JUICIO No.: 000003-0123-2010-LB VOTO No. 126/2012 PARMALAT CENTROAMERICA, S.A. TRIBUNAL NACIONAL LABORAL DE APELACIONES. Managua, veintitrés de marzo del dos mil doce. Las once y quince minutos de la mañana. VISTOS-RESULTA: Durante el transcurso de las fases procesales de esta causa, interpuesta ante el Juzgado Primer o de Distrito del Trabajo de Managua, por los señores MANUEL ANTONIO GUERRERO GUTIERREZ, SERGIO JAVIER RIVERA TIJERINO, DAGOBERTO DEL CARMEN JARQUIN URBINA, DENIS ALONSO BLASS, DONALD FAUSTINO ALANIZ FLORES, JOSE DENIS ESTRADA, DAVID CHACON OLIVARES Y BOANERGE DE JESUS CASTRO FLORES, en contra de la Empresa PARMALAT CENTROAMERICA, SOCIEDAD ANONIMA representada por el señor JORGE GONZALEZ OLIU en su calidad de Gerente General, con acción de pago de Horas Extras y Viáticos; el Juez Primero de Distrito del Tra bajo dictó la Sentencia Nº 152 de las once y diecisiete minutos de la mañana del ocho de octubre del año dos mil diez, en la que declara sin lugar la demanda, sin costas. Inconforme, el Licenciado José Santos Casco Zelaya, en su calidad de Apoderado General Judicial de los actores recurrió de apelación; dicho recurso fue admitido en ambos efectos, personándose ante la Sala Laboral del Tribunal de Apelaciones de Managua y expresando los agravios que le causaban la sentencia recurrida. La Sala Laboral mando a oír a la parte contraria de los agravios expresados, por medio de auto de las once de la mañana del veinticinco de enero del año dos mil once. Por imperio de la Ley 755 “Ley de Reforma y Adiciones a la Ley No 260, Ley Orgánica del Poder Judicial y Creado ra del Tribunal Nacional Laboral de Apelaciones”, se otorga competencia a este Tribunal para conocer la presente litis y siendo el caso de resolver; SE CONSIDERA: I. EN LO QUE HACE A LOS AGRAVIOS: El Licenciado JOSE SANTOS CASCO ZELAYA, en el carácter de A poderado General Judicial de los actores, en escrito presentado a las ocho y cuarenta minutos de la mañana del tres de noviembre del año dos mil diez, ante la Sala Laboral del Tribunal de Apelaciones de Managua, expresó los agravios que le causaban la sentencia recurrida, siendo en resumen los siguientes: Primer agravio: Que el Judicial violento el artículo 7 Pr., que nos dice: “ Los procedimientos no dependen de los jueces, los cuales no pueden restringirlos ni ampliarlos, sino en los casos determinados por la ley”; al mismo tiempo violentó el Arto. 333 C.T. por cuanto tuvo como prueba una documental aportada por la parte demandada por medio de auto del cinco de octubre del año dos mil diez, con citación de la parte contraria y posteriormente el ocho de octu bre dictó la sentencia en menos de veinticuatro horas que le notificó del referido auto, sin esperar si iba a hacer uso de su derecho de impugnar, por lo cual interpone incidente de nulidad absoluta y perpetua de la sentencia. Segundo agravio: el fundamento de derecho de la sentencia, por cuanto afirma que la realización de horas extras es materialmente imposible sin descanso alguno durante los treinta días del mes, lo cual resulta humanamente imposible, corroborando con esto que lo reclamado en horas extra s es irreal humana y medicamente hablando. El judicial pretende establecer que al afirmar esta representación que realizaban mis representados el equivalente a cien horas extras al mes, estoy diciendo que laboraban diariamente, esto demuestra poco conocimi ento del Judicial en cuanto a las formas de medir el tiempo. No estoy diciendo que trabajaban los treinta días del mes, tomando como término treinta días para determinar el mes laborable, aceptando la tesis planteada por el Juez A quo para que un trabajador tenga derecho a sus vacaciones debe laborar todos los días del mes, es decir no existe el descanso semanal. En mi demanda establezco que mis representados laboran doce horas diarias a partir de las ocho de la mañana, es decir realizaban 4 horas extras di arias que al mes son equivalentes a cien horas extraordinarias. El Judicial no tomó en cuenta documental visible a folio 118 “memorándum interno” con el que se demuestra la hora de entrada de las ocho de la mañana de mis representados. Tampoco tomo en cuen ta declaración testifical visible a folio 109 donde se demuestra que mis representados tienen descansos rotativos. Que el Judicial no analizó documento que rola del