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UNIVERSIDAD PÚBLICA DE EL ALTO

INGENIERÍA DE GAS Y PETROQUIMICA

Tema: EVAPORACIÓN Y CRISTALIZACIÓN

Integrantes: Álvarez Condori Ronald Ramiro


Escobar Mollo Juana Gabriela
Guarachi Mamani Anahí Gabriela
Ticona Apaza Jairo Rubén
Docente: Ing Conde Flores Goyo Damián
Materia. Operaciones Unitarias II
Semestre: 7 tmo

EL ALTO – LA PAZ

EL ALTO_ LA PAZ
INDICE

1. Introducción
2. Marco teórico
2.1. Definición
2.2. Mecanismo de operación
2.3. Factores que afectan la operación
2.4. Accesorios de los evaporadores
2.5. Capacidad de evaporación
2.6. Funcionamiento de los evaporadores
2.7. Tipos de evaporadores
3. Bibliografía
1. INTRODUCCION

La evaporación es una operación unitaria que consiste en la eliminación de agua de un


alimento fluido mediante vaporización o ebullición. Son varios los alimentos que se obtienen en
forma de soluciones acuosas, y que para facilitar su conservación y transporte se concentran
en una etapa de eliminación de agua. Esta eliminación puede realizarse de diferentes formas,
aunque es la evaporación uno de los métodos mas utilizados. Los dispositivos para realizar
esta eliminación de agua se denominan evaporadores.
Un evaporador consta, esencialmente, de dos cámaras, una de condensación y otra de
evaporación. En la de condensación un vapor de agua se transforma en líquido, con lo que
cede su calor latente de condensación, el cual es captado en la cámara de evaporación por el
alimento, del que se desea eliminar el agua. El agua evaporada abandona la cámara de
evaporación a la temperatura de ebullición, al mismo tiempo que se obtiene una corriente de
solución concentrada.
El caudal de vapor vivo de agua es wV, mientras que wA es el del alimento, obteniéndose una
corriente de vapor V y una de concentrado wC. El vapor desprendido V se lleva a un
condensador donde condensa. Es importante resaltar que muchas soluciones alimentarias son
termolábiles, y pueden quedar afectadas si son expuestas a una temperatura demasiado
elevada. Es por ello que en muchos casos es conveniente operar a vacío en la cámara de
evaporación, lo que hace que la temperatura de ebullición de la solución acuosa sea menor, y
el fluido se vea afectado por el calor en menor grado. Si se opera a vacío, es necesario
disponer de un dispositivo que lo realice. Asimismo, será necesario que, en el condensador
utilizado en la condensación del vapor desprendido en la cámara de evaporación, se disponga
de una columna barométrica que compense la diferencia de presiones con el exterior.
2. MARCO TERIOCO

2.1. DEFINICION DE LA OPERACIÓN UNITARIA

La evaporación es una operación unitaria que consiste en la eliminación de agua de una


solución diluida y concentrada mediante vaporización o ebullición.

2.2. MECANISMO DE OPERACIÓN

Puesto que la evaporación implica una ebullición, la subcapa gaseosa en contacto con la fase
líquida en la interface líquido-vapor, estará constituida por vapor generado y por consiguiente
no habrá resistencia a la transferencia de materia en la fase gaseosa, de ahí que esta
operación esté controlada por la velocidad de transferencia de calor y no por la correspondiente
de transferencia de materia.

