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psiquiatría adolescente,2021,11,52-62
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
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Asociación de Conflicto de Género Percibido con Depresión e Intento

de Suicidio en Niñas Adolescentes

Liat Haruvi Catalán1,2,*, Anat Brunstein Klomek3, Gal Shoval4,5, Gil Zalsman4,5,6, Lior
Schapir4,5, Tomer Shechner7, Orit Krispin1, Neta Horesh2, Alan Apter1,4y Silvana
Fenning1,4

1Centro de Estudios Infantiles Feinberg, Centro Médico Infantil Schneider de Israel, Petach Tikva, Israel;2
Departamento de Psicología, Universidad Bar Ilan, Ramat Gan, Israel;3Escuela de Psicología, Centro
Interdisciplinario, Herzlia, Israel;4Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina Sackler, Universidad
de Tel Aviv, Tel Aviv, Israel;5Centro de Salud Mental Geha, Petah Tikva, Israel;6División de Imágenes
Moleculares y Neuropatología, Departamento de Psiquiatría, Universidad de Columbia, Nueva York, NY, EE.
UU.;7Departamento de Psicología, Universidad de Haifa, Haifa, Israel

Resumen:Antecedentes y objetivos:Los intentos de suicidio ocurren principalmente durante la

HISTORIA DEL ARTÍCULO
Recibido: 07 de octubre de 2020
Revisado: 18 de marzo de 2021
Psiquiatría Adolescente
adolescencia y son mucho más frecuentes en mujeres que en hombres, aunque los hombres tienden a
suicidarse con más frecuencia que las mujeres. Este estudio tiene como objetivo examinar la asociación
entre el género femenino, el conflicto de género, la depresión, el estrés y los intentos de suicidio en niñas
adolescentes.
Métodos:Los participantes incluyeron 86 chicas adolescentes de 12 a 21 años (µ=15.7,
SD=3.07) con depresión (n=29), intento de suicidio (n=15) o ambos (n=42), ingresadas
consecutivamente en un centro médico terciario y 93 controles saludables de la comunidad.
La depresión, la ideación y el comportamiento suicida, la identidad y el conflicto de género,
los factores de personalidad y el estrés se compararon entre el grupo de estudio y los
controles y cada uno de los tres subgrupos de estudio y controles.

Aceptado: 20 de marzo de 2021

DOI:
10.2174/2210676611666210915120236
Resultados:Se encontró una diferencia en la brecha de percepción de la propia feminidadversus
expectativas de los demás sobre la feminidad del sujeto, entre los suicidas con y sin depresión y los
controles. También se encontró que los factores de personalidad estaban relacionados con la
depresión y los intentos de suicidio. Los intentos de suicidio con depresión mostraron más
evitación del daño que aquellos sin depresión. La búsqueda de novedades fue significativamente
mayor en los que intentaron suicidarse sin depresión que en los controles, pero no en
comparación con los que intentaron suicidarse con depresión.
Conclusión:Parece que los intentos de suicidio y la depresión no solo pueden estar relacionados con la identidad
de género femenina. Las expectativas de género en conflicto pueden resultar en un aumento del estrés,
aumentando el riesgo de intentos de suicidio, particularmente en las niñas con una alta evitación del daño.

Palabras clave:Género, depresión, suicidalidad, adolescente, feminidad, paradoja de género.

1. NTRODUCCIÓN adolescencia (Hedegaardet al., 2018) y es mucho

Una de las características más intrigantes del intento
de suicidio es que ocurre principalmente durante
* Correspondencia dirigida a este autor en el Feinberg Child
Study Center, Schneider Children's Medical Center of Israel,
Petach Tikva, Israel; y Departamento de Psicología,
Universidad Bar Ilan, Ramat Gan, Israel;
Teléfono: +972-54-494-8037; Correo electrónico: liatcatalan@gmail.com
más frecuente en mujeres que en hombres (Fraser,
Geoffroy, Chachamovich, & Kirmayer, 2015).
En cambio, terminado suicidios entre
adolescentes son más comunes en hombres que
en mujeres (Miranda-Mendizábalet al., 2019). Este
fenómeno ha sido denominado “la paradoja de
género” (Canetto & Sakinofsky, 1998, Schrijvers
DLet al., 2012). En Israel, la brecha entre el

