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Educación
Dirección Regional
de Educación Junín
Unidad Ejecutora Nº
307 - Jauja
I.E.E “SAN JOSÉ”
DE JAUJA
Juan 3, 16-21
OREMOS ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios
no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. Para quien cree en él
no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de
Dios.
Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran
malas. Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y
condenadas. Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.»
Palabra del Señor.
OBSERVAMOS:
https://www.youtube.com/watch?v=xRh4C9kN4gg
1. Introducción: Si quisiéramos delinear uno de los ejes en torno al cual gira nuestra sociedad contemporánea, podríamos
decir que uno entre ellos es el "cambio". Vemos cómo la sociedad, las instituciones, las empresas, las personas cambian...
Nos sorprendemos, a veces hasta con miedo, de la velocidad de los cambios en curso, de la potencia de este
"sistema nervioso" a escala planetaria y nos preguntamos a dónde se llegará, cuándo y hacia cuál configuración social se
está yendo con rapidez vertiginosa (1).
Es aquí que aparecen los grandes conflictos porque, de una parte "todo cambia", y de la otra la verdad de
Dios, y por lo tanto del bien, del amor y de la verdad del hombre mismo (2), permanecen siempre las
mismas. Así, el cambio cuestiona fuertemente la verdad (3) y la capacidad del hombre de conocerla, y nos
pone tantas veces en duda en los puntos esenciales de nuestra vida cristiana, exigiéndonos "reaprender" el
Mensaje de Jesús, que es válido para todos los tiempos y todos los hombres, pero que necesita ser
presentado de manera que pueda ser acogido por el hombre de hoy.
2. Por qué un "cambio de 'era'"
Si buscamos en el diccionario, era, según la Real Academia Española, es el "extenso período histórico caracterizado
por una gran innovación en las formas de vida y de cultura" (6).
Por tanto un cambio de era es aquel momento histórico en el cual se verifica un cambio profundo introducido por
el hombre. El cambio que se introduce es permanente y extensivo a su modo de estar en el mundo, de relacionarse y
"dominarlo". Así, los grandes cambios, que indican hitos históricos, irrumpen en la historia con una modificación de su
curso en forma irreversible.
Pensemos en aquello que en su momento significó la utilización del fuego, de la piedra, de los metales: eventos
que marcaron hitos irreversibles y que exigieron al hombre, que comenzaba a servirse de estos elementos, una nueva
forma de asumir su vida y de relacionarse con sus semejantes y con el mundo. De hecho, una vez introducidos estos
cambios, la supremacía de unos sobre otros ha quedado marcada por la utilización de aquello que produjo el "cambio
de era".
(1) Cfr. DE KERCKHOVE, D., La piel de la cultura: investigando la nueva realidad electrónica, Barcelona, Gedisa Editorial, 1995.
(6) REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la Lengua Española - 22a. edición, "era", 2.
(7) CORGNALI, D., Le nuove frontiere della comunicazione, en "Credere oggi" 86 (2/1995), p.5.
(8) Cfr. ECO, U., Apocalittici e integrati, Bompiani, Milano, 2005.
(9) Cfr. CORGNALI, D., Le nuove frontiere, op. cit., p. 12.
(10) Cfr. GUARINI, M., Tecnologia e cultura, en "La Comunicazione", ISCOM (Istituto Superiore delle Comunicazioni e delle Tecnologie dell'Informazione),
Roma 2000, www.bibliocomunicazioni.it/rivista/guarini_1.htm
(11) Cfr. DE KERCKHOVE, D., Connected Intelligence, Somerville, 1997; trad. fr., L'intélligence des réseaux, Paris, Odile Jacob,
2000, pp. 193-212.
(12) Cfr. RAMONET, I., Internet y el futuro de la información, en "El noticiero de las ideas", (1/2000), pp. 50-57; La tiranía de la
comunicación, Madrid, Editorial Debate, 1998.
REVISAR
.
Elevemos nuestra oración a Dios Padre diciendo:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Prof. L. Mercedes Fuentes LL.