Está en la página 1de 11

1

Identidad e identificación en la era de las redes.


Dr. OSCAR GRILLO
grillo.oscar@gmail.com
IDES/UNTREF Cursos Virtual
Septiembre 2023

Resumen
En esta clase presentaremos diversas formas en las cuales las identidades se construyen en
ambientes digitales y se manifiestan, más allá de toda concepción esencialista, como
dispositivos sin duda heterogéneos con funciones estratégicas concretas para los agentes que las
sostienen, e inscriptas siempre en el cruce de relaciones de poder y saber. Arjum Appadurai
decía hace ya tres lustros que “el único hecho nuevo en el mundo de la mediación electrónica es
que el archivo de vidas posibles es más rico y más asequible para el común de las personas que
nunca antes” (Appadurai, 2005)
Entonces presentaremos algunas formas de construcción y ensamble de identidades, nos
detendremos en algunas operaciones sobre el cuerpo y las prácticas que ha percibido la
antropología digital en las últimas décadas.
.

Palabras clave: identidad, identificación, antropología digital,

1. Narrativas tecnocéntricas o narrativas descentradas sobre la “identidad”

La generalización temporal
que realizan las categorías de
identidad
es un error necesario
Judith Butler (2005:323)

Intentamos apartarnos de la perspectiva se atribuye al artefacto cultural Internet (Hine 2004:25) la capacidad
de crear nuevas formas de relacionarse entre las personas y producir nuevas identidades e identificaciones,
atravesando límites culturales y sociales previos (Leander 2002). Esta narrativa sostiene y difunde fragmentos
de discursos con pretensión hegemónica que trabajan instalando ciertos tipos ideales con potencia retórica.
Llega a configurar una suerte de gramática prescriptiva que estandariza e instala determinados modos de ver un
conjunto de fenómenos emergentes a partir de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Esta visión de Internet como un mundo aparte supone pensar a la “sociedad de la información” como un
fenómeno unificado que crece de manera más o menos lineal difundiendo “cibercultura”.

Abordar Internet como parte del mundo nos desafía a pensar la sociedad como un “mosaico complejo” (Keane
1995) con piezas de diferentes tamaños y texturas que se superponen y se conectan únicamente a partir de la
intervención y la apropiación que los actores sociales hacen o no de las posibilidades que ofrece la tecnología.
Y para ubicarnos en el tema que nos interesa en esta clase, tenemos que estar atentos para poder captar
2

“identidades” o “identificaciones” muy diferentes y complejas que los sujetos que animan nuestros campos de
interés toman como referencia dentro y fuera de las plataformas y aplicaciones digitales.

Las narrativas tecnocéntricas nos tientan a conjeturar una multitud de parecidos de familia entre los sentidos
que prefiguran y los modos con los que representan a los sujetos. Abusando de la perspectiva de Guarné
Cabello (2004:82) podemos decir que las narrativas tecnocéntricas sugieren una suerte de “régimen
representacional” que suma diferenciaciones a las construcciones ideológicas de lo exótico.

Si Internet es una cultura emergente y entendemos la cultura como un sistema total, los “nativos” de esa
cultura deberían ser portadores e irradiadores de sus rasgos definitorios, esenciales. Por eso, las narrativas
tecnocéntricas necesitan poblar el territorio de Cyberia con una o más identidades étnicas que puedan ser
descriptas “en términos de un set de esencias que incluyen típicamente lenguaje, modos de autorrepresentación
y performances rituales” (Dean y Levi 2002). En el caso de la cultura-Internet los “nativos” por antonomasia
eran -desde los años 90- los hackers y los ciberactivistas, hoy complementados por cuanta práctica mediática
intensiva con plataformas encontremos (youtubers, instagramers, twichers, steamers en general)

