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Docente: Bachiller:
MSc. Gerardo Lavandeia Barreto Cuba Will Ángel
1) Adquisición de un Derecho.
La adquisición de un derecho en materia legal, es el acto o negocio jurídico a través del cual
se incorpora un bien mueble o inmueble al patrimonio de una persona natural o jurídica. Existen
varias formas en que una persona pueda adquirir bienes tales como la compra, la donación, la
herencia, la permuta, entre otros.
Además de ello, se observa cierta clasificación del derecho a adquirir bienes, tales como:
a) Adquisición originaria.
b) Adquisición derivativa.
La adquisición derivativa tiene lugar cuando el titular cede o transmite su derecho real
(siempre que sea transmisible) a otra persona, que pasa a ser el nuevo titular. El nuevo titular
ocupa la posición del anterior y, por consiguiente, el contenido y extensión de su derecho se
mantiene en las mismas condiciones en que lo ostentaba el anterior titular. Ahora bien, el anterior
titular puede transmitir íntegramente su propio derecho o una facultad de éste. Así, el propietario
puede enajenar su derecho de propiedad o bien constituir un usufructo o una hipoteca,
manteniendo su titularidad de dominio.
b.1.) Adquisición derivativa traslativa. Se transmite o adquiere el mismo derecho del titular
anterior (el propietario vende, el acreedor hipotecario cede su crédito hipotecario a otro, etc.).
b.2.) Adquisición derivativa constitutiva. El titular transfiere o transmite parcialmente su
derecho, dando origen a un nuevo derecho real. Ejemplo: el propietario constituye un usufructo.
c.1.) Cuando existe o no contraprestación por parte del adquirente del derecho real, cabe
hablar de adquisición onerosa y gratuita.
c.2) Puede producirse tanto mediante actos inter vivos cuanto mortis causa.
La extinción del dominio o derechos reales, es cuando desaparecen para todos y se extinguen
para su titular; naturalmente, no se trata de la transmisión voluntaria del dominio o derecho real,
ni de la constitución voluntaria de derechos reales. Existen varios supuestos tales como: Por
pérdida o destrucción voluntaria o involuntaria del bien; pérdida total o parcial; pérdida física por
fuego o por inutilidad y pérdida jurídica. Además de ello, existe la extinción de bienes y derechos
por actos del estado tales como el decomiso, expropiaciones, entre otros.
3) Clasificación de los Actos o Negocios Jurídicos.
Los criterios de clasificación de los negocios son virtualmente ilimitados, por lo tanto se
mencionan algunos más importantes:
3.1. Negocios inter vivos y negocios mortis causa. Son negocios mortis causa aquellos que
tienen por objeto regular las relaciones jurídicas de una persona después de su fallecimiento (el
testamento). Son unilaterales y revocables mientras no se produzca el fallecimiento. Por
contraposición son negocios inter vivos los que regulan las relaciones jurídicas de una persona (o
normalmente, dos o varias), durante su vida (todos los contratos).
3.3. Negocios típicos y negocios atípicos. Los negocios típicos son aquellos que, al tiempo
que gozan de un reconocimiento legal expreso, se incluyen en un régimen normativo específico
(adopción, contrato de compraventa). Los negocios atípicos son los que, siendo lícitos y
admisibles con carácter general, como derivación de la autonomía privada, carecen de una
regulación institucional, por no haber sido contemplados expresamente por el legislador (uniones
de hecho, contrato de garaje).
3.5. Negocios bilaterales y negocios unilaterales. Los negocios unilaterales surten (o pueden
surtir) efectos en virtud de la declaración de voluntad de una sola persona. Así ocurre en el
testamento o en el acto de apoderamiento. Los negocios se consideran bilaterales cuando para ser
eficaces requieren la emisión de las declaraciones de voluntad de dos (o más) personas que
ocupan posiciones jurídicas distintas, como ocurre en los contratos.
Son aquellos sin los cuales el acto jurídico no produce efecto alguno, no nace a la vida del
derecho o se degenera en otro acto diferente.
A.- Elementos esenciales comunes o generales: Que son propios de todo acto o negocio
jurídico. Son aquellos indispensables para que el acto se forme; sin ellos el acto no nace a la vida
del derecho. Éstos son: la voluntad, la causa, el objeto y las solemnidades en los casos que la ley
las exige. La sanción a la falta de uno de estos elementos será que el acto no produce efecto
alguno. Su omisión generará como sanción la nulidad absoluta o inexistencia (de acuerdo a la
teoría que se siga).
B.- Elementos esenciales especiales o específicos: Son aquellos que son indispensables para
la existencia de ciertos negocios o actos jurídicos; determinan su carácter, sin ellos el acto
degenera en otro diferente. Por ejemplo: el precio en la compraventa, si falta degenera en otro
contrato (donación). La sanción a la omisión de uno de estos elementos será que el acto degenera
en otro distinto.
