INVESTIGACIÓN ACADÉMICA

VIRTUAL

TAREA ACADÉMICA 3 – PARTE 1

“ESQUEMAS DE REDACCIÓN - CUERPO”

Tema Redacción del cuerpo del artículo académico

Logro Al final de la semana, los estudiantes redactan el cuerpo del artículo
académico.

Actividad: Durante las semanas previas, cada integrante del grupo ha ido redactando el
argumento que le correspondía. Para esta presentación, se debe integrar el trabajo realizado
individualmente para finalizar la redacción del cuerpo del artículo académico que están
desarrollando. No olviden anotar la pregunta de investigación y la hipótesis. Ante cualquier
duda o consulta, realícenla a través del foro o por un mensaje por Bandeja de Entrada al
docente.

Pregunta de investigación:
¿Cómo se vio afectada psicológicamente la población de Ayacucho en Perú durante el
terrorismo entre los años 1980 – 1990?..
Hipótesis:
Entre los años 1980 – 1990 la población ayacuchana del Perú se vio severamente afectada por
el terrorismo, pues los graves atentados terroristas han dejado trastornos psicopatológicos
presentes en las víctimas.

Desarrollo del cuerpo: Empezamos a redactar el cuerpo del trabajo de investigación,

recuerden que deben incluir todos los argumentos de su artículo académico. Por motivos
académicos, señalen el argumento al iniciar el párrafo, así como los antecedentes, la cita y los
consecuentes.

El acontecimiento terrorista y sus efectos en la población de Ayacucho

En nuestro primer argumento, nos menciona los acontecimientos terroristas que se

llevaron a cabo en Ayacucho entre los años 80 – 90, que afectó de manera física y psicológica
a su población, mencionando la gran cantidad de víctimas que hubo. Gran parte de los
acontecimientos terroristas que se mencionarán fue ejercido por el grupo terrorista Sendero
Luminoso

En nuestro primer citado, nos habla sobre el Partido Comunista Peruano (PCP), desde
quien fue su fundador y quienes estuvieron a cargo en su avance a través del todo el último
siglo, hasta cuando uno de sus líderes cambió el término de Partido Comunista Peruano con la

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intención de hacer crecer aún más este partido político. En este caso, Sánchez afirma El Partido
Comunista Peruano (PCP) tiene relación con el Partido Socialista Peruano que fue fundado por
Carlos Mariátegui en el año 1928, meses después Mariátegui fue sustituido en su cargo y sus
funciones por Eudocio Ravines. Días después, Eudocio Ravines cambió el término “socialista”
al nombre de la organización política. Tiempo después, Eudocio Ravines terminó siendo
expulsado en el año 1940 del PCP. En 1963 Abimael Guzmán lideró uno de los comités
regionales del PCP que se dio origen en Ayacucho, así nació PCP-Sendero Luminoso, siendo
ésta la escisión que tuvo más impacto en la historia del Partido Comunista Peruano (2015,
pp.162-165)

En otras palabras, lo que se habla en esta nuestra primera cita es una breve historia sobre
el Partido Comunista Peruano, desde su creación en 1928 donde inicialmente fue llamado
Partido Socialista Peruano hasta sus escisiones en estos últimos años, uniéndose a diferentes
movimientos políticos

A continuación, en base al terrorismo, mostraremos una breve definición de este dicho

termino, como fue uno de los periodos más difíciles que se vivido en todo el Perú, lo que fue
Sendero Luminoso y el que más daño a ocasionado a base de diferentes sucesos atroces. Por lo
tanto, se denomina “terrorismo” a la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir
terror con el objetivo de lograr un cambio en la organización política del Estado. Siguiendo esa
línea, en el Perú, Sendero Luminoso (SL) adoptó el terror como mecanismo para llegar al
poder, sumergiendo a la población en una de las etapas más oscuras de nuestra historia
nacional. Abimael Guzmán, el máximo líder de SL, equivocadamente consideró que los
problemas del país, como la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos como la salud y la
educación podrían resolverse si se aplicaba en el Estado el denominado “pensamiento gonzalo”,
basado en una nueva redistribución de la riqueza. Sin embargo, esta ideología vino acompañada
de los actos más cruentos y violentos contra el mismo pueblo, que SL decía defender.
(Tramontana, 2004, pp. 4 – 8)

Lo que quiere decir esta segunda cita es que el terrorismo, por parte del Sendero
Luminoso en este caso, ejerció la fuerza y el terror como mecanismo de control de masa para
llegar al poder; a pesar de que sus intenciones eran revertir problemas y injusticias sociales que
existían en el país.