Figura 1. Representación esquematizada de un evaporador

2.3. FACTORES QUE AFECTAN LA OPERACION


Las propiedades físicas y químicas de la solución que se está concentrando y del vapor que se
separa tienen un efecto considerable sobre el tipo de evaporador que debe usarse y sobre la
presión y la temperatura del proceso. A continuación se analizan algunas propiedades que
afectan a los métodos de procesamiento.
Concentración en el líquido. Por lo general, la alimentación líquida a un evaporador es
bastante diluida, por lo que su viscosidad, bastante baja, es similar a la del agua y se opera con
coeficientes de transferencia de calor bastante altos. A medida que se verifica la evaporación,
la solución se concentra y su viscosidad puede elevarse notablemente, causando una marcada
disminución del coeficiente de transferencia de calor. Se requiere entonces una circulación o
turbulencia adecuada para evitar que el coeficiente se reduzca demasiado.
Solubilidad. A medida que se calienta la solución y aumenta la concentración del soluto o sal,
puede excederse el límite de solubilidad del material en solución y se formaran cristales. Esto
limita la concentración máxima que puede obtenerse por evaporación de la solución. En la
mayoría de los casos, la solubilidad de la sal aumenta con la temperatura. Esto significa que, al
enfriar a temperatura ambiente una solución concentrada caliente que proviene de un
evaporador puede presentarse una cristalización.
Sensibilidad térmica de los materiales. Muchos productos, en especial los alimentos y otros
materiales biológicos, son sensibles a la temperatura y se degradan cuando ésta sube o el
calentamiento es muy prolongado. Entre ellos están los materiales farmacéuticos; productos
alimenticios como leche, jugo de naranja y extractos vegetales; y materiales químicos
orgánicos delicados. La cantidad de degradación está en función de la temperatura y del
tiempo.
Formación de espumas. En algunos casos, los materiales constituidos por soluciones
cáusticas, soluciones de alimentos como leche desnatada y algunas soluciones de ácidos
grasos, forman espuma durante la ebullición. Esta espuma es arrastrada por el vapor que sale
del evaporador y puede producir pérdidas de material.
Presión y temperatura. El punto de ebullición de la solución está relacionado con la presión
del sistema. Cuanto más elevada sea la presión de operación del evaporador, mayor será la
temperatura de ebullición. Además, la temperatura de ebullición también se eleva a medida que
aumenta la concentración del material disuelto por la acción de la evaporación. Este fenómeno
se llama elevación del punto de ebullición. Para mantener a un nivel bajo la temperatura de los
materiales termosensibles suele ser necesario operar a presiones inferiores a 1 atm, esto es, al
vacío.
2.4. ACCESORIOS DE LOS EVAPORADORES

Describiremos brevemente algunos accesorios que son fundamentales para el funcionamiento


de los evaporadores y encuentran también empleo en otras operaciones tecnológicas.

Condensadores. Cuando un evaporador ha de trabajar a presión inferior a la atmosférica, el


procedimiento más eficaz es· conectar la cámara de evaporación con una bomba de vacío, a
través de un condensador enfriado por agua. La presión sobre la cámara de evaporación nunca
puede llegar a ser menor que la tensión de vapor del agua a la temperatura del condensador.
Aunque pueden emplearse condensadores de superficie, casi siempre se emplean los de
contacto directo, por ser más económicos.
El condensador de superficie es un cambiador de calor, y puede servir como tal un calentador
tubular de vapor. Las dimensiones del calentador se calculan de acuerdo con las leyes de
transmisión del calor, ya conocidas.
En el condensador de contacto la condensación del vapor se efectúa por contacto con el agua
de refrigeración. El contacto puede hacerse en corriente paralela o en contracorriente; en el
primer caso, los gases no condensables se enfrían hasta la temperatura de salida del agua; en
el último, hasta la temperatura de entrada.
El agua y los gases no condensables pueden salir del condensador junto o separado, según el
diseño que se adopte.
En la figura 2 hemos representado esquemáticamente un condensador del primer tipo. Al
extremo de salida ha de conectarse una bomba de vacío capaz de extraer la mezcla de líquido
y gases.

