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UNIDAD IX.

A) LAS VIRTUDES TEOLOGALES


Son virtudes que se relacionan directamente con Dios: Teo = Dios, son infundidas por el
Espíritu Santo en el sacramento del Bautismo. Ellas son la Fe, la Esperanza y la Caridad.
El que vive estas virtudes, vive de un modo nuevo, sobrenatural y reconoce a las demás
personas como sus hermanos: “todo hombre es mi hermano”.
1) La Fe:
En el Antiguo Testamento Dios se revela a Israel, y el hombre puede fiarse de ese Dios,
puede asentir a lo que El les pide, aunque no lo comprendan, como en el caso de
Abraham. La fe da valor y valentía, quien NO tiene fe, puede tener miedo y temor frente a
algunas circunstancias. La virtud de la fe tiene mucho que ver con la obediencia , nos
obliga a salir de nosotros mismos y de nuestros planes para dejarse llevar por los planes
de Dios para uno. También la fe tiene una actitud de seguridad y firmeza en Dios. El es la
roca.
En el Nuevo Testamento Jesús presenta la fe desde la iniciativa de Dios: “Nadie conoce al
Padre sino el Hijo y aquel a quien El se lo quiera revelar” (Mt.11, 27).
La fe NO se funda en evidencias. El acontecimiento clave de la fe es la Resurrección de
Cristo según el testimonio de los Apóstoles que son los que los vieron.
No es una cuestión intelectual, sino de vida, tampoco es cuestión de sentimientos. El
modelo perfecto de la fe es María.
Naturaleza de la fe
Definición: es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que El nos ha
dicho y revelado y que la Iglesia nos propone” (CIC 1814).
“Virtud sobrenatural por la cual creemos ser verdadero todo lo que Dios ha revelado”
Son realidades que exceden la capacidad de la mente humana, es preciso que Dios
infunda en la inteligencia una gracia especial para que el hombre sea capaz de asentir a su
mensaje.
Mc. 16,16 “ El que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará”. El Evangelio
señala fuertemente la necesidad de la fe para la salvación, porque es imposible una unión
íntima con Dios sin la virtud de la fe.
La fe NO es solo conocimiento intelectual, SINO que supone una adhesión vital,
existencial.
A veces son los mas sencillos, los menos brillantes intelectualmente, los que mas fe
tienen. La fe supone la entrega total del hombre y esta entrega surge de la libertad mas
profunda de las personas, NADIE puede obligar a otro a creer.
Fe recibida en el bautismo, tiene que ser cuidada, exige ciertos compromisos como:

 Responder: a la Palabra de Dios que nos llama, la fe es dialogal.


 Creer: todo lo que Dios nos enseña, esto incluye a la Iglesia como maestra actual,
encargada de seguir comunicándonos lo que hay que creer.
 Conservar: la fe recibida, alimentarla con los sacramentos y la oración
 Iluminarla o Ilustrarla: para comprender lo que se cree
 Defenderla: de los enemigos que atentan contra ella, uno de los principales es el
error.
 Comunicarla: Dios quiere que “todos los hombres se salven” por eso el que tiene fe
tiene que comunicarla para cumplir con la voluntad de Dios.
Pecados contra la fe

 La Incredulidad: puede ser total o parcial. Es la carencia culpable de la fe, es decir:


no se acepta libre y voluntariamente, lo que Dios revela y dice. No es un pecado de
los paganos, porque ellos nunca tuvieron noticias de la verdadera religión, es un
pecado de nosotros que si sabemos y no queremos creer.
 La duda: cuando se admiten libre y voluntariamente dudas contra la fe, ya sea en
verdades reveladas, o de la Iglesia como institución fundada por Cristo y
poseedora de todo el depósito de la fe.
 La herejía: es un error voluntario con alguna verdad de fe, aún después de ser
advertido.
 La apostasía: es el abandono total de la fe recibida en el bautismo, cambiando de
religión o abandonando totalmente la fe católica.
 El cisma: es el rechazo libre y voluntario y la separación total de la Iglesia católica y
el rechazo a la autoridad del Papa, o sea la desobediencia a él.
Expresiones de fe o Actos de fe

