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Revista Realidad 119, 2009

Bio-ético-estética del dolor y de la


enfermedad
Dra. María Noel Lapoujade,
Profesora en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, México.

Carlos Molina Velásquez:


Usted participó ayer en un
panel sobre ética, estética y
dolor. Me llamaba mucho
la atención su propuesta de
que debemos recuperar algo
que, en las discusiones sobre
bioética pero también en las
ciencias en general o en nues-
tras concepciones sobre el co-
nocimiento, ha sido dejado en
un segundo plano o a veces se
olvida totalmente. Me reÄero
a las ideas sobre el imaginario,
la imaginación, las imágenes.
Yo no sé si usted cree que hay CMV: ¿Hasta qué pun-
una relación entre este olvido to en América Latina se ha
y cierto temor a caer en lo convertido en un imperativo
irracional. recuperar estos aspectos de lo
MNL: Claro, yo pienso que somos, de la humanidad,
que sí. de nosotros mismos? ¿Cómo
lo mira usted? ¿Cree que este

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tema tiene alguna relación con las giado la racionalidad o la razón
críticas a cierto énfasis eurocéntri- humana. Quizás sí, por temor a la
co o neocolonialista que podemos deriva ÄlosóÄca. Se piensa que si la
encontrar dentro de los argumentos razón no es la rectora de lo huma-
de los bioeticistas? no, corremos el riesgo de caer en
irracionalismo, en locuras, llegando
MNL: Es un tema realmente
a justiÄcar cualquier cosa, obtenien-
apasionante lo que tú planteas y es
do como resultando que nada sea
bien complejo. Te voy a ir dando
verdadero, que todo se vale. Y creo
pequeñas respuestas que son como
que ese temor ha jugado un papel
gotas, nada más, de una respuesta
en esta especie de desvalorización
que sería muy compleja y muy in- de la estética como área ÄlosóÄca
teresante. Por un lado, en la historia y de la imaginación humana como
de la Älosofía —lo que es Älosofía una función antropológica funda-
constituida como tal y no “el sa- mental para toda antropología Älo-
ber”, que es algo más amplio y más sóÄca. Hay muchos factores.
vasto, pero también en las ciencias
como tales, ya separadas, y en las Yo no diría que otro factor sea
artes como tales—y en la historia el eurocentrismo. Te voy a decir
del saber en general en Occidente, la verdad: en Europa ha surgido
en la medida en que se ha ido ga- una serie de centros de estudio de
nando esta especialización de los la imaginación y los imaginarios.
distintos campos, la complejidad Esto está por todos lados. Hay en
de “los saberes” a lo largo de la Israel, en Rumania, en Polonia, en
historia, etc., se han ido como ence- Italia y en Francia, que fue uno de
rrando un poco, cada campo, cada los lugares adonde se generaron
como centros de investigación. Hay
especialidad en sí misma. Dentro
muchos, están por todos lados, y
de la medicina o dentro de la Älo-
en América Latina, México ha sido
sofía o dentro de las artes, tenemos
un poco reacio en ese sentido. No
alguien que es un especialista en
he podido, hasta ahora, abrir ese
algo cada vez más puntual y cada
centro, pero esperemos que ahora
vez más pequeño. A mi modo de
pueda hacerse. Y claro, hay otros
ver, eso ha ido en desmedro de la
impedimentos que no son solamen-
integración de los saberes, como
te académicos, a veces son prejui-
pudo haberla en una antigüedad
cios, ya que se piensa que si no
mucho más remota o a lo mejor en
es la racionalidad, quién sabe qué
pueblos prehispánicos o en culturas
peligro estamos introduciendo. Y a
no típicamente occidentales. Las veces también se trata de intereses,
causas de esto son muy complejas; defensas de las propias posiciones,
yo apenas apunto a esta nada más. así como la resistencia al cambio
Por otro lado, en las diversas en las instituciones o de las áreas
áreas de la Älosofía se ha privile- académicas tradicionales.