Por otra parte, el siguiente citado nos proporciona información cual fue la amplitud del

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terrorismo en el transcurso de su desarrollo, es decir el alcance que tuvo, y en aspecto es donde

se ve más perjudicado en basa a este. Respecto a lo anterior, García-Belaunde mencionó que el
concepto de terrorismo se ha vuelto muy difícil de definir ya que mediante el paso del tiempo y
las circunstancias donde se ha desarrollado han aparecido muchas teorías que hablan sobre la
psicología terrorista, pero esto resulta difícil ya que hay una gran variación y se debe tratar de
manera mucho más específica. En la actualidad hay casos en los cuales el gobierno es el más
damnificado a la vez otros donde los actos de violencia son recíprocos. Pero por parte de los
terroristas se realiza con la finalidad de dar a conocer y transmitir un objetivo político, una
doctrina o una religión. (2021, p.3)

Lo que nos quiere decir esta cita es que, en otras palabras, los variados conceptos que se
daban acerca del terrorismo basándose en los actos que ocurrían en aquellos años anteriores y
los conceptos que se dan al terrorismo al día de hoy

A continuación, en esta siguiente cita, nos menciona la manera en cómo actuaba

Sendero Luminoso en los años 90 en el Perú, donde los ciudadanos vivieron tiempos de terror.

[Sendero Luminoso] usó el empleo sistemático del terror. Las acciones

senderistas tuvieron básicamente dos finalidades; la “propaganda” de la lucha
armada y muchas acciones de sabotaje a los símbolos del “viejo estado”. Durante
esos años la operación típica era el apagón y los atentados petardistas. Cobraron
importancia las acciones de guerrilla urbana, las emboscadas a patrullas
policiales y ataques violentos a comisarías. Aumentaron los asaltos a camiones
repartidores de alimentos. Para justificar sus acciones existía un basamento
ideológico y político que consistía, en rasgos generales, en una estructura o
sistema de actuación que buscaba proporcionar la justificación necesaria al
accionar, es decir algo que legitimara los actos terroristas. Por ejemplo, cuando
se mataba a un oficial de tránsito lo que se quería señalar era que se estaba en
contra del viejo y caduco Estado. Se aniquilaba en forma selectiva como medio
de protesta. (Tramontana, 2004, pp.16)

Lo que nos quiere decir esta ficha es que, el grupo terrorista Sendero Luminoso usaba
diferentes actos terroristas que fueron básicamente puros ataques, atentados, saqueos,
desapariciones, etc.; a lo largo de los años, especialmente en los 90 en todo el Perú

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En esta siguiente cita, nos informa las consecuencias de la violencia ocasionada por el
Partido Comunista del Perú que fue conocido como Sendero Luminoso (PCP – SL) en las
últimas dos décadas del pasado siglo. Asimismo, señalando una estimación de las víctimas que
hubo por este conflicto

Uno de los actos armados insurrectos fue responsable de hacer mayor uso de
violencia. Se estima que el total de víctimas y desaparecidos a causa del
conflicto armado interno peruano fue de 69.280 personas. De ellas se atribuye
responsabilidad sobre el 46% a PCP – SL. 30% a los agentes del Estado y 24% a
otros actores (rondas campesinas, comités de autodefensa, al MRTA, grupos
paramilitares, entre otros) (Sánchez, 2015, pp.75-76)

Lo que quiere explicar esta cita es, las consecuencias que dejó el conflicto armado
interno a través de los datos estadísticos que se menciona, teniendo en cuenta la cantidad de
personas que perdieron la vida y los que hasta hoy en día se encuentran como desaparecidos

En último lugar, un estudio nos ayuda a identificar a las personas que fueron más
propensas de sufrir daños psicológicos a causa del terrorismo, mencionándonos diferentes
aspectos de la vida diaria del ser humano y como ellos pueden ayudar, adicionalmente, a
repercutir de peor manera el estado mental de los ayacuchanos afectados por el acto ocasionado
por Sendero Luminoso.

Las principales conclusiones del estudio fueron: 1) la existencia de una

significativa y consistente asociación entre ser víctima directa de atentado
terrorista y el riesgo de presentar alteraciones psicopatológicas, es decir, ser caso
psiquiátrico; 2) se detectó mayor presenta de síntomas específicos de patología
entre las víctimas directas; 3) la calidad de vida del colectivo de afiliados a la
asociación era significativamente inferior a la que presentaba la población
normal; 4) los individuos que presentaban mayor riesgo de padecer trastornos
mentales eran los que tenían peor calidad de vida; 5) el ser padre o hermano de
una víctima se asociaba significativamente a mayor riesgo para la salud mental y
6) cuando el apoyo familiar era percibido por la víctima como escaso,
insuficiente o nulo, aumentaba significativamente el riesgo de presentar
alteraciones psicopatológicas. Sintetizando los resultados, podría decirse que las
víctimas serían un colectivo claramente vulnerable a la probabilidad de presentar

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alteraciones psicopatológicas. (Muños y Navas, 2007, p.11)

En principio, lo que nos da a entender esta última cita es que, se presenta mayores
síntomas de daños psicológicos específicamente en las víctimas en condiciones desfavorables,
de escases afectivos y apoyo emocional; por lo cual estas vendrían a ser condiciones similares a
las vividas por la población de Ayacucho en la época entre 1980-1990. Por ende, múltiples
personas fueron altamente propensas a sufrir estos daños.

