La palabra adaptación es de origen latín “adaptare” que significa “ajustar una cosa u otra”, compuesto del verbo “ad”que expresa “hacia”y el verbo “aptare” que figura “ajustar o aplicar”. El ser humano es un ser adaptable a todas las situaciones. En virtud, de que en la vida se genera cambios permanentes que el individuo se debe de ir ajustando a ellos, la adaptación no es de un día para otro, primero se debe de superar un periodo de transición con el fin de habituarse a la nueva vida o cambio. La adaptabilidad o gestión del cambio consiste en la capacidad de responder con flexibilidad a los cambios que ocurren en el entorno y adaptarse con facilidad a nuevas realidades. NEGACIÓN. Es la etapa de las preguntas: “¿Es cierto?”, “¿Es posible que haya podido suceder?”, “¿Cómo ha podido pasar esto?”, “¿Por qué?” Se define por la sensación de incredulidad: no creemos lo que está sucediendo o va a suceder. Nos negamos a aceptar lo que ocurre porque “es demasiado fuerte para ser cierto”. Nuestra psique se revela ante este proceso. Este proceso, genuinamente emocional, se manifiesta de múltiples formas: contra los causantes del cambio, contra los seres cercanos, contra terceros no claramente definidos, a veces surge de forma espontánea, inmediatamente a la notificación del cambio, pero otras aparecen cuando ya llevamos un tiempo funcionando con las nuevas condiciones de trabajo. La ira es una reacción natural ante el cambio. Hay que gestionarla, no pararla ni olvidarnos de ella o asumir que degenere en violencia. ¡Todo el proceso es negociación en un sentido u otro! Antes de que suceda el cambio negociamos cualquier cosa: “Lo haremos mejor”, “Conseguiremos los resultados y objetivos”, “Seremos más “, “eficientes” … Y una vez que se convierte en irremediable solemos negociar, sobre todo, el tiempo: “No es buen momento ahora”, “Cuando tengamos más consolidados otros cambios”, … Nunca es buen momento para iniciar el proceso del cambio no deseado. Es necesario que aprendamos a identificar este momento y los paracaídas del cambio (las excusas que aparecen como razonamientos lógicos, ciertos pero que en realidad no son nada más que eso, excusas) con el objetivo de superarlas y empujar hacia el cambio lo antes posible. El peor enemigo de esta fase es posponer el cambio a la espera de una situación mejor… que sabemos que nunca llegará. “Acción” es la palabra clave. La depresión hace referencia en una forma drástica al presente. Es una sensación actual de vacío, de tristeza cuando el cambio profundo se hace evidente y ves que no puedes negarte ni eludirlo. Te sientes mal y trasladas ese sentimiento de tristeza a tus relaciones, dentro y fuera del trabajo. A veces la conversación se hace monotema, las relaciones personales pueden verse muy perjudicadas, nuestra salud se deteriora; dolores debidos a contracturas, gripes y resfriados por bajas defensas por el estrés. Así como las otras etapas pueden ser sucesivas o no, es obvio que esta sea la etapa final, la de resolución. Aquí ya no existe otra alternativa. O aceptamos el cambio con todas sus consecuencias o lo rechazamos (abierta o indirectamente). No todo el mundo debe pasar por todas las fases, hay quienes han aceptado que la vida es cambio y no les afecta demasiado. Pero eso va en contra de los mecanismos desencadenantes de este proceso antes descrito. Sin duda, aceptar no significa sentirse bien o estar de acuerdo con lo que ha pasado. Es asumir que hay una nueva realidad y que debemos aprender a vivir con ella. De acuerdo con la última cifra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía cerca de 29 millones de personas -6 de cada 10 trabajadores- se ocupan en el sector informal, es decir, carecen de un puesto de trabajo estable, seguro médico y otras prestaciones de ley. Tener un empleo actualmente se ha convertido en todo un reto. En 1960 había 3 vacantes disponibles por cada egresado de estudios superiores. Hoy cada vacante para profesionistas tiene en promedio 4 candidatos que aspiran a ocuparla. Trabajar es positivo, tienes un medio para obtener recursos económicos, puedes acceder a prestaciones y además construyes una historia laboral.
