con- ✧ Permitir representar este fenómeno colectivo
siste entonces en “realizar su parte” del cuando ningún individuo puede observarlo
resultado global. Consiste sobre todo a por completo.
manejar las coordinaciones ajustando
las acciones del individuo a los puntos de Livet considera en seguida el rol de los
referencia necesarios a los otros, y a los objetos como participantes activos de las accio-
desvíos y errores inevitables con respecto nes colectivas5. En efecto, los acuerdos conven-
a esas referencias (Livet, 1994: 209). cionales reposan en gran medida en la cons-
trucción de objetos, naturales o artificiales, que
Para Livet, se trata de reconocer que el
pueden ser invocados en una acción colectiva
saber mutuo entre los individuos existe pero es
en caso de contestación de dichos acuerdos por
inaccesible, y por lo tanto se hacen necesarios
parte de los participantes6. Los objetos juegan
puntos de referencia para la coordinación indi-
diferentes roles según el tipo de acción colectiva
vidual y colectiva que permanezcan legibles en
en la que encajan o se insertan7. En este senti-
caso de error o de fracaso de la comunicación.
do, los objetos personalizados son asociados a
Esta distinción le permite a Livet discutir con
profundidad el tema de las convenciones en la
emergencia de los colectivos, ya sean explícitas o
implícitas. Desde su punto de vista, las conven- 5 La constitución de una red más extensa de partici-
pantes de procesos sociales y técnicos de comuni-
ciones sirven precisamente como las referencias
cación y negociación, que toma en consideración
necesarias a las interacciones: son los substitutos el rol de los objetos, sirve como base teórica del
colectivos decidibles de las intenciones individua- presente trabajo y puede ser explicada a partir de
les que subtienden la acción colectiva, intencio- los postulados de la sociología de la ciencia y la
nes cuyas garantías son indecidibles. En otras técnica, en particular la teoría del actor/red (ver
Callon, 1986; Latour, 1994).
palabras, lo indecidible de las interacciones es
expresado en acción a partir de las convenciones. 6 La controversia entre participantes constituye
Las convenciones implícitas parten del entonces un espacio privilegiado para el estudio de
hecho que no es el acto individual que sirve las comunidades en línea.
como referencia, sino el efecto emergente de las
7 Livet distingue tres tipos de acción colectiva: 1)
interacciones. Las convenciones explícitas fun-
La acción común, que toma en consideración las
cionan más bien como referencias fijadas antes modificaciones de la acción individual en función
de los errores de la otra persona. 2) La acción entre
varios (action à plusieurs), la cual se articula sobre
4 Para Livet, lo “decidible” es un procedimiento las acciones comunes pero permite responder a
acabado que permite decir si un enunciado entra las acciones que son colectivas, y en las cuales no
o no en una categoría dada, y lo “indecidible” es el existen indicios de acción común. 3) La acción en
punto fijo entre lo refutable y lo demostrable de un conjunto (action ensemble), que reposa sobre el
enunciado. uso de las convenciones implícitas y explícitas.
64 Ignacio Siles

