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Capítulo XII

EL SANEAMIENTO DEL PROCESO

1. GENERALIDADES
Constituye una de las etapas más importantes del proceso, toda vez que en esta,
el Juez ha de determinar si el proceso se encuentra en condiciones de continuar, que
no existe ningún impedimento para su prosecución, así, el Juez en esta etapa ha de
resolver las excepciones y defensas previas que se hayan planteado en el proceso y de­
clarar la anulación, la suspensión la remisión de los autos al juez competente o sanear
el proceso y declarar la relación jurídica procesal válida entre las partes intervinientes
al mismo.
En ese sentido el saneamiento constituye el filtro esencial para que el proceso
carezca de algunos de los presupuestos procesales y por tanto lo invalide o se encuen­
tre privado de alguna condición que imposibilite el Juez resolver sobre el fondo de la
controversia.
Constituye una tarea expurgatoria del Juez y tiene por finalidad limpiar de todos
aquellos obstáculos que entorpezcan el desarrollo del proceso y por ende que pueda
emitirse una sentencia sobre el fondo de lo pretendido por las partes. Si en su mo­
mento el magistrado no pudo advertir algunas omisiones que pudieron determinar el
rechazo in limine de la demanda, esta es la oportunidad para que pueda realizarse evi­
tando de esta manera se pueda admitir una sentencia sobre cuestiones de forma y no
de fondo del asunto controvertido. Por ello se señala que permite separar cuestiones
de forma y de fondo del proceso, asimismo se examina la legitimidad ad processum y
la legitimidad ad causara.

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FAIREN1 Guillen señala al respecto que el Saneamiento del proceso con respecto
al cuestiones que pudieran obstaculizar su éxito final sobre el fondo debe ser una función
constante, encomendada tanto a las partes como al juez, a través de la concesión al mismo
del poder de examinar en cualquier momento dichas cuestiones.v. La posibilidad de “pur­
gar” el proceso de cualquier vicio o defecto que pudiera afectar emitir la resolución
final si bien constituye un deber del Juez esta también está destinada a las partes quie­
nes mediante los instrumentos que le franquea la norma procesal evitan la existencia
de un proceso inconducente.

2. DEFINICIÓN
Según la Real Academia Española2, el saneamiento es la acción y efecto de sanear,
significando a su vez afianzar o asegurar el reparo, satisfacción del daño que puede
sobrevenir o reparar o remediar una cosa.
Para la Profesora LEDESMA3 el saneamiento procesal además de un deber del
juez “...es la primera sentencia de contenido puramente procesal, que se pronuncia
sobre la validez de la relación procesal entablada, a fin de evitar vicios en la actividad
jurisdiccional, haciendo realidad los principios de economía y celeridad procesal. El
saneamiento implica un proceso de pasteurización sobre los presupuestos y las con­
diciones de las acciones de la relación procesal. Así también, busca remover las nu­
lidades del proceso y verifica si su titular está en condiciones de pedir una decisión
de fondo, caso contrario, da por concluido el proceso si constata la presencia de un
defecto insubsanable. A través del saneamiento se busca que no haya distracción de la
actividad jurisdiccional; que no exista pérdida de tiempo; que se eviten gastos inútiles;
que hagan viable un pronunciamiento sobre el fondo del litigio, evitando sentencias
inhibitorias.” Por ello constituye una etapa necesaria dentro del proceso además de
constituir una actividad de razonamiento por parte del magistrado quien expurga o
purifica el proceso de cualquier defecto o vicio, omisión o nulidad que pueda obstacu­
lizar la expedición de una resolución que resuelva sobre el fondo del asunto litigioso.
Para el MONROY Gálvez4 el saneamiento: “Es aquel que tiene por objeto la abs­
tención de una declaración judicial previa al inicio de la etapa probatoria en la que

1 FAIREN GUILLEN, Víctor. “El principio de autoridad del juez en el proceso civil y sus límites. En: Revista
de Derecho Procesal. N° 2.1951. Madrid Pág. 210.
2 Real Academia Española. Diccionario de la Lengua Española XXI. Ed. Espasa Calpe 1992. Pág. 1305.
3 LEDESMA NARVAEZ, Marienella. “La inasistencia a la audiencia de saneamiento produce la conclusión
del proceso”. En: Dialogo con la Jurisprudencia. N° 96. Gaceta Jurídica. Lima. Setiembre 2006. Pág. 175
4 MONROY GALVEZ, Juan: Separata sobre conceptos elementales de Proceso Civil. En: Revista “El Derecho"
publicada por el Colegio de Abogados de Arequipa. Diciembre 1993.