En nuestra opinión el problema de la mediación electrónica de identidades e identificaciones debe ser abordado
como un problema de articulación entre actores concretos y dispositivos. Esto representa un desafío de
investigación. El significado político de la tecnología -argumenta Hine (2000:42) -no existe antes del uso
mismo, sino que es moldeado por éste; “decir que Internet es un artefacto cultural como cualquier otro no
implica que sea el mismo objeto para todas las personas…Internet está en todas partes pero no del mismo
modo” (Hine 2000:42-43). En búsqueda de puntos de apoyo para la construcción identidades e
identificaciones, los internautas toman fragmentos de los panoramas mediáticos donde obtienen imágenes,
narrativas, modelos y guiones de su propia historia. Esta apropiación no es un mero consumo, porque mediante
el uso de Internet se construyen esas comunidades virtuales donde “encontrar, debatir y consolidar sus propios
rastros de memoria y sus historias en una narrativa más ampliamente plausible” (Appadurai, 2005:133)

Las prácticas mediante las cuales la gente se apropia de y recrea las nuevas tecnologías construyen horizontes a
partir de la imaginación y de la identidad. Esas apropiaciones reclaman, sin dudas, una distribución más
equitativa de la riqueza mediática y la configuración de esferas ciudadanas múltiples e independientes.
Internet ofrece entonces, nuevas mediaciones, pero no una realidad independiente o autónoma de los contextos
sociales en los cuales se inscribe.

En el flujo de los panoramas mediáticos nos resulta importante profundizar nuestro conocimiento de las
identidades y sus superficies de identificación, memorias y aspiraciones que circulan y devienen en
percepciones que involucran sentidos tanto de pertenencia como de controversia, que no captan las
observaciones cuantitativas, categorías oficiales ni etiquetamientos rápidos.

Pantallas y cuerpos

Los primeros estudios de Internet se ocuparon de las posibilidades de des-corporización y


exageraron las contingencias de simulación y anonimato que habilitaban los entornos digitales
de aquella época. Ausencia del cuerpo y anonimato parecían ser la norma. Esto que hoy nos
parece arcaico, erróneo, imposible, pero todavía es posible encontrar marcas de este discurso en
diferentes narrativas.
Sherry Turkle (1995, 1997), lectura de culto hacia finales de los 90, popularizó en ambientes
expertos y vernáculos, una narrativa apoyada en la metáfora de las ventanas, por un lado y por
otro, en las nociones del “yo saturado” que propuso Kennet Gerguen ( 2007).

Muy sintéticamente, Gergen (2007) sostiene una versión nostálgica del pasado, según la cual,
en las comunidades tradicionales, el reparto de roles congruentes estables favorecía
“coherencia” de las identidades. La presencia de identidades estabilizadas y estabilizadoras en
el contexto de redes de relaciones “seguras” contribuía a que la sociedad mantuviera una
estructura constante.

En el presente, según el autor, estaríamos sometidos a lenguajes y narrativas heterogéneas a


menudo incoherentes y desvinculadas entre sí, que nos someten, nos exponen a otras narrativas
sobre el yo y provocarían la pérdida del sentido de seguridad. La proliferación de estímulos
3

deriva en lo que el autor llama “el yo saturado”. Ese “yo” estable del pasado habría sido
invadido por múltiples voces como resultado de su exposición a discursos variados y
contrapuestos.

Turkle (a mitad de los 90) tradujo fragmentos de los argumentos de Gergen, para sistematizar
su experiencia y fascinación con los MUD, con la difusión de las computadoras y la
proliferación del software organizado en pantallas. Como diagnostican Ardevol y Vayreda
(Ardévol & Vayreda, 2002) Turkle teoriza un yo distribuido en pantallas, en las ventanas que
muestra la interfaz de la máquina, en un abanico donde la realidad off line sería una ventana
más.
Meneses Naranjo agrega que “nos describe un yo supuestamente distribuido en cada una de las
ventanas de la interfaz del ordenador, donde la propia realidad cotidiana fuera de línea (off line)
no sería más que una ventana cualquiera” (Meneses Naranjo, 2006).

MUD son las siglas de multi user domains o multi user dungeon, que literalmente traducido del
inglés al español significa "dominios multiusuario" o "mazmorra (o calabozo) multiusuario", este
último en referencia al popular juego de rol Dungeons & Dragons.1 Un MUD es un videojuego de
rol en línea ejecutado en un servidor. https://es.wikipedia.org/wiki/MUD_(videojuegos)

Hemos tratado el tema en otro lugar (Grillo, 2008), pero lo importante de retener ahora es que
queda instalado este nodo conceptual, este juego del lenguaje que aún persiste en el campo de
estudios sociales de la cultura digital: el sentido de separación on line/off line, la
descorporización, la ausencia de materialidad y la distribución del “yo” en las
interfaces/pantallas.

