Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Las Ciencias Sociales nacen en la segunda mitad del siglo XIX, como forma de
emancipación frente a la hegemonía del pensamiento occidental moderno en sus
visiones de comprensión del mundo; se plantea consideraciones frente a como sentar
bases para un nuevo orden social a partir del conocimiento propuesto desde una
reflexión que apoya la acción colectiva y una praxis transformadora del mundo como
otra posibilidad de lectura de los contenidos tradicionales y Eurocéntricos de la
epistemología, siendo esta la que fundamenta las prácticas del saber y nos hace
replantearnos preguntas que van más allá de los modos cómo conocemos lo que
conocemos.
1
1 Para esta clase compartimos algunas de las reflexiones que como investigadoras de los campos de juventud hemos construido
durante la última década a partir de la participación e interacción en diferentes comunidades y redes de sentido e investigación.
Algunos de los procesos y espacios en los que se han construido, debatido y ampliado estos aprendizajes son: Doctorado y
Posdoctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Red Iberoamericana de Posgrados en Infancia y Juventud –REDINJU,
Programa de Investigación Sentidos y Prácticas de Niños, Niñas y Jóvenes en torno a la Paz, la Reconciliación y la Democracia, GT
Juventud y nuevas prácticas políticas en América Latina,, GT Juventudes, Infancias: Políticas, Culturas e Instituciones Socia les en
América Latina, GT Juventudes, Infancias: Prácticas Políticas y Culturales, Memorias y Desigualdades en el escenario
contemporáneo y GT Ciencias Sociales en América Latina y el Caribe: Tendencias, Perspectivas y Desafíos.
1
Nos estamos preguntando por una epistemología que responda a lo que acontece,
siendo las infancias y Juventudes un núcleo de reflexión necesario que nos permita
reconocer las relaciones en que participan y que inciden en los contextos. Pero, ¿de qué
contexto nos estamos haciendo cargo?
A partir de esto, nos interesa cuestionarnos en en esta clase, sobre los aprendizajes
que hemos alcanzado en términos de investigación comprensiva y transformadora con
jóvenes.
2
capaces de conflictuar, apropiarse y movilizar los límites instituidos; sujetos en tensión
cuya construcción desborda las márgenes del tiempo cronológico de las condiciones
biológicas y de los estereotipos culturales. Los jóvenes son sujetos del mundo en el
mundo, con el mundo y para el mundo, por tanto, su comprensión no puede darse por
fuera de él.
3
3. La implicación subjetiva de los jóvenes en el proceso de investigación como sujetos
protagonistas de la transformación de su realidad, al decir de Paulo Freire “el acto
cognoscitivo del diálogo se produce cuando los que desean conocer algo logran
aprehender lo que se intenta conocer y ese algo se rinde como un mediador ante los dos
exploradores en su crítico develamiento del objeto a ser conocido” (Freire e Illich, 1986:
25). A partir de este principio se integra el sujeto mismo al descubrimiento de sus
dinámicas de actuación, de forma que "los sujetos entiendan a otro a partir de
entenderse a sí mismos y se entiendan a sí mismos a partir de entender a otro" (Navarro,
1990: 87).
4
La investigación cualitativa se ha aplicado como una opción centrada en el proceso de
comprender, entendido este como una alternativa de aproximación a lo humano, enlas
relaciones y lenguaje, es decir, como un camino para acceder a la producción del
sentido humano.
Decir investigación cualitativa es, en este sentido, hablar de un proceso que permite
construir datos sobre la vida de los niños, niñas y jóvenes que, al ser procesados con
ellos y ellas, habrán de articularse en nuevas narrativas, discursos, textos y prácticas . La
opción cualitativa en el campo de juventudes se expresa a través de diversos enfoques
cuya principal apuesta es trascender la polaridad entre agencia y estructura para
comprender los dinamismos que subyacen a las relaciones entre los jóvenes y asuntos
como la cultura, la política, la subjetividad, la identidad, entre otros.
5
manifestaciones fenomenológicas que implique un proceso progresivo de conocimiento
y “acercamiento” a ellos y ellas.
Así, los/as jóvenes subalternos no son sujetos pasivos "hibridizados" por una lógica
cultural que se le impone desde afuera (Castro & Mendieta, 1998); sino, sujetos activos
capaces de elaborar estrategias culturales y políticas de resistencias cotidianas que
señalan grietas profundas en el sistema colonial global que perpetúa un modelo de
civilización barbarie cuya lógica naturaliza la separación de individuo/comunidad,
política/cultura, y la segmentación analítica de poblaciones.. Así, enfrentar una
perspectiva generacional implica ampliar los referentes de comprensión, como formas y
prácticas de conocimiento de otros modos acudiendo así a una visión latinoamericana y
decolonial en las construcción de conocimiento sobre niñez y juventud.