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También hay otro elemento que trama con la belleza y con otros

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a mí me parece muy interesante, y elementos, es el siguiente: supón-
es que, por lo menos en la historia ganse que ahora empieza a cantar
de la Älosofía y en su modo de aso- un pájaro y podemos disfrutar mu-
marse a otras disciplinas, siempre cho de ese canto, y a lo mejor no
hay una prevalencia de la verdad, somos músicos ni ornitólogos, y a
de la búsqueda de la verdad. Yo no lo mejor no sabemos qué pájaro
podría decir que no es importante, es, pero nos puede regalar un ins-
es fundamental, pero yo creo que tante de belleza y de goce, y esos
acompañando ese afán de verdad instantes, para mi modo de ver, son
puede haber también un afán de instantes perfectos. Porque no falta
belleza. Y la belleza ya es también nada, en tanto a la armonía y, como
una forma de verdad, cuando es au- “absolutos”, son instantes que se
téntica, y puede haber también ese vuelven eternos. Ese instante es un
afán de buscar lo bueno y lo justo, instante perfecto, nada lo interÄere,
pero eso no quita que se pueda no depende de nada, no sabemos
buscar también lo bello, como una qué pájaro es y no importa. A lo
armonía de uno consigo mismo, mejor decimos: “Ah, es un carde-
con su propio cuerpo, con su pro- nal”, y nos equivocamos, pero el
pio espíritu, con su propio pasado goce estético no queda menguado
y con los otros. Entonces, yo pienso por eso.
que esa especie de prevalencia de
CMV: ¿Se relaciona esto con
la verdad nos ha hecho enfrascarnos
lo que usted decía ayer [en una
en posturas, a veces, excesivamente
conferencia] sobre la estética de la
duras y muy parciales.
lentitud?
El ser humano, si está sano, es
MNL: Sí, esto podría ilustrar
como un tejido, constituido por lo
dicha idea de la estética de la len-
psíquico, lo orgánico, lo individual,
titud, que también es un tema muy
lo social, el presente, el pasado
apasionante, y tiene que ver con la
y sus propios sueños, sus propias
salud y la enfermedad muy directa-
utopías.
mente. En nuestros tiempos, y esto
Bachelard decía algo que me se ha agudizado, hay una especia
parece genial, un poco en contra de privilegio por razones técnicas,
del psicoanálisis en sus primeros prácticas y de todo orden de lo que
momentos. Él decía: “el que no es la velocidad. Cuanto más “verti-
tiene el sentido de la irrealidad es ginosa” es una computadora, es mu-
tan neurótico como el que no tiene cho más útil, mucho más práctica;
sentido de la realidad”. Si no nos cuanto más rápido va un avión… Es
damos unos instantes, unos espacios una especie de elogio de la veloci-
para soñar, para disfrutar…El ejem- dad, que empezó en los principios
plo tan sencillo que quería poner del siglo XX, por ejemplo, con la
con respecto a la verdad, y a esta estética de Marinetti, los futuristas

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y todo esto, y en la época actual una especie de respeto natural entre
con todas las estéticas de lo efímero una y la otra. Cada una deja ser a
y lo vertiginoso. Por ejemplo: las la otra.
coordenadas espacio temporales se
han reducido a instantes y puntos, CMV: Algunas personas, al es-
ya no son más “duración” y espa- cucharla, podrían decir que usted
cios gigantescos. Espacios que son está inÅuenciada o es muy cercana
virtuales; son puntos y tiempos que a tradiciones orientales. Cuando
son instantáneos. habla de las piedras, por ejemplo,
recordé un cuento Zen acerca de
Pero yo creo que en esa inmer-
alguien que estaba tan en armonía
sión en la velocidad y en la instan-
con el cosmos que, cuando entraba
taneidad hemos perdido algo. Lo
en el agua, en un lago, no produ-
cual no signiÄca que hay que dejar
lo que hemos podido conquistar cía ningún tipo de ondas. ¡Era la
como humanos, sino hacerle un armonía total! Como un pájaro que
espacio a lo otro: a la lentitud. Creo no deja ningún rastro al volar...
que se ha creado una serie de esté- ¿Usted ha tomado en cuenta el
ticas de la velocidad, de lo efímero, pensamiento Zen o las tradiciones
que acompañan estos fenómenos prehispánicas?
tecnológicos y cientíÄcos, por ejem- MNL: Me ha pasado una cosa
plo la de Virilio o tantas otras. Pero, (esto es un poquito autobiográÄco):
junto con esto, hay que privilegiar
yo llegué a estas consecuencias sin
también que podamos regalarnos
haber pasado ni por el Zen ni por
momentos de lentitud, del “demo-
un conocimiento muy profundo de
rarse”. Cuando nos levantamos y
estamos tan apurados por salir que las concepciones prehispánicas,
no nos permitimos escuchar el can- porque no es mi especialidad. Y
to de un pájaro, nosotros mismos entonces me fui dando cuenta, in-
nos estamos creando un estrés com- cluso por conocimientos humanos
plementario al que ya naturalmente que no vale la pena ahora detallar,
estamos viviendo. me decían: “Pero esto que tú pien-
sas, fíjate que está ‘acá’, que está
Para esta estética de la lentitud,
‘allá’”. Entonces fui al revés en todo
tomo como modelo algo que trabajé
el camino, me he asomado después
en un congreso que organicé: “Las
piedras”. Una piedra —cualquier y he encontrado unas coincidencias
piedra, no se necesita que sea un verdaderamente profundas. Pero yo
diamante— es realmente la calma lo veo desde el inconsciente colec-
del mundo. El modelo de la piedra tivo, desde los arquetipos; pero, en
es el modelo del sabio. No se hiere, cualquier caso, lo he encontrado
no se sojuzga, no se vulnera, no desde la Älosofía occidental, yo tuve
se abandonan —las unas con las una formación nítida e imperdona-
otras—, no se aplastan, hay como blemente occidental.

