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1.1 El Análisis de Riesgo como instrumento del proceso de Estimación del Riesgo de
Desastres
1.2 El Análisis de riesgo como metodología vinculada a procesos de planificación y
gestión territorial
2.1 Finalidad
2.2 Ámbito de aplicación
3. EL PROCESO DE ADR
4. LA IDENTIFICACIÓN DE PELIGROS
5. ANÁLISIS DE VULNERABILIDAD
Tanto el ADR, como los otros instrumentos de estimación, se elaboran en conexión con
los procesos de planificación, gestión territorial o de inversión, en los cuales siempre se
plantea la necesidad de evaluar el riesgo de desastres presente en el ámbito sujeto a
evaluación, y la probabilidad de que esto afecte a las acciones de desarrollo que se
proyectan en función al nivel de riesgo obtenido, debiendo de ser el caso, implementar
las medidas de prevención o reducción de riesgos necesarias, por la autoridad local o
regional que corresponda e inclusive del nivel nacional.
Orientar la aplicación del procedimiento técnico del análisis del riesgo, en concordancia con los
Lineamientos Técnicos del Proceso de Estimación del Riesgo de Desastres aprobados mediante
Resolución Ministerial N°334-2012-PCM.
2.1 Finalidad.
Asimismo, tiene como finalidad realizar recomendaciones sobre las medidas de prevención o
reducción del riesgo de carácter estructural y no estructural más adecuados, con el objetivo de
reducir y mitigar los riesgos existentes, así como evitar la generación de riesgos futuros.
COFOPRI propone el Procedimiento Técnico de Análisis del Riesgo con fines de formalización,
para que se pueda advertir si la posesión informal se encuentra en zonas de riesgo por las
características del suelo, la cercanía a ríos u otros acuíferos, la cercanía a elementos de
trasmisión eléctrica u otros similares o terrenos carentes de higiene y salubridad con arreglo al
literal a) del artículo 18 del Decreto Supremo N°013-99-MTC modificado por Decreto
Supremo N°028-2006-VIVIENDA, Decreto Supremo N°020-2015-VIVIENDA y Decreto
Supremo N°020-2019-VIVIENDA.
El Procedimiento Técnico de Análisis del Riesgo con fines de formalización tiene un
componente especial y complejo al ser aplicado sobre posesiones informales, ocupaciones
mayormente se encuentra situada en zonas de riesgo, por lo que su aprobación corresponde al
Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento- MVCS, dado que el proceso de
formalización tiene impactos directos en la configuración urbanística de las ciudades.
3. EL PROCESO DE ADR.
Los peligros pueden incidir en un ámbito específico, donde se sabe localizada una fuente
de peligro (por ejemplo, un flujo de detritos, o una quebrada activa), o en un ámbito
difuso cuyos alcances no se puede precisar (por ejemplo, un sismo). En ambos casos, lo
importante es determinar las poblaciones o bienes que podrían estar en el radio de
impacto, si el peligro se desata.
Matriz I
Matriz II
Muy Alta: Laderas con zonas de falla, masas de roca intensamente meteorizadas,
saturadas y muy fracturadas; con discontinuidades desfavorables, depósitos superficiales
inconsolidados, laderas con pendientes entre 30° a 45°, movimientos en masa anteriores
y/o antiguos. En estos sectores existe alta posibilidad de que ocurran movimientos en
masa.
Alta: Laderas que tienen zonas de falla, masas de roca con meteorización alta o moderada,
fracturadas con discontinuidades desfavorables; depósitos superficiales inconsolidados,
materiales parcialmente a muy saturados, laderas con pendiente entre 25° a 45°donde han
ocurrido movimientos en masa o existe la posibilidad de que ocurran.
Media: Laderas con algunas zonas de falla, erosión intensa o materiales parcialmente
saturados, moderadamente meteorizados, laderas con pendientes entre 20° y 30°, donde
han ocurrido algunos movimientos en masa y no existe completa seguridad de que no
ocurran movimientos en masa. Estos pueden ser “detonados” por sismos y lluvias
excepcionales.
Baja: Zonas que tienen pocas condiciones para originar movimientos en masa, salvo que
pueda ser afectada por movimientos en masa ocurridos en zonas con susceptibilidad alta
a muy alta, cercanas a ellas, detonadas principalmente por lluvias excepcionales. Laderas
con materiales poco fracturados, moderada a poca meteorización, parcialmente erosionados, no
saturados, con pocas discontinuidades favorables. Pendientes entre 10°
a 20°. Se incluyen movimientos en masa causados por erosión fluvial.
Muy Baja: Terrenos con pendientes menores a 5° donde no existen indicios que permitan
predecir deslizamientos. Laderas no meteorizadas, con discontinuidades favorables.
Matriz III
Llana y/o suave: Aquella forma de terreno que, sin ser perfectamente plana, presenta
ondulaciones y sus pendientes son tan suaves que pueden considerarse como planicies
bajas.
Matriz IV
En el caso de inundaciones, hay que tomar en cuenta que los valores se invierten a
diferencia de la consideración en movimientos en masa, esto debido a que una pendiente
muy escarpada (> 50°) o abrupta (35 – 50°) estará a salvo de una inundación. Por
consiguiente los máximos valores deben de considerarse en los terrenos llanos o moderados.
Geoformas llanas: Corresponde al lecho de los ríos, zonas que se encuentran en contacto
directo con el río; generalmente es estrecha y de fondo casi plano. Entre las geoformas
se tiene: planicies, llanuras de inundación, lechos fluviales, torrenteras.
Matriz VI
Fajas marginales: Según la Ley de Recursos Hídricos, las fajas marginales son espacios
aledaños a las riberas de las fuentes de agua delimitados por la ANA para la protección
del recurso hídrico. Para proteger la franja es necesario restringir el uso poblacional,
agrícola u otra actividad.
Falla geológica activa: Aquella falla que generará un sismo en algún momento en un
futuro cercano. Es considerada activa si ha tenido algún evento sísmico reciente o
evidencia de que haya ocurrido algún sismo en los últimos 10,000 años.
Zonas inundables: Se considera zona inundable los terrenos que puedan resultar inundados por
los niveles teóricos que alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo período estadístico de
retorno sea de 100 años, atendiendo a estudios geomorfológicos, hidrológicos e hidráulicos, así
como de series de precipitaciones históricas y documentos o evidencias históricas de las mismas
en los lagos, lagunas, embalses, ríos o arroyos, así como las inundaciones en las zonas costeras
y las producidas por la acción conjunta de ríos y mar en las zonas de transición.
Zonas alrededor de glaciares: Aquellas zonas que pudiesen verse afectados por
desprendimiento glaciar y/o mermados en la provisión de agua por deshielo.
S2: Suelos intermedios, es decir medianamente rígidos como las arenas y gravas
medianamente compactas y suelos cohesivos compactos.
5. ANÁLISIS DE VULNERABILIDAD.
Matriz A
Hay que puntualizar que solamente se va a llegar al cálculo del riesgo en las situaciones
en que el cálculo del peligro fue ≤ 3, por consiguiente, estamos en situaciones en que el
riesgo puede ser medio o bajo.
Es importante que las diferentes autoridades de gobierno del ámbito estén claramente
informadas de los resultados del ADR, particularmente de las medidas que tendrían que
implementar con cargo a su presupuesto, de acuerdo con las prioridades elaboradas. La
participación articulada de todos los actores involucrados, promueve el conocimiento
y la comprensión de los riesgos tanto conocidos como desconocidos.
El delimitar el o los públicos metas, posibilita delimitar posteriormente el contenido y
seleccionar los canales y medios a utilizar.