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el órgano jurisdiccional luego de revisado lo actuado en la etapa postulatoria, decla­


ra la existencia de una relación procesal válida o alternativamente precisa el defecto
procesal identificado, concediéndole un plazo al interesado para que sanee la relación
procesal”. Dentro de las etapas que hemos señalado por las cuales discurre el proceso,
la de saneamiento se encuentra ubicada seguidamente de la postulatoria y constituye
esta en la cual se procede a verificar la existencia de la relación jurídica procesal, pu­
dendo concluir el proceso en ese instante o concediéndole un plazo a las partes a fin de
que subsanen el defecto advertido.
De conformidad con el artículo 465o del Código Procesal Civil, "Tramitado el pro­
ceso conforme a su sección cuarta y atendiendo a las modificaciones previstas para cada vía
procedimental, el Juez, de oficio y aun cuando el emplazado haya sido declarado rebelde,
expedirá resolución declarando:
1. La existencia de una relación jurídica procesal válida; o,
2. La nulidad y consiguiente conclusión del proceso por invalidez insubsanable de la
relación, precisando sus defectos; o,
3. La concesión de un plazo, si los defectos de la relación fuesen subsanables, según
lo establecido para cada vía procedimental.

Subsanados los defectos, el Juez declarará saneado el proceso por existir una relación
procesal válida. En caso contrario, lo declarará nulo y consiguientemente concluido. La re­
solución que declara concluido el proceso o la que concede plazo para subsanar los defectos,
es apelable con efecto suspensivo.”
La relación jurídica procesal válida que debe ser declarada por el Juez tiene para
ROCCO5 diversas características a decir:

“l) Es una relación de derecho público, puesto que media entre los ciuda­
danos y el estado, el cual actúa en el ejercicio de una potestad pública y
soberana;
2) es una relación autónoma respecto del derecho sustancial, toda vez que
tiene condiciones de ejercicio y de vida completamente distintas de las
de aquel;
3) es una relación de tres sujetos: actor, demandado y estado, personifica­
do éste por el órgano jurisdiccional;

5 ROCCO, Ugo (1976): Tratado de derecho Procesal Civil. Traducción de Santiago Sentís Melendo y Mariano
Ayerra Redin, Temis, Depalma, Bs. As. Volumen III. Pág. 410.

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4) es una relación compleja, en un doble sentido: ya que consta de la rela­


ción de acción y de la relación de contradicción en juicio, ya que por cada
una de esas relaciones consta de una serie de facultades y de actuar y de
una serie de obligaciones jurídicas correspondientes, que constituyen,
precisamente, el contenido del derecho de acción y de contradicción en
juicio;
5) es una relación una y única, en el sentido de que, una vez establecida,
mediante la notificación de la demanda judicial, la tal relación continúa
desplegándose, ya en las distintas fases de un mismo estado judicial, ya
en las fases subsiguientes”

Esta institución o etapa del proceso civil en otros ámbitos legislativos como el
derecho portugués y brasileño, lugar de origen de esta institución, tiene la denomi­
nación de despacho saneador, al analizar su origen legal así como sus características,
BUZAID6 nos dice: “(...) el legislador comprendió que si los presupuestos procesales
y las condiciones de la acción se pueden reunir bajo la categoría de requisitos de ad­
misibilidad de la decisión de mérito, y que si tales cuestiones deben ser examinadas
por el juez ex oficio, una elemental regla de política legislativa aconsejaba que la ve­
rificación de tales elementos no fuese diferida para el momento de dictar la sentencia
definitiva, cuando ya todas la pruebas hubiesen sido producidas, porque la falta de
cualquiera de ellos, lejos de permitir la composición del conflicto de intereses, daría
lugar a la terminación del proceso sin resolución del mérito. Habría tan solo una ab-
solutio ab instancia. Tales cuestiones, por su naturaleza, son previas y se contraponen
así a la cuestión principal, que es la demérito (...) La necesidad de resolver aquellas
antes que ésta fue sentida especialmente por el legislador (...), que insertó, entre los
articulados y la instrucción un despacho tendiente a expurgar el proceso de vicios y
defectos y a verificar la concurrencia de los requisitos de admisibilidad de la acción. El
despacho saneador, nombre con el cual se ha hecho conocido el acto judicial, expresa
la realización de aquel ideal...” Esta figura procesal tiene su antecedente inmediato
en el despacho saneador de nuestra hermana República Brasileña allá por el año 1939.
Por ello el profesor OBANDO7 señala que “El acto saneador es, indudablemente,
una resolución interlocutoria, declaratoria constitutiva, ya sea cuando se manifiesta
sobre la legitimidad de la relación procesal o cuando se modifica o extingue tal rela-

6 BUZAID, Alfredo (1967): “Del despacho saneador". En: Revista Iberoamericana de Derecho Procesal, Madrid
1967, N° 3 Pág. 121-122.
7 OBANDO Blanco, Roberto. “Improcedencia del abandono del proceso como consecuencia del saneamiento
procesal.” En: JUS Jurisprudencia. N°2 Julio 2007. Pág. 89.

