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El Crecimiento Económico Venezolano y la Situación de Empleo

El hecho o proceso con el cual se identifica y se explica el crecimiento


económico es el aumento significativo y sostenido de la productividad por
trabajador. Ese aumento de la productividad refleja una mayor eficiencia en el uso
de los recursos productivos, menores costos de producción y mayor acceso a los
bienes producidos por parte de la población; en suma, mayor disponibilidad
material de bienes y servicios y, en consecuencia, mayor bienestar.

Hoy día en que se habla de la necesidad de una mayor competitividad por


parte de los países para poder acceder a los mercados internacionales, se debe
subrayar la idea de que la base real de la competitividad es una mayor
productividad. Sin ésta, de nada valdrían las monedas subvaluadas, el
financiamiento a las exportaciones ni la publicidad. Como variables o factores que
hacen posible la expansión del producto por habitante, se puede señalar la
acumulación de capital, la expansión del mercado y el desarrollo tecnológico.

La acumulación de capital, al traducirse en mayor capital o cantidad de


maquinaria y equipo por obrero, haría factible una mayor productividad. La
expansión del mercado, para lo cual es clave una mayor distribución del ingreso,
permitiría un mejor uso de la capacidad productiva, altos rendimientos en escala y
una mayor productividad. El desarrollo tecnológico, de hecho, hace posible una
mayor productividad aun cuando la cantidad por obrero no aumentara.

Pero el crecimiento económico en sí no es desarrollo económico. Puede


haber crecimiento económico pero sin modificaciones estructurales de
significación, y continuar un país en situación de subdesarrollo; fue el caso
venezolano en las décadas de los 50 y 60, a raíz de las exportaciones petroleras.

Venezuela siempre fue un país netamente agrícola, en 1914 cuando se


halló el primer pozo petrolero (Zumaque) se inició un desarrollo económico que
estaría vigente en el país hasta la actualidad. A partir de ese descubrimiento se
consideró al país como "La Venezuela Saudita", abriendo posibilidades para
divisas e inversiones.

Zumaque fue el primer pilar de la economía de aquel entonces,


promoviendo a Venezuela como un país altamente competitivo a nivel mundial;
de este modo, la productividad venezolana mejoró sus ideales para la construcción
de un país petrolero, dejando de lado la labor agrícola.

Venezuela entonces tenía la capacidad de producir bienes y servicios,


beneficiarse de las ventajas de la sobre valoración del bolívar, y "la estrechez" del
mercado, todo esto debido a que los ingresos fiscales, el 75% las divisas y el 10%
del PIB, se originaban de la producción petrolera. Este auge trajo a que en
Venezuela se presentara la confusión entre capitalismo con dictadura y
democracia con socialismo. De allí que el desarrollo de la democracia venezolana
haya buscado sostenerse en un modelo estatista, basado en la creencia que sólo
mediante la intervención del estado es posible alcanzar mayores niveles de
bienestar.

El desarrollo comenzó a progresar en el país en la última década de los


años 50, donde la importación quedo de lado, debido a la alta producción
nacional; avanzando de este modo el inicio del gran proceso productivo que tuvo
lugar en los años venideros.

Otro factor que contribuyó en gran manera a la riqueza del país, fue el
desarrollo en materia de exportación no petrolera, Venezuela al igual que
Latinoamérica, estuvo marcada por buenos resultados económicos y los ingresos
fluían mejorando cada vez más la economía, manteniéndose estable esta al final
de la década de los 70. Pero el periodo de alta producción no tuvo la capacidad de
mantenerse estable, y la causa principal de todo, fue no haber escogido a las
empresas realmente competitivas, y también hubo mucha dependencia del capital.
Lo que empezó como una idea brillante y visionaria, terminó
derrumbándose, y convirtiéndose en un proceso de industrialización, que ha
requerido importaciones de bienes intermedios y sobre todo bienes de capital;
creándose en el país un mecanismo productivo altamente débil. Se incitó a la fuga
de capitales en el país, debido a que la economía nacional era muy poco rentable.

El comportamiento que venía experimentando el negocio petrolero y su


nacionalización en 1976, indujo importantes ineficiencias en la economía
nacional. Estas resultaron del ajuste que debió hacerse en la producción petrolera,
pues hubo que recortar la producción, desde cerca de cuatro millones de barriles
diarios a menos de dos millones de barriles, con el propósito de extender la
duración teórica de las reservas petrolíferas. La situación del fisco nacional se vio
afectada negativamente por la caída en el cobro de regalías e impuestos, tanto por
la menor producción como por los menores rendimientos de escala y el mayor
peso de los costos fijos sobre las utilidades del negocio.

