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INTERVENCIÓN EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

“Cuando se pierde la Infancia”

Artículo periodístico publicado por el diario Clarín (14/04/18; sección Opinión, la columna de Lanata) que describe el caso
particular del bebé Mirko (hijo del reconocido personaje televisivo Marley), poniendo en cuestión algunas problemáticas
actuales que ilustran el marco de vulnerabilidad en el que la infancia se despliega.
A continuación se irán citando algunos fragmentos de la nota seguido de lo que intentará ser un posible análisis personal
sostenido desde parte de la teoría trabajada en la materia.

 “Mirko es divino… tiene 762.000 seguidores en Instagram, 120 fotografías posteadas, ya es cara de la ropa infantil de
Mimo y el estreno del programa en el que participó fue lo segundo más visto del domingo… el problema es que,
mientras camina por una ruta de algodones y caramelos a Mirko le están quitando la infancia”.

En primer lugar, siguiendo a M. Minncelli (“Infancia, Significante en Falta de Significación”.), cabría preguntarse:
 ¿De qué infancia habla cuando habla de infancia? Infancia en tanto significante sin significación no admite ser capturado en
un campo de sentido único alguno, es un término polisémico que significará para cada uno de modo diferente, al disparar el
juego de la lógica significante la puesta en movimiento de la cadena en la remisión a lo reprimido de la propia infancia…

En segundo lugar, aludiendo al título de este artículo podríamos preguntarnos también:


 ¿Se pierde la infancia?...

 “Mirko debe ser hoy el bebé más rico de la Argentina. Pero hay un problema: no eligió estar ahí… si en 20 años quisiera
vender helados, sería nota como Mirko, el vendedor de helados”.

Retomando la pregunta recién formulada, diríamos que, más que llegar a “perderse la infancia”, algunos niños se encontrarán
con mayores o menores posibilidades de transitarla de manera conveniente, esto es, atravesando las diferentes fases del
desarrollo subjetivo dentro de marcos sociales que les permitan sujetarse simbólicamente para acceder a la categoría de sujeto
social. En este sentido se entiende que la etapa de la infancia, con la particular significación que cada uno le otorgue al término,
sería atravesada de una u otra manera (bien, mal, regular), pero sería atravesada al fin; y, en todo caso, se podrá decir el día de
mañana que un niño/a determinado a transcurrido una infancia muy difícil y compleja, pero no diríamos que no la transcurrió.
Vemos con Minncelli que, a lo largo de la historia, los niños/as se sujetan a las significaciones que los adultos de cada época les
otorgan… la infancia se instituye en discursos y prácticas contemporáneas, en relación con la legalidad de la cultura por la
inscripción de la ley fundante del sujeto en el orden social; inscripción que implica sujeción a una genealogía posibilitando al
sujeto ser producto y productor de una historia humana que pueda tener continuidad (como discontinuidad, intervalo) en el
mundo.
En relación a lo dicho se puede inferir que no solo Mirko no puede elegir cómo transitar sus primeros años de vida ni las
consecuencias que dicho tránsito acarreará en su futuro; futuro en el que se encontrará con mayor o menor libertad de elección
(siempre dentro de las limitaciones que el sistema social impone) según las mayores o menores chances de subjetivación que su
contexto socio-histórico en general y familiar en particular le haya ofrecido.

 “En la Argentina los menores de 14 años tienen prohibido trabajar.”

Efectivamente, según la ley 26.390 queda prohibido el trabajo de las personas menores de 16 años en todas sus formas, exista o
no empleo contractual y sea éste remunerado o no. Pero a su vez la Argentina permite lo que da a llamar “trabajo artístico” en
niños/as y adolescentes, aludiendo éste a todo aquel trabajo que implique su participación como actores o figurantes en
cualquier tipo de actividad donde haya exposición pública, sea en obras de teatro o cinematográficas, en radio o en TV, en
grabaciones o casting, en modelaje, en circo o publicidad. [http://trabajo.gob.ar/downloads/coc/faq_prohib_trab_inf.pdf]
Cabe entender que el trabajo artístico estaría dentro de las “excepciones” que critica Lanata, excepción que dice se atribuye a un
“fin educativo”… Podría agregarse, a modo de intento de explicitar lo que aparece ya implícito, que nos encontramos aquí ante
una forma de consumo legal de niños/as.