Cabe señalar que, aunque el cuerpo no estaba visualmente presente en las interacciones
mediadas por texto, se representaron elementos de identidad corporal y se reprodujeron los
estereotipos sociales en autodescripciones textuales y gráficas (Gómez Cruz & Ardèvol,
2010)

Pantallas y cuerpos

En los párrafos siguientes desplegamos algunos intentos acumulativos de salir de ese nodo
conceptual mediante la investigación etnográfica.

Cuando la Web evolucionó hacia entornos digitales más complejos, y la imagen “saltó de la
pantalla” la reflexión sobre la identidad tomó nota de ello y entre otros tópicos, abordó las
prácticas de identidad de género, mediadas tecnológicamente por los sitios web de contacto.
Begonya Enguix y Elisenda Ardevol (2009) hicieron etnografía on line básicamente sobre dos
sitios de contacto.

Estos se presentan como mediadores entre los usuarios que buscan pareja, se organizan como
dispositivos sujetos a estrictas reglas que regulan los modos de presentación y actuación, y
ofrecen un contexto virtual de interacción más o menos pre-establecido, al cual los usuarios se
amoldan o se resisten y tergiversan mediante variadas estrategias.

Enguix y Ardevol se concentran en “analizar los perfiles [de los usuarios] como espacios de
negociación entre el usuario y la plataforma tecnológica para comprender cómo el cuerpo y su
representación digital construyen las bases de la interacción online y cómo las prácticas de
identidad de género se inscriben en la tecnología”(2009:1) .-

Entonces rompen con la idea de descorporización vigente en la literatura hasta aquel momento
porque como hemos visto en los párrafos anteriores, desde principios hasta mediados de los 90
muchos investigadores estaban fascinados con las identidades descorporizadas y libres flotando
en el ciberespacio. “Anonimato, ausencia de prescripciones sociales, libertad, ubicuidad,
4

identidades múltiples…” (Enguix & Ardèvol, 2009, p. 2) constituían palabras clave para
abordar la descorporización imaginada en los contextos on line.

En conflicto con esos supuestos, Enguix y Ardevol trabajaron sobre la presentación on line de
esos cuerpos, “sus estrategias de manipulación y la intersección entre cuerpos e identidades
[que] devienen fundamentales en este tipo de sitios web orientados al establecimiento de
relaciones personales” (2009:1).

Imagen1

Abordan así, sitios web intensamente sexualizados: match.com y bearwww.com tomando


como material de campo elementos textuales y visuales con la idea de explorar las identidades
sexuales y de género de los usuarios que habían incorporado estos dispositivos en sus vidas
cotidianas.

En esos asentamientos virtuales se intensifica la corporización de las interacciones en el


ciberespacio: cuerpos que se sientan frente a una computadora, leen, escriben, se fotografían en
algo que Adolfo Estallella (2012) quizás llamaría “ensamblaje de esperanza” de encontrar
pareja. Los cuerpos en el ciberespacio, importan, diría Butler. Allí, en esos sitios web el género
es performado en los actos de mostrar, no mostrar, escribir, editar una imagen, componer
artesanalmente una escena para la pantalla, sí, pero también con la aspiración de una incierta
máquina de sincronización de temporalidades con otros. Vínculos que cobran forma en el
ciberespacio a partir de esas “comunidades de discurso” textual e imagénico habilitadas,
formateadas por esos sitios web de contacto, que, Appadurai (Appadurai, 2005) quizás, llamaría
de “refinamiento del deseo”.
5

Imagen 2

El modelo teatral de Ervin Goffman.