A los menores ingresos, fiscales y de divisas, se agregó un mayor gasto


por el pago por indemnización que debió afrontarse al adelantar la fecha de
vencimiento de las concesiones. Además, la empresa nacionalizada debió asumir
el programa de inversiones destinado a aumentar las reservas probadas hasta el
nivel que posibilitara retornar a los volúmenes de producción previos a la
nacionalización.

La caída de la productividad laboral iniciada en 1974 prosiguió hasta 2003,


con tres breves y leves interrupciones: entre 1990 y 1992, en 1997 y en el 2000.
La explicación de esta tendencia a reducir la creación de producto en la medida
que se incorporan nuevos trabajadores tiene que ver con los cambios en la
estructura sectorial del empleo, de la economía y la menor productividad del
sector petrolero.

Los sectores económicos y actividades productivas más dinámicas en la


creación de empleos fueron los de productividades menores, incluso por debajo
del promedio nacional. Además, la población que se incorporó al trabajo, con
menores calificaciones y destrezas, debió producir con un menor incremento de la
dotación de capital por trabajador, dada, primero, la restricción a la importación
impuesta por la incapacidad de la infraestructura de puertos y aeropuertos para
ingresar los enormes volúmenes de bienes adquiridos, incluidos los medios de
producción. Más tarde las políticas contra inflacionarias y de “enfriamiento” de la
economía incidieron, además, frenando el ritmo del crecimiento económico y
transformándolo, desde 1978, en caída del PIB real per cápita y del ingreso real de
los factores.

Según lo que se puede analizar en el entorno económico venezolano y mundial


existe varios argumentos que son los que van a determinar si un país está en
proceso de crecimiento económico, estos son:

Creación de empleo, según lo que se puede observar es que en Venezuela


el empleo que más crece es el empleo informal. Evidentemente este sector tiene
un impacto considerable en la economía. No como lo que se espera del empleo
formal, pero para el ámbito internacional y para efecto de mediciones no es lo
ideal. Se puede observar dentro del grupo de empresas, locales comerciales, entre
otros, que se están creando (bodegones, cafeterías, abastos y supermercados) que
estos sí generan empleo. Pero en el caso de la mayoría de los productos que allí se
expenden son importados, creando un considerable desbalance en la balanza de
pagos en Venezuela en cuanto a importación y exportación, ya que es mayor lo
que se importa que evidentemente lo que se produzca en el país.

Otro de los determinantes del desarrollo económico de un país es el PIB,


que no es más que el agregado de lo que se produce en el país, lo que se fabrica, lo
que se comercializa, lo que se exporta, por lo tanto y como se indicó antes, es más
lo que se importa que lo que se exporta, a esto por supuesto hay que agregarle que
Venezuela es un país productor de petróleo e hidrocarburos. Este es, el principal
producto de exportación. Pero es evidente que la industria petrolera venezolana
está pasando por la peor crisis en la historia. Y las ventas de petróleo han
disminuido en cantidades significativas.

Otro de los determinantes del desarrollo es el ahorro, y en Venezuela una


parte muy reducida de la población está en condiciones de ahorrar. Esto es, debido
al alto costo de la vida, es decir, el poco poder adquisitivo que posee la población,
especialmente, la canasta alimentaria que se multiplica y supera por miles el
ingreso familiar. Es por esto, que el crear un fondo de ahorro es casi imposible. Si
se observa, no se existe publicidad ni incentivo de las grandes entidades bancarias
a establecer un fondo de ahorro como en años anteriores.

El otro indicador es la inversión, pero en un país donde no hay seguridad


jurídica, donde las leyes impositivas se manejan en pro y beneficio de los
encargados del país, donde no existe un poder legislativo que sea de confiar, es
difícil el desarrollo y avance del mismo.

Y para finalizar, en estos momentos Venezuela no es un país que se


encuentra en vías de desarrollo. A esto se puede agregar, que en Venezuela desde
hace mucho la mayoría de las empresas ni siquiera cumplen horarios completos,
ni los estándares establecidos, dificultando la creación, producción, y generación
de productos de calidad y con calidad de exportación.

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