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EL PROBLEMA DE LA ENSEÑANZA DE LA

FÍSICA EN AMÉRICA LATINA


por R. Feynman; traducido por H. López
Febrero 2020

El siguiente texto está directamente traducido de


http://calteches.library.caltech.edu/2255/1/LatinAmerica.pdf
”El problema de la enseñanza de la fı́sica en América Latina” es una tran-
scripción del discurso principal pronunciado por Richard Feynman en la Primera
Conferencia Interamericana sobre Educación Fı́sica en Rı́o de Janeiro en junio
de 1963.
El Dr. Feynman fue premio Nobel de fı́sica y Profesor de fı́sica teórica en
Caltech.

1 EL PROBLEMA DE LA ENSEÑANZA DE
LA FÍSICA EN AMÉRICA LATINA
El problema de enseñar fı́sica en América Latina es solo una parte del problema
más amplio de enseñar fı́sica en cualquier lugar. De hecho, es parte del problema
de enseñar cualquier cosa en cualquier lugar, un problema para el que no se
conoce una solución satisfactoria.
Hay muchos planes nuevos en muchos paı́ses para tratar de enseñar fı́sica,
lo que demuestra que nadie está satisfecho con ningún método. Es probable
que muchos de los nuevos planes se vean bien, ya que nadie los ha probado
lo suficiente como para descubrir qué les pasa; mientras que todos los viejos
métodos han estado con nosotros el tiempo suficiente para mostrar claramente
sus fallas.
El hecho es que nadie sabe muy bien cómo decirle a alguien más cómo
enseñar. Entonces, cuando tratamos de descubrir cómo enseñar fı́sica, debemos
ser algo modestos, porque nadie sabe realmente cómo hacerlo. Es, al mismo
tiempo, un problema grave y una oportunidad para nuevos descubrimientos.
El problema de la enseñanza de la fı́sica en América Latina también puede
generalizarse de otra manera, para recordarnos el problema de hacer cualquier
cosa en América Latina. Debemos involucrarnos, al menos en parte, en los
problemas sociales, polı́ticos y económicos especiales que existen aquı́.
Todos los problemas se enfocan más si tenemos ante nosotros una imagen
clara de las razones para enseñar fı́sica en primer lugar. Ası́ que intentaré

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dar algunas razones por las que creo que deberı́amos enseñar fı́sica. Entonces
podemos preguntarnos si algún plan educativo en particular satisface alguna de
las razones.
La primera razón es, por supuesto, que la fı́sica es una ciencia básica, y como
tal se usa en ingenierı́a, quı́mica y biologı́a, y tiene todo tipo de aplicaciones en
tecnologı́a. La fı́sica es la ciencia, o conocimiento de la naturaleza, que nos dice
cómo funcionan las cosas. En particular, estoy enfatizando aquı́ cómo funcionan
los dispositivos de diversos tipos, inventados por hombres con tecnologı́a actual
y futura. Por lo tanto, aquellos que conocen la fı́sica serán mucho más útiles
para hacer frente a los problemas técnicos que surgen en la industria local.
Se podrı́a argumentar, y en la práctica se argumenta, que en las primeras
etapas de desarrollo industrial que tenemos en América Latina, dicho talento es
completamente superfluo porque es muy fácil importar personal bien capacitado
técnicamente de paı́ses más avanzados. Por lo tanto, ¿es realmente necesario
desarrollar localmente personas altamente capacitadas técnicamente?
Probablemente no conozco suficiente economı́a para responder correctamente,
pero intentaré dar una opinión de todos modos. Creo que es de vital importancia
mejorar la capacidad técnica de los pueblos de América Latina. Por educación,
el hombre con mayor capacidad técnica es capaz de producir más; y creo que en
la mejora de la capacidad técnica y, por lo tanto de la productividad de la gente
de América Latina, se encuentra la fuente del verdadero avance económico.
No es económicamente correcto importar continuamente personas técnicamente
capacitadas. Si los latinoamericanos fueran educados técnicamente, encon-
trarı́an posiciones en las industrias locales en desarrollo; Las personas que ahora
importan tales trabajadores pronto se darán cuenta de que hay una oferta de
hombres realmente capaces en este paı́s, y que esta oferta local tiene muchas
ventajas. La población local no exigirı́a salarios tan altos, conocerı́a las cos-
tumbres y formas del paı́s, y se alegrarı́a de tomar posiciones de trabajo más
permanentes.
Es cierto que los latinoamericanos con los mismos grados en ciencia o inge-
nierı́a que sus contra-partes extranjeras parecen ser mucho menos capaces. Esto
(como explicaré) se debe a que realmente no se les ha enseñado ninguna cien-
cia. Esta experiencia probablemente ha condicionado a los industriales a prestar
muy poca atención a las universidades y cientı́ficos locales. Si fueran sabios, los
industriales verı́an el problema al revés y serı́an los primeros en clamar por una
reunión como la que tenemos hoy, para averiguar qué sucede con el producto
local y cómo enseñar fı́sica en de manera realmente satisfactoria en sus paı́ses.
Sin embargo, ninguno de ellos está aquı́.
Una razón secundaria para enseñar fı́sica, o cualquier ciencia experimental,
es que enseña cómo hacer cosas con las manos. Enseña muchas técnicas para
manipular cosas, ası́ como técnicas de medición y cálculo, por ejemplo, que
tienen aplicaciones mucho más amplias que el campo particular de estudio.
Otra razón importante para enseñar fı́sica es para la ciencia misma. La
ciencia es una actividad de los seres humanos; para muchos hombres es un gran
placer y no deberı́a negarse su acceso a las personas del mundo simplemente por
una falla o falta en el sistema educativo. En otras palabras, una de las razones