folio 119 al folio 149 del expediente, correspondiente a formato de seis meses de un trabajador, de ahí hubiera comprobado las horas extras realizadas. Tercer agravio: Causa agravios a mis representados cuando establece que las horas extras deben probarse día a día, momento a momento, y en el caso de autos la parte actora no lo demandó, ni probó , en esa forma. Demostré que mis representados entraban a laborar diariamente a las ocho de la mañana y el horario normal que la empresa les ha establecido a mis representados es de doce horas diarias promedio, por tales motivos es innecesario que haga una exposición de los días en que realizaron horas extras. Por lo anterior solicita que se declare con lugar el incidente de nulidad; si no se declara con lugar dicho incidente solicita que se abra a pruebas la causa y se vuelva a realizar la prueba de exhibi ción de documentos y por último que se revoque la sentencia y se declare con lugar la demanda. II.- ANALISIS DEL CASO SUBJUDICE: La presente litis se centra en el reclamo de horas extras y viáticos. De manera conglobada, en el libelo petitorio el represent ante de los actores expreso: “…mis representados son trabajadores activos de la Empresa PARMALAT CENTROAMERICA S.A., (PARMALAT), teniendo de laborar el más antiguo de ellos, desde el mes de Septiembre del mil novecientos ochenta y uno, y el más reciente de laborar ingresó en el mes de Enero del año dos mil nueve, todos ellos honorable judicial, se desempeñan como conductores de cabeza de acopio de leche, por lo cual devengan un Salario de NUEVE MIL NOVECIENTOS CORDOBAS (C$9,900.00) MENSUALES, sin recibir ningún otro tipo de bonificación ayuda, viatico etc. Honorable Judicial, mis representados diariamente tienen que presentarse a las ocho de la mañana a la Empresa, para proceder a realizar los viajes de recaudación de leche, al mismo tiempo de recoger la lec he, hacen un trabajo pericial como es verificar la calidad de la leche. Si bien es cierto señor juez, que mis representados tienen una hora de entrada como es las ocho de la mañana, y en ciertas ocasiones según el recorrido que les toca realizar, tienen que llegar más temprano. Como le expreso a su autoridad que su hora de entrada es las ocho de la mañana como cualquier trabajador, su horas de salida es irregular en vista que ellos hacen recorridos en la recaudación de leche que conlleva más de doce horas l aborables diaria, para cada uno de mis representados, realizando tanto jornada, diurnas, nocturnas y mixtas en ciertas ocasiones.” (Ver folios 2 y 3 del expediente de primera instancia). En la contestación de la demanda el Licenciado Luis Alberto Urbina Be ltrand, en el carácter de Apoderado Especial para Asuntos Laborales de la Empresa PARMALAT CENTROAMERICA, SOCIEDAD ANONIMA admitió las fechas de inicio de la relación laboral de cada uno de los trabajadores y refirió: “…los trabajadores dicen en su demanda que ellos se presentan diariamente a las ocho de la mañana, lo que desde ya rechazamos ya que no marcan tarjeta de entrada, y sus salidas son irregulares porque ellos hacen recorridos en la recaudación de leche, y que no conllevan más de doce horas diaria s, lo que desde ya negamos y rechazamos. El derecho laboral nicaragüense, impone ciertas limitaciones a la jornada laboral, excluyendo, de conformidad al Arto. 61 literal d) CT “QUIENES CUMPLEN SU COMETIDO FUERA DEL LOCAL DE SU CENTRO DE TRABAJO, SIN CONTR OL POR PARTE DE LA ADMINISTRACION CENTRAL ”, lo que los demandantes confirman en su demanda, no tienen hora de entrada, ni de salida por la naturaleza de las actividades que desempeñan, tampoco se limitan a la jornada de trabajo (Arto. 61 literal f), y la naturaleza del trabajo de los demandantes es el acopio de leche fuera de las instalaciones físicas de PARMALAT, por lo que negamos y rechazamos dicho pedimento y en especial las doce horas diarias.” (Ver folios 27 y 28 del expediente de primera instancia). Por último, concluye su contestación de demanda interponiendo las excepciones de ilegitimidad de personería, falta de acción y prescripción. Por medio de auto dictado a las doce y tres minutos de la tarde del once de junio del año dos mil diez, el Juez A quo rechazó la excepción de ilegitimidad de personería y mando a oír de las excepciones de prescripción y falta de acción. En vista que el Juez A quo omitió resolver lo concerniente a dichas excepciones en la sentencia definitiva, procederemos a analizar la procedencia o improcedencia de la excepción de prescripción planteada y también lo relativo a la excepción de falta de acción promovida. III.