5) La Voluntad.
La voluntad es la capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer cosas de manera
intencionada. Para que los actos produzcan efectos jurídicos, es necesario manifestar la voluntad
de llevarlos a cabo. La declaración de voluntad tiene por objetivo confirmar el deseo de realizar
una acción jurídica de un individuo.
Es cuando se da a través de instrumento jurídico (poder o mandato) a otra persona, para que
pueda ejercer nuestra voluntad propia al realizar un acto o negocio jurídico.
7) El Objeto.
Por causa se entiende el fin práctico perseguido por la voluntad privada, en cuanto el
ordenamiento jurídico lo reconoce y aprueba y en consecuencia, lo tutela mediante la producción
de los efectos jurídicos correspondientes a ese fin.
Los vicios del consentimiento aluden a todo hecho o actitud con la que se ahoga la plena
libertad o conocimiento con que ha de llevarse a cabo una declaración. Los vicios del
consentimiento son aquellos que causan la anulabilidad del contrato.
10) El Dolo.
El dolo es la conducta antijurídica, culpable y punible de realizar u omitir una acción con
conocimiento y plena voluntad de realizarlo u omitirlo, aunque se sepa que al realizar ese hecho
se está infringiendo la ley. El dolo está formado por dos elementos: uno intelectual, la conciencia
o conocimiento de los elementos que configuran el tipo o delito; y uno volitivo, la voluntad de
realizar esos elementos. Para que exista dolo, por tanto, es necesario que concurran la conciencia
y la voluntad.
11) La Violencia.
La violencia se define como todo acto que guarde relación con la práctica de la fuerza física
o verbal sobre otra persona, animal u objeto originando un daño sobre los mismos de manera
voluntaria o accidental. La violencia y la intimidación son hechos reprimidos tanto por el derecho
penal como por el derecho civil. En ese sentido, se denomina violencia a la coerción grave,
irresistible e injusta ejercida sobre una persona para determinarla contra su voluntad, a la
realización de un acto jurídico.
Será inexistente el negocio jurídico cuando se haya celebrado sin las solemnidades
sustanciales que la ley exija para su formación, en razón del acto o contrato y cuando falte alguno
de sus elementos esenciales. En suma, la teoría de la inexistencia en los negocios jurídicos, se ha
sustentado en el principio de que ésta significa la nada jurídica.
CONCLUSIÓN
En conclusión, desde un punto de vista formal podemos decir que entendemos por “negocio
jurídico” un supuesto de hecho que contiene una o más declaraciones de voluntad privada
dirigidas a la producción de un efecto jurídico y que el Derecho Objetivo reconoce como base
para producir el efecto calificado de efecto querido, perteneciendo por definición al Derecho
Privado.
Por otro lado, debe resaltarse el hecho de que cada causa genera un negocio particular,
siendo imprescindible la declaración de voluntad de una o de ambas partes obtenida mediante la
exteriorización de la misma, sin que esta ocurra como consecuencia de engaño, del error o la
violencia.
También conocemos que para perfeccionarse el “negocio jurídico” debe tener un objeto o un
fin lícito y determinado o determinable, es decir, conocido o definido por las partes y con un fin o
función reconocida por las voluntades actuantes. Es indudable que no solo los elementos
señalados anteriormente (conocidos como elementos esenciales) son suficientes para conducir
una relación basada en la juridicidad de un acto y a ella se le asimilan los llamados elementos
accidentales tales como la condición y el término amén del modo como forma de imponer, por
ejemplo, una carga a una persona beneficiada con una liberalidad.
Ante todas estas realidades, contenidas de algún modo en nuestro ordenamiento jurídico
vigente, especialmente en el Código Civil, no escapa la necesidad de algunos sujetos, ya por su
condición de ausentes o por ser personas cuyo órgano de manifestación (por ser producto de una
ficción del Derecho) les sean necesario suplir una falta de capacidad y ampliar su esfera de
acción, les faculta u otorga para que puedan ser legalmente representados.
Para finalizar encontramos los fundamentos para desvirtuar los efectos del negocio jurídico
cuando este está afectado por vicios anteriores a su vigencia o producto del desarrollo de la
misma, siendo estos anulables o nulos de acuerdo a características bien definidas por nuestras
leyes.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR GORRONDONA, J. (1997). Derecho Civil I Personas. (Ed. 13°). Caracas: Fondo de
publicaciones UCAB.
DE PABLO S., Pablo (2009). El Contrato un Negocio Jurídico. 2ª edición, México, Edit. Porrúa,
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PAREDES S., Luis (2010). Presupuestos del Negocio Jurídico. México. Edit. Porrúa 2010.
FIGUEROA, Luis (2007). Los contratos Civiles. México, Edit. Porrúa 2007.
FUENTES JURÍDICAS