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para enseñar ciencias es hacer cientı́ficos que no solo contribuyan al desarrollo
de la industria, sino que también contribuyan al desarrollo del conocimiento,
uniéndose a otros en esta gran aventura de nuestro tiempo y, por supuesto,
obteniendo enorme placer al hacerlo.
En tercer lugar, hay buenas razones para estudiar la naturaleza para apreciar
su maravilla y su belleza, aunque uno no se convierta en un cientı́fico profesional
que trabaje activamente. Este conocimiento de la naturaleza también da una
sensación de estabilidad y realidad sobre el mundo y elimina muchos miedos y
supersticiones.
Un cuarto valor en la enseñanza de la ciencia es enseñar cómo se descubren
las cosas. El valor de las preguntas, el valor de las ideas libres, no solo para
el desarrollo de la ciencia, sino también el valor de las ideas libres en todos los
campos, se hace evidente. La ciencia es una forma de enseñar cómo se conoce
algo, qué no se sabe, en qué medida se saben las cosas (porque nada se sabe
absolutamente), cómo manejar la duda y la incertidumbre, cuáles son las re-
glas de evidencia, cómo pensar cosas para que se puedan hacer juicios, cómo
distinguir la verdad del fraude y el espectáculo. Estos son sin duda impor-
tantes rendimientos secundarios de la enseñanza de la ciencia, y de la fı́sica en
particular.
Finalmente, en el aprendizaje de la ciencia, aprende a manejar la prueba
y el error, a desarrollar un espı́ritu de invención y de indagación libre que es
de gran valor más allá de la ciencia. Uno aprende a preguntarse: ”¿Hay una
mejor manera de hacerlo?” (Y la respuesta a esto no es el reflejo condicionado:
”Veamos cómo lo hacen en los Estados Unidos”, ¡porque ciertamente debe haber
una mejor manera que esa!) Debemos tratar de pensar en algún truco o idea
nueva, para encuentre alguna mejora en la técnica. Esta pregunta es la fuente
de una gran cantidad de pensamiento libre e independiente, de invención y de
progreso humano de todo tipo.
Esto termina mi lista de razones para la enseñanza de la fı́sica como cien-
cia. Permı́tanme pasar ahora a una descripción de algunas de las principales
caracterı́sticas de la educación cientı́fica en América Latina que me parecen
especialmente preocupantes.
Primero, y lo más serio, creo, es la enseñanza y el aprendizaje casi exclusivos
por medio de la memoria puramente abyecta. Esto de ninguna manera enseña
fı́sica como ciencia. Nada se entiende; solo se recuerda. Esto de ninguna manera
satisface las razones que describı́ para enseñar ciencias. La memorización de las
leyes no le permite a uno hacer aplicaciones de estas leyes a nuevas situaciones;
no le permite a uno el placer de hacer contribuciones cientı́ficas en última in-
stancia; no puede enseñar ninguna técnica con las manos. Al memorizar, no se
entiende el conocimiento y no se aprecia la belleza de la naturaleza. No dice
cómo se descubrieron las cosas, ni revela el valor de una mente libre inventiva.
Por ejemplo, el telescopio es un dispositivo interesante para hacer, com-
prender, mirar y jugar. Giró las ideas y las mentes de los hombres en nuevas
direcciones. Dio un gran impulso a la revolución moderna del pensamiento.
Durante mucho tiempo fue el único revelador de la inmensidad de los cielos y
el lugar modesto del hombre en él. Pero, en América Latina uno aprende que