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CMV: Me interesaba señalar hablaba también de una “estética

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esto porque usted mencionó ayer de la enfermedad”. Hemos habla-
[en la conferencia] al Romanticis- do de una estética de la lentitud y
mo alemán, a Novalis, también a creo que sería interesante que usted
Nietzsche... De alguna manera, conectara esto con lo que llama
estos Älósofos se mostraron muy “estética de la enfermedad”.
abiertos a diversas tradiciones no MNL: Justamente lo que yo
occidentales. Otro fue Schopen- trataba de proponer es un trabajo
hauer. Yo no escuché que mencio- que está por hacerse. Tendríamos
nara a Schopenhauer, pero venían que sentarnos juntos a trabajar, esto
a mi mente algunos de sus plantea- no está hecho. De repente, hay un
mientos. encuentro, un atisbo, una cita, una
MNL: Me atrae más (esto es idea; pero no está hecho como
más una cuestión subjetiva) el campo de trabajo y creo que ame-
Romanticismo alemán y particular- ritaría convertirse en un campo de
mente Novalis. Tengo grandes aÄni- trabajo. Es decir, una Bioética que
dades con su pensamiento, que es a su vez sea una bio-ético-estética,
muy “único”, muy lógico, donde se donde lo estético esté presente, so-
integra la totalidad de los saberes, bre todo desde el ángulo de la ima-
y eso me parece fundamental, por ginación humana, en correlación
muchos motivos. Desde las revolu- con todo lo demás.
ciones industriales y la progresiva Me parece que la posibilidad
complejidad de los saberes, el te- de establecer relaciones estéticas,
jido formado por las humanidades no necesariamente con el arte, no
con las ciencias y con las artes se necesariamente con la velocidad,
ha ido desgarrando, y hemos llega- sino el demorarnos a veces por
do a una especie de pulverización causas orgánicas, a veces por estar
de las culturas, al tiempo que se enfermo, puede producir un gran
suceden los procesos de globaliza- goce, un gran placer estético, pre-
ción, los cuales tienen otras causas, cisamente, aunque uno no pueda
no tanto la cultura misma, sino más desplazarse, aunque uno no pueda
bien causas de tipo político, econó- viajar, aunque uno esté, a veces,
mico, etc. Todas las posturas post- sometido a tratamientos muy duros,
modernas me parecen muy buenos muy vejatorios. Es una idea que yo
registros de esa especie de estallido tomé de Novalis y a mí me gusta
de las culturas, y yo creo que hay mucho: “Es posible aprovechar la
que volver a recuperar, a volver a enfermedad”. Sobre todo una enfer-
tejer esas “universalidades”. medad riesgosa, larga, crónica.
CMV: Claro, no toda totalidad Es una tarea para nosotros tra-
es un totalitarismo. Ahora bien, me tar de crear un espacio —Novalis
llamaba mucho la atención que decía “un arte”— para aprovechar