2210-6774/21 $65.00+.00 © 2021 Bentham Science Publishers

Asociación del conflicto de género percibido con la depresión
los géneros tanto en el intento como en el suicidio
consumado se reducen con la edad y desaparecen
después de la tercera década (Levinson, Haklai, Stein y
Gordon, 2006). Una excepción es en el ejército, donde
los intentos de suicidio son más comunes entre los
jóvenes soldados que entre las mujeres (Apteret al.,
2008). Curiosamente, la tendencia de los intentos de
suicidiocontra. los suicidios consumados se invierte en
el Lejano Oriente (India, China, Sri Lanka), donde los
suicidios consumados entre las mujeres jóvenes
superan en número a los de los hombres (Patelet al.,
2012; Zhang y Xu, 2007). Además, las tasas de suicidio
entre las mujeres son generalmente más altas en
presencia de ciertas enfermedades subyacentes, como
la anorexia nerviosa y la bulimia (Portzky, van
Heeringen y Vervaet, 2014).
La depresión es una psicopatología que parece
ser predominante en mujeres adolescentes
(Hawton, Rodham, & Evans, 2006.,Alberto PR, 2015).
En los niños, la tasa de depresión es similar entre
los géneros, pero con el inicio de la pubertad, la
depresión se vuelve dos veces más común en las
niñas que en los niños (Albert PR (2015), Conley, CS
y Rudolph, KD 2009).
Por tanto, parece lógico relacionar el inicio de la
conducta suicida en las mujeres con el inicio de la
pubertad y el aumento concomitante de las tasas de
depresión. Esta suposición está respaldada por
estudios que muestran una asociación entre la
depresión y el comportamiento suicida
coincidentemente con el inicio de la depresión
(Alberdi-Sudupeet al., 2011).
Es importante señalar al respecto que la conducta
suicida en la adolescencia puede presentarse sin
depresión y que la depresión puede presentarse sin
conducta suicida (Barzilayet al.2019), posiblemente
debido a estresores psicosociales, como el efecto de
los medios (Shovalet al., 2005) o abuso de sustancias
(Sher L.et al., 2007).
También se sabe que el estrés es una causa
importante de depresión y comportamiento suicida
(Farabaughet al., 2004; Fava y Kendler, 2000). En este
contexto, es interesante notar que Shih, Eberhart,
Hammen y Brennan (2006) encontraron que las
adolescentes experimentan mayores niveles de estrés
que los adolescentes.
psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 153
No se ha establecido si la relación entre el
género femenino y el intento de suicidio tiene un
origen predominantemente biológico, psicológico o
social. Sin embargo, como argumentan Schrijvers,
Bollen y Sabbe (2012), la paradoja de género es
principalmente un fenómeno occidental y
relativamente reciente, lo que sugiere que están
involucradas fuertes fuerzas sociológicas y
culturales. Efectivamente, los 20elLa revolución de
siglo en la percepción de la feminidad bien pudo
haber contribuido a que la suicidalidad adolescente
fuera "endémica", incluso superando el impacto de
los factores de riesgo inherentes al género
femenino en el sentido biológico o psicológico
(Gilligan, 1982; Nolen-Hoeksema & Girgus, 1994). ).
Varios investigadores han señalado laconflicto de
genero que desafía a las adolescentes modernas
como una fuente común de estrés. Gilligan C., 1982
relacionó específicamente el comportamiento
suicida no fatal con este estrés.
Estos temas han sido objeto de cierta discusión en la
literatura. (Stroink, ML, 2004) informaron que las mujeres
que perciben una diferencia en las expectativas sociales
de sí mismas respecto de sus seres queridos son más
propensas al estrés si no logran desarrollar mecanismos
de afrontamiento para lidiar con estas discrepancias. De
manera similar, (Pinhas, Weaver, Bryden, Ghabbour y
Toner, 2002) encontraron que las niñas suicidas tenían
más conflictos relacionados con el género que las niñas
no suicidas. Sugirieron que las adolescentes suicidas
sentían que su género interfería con la búsqueda de
nuevas oportunidades para el desarrollo personal a
medida que crecían.
Dos estudios, uno de tres generaciones, informaron
una asociación entre las opiniones tradicionales sobre los
roles de género y la ideación suicida, aunque no tomaron
en consideración las expectativas percibidas (Fitzpatrick,
Euton, Jones, & Schmidt, 2005; Hunt, Sweeting, Keoghan,
& Platt , 2006). Un interesante estudio de Irán (Keyvanara
& Haghshenas, 2010) mostró que los problemas
relacionados con el género femenino como el amor y el
matrimonio, el estigma social y las expectativas sociales
eran motivos cardinales para intentar suicidarse. Los
autores también notaron que, de manera similar a los