Figura 2. Condensador de contacto

Si conectamos con la cámara de evaporación una trompa de agua, ésta actuará al mismo
tiempo como condensador directo y como bomba de vacío. El dispositivo, aunque más sencillo,
t iené el inconveniente de que su consumo de agua es muy grande.
En la figura 3 se representa un condensador en contra corriente, con salidas separadas del
agua y de los gases incondensables.
Figura 3. Condensador en contracorriente (cascada)
El agua cae en dos cascadas, poniéndose en contacto con la mezcla gaseosa procedente del
evaporador. Este condensador requiere una bomba de vacío para extraer el aire, conectada a
la salida superior, y otra para el arrastre del agua, conectada al extremo inferior. Esta última
puede sustituirse por el dispositivo llamado de columna barométrica: si al extremo inferior del
condensador conectamos un tubo vertical descendente, de 10 m de altura, sumergido por el
extremo opuesto en un pequeño depósito con rebosadero, que actúa de cierre de agua, el
agua puede descargar a la atmósfera a través de este tubo, aunque la presión en el
condensador sea muy reducida.

Salida del condensado. El sistema más elemental para la extracción del condensado consiste
en un grifo regulable que se gradúa de modo que el caudal de salida sea igual a la cantidad de
agua formada por condensación pero este sistema requiere la atención continua de un
operario, y, a pesar de ello, es fácil que se produzcan pérdidas de vapor o anegamientos de la
cámara de calefacción.
Los aparatos automáticos empleados reciben el nombre de purgadores. Su misión es permitir
la descarga del condensado sin dejar salir el vapor. Hay dos tipos principales de purgadores:

Termostático. La distinción entre el vapor y el condensado se basa en las diferentes


temperaturas que tienen ambos junto a la parte activa de la válvula del purgador. El
funcionamiento de uno de estos aparatos se comprende estudiando la figura 4, que
corresponde a un purgador termostático de dilatación de líquido: en el interior del
cartucho metálico A hay un tubo de paredes onduladas a cuyo extremo (de la izquierda)
se une el vástago de la válvula C. El espacio rapar entre el tubo A y el fuelle está lleno
de aceite. Al calentarse el cartucho metálico por contacto con el vapor, se dilata el
aceite, obligando a contraerse el fuelle B, y con ello la válvula e se cierra sobre su
asiento. Al enfriarse nuevamente el elemento se abre la válvula, dando salida al
condensado.
Figura 4. Purgador de condensado, de tipo termostático.

Mecanismos. La diferenciación se hace mecánicamente, por medio de una cubeta o un


flotador. Para ilustrar su funcionamiento hemos representado, en la figura 5, un purgador
de cubeta. La cubeta A mantiene su posición horizontal hasta que se llena de
condensado; en este momento gira sobre el eje de la izquierda, abriendo, al caer, la
válvula de salida, C, por desplazamiento del vástago B. Parte del condensado sale por la
válvula, y al descargarse la cubeta adopta nuevamente la, posición horizontal.
Los purgadores mecánicos pueden emplearse para la extracción de grandes volúmenes
de condensado, y se adaptan bien a las variaciones de caudal.

Figura 5. Purgador de condensado, de tipo mecánico.

En muchos casos puede acoplarse un dispositivo de relé, con un purgador pequeño dispuesto
en derivación' con la corriente principal del condensado, que actúa sobre la válvula de salida.
Los purgadores descritos descargan el condensado a una presión siempre inferior a la
existente en la cámara de condensación. Otros diseños mecánicos más complicados pueden
efectuar la descarga contra un espacio que se encuentre a presión superior a la del vapor
condensante.
Purga de aire y de los gases condensables. El vapor de agua siempre arrastra aire y otros
gases no condensables, en mayor o menor proporción. Estos gases se acumularán en la
cámara de calefacción, haciendo disminuir progresivamente la temperatura de condensación y
el coeficiente de transmisión. Por esto, ha de proveerse un medio para la evacuación del aire.
Cuando la cantidad es pequeña, basta con un pequeño grifo de purga, que se maneja a mano;
pero, en instalaciones grandes, es conveniente el empleo de dispositivos de separación
automática del aire sin que arrastre vapor, que, en líneas generales, están basados en los
mismos principios que el purgador del condensado.