6
generacional en la política. Estas rupturas se dan en términos de la relación con los
tiempos, la relación con los contextos y la relación con el lugar de enunciación.
Actualmente, los jóvenes y las jóvenes en movimiento narran: “No nos encasillamos en
un gremio. Somos indígenas, afros, campesinos, jóvenes urbanos, estudiantes, somos
todo eso [...] si lo pensamos desde la división o lucha de clases, y desde la
flexibilización laboral, ni siquiera para ser obrero alcanza” (Sergio Rojas, Colectivo
Minga de Pensamiento).
7
y que recientemente toman la figura de sofisticadas formas de gobierno en el cual,
incluso, se les involucra parcialmente para agotar su capacidad de protagonismo.
Perspectiva de género: busca reconocer que la experiencia de vida de los niños, niñas y
jóvenes está estrechamente relacionada con la construcción simbólica, establecida sobre
los datos biológicos de la diferencia sexual, y por tanto, la comprensión de los procesos
a través de los cuales los hombres y mujeres jóvenes se configuran como sujetos
diferenciados ha de pasar por el reconocimiento de las particularidades que surgen como
resultado de normas culturales sobre el comportamiento de los hombres y las mujeres
mediado por la compleja interacción de un amplio espectro de instituciones económicas,
sociales, políticas, religiosas, educativas, etc.
8
políticas desde contra-narrativas y contra-poderes exigiendo la cualificación de
etnografías situadas como herramienta clave para un nuevo tipo de visibilidad y
audibilidad de las formas de la diferencia y la hibridación cultural que algunos
investigadores siguen sin percibir. “La cuestión es la traducibilidad en términos teóricos
y prácticos de lo que se alcanza a leer, oír, oler, sentir o intuir en ambientes del tercer
mundo”. (Escobar, 1996, p. 418). Una nueva interpretación de las prácticas populares y
de la reapropiación del espacio de la producción sociocultural, por parte de actores
populares (Escobar, 1996, p. 419).
Este aprendizaje nos lleva a comprender la investigación como una práctica para
formar nuestra subjetividad e identidad, para reinventarnos y ampliar las formas de Re-
existencia junto a otros y otras. Más que una acción académica, la investigación de tipo
9
comprensivo y con compromiso transformador es una acción política situada que
permite a sus participantes aparecer y acontecer en el mundo social como sujetos con
capacidad de agencia biográfica e histórica.
A medida que se gestan los encuentros con los participantes y sus trayectos
biográficos, las categorías instaladas por los investigadores se tornan insuficientes, para
dar cuenta de ellos y ellas en sus distintos contextos y realidades. Pero esta insuficiencia
es potencia, toda vez que obliga a situar la comprensión en los intersticios de lo
10
invisibilizado, de aquello no nombrado o, silenciado, es decir, en el seno de las
inquietudes de los jóvenes, allá en el tejido simbólico de sus maneras de acontecer y
comparecer ante el orden establecido.
11
Ese asunto alude al lugar que los jóvenes ocupan en los sistemas y relaciones de
poder en los que están insertos en sus familias, escuelas y comunidades. Este
aprendizaje nos llevó a entender que la exclusión a la que ellos se ven expuestos pasa en
primer lugar por su condición de subalternos en los círculos de poder. Es decir, para la
toma de decisiones, la participación en asuntos que los involucran en su vida diaria, es
lo mismo ser niño que niña, porque ambos están en una condición de inferioridad en lo
que a ejercer poder se refiere.
Este aprendizaje invita a considerar que para transformar las condiciones de vida
de los jóvenes es necesario identificar los dispositivos de poder que limitan el
despliegue de sus subjetividades y la creación de sus biografías posibles. Hoy
entendemos que un asunto fundamental en la investigación y formación con ellos y ellas
pasa por problematizar las formas de construcción del poder, no sólo en relación al
mundo adulto, sino también en las relaciones que configuran entre ellos mismos.
Esto ayuda a situar el poder ya no como una categoría analítica, sino como una
práctica cotidiana en la que los jóvenes participan de forma desigual.