hallazgos en las sociedades occidentales, los conflictos
entre los roles femeninos tradicionales y el deseo de
sobresalir en la escuela no eran infrecuentes en las niñas
suicidas. Este
54psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 1
está en consonancia con estudios sobre mujeres jóvenes
en los que se encontró que la depresión estaba
directamente relacionada con la cantidad de tiempo
dedicado a actividades femeninas tradicionales como las
tareas del hogar (Glass & Fujimoto, 1994; Murray, Cox,
Chapman, & Jones, 1995; Gilligan, C ., 1982) ha escrito
extensamente sobre la crisis que viven las adolescentes
ante la disyuntiva de tener que elegir entre seguir el
ejemplo de sus madres de adherirse a los roles
femeninos tradicionalesversustratando de definir roles
nuevos e independientes para ellos mismos, y cómo este
conflicto puede conducir a comportamientos suicidas.
Así, el conflicto de roles de género, dificultad
psicológica o social definida que surge cuando los
individuos han internalizado características distintas a las
tradicionalmente atribuidas a su sexo (Pinhaset al., 2002)
y puede ser un factor más importante para comprender
las tendencias suicidas y la depresión de las adolescentes
que la naturaleza psicobiológica intrínseca de la
adolescencia femenina. Además, (Hill y Lynch, 1983) han
teorizado que los roles de género pueden intensificarse
en la pubertad como resultado de las presiones sociales
de los compañeros y los padres.
Las percepciones de los comportamientos de roles
femeninos se han vuelto más complejas en las últimas
décadas (Spence, 1993; Szpitalak & Prochwicz, 2013)
cuando la expectativa social de las niñas es, por un
lado, poder hacer todo como los niños, pero por otro
lado, mantenerse sus rasgos de estereotipos
femeninos y continúan participando en actividades
que se identifican como “femeninas”.
pinhas,et al., (2002) mostró que el conflicto de roles
de género juega un papel importante en el
comportamiento suicida de las niñas. Han
argumentado que cuanto antes una niña desarrolla
una apariencia sexualmente madura, antes se
encuentra con mensajes culturales confusos con
respecto a su sexualidad. Además, según (Pinhas, L.,
2002), durante la adolescencia, las niñas pueden verse
obligadas a elegir entre las expectativas tradicionales
de los padres y las propias más contemporáneas.
El conflicto de género es una noción compleja que
puede abordarse desde muchos aspectos y ha habido
mucha discusión al respecto en la literatura (Lippa,
2015). Un desafío importante en este contexto es
cómo medir empíricamente la "feminidad" y la
"masculinidad", que son conceptos básicos en el
Catalán et al.
comprensión de la identidad de género y el conflicto de roles de
género.
Un abordaje conveniente para resolver este complejo
problema es abordar el tema de la identidad de género
femenina desde la teoría cognitiva del esquema de
género y hacer uso de las herramientas de medición
propuestas por (Liben & Bigler, RS 2002).
Esta teoría define el género en tres dimensiones:
rasgos, actividades y ocupaciones. Según Shechner, T.,
2009), los rasgos y las actividades son las más válidas
de estas dimensiones y reflejan mayoritariamente el
constructo de identidad de género. Así, según
como
Shechner, T., 2009), la identidad de género femenina
será mayor en la medida en que la niña realice más
actividades femeninas y se identifique con más rasgos
femeninos.
Como enfoque complementario, (Stroink, ML 2004) ha
intentado evaluar la forma subjetiva en que las niñas
experimentanExpectativasde ellos por personas
significativas en sus vidas como padres, amigos y
maestros. Por lo tanto, la “identidad de género esperada”
refleja cómo la niña espera que otras personas
significativas en su vida vean su feminidad y si, desde su
punto de vista, cumple con sus expectativas.
Los factores de personalidad también pueden
desempeñar un papel en la identidad de género y su relación
con la depresión, ya que ciertos factores de personalidad son
más comunes en las mujeres y se ha demostrado que están
relacionados con la depresión y las tendencias suicidas
(Grucza, Przybeck, Spitznagel y Cloninger, 2003; Richter,
Polak , y Eisenmann, 2003). Clonadoret al.(1988) describen un
modelo tridimensional de personalidad donde cada
dimensión contiene diferentes rasgos y se basa en una
variable biológica diferente: 1) búsqueda de novedades
(dopamina); 2) evitación de daños ( serotonina ); y 3)
dependencia de la recompensa (norepinefrina). Cloninger
planteó la hipótesis de que el comportamiento de una
persona está determinado por su posición en cada una de