2.5. CAPACIDAD DE EVAPORACION

El funcionamiento de un evaporador está sometido a las leyes de transmisión del calor. De


acuerdo con ellas, la cantidad de calor transmitida es proporcional a tres factores: superficie de
evaporación, diferencia de temperaturas entre el vapor condensante y el líquido hirviente, y
coeficiente global de transmisión.
La superficie de evaporación tiene un valor fijo en un evaporador ya construido. No podemos
decir lo mismo de la diferencia de temperaturas y del coeficiente de transmisión, que varían con
las condiciones del vapor condensante y del líquido a evaporar.

Diferencia de temperaturas. Este factor es función directa de las temperaturas de la cámara


de condensación y la cámara de evaporación.
La temperatura de la cámara de condensación depende de la presión del vapor, que se
mantiene constante en una instalación normal. 'Sólo cuando se acumulan gases no
condensables puede descender" la temperatura de condensación para una misma presión
total, ya que ésta será la suma de la presión del vapor y la que ejercen los gases permanentes.
Para una proporción relativamente pequeña de bases puede cesar en absoluto la transmisión
del calor, por anularse la diferencia de temperaturas. A este respecto, ya se ha citado la
necesidad del empleo de grifos de purga de aire.
En un aparato que esté evaporando agua, la temperatura de la cámara de evaporación es la de
ebullición del agua a la presión dada; determinando ésta con un manómetro, hallaremos la
temperatura en las tablas del vapor. En la práctica, la disolución que se evapora contiene
mayor o menor proporción de sólidos disueltos, y, en consecuencia, el punto de ebullición es
superior al del agua a la misma presión.
Los evaporadores funcionan, en general, en marcha continua, y así, la concentración del
líquido puede suponerse constante e igual a la concentración de salida. Para los fines de la
transmisión del calor supondremos que el líquido se calienta hasta la temperatura de ebullición,
antes de llegar a la. Superficie de calefacción.

Elevación del punto de ebullición.-El aumento del punto de ebullición, aunque dado por las
leyes de la quimicofísica, se determina ordinariamente mediante la regla de Dühring: la
temperatura de ebullición de una disolución acuosa a distintas presiones es función lineal de la
temperatura de ebullición del agua a la misma presión. Basándonos en esta regla, si
conocemos la temperatura de ebullición a dos presiones diferentes, podemos construir un
diagrama (como el de la figura 6, para las disoluciones de hidróxido sódico) que nos permite
obtener el punto de ebullición a cualquier presión. La elevación del punto de ebullición varía
poco con la presión, y es prácticamente constante dentro del intervalo que puede interesarnos.
Una vez conocido el valor de la elevación podemos sumarlo a la temperatura deducida de las
indicaciones del manómetro y de las tablas del vapor, y así hallar la verdadera temperatura de
ebullición. Para las disoluciones concentradas, este término de corrección puede ser del mismo
orden de magnitud que la diferencia real de temperaturas.
La temperatura así determinada corresponde a la ebullición en la superficie libre del líquido en
el evaporador. Por debajo de este nivel, la temperatura será superior, como corresponde al
aumento de la presión total con la carga hidrostática del líquido. Aunque la elevación por este
concepto es corrientemente de poca importancia, representa un factor digno de ser tenido en
cuenta en un evaporador que opere con diferencias de temperatura del orden de 10° C. Por
otra parte, al estudiar la transmisión del calor ya vimos cómo la existencia de la carga
hidrostática altera el esquema ideal supuesto para la evaporación, de modo que en una parte
muy considerable de la superficie de calefacción el proceso real puede ser el calentamiento del
líquido y no la evaporación. Esto explica que el coeficiente de transmisión aparente varíe con el
nivel del líquido en el evaporador, presentando, a veces, un máximo muy marcado para una
altura óptima.
Figura 6. Diagrama de Dühring para la disolución de NaOH
Coeficiente de transmisión del calor. En el coeficiente integral de transmisión se han
combinado los coeficientes superficiales del vapor condensante y del líquido hirviente con las
resistencias de conducción de la pared de separación y los depósitos sólidos que pueden
formarse en ambas caras. A excepción de la resistencia de la pared, y quizá también del
coeficiente superficial de condensación, todos los factores que determinan el coeficiente
integral son variables. Aunque supongamos que las superficies del evaporador se mantienen
perfectamente limpias, queda como variable el coeficiente superficial de evaporación. Su
dependencia de la viscosidad y de las condiciones de movimiento del líquido ya se estudió
anteriormente.
De todos modos, y esto es lo que hemos de acentuar, el coeficiente de transmisión varía de
unos puntos a otros de la superficie, y el que se emplea en los cálculos es un valor medio
determinado experimentalmente para la evaporación del líquido dado. Como este coeficiente
se ha despejado de la igualdad q = UΔt, su valor depende del incremento de temperatura
considerado. Normalmente hemos de tomar como tal la diferencia entre la temperatura de
condensación, deducida de la presión, y la temperatura real de ebullición en la superficie del
líquido. No es aconsejable el empleo del coeficiente aparente, en cuya deducción se hace caso
omiso de la elevación del punto de ebullición, porque podría llevar a resultados totalmente
falsos.