- EN CUANTO A LA EXCEPCION DE PRESCRIPCIÓN: En la contestación de la demanda, el Licenciado Urbina Beltrand, en el carácter con que actúa, expresa: “ Invoco la excepción de prescripción al diez de mayo del año dos mil nueve de conformidad con el Artos. 256 y 257 del Código del Trabajo, todo como una forma de extinguir cualquier supuesto derecho .”. Al respecto, el Art o. 256 C.T., establece que la prescripción es un modo de extinguir derechos y obligaciones de carácter laboral, mediante el transcurso del tiempo y en las condiciones que fija el Código del trabajo. El término para intentar las acciones que se derivan del Código de Trabajo, de la convención colectiva y del contrato individual de trabajo prescribirá en UN AÑO de acuerdo a las voces del Arto. 257 C.T., a este periodo ordinario de un año, se le establecen las excepciones que amplían el periodo de la prescripci ón en dos años (Arto. 258 C.T.) y otras excepciones que reducen el periodo de prescripción a seis meses (Arto. 259) y un mes (Arto. 260) ninguna de las excepciones son atinentes al caso de autos, por tanto no ahondamos en las mismas. En cuanto a la fecha d e inicio del cómputo de la prescripción, el Tribunal Nacional Laboral de Apelaciones, considera lo siguiente: INICIO DEL TÉRMINO DE LA PRESCRIPCIÓN: Que existen dos posturas según la doctrina y diferentes legislaciones que refieren sobre desde qué momento comienza a correr este término. Una es que ese momento “corre a partir del día en que el trabajador sea separado o se separe del trabajo”, dicho en otra forma “desde que termina la relación laboral, o se extingue el contrato”. Este es el que sigue el Códi go de Costa Rica, en su artículo 602: “Arto. 602. PRESCRIPCIÓN LABORAL NORMA GENERAL. Salvo disposición especial en contrario, todos los derechos y acciones provenientes de contratos de trabajo prescribirán en el término de seis meses, contado desde la fec ha de extinción de dichos contratos”. La segunda teoría, es que “La prescripción se inicia a partir del momento en que la obligación es exigible”. Esta es seguida por la “Ley Federal del Trabajo” de México, en su Artículo 516 así: “Las acciones de trabajo prescriben en un año, contado a partir del día siguiente a la fecha en que la obligación sea exigible, con las excepciones que se consignan en los artículos siguientes...”. Según MARIO DE LA CUEVA, en su obra “El nuevo Derecho Mexicano del Trabajo”, esto se debió a que la ley de 1931, solamente establecía el lapso de la prescripción, pero “no determina el momento a partir del cual correría la prescripción”. Y agrega: “Todavía recordamos una sentencia que condenó al pago de salarios de casi cuarenta años, a partir de 1899, una tesis que fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia”. Como puede apreciarse, las razones para establecer el Arto. 516 antes transcrito, fueron eminentemente económicas. Por su parte, el principio seguido por el Código del Trabajo de Costa Rica, en el Arto. 602, transcrito anteriormente, obedece a razones de los derechos del trabajador; los que encontramos recogidos en sentencia de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de este hermano país (Voto No. 5969 -93 de las 15:21 horas, del 16 de noviembre de 1993): “reconocer cualquier prescripción durante la vigencia del contrato atenta contra principios fundamentales del derecho laboral - principalmente el de justicia social, consagrado por los Artos. 74 de la Constitución y 1° del Código del Trabajo - que precisamente se basa en la idea de compensar mediante una legislación protectora a la debilidad económica y social del trabajador, particularmente dentro de su relación con el patrón. Hacer prescribir un derecho del trabaj ador mientras esté vigente la relación laboral, es decir, en esa situación de dependencia, equivale a menudo y la experiencia lo ha demostrado, a ponerlo a escoger entre efectuar el reclamo de sus derechos o conservar su empleo...”