Una vertiente narrativa con utilidades descriptivas y en uso, nos parece que es el modelo teatral
de Erving Goffman. Las propuestas de este sociólogo interaccionista simbólico de los años 60
han sido adoptadas en numerosos trabajos sobre la “identidad en línea” y nos parece válido citar
un párrafo de Javier Serrano Puche (2013):

“También en las redes sociales el individuo, al presentarse a sí mismo, está llevando a


cabo una «definición de la situación», escogiendo una máscara que se ajuste al contexto
de la interacción y a las impresiones que quiere causar en los demás. Sin embargo, a
diferencia de la comunicación offline, las peculiaridades del medio digital
(caracterizado por su arquitectura en red, donde unas interacciones/nodos llevan a
otras), permiten que uno se construya una «máscara» con mucha mayor facilidad y
6

rapidez, incluso varias simultáneamente en diferentes espacios de interacción y no


siempre coherentes entre sí. Por eso, de manera intencional o no, puede resultar difícil
dar consistencia a la representación del «yo» en esta multiplicidad de contextos. Pese
a su estructura poco sistemática y predominantemente narrativa, hemos identificado
cuatro elementos clave en el modelo de interacción social de Erving Goffman: a) la
dicotomía entre las expresiones controladas y las expresiones involuntarias que
proyecta el actor en su presentación ante los otros; b) la tendencia habitual que tiene
dicho actuante a presentar una versión idealizada de su «yo»; c) la doble dimensión
espacial en que tiene lugar su actuación (escenarios y bastidores); y d) las
desviaciones o situaciones específicas (dramatización, tergiversación y mistificación)
que puede adoptar la representación por parte del actor. (Serrano Puche, 2013)

El selfie como narrativa.

La práctica del selfie consiste en la presentación de uno o más cuerpos en imagen digital
mediante una puesta en escena que los configura e inscribe en un discurso contextualizado. En
el aquí y ahora la fotografía se toma y se publica en tiempo real, ya no más para un álbum, o
para quedar en una caja de zapatos; lejos de la compostura que imponía el autorretrato
tradicional.

En la década pasada la antropología digital comenzó a organizar su mirada en


conceptualizaciones contiguas al enfoque latouriano en la comprensión de la fotografía. Edgar
Gómez Cruz (Gómez-Cruz., 2012) propuso recuperar la idea de red sociotécnica para dar
cuenta del “ensamblaje de componentes materiales y no materiales, discursivos, tecnológicos y
sociales que dota de sentido y se configura”.

Gemma San Cornelio, Antoni Roig, Elisenda Ardévol ( 2017) cuestionan las primeras
elucubraciones sobre la sana costumbre de autofotografíarse, calificada, acaso livianamente,
pero con la investidura que tiene el discurso psicológico (al menos en la Argentina) de práctica
“narcisista” 1

Imagen 3 Imagen 4

Las selfies no se pueden entender, dicen, como imágenes aisladas; nuestra mirada no debería
considerar esas imágenes como objetos independientes y abstenerse de interpretarlas puesto que
al ser compartidas se inscriben en juegos del lenguaje particularísimos, crean realidades.
1
Extraído de un sitio de marketing médico: El trastorno de personalidad narcisista (uno de varios tipos de
trastornos de la personalidad) es un trastorno mental en el cual las personas tienen un sentido
desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones
conflictivas y una carencia de empatía por los demás. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad
extrema, hay una autoestima frágil que es vulnerable a la crítica más leve. https://www.mayoclinic.org/es-
es/diseases- conditions/narcissistic-personality-disorder/symptoms-
causes/syc-20366662
7

Devienen en importantes, entonces, “diferentes variables, como el momento en que fue tomada la
fotografía, la posición del sujeto, el lugar y las personas en el entorno, el público explícito al
que va dirigido (expresado a través de menciones), la conexión de dicha imagen con las imágenes
de otros usuarios a través de hashtags, etc.”(San Cornelio et al., 2017).

En septiembre de 2011 Facebook produjo modificaciones en el perfil estandarizado del usuario,


al incluir el “Timeline” o “Biografía” absolutamente customizable, una herramienta que
estimula a los usuarios a registrar su historia en la plataforma de tal manera que la compañía
queda en condiciones de reenviar al usuario “su historia” registrada en la aplicación,
reelaborada a partir del algoritmo que opera el dispositivo. (López & Ciuffoli, 2012)

Nuestros selfies, entonces, se inscriben como una autobiografía en proceso (en Facebook,
Instagram, Whatsapp) –pasan a ser propiedad de otros-, anidan en esos entornos intensos “en
publicación de historias, elementos consustanciales en la narrativa como los personajes, el
tiempo o la causalidad se vuelven particularmente relevantes en nuestro marco de análisis. la
relación entre las imágenes y los hilos narrativos de los feeds”. (San Cornelio et al., 2017:8)

La mirada antropológica se ve así impulsada a abordar esas “prácticas mediáticas” (Couldry,


2004), itinerarios de objetos digitales, historias personales, narraciones digitales que resulta
posible indexar en diferentes formas, capas de tiempo, en suma, productos culturales narrativos.