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hay cuatro tipos de telescopios: el newtoniano, el cassigrano, etc., etc. En el
primero, la imagen es virtual e invertida, etc. (pongo todo este ”etc.” porque
Realmente no sé cuántos tipos de telescopios hay, ni cuáles son sus nombres, ni
de qué manera es la imagen en cada tipo. Pero no me subestimes; sé mucho
sobre telescopios, cómo funcionan, cómo hacer y usar uno, sus poderes y limita-
ciones, etc.) El resultado es que se pierde el telescopio. No hay más telescopio,
ni lentes, ni estrellas, ni ojos, ni luz, solo palabras memorizadas sin requerir
comprensión. El examen se aprobó, porque la pregunta era ”¿Cuáles son los
cuatro tipos de telescopios?”
Debo decir de inmediato que no estoy en contra de memorizar. Algunas
cosas, incluso muchas (aunque nada especial) pueden aprenderse de memoria;
por ejemplo, es bueno, pero no esencial, saber de memoria 7 x 8 = 56. A lo que
me opongo en cualquier filosofı́a de enseñanza es que dicha filosofı́a se usa en
exclusiva; pero en este caso es especialmente grave porque queda muy poco del
tema en sı́.
Fue incomprensible para la gente de mi paı́s cuando informé cómo se mem-
oriza completamente el material en América Latina sin comprenderlo. Las con-
ferencias se dictan tan lentamente que los estudiantes pueden copiarlas palabra
por palabra en sus cuadernos, y las oraciones incluso se repiten para que puedan
revisarlas.
Cuando se les pregunta qué es la Ley de Brewster, los estudiantes avanzados
responden en un instante: ”La luz que incide sobre un material de ı́ndice n
está 100 por ciento polarizada con el campo eléctrico perpendicular al plano de
incidencia si la tangente del ángulo de incidencia es igual al ı́ndice de refracción
”.
A estos mismos estudiantes les digo: ”Miren hacia la bahı́a desde donde se
refleja la luz del sol. Si miro ese reflejo a través de este pedazo de polaroid y
lo giro, ¿qué pasará?” Todo lo que recibo son miradas en blanco. Nadie sabe.
Pero recibo gritos de sorpresa y deleite cuando lo prueban y ven que los reflejos
se vuelven más brillantes y tenues.
Esto muestra que algo está completamente mal. No hay ningún conocimiento
de la naturaleza. Con la pista de entrada equivocada, la memorización es inútil.
Estos estudiantes son como libros, no más. Puedo mirar en el ı́ndice de un libro
bajo ”Ley de Brewster” y encontrar una referencia equivalente a la respuesta
de los estudiantes. Pero en el ı́ndice no puedo encontrar ”el sol reflejándose en
la bahı́a”.
¿Qué saben los estudiantes que no está disponible fácil y directamente en
un libro? Las cosas que se pueden buscar en un libro son solo una parte
del conocimiento. ¿Quién quiere que un estudiante ası́ trabaje en una planta,
cuando un libro que no requiere comida o mantenimiento se encuentra dı́a tras
dı́a siempre listo para dar las respuestas adecuadas? ¿Quién quiere ser estu-
diante, haber trabajado tan duro, haber perdido tanto interés y placer, y ser
superado por una lista impresa inanimada de ”leyes”?
La experiencia que tengo me hace pensar que este es uno de los principales
fracasos en la educación de los estudiantes en América Latina.
Un segundo problema en América Latina es que los estudiantes están so-