2.6. FUNCIONAMIENTO DE LOS EVAPORADORES

A continuación estudiamos algunas cuestiones características del funcionamiento de los


evaporadores.

Formación de espuma. La formación de espuma en un líquido depende de la combinación de


algunos fenómenos superficiales. En todo caso, la presencia de un sólido en disolución
aumenta enormemente la estabilidad de la espuma, y con ello el arrastre del líquido junto con
el vapor. Para impedir esto se sigue uno de estos dos procedimientos:

Fisicoquímico. Consiste en la adición de pequeñas cantidades de sustancias, que, al


modificar las condiciones de la interface, impiden la formación de espuma. Con este fin
se emplean aceites suIfonados y otros agentes modificadores de la tensión superficial.

Mecánico.- Mediante determinadas modificaciones en el diseño del evaporador, puede


conseguirse la rotura de las espumas. En algunos evaporadores se dispone por encima
del nivel del líquido una superficie de calefacción que, al calentar la espuma, produce su
rotura por dilatación. En los evaporadores de circulación forzada se consigue la rotura
por choque rápido de la mezcla contra un deflector. Cuando el vapor se aleja a velocidad
elevada de la superficie de calefacción, se produce también un arrastre de gotas de
líquido, independiente de la formación de espuma. Este arrastre, que es tanto menor
cuanto más largo es el recorrido del vapor dentro del evaporador, se atenúa con un
dispositivo como el estudiado para el evaporador de circulación forzada, el vapor al salir
de los tubos atraviesa por la cortina de líquido formada por choque contra un deflector.
También es muy efectivo el separador de ciclón, descrito para el mismo evaporador.
Eliminación del aire. Ya hemos discutido anteriormente la necesidad de eliminar el aire de la
cámara donde se condensa el vapor calefactor. La posición óptima del sistema de purga del
aire depende de la forma de la cámara y del recorrido del vapor en ella. Cuando el vapor
recorre un camino definido, se situará el purgador de gases al final de éste. En otro caso, es un
lugar conveniente la pared superior de la cámara, y, dentro de ella, el punto más alejado de la
entrada del vapor.
Cuando la presión del vapor es superior a la atmosférica, puede descargarse el aire al
ambiente. En otro caso, puede conectarse el purgador de gases a la cámara de evaporación,
que estará siempre a presión inferior. Es inevitable que junto con el aire salga algo de vapor,
que en el primer caso se pierde totalmente, mientras que en el segundo tendrá el mismo
posible aprovechamiento que el vapor de baja presión.