estas dimensiones. Los estudios han demostrado que las
adolescentes cuyo estilo de personalidad es evitativo del
daño tienden a desarrollar depresión y tendencias suicidas,
especialmente bajo estrés (Margitics & Pauwlik, 2008).
En un metanálisis de estudios de diferencias sexuales
utilizando las dimensiones del temperamento de
Cloninger (Miettunen, Veijola, Lauronen, Kantojarvi y
Asociación del conflicto de género percibido con la depresión
Joukamaa, 2007) encontró que las mujeres puntuaron
consistentemente más alto en la evitación de daños en
todos los estudios incluidos. Este hallazgo refuerza el
vínculo entre género, depresión y estilo de
personalidad. (Grucza, Przybeck, Spitznagel y
Cloninger 2003) encontraron SN asociado con
conducta suicida en el pasado.
El objetivo del presente estudio fue examinar la
asociación entre la identidad de género femenino, los
conflictos de género femenino, la personalidad, la
depresión y el estrés con los intentos de suicidio en niñas
adolescentes.
En general, la hipótesis de este estudio es que la
combinación de conflicto de género femenino, estrés y
depresión son factores significativos en la
comprensión de los intentos de suicidio por depresión
en las adolescentes.
Nuestras hipótesis específicas son que:
1. La identidad de género femenina no está directamente
relacionada con un intento de suicidio y/o depresión.Más
bien, la brecha entre la identidad de género de la niña y su
identidad de género esperada de otras personas
significativas (madre, padreetc..) es más significativo
2. La depresión distingue a las niñas con intentos
de suicidio de las niñas sin intentos de suicidio.
Hay una diferencia significativa entre las niñas
con intentos de suicidio sin depresión y aquellas
con intentos de suicidio y depresión.
3. Existirán diferencias en la identidad de
género esperada y las brechas entre la
identidad de género femenina y la identidad de
género esperada entre el grupo de niñas con
depresión y/o intentos de suicidio y las niñas
sin depresión y sin intentos de suicidio. El
grado de brecha entre la identidad esperada y
la identidad femenina será mayor entre las
niñas con depresión y/o intentos de suicidio.
4. Habrá diferencias entre los cuatro grupos de
chicas (depresión e intentos de suicidio,
depresión sin intentos de suicidio, intentos de
suicidio sin depresión y control) en depresión,
estrés y estilo de personalidad
4a. El estilo de personalidad de evitación del daño será
mayor entre las niñas con depresión que entre las
niñas sin depresión.
psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 155
4b. La búsqueda de novedades será mayor entre las
niñas con intentos de suicidio sin depresión que entre
las niñas con depresión.
5. Se encontrarán diferencias entre los cuatro grupos de
niñas en las variables de género: identidad de género
esperada y brechas entre la identidad de género
femenina y la identidad de género esperada.
2. MATERIALES Y MÉTODOS
2.1. Participantes
La cohorte del estudio incluyó a 86 niñas
adolescentes, de 12 a 21 años (µ=15,7, SD=3,07),
admitidas consecutivamente en un centro médico
terciario afiliado a una universidad para la evaluación y el
tratamiento de la depresión o las tendencias suicidas, o
ambas. Los criterios de exclusión fueron psicosis aguda,
retraso mental y falta de conocimiento del hebreo. La
cohorte se dividió en tres grupos: pacientes que
presentaban un trastorno depresivo mayor (MDD) y que
nunca habían intentado suicidarse (n = 29); pacientes
después de uno o múltiples intentos de suicidio pero sin
MDD (n = 15); y pacientes que presentaban tanto MDD
como intento de suicidio (n=42).‫״‬intento de suicidio‫״‬se
definió como un “comportamiento potencialmente
dañino autodirigido no fatal con cualquier intención de
morir como resultado del comportamiento. Un intento de
suicidio puede o no resultar en lesiones” Crosby AE,
Ortega L, Melanson C. (2011). El diagnóstico de TDM se
basó en los criterios del DSM IV.
Todas las evaluaciones se realizaron durante la
semana inmediatamente posterior al ingreso. El
grupo de control consistió en 93 niñas adolescentes
sanas de la misma edad reclutadas de la comunidad
local.
2.2. Aprobación ética
Todos los participantes del estudio y sus padres firmaron
formularios de consentimiento informado. El estudio fue
aprobado por la Junta de Revisión Institucional del hospital,
Israel (Número de aprobación 0348-08 RMC).
2.3. Instrumentos
Los síntomas de depresión se evaluaron con el
Inventario de Depresión de Beck (BDI) de 21 ítems (Beck,
56psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 1 Catalán et al.

