Está en la página 1de 3

Argumento 3: Marcelo Amaut

Normalización de la belleza en nuestros días

Un tercer argumento que ahonda en nuestra problemática es que el modelo de

“belleza” se ha interiorizado en la sociedad desde tiempos inmemorables convirtiendo a la

sociedad una competencia de belleza estigmatizada totalmente innecesaria afectando, sobre

todo, al sector femenino. Según Grande-López (2019,), la implantación de los modelos de

belleza generaría con el pasar del tiempo cierta discriminación hacia los cuerpos de mujeres

que no se ven vulneradas por estos ideales. Por un lado, se busca no volver a la época en la

que la mujer era vista como un objeto, mientras que, por otro, los medios de comunicación

tratan de implantar la idea de que el éxito sólo se da si se tiene una cara bonita o un cuerpo

delgado, haciendo que muchas otras cualidades que son verdaderamente valiosas para el ser

humano sean pasadas por alto. Por lo que actualmente, debido al concepto de belleza que han

dado por sentado los medios difusores, las mujeres son las que más sufren al querer ser

partícipes en la sociedad y al ser juzgadas por sus apariencias físicas (pp.22-23).

Con esto, recalcamos una vez más que el aspecto físico en la mujer sigue siendo un

tema estereotipado que genera un entorno tóxico al tratar de subsistir en la sociedad. Los

medios de comunicación son principales influenciadores de estos “modelos” originando una

percepción errónea acerca de cómo una persona debe ser, cómo debe actuar y sobre cómo

debe vivir.

Así, se pone en evidencia, como la percepción de la “belleza” no se transmite sola,

sino que, se adueña poco a poco de la esencia de las personas; especialmente, de las mujeres.

Muñiz nos comenta que en un libro de Marcel Rouet (2014) menciona que “La mujer

atractiva es dueña de su vida”. Después de mencionar esto nos podemos preguntar ¿Las

mujeres son dueñas de sus vidas? Según la historia, la belleza es tan importante que el cuerpo

femenino ha sido materializado. Incluso se piensa como obligación con un esquema que
regula la belleza. Los criterios de bellezas son sociales, ya que es creada he impuesta por ella.

Y se expresa al cuidar tu piel, cuidar el comportamiento, cuidar como te vistes, ser lo que la

sociedad pide, estar a la moda y estar atentas a lo que le gusta o disgusta a nuestra sociedad o

cultura (p. 422).

Esto nos demuestra como es que el clasismo por “belleza” entra en nuestro diario vivir

y brinda libertades y beneficios por cumplir cierto tipo de estándares impuestos por la propia

sociedad, acercándonos más a una sociedad dividida donde los más “bellos” son los únicos

dignos y con el poder necesario para hacer lo que les plazca.

No obstante, al igual que con la sociedad, todos estos estereotipos e ideas generadas

por medios de comunicación, personas del “buen vivir”, entre otros, han ido evolucionando

para alcanzar la “perfección” en el aspecto físico con previa aprobación social. Según Buse

(2019), en los últimos años el modelo de delgadez extrema considerada como belleza fue

perdiendo gran valor incluso en certámenes de belleza propiamente dichos siendo

reemplazado por el famoso modelo “fitness”, buscando encontrar un equilibrio entre la

estética y la vida saludable ideal; sin embargo, en lugar de dar un cambio a mejor con este

modelo mucho más “cómodo”, se ha demostrado que los efectos del ideal fit tiene igual de

repercusiones en la imagen corpórea, autoestima, ánimo, etc., que el ideal de delgadez. Con

este nuevo modelo se presiona a las personas a no solo tener una idea de “delgadez para

encajar”, sino también el deber poseer músculos marcados y abdómenes tonificados (pp. 2-3).

Cada vez estos estereotipos se vuelven más exigentes e incluso perjudiciales para la

salud de aquellos que deciden ser parte de la “sociedad fit” que hoy en día llega a ser

sinónimo de aceptación social y bienestar en todo aspecto. No solo es una idea errónea, sino

que se disfrazada tras la idea de dar un cambio a mejor al estereotipo de belleza ya existente

desde antes.
Además, la belleza ha tomado tanta fuerza en nuestra sociedad al punto de ser lo

mínimo que cualquier persona debería esperar a aspirar tener por lo menos en algún momento

de su vida. Este aspecto de belleza lograda se convierte poco a poco en parte de la cultura

popular por lo que las generaciones tanto actuales como futuras crecen y crecerán con los

ideales impuestos por medios de comunicación, personas “sanas”, etc.

[…] hoy en día la presión sociocultural para los y las adolescentes es cada vez mayor,

donde a través de las relaciones interpersonales y la influencia de los medios de

comunicación, se pone en evidencia el culto al cuerpo existente en la sociedad actual. Así,

se evidencia que, en tanto la delgadez carga un valor de belleza, triunfo, prestigio y

aceptación total, se considera que la búsqueda de la perfección corporal es sinónimo de

realización personal. (Buse, 2019, p. 2).

La realización personal parte de cada persona y se relaciona directamente con sus

objetivos; el tener un cuerpo super tonificado o super delgado puede llegar a ser perjudicial

para la salud y no todas las personas pueden estar expuestas a todos los procedimientos

necesarios (dietas extremas, cirugías, ejercicios extremos, etc.) para ser aceptados por la

sociedad y llegar a su “versión perfecta”.

También podría gustarte