Cerrando este argumento, hemos mostrado como fue el surgimiento del terrorismo en el
Perú con el Sendero Luminoso, su forma de actuar en favor al miedo y en que se enfocaba.
Debido a ello, se debe mencionar, que, frente a estos escenarios en un futuro, el gobierno debe
ejecutar políticas idóneas para evitar el resurgimiento de más grupos terroristas.

Consecuencias en la salud mental producidas por el terrorismo

En este segundo argumento se mencionará como la violencia del terrorismo en el Perú,

entre los años 1980 al 2000, dejó efectos en el diagnóstico de la conducta y salud mental; las
cuales llegaron a generar trastornos psicológicos y secuelas en la población ayacuchana. Todo
ello ocasionó que, hasta el día de hoy, las víctimas ayacuchanas tengan repercusiones en su vida
cotidiana ya que aún tienen en sus mentes los “acontecimientos traumáticos”.

De esta manera, en la época del conflicto armado interno, donde se desarrollaba una
guerra entre las fuerzas armadas del Perú contra los terroristas, debido que, estos buscaban
tomar el poder del estado mediante la fuerza para imponer sus ideales políticos. Este conflicto
tubo un mayor desenvolvimiento en la sierra peruana, principalmente en el departamento de
Ayacucho.

Entre los años de 1980 al 2000, el Perú vivió años de dolor, muerte e injusticia,
la cual se sufrió con mayor intensidad y en silencio en la sierra y selva peruana.
Siendo muchas las ciudades, pueblos, comunidades; y miles de pobladores los
afectados. Dicha violencia destruyo sus ciudades, sus casas y sus vidas, dañando
profundamente su integridad física y mental, y afectando además su dignidad
(Salinas, 2014, p.120).

En este conflicto contra el terrorismo se vio perjudicado gran parte de la sierra y selva

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del Perú, donde no solo hubo daños materiales y perdidas en pertenecías, también provoco
daños físicos irreparables en algunas víctimas y no solo eso, también afecto la salud mental de
los pobladores de las ciudades que fueron gravemente violentadas por esta guerra interna.

En consecuencia, de la lucha contra el terrorismo dejo traumas mentales en la vida de las

personas aun cuando este conflicto ya había culminado. El paciente mostró episodios
depresivos repetitivos que nunca había padecido antes. Además, presentó reexperimentaciones
frecuentes del atentado, evitación de estímulos o situaciones que tenían relación con el suceso,
presentimiento de desesperanzas en el futuro, grave anhedonia y una profunda culpa por el
atentado. Todo lo mencionado antes sirvió para diagnosticarlo con un trastorno de estrés
postraumático (TEPT), el cual a la vez presentaba obsesiones y compulsiones. Este último
desembocó en conductas de compensación que se caracterizaban por hacer todo lo posible para
satisfacer y ayudar a los demás, incluso si ello afectaba negativamente a sí mismo. Además, en
el paciente existía un temor intenso a la desaprobación de las demás personas, por lo que
evitaba cualquier tipo de relación u interacción con ellas y experimentara una fuerte angustia y
malestar al exponerse a este tipo de situaciones. Finalmente, el diagnóstico final del paciente
fue padecimiento de un trastorno de estrés postraumático, que era comórbido por trastornos
depresivos mayores, obsesivo-compulsivos y fobia social. Tras ese diagnóstico se clasifico los
efectos psicopatológicos en las siguientes categorías: cognitivos, fisiológicas, emocionales y
motoras (Escudero, Navarro, Reguera, Gesteira, Morán, García-Vera y Sanz, 2018, pp. 2 - 3)

Se puede apreciar según los diagnósticos realizados a las personas víctimas de los
atentados terroristas que presentan síntomas de estrés postraumático, afectando directamente en
su vida diaria social, estos síntomas fueron ocasionados por el conflicto armado interno y aún
tiene repercusiones psicológicas en las victimas hasta la actualidad.

Por esto, los acontecimientos terroríficos que se vivió en la época del conflicto armado
interno no solo dejo daños materiales, también afecto a la salud física de las personas, pero
principalmente en la mayoría de las víctimas dejo daños en su salud mental, provocando en
ellas trastornos psicológicos que están presentes hasta el día de hoy.