Separación de sólidos. En muchas ocasiones, la evaporación trae consigo la precipitación de


sólidos o sales, que han de separarse de las superficies de calefacción para que no
entorpezcan el funcionamiento del evaporador. En estos casos es conveniente sustituir el fondo
plano del evaporador por otro cónico en el que van sedimentándose los sólidos.
Cuando el volumen de sólidos que hayan de depositarse durante el período normal de
funcionamiento sea superior a la capacidad de este recipiente, es necesario disponer .la
separación continua o intermitente de los mismos. Para la separación intermitente se conecta a
la parte inferior del fondo cónico un receptor de cristales, que es un depósito cerrado,
generalmente con fondo filtrante, como el de la figura 7. Las dos conexiones de la parte
superior sirven para igualar la presión interior a la atmosférica o a la de la cámara de
evaporación, antes de comenzar las fases de descarga o recogida de cristales,
respectivamente. La mezcla de líquido y cristales llega intermitentemente sobre el filtro,
escurriendo el líquido por el fondo. Cuando se han acumulado cristales en cantidad suficiente,
se corta el paso de la mezcla y se procede a la separación de aquéllos a través de una boca
dispuesta sobre la tela filtrante.
La separación continua requiere el empleo de una bomba que extrae del fondo cónico una
mezcla de sólido y líquido y la lleva a un sedimentador, de donde el líquido vuelve nuevamente
al evaporador. El dispositivo aprovecha la bomba de circulación del circuito principal para
establecer una corriente derivada a través del sedimentador.

Formación de incrustaciones. De los sólidos disueltos en una disolución evaporada, aquellos


cuya solubilidad disminuye con la temperatura tienden a depositarse sobre la superficie de
calefacción, generalmente en forma de una costra dura. Que obstaculiza la transmisión del
calor. Al cabo de cierto tiempo, y según las condiciones de funcionamiento, la capacidad de
evaporación desciende tanto que es conveniente parar el evaporador y proceder a la limpieza
de las superficies de calefacción.
Según la naturaleza de la costra, la limpieza puede efectuarse haciendo funcionar el
evaporador con agua, ácidos o álcalis diluidos, o estos dos últimos sucesivamente. Los
precipitados más resistentes han de separarse por raspado mecánico con herramientas
adecuadas.

Figura 7. Separador intermitente, de fondo filtrante, para solidos

Evaporación en vacío. Aunque ello supone una complicación en los aparatos empleados, en
muchas ocasiones se recurre a la evaporación a presión inferior a la atmosférica, que es
conocida con el nombre de evaporación en vacío. El fin buscado, que es la disminución de la
temperatura de ebullición, se justifica por uno de estos tres motivos:
1° Aprovechamiento de vapor de baja presión para la calefacción.
2° Aumento de la capacidad de evaporación.
3° Evaporación de mezclas o disoluciones que pueden alterarse a temperaturas más
elevadas.
Si en una fábrica se dispone de vapor a presión atmosférica, inferior a ella o algo superior,
como puede ser el vapor de escape de una turbina, podemos emplear este vapor como medio
de calefacción en un evaporador. Si el vapor condensa a 1000 C, la ebullición de la disolución
acuosa ha de producirse a una temperatura inferior a aquélla, y, para ello, la presión sobre el
espacio de evaporación ha de ser inferior a la atmosférica.
La capacidad de evaporación de un evaporador dado puede aumentarse sin más, reduciendo
la presión en el espacio de evaporación. De este modo disminuye la temperatura de ebullición,
aumentando en la misma medida la diferencia de temperaturas entre las dos cámaras. El calor
transmitido no aumenta proporcionalmente, pues, al hacerse más viscosa la disolución,
disminuirá el coeficiente de transmisión. Al bajar de una temperatura determinada se invierte el
efecto buscado, pues el aumento de Δt es menor que la disminución consiguiente del
coeficiente de transmisión.
2.7. TIPOS DE EVAPORADORES

El tipo de equipo usado depende tanto de la configuración de la superficie para la transferencia


de calor como de los medios utilizados para lograr la agitación o circulación del líquido. A
continuación se analizan los tipos generales de equipo.
Marmita abierta o artesa. La forma más simple de un evaporador es una marmita abierta o
artesa en la cual se hierve el líquido. El suministro de calor proviene de la condensación de
vapor de agua en una chaqueta o en serpentines sumergidos en el líquido. En algunos casos,
la marmita se calienta a fuego directo. Estos evaporadores son económicos y de operación
simple, pero el desperdicio de calor es excesivo. En ciertos equipos se usan paletas o
raspadores para agitar el líquido.