12
Un tercer entendimiento de este aprendizaje se refiere a la importancia de
identificar constantemente aquello que es comunicable en un proceso de investigación.
Los conocimientos que merecen ser compartidos con otros y otras durante, no solo al
final del proceso. Este aspecto impugna aquellas prácticas investigativas que asumen los
resultados como un sentido único al que se arriba al finalizar y no como una
construcción constante durante el trayecto. Lo comunicable de un proceso investigativo
no está en aquello que el “investigador” percibe como significativo en términos
epistémicos, conceptuales o metodológicos sino en aquello que se construye en diálogo
con los jóvenes y que atraviesa el cuerpo, la emoción y la memoria.
13
contextos y relaciones en las que se configuran la subjetividad e identidades de los
jóvenes.
Reconocer el lugar de sus familias, las trayectorias que han vivido y los hitos en
las historias comunitarias permite una mirada amplia, compleja y relacional de las
experiencias de jóvenes, en tanto los reconoce como sujetos sociales que se construyen
intersubjetivamente en relaciones intergeneracionales.
Este aprendizaje deja claro que esos otros modos de encuentro trascienden la
forma; no se trata solamente de cambiar los formatos, las técnicas y los instrumentos,
más bien se refiere al cambio en las maneras de relacionarse con los jóvenes. Este
aprendizaje tiene que ver con la oportunidad que tuvimos de reconocernos como
aprendices que, en muchos momentos tenían en ellos y ellas a los expertos/as que
14
narraban no una anécdota vacía, sino una experiencia cargada de significado subjetivo y
de sentido social de la que debíamos aprender.
Por otra parte, este aprendizaje sobre los modos de encuentro en la investigación
comprensiva con compromiso transformador, también tiene que ver con tener cuidado
en caer en la banalización de la experiencia de jóvenes y asumir que, cualquier cosa que
hagan o digan está cargada de sentido transformador. Ellos y ellas también son
reproductores del sistema de vulneración y violencia del que hacen parte, por ello, los
modos de relacionarnos con ellos y ellas en las investigaciones de tipo comprensivo y
transformador deben ayudar a transformar las prácticas y sentidos cotidianos que en sus
relaciones han naturalizado.
Este aprendizaje nos ayuda a entender que los dogmatismos presentes en la vida
de jóvenes, a la vez que los limitan, también alientan la creación de líneas de fuga que
vindican subjetividades plurales y permiten traer a la presencia aquello potencial en lo
instituido, en lo por nacer.
15
Por otra parte, lo insurrecto de las prácticas narrativas está relacionado con la
posibilidad de percibir ese otro tipo de conocimientos socialmente construidos, que se
oponen a los conocimientos globales-universales. Estos conocimientos otros, son
prácticas que se gestan, aprenden y usan en el plano de las relaciones cotidianas y
locales, es decir, son los conocimientos propios y cercanos que los jóvenes reconocen
porque se encuentran en circulación constante dentro de sus interacciones íntimas,
privadas y públicas y, muestran rupturas o reinterpretaciones frente a los conocimientos
globales que les son transmitidos en los procesos de educación y socialización.
Es así como el cuerpo se vive como lugar para tejer Re-existencias orientadas a
fisurar las prácticas discursivas hegemónicas y desplazar la lectura de las idealizaciones
epistémicas de los “expertos en infancia y juventud” hacia las construcciones
vivenciales.
16
sóloen territorios geográficos, sino en los cuerpos territorializados que instalan en las
relaciones interpersonales, formas de resignificar las violencias como un ejercicio
ciudadano en el que el reconocimiento, la aceptación y la valoración del cuerpo como
territorio de poder se convierten en dispositivo de transformación personal, social y
política en la cotidianeidad de los jóvenes.
17
política) su teoría sobre el juicio crítico, y de Heiddeger, la hermenéutica ontológica.
Esta postura busca hacer audibles y visibles las voces y expresiones invisibilizadas en
sistemas políticos hegemónicos de la modernidad, a través de las narraciones y las
metáforas como camino privilegiado para desocultar otras formas de la realidad, lo que
implica llevarlas a lo público a través del lenguaje, que a su vez es el elemento
constitutivo en la creación de nuevas versiones de la vida.