la acción común, ya que sus propiedades y posi- en línea pueden ser considerados objetos con-
bilidades de manipulación se definen en este vencionales (Baym, 1995) y, en este sentido,
tipo de acción. De la misma forma, los objetos como el soporte de comunidades virtuales de
genéricos son definidos por la acción entre un segundo grado. Si toda comunidad es de por
varios y sirven de vehículo a los apremios sobre sí virtual, los grupos en línea serían también
su manipulación, o al menos, fijan condiciones capaces de movilizar una serie de referencias
límites de utilización que permanecen para para relanzar procesos de comunicación entre
toda una clase de objetos. Por su parte, los obje- individuos a partir de un conjunto de acuerdos
tos convencionales son asociados a la acción en convencionales, y de crear al mismo tiempo
conjunto. Permiten asegurar la estabilidad de una comunidad particular.
una convención entre una acción local a otra. Algunas preguntas surgen como paráme-
Un mismo objeto puede ser a la vez gené- tros concretos de análisis y reflexión metodológi-
rico, personalizado y convencional. En resumen, ca en el caso de dichas comunidades: ¿cuáles son
al establecer esta tipología, Livet destaca la esas convenciones que sirven como referencia a
importancia del objeto y de las convenciones las dinámicas y las acciones individuales o colec-
en el proceso de la acción colectiva. En efecto, tivas de un grupo en particular? ¿De qué forma
las acciones colectivas no pueden prescindir una controversia entre usuarios determina la
de estos puntos de referencia que brindan los emergencia de un grupo de convenciones concre-
objetos, como lo pone en evidencia el caso de las tas? ¿Cómo intervienen esas convenciones en la
comunidades en línea. El rol atribuido por Livet formación de una comunidad en línea singular?
a las convenciones y a las reglas, y su articula- ¿Cuál es el rol del objeto técnico en esta configu-
ción en función de un objeto en particular, es ración? La teoría de Pierre Livet provee así pará-
fundamental para comprender la naturaleza de metros más específicos para estudiar la formación
las comunidades y de los grupos que emergen de de comunidades a partir de objetos técnicos.
las redes informáticas. Si los objetos participan En claro, es posible entonces definir con
en la construcción de vínculos y relaciones entre más precisión la relación entre los diferentes
los individuos, los grupos en línea juegan un rol actores y miembros de un grupo en línea, y
como objeto técnico (personalizado, genérico y de comprender mejor la articulación entre las
convencional) en el relanzamiento de procesos dimensiones sociales y técnicas en las comu-
de comunicación, en la coordinación de estos nidades en red. Recapitulando las discusiones
espacios de interacción y, de esta forma, en la emprendidas desde el inicio de este artícu-
formación de un tipo particular de comunidad. lo, tres grandes aproximaciones teóricas fue-
Por su complejidad en su estructura, sis- ron discutidas para dar cuenta de la noción
temas de reglas y comunicación, los grupos de comunidad (figura 1). Para la mayoría de

FIGURA 1

TRES PERSPECTIVAS PARA DEFINIR LA COMUNIDAD

Red de vínculos Sentido de


interacciones y “pertenencia”
relaciones entre los Imagen en el
individuos pensamiento de sus
mismebros