2. Una infraestructura de la imaginación dibujada.

Esta tercera versión de la cuestión de la “identidad” coloca especial atención a la noción de


juego en el desempeño de la identidad. Esta mirada, explora cómo se incorporan prácticas a
través de diferentes tecnologías de Internet y cómo estas prácticas están relacionadas de
diferentes maneras con la producción de subjetividades. Aquí nos apoyamos en la postura
radicalmente deconstructiva de Stuart Hall (Hall, 1996, 2003).

Las identidades “son construidas dentro y no fuera del discurso”, “necesitamos comprenderlas
como producidas en sitios históricos e institucionales específicos, dentro de formaciones y
prácticas discursivas específicas por estrategias enunciativas específicas” (1996:16). En este
sentido resulta imprescindible interrogar a los actores y/o extender nuestro foco de atención
hacia diversos corpus de discurso elaborado y puesto en circulación por ellos en la web, en las
más diversas plataformas y esferas de actividad donde fraguan sus identidades.

Sin dudas, entendemos que la identidad no es “una entidad inmanente homogénea, sino una
construcción discursiva consistente en la articulación de un conjunto de elementos
heterogéneos” (Gorlier, 2005:229), y que aunque necesita suministrar un efecto de coherencia
–“la unidad” del grupo de referencia- es contingente y no es intrínseco a las múltiples
narrativas de los sujetos, sino que se logra o no en relación a un “otro” antagónico. Es este
efecto lo que habilita el cierre de una identidad. Hall (1996) se refiere a él como “la
admisión radicalmente perturbadora de [un] afuera constitutivo”; Laclau (2000:244) lo hace
en términos de “un exterior constitutivo que afirma y a la vez niega esa identidad”. El cierre de
un “nosotros” es la construcción de una frontera (Barth, 2000), y como corolario de este
mecanismo, la construcción de esa frontera es un acto de poder (Laclau, 1993).

Entonces, la falta de univocidad y la inevitable heterogeneidad de las identidades colectivas


“residen en el hecho de carecer de unidad intrínseca y ser construcciones discursivas
relacionales, siendo el conflicto una de las formas que puede adoptar esa relación” (Gorlier
2005:231).

El referente empírico que proponemos aquí es el trabajo “Feminismo en línea: Línea Peluda:
8

identidad y comunicación en red” de Morena Aquino y Fabiana Servín (2018), que convoca
las herramientas que estamos trabajando y la frescura de las autoras inscriptas en la “marea
verde” del movimiento feminista en Argentina.

Imagen 5 Imagen Imagen 7

El colectivo, Línea Peluda, comenzó a gestarse al calor de las demandas del movimiento
feminista en Ni Una Menos y la Campaña por el Aborto, Legal, Seguro y Gratuito que
eclosionaron con gran fuerza en 2018 con motivo de que la discusión parlamentaria del
proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo llegaba a Cámara de Diputados de
Argentina.

A partir del uso del WhatsApp como herramienta de conexión y recurso de movilización fueron
articulando una red de activistas e ilustradoras convocadas y autoconvocadas por el interés de
combinar las identidades artísticas y feministas que compartían. “Vieron en el arte una
herramienta para hacer visible la lucha que las atravesaba y, principalmente, hicieron hincapié
en la importancia de lograr un impacto en la sociedad a través de los dibujos, impulsando la
Campaña por el Aborto, Legal, Seguro y Gratuito” (Aquino y Servín 2018)

Me parece que, en este caso, como en otros, la demanda feminista tensa, a la vez que
construye e imagina. Sostiene la cuestión clave de la ciudadanía plena de las mujeres.

