Durante los últimos tiempos, Dios derramará su ira como juicio por el pecado del mundo y

como un llamado final para que la humanidad se arrepienta y lo adore. En el libro de

Apocalipsis, Juan describe la visión que Dios le dio de un período futuro. Los 7 sellos del
apocalipsis son la primera serie de juicios de Dios durante este tiempo, y se describen en
Apocalipsis 6: 1–17 y 8: 1–5.

El primer sello es un caballo blanco el cual se refiere al Anticristo; este no aparecerá como un
villano, como una figura siniestra o repulsiva sino que surgirá como un carismático, encantador
y atractivo hombre que fascinará al mundo, con un poder subyugante de convicción, como no
se ha visto jamás en toda la historia de la Humanidad. Él llegará al escenario mundial con su
propio nombre, con una inusual habilidad e inteligencia, y todos le aclamarán, desde las
instituciones mundiales más renombradas, hasta los gobiernos y partidos políticos, los
científicos y pensadores, todos unánimemente le pregonarán como "el salvador del mundo".

El segundo sello es un caballo bermejo, rojo, de guerra, galopando hacia la Tierra. El segundo
jinete se le dio una gran espada, lo que implica lucha, porque se utilizaba en el combate
cuerpo a cuerpo. No será hasta el segundo sello, con el jinete a lomo del caballo rojo, que la
paz es quitada de la Tierra. El segundo sello contempla ejércitos invasores en una feroz guerra
cuerpo a cuerpo.

El tercer sello es un caballo color negro. El caballo negro con su jinete nos habla de una
hambruna que vendrá sobre la Tierra, un hambre mundial, debido a la extrema escasez de
alimentos que suele ser la consecuencia de una guerra. Un denario era en aquel entonces una
moneda romana que equivalía al salario por un día de trabajo. Esto quiere decir que costará el
salario de un día para comprar los ingredientes para una barra de pan.

El cuarto sello es un caballo amarillo. Aquí se describe a una enfermedad, a una plaga de
proporciones catastróficas que consumirá una cuarta parte de la población de la Tierra. No
habrá suficiente medicina para curar a todos los afectado en ese tiempo.

El quinto sello son las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios. A
diferencia de los cuatro sellos anteriores, en los que los acontecimientos tenían lugar en la
tierra, el quinto sello nos transporta nuevamente al cielo. Allí vamos a ver a aquellos que
habían sido muertos por causa de su testimonio y que todavía seguían clamando por justicia.
Que estas almas estén bajo el altar enfatiza que sus vidas fueron derramadas como una
ofrenda a Dios

El sexto sellos son catástrofes naturales, nos indica de un gran terremoto nunca antes visto
que removerá toda la tierra. Todos tendrán miedo cuando la tierra misma sea sacudida, los
seres humanos, grandes y pequeños, se aterrorizarán y clamarán que las montañas caigan
sobre ellos de modo que no tengan que enfrentarse al juicio del Cordero. 

El séptimo sello Cuando se abre el séptimo sello, se revela el juicio de las siete trompeta, se
usaba un incensario lleno de brasas encendidas en el templo para la adoración. El incienso se
echaba sobre las brasas y el humo fragante subía, simbolizando la oración de los creyentes que
asciende hasta Dios