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los. No pueden conversar con otros estudiantes; no pueden ver cuán estúpidos
son algunos compañeros de estudios. Esto es principalmente por alguna razón
psicológica. No desean ser encontrados inseguros, porque serán ridiculizados.
No pueden hacer preguntas en clase porque los demás más tarde dicen: ”¿Por
qué pierden el tiempo de todos nosotros? Todos lo saben”. Por lo tanto, para
salvar la cara, todos muestran una muestra de conocimiento, frustrando ası́ la
libre discusión y el intercambio de ideas, una de las formas más agradables y
fáciles de aprender. Hay demasiado espectáculo y demasiada formalidad en el
aula para cualquier ejercicio de libre pensamiento y discusión.
Un tercer problema es la falta de libertad en la estructura universitaria. No
puede moverse de un sujeto a otro o de un laboratorio a otro. Aquellos que van al
extranjero para aprender encuentran difı́cil comunicar sus nuevos conocimientos
de manera fácil y directa a los estudiantes universitarios cuando regresan, ya
que no pueden encontrar un lugar en la estructura de la universidad y no son
bienvenidos. Por alguna razón u otra, se hace necesario que esas personas
creen institutos de investigación nuevos y separados. El espı́ritu de emoción
en estas instituciones a medida que avanza su investigación no se encuentra en
las universidades, y esto es bastante desafortunado.
Otro problema en América Latina es que hay muy poca salida para los es-
tudiantes que no quieren convertirse en cientı́ficos completos. No es fácil para
ellos obtener trabajos en las industrias en desarrollo aquı́ (en Latinoamérica).
Quizás si estos estudiantes estuvieran realmente capacitados adecuadamente, las
compañı́as gradualmente se darı́an cuenta de su valor y este problema desapare-
cerı́a. Pero algunos de los estudiantes entusiastas no son genios, y debe haber
un lugar al que puedan ir, a pesar de que no van a hacer ninguna contribución
cientı́fica o convertirse en segundos Einsteins.
Cuando comencé a estudiar en el MIT, comencé en matemáticas, y proba-
blemente pensé que serı́a matemático. Luego descubrı́ que el único uso de las
matemáticas superiores es enseñar más matemáticas superiores y recurrı́ a algo
más práctico: la ingenierı́a eléctrica. Finalmente me di cuenta de que habı́a ido
demasiado lejos en la otra dirección y elegı́ algo intermedio: la fı́sica.
Todo esto fue muy fácil porque, para materias tan estrechamente relacionadas,
los cursos tomados por los estudiantes en cada disciplina eran casi exactamente
los mismos y los enseñaban los mismos profesores. Los ingenieros estudiaron
fı́sica impartida por los fı́sicos, por ejemplo, y los fı́sicos aprendieron algo de su
electricidad en un curso impartido por los profesores de ingenierı́a eléctrica. Es
fácil para los estudiantes avanzar y retroceder entre las disciplinas relacionadas.
Si la fı́sica es demasiado difı́cil para ellos, o las matemáticas demasiado ab-
stractas, pueden recurrir a la ingenierı́a y luego esperar encontrar una posición
en algún lugar. Tales cambios son mucho más difı́ciles en las universidades
latinoamericanas.
Otra caracterı́stica de la situación en América Latina es el pequeño número
de personas involucradas: el resultado es una rápida fluctuación e irregularidad
en el carácter de las organizaciones e instituciones. El cómo va algo depende
mucho de individuos particulares.
Finalmente, debemos mencionar el problema de que los mejores estudiantes