Construye una infraestructura de la imaginación (Appadurai & Stenou, 2001) compuesta


de un discurso imagénico, iconográfico y textual, modulado con otros discursos globales, y
movimientos sociales locales. Si no apuestan a anclar en el espacio público y acceder a los
medios con recursos propios, corren el riesgo de que sus demandas sean absorbidas y
neutralizadas por cualquier opción gatopardista, en un contexto donde la salida a la calle, la
circulación por las redes y la preencia mediática lograda tienen un potencial transformador.

Video recomendado
Línea Peluda: Where Art & Politics Converge
https://www.youtube.com/watch?v=U3WiObshtgQ
9

La exploración de “identidades” en contextos de las plataformas. Orientaciones y ejemplos.

Venimos explorando cómo la antropología digital pugna por armarse de la teoría y herramientas
metodológicas propias para abarcar la irrupción de un conjunto de prácticas de los sujetos,
construidas alrededor de aparatos digitales heterogéneos en campos poblados por actores inscriptos
en redes de poder y, por ende, portadores de discursos expertos y vernáculos, instalaciones,
instituciones. En suma, dispositivos, en la versión de Agamben (2011) de la idea de Foucault. Todos
estos dispositivos conllevan procesos de subjetivación, prácticas, saberes.

Debemos tener en cuenta que cada tecnología se nos aparece “marcada” con modalidades específicas
de apropiación, Sandoval (Sandoval, 2020, 2021b, 2021a) describe los procesos por los cuales un
conjunto de personas despliega prácticas mediáticas digitales con determinados dispositivos. El
enfoque abarca la comprensión de los imaginarios y representaciones de esas personas, la percepción
de los límites o resistencias que despliegan, en otras palabras, el arte de uso que frecuentemente
muestra un juego donde las reglas impuestas por los productos y plataformas no se cumplen “al pie
de la letra”, en lo que podríamos llamar “fugas creativas”, a veces contrahegemónicas.

Hemos mencionado que, en cuanto a las ideas sobre la lógica y procesos de formación de las
identidades colectivas, nuestra propuesta se apoya en la teoría del discurso (Hall, 2003; Laclau,
2005; Restrepo, 2004) que nos provee de las herramientas conceptuales que conectan aportes de
varios campos disciplinares en clave de filosofía política. La utilidad de este enfoque está dada por la
pertinencia de sus propuestas para referirnos tanto a cuestiones políticas de nivel macro, como para
hacer referencia a los movimientos sociales, los procesos de formación de identidad y prácticas
micro comunitarias contextualizadas, territoriales, de espesor y heterogeneidad considerables, que no
son debidamente consideradas en otras perspectivas.

También destacamos en esta misma clase que la vertiente narrativa con utilidades descriptivas y en
uso, que otorga el modelo teatral de Erving Goffman. Las propuestas de este sociólogo
interaccionista simbólico de los años 60 han sido adoptadas en numerosos trabajos sobre la
“identidad en línea”.

Los ejemplos que adjuntamos como material de lectura son ensayos elaborados en el contexto del
Seminario sobre Prácticas y Usos de la Tecnología Digital, del 5to. Año de la Licenciatura de
Comunicación Social de la Universidad Nacional de Moreno, impartido en el segundo cuatrimestre
del año 2022.

Nos interesa destacar que pesar de la potencia que tienen las plataformas para moldear audiencias,
Sued (2004) ha mostrado que en múltiples ocasiones son los propios usuarios de la red los que
moldean “sus propias opciones, basados en la creencia, tal vez utópica pero siempre reconfortante de
hacer de la red un espacio lo más democrático y de igualdad en cuanto acceso sea posible” (p.35 ).
Las exploraciones que presentamos con el referente empírico de movimientos sociales y experiencias
multiplataforma de radio streaming van en ese sentido.

Nuestra mirada se extiende en diversas plataformas. Estas estructuras comunicativas ofrecen


oportunidades apropiadas para la autoexpresión, la sociabilidad y el empoderamiento (Langue, 2022)
y en ese sentido se constituyen infraestructuras mediáticas de diversos actores. Elles atienden a las
reglas técnicas del “servicio”, mientras que las plataformas extraen información de les usuaries y
alientan la permanencia de elles. Los deseos, oportunidades creativas, sociales y políticas de los
participantes enmarcan las permanencias en un asentamiento virtual o plataforma siempre
provisorias y a mediano plazo. Explorar diversas experiencias está seguramente ligado a la
percepción o no de los sitios de asentamiento como socialmente atractivos y personal o políticamente
empoderadores.