. Este principio adoptado por Costa Rica lo tenemos de manera más amplia en nuestro Código Civil de 1904, el que aún cuando en el Arto. 924 C., prescribe que: “Por lo general el término para la prescripción de acciones comenzará a correr desde el día en que la obligación sea exigi ble;” en su Arto. 931 C, establece casos de excepción así: “ NO CORRE la prescripción: 5°. “Contra los jornaleros y sirvientes domésticos, respecto a sus jornadas o salarios, mientras continúen trabajando o sirviendo al que se los debe”. Es de lógica supon er de que la inspiración de nuestros legisladores, fue de elemental sentido de justicia realidad y que es la misma que casi cien años después motiva al legislador costarricense; “Hacer prescribir un derecho del trabajador mientras esté vigente la relación laboral, en esa situación de dependencia, equivale entre efectuar el reclamo de sus derechos o conservar su empleo” . En el caso de autos la parte actora y apelante, reclama el pago de Vacaciones y Décimo tercer mes proporcionales, correspondientes al perí odo que laboró, que es del uno de enero de mil novecientos noventa y seis al diez de octubre del dos mil tres, ya que la Judicial solamente le mandó a pagar el último año de dichas prestaciones. El Ministerio del Trabajo ha interpretado el Arto. 257 C.T., igual a la legislación comparada citada anteriormente, de nuestra vecina Costa Rica, en diferentes consultas, como la del 16 de mayo del 2001 y del 14 de febrero del 2004, al concluir: “Durante exista la relación laboral las vacaciones no prescriben, porqu e los derechos reconocidos en la ley antes referida, prescriben un año después que cesa la relación laboral, artículo 257 C. T.”, por su parte el Arto. 77 C. T., prescribe: Cuando se ponga término al contrato de trabajo, o relación laboral, el trabajador tendrá derecho a que se le paguen los salarios y la parte proporcional de sus prestaciones de ley acumuladas durante el tiempo laborado”. Esta disposición, nos está diciendo dos cosas incuestionables: 1) Que el trabajador tiene derecho a reclamar el pago de los salarios y prestaciones de ley ACUMULADAS durante todo el tiempo trabajado, y que obviamente no le hayan sido pagadas, CUANDO TERMINE EL CONTRATO O RELACIÓN LABORAL. Este precepto complementa el contenido del Arto. 257 C. T.; así mismo, la Corte Supr ema de Justicia en varias consultas sobre la materia, entre ellas las contenidas en B. J. Pág. 479/1980, Pág. 240/1991; y Pág. 99/1997, expresando en todas ellas: “Que la prescripción corre contra los trabajadores cuando estos han sido cesanteados por una u otra causa, pero no correrá en contra de aquellos trabajadores que por razones varias no han gozado vacaciones y continúan trabajando para la misma empresa”, por lo que debe entenderse que la prescripción de un año que refiere el Arto. 257 C. T., empieza a correr desde que cesa la relación laboral, por ser lo más apegado a justicia y equidad laboral, por ser la opinión de nuestro máximo Tribunal de Justicia y del Ministerio del Trabajo; y por ser, conforme al P. F. VIII, C. T., lo más favorable al trabaja dor (In dubio pro operario), dando cumplimiento con todo lo dicho a la exigencia del Arto. 13 L. O. P. J...,” Establecido lo anterior, encontramos que para el caso de autos, todos los demandantes son trabajadores activos de la Empresa Parmalat Centroamérica, Sociedad Anónima, en tal sentido, mientras esté viva la relación laboral no opera la prescripción, como ya se dijo, en consecuencia el Tribunal Nacional debe desestimar la misma y entrar a conocer el fondo de la litis, para luego analizar o no la proced encia de la otra excepción interpuesta, es decir la falta de acción. IV.- ANALISIS DE LOS ELEMENTOS PROBATORIOS APORTADOS POR LAS PARTES: Siendo que la discusión de la presente litis se centra en el reclamo de horas extras efectuadas por los actores desde el inicio de la relación laboral de cada uno. Primeramente debemos fijar la fecha de inicio de la jornada laboral de los mismos, encontrando que está fue debidamente demostrada con la documental visible a folio 118 de cuadernillo de primera instancia, donde se hace un llamado de atención a uno de los demandantes como trabajador “ Conductor de Acopio” recordándole que la hora de entrada a la planta es a las ocho de la mañana (8:00 am), situación que fue rechazada por el Licenciado Urbina Beltrand, en su calidad de representante de la parte empleadora en la contestación de la demanda; tal