Está en la página 1de 6

No cuidarse es una forma de

agredirse
4 minutos

Hay muchas formas de cuidarse, ya que están implicadas todas aquellas conductas

con las que nos mostramos amor, respeto y dedicación. Cuando dejamos de cuidarnos

nos estamos quitando valor, restamos importancia a nuestras necesidades y de alguna

forma estamos agrediéndonos a través de nuestra actitud.


Muchos de nosotros adoptamos un rol de cuidadores, creyendo que hay personas que

necesitan nuestros cuidados, y los anteponemos a los nuestros. Pensamos que tenemos

la suficiente fortaleza para atender a los demás antes que a nosotros mismos. Esto,

como veremos a lo largo de este artículo, es un grave error.

“No se trata de hacer pasar el cuidado de los otros a un primer plano anteponiéndolo

al cuidado de sí; el cuidado de sí es éticamente lo primero, en la medida en que la

relación a uno mismo es ontológicamente la primera.”

-Michel Foucault-

Cuidarse supone una responsabilidad con nosotros mismos, para atender tanto a

nuestra vida física, como a la espiritual, a la psicológica o a la emocional.

Conformamos un conjunto y globalidad de aspectos que se deben tener en cuenta y es

importante no descuidar ninguno de ellos.

Comprender qué significa cuidarse


La forma en la que nos cuidamos dice mucho sobre cómo nos encontramos
actualmente

Cuidarse significa tenerse en cuenta, escuchar las propias necesidades y comprender

que tenemos derecho a sentirnos bien. Es entender y reconocer nuestra existencia,

sabiendo que merecemos nuestro amor y nuestra compasión más allá de los juicios y

los castigos que nos imponemos.

Estamos cuidándonos cuando evitamos lo que nos produce malestar: cuando nos

alejamos de ciertas personas que nos perjudican, cuando ponemos límites a los demás

sobre lo que queremos y no queremos hacer y cuando nos damos la oportunidad de

tomar decisiones por nosotros mismos, dando prioridad a nuestro bienestar.


“No cuidarse es una forma de autoagresión sutil o manifiesta. A veces como en un

estado depresivo, la persona está como sin energía para ello; en otras problemáticas

el sujeto revierte su energía contra sí mismo, aumentando a su vez la culpa y la

autodepreciación.”

-Fina Sanz-

Cuando dejo de cuidarme me estoy


agrediendo
Despreocuparse y descuidarse a uno mismo es una forma de agredirnos e

infravalorarnos. Nuestra autoestima queda afectada cuando nos desatendemos, ya que

no estamos cuidando de aspectos básicos para nuestro crecimiento y aprendizaje. Es

bueno prestarle una especial atención, ya que esta forma de agredirnos es muy sutil y, a

la vez, perjudicial.

Al igual que cuando dejamos de regar una planta impidiendo que pueda vivir y crecer

saludablemente, también nosotros necesitamos nutrirnos y atender a las necesidades

que son fuente de nuestra energía. De esta manera, nos damos la oportunidad de

desarrollarnos y explorar nuestra felicidad.

“Nutrirte a ti mismo de una manera que te ayude a florecer en la dirección que deseas

es una meta posible de alcanzar, y tú te mereces ese esfuerzo.”

-Deborah Day-

Somos responsables de generar en nuestras vidas emociones y sentimientos

agradables. Tenemos la capacidad de hacer florecer nuestra felicidad y darle un mayor

sentido a nuestra existencia compartiendo nuestro amor.

Dedicarnos tiempo ha de ser una de nuestras prioridades para aprender a cuidarnos.

A consecuencia de esto y, si lo hacemos bien, podremos cuidar mejor a los demás.


El egoísmo sutil al desatender nuestras
necesidades

el egoísmo aparece realmente cuando nos desatendemosescucharnos

No podemos dar nada que no tenemos. Si no contamos con nuestro amor, respeto y

comprensión, difícilmente podremos ofrecerlo a los demás. Sin ser conscientes

acabamos mendigando lo que a nosotros mismos no nos damos.

Nos volcamos en los demás no atendiendo a lo que realmente necesitan, sino para

intentar encontrar unas sensaciones positivas que no hallamos en nosotros mismos.


Los que vamos de salvadores y cuidadores por la vida somos muy inconscientes de

nuestro egoísmo, porque creemos estar en el punto contrario: el desprendimiento,

generosidad, el altruismo y la amabilidad.

Pero, para llegar a este punto el primer paso es atenderse, escucharse y amarse a

uno mismo, si no, todo lo que ofrezcamos estará contaminado por nuestra falta de

amor propio.

“Mi propia persona debe ser un objeto de mi amor al igual que lo es otra persona. La

afirmación de la vida, felicidad, crecimiento y libertad propios, está arraigada en la

propia capacidad de amar, esto es, en el cuidado, el respeto, la responsabilidad y el

conocimiento. Si un individuo es capaz de amar productivamente, también se ama a sí

mismo; si solo ama a los demás, no puede amar en absoluto.”

-Erich Fromm-

También podría gustarte