Sugerimos la lectura de la clase y de los ensayos-ejemplos, ambos en (Grillo et al., 2022)


1. en “#HERMANASOLTÁLAPANZA: Una campaña del colectivo ‘Mujeres Que No Fueron
10

Tapa’”, escrito por Cintia Algañaraz, y Mónica Ferrando, se destaca lo producido por el
ciberactivismo feminista en este caso y despliega esta formación discursiva en toda su variedad
textual e imagénica. Aborda paso a paso la producción marcada por un espacio autónomo que no se
agota en la “cultura Internet” sino que la trasciende, la hackea, ancla en los cuerpos, y como dicen
las autoras: “Contemplamos un contingente de múltiples narrativas con otras mujeres. Somos un
afuera y un adentro constitutivo de panzas, somos panzas heterogéneas, (…) activas”. Las preguntas
básicas, disruptivas, clave sobre el tema elegido están brillantemente formuladas y desplegadas en un
texto muy bien estructurado y contundente.
2. el aporte de Mathias Schäfer en “Radio streaming y el fenómeno de Nadie Dice Nada: Una
nueva forma de ser y estar en el mundo” propone una escritura que despliega una etnografía
detallada, por el estilo en primera persona y el ensamble pausado y creciente con y desde la teoría y
las controversias del campo, que siempre aparecen en tono reflexivo, sin concesiones. Un trabajo
absolutamente original con un ritmo reflexivo intenso, que no esquiva de modo atrayente los detalles
sobre el contexto y los sujetos que lo animan. Asimismo, las imágenes y capturas de pantalla
complementan adecuadamente una reflexión profunda e incisiva sobre la identidad.

Esperamos que estas orientaciones a modo de brújula, resulten útiles.

Bibliografía
Agamben, G. (2011). ¿Qué Es Un Dispositivo ? Sociológica, año 26, número 73, pp. 249-264
mayo-agosto.
Appadurai, A. (2005). Memoria, Archivo y Aspiracione. En M. Gutman (Ed.), Argentina
Construir Bicentenarios. Fundación Octubre - Caras y Caretas - The New School
Observatorio Argentina.
Appadurai, A., & Stenou, K. (2001). El pluralismo sostenible y el futuro de la pertenencia.
Aquino, M., & Servín, F. (2018). Feminismo en línea. Línea Peluda: Identidad y comunicación
en red. https://www.academia.edu/43597501/Feminismo_en_l%C3%ADnea
Ardévol, E., & Vayreda, A. (2002). Identidades en línea, prácticas reflexivas. Seminario sobre
La identidad en la era digital, 10 o Festival Internacional de video y multimedia de
Canarias, Las Palmas de Gran Canarias.
https://eardevol.files.wordpress.com/2008/10/identidades-en-linea.pdf
Barth, F. (2000). Boundaries and connections. Cohen, A.P.
Briones, C. (1988). (Meta) Cultura del Estado-Nación y Estado de la (Meta) Cultura.
Repensando las identidades indígenas y antropológicas en tiempos de post-estatalidad.
http://www.dan.unb.br/images/doc/Serie244empdf.pdf
Couldry, N. (2004). Theorising Media as Practice. Social Semiotic, Volume 14, Number 2,
August 2004:115-132.
Enguix, B., & Ardèvol, E. (2009). Cuerpos “hegemónicos” y cuerpos “resistentes”: El
cuerpo-objeto en webs de contactos. Barcelona, del 28 al 31 de Enero de 2009,
Barcelona.
https://www.researchgate.net/publication/316628172_Cuerpos_hegemonicos_y_cuerpos
_resistentes_el_cuerpo-objeto_en_webs_de_contactos
Estallela, A. (2012). Ensamblajes de esperanza. Una etnografía del bloguear apasionado.
Athenea Digital, 12(2), 161-174. atheneadigital.net › article › view › v12-n2-estalella
Gergen, K. (2007). Construccionismo Social: Aportes para el debate y la práctica (Traducción
y compilación de Angela María Estrada Mesa y Silvia Diazgranados Ferráns).
Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Psicología,
CESO, Ediciones Uniandes,.
11