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se van a otros paı́ses. Esto se debe a la falta de oportunidades en América
Latina, el clima de rigidez que existe en las universidades y los caprichos de la
fortuna de las instituciones de investigación, ya que sus presupuestos encuentran
un apoyo desigual de año en año, del gobierno y de fuentes privadas de fondos.
Ahora me gustarı́a dar algunas de las preguntas para las cuales creo que
debemos buscar respuestas aquı́.
Primero, ¿cómo podemos liberar a los niveles más bajos de educación secun-
daria de la memorización de trabajo que existe en la actualidad? Es bien sabido
que puede hacer que los niños se interesen bastante en la ciencia de una manera
verdadera, viva y activa mientras son jóvenes. A veces se dice que no puede
interesarlos cuando están en la universidad, pero esto no es cierto, siempre que
no hayan sido destruidos como humanos pensantes en los niveles anteriores.
Gibbon dijo: ”El poder de la instrucción es de poca eficacia, excepto en aque-
llas situaciones felices donde es casi superfluo”. Esto no es realmente cierto. Es
cierto con una buena instrucción, pero una mala instrucción puede ser muy
eficaz para sorprender a alguien acerca de cuán impresionantemente aburrido
es algún tema. Es posible destruir la emoción y el interés que los estudiantes
pueden haber ganado al descubrir un pequeño libro en la biblioteca, al com-
prar un juguete, un juego de quı́mica o un pequeño motor eléctrico - jugando.
De hecho, una de las fuentes más importantes de motivación de interés en la
ciencia es en un juguete o en un libro especial, y de esos pocos maestros que
están lo suficientemente libres de los lazos de un sistema educativo para poder
mantener a los niños entusiasmados e inspirados al proporcionarles sugerencias,
demostraciones y juegos.
Es una experiencia bien conocida en educación que, a pesar de todos los
planes y programas, en última instancia, casi todo depende de los maestros, de
maestros individuales. Puedes tener maestros pobres y, no importa lo que trates
de hacer con ellos, los estudiantes aprenden muy poco. O puede tener buenos
maestros y no hace mucha diferencia lo que hace, siempre que se deje al maestro
libre. Ası́ que creo que debemos encontrar cómo liberar a esos pocos maestros
que pueden inspirar a los niños. Es importante que esos maestros inspiradores
trabajen junto con los niños, sugiriendo experimentos y probándolos libremente.
La segunda pregunta que tendremos que intentar responder es cómo acercar
a los ingenieros y otros cientı́ficos aplicados a su mundo real de aplicación. No
es suficiente para ellos recordar exactamente cómo usar la fórmula, siempre que
la situación sea exactamente la misma que en la escuela de ingenierı́a cuando el
profesor dictó la conferencia. Debemos hacer algo para que el ingeniero aplicado
sea más flexible, de modo que sea efectivo en una amplia gama de aplicaciones.
Una forma puede ser tener verdaderos cientı́ficos, y especialmente fı́sicos
investigadores experimentales, que enseñen fı́sica a algunos estudiantes de in-
genierı́a. La fı́sica experimental genera problemas técnicos. Para tener éxito,
debes trabajar con tus manos; tienes que conocer la realidad; pura memoria no
lo hará. Entonces, las personas que son buenas en fı́sica experimental saben
cuáles son los problemas de ingenierı́a.
El desarrollo de la tecnologı́a industrial es en gran medida simplemente la
aplicación más amplia de técnicas que en la mayorı́a de los casos fueron desar-

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rolladas por cientı́ficos que intentaban hacer experimentos. Esto se debe a que,
al intentar hacer algún experimento en ciencia, tienes que llevar alguna técnica
al extremo. Al hacerlo, se aprende cómo se pueden hacer las cosas. Los fı́sicos
experimentales buscaron primero solución a los problemas de cómo hacer un
vacı́o más alto o una temperatura más baja que nunca, y ahora el alto vacı́o y
las bajas temperaturas son herramientas de tecnologı́a industrial.
Por lo tanto, la ciencia experimental es una fuente de ingenierı́a y la ciencia
experimental debe enseñarse a los ingenieros en la escuela para mantenerlos al
tanto de la amplia gama de técnicas disponibles y las posibilidades abiertas del
futuro. Quizás, entonces, después de haber creado suficientes ingenieros reales
con valor real para la industria en América Latina, la industria verá que no
hay ninguna ventaja en contratar ingenieros extranjeros y querrá más hombres
capacitados localmente y apoyará a las escuelas con métodos de enseñanza que
producen tales ingenieros. Entonces tendremos ”la pelota rodando”.
Entiendo que el número de escuelas de ingenierı́a en América Latina está
creciendo rápidamente. Por ejemplo, en Brasil hay el doble de escuelas de
ingenierı́a que hace diez años. Si este es el caso, entonces tal vez el problema
pueda resolverse por sı́ solo. Si estas escuelas no están todas organizadas bajo
el mismo sistema, si hay una variedad en las escuelas, entonces una u otra
escuela puede desarrollar una forma de producir estudiantes excelentes, si la
preparación de la escuela secundaria no los ha arruinado primero. Entonces
esta escuela adquirirá reputación, los niños intentarán ir allı́, otras escuelas
intentarán competir y copiar los mejores métodos, y ası́ sucesivamente hasta
que el problema se resuelva por sı́ solo.
El tercer problema que tenemos aquı́ es cómo alentar a los verdaderos inves-
tigadores y evitar que se vayan de casa permanentemente. Tenemos que sum-
inistrarles libros, equipo experimental, dinero para visitas al extranjero y un
grupo de estudiantes activos interesados. No, discúlpeme: el grupo se formará
automáticamente si el investigador es bueno y puede llegar a los estudiantes de
cualquier manera.
Es imperativo alentar al verdadero investigador que está haciendo contribu-
ciones a la ciencia para que establezca su hogar en su propio paı́s. Esto no
deberı́a ser difı́cil porque hay fuertes sentimientos de patriotismo en estos hom-
bres; saben que tienen mucho que dar a su paı́s y quieren darlo. La dificultad
son los terribles problemas que tienen en casa. Por ejemplo, el centro de inves-
tigación de fı́sica en Rı́o, que es uno de los principales en América Latina, se
ha aislado del resto del mundo debido a algo muy simple: nadie quiere pagar la
Physical Review Letters o Nuovo Cimento. Nadie quiere pagar por las revistas
que pueden mantener a las personas informadas de lo que sucede en otro lugar.
Esto, junto con el hecho de que los salarios son absurdamente bajos, muestra
una falta de interés por parte del gobierno, la gente y la industria brasileña en el
desarrollo de la ciencia en este paı́s. Es una actitud que no respeta ni comprende
el valor de estos hombres. Estos cientı́ficos creadores deberı́an tener dignidad y
poder para controlar su propio destino y el de la ciencia y la educación cientı́fica
en sus paı́ses. Estará en manos seguras y amorosas.
Es desde aquella fuente de investigadores que entienden de qué se trata