Ward, Mendelson, Mock y Erbaugh, 1961), que evalúa su feminidad (actividades) a 0,94 para la percepción de
los síntomas de depresión en las dos semanas los sujetos de las expectativas paternas y maternas
anteriores. La fiabilidad interna fue de 0,90. (actividades).

La conducta suicida se evaluó con la Escala de La evitación del daño y la búsqueda de novedades (un
Evaluación de la Severidad del Suicidio de Columbia rasgo relacionado con la dopamina) se evaluaron con los
(CSSRS) (Posneret al., 2008). Este instrumento incluye ítems pertinentes del Inventario de carácter y
dos dominios: ideación suicida (deseo de morir, temperamento juvenil (JTCI) de 84 ítems (Clonninger, CR,
pensamientos activos de suicidarse, pensamientos 1988) (que también mide la dependencia de la
asociados de métodos suicidas).,grado de intención, recompensa). Cada ítem se puntúa en una escala
planificación e intención; con ítems que cubren la dicotómica de verdadero/falso. La fiabilidad interna fue
frecuencia, duración y controlabilidad de estas ideas), de 0,6 para la búsqueda de novedades y de 0,74 para la
y comportamiento suicida (intento de suicidio, intento evitación de daños.
interrumpido, intento abortado y actividades
El estrés se evaluó con la Escala de Estrés
preparatorias).
Percibido (PSS) de 14 ítems (Cohen, Kamarck, &
La identidad de género y el conflicto de género se Mermelstein, 1983), que evalúa el grado en que el
evaluaron con las escalas Children's Occupation, sujeto considera estresantes las situaciones
Activity, and Trait (COAT) (Liben & Bigler, 2002). El acaecidas en su vida durante el mes anterior. La
COAT se basa en descripciones estereotipadas de la fiabilidad interna fue de 0,93.
forma en que las niñas perciben la feminidad en
términos de actividad preferida y rasgos de carácter. A
2.4. Análisis estadístico
los participantes se les da una lista de 64 actividades
(bailar, jugar fútbol) y rasgos (sensibilidad, coraje,etc..)
Análisis de diferencia (ANOVA) con
y se les pidió que indicaran con qué frecuencia realizan
Las comparaciones por pares post hoc de Bonferroni
las actividades y en qué medida cada rasgo describe al
se utilizaron primero para la comparación entre cada
participante. Todas las respuestas se registran en una
uno de los tres grupos de pacientes y el grupo de
escala Likert de 4 puntos. El instrumento proporciona
control con respecto a las variables relevantes.
un puntaje de masculinidad y feminidad tanto para
Posteriormente, se utilizó para evaluar las diferencias
actividades como para rasgos, y la diferencia entre los
en las variables relevantes entre los cuatro grupos. La
dos es el puntaje de identidad de género (es decir.
variable dependiente fue el intento de suicidio, y las
cuanto mayor es la diferencia, mayor es la feminidad
principales variables predictoras fueron la depresión
autopercibida del sujeto). Luego se les pide a los
(BDI), las actividades de identidad de género y los
sujetos que indiquen su punto de vista sobre cómo
rasgos de identidad de género (COAT), y la diferencia
otras personas significativas en sus vidas (padres,
entre la feminidad autopercibida de los sujetos y sus
parejas potenciales) valoran su feminidad en términos
percepciones de las expectativas de otros (madre,
de actividades y rasgos. Se calcula la diferencia entre
padre, pareja potencial). Las variables predictivas
las autopercepciones de los sujetos y sus percepciones
adicionales fueron el estilo de personalidad (búsqueda
de las expectativas de los demás (siendo “expectativas”
de novedades/evitación de daños) y el estrés
la calificación de un sujeto de lo que cree que los
psicológico percibido (PSS). Los datos se ingresaron en
demás esperarían de ella), arrojando seis puntajes
un modelo de regresión logística con intentos de
para actividades y rasgos: sujetocontra. padre, sujeto
suicidio como variable de resultado. La significancia se
contra. madre, sujetocontra. socio potencial, padre
fijó en p<0,05.
contra. madre; padrecontra. socio potencial; madre
contra. socio potencial. El COAT ha sido adaptado y
validado para su uso en Israel (Shechner, T., 2009). Las 3. RESULTADOS
propiedades psicométricas del COAT en nuestro
estudio fueron aceptables, y la confiabilidad interna Los resultados de las distintas comparaciones se
osciló entre 0,77 para la autopercepción de los sujetos pueden ver en la siguiente figura.
de
Asociación del conflicto de género percibido con la depresión psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 157

Comparación entre controles a niñas con TDM y/o

intentos de suicidio

1.2

1.04
1
0.9

0.8
0.71

0.6
0.54
0.5
0.44 0.43
0.35 0.36 0.4
0.31 0.34 0.31
0.24 0.24
0.2

brecha brecha brecha brecha brecha género género

Entre Entre Entre Entre Entre identidad identidad
madre & padre & padre & sujeto y sujeto y esperado por esperado por
padre maceta. esposa madre maceta. esposa padre maceta. esposa madre
(rasgos) P< (actividades) (actividades) (actividades) (actividades) (rasgos) (actividades)
0.005 p<0,01 p<0,03 p<0,05 p<0,008 p<0,02 p<0,04

Niñas con TDM con o sin intento de suicidio Control

Higo. (1).Comparación de puntajes de conflicto de género entre niñas adolescentes que presentan TDM y/o intento de suicidio y
entre controles. (Una versión de mayor resolución/color de esta figura está disponible en la copia electrónica del artículo.).