 Actos religiosos: como asistir a peregrinaciones, a fiestas patronales, a ver al Papa


si viniese al país.
 Oración y culto: es el reconocimiento de Dios como centro de todo y de toda la
vida, se necesita la virtud de la humildad para poder salirse uno mismo del centro y
ponerlo a El.
La fe se expresa en la Profesión de fe, es decir el CREDO, en el consta la fe que recibieron
los apóstoles y nos transmitieron, considera la creación, “Creo en Dios Padre
todopoderoso, creador del cielo y de la tierra” y en la Redención, “creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor……”. La fe NO es fruto de un sentimiento sino una respuesta a
un Dios que me habla, la fe es un diálogo que inició Dios y al que el hombre responde, si
quiere.
Deberes que impone la fe: son fundamentalmente 3:
1) Conocerla: conocer lo que es necesario creer para salvarse y practicarlo y conocer
lo que es necesario pedir y con qué medios hacerlo, los sacramentos y la oración
son un gran ejemplo.
Este conocimiento se perfecciona con la práctica y la vida misma, Dios nos revela la
fe para que nosotros la profundicemos, esa revelación tiene el respaldo y la
garantía de la autoridad divina, la capacidad de conocer depende del hombre.
2) Confesarla o comunicarla: con palabras y con obras, la fe crece dándola,
compartiéndola. Confesarla y comunicarla es un modo de querer que los otros
vean y vivan lo que nosotros estamos viviendo. La Iglesia tiene la misión de
propagar la fe, en los templos, las escuelas, las universidades, etc.
3) Conservarla: hay que evitar TODO lo que pueda ponerla en peligro, por ejemplo:
asistir a otros cultos, descuidar la formación, etc) . La fe debe alimentarse y
cuidarse, así irá creciendo naturalmente hasta llegar a ser salvífica plenamente.
2) La Esperanza
En el Antiguo Testamento el pueblo de Dios vive sostenido por la “Promesa de
Dios”, y la esperanza es el futuro de lo que se cree, es decir lo que se espera que
suceda.
Los sinónimos en el Antiguo Testamento son:
 Tener confianza
 Sentirse seguro
 Encontrar refugio
La esperanza de Israel es Dios mismo, NO es un momento, ni una cosa, ni una situación.
Está puesta constantemente a prueba, por eso requiere de la perseverancia y esto la va
purificando.
En el Nuevo Testamento se muestra que la esperanza de Israel se cumple en Jesucristo:
con El llega el Reino esperado y prometido. Desde ahí la esperanza del cristiano está
puesta en Cristo, nos dice “Ya está”, pero debemos esperar la realización total y definitiva
(1 Jn. 3,2). La esperanza incluye las virtudes del coraje y la confianza.
Definición de esperanza:
“Es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y la vida eterna como
nuestra felicidad, confiando en las promesas de Cristo y apoyándonos en la gracia del
Espíritu Santo (CIC 1817).
La esperanza se corresponde con:
 El anhelo de felicidad que existe en el corazón de cada uno de nosotros puesto
por Dios.
 Asume la debilidad humana, la purifica y las ordena a Dios
 Protege del desaliento y dilata el corazón en la espera del cumplimiento de las
Bienaventuranzas eternas.
 Nos libra de vivir SIN perspectivas o con perspectivas cortas o efímeras.
La esperanza tiene asidero porque hay una promesa de Dios en la que se espera y se
confía y que se basa en la bondad y fidelidad de Dios y de sus promesas.
El que nuestra esperanza tenga por objeto a Dios NO significa que el cristiano pueda
cruzarse de brazos, sino que nos compromete, nos obliga a actuar para mejorar el mundo,
y es justamente la esperanza la que le da sentido a esta actividad. Nos hace ver que el
futuro NO depende del hombre, sino que está en las manos de Dios, porque supone la fe
en la Providencia Divina.
Unidas a la esperanza van la alegría de vivir, porque se sabe porque se vive y adónde va la
vida y la paciencia, de saber esperar el momento oportuno y saber esperar bien, no
desesperadamente, siempre sabiendo que las cosas sucederán “cuando Dios quiera”

Pecados contra la esperanza (CIC 2091 – 2092)