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realmente la ciencia, que el verdadero espı́ritu de investigación llueve sobre sus
estudiantes y los estudiantes de sus estudiantes y, en última instancia, si las
cosas se organizan correctamente, impregna todo el sistema educativo y acelera
el proceso de desarrollo técnico del paı́s.
El cuarto problema, entonces, es cómo llevar a estos investigadores a las
universidades a las que pertenecen. Entonces la ”lluvia” tendrá un paso mucho
más fácil y directo a los estudiantes, los nuevos cientı́ficos del paı́s.
Me gustarı́a enfatizar, al abordar mi quinta y última pregunta sobre el prob-
lema, la importancia de hacer cualquiera de estas cosas de manera constante,
consistente, continua y modesta. No debe hacerse con un gran espectáculo, con
mucho dinero, con mucha publicidad, sin el respaldo de un mantenimiento efec-
tivo en el futuro. Falta mantenimiento en muchos de estos proyectos, porque
estas cosas han sucedido antes. Se han liberado pulsos de energı́a, se han dado
pasos hacia adelante, solo para retroceder por falta de apoyo continuo. Es nece-
sario mantener todo lo que funciona. Es necesario proporcionar un soporte
continuo, constante y perpetuo y hacer las cosas más modestas para que se
pueda mantener la continuidad del soporte. Un grupo de investigación se hace
mundialmente famoso solo después de años de investigación fructı́fera. Un año
sin apoyo y la gente se aleja y no queda nada.
Aprecio que este es un problema de gran dificultad y seriedad porque involu-
cra muy de cerca todas las circunstancias sociales y económicas en el paı́s, y las
dificultades son a menudo (pero no siempre) simplemente el reflejo de problemas
mucho más serios del paı́s en su conjunto. Sin embargo, deberı́amos discutirlo
más aquı́. Podrı́amos tratar de ver si hay formas de elaborar un esquema para
que el sistema educativo, o al menos partes tan crı́ticas como investigadores
cientı́ficos o especialmente buenos maestros, sea parcialmente independiente de
las variaciones en el éxito del gobierno.
Quizás no deberı́a ser completamente apoyado por el gobierno. Quizás
podrı́an funcionar mayores esfuerzos para obtener fondos privados. Posible-
mente una mayor dependencia y contacto con instituciones más permanentes,
como las escuelas religiosas, podrı́a sostener la continuidad de estos esfuerzos.
He discutido los problemas tan directa y francamente como fue posible, tal
como los veo. No pretendo hacer ninguna crı́tica, excepto en el mismo espı́ritu
que cualquier discusión que tengamos más adelante representará una crı́tica.
Porque seguramente no todos encontraremos todo bien con la situación actual
de la educación fı́sica en América Latina. Si es ası́, no hubiéramos tenido tal
reunión. He tratado de evitar hacer demasiadas sugerencias activas especı́ficas
sobre cómo proceder, porque este es nuestro trabajo para el resto de esta reunión.

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