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ción. A pesar de su contenido meramente procesal, representa un deber del magistra­


do dentro de una concepción moderna del proceso, quien debe ser ‘un instrumento
de producción jurídica y una forma incesante de realización del derecho’ en la Ley
Orgánica del Poder Judicial, se señala dentro de los deberes de los magistrados el de
‘Sanear en materia civil, agraria y laboral las irregularidades y nulidades del proceso,
dictando el auto de saneamiento procesal correspondiente, conforme a ley’, (artículo
184o numeral 5); ‘exigir a las partes precisen sus pretensiones, cuando de la demanda,
de la contestación o de la reconvención, en su caso, se advierte deficiencias o confu­
siones (artículo 184o numeral 10)” Es decir que esta institución constituye un deber de
los magistrados teniendo en cuenta las actuaciones de las partes en los actos postula-
torios del proceso.

3. FINALIDAD
La audiencia de saneamiento procesal constituye una de las principales etapas
dentro del proceso civil, pues constituye la puerta de ingreso al proceso libre de cual­
quier obstáculo para resolver la cuestión de fondo, pues es el momento en el cual el
Juez con auxilio de las partes verificara la existencia de los requisitos legales, vicios y
defectos existentes en el proceso para que estos sean expurgados.
En ese sentido se podría señalar que los fines del saneamiento está constituido
por: “a) Hacer efectivos los principios de conservación e inmatriculación del proceso,
así como los de economía y celeridad procesal; b) Hacer viable un pronunciamiento
sobre el fondo del litigio en la sentencia (sentencia de mérito); evitando en todo lo
posible llegar a expedirse una sentencia inhibitoria (que no resuelve el fondo de la
litis, sino que pone en evidencia un defecto de forma); c) O cuando constate un defec­
to insubsanable, el juzgador lo ponga de manifiesto y dé por concluido el proceso.”
GACETA JURÍDICA. En: Dialogo con la jurisprudencia Tomo 45. Junio 2002. Lo que se
busca es evitar que se litigue a expensas de sacrificio, pérdida de tiempo y de dinero
como consecuencia de actos que no tienen sustento y que han de conllevar a un pro­
ceso completamente viciado, por ello la necesidad de depurar el proceso que pueda
haber advertido el juez con posterioridad a la calificación de la demanda o la contes­
tación o como consecuencia de las excepciones planteadas por el demandado en los
actos postulatorios.
Del mismo modo, respecto de la facultad que tiene el Juez en esta estación pro­
cesal se ha señalado que:
“La declaración de conclusión del proceso por invalidez subsanable de la relación
procesal es una de las facultades que otorga al (sic) norma procesal al Juzgador en

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la etapa de saneamiento del proceso.” (CAS. N° 3071-99-Lambayeque. “El Peruano”,


19-02-200. Pág. 4655-4656)
Así por ejemplo cuando no se ha fijado la legitímatio ad causam en el proceso ello
genera un vicio que no puede ser subsanado y por ende determina la conclusión del
proceso en razón que una de las partes no se ha identificado con la norma que concede
u obliga a un derecho.
Entonces la finalidad de esta etapa procesal está en que, luego de resolver los
presupuestos procesales, las condiciones de la acción y cualquier otra circunstancia
que pueda generar vicios o nulidades, el proceso pueda estar libre de cualquier impu­
reza que afecte la decisión de fondo que ha de emitir el Juez al momento de sentenciar.
Por ello es que en esta etapa se ha de determinar la consecución o no de la se­
cuencia del proceso, así, si una excepción de carácter perentoria es declarada fundada
el proceso, este no ha de continuar, cerrándosele en ese momento la puerta para pasar
a la siguiente etapa, más si se declara fundada una excepción de carácter dilatoria, se
le está diciendo que espere un momento que aún no puede traspasar el umbral o marco
de esa puerta hasta que no cumpla con subsanar la omisión advertida, caso contrario
se le impedirá el ingreso.
Finalmente, y solo si se elimina cualquier obstáculo que imposibilitara el desa­
rrollo de un proceso válido, se le permitirá el ingreso a fin de que este pueda llevarse
a cabo con la garantía de saber que la sentencia definitiva ha de ser una que resuelva
sobre el fondo del asunto.
La jurisprudencia nacional también se ha referido a este tema, precisando que:
“A través del saneamiento el Juez vuelve a revisar la concurrencia de los presu­
puestos procesales y de las condiciones de la acción, a fin de que se emita una senten­
cia válida sobre el fondo del asunto.” (CAS. N° 3071-99-Lambayeque. “El Peruano”,
19-02-2000. Pág. 4655-4656)
Por ello, no solamente en la etapa postulatoria el Juez tiene la posibilidad de re­
visar los llamados presupuestos procesales y condiciones de la acción, sino que en
sustento al principio de dirección y economía procesal puede descubrir la ausencia de
estos elementos que le impedirían expedir una sentencia de mérito.
Sin perjuicio de lo señalado, la posibilidad de sanear el proceso es una facultad
que tiene el Juez y puede realizarlo en cualquier etapa del proceso, pues si bien el pri­
mer momento en el cual efectiviza esta posibilidad es al calificar la demanda, incluso
después de realizada la audiencia correspondiente podrá al advertir alguna situación
que puede invalidar el proceso declararla asi.