Asimismo, la expresión ´estamos traumados´ expresa la dimensión social del

problema, ya que la pregunta en qué consiste el ´trauma´ y ellos/as manifiestan
síntomas y trastornos depresivos, incluso en algunos casos con ideas suicidas.
También, se evidenció la persistencia de síntomas de estrés postraumático,

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síntomas como miedo a lugares de terror, miedo a sonidos fuertes, incluso

miedos a la soledad y al sonido del viento antes de las lluvias; igualmente, se
evidencian trastornos de ansiedad y también síntomas psicóticos que pudieron
haber sido producidos por un deficiente tratamiento a problemas de estrés
postraumático que generan episodios psicopáticos como síntomas esquizoides y
paranoides. (Berrocal, 2016, pp.30-31)

Hasta la actualidad las personas víctimas del terrorismo presentan “traumas” que
dificultan su desenvolvimiento en su vida social, Lo cual fue provocado por la guerra interna
que hubo contra el terrorismo, sin embargo, el estado peruano no le ha dado la importancia
necesaria a un programa de reparación en la salud mental para las víctimas y que estas puedan
llevar un tratamiento médico para superar dichos “traumas”.

Sin embargo, una vez culminado el conflicto armado interno dejo graves
acontecimientos como asesinatos, perdidas de familiares, violaciones a ambos sexos, daños
materiales, pero en todos los casos se apreció la vulneración a los derechos humanos.
Provocando secuelas en la mente de las víctimas como el miedo, pánico, inseguridades,
ansiedad, etc.

El programa de reparación en salud mental se implementa como respuesta a las

secuelas conflicto armado interno ocurrida entre el año 1980 y 2000, porque en
este periodo Ayacucho y la mayor parte de las regiones del Perú vivieron
acontecimientos irremediables de asesinatos y violación a los derechos humanos
por los actores en conflicto(Fuerzas Armadas, Partido Comunista Sendero
Luminoso y Las Rodas Campesinas), trayendo como consecuencia secuelas,
entre las que destaca las psicosociales que afectaron y siguen afectando a la salud
mental de la población, conocida y expresada por las víctimas: estamos
traumados. (Berrocal, 2016, p.5)

Las secuelas en la salud mental de las victimas deben tratarse con un programa de
reparación psicológica con apoyo de profesionales, ya que se le debe dar una solución pronta a
esta problemática social, que afecta la salud mental de la población de Ayacucho donde se vio
un mayor desarrollo del conflicto armado interno y sus pobladores presentan trastornos
psicosociales hasta el día de hoy.

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El Perú entre los años 1980-2000 sufrió un conflicto armado interno donde se vio más
afectado las provincias de la Sierra y Selva, pero principalmente hubo más acontecimientos
terroristas en el departamento de Ayacucho, perjudicando a su población con daños físicos y
psicológicos. Los daños ocasionados en su salud mental siguen presentes hasta el día de hoy,
teniendo en las victimas trastornos psicosociales.

Estudios de las secuelas psicológicas y desarrollo en su tratamiento

Siguiendo con el artículo, nuestro tercer argumento nos muestra que, ante situaciones de
violencia extrema como el terrorismo, las personas pueden terminar obteniendo graves
consecuencias psicopatológicas (trastorno de estrés post traumático, fobia social, ansiedad, ira,
actitudes obsesivas-compulsivas, culpabilidad, arrepentimiento, etc.). Que han afectado la vida
de las víctimas y a sus allegados de forma negativa, dejándoles secuelas a largo plazo de un
daño psicológico irreversible en ellos. Sin embargo, este último puede llegar a ser tratado y
conseguir una mejora significativa en el avance de su estado mental tras sesiones de terapia,
tratamientos y ejercicios que especialistas puede ejercer. Con esto se demuestra un efecto,
consecuencia y recuperación de los efectos del terrorismo. Por ende, se puede evidenciar la gran
importancia en la explicación de las secuelas psicológicas de las víctimas del terrorismo que
sufren de trastornos psicopatológicos por el atentado, porque gracias a ella se llegó a describir
el tratamiento de una terapia para una víctima del terrorismo que obtuvo resultados beneficiosos
y conclusiones claras.

La importancia en la explicación de las secuelas psicológicas de las víctimas de un

atentado terrorista nace a raíz de entender de qué manera un hecho traumático, como el
terrorismo en Ayacucho (Perú), pudo desencadenar severas repercusiones en la salud mental de
sus afectados y porque ellas llegaron a ser tan perjudiciales en sus vidas a corto, mediano y
largo plazo. Según Muños y Navas (2007), las secuelas emocionales y psíquicas no eran muy
tomadas en cuenta en su gran impacto para el análisis de la víctima en los hechos traumáticos
como el terrorismo. Sin embargo, actualmente se está más consciente de su importancia,
consecuencias a largo plazo y repercusiones en la estabilidad emocional. Por esta razón, se
pudo llegar a estudiar a las secuelas emocionales y entenderlas como un daño psíquico
establecido en la persona, el cual es una discapacidad permanente e irreversible que no mejora a
lo largo del tiempo ni con un tratamiento, llevando a un malfuncionamiento psicológico,
perturbaciones a la salud mental y afectación en la conducta y personalidad de la víctima; lo
que provoca un deterioro en las relaciones interpersonales y problemas en el ámbito social y

