Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción.-
Han pasado ya 14 años desde el magnicidio de Lomas Taurinas, en Tijuana B.C. y aún
se ve ese México con hambre y sed de justicia, de gente agraviada por las distorsiones
1
que imponen a la ley quienes deberían servirla. No requerimos un Mesías, sino una
sociedad comprometida, pensante, con capacidad de elección y decisión, una sociedad
basada en una buena educación, con compromiso de lograr que nuestro país alce el
vuelo, que finalmente el Águila azteca pueda desplegar sus enormes alas y ser, por fin,
una potencia mundial.
2
libertades políticas y económicas, también ha creado mayores necesidades en la
población y mayores retos y compromisos para el gobierno. Existe ahora una
vertiginosa necesidad de dar apoyo a la creación de nuevas empresas, mismas que
ayuden a solventar el modo de vida de la ciudadanía, logrando con ello una economía
basada en la actividad empresarial, descargando al aparato burocrático constreñido
por la gran cantidad de personal en él implicado.
Estamos, aún con lo antes expuesto, presenciando una redistribución del poder
político y el reacomodo de la cultura política proveniente del “adelgazamiento” del
estado, cuando paralelamente están suscitándose nuevos actores y escenarios
políticos, ángeles y demonios… un país que ahora sabemos, puede ser dividido
fácilmente por medio de un ingenioso ardid de marketing político, que toque las fibras
sensibles de las clases olvidadas y agraviadas. Estos actores, los nuevos y los de
siempre, son los que impulsan una nueva visión y una alternativa diferente a la
solución de los problemas que ya no son solo administrativos y financieros, y que de
manera perenne afectan a todos los elementos que conformamos el país. Elementos
como racionalidad se hacen cada vez más latentes, aunque sea solo de forma
simbólica, ya que con todo lo que este concepto lleva, no ha sido posible llegar al
grueso de la población que precariamente sobrevive, y que además reclama un lugar
en el cuadro escénico del país, de hacer política, generar riqueza y aprender a trabajar.
3
Por otra parte, más allá del redimensionamiento, hay que construir políticas que
estimen costos y consecuencias, no solo desde el punto de vista del costo político, sino
del costo social. Lo que quiero decir es que, aún si se logra establecer un gobierno
pequeño, los problemas políticos y sociales seguirían siendo grandes, por ende, la
calidad en el diseño y estructuración de políticas públicas ha de centrarse en una
propia y coherente actitud de responsabilidad, factibilidad y consenso. Hay que hacer
país.
No cabe duda que la paulatina e incipiente democratización del país ha sido un factor
determinante para la reconstrucción de la naturaleza pública del gobierno, que se ha
ganado una vez mas la confianza de la comunidad internacional y que va, a pasos tal
vez un poco mas lentos generando nuevas expectativas y empatías entre los
ciudadanos. El gobierno ha ido poco a poco soltándose de los grupos de poder que lo
tenían cautivo, demostrado con la alternancia política y la tolerancia gubernamental
hacia nuevas y distintas corrientes de expresión, aunque en ello no encontremos una
garantía de blindaje contra el error, las decisiones equivocadas y las frivolidades
institucionalizadas. Es más, ahora y debido a la alternancia, al conocimiento de que ya
no se puede caer en el error sin un costo político que trunque la carrera o aspiraciones
de los actores, deben concentrar sus esfuerzos en una correcta implementación de
mecanismos que desahoguen la situación de la sociedad.
3.- Y al final…
Es necesario planear, conceptualizar los presupuestos y orientarse hacia la acción
colectiva, aspecto que no todos los gobiernos han sabido hacer atinadamente, amén
4
de que no todas las sociedades han estructurado de manera urgente una política con
base en la identidad nacional, que enfunde y difunda la idea y valor de la cosa pública;
“lo publico es diverso de los individuos, pero no adverso a ellos”.
Tenemos que hacer, notoriamente, hincapié en las libertades, deberes y utilidades
individuales, en lo utópico y lo normativo de la vida en sociedad, ya que lo publico
significa ventajas pero no la desaparición de los posibles aportes y deberes del
individuo, quien, a medida que el gobierno vaya cediendo terreno, estará mas
comprometido con el bienestar social, pues si partimos de la idea de que las decisiones
públicas resultan de diálogos, polémicas, acuerdos e intercambio de argumentos entre
las partes podremos ver que cada vez es menor el lugar para la militancia recalcitrante,
las facciones políticas extremas y la intolerancia.
Gobernar mediante políticas públicas significa redescubrir el diálogo, descubrir que los
recursos no son ilimitados y que todo debe tener un orden y una responsabilidad,
expresada a través, insisto, no solo del costo político, sino del costo social, pues a fin
de cuentas, las políticas públicas implican eso, las decisiones del gobierno que
incorporan la opinión, participación y corresponsabilidad del gobierno y los ciudadanos
electores y contribuyentes (incluyendo su dinero).