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Además de los momentos antes señalados como posibilidad de sanear el proceso,


incluso en el acto mismo de la sentencia el Juez podrá referirse a esta situación.
Lo antes manifestado, constituye una facultad intrínseca que tiene el Juez al in­
terior del proceso. Por lo que pronunciarse sobre la invalides de la relación jurídico
procesal por advertir un vicio de naturaleza insubsanable, incluso durante la etapa
decisoria no contraviene ni el principio de congruencia, ni el de carácter dispositivo
del proceso civil, ni desconoce las etapas preelusivas del proceso ni de los efectos que
tiene la etapa de saneamiento procesal.
En consecuencia el Magistrado tiene hasta cuatro momentos para proceder al
saneamiento del proceso, constituido el primero al momento de la calificación del es­
crito de demanda en la que tiene la posibilidad de rechazar in limine la demanda o
declarar su inadmisbilidad si advierte el incumplimiento de uno de los requisitos que
establece la norma procesal para el ingreso de la pretensión al órgano jurisdiccional.
En un segundo momento luego del emplazamiento, la parte demandada, puede
advertir o poner en conocimiento del Juez de aquellas situaciones que este no advirtió
en su oportunidad y que pueden generar que la relación procesal es invalida e insubsa­
nable o inválida pero subsanables, hecho que lo hace saber a través de las excepciones
o medios de defensa dentro del plazo legal fijado para cada vía procesal.
El tercer instante está constituido por el acto de saneamiento que realiza el Juez
sea mediante un auto que de conformidad con la modificación del artículo 449o del
Código Procesal Civil debe ser expedido dentro de los diez días siguientes de absuelta
las excepciones o transcurrido el plazo para hacerlo, o en la audiencia única para el
caso de los procesos sumarísimos.
Y finalmente el magistrado tiene la posibilidad de declarar el saneamiento del
proceso durante el transcurso o desarrollo del proceso si se aprecia la existencia de
una situación que la afecta o al momento de expedir sentencia, de conformidad con el
artículo 121o del Código Procesal Civil.
“Para declarar saneado el proceso, el juzgador debe examinar, entre otros, que
la demanda contenga pretensiones procesales planteadas conforme a las reglas del
mismo ordenamiento (en forma subordinada, alternativa, accesoria); que interven­
gan en el proceso todos los que tienen relación con la materia en controversia y que la
decisión final los pueda afectar; en definitiva, el Juez debe analizar si el proceso hay
defectos insubsanables y, si los hay, dar por concluido el proceso; si en el proceso hay
defectos subsanables y, si los hay, debe conceder un plazo para subsanarlos; en este
último caso, si son subsanados, el juez debe declarar saneado el proceso. Solo con la
concurrencia correcta de todos estos requisitos, el Juez estará en aptitud de declarar

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saneado el proceso y que en el proceso existe relación jurídica procesal válida. El juez
no ha cumplido con esta actividad procesal. Por lo que es evidente la contravención
de normas que garantizan el derecho a un debido proceso.” (CAS N° 673-2002-Lam-
bayeque, Publicado en el diario Oficial “El Peruano”, 30-07-2003. (Normas Legales
(2003): Jurisprudencia Procesal Civil. T. 2. Lima. Pág. 296)
Se destaca la importancia de esta actividad del Juez quine en su condición de di­
rector del proceso está facultado y tiene la obligación de vigilar el correcto desarrollo
del proceso evitando algún vicio que necesariamente ha de afectar el proceso y por
ende el derecho de las partes evitándose así la vulneración al debido proceso.