En “La Subjetividad en Riesgo” de Silvia Bleichmar (Capítulo III), podemos ver que, en las lógicas del mercado, sostenidas por el
paradigma de eficiencia y rapidez, se reduce la conciencia a las necesidades; se nos crean necesidades artificiales, se nos
bombardea con distractores (informaciones que distraen, exceso de información que no forma). La tecnología no genera
libertad, sino más producción y más consumo; la idea parece ser que dejemos de pensar… En este marco no se cría a los
niños/as para un futuro mejor sino que se los prepara para sobrevivir, sentido bajo el cual se termina avalando una infancia
como “etapa de trabajo”. Así queda el ser despojado de un proyecto trascendente; el estudio, el trabajo como proyecto de vida
carecen de valor simbólico ya que solo se transitan como condición de supervivencia…

Este es el contexto general en el que quedan situados estos niños/as, como objeto de consumo a la vez que consumidores,
consumidos no solo a través del trabajo infantil sino también mediante el tráfico de niños/as, la prostitución infantil, la pedofilia,
la publicidad, etc. Este es el marco en el que, como dice Lanata, son muchísimos más los niños/as que fracasan que los que
siguen en la TV… Es factible pensar que, gran parte de ellos (al igual que todo niño/a que de alguna manera u otra son
constantemente consumidos en nuestro sistema) no logran sujetarse simbólicamente como sujetos sociales, no alcanzan a
visualizar ni mucho menos a establecer un proyecto de vida significativo. “No hay libertad sin anudamiento a un proyecto
posible” sostiene Bleichmar; podría agregarse que, no solo no hay libertad, sino que, muchas veces, el malestar que este
desvalimiento provoca puede convertirse en violencia para con uno mismo como para con los demás (lo que queda ilustrado en
las menciones que la nota hace respecto al presente adulto de algunos personajes expuestos a trabajo infantil en TV desde muy
pequeños).

Ahora bien, ante esta situación que se nos presenta como tan enormemente compleja, tan avasallante, tan inaccesible a
nuestras posibilidades de acción, cabe preguntarnos, como futuros psicólogos:
 ¿qué se hace al respecto?... Interrogante que no puede más que generarnos cierta incertidumbre ante tamaña situación…
M. Minncelli (en “Ceremonias Mínimas. Una apuesta a la educación en la era del consumo.”) establece una interesante
diferencia entre lo que llama incertidumbre intelectual (que habilita en el límite la pregunta por aquello a lo cual no le
encontramos una respuesta satisfactoria) e interperie intelectual (que implica que deberíamos saber, y la impotencia se
apodera del sujeto y lo apabulla).
Y sin dejarse apabullar y habilitando en el límite una pregunta, Minncelli se interroga: “¿qué no estamos haciendo y puede ser
promotor de la emergencia de eso que llamamos violencia?”…
Las “Ceremonias Mínimas” resultan ser, según la autora, un dispositivo clave para pensar, investigar y habilitar alternativas de
intervención no convencionales que nos permiten un hacer diferente en entornos muy difíciles. Como instancia de intervención
implican un reposicionamiento subjetivo de los adultos ante los niños/as y adolescentes. Mediante ellas se puede acotar la
lejanía de lo macro-social que produce impotencia e incapacidad; nos permiten instituir un discurso, desarticular discursos
encriptados y analizar discursos y prácticas docentes, profesionales, jurídicos, y sociales. Se tratará, en definitiva, de crear
condiciones de posibilidad subjetivantes, lo cual puede implicar a la acción política necesaria para que el Estado otorgue
cualidad de urgencia a la revisión del tratamiento social que afectan a las nuevas generaciones.

Siguiendo la lógica de Minncelli podríamos reformular nuestra pregunta:


 ¿Qué no se hace al respecto?...

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