TANOVA arrojó puntajes COAT significativamente más
altos para los pacientes que para los controles en las
siguientes medidas: percepción del paciente de la
calificación de la madre de la feminidad del paciente
(actividades) (P = 0.04), pacientecontra. padre
(actividades) (p = 0,008); pacientecontra. pareja potencial
(p = 0,048); pacientecontra. madre (actividades) (P=0,026);
padrecontra. pareja potencial (P= 0,001); y pacientecontra
. padre (rasgos) (P=0.005). La única medida que fue
significativamente más alta en el grupo de control fue la
percepción de las calificaciones de las parejas potenciales
sobre la feminidad del sujeto, que fue significativamente
más alta en el grupo de control (P = 0,017).
Los pacientes con MDD, ya sea que hayan intentado o
no suicidarse previamente, demostraron más estrés
psicosocial percibido que los controles. Cuanto mayor sea
la diferencia entre las percepciones de la paciente de sus
propios rasgos femeninosversussu percepción de la
calificación de su padre de sus rasgos femeninos, mayor
es la probabilidad de MDD. Del mismo modo, cuanto
mayor sea la diferencia entre las percepciones de la
paciente de sus propias actividades femeninasversussu
percepción de su madre
calificación de sus actividades femeninas, mayor es la
probabilidad de MDD (Fig.1). Los pacientes mostraron
significativamente más conductas de evitación de daños y
de búsqueda de novedades que los controles. Cuanto
mayor sea la diferencia entre la percepción de un
paciente de su propia feminidadversussu percepción de
la calificación de su madre sobre su feminidad, más
severa fue su conducta de evitación del daño (P<0.01).
Los pacientes que presentaron tanto MDD como
intento de suicidio tuvieron puntajes
significativamente más altos en el BDI que los
pacientes con solo MDD (P <0.001). No hubo
diferencia en las puntuaciones del BDI entre los
pacientes que presentaron solo intento de suicidio y
entre el grupo de control. No hubo diferencia
significativa en el estrés psicológico percibido entre
los pacientes suicidas y no suicidas con depresión.
Los pacientes con MDD tenían puntajes de PSS
significativamente más altos que aquellos sin MDD
ni antecedentes de intentos de suicidio (P <0.001).
No se encontraron diferencias significativas en PSS
entre los pacientes que presentaron solo intento de
suicidio sin depresión y los controles (ver Tabla1).
58psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 1
Tabla 1. Comparación de medidas de constructos psicológicos en cuatro grupos de niñas adolescentes utilizando el análisis de
varianza y comparaciones pareadas post hoc de Bonferroni.
MDD e intento
- Suicidio
Depresión 27.25a
Estrés percibido 34.90a
Evitación de daños 55.710a
Búsqueda de la novedad 53.61ab
Nota.a y b son significativamente diferentes entre sí pero no de ab.
Los pacientes con MDD tenían puntuaciones de
evitación de daños significativamente más altas que los
pacientes sin MDD (P <0,001). No hubo diferencias
significativas en la evitación de daños entre los pacientes
que presentaron solo un intento de suicidio y entre los
controles. El comportamiento de búsqueda de novedades
fue significativamente mayor en los pacientes que
presentaron solo un intento de suicidio sin depresión que
en los controles. No hubo diferencias significativas en el
comportamiento de búsqueda de novedades entre los
pacientes que presentaban MDD y los pacientes que
presentaban solo un intento de suicidio. (P<0,028).
El análisis de las medidas de conflicto de género
arrojó varios hallazgos significativos. Los pacientes con
MDD e intento de suicidio mostraron
significativamente más conflicto de identidad de
género en 5 de los 18 dominios en comparación con
los pacientes que presentaron solo intento de suicidio
y los controles.
Los dominios que fueron significativamente más altos en
pacientes con TDM incluyeron: 1. pacientescontra. socios
potenciales en relación con las actividades, 2.padres contra.
socios potenciales en actividades, 3. Pacientescontra. retiros
de madres, 4. Pacientescontra. padres re rasgos 5. Madres
contra. padres re rasgos.
El nivel de feminidad que las participantes
percibieron como esperado por una pareja
potencial fue similar en las pacientes con
depresión e intento de suicidio y el grupo control,
pero fue menor en las pacientes que presentaron
solo depresión o solo intento de suicidio.
Un resumen de los datos presentados en esta
subsección se puede ver en la Tabla2.
Catalán et al.
MDD Intentó Grupo de control PAG
suicidio sin
MDD
22.9a 8.08b 6.84b 0.001
33.26a 29.21ab 26.22b 0.001
53.66a 35.24b 37.65b 0.001
51.09ab 62.29a 47.53b 0.028a
La única variable independiente en un análisis de
regresión logística que constituyó un predictor
significativo de intentos de suicidio fue la de los
síntomas depresivos. Otro predictor de intento de
suicidio fue la interacción de los síntomas
depresivos y el estilo de personalidad. La búsqueda
de novedades tuvo un valor predictivo significativo
solo cuando el nivel de síntomas depresivos era
bajo, pero no cuando este último era alto.
4. DISCUSIÓN
Los principales hallazgos del presente estudio demostraron
que en las adolescentes, los intentos de suicidio y la depresión
no están intrínsecamente relacionados con los rasgos de género,
sino más bien con las percepciones de las niñas sobre la
impresión de otras personas significativas en sus vidas con
respecto a la feminidad de las niñas.
La comparación de los grupos de pacientes (MDD
con intento de suicidio, MDD sin intento de suicidio y
solo intento de suicidio) con el grupo de control
demostró algunos hallazgos importantes, como se
describe a continuación.
La percepción de personas significativas en la vida de
las niñas (padre, madre y pareja potencial) que ven la
feminidad de las niñas por debajo de las expectativas fue
un factor importante para comprender el desarrollo de la
depresión y las tendencias suicidas en estas pacientes. En
el grupo de pacientes, estos sentimientos fueron
especialmente notorios en seis áreas de interés, cuyas
puntuaciones fueron significativamente más altas que en
los controles. Curiosamente, las brechas percibidas en las
actividades (sobre los comportamientos) tendieron a ser
más altas que las de los rasgos. Así, las pacientes de este
estudio parecían definir la feminidad
Asociación del conflicto de género percibido con la depresión psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 159