Convenciones en acción -
Comunicación
Internet, virtualidad y comunidad 65

autores que sigue la perspectiva de Tönnies, la realidad, suponiendo más bien esta distinción
comunidad se construye a partir de relaciones y como falaciosa y sin fundamento. Esta óptica
vínculos de cierto tipo entre los individuos, for- para concebir la virtualidad debe sus orígenes
mando así diferentes ideales de espacios colecti- al filósofo Gilles Deleuze, para quien la termi-
vos. Adicionalmente, desde el punto de vista de nología que opone lo real a lo virtual debe ser
Benedict Anderson, la comunidad se convierte corregida: lo virtual se opone a lo actual y no a
en una forma de organización social cuando lo real, ya que lo virtual posee plena realidad en
es imaginada por los individuos (existe como tanto que virtual (1996, 1972).
imagen en sus miembros), lo que les permi- En este sentido, la realidad no es con-
te reconocer que pertenecen a un grupo más siderada como la actualización del conjunto
amplio de personas y de actuar en función de de posibilidades en un espacio y un tiempo
esa representación o imagen según un conjunto particular. Lo real es virtual de entrada, o en
de prácticas de comunicación. palabras de Doel y Clarke (1999), es siempre
Estas dos aproximaciones se encuentran “desajustado e incómodo”. Los mismos autores
en la perspectiva de Pierre Livet. Una vez admi- añaden: “la realidad es el doble inmanente de
tida la importancia de los vínculos sociales, actualidad-virtualidad […] la realidad virtual
de las relaciones, de la imagen producida por no tiene nada que ver con la apariencia. La rea-
estos intercambios en los individuos y de sus lidad (virtual) no es nada más que inmanente
implicaciones en su comportamiento colectivo creación y experimentación” (Doel y Clarke,
(en prácticas de comunicación), Livet propone 1999: 280-281).
que las interacciones individuales y la aparición Según esta perspectiva, existe entonces
de la comunidad resultan de la puesta en mar- una hibridación de lo real y lo virtual, o más
cha de una serie de convenciones que, dado el exactamente, una inmanencia de lo virtual en
carácter indecidible de las intenciones, sirven lo real. En lo real, lo actual y lo virtual están
como referencias a las acciones individuales y en interrelación circular y productiva, y de su
relanzan los procesos de comunicación. En este interacción regular emerge un real en cons-
sentido, las convenciones vienen a ser el eje que tante creación y experimentación (Proulx y
permite relanzar los procesos de comunicación Latzko-Toth, 2000). La vida cotidiana es siem-
entre los individuos y que pone en evidencia pre (y de entrada) una realidad virtual (Guata-
la red de vínculos sociotécnicos existentes, así rri, 1992) como fue anunciado en la perspecti-
como el carácter imaginado del grupo. va de Pierre Livet (1994), y es entonces posible
Como fue discutido con anterioridad, pensar en una noción de comunidad ligada
la definición de lo virtual subtiende la defini- a este enfoque de lo virtual. Si la comunidad
ción de la comunidad. En efecto, esta noción es virtual en el sentido (híbrido) propuesto
de comunidad propuesta por Livet es también por Livet y Deleuze, es decir, asumida como
determinada por una visión particular de lo vir- existente e interpretada de manera distinta
tual, que permite definirla como una red socio- por cada miembro, es indispensable pensar en
técnica de actores en constante negociación y el rol de las convenciones propias a la acción
como un espacio híbrido de interacciones. individual para relanzar los procesos de comu-
nicación en una comunidad.
Es en esta perspectiva que se inscribe el
3.2. VIRTUAL Y SOCIOTÉCNICA: HACIA UNA concepto de virtualidad propuesto en este artí-
COMUNIDAD HÍBRIDA culo, es decir, una virtualidad que está abierta
a la posibilidad de encarnar diferentes tipos de
La perspectiva discutida por Livet sobre espacio y de movilizarse más allá de las (sim-
lo virtual se distingue de los dos enfoques expli- plistas) tendencias de hablar en términos “de
cados en la segunda sección de este artículo un futuro virtual, de un presente parcialmente
(como falsa aproximación y como realización virtual, de un pasado no virtual” (Crang, et
forzada de lo real), ya que no considera una al., 1999: 3) y hacia formas más matizadas de
separación dicotómica entre la virtualidad y la comprender las diversas configuraciones de la
66 Ignacio Siles

virtualidad que se expresan por la mediación de En conclusión, se propone en este artícu-