Evaporadores de placas. Tal como su nombre indica constan de un conjunto de placas, que
se distribuyen en unidades, en las que el vapor condensa en los canales formados entre
placas, y el líquido calentado hierve sobre las superficies de las placas, ascendiendo y
descendiendo en forma de película sobre las mismas. La mezcla de líquido y vapor que se
forma pasa a un evaporador centrífugo. Estos evaporadores son útiles para concentrar
productos sensibles al calor, pues se consiguen altas velocidades de tratamiento, lo que
permite una buena transmisión de calor y cortos tiempos de residencia del producto en el
evaporador. Además, ocupan poca superficie en el suelo, y son de fácil manejo en la operación
de limpieza, ya que su desmontaje y montaje es fácil y rápido.
Evaporador de tubos horizontales con circulación natural. El banco horizontal de tubos de
calentamiento es similar al banco de tubos de un intercambiador de calor. El vapor de agua
entra a los tubos y se condensa; el condensado sale por el otro extremo de los tubos. La
solución a ebullición está por fuera de ellos. El vapor se desprende de la superficie líquida;
después, casi siempre se hace pasar por dispositivos de tipo deflector para impedir el arrastre
de gotas de líquido y sale por la parte superior. Este equipo, relativamente económico, puede
utilizarse para líquidos no viscosos con altos coeficientes de transferencia de calor y para
líquidos que no formen incrustaciones. Puesto que la circulación del líquido no es muy buena,
son poco adecuados para materiales viscosos. En casi todos los casos, tanto este evaporador
como los que se estudian después operan con régimen continuo, con alimentación a velocidad
constante y salida de concentrado a velocidad constante.

Evaporador vertical con circulación natural. En este tipo de evaporador se usan tubos
verticales en lugar de horizontales y el líquido está dentro de los tubos, por lo que el vapor se
condensa en el exterior. Debido a la ebullición y a la disminución de densidad, el líquido se
eleva en los tubos por circulación natural y fluye hacia abajo a través de un espacio central
abierto grande, o bajada. Esta circulación natural incrementa el coeficiente de transferencia de
calor. No es útil con líquidos viscosos. Este equipo se llama con frecuencia evaporador de
tubos cortos. Una variación de este modelo es el evaporador de canasta, que usa tubos
verticales, pero el elemento de calentamiento se cuelga en el cuerpo, de tal manera que haya
un espacio anular que sirva de bajada. El modelo de canasta difiere del evaporador vertical de
circulación natural, pues éste tiene un espacio central en vez del anular como bajada. Este tipo
se usa con frecuencia en las industrias del azúcar, la sal y la sosa cáustica.
Evaporado de tipo cesta. Este tipo de evaporador de tubos verticales, en el cual la coraza
tiene forma de canica. Este tipo de evaporador se utiliza cuando lo que se pretende es llevar la
evaporacion al extremo, es decir, evaporar todos los disolventes de la disolución diluida para
obtener cristales. Los cristales formados se recogen por la parte inferior. El elemento calefactor
se trata de un cuerpo compacto que se puede extraer para su limpieza
Evaporador vertical de tubos largos. Puesto que el coeficiente de transferencia de calor del
lado del vapor es muy alto en comparación con el del lado del líquido que se evapora, es
conveniente contar con velocidades altas para el líquido. En un evaporador de tipo vertical con
tubos largos el líquido está en el interior de los tubos. Estos miden de 3 a 10 m de alto, lo que
ayuda a obtener velocidades de líquido muy altas. Por lo general, el líquido pasa por los tubos
una sola vez y no se recircula. Los tiempos de contacto suelen ser bastante breves en este
modelo. En algunos casos, como cuando la relación entre la velocidad de alimentación y la
velocidad de evaporación es baja, puede emplearse recirculación natural del producto a través
del evaporador, añadiendo una conexión de tubería entre la salida del concentrado y la línea de
alimentación. Éste es un método muy común en la producción de leche condensada.