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laboral. Estas secuelas psíquicas tienen relación con un acto de violencia, que persiste e
invalida al afectado. Asimismo, mediante un acontecimiento terrorista, las personas tienden a
tener diferentes reacciones a nivel mental como miedo, desesperanza, pasividad ansiedad,
fatalismo, somatizaciones, entre otras más. Tras este hecho, al intentar defenderse ante una
autoridad, la víctima puede experimentar una victimización secundaria, aparte de la primeria
que es vivir de forma directa el atentado, debido a las agresiones psíquicas (recordar el hecho,
afrontar al agresor, interrogatorios, etc.) que la víctima recibe durante ese proceso policial y
judicial. Por ende, esta victimización perjudicaría aún más los sentimientos de indefensión,
angustia y depresión, y contribuiría al empeoramiento de las posibles secuelas psíquicas
obtenidas. Por lo anteriormente mencionado, la víctima percibe al acto del terrorismo como un
suceso perjudicial, violento, peligroso para su integridad física-psicológica y dañina para el
estado emocional de la misma; llevando todo esto una disminución en su capacidad de afrontar
y sentirse seguro, afectando también a su círculo socio familiar a causa de la desconfianza de la
víctima hacia el mundo. Esto es lo que genera un daño psicológico, que no solo son las lesiones
psicológicas por el acto violento, sino también las repercusiones que quedan aún existentes en
la persona crónicamente al pasar del tiempo como consecuencia del acto sufrido, y que
interfieren en el estilo de vida de la persona afectada. Sim embargo, este daño no solo debe ser
tomado en cuenta a víctimas directas del terrorismo, sino también a sus allegados que fueron
afectados indirectamente por ellos como madres, padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo,
etc., y sufren por lo sucedido. (pp. 3-5)

Esta información previamente mencionada, es una clara evidencia de que el terrorismo

si ha afectado de múltiples modos a la vida de los afectados, ya sea en la áreas intrapersonales o
interpersonales de su vida, como en la capacidad de subsanar y continuar de manera eficiente su
trayecto de la misma. Por ende, especialistas en el campo de la psicología, lo relevante que es
las consecuencias psicológicas que ocasiona el terrorismo en las personas y ellos tienen la
necesidad de investigar cómo estas se originan, que causan en la persona y como al menos
poder contrarrestarlas o reducirlas en su mayoría.

Por lo anteriormente mencionado, se han realizados varios análisis y estudios para

averiguar cuáles son los trastornos psicopatológicos más notables en las víctimas del terrorismo.
Esto se debe a que, al notar varios cambios en la personalidad y ánimo de las personas luego de
los sucesos terroristas. Personal médico y psiquiátrico llevaron a cabo varias sesiones de estudio
y análisis, de las cuales sacaron varias conclusiones acerca de los efectos del terrorismo. Por
ello, Muñoz y Navas afirmaron, tras una previa investigación, que a pesar de que el trastorno

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por estrés postraumático (TEPT) sea uno de los más estudiados en estos casos, aún existen otros
tipos de psicopatologías relacionadas que son diferenciadas, como la depresión, ataque de
pánico, ira, agresividad, abuso de drogas y conductas extremas de miedo-evitación. A pesar de
ello, en el análisis de los efectos psíquicos de sucesos violentos como el terrorismo presentan un
patrón de comportamiento común, el cual puede ser clasificado por fases: la primera fase de
negación, la segunda (en donde se afronta la realidad generando pánico, espanto y terror), la
tercera fase (donde se sufre un cuadro depresivo a raíz del problema , irritabilidad, insomnio,
pesadillas y resignación) y la cuarta fase (donde el afectado recibe finalmente una intervención
psiquiátrica). Además, la aparición de los efectos a corto plazo, como malestar, aislamiento,
falta de apetito, insomnio, los afectados de terrorismo también pueden mostrar ansiedad,
depresión, baja autoestima, desconfianza. Inclusive, se produce un sentimiento de culpa nacido
a partir de una malformación de lo ocurrido y supervivencia de la víctima, lo que conlleva a
sentirse mal por no poder haber hecho suficiente por ayudar a los demás en su momento,
aunque fuera prácticamente imposible. También, a medio y largo plazo pueden presentar
cambios en su conducta como irritabilidad, dependencia emocional extrema, victimizarse,
pasividad, ser introvertido e incoherencia entre lo vivido y lo contado. (2007, pp.5-8)

Teniendo esto en cuenta, se puede afirmar la presencia de una gran cantidad de

trastornos psicopatológicos en las víctimas del terrorismo, habiendo presencia de algunos más
que otros dependiendo cada individuo. Además, estos trastornos son comúnmente acarreados
por las personas a largo plazo, agravándose con el tiempo. Por esta razón, la población de
Ayacucho pudo adquirir algunos de estos trastornos, pero siendo minimizados al pasar de los
años por el mundo exterior y hasta por ellos mismo por la falta de importancia a la recuperación
psicológica y estudio de sus trastornos mencionados con anterioridad. Por ello, dicho con
antelación, personal médico y psicológico fue motivado, ante las repercusiones del terrorismo, a
elaborar métodos y terapias para mejorar el desarrollo personal y social de afectados terroristas.