las tecnologías8. lo no comprender la noción de comunidad
Con respecto a la comunidad en parti- virtual para expresar una falsa aproximación
cular, desde este punto de vista, y en el sentido o una copia de otro tipo de comunidades (lla-
enunciado por Deleuze, la virtualización per- madas “reales” como si se tratase de entidades
mite la deterritorialización de la comunidad. opuestas), ni para evocar su poder liberador,
Pierre Lévy observa: cualquiera que sea, de las imperfecciones del
mundo. Si bien ambas perspectivas no parecen
Cuando una persona, una colectividad, mutuamente exclusivas en la práctica, constitu-
un acto, una información se virtualizan, yen maneras distintas de concebir la virtualidad
se ponen “más allá”, se deterritorializan. y de estimular diferentes tipos de cuestiona-
Una especie de desembrague los desliga mientos alrededor del concepto de comunidad.
del espacio físico o geográfico y de la tem- A partir de esta perspectiva, lo actual
poralidad del reloj y el calendario. […] Era y lo virtual están en interrelación circular y
entonces previsible encontrar la deterrito- productiva en los diferentes grupos en línea, y
rialización, la salida del “ya”, del “ahora” y de su interacción emergen dinámicas creativas
del “esto” como una de las vías reales de la de comunicación, procesos y modos múltiples
virtualización (Lévy, 1998: 18-19). de intercambio entre los individuos, puestos en
marcha y manifiestos por el conjunto de conven-
Adicionalmente, si en el caso de las pers- ciones propias a esta mediación. Esta perspecti-
pectivas tradicionales la irrupción de lo virtual va teórica permite considerar las comunidades
coincide con el progreso técnico, este enfoque en redes informáticas como espacios híbridos,
procura evitar ese tipo de determinismos. Las tec- redes sociotécnicas capaces de dar cuenta de las
nologías de la comunicación no tienen influencia especificidades de los nuevos artefactos técnicos
directa sobre la virtualidad (real), ya que como de la comunicación, y explicar el rol de las con-
fue explicado, la vida cotidiana es de por sí una venciones en las interacciones de los diferentes
realidad virtual. La comunidad virtual puede así actores en negociación. De esta forma, es posi-
trascender las técnicas y épocas particulares; se ble entonces pensar los grupos en línea como
manifiesta a través de las diferentes tecnologías comunidades en redes sociotécnicas, espacios de
en diversos tiempos y lugares, y puede ser anali- negociación entre usuarios, de construcción de
zada a partir de diferentes tecnologías y no solo dinámicas sociales, de estructuras, de contextos
de un espacio físico determinado9. de emergencia y de interacciones particulares.

CONSIDERACIONES FINALES
8 En palabras de Doel y Clarke (1999), se trata de
una virtual (real)idad de lo real.
Ante la expansión de las redes informáti-
9 La idea de una comunidad agrupada alrededor cas en muchos de los espacios sociales y cultura-
de un objeto técnico acompaña la apropiación de les, este procedimiento de investigación permitió
casi todo medio de comunicación por la sociedad. considerar los grupos en línea como un objeto
Sandy Stone (1991) propone por ejemplo distinguir intercalado en medio de la acción colectiva. De
históricamente distintas épocas en las que es posi-
esta manera, fue posible considerar la forma en
ble identificar un tipo de comunidad virtual, según
lo estipulado en este trabajo, caracterizada por una que la red de lazos sociales de los miembros de
forma particular de comunicación. Stone conside- estas comunidades, sus interacciones, la imagen
ra que la comunidad en tanto que virtual, es decir,
que es capaz de trascender las épocas y técnicas en
particular, puede ser ubicada desde la formación de
las primeras comunidades científicas del siglo XVII y televisión. A esto podría añadirse inclusive un
(comunidades alrededor del texto), hasta las redes periodo donde la oralidad sirvió durante miles de
informáticas actuales, pasando por los públicos años como el vehículo intrínseco de la comunica-
que se reunían para escuchar programas de radio ción para las comunidades (Ong, 1977).
Internet, virtualidad y comunidad 67