Evaporador de caída de película. Una variación del modelo de tubos largos es el evaporador
de caída de película, en el cual el líquido se alimenta por la parte superior de los tubos y fluye
por sus paredes en forma de película delgada. Por lo general, la separación de vapor y líquido
se efectúa en el fondo. Este modelo se usa mucho para la concentración de materiales
sensibles al calor, como jugo de naranja y otros zumos de frutas, debido a que el tiempo de
retención es bastante bajo (entre 5 y 10 s) y el coeficiente de transferencia de calor es alto.
Evaporador con calandria exterior. En este tipo de evaporador el conjunto de tubos se halla
fuera del espacio separador de vapor. Suelen operar a presiones reducidas, siendo muy fácil el
acceso al conjunto de tubos. Además, la calandria puede sustituirse por un intercambiador de
calor de placas, que es muy útil en el caso que se prevea que pueden formarse costras, pues
son fáciles de desmontar y limpiar.
Como pueden operar bajo vacío, se utilizan en la concentración de productos alimentarios
sensibles al calor, como pueden ser leche, extractos de carne y zumos de fruta.
Evaporador de circulación forzada. El coeficiente de transferencia de calor de la película
líquida puede aumentarse por bombeo provocando una circulación forzada del líquido en el
interior de los tubos. Para esto se emplea el modelo de tubos verticales largos añadiendo una
tubería conectada a una bomba entre las líneas de salida del concentrado y la de alimentación.
Sin embargo, los tubos de un evaporador de circulación forzada suelen ser más cortos que los
tubos largos. Además, en otros casos se usa un intercambiador de calor horizontal externo e
independiente. Este modelo es muy útil para líquidos viscosos.

Evaporador de película agitada. La principal resistencia a la transferencia de calor en un


evaporador corresponde al líquido. Por tanto, un método para aumentar la turbulencia de la
película líquida y el coeficiente de transferencia de calor, consiste en la agitación mecánica de
dicha película. Esto se lleva a cabo en un evaporador de caída de película modificado, usando
un solo tubo grande enchaquetado que contiene un agitador interno. El líquido penetra por la
parte superior del tubo y a medida que fluye hacia abajo se dispersa en forma de película
turbulenta por la acción de aspas de agitación vertical. La solución concentrada sale por el
fondo y el vapor pasa por un separador para salir por la parte superior. Este tipo de evaporador
es práctico para materiales muy viscosos, pues el coeficiente de transferencia de calor es
mayor que en los modelos de circulación forzada. Se usa para materiales viscosos sensibles al
calor como látex de caucho, gelatina, antibióticos y jugos de frutas. Sin embargo, tiene costo
alto y capacidad baja. Para los lectores interesados en el tema, Perry y Green (P2) incluyen
estudios y descripciones más detallados de equipos de evaporación.
Evaporador solar de artesa abierta. Un proceso muy antiguo pero que todavía se usa es la
evaporación solar en artesas abiertas. El agua salina se introduce en artesas o bateas abiertas
y de poca profundidad y se deja evaporar lentamente al sol hasta que cristalice.
3. BIBLIOGRAFIA

 Ingeniería de los alimentos segunda edición – R.L.Earle


 Elementos de ingeniería química – Colección ciencia y tecnología
 Introducción a la ingeniería de los alimentos – R. Paul Singh – Dennis R. Heldman
 Operaciones de separación en ingeniería química – Pedro J. Martínez de la cuesta –
Eloísa Rus Martínez
 Operaciones unitarias en la ingeniería de alimentos – Albert Ibarz – Gustavo V. Barbosa
Cánovas
 Procesos de transporte y operaciones unitarias tercera edición – C.J. Geankoplis

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