A modo de ejemplo, ante las consecuencias de los conflictos ocasionados por el

terrorismo en España, un grupo de expertos en la psicología estudiaron un tipo de terapia que
podría ayudar a las víctimas afectadas por el terrorismo perjudicialmente. Este tratamiento, el
cual conllevo a una terapia llama la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TCC-
CT), fue realizado mediante videoconferencia (virtual, en la plataforma Skype) y fue asistida
por una víctima del terrorismo que contaba con los trastornos y daños en su salud mental
descritos anterior mente. De este modo, Escudero, Navarro, Reguera, Gesteira, Morán, García-
Vera y Sanz (2018) describieron el tratamiento de la siguiente manera:

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Este tratamiento contempla la realización de 16 sesiones semanales e incluye: (a)

terapia de exposición prolongada en imaginación y en vivo a los recuerdos
traumáticos y a otros estímulos ansiógenos relacionados tanto con el TEPT como
con otros trastornos de ansiedad que pueden padecer las víctimas de terrorismo,
(b) técnicas de control de la ansiedad, como entrenamiento en relajación
progresiva y en respiración lenta, (c) técnicas de reestructuración cognitiva para
los pensamientos negativos y las actitudes disfuncionales característicos
del TEPT, de la depresión o de los trastornos de ansiedad, (d) programación de
actividades agradables, (e) psicoeducación sobre las reacciones al trauma o al
duelo y su normalización, (f) técnicas de prevención de recaídas y (g) técnicas de
creación de una nueva narrativa vital
(Moreno et al., 2017). […]Adicionalmente, en respuesta a la fobia social que
padecía D., el tratamiento original se amplió para incorporar un entrenamiento
específico en habilidades amplió para incorporar un entrenamiento específico en
habilidades sociales y en solución de problemas sociales […]. En total, en la
terapia con D. [letra inicial de David, nombre ficticio del paciente] se realizaron
36 sesiones de tratamiento, una evaluación postratamiento y seguimientos al
mes, a los 3 meses y a los 6 meses. (pp. 3 – 4)

La descripción del tratamiento para la terapia (TCC-CT) utilizada en una víctima del
terrorismo es muy completa, la cual fue adecuada para su recibimiento por parte del paciente D.
y tuvo varias etapas de desarrollo, el cual incluso necesitó ser alargado debido a la necesidad de
mejorar aún otro aspecto de su padecimiento. Esto dio un panorama más amplio de cómo se
podría aplicar este tipo de proceso para la recuperación mental de la población ayacuchana.

Tras las posteriores evaluaciones y progreso del paciente D., se llegó a destacar que,
después del transcurso de las sesiones de la terapia (TCC-CT), múltiples resultados beneficiosos
mediante y al final de su transcurso. Esto conllevo a un cambio en la vida del paciente, el cual
tuvo padeciendo los efectos comórbidos por otros trastornos originados por el terrorismo por
más de 30 años. Escudero, Navarro, Reguera, Gesteira, Morán, García-Vera y Sanz dieron a
conocer que el paciente tuvo una notable mejora en su estado anímico, aumento sus ganas de
hacer cosas y realizar actividades al igual que disfrutar de estas. Además, el paciente mencionó
dejar se tener un sentimiento de culpa y tener ahora una mejor capacidad de expresarse con las
demás personas. También fue capaz de afrontar, sin altos niveles de ansiedad, el pensar y

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dialogar acerca del evento traumático, incluso también llegando a acudir a lugares concurridos
de personas. Inclusive, ya no le generaba un problema el acudir a lugares que antes le
generaban ansiedad social y llegó a ser capaz de interactuar con otro tipo de personas que antes
no se atrevía. Por ello, empezó a retomar relaciones pasadas con allegados él y a organizar o
acudir planes con ello. Asimismo, el sentimiento de ira e inutilidad se desvaneció, las
obsesiones y compulsiones dejaron de ser un problema al disminuir en su frecuencia e
intensidad. Finalmente, hubo una disminución su repercusión física, por lo que ya no se daban
más casos de las cefaleas, problemas estomacales y en su piel. Por todo lo mencionado, al
paciente ya no se le consideraba bajo ninguno de los trastornos previamente realizados ni
cumplía con los criterios diagnóstico establecido; además, tuvo una reducción importante en sus
síntomas y presentaba un mejor nivel de bienestar familiar, emocional y social. (2018, pp. 4 - 5)

Lo mencionado con antelación nos corrobora la existencia de mejoras reales en el estado

del paciente, mostrando un incremento beneficioso en varios aspectos como físico,
psicológicos, sociales y hasta laborales. Así mismo, D., después de las terapias y ejercicios que
tomo durante su tratamiento, pudo mejorar su calidad de vida. Por ende, la terapia que recibió
D. si es útil para su utilización en pacientes de menor o igual gravedad que tuvo D. antes del
tratamiento, la cual resultó ser considerablemente alta y fue empeorando en el transcurso de los
años, porque se arraigó a su ser al no haber sido asistido profesionalmente.

