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No hay preguntas estúpidas – José Daniel Ramos Ramos

NO HAY PREGUNTAS ESTÚPIDAS

José Daniel Ramos Ramos

Seminario de Investigación

Administración Ambiental

Universidad Piloto de Colombia


No hay preguntas estúpidas – José Daniel Ramos Ramos 2

No hay preguntas estúpidas

Desde nuestros antepasados, en su necesidad de sobrevivir y avanzar como


sociedad, los seres humanos han desarrollado diferentes herramientas de las cuales
dependía su vida diaria, por lo cual también se vieron en la necesidad de transmitir
el conocimiento a través de las generaciones; esto quiere decir que desarrollaron
formas y estrategias de aprendizaje y de enseñanza. Aun en nuestra vida cotidiana
estamos condenados a un aprendizaje continuo, cada experiencia, vivencia o
relación social se convierte en un aprendizaje, sobre todo en nuestra niñez, cuando
estamos explorando nuestro mundo, nuestro alrededor, cuando cada día vemos y
escuchamos cosas nuevas para nuestra mente y nuestros ojos, permanecemos en
una etapa de exploración y curiosidad infinita. Carl Sagan, en el capítulo 19 de su
libro El mundo y sus Demonios, hace referencia a el aprendizaje, al arte de aprender
y la manera de poder transmitir el conocimiento, específicamente, aprender a
aprender.

Desde hace un tiempo, se ha perdido el gusto y la pasión por aprender, por


investigar, por saber más de aquello que suponemos que es lo justo y necesario
para conseguir un buen empleo para suplir nuestras necesidades y poder tener
nuestros lujos, complacer a nuestra familia y allegados. Es la misma sociedad que
se ha encargado de opacar esta pasión, este arte de aprender con el que la mayoría
de personas nacemos, que poco a poco los adultos en casa y en las escuelas nos
van arrebatando, cuando somos niños se nos ocurren infinidad de preguntas que
ahora para nosotros pueden parecer estúpidas, pero, al contrario, son el motor de
un posible científico, o investigador importante a nivel mundial, son preguntas que
hasta el día de hoy, la mayoría de personas estudiadas aun no logran resolver, solo
son esquivadas u obviadas por parecer “obvias” o “lógicas” pero que en su mayoría
tienen un trasfondo muy amplio y complejo . La sociedad moderna con sus avances
tecnológicos, sobretodo de entretenimiento, han hecho más fácil la perdida de
interés por el estudio, por el conocimiento científico, sobre todo en países del
occidente. El autor Carl Sagan en su libro menciona bastantes datos estadísticos
que revelan la inferioridad de Estados Unidos frente a países asiáticos y algunos
europeos en materia de resultados de pruebas de conocimientos académicos en los
jóvenes, debido a la menor cantidad de horas dedicadas en las escuelas e institutos
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al aprendizaje, y creo que no solo se debe a esto, ya que no es un secreto que en


dichos países se adquiere una cultura de disciplina mucho más estricta que en
américa y sobre todo américa latina.

No obstante, los métodos de educación también tienen un efecto en esta


pérdida de interés por la investigación, ya que la educación se volvió en muchos
casos algo mecánico, en donde el estudiante repite y memoriza los datos que el
profesor les brinda, por lo que también concuerdo con el autor, en donde dice que
los métodos experimentales son más eficientes, pues despiertan el verdadero
placer de una experiencia, de vivir y poder sentir lo que se está aprendiendo, Esto
despierta el interés por volver a cuestionar las cosas que nos rodean, y no solo
quedarnos repitiendo aquello que una “autoridad académica” nos explicó.
También concuerdo con la afirmación del autor, en donde no se pretende
convertir a todos los estudiantes en científicos, sino en despertar esa chispa de
curiosidad, de pasión por el saber y que las personas puedan experimentar esa
sensación indescriptible que sentían los antiguos científicos cada vez que
descubrían algo nuevo, y de esta manera poder entender de mejor manera todo
nuestro medio ambiente, la naturaleza, los fenómenos físicos y químicos o hasta las
cosas más simples que pasan a nuestro alrededor. Entender que, a diario el mundo
evoluciona y existen infinidad de sucesos por descubrir y preguntas por hacer.

Además, cada aprendizaje, cada cosa nueva que adquirimos, es una


oportunidad de emprender, de ir más allá que solo conseguir un buen empleo, sino
de tener las herramientas y el conocimiento para aportar a la sociedad, por
contribuir con un pequeño grano de arena y abrir nuestras mentes al universo
infinito del que hacemos parte, de poder cambiar nuestra mentalidad y motivar e
incentivar a las nuevas generaciones al arte de aprender, y a hacer de cada
pregunta una oportunidad de descubrimiento, y entender que no hay preguntas
estúpidas.

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