4. AUDIENCIA PRELIMINAR Y SANEAMIENTO PROCESAL EN EL SISTEMA


ORAL
Conforme señala Polanco, el saneamiento supone un análisis de:
i) Los presupuestos procesales; ii) las denominadas condiciones de la acción, iii)
juicio sobra la procedibilidad de la demanda para que no exista una sentencia inhibi­
toria; iV) la corrección (de) cualquier vicio que pueda originar la nulidad de los actua­
dos procesales (notificaciones, integraciones, etc); v) concluir un proceso cuando los
defectos sean insubsanables o no permitan dictar una sentencia sobre el fondo de la
Litis.8
Tramitado el proceso conforme a la sección Cuarta (Postulación del Proceso) del
Código Procesal Civil y atendiendo a las modificaciones previstas para cada vía pro-
cedimental (sumarísimo, abreviado, conocimiento, ejecutivo), el Juez, de oficio y aun
cuando el emplazado haya sido declarado rebelde, expedirá resolución declarando:

1. La existencia de una relación jurídica procesal válida; o,


Como se ha señalado para que exista una relación jurídica procesal válida se exi­
gen determinados requisitos esenciales que la doctrina ha denominado presupuestos
procesales, que son la competencia, la capacidad procesal y los requisitos de la de­
manda, en ese sentido nuestra en nuestra jurisprudencia se ha señalado que:
“A través del saneamiento el Juez vuelve a revisar la concurrencia de los presu­
puestos procesales y de las condiciones de la acción, a fin de que se emita una senten­
cia válida sobre el fondo del asunto.”. (CAS. N° 3071-99-Lambayeque. “El Peruano”,
19-02-2000. Págs. 4655-4656)

8 POLANCO, Carlos (2019): Litigación oral en el proceso civil. Adras Editores, Arequipa p 245

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En ese sentido el Juez en la Audiencia Preliminar evalúa si los sujetos intervinien-


tes en la relación jurídico procesal cuentan con legitimidad para obrar, es decir si la
relación jurídico material se traslada a la relación que se realiza en el proceso, salvo
las excepciones ya señaladas oportunamente, asimismo si el demandante tiene mani­
fiesto interés para obrar y si el juez se encuentra facultado para conocer las pretensio­
nes planteadas en su seno jurisdiccional.
Habiendo señalado que es la parte demandada quien mediante las excepciones y
defensas previas ponen en conocimiento del Juez la existencia de algún vicio o defecto
en la relación procesal se ha señalado que:
“La etapa de saneamiento del proceso sirve para resolver las excepciones o de­
fensas previas que se hubieran propuesto para evaluar nuevamente si al demanda
cumple con los presupuestos procesales y las condiciones de la acción. En el caso de
autos, la A-quo lejos de actuar en la forma señalada en la audiencia de saneamiento de
fojas sesenta y dos dispuso que el demandante en el término de dos días cumpla con
presentar facturas originales debidamente recibidas y aceptadas, bajo apercibimiento
de declararse nulo todo lo actuado, improcedente la demanda y concluido el proceso,
desnaturalizando de esta manera el trámite del proceso.” CAS N° 1818-98-Lima. (GA­
CETA JURÍDICA En: Dialogo con la jurisprudencia Tomo 45. Junio 2002)

2. La nulidad y consiguiente conclusión del proceso por invalidez in­


subsanable de la relación, precisando sus defectos;
La nulidad constituye la sanción a través de la cual la Ley despoja a un acto jurí­
dico procesal de sus consecuencias naturales, por lo que debe ser declarado en última
ratio y cuando surja una infracción insubsanable de algún elemento del acto procesal,
en este supuesto cuando es insubsanable la relación procesal, lo que conlleva a su con­
clusión, sin perjuicio de fijar los efectos de la misma.
La nulidad puede ser entendida como una sanción como consecuencia de la inva­
lidez de determinado acto procesal o acto jurídico procesal establecida expresamente
en la norma legal; ello porque se ha cometido alguna omisión, irregularidad o vicio
que ha de afectar el debido proceso, también puede ser vista como la privación o ne­
gación de los efectos normales a los actos procesales que no han tomado en cuenta
las formalidades que la norma establece sea porque se advierte error, fraude, dolo o
colusión producido por los intervienes en el proceso.
En ese sentido respecto de la nulidad y su declaración, se señala a nivel jurispru­
dencial que:
Es por ello que la declaración de nulidad implica la invalidación de lo realizado
en el proceso retrocediéndolo al estadio anterior en el que se cometió el vicio o error

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