Tabla 2. Comparación de las medidas de conflicto de género en cuatro grupos de niñas adolescentes usando análisis de varianza
y comparaciones pareadas post hoc de Bonferroni.

- MDD e intento MDD Sin Intento de suicidio Grupo de control PAG

Suicidio Intento de suicidio Sin TDM

socio potencial 0.35a 0.10b 0.22 0.36a 0.002

género esperado
identidad*

pacientecontra. 0.51a 0.35 0.43 0.34b 0.051

socio potencial
(actividades)

Padrecontra. 0.55a 0.48ab 0.38ab 0.31b 0.004

socio potencial
(actividades)

pacientecontra. 0.62a 0.49ab 0.32b 0.48ab 0.031

madre (rasgos)

pacientecontra. padre 0.78a 0.66ab 0.36b 0.56b 0.005

(rasgos)

Madrecontra. padre 0.38a 0.38ab 0.22ab 0.24b 0.004

(rasgos

Nota.a y b son significativamente diferentes entre sí pero no de ab.

más a menudo por actividades como las tareas del
hogar y el baile que por rasgos como la empatía y la
dulzura.
Los hallazgos de este estudio sobre la percepción
de las niñas con depresión de que sus madres ven las
actividades de las hijas como insuficientemente
femeninas, sugiere que las actividades tradicionales
femeninas, como las tareas del hogar, constituyen una
fuente de conflicto mayor para las adolescentes que
las actitudes o ideas tradicionales femeninas..En
ausencia de tal conflicto, las adolescentes están
expuestas a menos estrés y, en consecuencia, tienen
un menor riesgo de depresión e intento de suicidio.
Un hallazgo relacionado demostró que las
expectativas paternas de más feminidad constituyen
una fuente significativa de estrés para las hijas.
También se encontraron diferencias
significativas entre los cuatro grupos en el dominio
de los rasgos. Las diferencias en la estimación de la
feminidad entre la autoestima de las niñas en
comparación con su percepción de la de sus madres
fueron significativamente mayores en las niñas con
TDM e intento de suicidio. Además, la brecha entre
la percepción de las niñas con depresión e intento
de suicidio de la valoración de sus madres de
su feminidadcontra. la de sus padres fue significativamente
mayor que en los controles.
También parece que las niñas que sufren de TDM e
intento de suicidio sienten que a sus padres, madres y
parejas potenciales les gustaría que fueran menos
femeninas en cuanto a rasgos femeninos pero no en
cuanto a actividades femeninas.
Nuestros resultados están en línea con estudios
previos (Aubé, Fichman, Saltaris, & Koestner, 2000),quien
reportoque las chicas que se sentían excesivamente
responsables del bienestar de los demás y que
experimentaban dificultades para ser asertivas en sus
relaciones tenían mayores niveles de sintomatología
depresiva. Sugirieron que las prácticas tradicionales de
socialización femenina pueden fomentar el desarrollo de
un estilo interpersonal depresivo en las niñas.
Específicamente, la experiencia de ser una adolescente en
la sociedad moderna implica que ella sea exitosa en áreas
consideradas “masculinas”, conservando rasgos tan
femeninos como la sensibilidad y la empatía. Los
hallazgos del estudio actual también están en línea con
los de otros estudios que muestran que gran parte del
estrés que sienten las adolescentes está relacionado con
expectativas sociales conflictivas (p.ej. (Panayiotou &
Papageorgiou, 2007)).
60psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 1
Szpitalak y Prochwicz (2013) observaron una
asociación más directa entre la feminidad y los
síntomas depresivos que la encontrada aquí. La
diferencia con el presente estudio puede explicarse