como se estableció en el considerando II de la presente sentencia, cuando específicamente adujo “ …los trabajadores dicen en su demanda que ellos se presentan diariamente a las ocho de la mañana, lo que desde ya rechazamos ya que no marcan tarjeta de entrada… ” (Ver folio 27 del expediente de primera instancia). Por otra parte, el Licenciado José Santos Casco Zelaya, representante de los trabajadores, en escrito presentado ante el Juzgado A quo, a las once y veintitrés minutos de la mañana del seis de septiembre del año dos mil diez, solicitó la exhibición de: a) contratos de trabajo de los actores: con el objeto de demostrar la fecha de inicio de la relación laboral; b) tarjetas de control de entradas y salidas: a fin de demostrar el tiempo real diario que sus representados han laborado para la empresa Parmalat; c) planillas de pago, con el fin de comprobar que la Empresa no ha pagado debidamente las horas extras y viáticos y d) exhibición de formato de control de cumplimiento diario del Programa de Rutas de Acopio y Análisis de Leche Cruda: con el fin de comprobar la fecha en que salió cada uno de sus representados y la fecha de llegada a la empresa PARMALAT. La recepción de dicha s pruebas fue evacuada por el Judicial mediante auto de las nueve y cincuenta minutos de la mañana del ocho de septiembre del año dos mil diez (auto visible a folio 78 de primera instancia). En el acta de exhibición de documentos visible a folio 114, espec íficamente en relación a los puntos b) y d), este Tribunal observa que el representante de la parte demandada no aportó las tarjetas de control de entradas y salidas, alegando que “ debido a que su cometido lo efectúan fuera del control de la Administración Central de la Empresa”; en cuanto a la presentación de los Formatos de Cumplimiento Diario del Programa de Rutas de Acopio y Análisis de Leche Cruda, se observa en el acta de exhibición de documentos que el representante de los actores expreso que en dich o formato contiene la hora de entrada y salida de la planta, por su parte el Licenciado Urbina Beltrand, en el carácter con que actúa, se comprometió a presentar en ORDICE las copias de las planillas de los formatos de los últimos seis meses de un trabajad or. De lo anterior, encuentra este Tribunal Nacional que el representante de la parte empleadora no cumplió con la exhibición de las pruebas documentales requeridas, operando plenamente la presunción legal establecida en el Arto. 334 C.T., misma que refier e: “Cuando el trabajador proponga como prueba la exhibición del contrato escrito de trabajo, planillas o libros de salarios o de contabilidad o comprobante relativo al objeto del juicio que por obligación legal deba llevar el empleador, la autoridad labora l conminará a éste a exhibirlos en la audiencia que corresponda. En caso de desobediencia, se establece la presunción legal de que son ciertos los datos aducidos por el trabajador .” En vista de que no era su potestad, ni estaba al arbitrio de la parte demandada, la presentación parcial del Formato del Control de Cumplimiento Diario del Programa de Rutas de Acopio y Análisis de Leche Cruda, relativa a un solo trabajador y por un periodo de seis meses laborados; máxime que de las documentales que rola en el e xpediente, concernientes a los Formatos del Control de Cumplimiento Diario del Programa de Rutas de Acopio y Análisis de Leche Cruda, aportadas por la parte actora (folios 119 al 149) y aportadas por la parte demandada (folios 186 al 276) se desprende que dicho formato no es más que un control horario que refleja: 1) la hora de entrada del conductor de la planta de cada ruta de acopio debidamente programada por la Empresa, 2) la hora de llegada del conductor a la planta una vez terminado su programa de ruta, tal como así lo refirieron el Gerente de Acopio y el Gerente de Recursos Humanos, (ver preguntas N° 5, frente del folio 109 y pregunta N° 8 reverso del folio 109); de allí que se demuestra cabalmente la labor continua de más de doce horas de un solo trab ajador (ver “hora de llegada a la planta” y “horas de Arribo” y “salida”), lo que viene a reforzar la presunción legal que opera en la presente litis ante la falta de presentación de los documentos requeridos de todo el periodo de labores de cada uno de los trabajadores demandantes, como ya se dijo. De igual