1) La desesperación: es juzgar o creer que Dios ya NO nos salvará o NO nos dará los
medios para la salvación. Es el pecado de Judas, que creyó que su pecado era
superior a la misericordia de Dios. También es negar la fidelidad de Dios a sus
promesas y a su infinita misericordia.
2) La presunción: es quien cree que puede salvarse sin la ayuda de Dios, hay un
exceso de confianza en uno mismo, NO se espera ni se necesita la gracia salvífica
de Dios, ni las buenas obras, ni los sacramentos.
Hay 2 tipos de presunción:
a) “Me salvo sin Dios” solo con mis propias fuerzas y mis capacidades personales.
b) “Haga lo que haga, Dios ya me salvó” presumo de la misericordia de Dios y anulo
su justicia.
En ambos casos la causa es el orgullo.
La gran esperanza cristiana es la vida eterna, la vida que continúa más allá de la muerte.
Esto nos muestra que la razón de la esperanza es Cristo vencedor del pecado y de la
muerte. Aguardamos la visión final de Dios y será la oportunidad de decirle “te he
buscado, en Ti he esperado” Sal. 119
3) La Caridad
En el Antiguo Testamento la grandeza de Dios está vinculada con su amor, tiene
que ver con el SER mismo de Dios, El es grande porque es grande su amor y hay
pruebas de ese amor:
 La creación
 La elección de un pueblo propio: Israel
 Las alianzas y las promesas
 Las correcciones de Dios al pueblo: las pruebas
Uno de los rasgos más destacados del amor de Dios es la fidelidad, dios ama aun cuando
lo abandonan, aun cuando lo traicionan, su amor es eterno, y lo pone como su
mandamiento más importante: amar a Dios, al prójimo y a uno mismo.
En el Nuevo Testamento el amor de Dios adquiere un rostro humano: Jesucristo.
La encarnación es el gesto de amor más grande de Dios. ¿y qué es Dios?, Juan, el
evangelista, nos dice que “Dios es amor” (1 Jn. 4, 8 - 9) y ese amor fue y es primero que
nada, NO puede dividirse ni separarse de las personas: “el que ama a Dios, ama a sus
hermanos” (1 Jn. 4, 20-21).
Jesús llama al amor el “Mandamiento nuevo” y una característica de este amor es la
universalidad , es para todos, incluso para los enemigos (Mt. 5, 43 – 48)
Definición de caridad
“Es la virtud teologal por la que amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y a
nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a El” (CIC 1822)
Tiene un doble objeto:
1) Dios mismo
2) El prójimo
Y un solo motivo: Dios. Amamos a Dios por el mismo, porque es Dios y al prójimo por Dios
mismo también, porque el prójimo también es hijo de Dios, y El (Dios) lo ama
infinitamente, más allá de su conducta.
Es la virtud teologal MAS importante y la más excelente porque:

 Nos une directamente a Dios


 Por la misma bondad intrínseca de la virtud: el amor
 Dirige y ordena todas las demás virtudes: se cree (fe) por amor y se espera
(esperanza) por amor a Dios
 Es el fundamente y raíz de otras virtudes
 No termina con esta vida, sigue en la vida eterna
 El juicio final tendrá como crédito o mérito el amor con el que hayamos vivido y
que hayamos practicado en nuestras obras (Mt. 25, 31 – 46)
La caridad nos hace vivir del y en el amor de Dios, NO es un sentimiento afectivo
solamente, nos hace ir a Dios y la vida se vive en clave de amor: “amor que recibo (de
Dios) amor que doy (a otros).
Es la identidad del cristiano: “en esto conocerán que son mis discípulos” (Jn. 13, 35). Un
cristiano que no ama, NO es cristiano, ser y vivir en cristiano es AMAR, no hacerlo es
contradicción y escándalo.
Hay una estrecha relación entre caridad y fe: “Amo porque creo en Dios”, pero para poder
hacer esto es necesario SABERSE amado por Dios primeramente.
La vida moral se basa en esto “el amor es mandado porque primero me fue dado”.
El amor humano es bueno, pero puede ser:

 Subjetivo
 Pasajero
 Cambiante
El amor cristiano o la virtud teologal de la caridad exige una entrega total (cuerpo y alma)
esa es la actitud fundamental, es la vocación a la que estamos llamados: amor en el
matrimonio, en la vida consagrada, en la familia, en el trabajo, en las amistades, en el
estudio
Pecados contra la caridad
1) La indiferencia: nos lleva al descuido de la caridad divina y del amor que procede
de Dios, se traduce en “desamor” al prójimo.
2) La ingratitud: es el que solo exige y reclama, pero NO da nada. Cree que la riqueza
es recibir, cuando para Dios la riqueza consiste en dar y dar lo que se recibió
primero. El ingrato tiene actitudes egoístas, le falta generosidad y grandeza.
3) Tibieza: no tiene el amor como el gran motivo de su vida, nada lo impulsa, porque
ignora el amor de Dios y al prójimo.
4) Asedia o pereza espiritual: es la falta de gozo y alegría por la vida cristiana, por la
vida de la caridad.
5) Odio: a Dios y/o al prójimo
6) Escándalo: cuando por una falta inducimos a otro a pecar, entraña el querer o
desear que otros NO vivan la caridad.

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