por el diferente conjunto de medidas utilizadas para
evaluar la identidad de género. Szpitalak y
Prochwicz (2013) evaluaron a sus sujetos utilizando
el Inventario para evaluar el género psicológico
(IPP), que contiene 35 ítems sobre estereotipos
culturales donde a cada sujeto se le asigna uno de
los cuatro tipos de género psicológico, según lo
conceptualizado por Bem (1981). Sin embargo, el
estudio actual utilizó la escala COAT que se basa en
la teoría cognitiva (Liben & Bigler, 2002). Las
principales ventajas de este último instrumento son
su valoración de dos dimensiones de género
(rasgos y actividad), su diferenciación entre
actitudes y avales personales y su generación de
puntuaciones numéricas.
Curiosamente, también se encontró que la evitación del
daño estaba significativamente asociada con la depresión y
las conductas suicidas. Este no es un hallazgo nuevo; sin
embargo, dado que la evitación del daño es un rasgo de
personalidad más común en las niñas que en los niños, esto
puede proporcionar una pista sobre la posible existencia de
otro posible mecanismo que vincule el género con la
depresión. Por el contrario, la búsqueda de novedades fue
más prominente en sujetos con comportamiento suicida sin
depresión, lo que implica que en estos sujetos es la
impulsividad más que el género femenino lo que impulsa el
comportamiento suicida.
CONCLUSIÓN
En las culturas occidentales, las demandas de roles
conflictivos pueden colocar a las adolescentes bajo
una gran presión y estrés. Estos pueden exacerbarse
en niñas con ciertos rasgos de personalidad, como
evitar el daño (Barrett & Raskin White, 2002). Aunque
el presente estudio está limitado por el número
relativamente pequeño de participantes y un diseño
transversal que impide sacar conclusiones con
respecto a la causalidad, se pueden desarrollar varias
hipótesis útiles para un estudio longitudinal a partir de
los hallazgos.
Catalán et al.
SOBRE LOS AUTORES
Dra. Liat Haruvi Catalanaes codirector de la
Clínica de Depresión Adolescente en el Centro
Médico Infantil Schneider de Israel.
Dra. Anat Brunstein Klomek,es Profesor
de Psicología, y Director de la Escuela de
Psicología.
Gal Shoval, MDes profesor de psiquiatría en la facultad
de medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv.
Gil Zalsman, MDes profesor de psiquiatría,
Escuela de medicina Sackler, Universidad de Tel Aviv
Director del Centro Médico Geha.
Dr. Lior Schapires psiquiatra senior.
Dra. Orit Krispin, es Director del
Departamento de Psicología.
Dra. Neta Horesh, es Profesor Titular en el
Departamento de Psicología de la Universidad Bar Ilan.
Dr. Alan Apteres Profesor de Psiquiatría, Escuela
de Medicina Sackler, Universidad de Tel Aviv y Co-
Director de la Clínica de Depresión Adolescente en
el Centro Médico Infantil Schneider de Israel.
Dra. Silvana Fenniges profesor de psiquiatría y
director del Departamento de Psiquiatría de la
Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de
Tel Aviv.
DERECHOS HUMANOS Y DE LOS ANIMALES
Se utilizaron humanos para este estudio.
CONSENTIMIENTO PARA PUBLICACIÓN
Los padres firmaron formularios de consentimiento informado.
DISPONIBILIDAD DE DATOS Y MATERIALES
Los datos que respaldan los hallazgos de esta
investigación podrían ser proporcionados por el autor
correspondiente [LHC] a pedido razonable.
Asociación del conflicto de género percibido con la depresión psiquiatría adolescente,2021,vol. 11, nº 161

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