forma, se evidencia la mala fe del Gerente General de la Empresa demandada, por cuanto en el acta de absolución de posiciones visible a folio 107 denota un “total desconocimiento” en relación a las preg untas formuladas en el pliego petitorio, también se observa mala fe de los testigos de la misma parte, en especial la del testigo Gerente de Recursos Humanos, que refirió desconocer las funciones de los conductores de acopio, (ver pregunta N° 1, reverso fo lio 108), para luego referir de forma falaz que conocía las funciones de todos los trabajadores de la empresa (ver primera pregunta del Juez, reverso folio 108). Situaciones que para este Tribunal Nacional, resultan inverosímiles de creer dadas las funciones operativas, administrativas y reales de ambos Gerentes. Por lo anteriormente expuesto, corresponde declarar con lugar el pago de horas extras, tal como fueron demandadas por los trabajadores en su libelo petitorio, debiendo rechazarse por estos motivos, la excepción de falta de acción interpuesta por la parte demandada. En lo que respecta al reclamo de los viáticos, la parte actora no demostró que la Empresa demandada pagara los mismos, ni por costumbre o por estar establecidos en el convenio colectivo, por tales motivos corresponde desestimar este pedimento. V.- DESISTIMIENTO: Visto el escrito presentado por el señor Dagoberto del Carmen Jarquín Urbina, ante la Sala Laboral del Tribunal de Apelaciones de Managua, a la una y veinticinco minutos de la tard e del veinticinco de noviembre del año dos mil diez, mediante el cual desiste de la demanda en base al Arto. 404 C.T., y 385 Pr., no le queda más a este Tribunal que acoger su solicitud y tener por desistida su demanda. POR TANTO: En base a lo considerado, disposiciones legales citadas y Artos., 270 al 272 y 347 C.T., y artículo primero, párrafo primero del artículo 40 bis de la Ley 755 “Ley de Reforma y Adiciones a la Ley No. 260, Ley Orgánica del Poder Judicial y Creadora del Tribunal Nacional Laboral de Apelaciones, los suscritos Magistrados que conforman el TRIBUNAL NACIONAL LABORAL DE APELACIONES , RESUELVEN: I) Téngase por desistida la demanda entablada por el señor DAGOBERTO JARQUIN URBINA, conforme lo establecido en el Considerando V de la presente sentencia. II) No ha lugar a las excepciones de prescripción y falta de acción interpuestas por el Licenciado LUIS ALBERTO URBINA BELTRAND, en el carácter de Apoderado Especial para Asuntos Laborales de la Empresa PARMALAT CENTROAMERICA, SOCIEDAD ANÓNIMA. III) Se declara parcialmente con lugar el recurso de apelación interpuesto por el Licenciado JOSE SANTOS CASCO ZELAYA, en su carácter de Apoderado General Judicial de los señores DENIS ALFONSO BLAS, JOSE DENIS ESTRADA, DONALD ALANIZ FLORES, MANUEL ANTONIO GUERRERO GUTIERREZ Y DAVID CHACON OLIVARES .- IV) Se REVOCA la Sentencia Nº 152 de las once y diecisiete minutos de la mañana del ocho de octubre del año dos mil diez, dictada por el Juez Suplente del Juzgado Primero del Trabajo de Managua . V) Ha lugar a que la Empresa PARMALAT CENTROAMERICA, SOCIEDAD ANÓNIMA, representada por el Licenciado LUIS ALBERTO URBINA BELTRAND, en carácter de Apoderado Especial para Asuntos Laborales, pague dentro de tercero día de notificado el “ CUMPLASE” de la presente sentencia, lo siguiente: a) al señor DENIS ALFONSO BLASS, la cantidad de DOS MILLONES OCHOCIENTOS TREINTA Y OCHO MIL CORDOBAS (C$2 , 838,000.00), en concepto de Horas Extras. b) al señor JOSE DENIS ESTRADA la cantidad de OCHOCIENTOS CUARENTA Y UN MIL QUINIENTOS CORDOBAS (C$841.500.00), en concepto de Horas Extras; c) al señor DONALD ALANIZ FLORES, la cantidad de QUINIENTOS TRES MIL DOSCIENTOS CINCUENTA CORDOBAS (C$503,250.00), en concepto de Horas Extras; d) al señor MANUEL ANTONIO GUERRERO la cantidad de CUATROCIENTOS SETENTA Y OCHO MIL QUINIENTOS CORDOBAS (C$478,500.00), en concepto de Horas Extras y e) al señor DAVID CHACON OLIVARES la cantidad de TRESCIENTOS SESENTA Y TRES MIL CORDOBAS (C$363,000.00) en concepto de Horas Extras. VI) No ha lugar al pago de viáticos. VII) No hay costas. Cópiese, notifíquese y con testimonio concertado de lo resuelto, regresen las diligencias al juzgado de origen. O. BRENES.- ANA MARIA PEREIRA T. - LUIS MANUEL OSEJO PINEDA.- FERNANDO MALESPIN. PM CASTELLON CH. SRIO . Managua, veintiséis de m arzo del dos mil doce.