En último lugar, al finalizar el proceso del estudio del tratamiento del paciente D. que
padeció trastornos como estrés post-traumático comórbido por otros trastornos adicionales a
largo plazo y también al finalizar el análisis de los resultados; los especialistas que examinaron
el caso lograron llegar a una serie de conclusiones. Las conclusiones obtenidas por Escudero,
Navarro, Reguera, Gesteira, Morán, García-Vera y Sanz mostraron que:

A pesar de las limitaciones que tienen los diseños de caso único, los beneficios
terapéuticos obtenidos en este caso sugieren que la TCC-TC (1) también es útil
en la práctica clínica con pacientes que sufren trastornos muy crónicos y con una
alta comorbilidad psicológica y (2) se puede aplicar por videoconferencia con
resultados muy positivos, incluso en un caso tan crónico y grave, aunque dicha
cronicidad y gravedad parecen requerir un aumento del número de sesiones
habituales.[…] La aplicación de la terapia por videoconferencia se erige en una
alternativa factible y eficiente que merece ser objeto de la realización de nuevas

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investigaciones con diseños experimentales grupales que analicen si su eficacia

es similar a la que se obtiene con su aplicación presencial, tal y como ocurre en
el caso del tratamiento del TEPT en las víctimas de otros tipos de
acontecimientos traumáticos (p. ej., Marchand et al., 2011). (2018, p.5)

Esto último nos dio un panorama amplio de cómo, a pesar de los obstáculos del proceso,
el paciente pudo llegar con éxito a una meta deseada y a una mejoría significativa en su vida.
Esto nos muestra de que las personas afectadas por el terrorismo si pueden llegar a ser tratadas
exitosamente y tener como mínimo una mejora parcial en su estado de salud mental luego de
acontecimientos traumáticos como el terrorismo. Incluso, los individuos afectados como
pobladores ayacuchana nos pueden recibir los tratamientos de forma virtual, facilitando así la
llegada de ayuda a varias personas y teniendo los mismos beneficios.

En conclusión, el terrorismo ejercido por el Sendero Luminoso, como un hecho

traumático, si afecto a la población ayacuchana, dándoles severos trastornos psicopatológicos
que interfirieron en su vida diaria. Ante esta problemática del terrorismo, a los expertos en
psicología les nació la necesidad de investigar y elaborar métodos para la subsanación de los
efectos que dejó el terrorismo en su víctima. Por ello, especialistas lograron hallar un
tratamiento terapéutico de mucha ayuda para el desarrollo mental de una víctima del terrorismo,
el cual puede llegar a ser utilizada de manera benéfica para otros afectados. Por ende, el
terrorismo si afecto severamente a sus víctimas, pero este puede ser contrarrestado por ayuda
profesional.

Desarrollo y reparación de los perjuicios en zonas afectadas por el terrorismo

En el cuarto argumento, se señala que el desarrollo y reparación de los perjuicios en zonas

afectadas por el terrorismo fueron consecuencias de los hechos catastróficos ocurridos en mayor
gravedad en el departamento de Ayacucho. Trayendo con esto el acto del Estado de revalorar y
subsanar los derechos humanos violados de las víctimas, las cuales recibieron ayuda psicológica
mediante tratamientos de los programas creados con la intención de reparar su salud mental.

Transcurriendo el año 1980, el grupo terrorista Sendero Luminoso, empezó con los
actos de violencia en la localidad de Ayacucho con la finalidad de presentarse ante el Estado,
dar un mensaje de oposición contra el sistema democrático y mostrar su intención de imponer

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su nueva ideología. Se continuó con los atroces atentados, llegando a tener altos índices de
muertos varias provincias del departamento perteneciente a la sierra.

Es importante mencionar y recalcar que, de acuerdo al Informe de la Comisión

de la Verdad y Reconciliación, el departamento de Ayacucho fue el más afectado
con la violencia del PCP-Sendero Luminoso, siendo el 50% del total de
asesinatos cometidos por estos últimos. Este departamento soportó casi cuatro
veces más víctimas que Junín, el segundo departamento más afectado por la
violencia subversiva, seguido por Huánuco, Huancavelica y Apurímac (Alvarez
y Landeo, 2020, p. 13).