presente en cada individuo de lo que represen- examinar los grupos que emergen en línea, en
ta el grupo al que pertenece y sus dinámicas los cuales es difícil asir la importancia de esta
concretas de comunicación, están íntimamente articulación de conceptos.
vinculadas al objeto técnico, lo cual parecía En este sentido, una vez establecidas
notablemente excluido de la mayoría de pers- definiciones precisas de comunidad, de su
pectivas teóricas y metodológicas para estudiar carácter virtual y de su articulación en una red
este fenómeno. sociotécnica a partir de las convenciones, se
En efecto, la mayor parte de aproxima- hace indispensable examinar posteriormente,
ciones teóricas en el campo de las ciencias y con mayor precisión, las particularidades del
sociales y de la comunicación en particular, han concepto de comunidad en redes informáticas,
puesto el énfasis en la dimensión social de las con el fin de identificar las problemáticas más
interacciones en línea, y el rol del objeto como prácticas de esta noción en el campo de las
tal no aparece sino esporádicamente mencio- ciencias sociales.
nado o esbozado. Al contrario, en este artículo
las comunidades en línea, en tanto que objeto
técnico también, han sido consideradas como BIBLIOGRAFÍA
un participante activo que determina y resulta
simultáneamente de los procesos de interacción Anderson, B. (1991). Imagined Communities:
entre los individuos. Reflections on the Origin and Spread of
En términos generales, la convención Nationalism (Revised ed.). New York: Verso.
se mostró crucial para medir el alcance de las
interacciones en línea y para definir subsecuen- Bardini, T. (2000). “Les Promesses de la
temente la comunidad en el contexto particular Révolution Vir tuelle”. Sociologie et
de las redes informáticas. Sociétés, XXXII(2), 57-72.
La noción de comunidad adquiere un
valor interesante cuando es vinculada a los Baudrillard, J. (1981). Simulacres et simulation.
conceptos de convención, acción y comuni- Paris: Editions Galilée.
cación. En efecto, es en su relación con esta
configuración de conceptos (curiosamente una Baym, N. K. (1995). “The emergence of
de las dimensiones más ignoradas en la lite- c o m mu n it y i n c o m p ut er- m e d i a t e d
ratura académica sobre el tema), y no en sus communication”. En S. G. Jones (Ed.),
supuestas capacidades para representar, emular C y b e r s o c i e t y: C o m p ute r M e d i ate d
o hiperrealizar otro tipo de interacciones (o C o m m u n i c a t i o n a n d C o m m u n i t y.
corregir sus limitaciones), que la metáfora de Thousand Oaks, CA: Sage.
la comunidad se vuelve más pertinente para dar
cuenta de las formas de organización social en Bell, C., & Newby, H. (1974). The sociology
los ambientes informáticos. of community: a selection of readings.
Si la comunidad fue definida anterior- London: Frank Cass & Company.
mente en función del espacio particular de inte-
racción social, de la red de vínculos establecidos Bender, T. (1978). Community and social
entre sus miembros y de la imagen producida change in America. New Brunswick, NJ:
por dichas interacciones en el pensamiento de Rutgers University Press.
sus participantes, sería justo incluir ahora en
la ecuación el rol de los objetos, de las conven- Besnier, J.M. (1995). “Introduction”. En G.
ciones y de la comunicación, para comprender Cohen-Tannoudji (Ed.), Virtualité et réalité
con más profundidad el valor de este concep- dans les sciences. Gif-sur-Yvette, France:
to. Desde este punto de vista, la perspectiva Éditions Frontières.
para examinar la comunidad virtual propuesta
en este artículo constituye una aproximación C a l l o n , M . (1 9 8 6 ). “ É l é m e n t s p o u r
alternativa a los estudios más tradicionales para une sociologie de la traduction: la
68 Ignacio Siles

domestication des coquilles St-Jacques Mediated-Communication and Community.


et d e s m a r i n s - pêcheurs dans la baie Thousand Oaks, CA: Sage.
de St-Brieuc”. L’Année Sociologique, 36,
169-208. Latour, B. (1994). “Une sociologie sans
objet? Remarques sur l’interobjectivité”.
Crang, M.; Crang, P. & May, J. (1999). Virtual Sociologie du Travail, 36 (4), 587-607.
Geographies: Bodies, Space and Relations.
New York: Routledge. Lévy, P. (1998). Qu’est-ce que le virtuel? Paris:
La Découverte.
Deleuze, G. (1996). “L’actuel et le virtuel”. En
G. Deleuze & C. Parnet (Eds.), Dialogues. Livet, P. (1993). “Le collectif comme virtuel”.
Paris: Flammarion. Réseaux. 62, 119-120.

. ((1972) [1968]). Différence et . (1994). La Communauté Virtuelle:


ré p étitio n (2e ed .). Pa r i s: P re s se s Action et Communication. Comba s:
Universitaires de France. Éditions de l’Éclat.