Gomez Cruz, E., & Ardèvol, E. (2010). Playful embodiment: Body and identity performance on
the Internet. Quaderns, 26, 41-60.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3675180
Gómez-Cruz., E. (2012). La fotografía digital como una estética sociotécnica: El caso de la
Iphoneografía. AISTHESIS, 52, 393-406.
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-71812012000200020
Gorlier, J. C. (2005). Construcción social, identidad, narración. Nuevos enfoques teóricos y el
(re)hacer del género. Ediciones Al Margen - Colección Universitaria.
Grillo, O. (2008). Internet como un mundo aparte e Internet como parte del mundo. En Miriam
Cárdenas & Martín Mora (Eds.), Escotomas y fosfenos 2.0. Ciberoamérica en Red.
Editorial UOC.
Grillo, O. (2013). Aproximación Etnográfica al activismo Mapuche. A partir de Internet y tres
viajes de trabajo de campo. IDES- Editorial Al Margen.
Grillo, O., Vanina Mateos, Angela Paez, Rosalia Gomez, Nestor Duarte, Mayra Alarcon, Agustin
Rostoll, Cintia Algañaraz, Monica Ferrando, Mathias Schäfer, & Cynthia Garbarino. (2022). La
vida en las plataformas. Tendencias actuales en las prácticas mediáticas digitales. Seminario sobre
prácticas y usos de las tecnologias digitales - Carrera de Comunicación Social - Universidad
Nacional de Moreno.
https://www.academia.edu/103442745/La_vida_en_las_plataformas_Tendencias_actuales_en_las_
pr%C3%A1cticas_medi%C3%A1ticas_digitales

Hall, S. (1996). Who Needs `Identity`? En S. Hall (Ed.), Questions of Cultural Identity.
London: Sage Publications.
Hall, S. (2003). ¿Quien necesita identidad? En Cuestiones de Identidad Cultural. Amorrortu.
Laclau, E. (1993). Poder y representación. Insumisos.com.
https://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Poder%20y%20representacion.pdf
López, G., & Ciuffoli, G. (2012). Facebook es el mensaje: Oralidad, escritura y después…. La
Crujía.
Mendiola, I. (2003). Hacia una redefinición de los movimientos sociales: Macro- actores
proxémicos. Athenea Digital,-núm. 4, otoño 2003.
www.raco.cat/index.php/Athenea/article/download/34120/33959
Meneses Naranjo, J. (2006). Diez años de vida (cotidiana) en la pantalla: Una relectura crítica
de la propuesta de Sherry Turkle. UOC papers. Revista sobre la sociedad del
conocimiento, 2, 2006. https://www.uoc.edu/uocpapers/2/dt/esp/meneses.pdf
Munk, G. (1995). Algunos problemas conceptuales en el estudio de los movimientos sociales.
Revista Mexicana de Sociología, LVII, N°3.
San Cornelio, G., Roig, A., & Ardèvol, E. (2017). Selfies y eventos culturales: Metodologías
híbridas para el estudio del selfie en contexto.
https://www.researchgate.net/publication/322551038_Selfies_y_eventos_culturales_met
odologias_hibridas_pa
ra_el_estudio_del_selfie_en_contexto/link/5a5f46c00f7e9b4f783cc9c2/download
Scolari, C. A. (2015). ECOLOGÍA DE LOS MEDIOS. ENTORNOS, EVOLUCIONES E
INTERPRETACIONES. https://hipermediaciones.com/2015/02/12/ecologia-de-los-
medios/
Serrano Puche, J. (2013). La expresión de la identidad en la sociedad digital: Una
aproximación teórica a las redes sociales. I Congreso Internacional de Comunicación y
Sociedad Digital / coord. por Beatriz Lloves Sobrado; Francisco Segado-Boj (dir.
congr.),. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4249514
Treré, E. (2020). Activismo mediático híbrido. Ecologías, imaginarios, algoritmos. FES
COMUNICACION. http://library.fes.de/pdf-files/bueros/la-comunicacion/17279.pdf
Turkle, S. (1995). LIFE ON THE SCREEN: Identity in the Age of the Internet. Simon &
Schuster.
Turkle, S. (1997). La vida en plantalla. La construcción de la identidad en la era de Internet.
Paidós.

También podría gustarte