De acuerdo con la tesis de Botero (2006), una hermenéutica así, propone
“recuperar, a partir del mundo cotidiano y de la cosa misma, el modo de ser de los
textos estéticos, humanos y sociales; además, de la acción cotidiana elocuente como
campo de comprensión” (Botero, 2005, p. 32); añade a la hermenéutica ontológica
heideggeriana una perspectiva política, un sujeto con capacidad de acción, esto es,
capacidad para introducir algo nuevo, para crear mundo e inaugurar algo con
consecuencias impredecibles e inesperadas
Alvarado et. Al (2014), sostienen que, como apuesta epistémica logra dar cuenta
de una forma particular de producir conocimiento que se aleja de concepciones
deductivas, universalistas y sin contexto, heredadas del método científico moderno que
busca el establecimiento de leyes y asume la naturaleza como un ente de regularidades,
suponiendo una idea de orden y estabilidad del mundo. Y como perspectiva
metodológica, la hermenéutica ontológica política indaga por la performancia de la
realidad, a partir de interpelar los significados monolíticos de la historia, impuestos por
esquemas de pensamiento eurocéntricos y adultocéntricos que sobresaltan la inclusión
de unos y la exclusión de otros en la posibilidad de auto producirse y producir la
realidad. Nos muestra el camino para encontrar los intersticios desde donde es posible
encontrar modos otros de enunciación y comprensión de la vida, ruta que nos lleve a
nuevas oportunidades de producción de la existencia.
De esta forma, “la hermenéutica ontológica política o performativa, no puede ser
meramente una herramienta de comprensión, sino una comprensión del ser siendo, del
ser en acción que tiene la capacidad de pensar y juzgar” (Botero et ál., 2007, p. 140).
En este sentido al decir de Botero,
Habría que decir, pues, que la acción (lo performativo) es el intermediario que
permitiría resarcir la separación de la subjetividad respecto a su mundo de vida”.
Este enfoque “capta como ámbito privilegiado para la realización del ser, el
mundo de las acciones cotidianas, donde el mundo práctico cotidiano excede los
actos de cognición y las representaciones”…El giro o salto performativo de las
representaciones que retoma la autora se asume entonces como una categoría
metodológica “en cuanto se constituye en fisura y ámbito de transición frente al
concepto de representación como sustituto cognitivo del mundo vivido y
experimentado como revelador eficaz de los contenidos apropiados por los niños
y niñas en torno a lo público, para dar paso a la acción cotidiana elocuente como
campo de comprensión en la que el ser siendo y haciéndose en el mundo a través
de la práctica, construye sentidos y expresiones de mundo que no están
contenidas en la formalización cognoscente de los sujetos de la experiencia, y el
acceso a la dimensión performativa no tiene lugar a través de la observación
directa, sin mediación alguna, sino a través de “los relatos que formalizan las
18
acciones y describen las situaciones, los que aportan los datos para
interpretar”(pp. 51-53)
Arendt recurre a narrativas, biografías y metáforas como camino privilegiado para des
ocultar otras formas de realidad" (Botero, 2005 [2000]: 123), lo cual implica "descubrir
maneras de hacer ver, hacer público, iluminar o esclarecer posibilidades de la realidad"
(Botero, 2005, p. 124). Construye el concepto de narrativa ejemplar (Arendt, citada en
Ospina y Botero, 2007), entendiéndose como una narrativa que articula las perspectivas
general y particular en la cual se comprende, subsume y condensa el mundo abstracto en
una situación concreta, adquiriendo su carácter de representación sobre problemáticas
de una realidad social. Como lo clarificaría Vélez (1995), mantener la narrativa permite
escenificar, dramatizar y darles una atmósfera recreada a las historias concretando y
condensando lo abstracto (Botero, 2005, p. 133).
Finalmente, luego de apropiarse nuestro texto de la clase, los y las invitamos a leer el
siguiente material requerido
Bibliografía obligatoria
- Alvarado, S.V; Pineda, J; Correa, K. (2018). Polifonías del sur. Buenos Aires:
CLACSO.
Bibliografía optativa
- De Sousa Santos, B. (2008). “Los desafíos de las ciencias sociales hoy”. En Pensar el
Estado y la sociedad: desafíos actuales. Buenos Aires: CLACSO.
19
- Alvarado, S; Borelli, S. H. y Vommaro, P. Editores. (2012). GT Juventud y prácticas
políticas en América Latina: comprensiones y aprendizajes de la relación juventud-
política-cultura en América Latina desde una perspectiva investigativa plural. Buenos
Aires. Clacso
- Alvarado, S y Patiño J. Editoras. (2013). Jóvenes investigadores en infancia y
juventud, desde una perspectiva crítica latinoamericana: aprendizajes y resultados.
CINDE.
20