¿Qué es lo que más aprecias de tu
empleo? Eso favorece el plano emocional. Aprender algo nuevo puede darle un giro a tu vida laboral. No sólo es satisfactorio, además puede hacer que tu perfil sea atractivo para diferentes responsabilidades en tu centro de trabajo. Asumir retos cada vez más ambiciosos (pero siempre realistas), para tener siempre un objetivo que nos impulse a esforzarnos. Cuando hemos pasado los últimos 5, 10 o 20 años haciendo exactamente lo mismo se hace más difícil disfrutar el trabajo. Por ello es importante atreverse a hacer cosas nuevas y diferentes. Ofrece tu ayuda a otros departamentos, involúcrate en actividades que estén fuera de tus funciones e incluso habla con tu jefe y hazle saber que te gustaría aprender algo nuevo. El cansancio favorece el error y saca lo peor de cada uno. La experiencia nos demuestra que los que se han vendido nunca han conseguido ser felices”. “Somos nuestro valor principal”. Haz pequeñas pausas durante tu jornada y respira profundamente. Intenta no pensar en nada. La meditación reduce la ansiedad y el estrés. Cuando algo malo nos sucede, tendemos a caer en la negatividad pensando que nada bueno pasa con nosotros; sin embargo, teniendo anotadas las ocasiones en que hemos sido alegres es más fácil hacer un balance positivo de nuestro día a día. Pero no te quedes sólo en eso, realiza acciones que lo refuercen. Sin duda hay trabajos que cuesta disfrutar. No es sencillo aceptar un trabajo temporal en espera de mejores oportunidades, sin embargo, todo nuestro aprendizaje laboral nos aportan experiencia, conocimientos y lecciones valiosas para el futuro. En lugar de sentirte mal por las cosas que no te agradan de tu trabajo actual, enfócate en pensamientos positivos sobre las cosas que sí son importantes, por ejemplo: *Gracias a este empleo puedo pagar mis estudios. *Con este empleo temporal puedo obtener referencias laborales que me hicieron falta en procesos anteriores. *Este empleo me permitió obtener el crédito de mi casa. Este tipo de pensamientos te recuerda cuál es tu motor, cuál es tu meta a futuro y qué estás logrando gracias a tu empleo. ¿Hay más cosas negativas que positivas en tu trabajo? Todos los empleos tienen aspectos positivos y negativos. Uno de los positivos es que nos dan la oportunidad de relacionarnos con más gente. Las relaciones personales en el trabajo pueden reducir el estrés, animar el día e incluso ayudarnos a aprender cosas nuevas. Evita ser parte de chismes, rumores, etc. este tipo de conductas siempre perjudican tu imagen y traen problemas, aléjate lo más posible de compañeros de trabajo nocivos y evita compartir detalles de tu vida personal con ellos. En cambio, aprovecha a los colegas valiosos, aprende de ellos o enséñales algo. Hay gente común que en verdad disfruta su trabajo y lo hace más que bien: lo hace excelente. Esa gente está motivada, la motiva su actividad, el trato con la gente, un proyecto a futuro, la fortuna de tener un ingreso, su familia. ¿Cuál es tu motivación? Descúbrela y aprende a amar lo que haces. El dinero es importante y mucho. Millones de trabajadores están insatisfechos con su salario y desearían que mejorara. Sin embargo, pensar siempre en lo malo que es tu trabajo por el poco dinero que recibes es una postura muy limitada que hace que todo lo demás sea negativo. Puede ser una situación temporal. Reconoce qué es eso que sí te hace sentir satisfecho en el trabajo. ¿Tu trabajo ayuda a otras personas? ¿Te permite conocer gente nueva? ¿Te aporta nuevos conocimientos? ¿Te ayuda a mejorar tu desempeño profesional? Cambiar de actitud en el trabajo no hace feliz a tu jefe, tus compañeros o tu equipo; una mejor actitud es benéfica para ti, porque te da equilibrio mental para afrontar retos. Identifica en qué consisten dichos cambios y qué posibilidades tenemos de adaptarnos a ellos. ¿Cómo está el contexto actual? La adaptación al cambio depende sobre todo de cuánto sepamos del nuevo contexto, para adaptarnos, antes debemos saber a qué nos adaptamos. Es imposible concebir un proceso de adaptación al cambio si nos aferramos a ideas o estrategias tradicionales. Eso es justamente la flexibilidad: saber aceptar nuevas formas de gestión y tener la capacidad suficiente para crear valor institucional en las nuevas condiciones. Si queremos que el proceso de adaptación al cambio sea más efectivo, otra clave está en la manera en que lo comuniquemos a las distintas dependencias o áreas de nuestra institución. Cuanto más eficaces sean nuestros mensajes, más compromiso crearemos ante el reto que supone adaptarse a un nuevo escenario. El aprendizaje permite que la institución sea eficiente, obtenga los resultados por los cuales nació, según sus objetivos, con altos niveles de competitividad de acuerdo con las demandas del contexto a las cuales se debe. La adquisición del aprendizaje es la base para alcanzar el éxito y generar procesos de cambio acertados, se comparte esta posición cognitiva. Se comprende que toda acción repercute en la institución como un todo y en cada una de sus partes, estas consecuencias son tanto en el presente como el futuro y son acompañadas de una gestión que comparte y ejecuta esta visión. Se trabaja en el presente en función del futuro, estos principios son comprendidos por la gestión y trasmitidos e interiorizados por todos los integrantes de la organización. Fundamental para alcanzar los propósitos institucionales que por sí mismos no es posible alcanzar en forma individual. No hay institución que con una ejecución unilateral y un trabajo individual de parte de sus integrantes alcance el cumplimiento de sus objetivos en forma adecuada. El componente humano es una característica fundamental, que coadyuva a establecer relaciones con ética, creatividad, innovación, respeto. Todos estos elementos desde un enfoque sistémico proporcionan estructuras adecuadas para el desempeño de la institución y deben ser generadas e impulsadas por la gestión. La capacidad organizacional de contar con altos niveles de compromiso y responsabilidad de parte de sus integrantes en función del cumplimiento de la misión es la condición deseada para cualquier institución, que a su vez es un reto de la gestión. Estas condiciones se viven y se modelan desde la gestión y se interiorizan como una cultura laboral. El conocimiento individual y grupal de una institución es un capital intelectual que lidera el posicionamiento de la organización y, así como otros recursos, este requiere de una eficiente gestión. El conocimiento por sí mismo no se traduce en acciones, requiere de una gestión competitiva que impulse las condiciones necesarias para que el conocimiento que posee la institución se transforme en servicios de alta calidad. “Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.” Jean Paul Sartre
Afirmaciones Positivas Poderosas - Descubriendo El Pensamiento Positivo - El Arte De La Mente Creativa (3 Libros) Introducción Al Pensamiento Positivo Colección De Oro
Resumen del libro "Fluir en los negocios" de Mihaly Csikszentmihalyi: Cómo crear un entorno laboral donde los empleados puedan disfrutar de un trabajo gratificante