Sintetizando, los atentados terroristas ocurridos en el departamento de Ayacucho

trajeron consigo demasiadas muertes, ocupando el primer puesto a nivel nacional entre los años
1981 y 1984, siendo este último superior a los años anteriores. Dejando a su vez secuelas
psicopatológicas en las víctimas que sobrevivieron.

Es más, como respuesta a los acontecimientos y atentados catastróficos generados por

los terroristas, el Estado busca tomar responsabilidad y enmendar su falta de atención a los
perjudicados. Según Pérez León (2007), citado por Alvarez y Landeo (2020) indica que:  Se
realizó el plan de reparación, a razón de resolver los daños provocados a partir del Estado que
destruyeron los derechos humanos de la población. Para ello también se ha utilizado el plan de
desarrollo que es definido por Pérez León como un proyecto con la intención de reconocer la
pérdida de dignidad, las situaciones difíciles, traumáticas y perjudiciales que se vivieron.
Siendo un gesto simbólico que representa el respeto que se tiene a la ciudadanía para poder
consolidad una responsable sociedad. Para llegar al objetivo se tomaron en cuenta las medidas
de considerarse como una obligación, ya que se violó un derecho internacional y no se puede
excusar por ningún estado porque es un compromiso firmado, además que este no se debe
confundir con los correspondiente a la indemnización. Con esto no se busca depauperar ni
enriquecer a las víctimas si no hacer valer proporcionalmente sus DDHH violados, que solo el
Estado deber enmendar (pp. 13-15).

Con esto, se hace presencia de un acto responsable y acertado por parte del estado, ya
que de acuerdo con Peréz León se hace respetar uno de los derechos más importantes a nivel

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internacional que poseen las personas y que las víctimas de los acontecimientos traumáticos
logren reconocerlo y aprovechar de ello para su saneamiento.

Inclusive, con respecto a los ataques de violencia por parte de los terroristas y militares,
surge la repercusión de los efectos psicopatológicos presentados en la gran mayoría de víctimas
de Ayacucho, esto generando una propuesta de intervención para la búsqueda de la salud mental
integral mediante la confección de diversos tratamientos para cada trastorno. De acuerdo con
Salinas (2014), los resultados demuestran que todas las victimas sufrieron violencia psicológica
y en su gran mayoría presentan síntomas de estrés postraumático hasta la actualidad. Desde ese
terrible acontecimiento han transcurrido dos décadas y las victimas no han recibido ningún tipo
de tratamiento. Teniendo en cuenta que gran parte de las victimas hasta ahora presentan
secuelas mentales y físicas que no les permite realizar su vida cotidiana, se buscará darles un
tratamiento de salud mental para que puedan reintegrarse nuevamente a la sociedad. El
tratamiento se les brindara con apoyo de profesionales, una vez iniciado este se les hará una
evaluación con el objetivo de que no persistan los síntomas de estrés postraumático (pp.61-63).

Condensando lo mencionado, la intervención de este proyecto en las víctimas que vivieron esos
sucesos violentos ayudará a que superen sus traumas, vuelvan a realizar sus actividades
cotidianas, recuperen su dignidad como seres humanos y logren su eficaz reincorporación a la
sociedad a través de varias fases terapéuticas, evaluando su conducta y con apoyo
farmacológico.

Por último, como respuesta a la postura asimilada por el Estado de revalorar y

recomponer los derechos humanos, este y otros entes, llevaron a cabo programas con la
finalidad de reparar la salud en general de las víctimas, documentando el proceso de
implementación, resultados de los tratamientos, datos estadísticos y problemas en su ejecución.
Se menciona por ejemplo:

El programa de reparación en salud mental se implementa como respuesta a las

secuelas conflicto armado interno ocurrida entre el año 1980 y 2000, porque en
este periodo Ayacucho y la mayor parte de las regiones del Perú vivieron
acontecimientos irremediables de asesinatos y violación a los derechos humanos
por los actores en conflicto(Fuerzas Armadas, Partido Comunista Sendero
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Luminoso y Las Rodas Campesinas), trayendo como consecuencia secuelas,

entre las que destaca las psicosociales que afectaron y siguen afectando a la
salud mental de la población, conocida y expresada por las víctimas: “estamos
traumados” (Berrocal, 2016, p.5).

Este programa, es uno de los pertenecientes al plan integral de reparaciones, el cual ha

tenido mayor dificultad para su implementación debido a problemas de estructuración, al darle
menos importancia a la consideración de los problemas públicos. A mi parecer, lo mejor fue
omitir las propuestas de los afectados por la violencia política y cuestionarse que es lo que les
faltaba para su óptimo desarrollo.

Por lo tanto, podemos afirmar que se presenta un desarrollo y restauración de los daños
provocados por el terrorismo como afrontamiento del gobierno, pero estos con algunas
deficiencias, con las cuales no se llega a un excelente resultado en la salud mental de los
afectados en la localidad ayacuchana y que persiste esta problemática hasta la actualidad, pero
en menor cantidad.

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