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la enfermedad; que la enfermedad siquiera sabía que me podían salir
no sea solamente una relación de de adentro.
dependencia con el dolor, con los
Esto lo dice un alquimista, Gri-
síntomas, con el médico, con el
llot de Givry, que fue el traductor
tratamiento, con las limitaciones
de Paracelso al francés: “La belleza
que las enfermedades nos imponen.
es un disolvente universal”. ¡Exac-
Entonces, si en el ámbito de la tera-
tamente! Porque cuando uno tiene
pia o de una enfermedad crónica o
un problema, unos síntomas o algo
de una enfermedad aun terminal se
y puede, logra —pero mediante un
pudiera producir momentos, ense-
esfuerzo voluntario, la voluntad tie-
ñar a gozar estéticamente de lo que
ne que ser muy fuerte— enganchar
uno pueda y de lo que uno tenga
con un mundo imaginario, hacia la
al alcance de la mano, creo que se
vida, hacia el goce, hacia un pla-
podría sobrellevar mucho mejor la
cer tranquilo, lento, pacíÄco, uno
enfermedad, el dolor.
va relativizando o minimizando la
Yo he estado enferma y he pa- gravedad de su propio problema.
decido, durante un año, una enfer- Es como si la belleza disolviera los
medad bastante tremenda, bastante problemas, un disolvente, sí.
terrible y yo no me podía levantar.
Y volviendo a la experiencia de
Allí fue que yo aprendí, “a los gol-
mi enfermedad, es muy paradojal
pes”, esto de la importancia de la
que, sintiéndome como si hubiera
estética. Casi les diría que me salvó
perdido mi individualidad, mi única
la belleza, en verdad, lo juro, esto
conexión con la realidad fuera a tra-
es algo personal y ahora me gus-
vés de aquél árbol. Yo me empecé
taría poderlo transmitir, y poderlo
a sentir un ser cósmico, una cosa
convertir en algo teórico pero para
maravillosa, un placer tan perfecto
aplicar. Mi único contacto con la
e inÄnito que yo se lo deseo a todo
realidad externa era un árbol muy
el mundo. Porque me empecé a dar
grande que está afuera de mi venta-
cuenta de algo profundo: yo estoy
na, en ese árbol había pájaros, por
girando con la tierra las veinticuatro
eso les hablé de los cantos de los
horas al día, estamos en una galaxia
pájaros. Yo no se cómo se llaman
y, si al Änal de todo me pasa algo...
esos pájaros, pero yo me despertaba
al amanecer a escuchar el canto de CMV: Usted mencionó ayer [en
los pájaros. Y una cosa muy para- la conferencia] sobre cómo vivimos
dojal: yo estuve adentro todo ese una vida que está mediatizada y
tiempo y prácticamente yo no tenía habló sobre el placer que pueden
contactos humanos, porque incluso darnos las montañas, la playa, las
a veces me llamaban por teléfono piedras, pero la mayoría de nosotros
y yo me sentía tan mal que ni aten- estamos rodeados de pantallas, apa-
día el teléfono, y escribí mucho en ratos, medios de comunicación. Me
ese período, escribí cosas que ni pregunto si habrá alguna relación

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entre sus palabras y la “pérdida en desmedro de las relaciones

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de la experiencia” de la que habla inmediatas con las cosas. Vivimos
Agamben. Él señala que hemos con una serie de mediaciones. Por
perdido la capacidad de tener ex- ejemplo, pensando en los jóvenes,
periencias auténticas y nos da por ¿cuántas horas al día están sentados
llamar experiencias a estas relacio- frente a las pantallas? Claro que es
nes que mantenemos con los apa- un mundo imaginario, claro que
ratos de comunicación electrónica. son mundos virtuales, claro que
Incluso, cuando salimos a la calle, son mundos de imágenes, pero las
saludamos a alguien o damos un imágenes ahí no son las imágenes
resbalón, lo vivenciamos como ya que vuelcan al contacto, a la ex-
lo hemos visto en la televisión. Por periencia, a lo inmediato, sino que
ejemplo, mi experiencia de la enfer- son mediaciones. Una pantalla es
medad del cáncer es inseparable del una mediación: está entre algo que
conocimiento sobre ella que adquirí está del otro lado de la pantalla y
en la televisión o internet. Entonces, nosotros. Es decir, siempre hay una
¿no es su propuesta una exigencia serie de mediaciones.
bastante difícil? ¿Cuántos años le ha CMV: La palabra interfase pue-
llevado a usted, por ejemplo, llegar de ser ilustrativa e interesante…
a este tipo de experiencias? ¿Todo
MNL: Eso exactamente. Yo creo
mundo tiene acceso a lo que usted
que uno de los elementos a tomar
nos propone?
en cuenta para salvar la humani-
MNL: Yo creo que sí, que tene- dad misma es tratar de recuperar la
mos un potencial enorme. Lo que inmediatez lo más que se pueda.
pasa es que nuestra vida viene a Estar un rato descalzo, en las gran-
ser como una siesta, vivimos muy des ciudades y en nuestras vidas
aletargados y el mundo contempo- profesionales, para poder recuperar
ráneo, que nos resuelve montones esa especie de inmediatez que se
de cosas prácticas, las resuelve ha perdido.

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