Doel, M. A. & Clarke, D. B. (1999). “Virtual Nisbet, R . (198 4) [1966]. L a Tradition


World s: Simulat ion, Supplet ion, Sociologique. Paris: Presses Universitaires
S(ed)uction a nd Simulacra”. En M. de France.
Crang, P. Crang & J. May (Eds.), Virtual
Geographies: bodies, space and relations Ong, W. (1977). Orality and Literacy: The
(pp. 261-283). New York: Routledge. technologizing of the world. London:
Routledge.
Fernback, J. (1997). “The individual within
Piscitelli, A. (1995). Ciberculturas: en la era de
the collective: virtual ideology and the
las máquinas inteligentes. Buenos Aires:
realisation of collective principles”. En S.
Paidós Contextos.
G. Jones (Ed.), Virtual Culture. Thousand
Oaks, CA: Sage.
Proulx, S. & Latzko-Toth, G. (2000). “La virtualité
comme catégorie pour penser le social:
Fernback, J. & Thompson, B. (1995). Computer-
l’usage de la notion de communauté virtuelle”.
Me diate d C o m mu nicatio n a nd the
Sociologie et Sociétés, XXXII(2) 99-122.
American Collectivity: The Dymensions
of C ommunity Within C ybe rs pace.
Quéau, P. (1993). Le virtuel: vertus et vertiges.
International Communication Association.
Seyssel [Bry-sur-Marne]: Champ Vallon,
Institut National de l’audiovisuel.
Flichy, P. (2001). L’ imaginaire d’Internet. Paris:
La Découverte. R h e i n g o l d , H . (2 0 0 0 a). “ C o m m u n it y
Development in the Cybersociety of the
Guattari, F. (1992). Chaosmose. Paris: Galilée. Future. En D. Gauntlett” (Ed.), Web Studies:
Rewiring Media Studies for the Digital Age.
Heim, M. (1993). The metaphysics of virtual Oxford: Oxford University Press.
reality. New York: Oxford University Press.
. (2000b). The Virtual Community:
Jones, S. G. (1998). “Information, Internet, Homesteading on the Electronic Frontier
a nd Communit y: Notes Toward a nd (Revised ed.). Cambridge, MA: MIT Press.
Understanding of Community in the
Information Age”. En S. G. Jones (Ed.), . (2 0 01). “ M o b i l e V i r t u a l
Cybersociety 2.0: Revisiting Computer- C om mu n it ie s”. The F eat ure , w w w.
Internet, virtualidad y comunidad 69

thefeature.com /index.jsp?url=article. Weil, S. (1948). La Pesanteur et la Grâce. Paris:


jsp?pageid=12070. Plon.

Robins, K. (2000). “Cyberspace and the world Wellman, B. & Gulia, M. (1999). “Virtual
we live in”. En D. Bell & B. M. Kennedy C om mu n it ie s a s C om mu n it ie s: Net
(Eds.), The Cybercultures Reader. New Surfers Don’t Ride A lone”. En M. A .
York: Routledge. Smith & P. Kollock (Eds.), Communities
in Cyberspace (pp. 167-194). New York:
Smith, M. A. & Kollock, P. (1999). Communities Routledge.
in Cyberspace. New York: Routledge.
Wilbur, S. P. (2000). “An Archaeology of
Stone, A. R. S. (1991). “Will the Real Body Please c yberspaces: Vir tualit y, communit y,
Stand Up?: Boundary Stories About Virtual identity”. En D. Bell & B. M. Kennedy
Cultures”. En M. Benedikt (Ed.), Cyberspa- (Eds.), The Cybercultures Reader. New
ce: First Steps. Cambridge, MA: MIT Press. York: Routledge.

Tönnies, F. ((1992) [1887]). “Communauté et Williams, R. (1983). Keywords: A Vocabulary


Société”. En K. Van Meter (Ed.), Textes of Culture and Society. London: Fontana
Essentiels. Paris: Larousse Coll. Press, Harper Collins.

Ignacio Siles González


isiles@ice.co.cr
70 Ignacio Siles

También podría gustarte